Ver contexto
Entonces ella le asió de la ropa diciéndole: «Acuéstate conmigo.» Pero él, dejándole su ropa en la mano, salió huyendo afuera. (Genesis 39, 12) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

תִּתְפְּשֵׂ֧הוּ‎(תָּפַשׂ)

Hebrew|ttiṯpᵊśˈēhû|seize

Part-of-speech: verb
Gender: feminine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: qal


[H8610] [w.bn.aa] [2538]
[תפש] [GES8580] [BDB9445] [HAL9354]

בְּ‎(בְּ)

Hebrew|bᵊ|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

בִגְדֹ֛ו‎(בֶּגֶד)

Hebrew|viḡᵊḏˈô|garment

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H899] [b.ae.ae] [198d]
[בגד] [GES878] [BDB952] [HAL969]

לֵ‎(לְ)

Hebrew|lē|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

אמֹ֖ר‎(אָמַר)

Hebrew|ʔmˌōr|say

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: unknown
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: infinitive (construct)
Verbal stem: qal


[H559] [a.ea.aa] [118]
[אמר] [GES535] [BDB564] [HAL587]

שִׁכְבָ֣ה‎(שָׁכַב)

Hebrew|šiḵᵊvˈā|lie down

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperative
Verbal stem: qal


[H7901] [v.cy.aa] [2381]
[שכב] [GES7861] [BDB8650] [HAL8586]

עִמִּ֑י‎(עִם)

Hebrew|ʕimmˈî|with

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5973] [p.dj.aa] [1640b]
[עם] [GES5903] [BDB6525] [HAL6448]

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יַּעֲזֹ֤ב‎(עָזַב)

Hebrew|yyaʕᵃzˈōv|leave

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: qal


[H5800] [p.bv.aa] [1594]
[עזב] [GES5744] [BDB6351] [HAL6267]

בִּגְדֹו֙‎(בֶּגֶד)

Hebrew|biḡᵊḏˌô|garment

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H899] [b.ae.ae] [198d]
[בגד] [GES878] [BDB952] [HAL969]

בְּ‎(בְּ)

Hebrew|bᵊ|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

יָדָ֔הּ‎(יָד)

Hebrew|yāḏˈāh|hand

Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3027] [j.aq.aa] [844]
[יד] [GES2931] [BDB3271] [HAL3251]

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יָּ֖נָס‎(נוּס)

Hebrew|yyˌānos|flee

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: qal


[H5127] [n.cc.aa] [1327]
[נוס] [GES5038] [BDB5629] [HAL5518]

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יֵּצֵ֥א‎(יָצָא)

Hebrew|yyēṣˌē|go out

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: qal


[H3318] [j.cq.aa] [893]
[יצא] [GES3211] [BDB3584] [HAL3549]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

חֽוּצָה‎(חוּץ)

Hebrew|ḥˈûṣā|outside

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2351] [h.bi.ab] [627a]
[חוץ] [GES2286] [BDB2554] [HAL2553]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



39. José en Egipto.
C omo en las historias anteriores, el autor sagrado quiere poner de relieve la especial providencia que Dios tiene de José, instrumento de misteriosos designios históricos en orden al pueblo elegido.

José, Mayordomo de Putifar (1-6).
1Entretanto, a José, que había sido llevado a Egipto y comprado a los ismaelitas por Putifar, ministro del faraón y jefe de la guardia, egipcio, 2le protegió Yahvé, siendo afortunado mientras estuvo en la casa de su señor el egipcio, 3el cual vio que Yahvé estaba con él, y que todo cuanto hacía, Yahvé lo hacía prosperar por su mano. 4Halló, pues, José gracia a los ojos de su señor, y le servía a él. 5Hízole mayordomo de su casa, y puso en su mano todo cuanto tenía. Bendijo Yahvé por José a la casa de Putifar, y derramó Yahvé su bendición sobre todo cuanto tenía en casa y en el campo, 6y él lo dejó todo en mano de José y no se cuidaba de nada, a no ser de lo que comía. Era José de hermosa presencia y bello rostro.

José fue vendido por los ismaelitas a un egipcio al que se le llama Putifar, eunuco o ministro del faraón y jefe de la guardia1. Pero, en su nueva condición, José fue particularmente favorecido por Yahvé, que, lejos de abandonarle, le prodigó sus gracias hasta hacerle conquistar la simpatía y confianza total de su amo. El autor sagrado quiere mostrar cómo Yahvé sigue siendo el Dios de José en tierra extraña. Le dotó de excepcionales aptitudes para todo, de modo que cuanto hacía prosperaba en sus manos. Así llegó a ser mayordomo en la administración de la casa; es el cargo llamado en egipcio mer-per y en árabe wekil. Estaba, pues, sobre todos los esclavos y servidores de la casa, y Dios bendijo la casa de Putifar en atención a José. Era tan buen administrador y las cosas iban tan bien, que el amo no se cuidaba de nada, sino de lo que comía (v.6); locución proverbial para indicar la perfección con que José llevaba todos los detalles de la administración.

Castidad de José (7-18).
7Sucedió después de todo esto que la mujer de su señor puso en él sus ojos, y le dijo: Acuéstate conmigo. 8Rehusó él, diciendo a la mujer de su señor: Cuando mi señor no me pide cuentas de nada de la casa y ha puesto en mi mano cuanto tiene, 9y no hay en esta casa nadie superior a mí, sin haberse reservado él nada fuera de ti, por ser su mujer, ¿voy a hacer yo una cosa tan mala y a pecar contra Dios? 10Y como hablase ella a José un día y otro día, y ni la escuchase él, negándose a acostarse con ella y aun a estar con ella, 11un día que entró José en la casa para cumplir con su cargo y no había nadie en ella, 12le agarró por el manto, diciendo: Acuéstate conmigo. Pero él, dejando en su mano el manto, huyó y se salió fuera. 13Viendo ella que había dejado el manto en sus manos y se había ido huyendo, 14se puso a gritar, llamando a las gentes de su casa, y les dijo a grandes voces: Mirad, nos han traído a ese hebreo para que se burle de nosotros; ha entrado a mí para acostarse conmigo, 15 y cuando vio que yo alzaba mi voz para llamar, ha dejado su manto junto a mí y ha salido fuera. 16 Dejó ella el manto de José cerca de sí, hasta que vino su señor a casa, 17y le habló así: Ese siervo hebreo que nos has traído ha entrado a mí para burlarse de mí, 18y cuando vio que alzaba mi voz y llamaba, dejó junto a mí su manto y huyó fuera.

Eran las costumbres de las mujeres de la alta clase egipcia bastante libres, y por eso no es extraño que una mujer liviana, acaso no bien atendida por su marido, ocupado en cargos oficiales y tal vez ausente muchas veces de su casa, se dejase llevar de la pasión por un joven que, aunque esclavo, era de bella presencia y ocupaba una posición distinguida, y su modo de conducirse mostraba no haberse criado en la esclavitud1. En el cuento de los dos hermanos, novela del siglo XIII a.C. (dinastía XIX), se narra la historia de un joven que fue solicitado vanamente por su cuñada, y ésta, defraudada, le acusó para disculparse3. Es justamente el paralelo del relato bíblico. José resiste por virtud y fidelidad a su Dios (lo que prueba que las uniones fornicarias eran consideradas como pecaminosas ya en los textos más antiguos de la Biblia), y por fidelidad a su amo, correspondiendo a la confianza que le ha dado al ponerle al frente de todo, y reservándose sólo a su mujer (v.9). Pero la mujer, ciega por la pasión, no sigue estos razonamientos, y un día, aprovechando que están solos en casa, le solicita descaradamente. El joven José sale, dejando en las manos de la seductora su manto, que ha de ser utilizado como prueba contra él (v.13). La reacción por parte de ella fue la normal en estos casos: el amor se tradujo en odio, y a gritos llamó a la servidumbre para declarar la felonía del esclavo hebreo (v.14). Quizá aquí hebreo tiene un sentido despectivo. Al menos debía despertar en los siervos sometidos a José una sed de revancha, ya que les resultaba insoportable estar a las órdenes de un asiático seminómada, educado muy lejos del refinamiento de las ciudades egipcias. La seductora renovó la acusación calumniosa ante su marido, presentándose víctima de un atropello.

José en la Prisión (19-23).
19 Al oír su señor lo que le decía su mujer, esto y esto es lo que me ha hecho tu siervo, montó en cólera, 20y, tomando a José, le metió en la cárcel donde estaban encerrados los presos del rey, y allí en la cárcel quedó José. 21 Pero estaba Yahvé con José, y extendió sobre él su favor, haciéndole grato a los ojos del jefe de la cárcel, 22 que puso en su mano a todos los presos; y cuanto allí se hacía, era él quien lo hacía. 23De nada se cuidaba por sí el jefe de la cárcel, porque estaba Yahvé con José, y cuanto hacía éste, Dios lo llevaba a buen término.

El amo da fe a su mujer y manda encarcelar a José. No se dice nada de la defensa hecha por José. Como medida preventiva, se le envía a la cárcel con los otros presos del rey (v.20). En el Código de Hammurabi, en las Leyes asirias y en las Leyes hititas no se menciona la prisión como castigo por un delito; pero Herodoto nos dice que en Tebas existía una prisión para los presos políticos. Sin duda que en el Bajo Egipto existía otra similar en tiempos de José, y así el relato es verosímil. Extraña la lenidad de la pena, pero hemos de suponer que el faraón quería probar la conducta de José, y sobre todo debemos pensar en los designios providenciales divinos, que así ordenaban las cosas en vista de acontecimientos futuros. Se dice en el Sal_19:15 que Dios no abandona al justo en la tribulación, y esto hace con José en la cárcel. Su conducta es tan ejemplar, que el carcelero le nombra lugarteniente suyo sobre los demás presos.

1 Putifar, eunuco del faraón, jefe de la guardia, o de los matarifes), parece una glosa tomada Deu_37:28. 2 He aquí cómo un egiptólogo eminente describe a la mujer egipcia de la alta sociedad: Frivola, coqueta y caprichosa, incapaz de guardar un secreto, mentirosa y vengativa, infiel naturalmente; los novelistas y moralistas ven en ella la hierba de todos los pecados, el saco de todas las malicias (Montet. La vie quotidienne en Egypte aux temps des Ramsés [París 1946] 55.57)
3 Véase G. Maspero, Les contes populaires de I'Egypte ancienne (París 1889) 3-17.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XXXIX.

1 Ioseph aduanced in Potiphars house. 7 Hee resisteth his mistresses temptation. 13 He is falsly accused. 19 Hee is cast in prison. 21 God is with him there.
1 And Ioseph was brought downe to Egypt, and Potiphar an Officer of Pharaoh, captaine of ye guard, an Egyptian, bought him of the hand of the Ishmeelites, which had brought him downe thither.
2 And the LORD was with Ioseph, and hee was a prosperous man, and hee was in the house of his master the Egyptian.
3 And his master sawe that the LORD was with him, and that the LORD made all that he did, to prosper in his hand.
4 And Ioseph found grace in his sight, and he serued him; and hee made him ouerseer ouer his house, and all that he had he put into his hand.
5 And it came to passe from the time that hee had made him overseer in his house, and ouer all that he had, that the LORD blessed the Egyptians house for Iosephs sake: and the blessing of the LORD was vpon all that he had in the house, and in the field.
6 And he left all that he had, in Iosephs

[Ioseph imprisoned, is prosperous.]

hand: and he knew not ought he had, saue the bread which he did eate: and Ioseph was a goodly person, and well fauoured.
7 And it came to passe after these things, that his masters wife cast her eyes vpon Ioseph, and shee said, Lie with me.
8 But he refused, and said vnto his masters wife, Behold, my master wotteth not what is with mee in the house, and he hath committed all that he hath, to my hand.
9 There is none greater in this house then I: neither hath hee kept backe any thing from me, but thee, because thou art his wife: how then can I doe this great wickednesse, and sinne against God?
10 And it came to passe as she spake to Ioseph day by day, that hee hearkened not vnto her, to lie by her, or to bee with her.
11 And it came to passe about this time, that Ioseph went in to the house, to doe his busines, and there was none of the men of the house there within.
12 And shee caught him by his garment, saying, Lie with me: and he left his garment in her hand, and fled, and got him out.
13 And it came to passe, when she saw that hee had left his garment in her hand, and was fled forth;
14 That she called vnto the men of her house, and spake vnto them, saying, See, he hath brought in an Hebrew vnto vs, to mocke vs: he came in vnto me to lie with me, and I cried with a [ Hebrew: great.] loud voice.
15 And it came to passe, when hee heard that I lifted vp my voice, and cried, that he left his garment with mee, and fled, and got him out.
16 And she laid vp his garment by her, vntill her lord came home.
17 And she spake vnto him, according to these words, saying, The Hebrew seruant which thou hast brought vnto vs, came in vnto me to mocke me.
18 And it came to passe as I lift vp my voice, and cried, that he left his garment with me, and fled out.
19 And it came to passe when his master heard the words of his wife, which she spake vnto him, saying, After this maner did thy seruant to me, that his wrath was kindled.
20 And Iosephs master tooke him,

[Ioseph imprisoned, is prosperous.]

and put him into the prison, a place, where ye kings prisoners were bound: and he was there in the prison.
21 But the LORD was with Ioseph, and [ Hebrew: extended kindnes vnto him.] shewed him mercie, and gaue him fauour in the sight of the keeper of the prison.
22 And the keeper of the prison committed to Iosephs hand all the prisoners that were in the prison, and whatsoeuer they did there, he was the doer of it:
23 The keeper of the prison looked not to any thing, that was vnder his hand, because the LORD was with him: & that which he did, the LORD made it to prosper.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*37:2-50:26 Esta última parte del Génesis gira en torno a Jacob y sus descendientes, entre los que destacan José, Judá y Rubén. Se pueden distinguir dos componentes básicos: primero, la «Historia de José», cuyo núcleo (Gén 37:1-36 y Gén 39:1-23; Gén 40:1-23; Gén 41:1-57; Gén 42:1-38; Gén 43:1-34; Gén 44:1-34; Gén 45:1-28) constituye esencialmente una unidad literaria (Gén 38:1-30 encaja mal en su lugar actual); segundo, la «Historia de Jacob y de sus hijos» (Gén 46:1-34; Gén 47:1-31; Gén 48:1-22; Gén 49:1-33; Gén 50:1-26). Evidentemente, no cabe establecer una separación neta entre ambas; al contrario, convergen en muchos puntos. Es más, en cierto modo la historia de José no es más que un episodio de la historia de Jacob. En esta perspectiva, se comprende más fácilmente la inserción de la historia de Judá y Tamar (Gén 38:1-30).

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



José en casa de Potifar. José llegó finalmente a Egipto, habiendo sido comprado por Potifar, un alto funcionario egipcio, descrito como capitán de la guardia. Este puesto le daba el derecho de estar a cargo de la prisión para presos del rey (cf. 40:3, 4). Es posible que también estuviera a cargo de abastecer al palacio.

José rápidamente ascendió de ser un esclavo ordinario trabajando afuera para trabajar adentro, en la casa de su señor (2). Luego llegó a ser asistente personal de Potifar (4), y finalmente fue puesto a cargo de toda la casa (4, 5). El éxito de José no se debía sólo a su habilidad, sino al hecho de que la bendición de Jehovah estaba con él y que a través de él Potifar disfrutó de las bendiciones de Dios (5).

La lealtad de José a su señor fue supremamente demostrada cuando la mujer de Potifar trató de seducirle. El repudió con energía la sola idea de una cosa así, diciendo: ¿Cómo, pues, haría yo esta gran maldad y pecaría contra Dios? (9). Este es un sentimiento que concuerda en cada parte de las Escrituras (cf. Prov. 5-7; Mat. 5:27-32). Pero la desesperada mujer finalmente se vengó. Encontró solo a José en la casa y lo despojó de una de sus vestimentas. (El manto, según la RVA, sugiere un prenda de vestir externa; sin embargo, es probable que era su ropa interior o algo bajo su túnica.) Entonces ella la mostró delante de los otros esclavos y más tarde ante su esposo, pretendiendo que José había tratado de violarla. Sus acusaciones fueron una parodia de sus hechos (cf. vv. 11-13 con el 14, 15 y 17, 18), pero fueron suficientes para convencer a Potifar. O ¿lo convencieron? El no ejecutó a José, como normalmente habría sucedido en caso de violación, de modo que quizás tuvo sus dudas acerca de lo que su mujer le contó. Pero ser encarcelado en la prisión real con cargos falsos era un trágico destino para semejante siervo leal como José, si bien no fue el último que sufrió por causa de la justicia (cf. Mat. 5:10-12; 1 Ped. 2:21-25). José siempre ha sido reconocido co mo tipo de Cristo, el siervo perfecto quien fue injustamente condenado, y quienes siguen a Cristo bien pueden encontrarse caminando en las huellas de José y de Jesús.

Notas. 6 La única otra persona en el AT descrita como de bella presencia y de hermoso semblante es Raquel (cf. 29:17). De modo que este es el caso de tal madre, tal hijo. De bella presencia puede su gerir una idea errada. Bien formado podría ser más exacto como es incierto si en el AT una gran musculatura es el cuerpo ideal.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Tentación, calumnia y cárcel. Los arqueólogos han descubierto una leyenda egipcia con el mismo argumento de esta historia de José, llamada «los dos hermanos», mucho más antigua que esta historia que estamos leyendo. Los israelitas la adaptaron como una novela ejemplar para resaltar la presencia y la compañía de Dios cuando se camina según su voluntad. José actúa como un israelita recto, justo y cumplidor de la ley, por eso el Señor no lo abandonará; aunque aparentemente le vaya mal -José va a dar a la cárcel-, ya hay un signo de la providencia divina. José debía haber muerto, dada la gravedad de la acusación; sin embargo, su amo lo manda a la cárcel y allí Dios se valdrá de signos muy simples para protegerlo.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



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