Comentario de Santo Toms de Aquino
Lección 2: 1Co 5,6-8
Échales en cara su culpa a los que al fornicador le echaban la capa encima para encubrir su pecado, y ordena que a ese mal hombre de su companía lo aparten.6. No tenéis, pues, motivo para gloriaros. ¿No sabéis que un poco de levadura aceda toda una masa?7. Echad fuera la levadura aneja, para que seáis una masa nueva, como sois panes puros y sin levadura. Porque Jesucristo, que es nuestro cordero pascual, ha sido inmolado por nosotros.8. Por tanto, celebremos la fiesta o el convite pascual, no con levadura aneja, ni con levadura de malicia y de corrupción, sino con los panes acimos de la sinceridad y de la verdad.Hizo mención el Apóstol, en la Lección anterior, de dos culpas: del Corintio fornicario y de los que su pecado a sangre fria toleraban; aquí las dos redarguye. junto con su negligencia, echa en cara a los Corintios su negligencia en juzgar, y otras tachas en lo mismo; y reprende, lo primero, a aquellos que al fornicario no lo apartaron de si; lo segundo, el concepto equivocado que, por no entenderlas bien, formaban de sus palabras. Reprende, pues, lo que hicieron, y enseña lo que han de hacer: "¡Fuera con la levadura aneja!"La segur a la raiz pone a la culpa pasada; porque había dicho antes que de soberbia hinchazon se sigue la incompasión, y de ahí en la corrección el negligente descuido. Así que, primeramente, lo que tacha en los Corintios es la soberbia hinchazon, diciendo: "ese gloriaros vosotros, por los defectos ajenos, cual si fueseis inocentes, no es cosa buena", por cierto; porque debe cada uno, si de gloriarse se trata, poner su gloria en los bienes que de Dios ha recibido, no en los otros, según lo dice en los Galatas: "por tanto, examine cada uno sus propias obras, y así si halla que son rectas tendra entonces motivo de gloriarse en si mismo solamente, y no respecto de otro" (6,4). De modo especial es malo gloriarse en males ajenos (
Sal 51).El por qué de lo antedicho lo señala, al decir: "¿no sabéis que un poco de levadura aceda toda una masa?", como si dijera: no es posible que ignoréis esto; porque es de saber que en la levadura pueden considerarse dos cosas: el sabor que le da al pan y la corrupción; en lo primero se significa la sabiduría de Dios, que da sabor a las cosas que pertenecen al hombre (
Mt 13). En lo segundo puede entenderse el pecado, pues por uno que hace el hombre, sobre todo lo que obra se expande la corrupción, pongo por caso, el pecado, tan propio de fariseos, que en San Lucas se compara o equipara al fermento o levadura: la disimulación.Puede también entenderse por levadura el hombre pecador, y a este propósito se trae la parabola; pues así como por un poquito de levadura toda la masa se corrompe, así por un pecador se enloda la sociedad. "Por una chispa se levanta un incendio, y por un hombre doloso se derrama mucha sangre" (Sir XI,34). Y vemos que así sucede cuando a pecar de algún modo otros siéntense arrastrados, porque uno peco primero; o también porque consienten d pecador sus pecados, por no irle, por lo menos, a la mano, cuando es tiempo aun de hacerlo, según dice a los Romanos: "los que hacen tales cosas son dignos de muerte; y no solo los que las hacen, sino también los que aprueban a los que las hacen" (I,32). Por cuya razón no tenían por qué gloriarse los Corintios del pecado de uno, sino mas bien cautelar no fuesen a amancillarse todos con su trato y compania, a tenor de aquello: "como azucena entre espinas, así es mi amiga entre las jovenes" (
Ct 2,2); donde comenta la Glosa: quien no tuvo sufrimiento para aguantar a los malos no fue bueno.¿Qué hay que hacer, entonces? lo indica seguidamente al decir: "echad fuera la levadura aneja". Primero da una enseñanza, y luego dice el porqué. Puesto que "aceda una masa un poco de levadura", por eso "hay que echar afuera la que esta aneja", esto es, expurgaos vosotros, arrojando al fornicario, que pecando retorno a la vejecia de la corrupción antigua, según lo dice Baruc: "envejeciste en tierra ajena, te contaminaste con los muertos" (3,2); con lo cual quiere decir que toda la sociedad limpia y pura ha de quedar, separando a un pecador. De ahí que, salido Judas, haya dicho el Señor: "ahora es glorificado el Hijo del hombre" (
Jn 13,31).Puede también, por la aneja levadura, entenderse el viejo error (
Is 26), o también la corrupción del pecado original (
Rm 6), o de otro cualquiera pecado actual, según aquello: "desnudaos del hombre viejo y de sus obras y acciones" (
Col 3,9), con cuya enajenación queda el hombre exonerado de esa tacha y corrupción.Viene en pos, por consecuencia, el efecto de la purga: "para que seáis una masa nueva" o conspersión, que es una mezcla de agua y de harina nueva, antes de que la levadura se le anada a la mixtura. Así que poniendo a un lado de los fieles el fermento, esto es, al pecador o al pecado, quedan como masa nueva, en toda su integridad, limpia y pura de maldad (
Sal 102 Ep 4).El modo de hacer ja purga lo señala cuando dice: "como sois acimos", esto es, sin levadura de pecado. La palabra azimo viene de la particula privativa a: sin, y de zyma: levadura. De ahí que el Señor diga a sus discipulos: "guardaos de la levadura de los fariseos" (
Mt 16,2).-"Porque Jesucristo, que es nuestro cordero pascual, ha sido inmolado por nosotros". Señala, al decir esto, el porqué de lo antedicho, es a saber, por qué los fieles deben ser panes asimos, razón que ha sido tomada del misterio de la Pasión de Cristo. De donde, para moverlos les propone el tal misterio y saca la conclusión: "celebremos, pues, la fiesta..." o el convite de la pascua, a propósito del cual conviene considerar que entre los sacramentos de la antigua ley celebérrimo entre todos era el cordero pascual, que, por prescripción del Éxodo, era inmolado por todos los hijos de Israel en memoria de aquel beneficio, cuando el ángel exterminador, que mataba a cuchillo a los primogénitos de los egipcios, paso de largo las casas de los judíos, cuyos dinteles y postes estaban rociados con la sangre del cordero. De donde el nombre de pascua alude a lo que ahí sucedió: "porque es el transito del Señor", y porque por virtud de este beneficio, a fin de cuentas, al pueblo le fue posible atravesar el Mar Rojo; ya que el cordero figura era de Cristo inocente, quien, como dice San Juan, es "el Cordero de Dios".Así pues, como el cordero figura fue inmolado por los hijos de 1srael, para que él pueblo de Dios libre se viese de la matanza del angel, y para que libres ya del cautiverio de Egipto pasasen por el Mar Rojo; del mismo modo inmolado por los hijos de 1srael fue Cristo, por cuya sangre el pueblo de Dios se libra del acoso del demonio, y por medio del bautismo, como por otro Mar Rojo, de la esclavonía del pecado. Y aquel cordero figura sel decia de la pascua de los judíos, pues para dar a entender el transito se inmolaba. De ahí lo de San Mateo: "¿donde quieres te preparemos a comer la pascua?", esto es, el cordero pascual.Dice, pues, el Apóstol: ¿que por qué debéis ser azimos? es porque así como la pascua figurativa del antiguo pueblo es el cordero inmolado, así también "nuestra pascua, esto es, del nuevo pueblo, es Cristo inmolado", a quien le viene nacido el nombre de pascua, que en hebreo significa paso, transito (
Ex 12), y en griego pasión; pues por ésta, por la que fue inmolado, paso de este mundo al Padre (
Jn 13).Saca después la conclusión, al decir: "por tanto, celebremos la fiesta"; para cuya evidencia habra que considerar que, como se lee en el Éxodo, luego de inmolado el cordero pascual, se le comia con panes azimos. Así pues, como el cordero fue figura de nuestra pascua inmolada, del mismo modo ha de haber conformidad entre una y otra observancia; y sea la consecuencia que, ya que Cristo inmolado es nuestra pascua, razón es que celebremos" tanta dicha, es a saber, banqueteandonos con Cristo, no solo en el Sacramento (
Jn 6), sino también en espiritu, gozando con gran deleite, según aquello, de su sabiduría: "los que me coman quedarán de Mi con hambre, y los que me beban quedarán sedientos" (
Si 24,29), y así con alegria espiritual (
Sal 41).El modo de hacer el festejo ha de ajustarse a la verdad de la figura, como él dice: "no coro levadura aneja, ni con levadura de malicia y de corrupcion"; pues se mandaba en él Éxodo que en las casas en que se comiese el cordero pascual no se hallase levadura de ninguna especie. ¿Por qué? Porque es propiedad de ella, con la vejez, corromperse. De ahí que con la ablación del fermento puede entenderse la cesación de observar los mandamientos de la antigua ley, que por la Pasión de Cristo perdieron ya su vigor, según aquello: "por sobreabundar lo nuevo, echaréis fuera lo viejo" (
Lv 26,10).Puede entenderse también la remoción del pecado corruptor, según se dijo que un poco de levadura aceda toda una masa, por cuya razón añade: "ni con levadura de malicia y de corrupcion", de suerte que por malicia se entienda la obra perversa (Stg. 1), y por maldad (nequitia) la maquinación fraudulenta (
Pr 26); o, según la Glosa, al decir: "no con levadura aneja", la remoción de lo viejo del pecado en general.-"no con levadura aneja, ni con levadura de malicia y de maldad". Esta es una explicación, parte por parte, de lo que es el pecado, de modo que por malicia se aluda al que se comete contra uno mismo, y por maldad él pecado que se comete contra otro. Descartado, pues, el modo no debido de celebrar el banquete, determina el conveniente, al anadir: "sino con los panes azimos de la sinceridad y la verdad", esto es, con sinceridad y verdad, que significan los azimos.Opone sinceridad a corrupción del pecado, que significo, al decir: "no con levadura aneja...", porque sincero es aquello que no tiene corrupción (
2Co 2); la verdad se contrapone a las figuras de la antigua ley, pues "la verdad y la gracia en Cristo tienen su origen" (
Jn 1,17); quiere decir, que la pascua verdadera con verdad, no con figuras, la debemos celebrar. De donde, según la Glosa, por sinceridad entiéndase ia inocencia de los vicios, o novedad de la vida, y por verdad la justicia o rectitud, que excluye en las buenas obras el dolo, doblez o fraude.