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Betsabé entró donde el rey, en la alcoba —el rey era muy anciano, y Abisag la sunamita cuidaba de él—. (I Reyes 1, 15) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

תָּבֹ֨א‎(בֹּוא)

Hebrew|ttāvˌō|come

Part-of-speech: verb
Gender: feminine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: qal


[H935] [b.ap.aa] [212]
[בוא] [GES919] [BDB997] [HAL1011]

בַת־שֶׁ֤בֶע‎(בַּת שֶׁבַע)

Hebrew|vaṯ-šˈeveʕ|Bathsheba

Part-of-speech: proper noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1339] [b.ca.av]
[בת שבע] [GES1222] [BDB1406] [HAL1408]

אֶל‎(אֶל)

Hebrew|ʔel-|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H413] [a.di.aa] [91]
[אל] [GES400] [BDB422] [HAL438]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

מֶּ֨לֶךְ֙‎(מֶלֶךְ)

Hebrew|mmˈeleḵ|king

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4428] [m.cd.ab] [1199a]
[מלך] [GES4346] [BDB4848] [HAL4771]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

חַ֔דְרָה‎(חֶדֶר)

Hebrew|ḥˈaḏrā|room

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2315] [h.av.ab] [612a]
[חדר] [GES2257] [BDB2517] [HAL2518]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

מֶּ֖לֶךְ‎(מֶלֶךְ)

Hebrew|mmˌeleḵ|king

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4428] [m.cd.ab] [1199a]
[מלך] [GES4346] [BDB4848] [HAL4771]

זָקֵ֣ן‎(זָקֵן)

Hebrew|zāqˈēn|be old

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H2204] [g.cd.ac] [574]
[זקן] [GES2146] [BDB2392] [HAL2402]

מְאֹ֑ד‎(מְאֹד)

Hebrew|mᵊʔˈōḏ|might

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3966] [m.ab.ab] [1134]
[מאד] [GES3906] [BDB4349] [HAL4301]

וַֽ‎(וְ)

Hebrew|wˈa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

אֲבִישַׁג֙‎(אֲבִישַׁג)

Hebrew|ʔᵃvîšˌaḡ|Abishag

Part-of-speech: proper noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H49] [a.ae.ax]
[אבישג] [GES50] [BDB56] [HAL61]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

שּׁ֣וּנַמִּ֔ית‎(שׁוּנַמִּי)

Hebrew|ššˈûnammˈîṯ|Shunammite

Part-of-speech: adjective
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7767] [v.bu.ai]
[שונמי] [GES7728] [BDB8511] [HAL8432]

מְשָׁרַ֖ת‎(שָׁרַת)

Hebrew|mᵊšārˌaṯ|serve

Part-of-speech: verb
Gender: feminine
Number: singular
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: participle
Verbal stem: pi“el


[H8334] [v.gg.aa] [2472]
[שרת] [GES8296] [BDB9137] [HAL9060]

אֶת‎(אֵת)

Hebrew|ʔeṯ-|[object marker]

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H853] [a.gm.aa] [186]
[את] [GES828] [BDB894] [HAL913]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

מֶּֽלֶךְ‎(מֶלֶךְ)

Hebrew|mmˈeleḵ|king

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4428] [m.cd.ab] [1199a]
[מלך] [GES4346] [BDB4848] [HAL4771]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Historia del Reinado de Salomón (c.1-11).

Abisag, sunamíta (1:1-4).
1 Era ya viejo el rey David, entrado en años, y, por más que le cubrían con ropas, no podía entrar en calor. 2 Dijéronle entonces sus servidores: Que busquen para mi señor el rey una joven virgen que le cuide y le sirva; durmiendo en su seno, el rey mi señor entrará en calor. 3 Buscaron por toda la tierra de Israel una joven hermosa, y hallaron a Abisag, sunamita, y la trajeron al rey. 4 Era esta joven muy hermosa y cuidaba al rey y le servía, pero el rey no la conoció.

A partir del incesto de Amnón (2 Sal 13:1ss) los síntomas del cansancio y de la vejez se manifiestan cada vez más sobre David. Entra en el libro 2 de Samuel con una energía y vitalidad extraordinarias, y sale con el ánimo amargado, triste, encanecido. Cuando el autor del libro de los Reyes recoge el hilo de la historia de David, contaba éste cerca de setenta años (2:11; 2Sa_5:4). La mala circulación de la sangre restaba vida y calor a su organismo desgastado. Conforme a una creencia y a una práctica antiguas l, sus servidores, o sus médicos, según Flavio Josefo 2, le aconsejaron la compañía de una muchacha virgen (betulah) que le cuidara y sirviera. La elección recayó sobre una muchacha de Sunam, hoy Sulam, perteneciente a la tribu de Isacar (Jos_19:18; 1Sa_28:4; Can_7:1
Anota el texto que David no la conoció, eufemismo para significar e no tuvo con ella relaciones sexuales (Gen_4:1; Gen_17:25; 1Sa_1:19), o que, en cierta medida, desvirtúa el alcance de las pretensiones fe Adónías sobre ella (1Sa_2:17).

Pretensiones de Adónías al trono (1Sa_1:5-14).
5 Adónías, hijo de Jaguit, había levantado sus pensamientos, y decía: Yo reinaré. Se había hecho con carros y caballos y cincuenta hombres que corrieran delante de él; 6 y su padre nunca se lo había reprochado, diciéndole: ¿Por qué haces eso? Era, además, Adónías de hermosa presencia y había nacido después de Absalón. 7 Se entendía con Joab, hijo de Sarvia, y con Abiatar, sacerdote, que se hicieron partidarios suyos; 8 pero el sacerdote Sadoc, Banayas, hijo de Joyada; Natán, profeta; Semeí, amigo de David; Reí y los valientes de David no le seguían. 9 Inmoló Adónías ovejas, bueyes y becerros cebados junto a la piedra de Zojelet, que está al lado de En-Roguel, e invitó a todos sus hermanos y a todos los hombres de Judá que estaban al servicio del rey; 10pero no invitó a Natán, profeta; ni a Banayas, ni a los valientes, ni a Salomón, su hermano. 11 Entonces dijo Natán a Betsabé, madre de Salomón: ¿No sabes que Adónías, hijo de Jaguit, pretende reinar sin que nuestro señor David lo sepa? 12 Ven, pues, y sigue ahora mi consejo, para que salves tu vida y la de tu hijo Salomón. 13 Ve y entra al rey David y dile: ¡Oh rey, mi señor! ¿No has jurado tú a tu sierva, diciendo: Salomón, tu hijo, reinará después de mí, él se sentará sobre mi trono? ¿Cómo, pues, reina Adónías? 14 Y mientras tú hablas con el rey, entraré yo detrás y confirmaré tus palabras.

La vida de David se apagaba por momentos y no había señalado todavía al heredero. Para Saúl y David fue la unción real privilegio personal, pero con David la monarquía se había estabilizado. El sucesor, según la promesa divina (2Sa_7:12-16; 2Sa_16:1-2), sería de ascendencia davídica. ¿A cuál de sus hijos legaría David el reino? Amnón, el primogénito, murió asesinado por Absalón (2Sa_13:28-29); a Absalón le atravesó Joab con una lanza (2Sa_18:14); de Kileab se conserva tan sólo el nombre, creyéndose que murió joven (2Sa_3:3; 1Cr_3:1); el hijo mayor que le quedaba era Adónías.
Viendo éste que su padre no se pronunciaba explícitamente, amparándose en la presunción de que debía su ceder le el hijo mayor (1Sa_20:31), invocó públicamente, ignorándolo su padre, los derechos que tenía al trono. Este incidente puso al descubierto las intrigas que existían en palacio. Dos bandos habíanse constituido sobre la sucesión de David; unos, acaudillados por Joab, Abiatar y los príncipes de Judá, defendían la causa de Adónías. Representaban ellos la tradición de Hebrón, según la cual tocaba al hijo rnayor suceder al padre en el trono. El partido contrario, con Banayas, jefe de la guardia real; Sadoc, sacerdote de Gabaón, y el profeta Natán, defendían la causa de Salomón. En el fondo de estas disensiones, aparte de los intereses creados y de las ambiciones personales, este segundo partido buscaba la manera de separar la monarquía de la excesiva influencia ejercida por las grandes familias de Judá. La cuestión que no resolvió el rey, ni los dos partidos mencionados atreviéronse a plantear públicamente, la decidió una imprudencia de Adonías, hijo de Jaguit (2Sa_3:4).
Hacía días que Adonías abrigaba en su corazón el convencimiento de que el trono era para él. Como hijo de un rey oriental y al estilo de las cortes paganas, Adonías se había hecho con caballos (2Sa_8:4; 2Sa_10:18), carros y cincuenta jóvenes que corrían delante de él a manera de vistosa escolta (1Sa_8:11; 2Sa_15:1). Esta vida fastuosa no era del agrado de todos; el autor sagrado recrimina de ella al padre, que, débil para con sus hijos (2Sa_18:5; 2Sa_19:1), no les reprendió a tiempo (1Sa_2:29). La buena estampa (2Sa_14:25) de Adonías contribuyó a granjearle amigos de su causa; seguía a Absalón en edad, pero era hijo de distinta madre (2Sa_3:3-4
Adonías reunióse con sus partidarios más influyentes en En Roguel (Jos_15:7; Jos_18:16; 2Sa_17:17), fuente conocida hoy día con el nombre de Bir Ayub, al sudeste de Jerusalén. Junto a la fuente había una grande piedra llamada haz zoheleth, de la rampa. Sobre la misma inmoló Adonías gran cantidad de ovejas, bueyes y becerros, que comieron todos los invitados a la fiesta (2Sa_15:12). El lugar y la ocasión eran propicios para adelantar el nombramiento de rey o de sucesor de su padre en el trono. En-Roguel estaba muy cerca de Jerusalén y, al mismo tiempo, era lugar apartado, tranquilo y fuera del alcance de los espías que el partido contrario podía mandar. En el banquete tomaron parte todos los prohombres de Judá. En el curso del mismo, por efecto del vino y por el entusiasmo que el joven príncipe despertaba entre los comensales, oyéronse gritos de ¡Viva el rey! adelantándose al veredicto definitivo de David.
Enteráronse del banquete y de sus incidencias los del partido contrario, que decidieron obrar inmediatamente con el fin de atajar en sus comienzos el movimiento subversivo de Adonías. Natán fue el encargado de pasar al contraataque, valiéndose de Betsabé como de intermediaria. Le hace saber que el triunfo de Adonías ponía en peligro su vida y la de su hijo Salomón. Del juramento que, según el texto, hizo David a Betsabé en favor de su hijo no tenemos noticia alguna en otros textos, de lo que no se sigue que no lo hiciera.
Natán cree que Betsabé era la persona más indicada para notificar al rey que acaso guardaba cama habitualmente (v.1) la rebelión de Adonías. Una vez hubiera ella expuesto al rey la situación,, entraría Natán para completar la obra. El partido contrario había mandado espías al banquete de En-Roguel, como lo demuestra el hecho de que manifiesta conocer Natán detalles, que el texto no mencionó al dar cuenta del mismo.

Betsabé y Natán ante David (2Sa_1:15-37).
15 Betsabé fue a la cámara del rey. Estaba ya muy viejo y le servía Abisag, la sunamita. 16 Inclinóse y prosternóse ante el rey, que le preguntó: ¿Qué quieres? 17 Ella le respondió: ¡Oh señor! Tú has jurado a tu sierva por Yahvé, diciendo: Salomón, tu hijo, reinará después de mí; él se sentará sobre mi trono; 18 y he aquí que Adonías se ha hecho rey sin que tú, mi señor, el rey, sepas nada. 19 Ha inmolado bueyes, becerros cebados y ovejas en gran número, y ha invitado a todos los hijos del rey, a Abiatar, sacerdote; a Joab, jefe del ejército; pero no ha invitado a Salomón, tu siervo. 20 En tanto, los ojos de todo Israel están puestos en ti, ¡oh rey! mi señor, esperando que tú declares quién es el que se ha de sentar sobre el trono del rey mi señor después de él; 21 pues de lo contrario, cuando el rey mi señor se duerma con sus padres, mi hijo Salomón y yo seremos detenidos por culpables. 22 Mientras todavía esta ba ella hablando con el rey, llegó Natán, profeta. 23 Se lo anunciaron a David, diciendo: Natán, profeta, está ahí. Entró a la presencia del rey y se prosternó ante él, rostro a tierra, 24 y dijo: Oh rey mi señor! ¿Has dicho tú: Adonías reinará después de mí y se sentará sobre mi trono ? 25 Porque hoy ha bajado y ha inmolado bueyes, becerros cebados y ovejas en gran número, y ha invitado a todos los hijos del rey, y a Joab, general del ejército, y al sacerdote Abiatar, que están comiendo y bebiendo con él y han dicho: ¡Viva Adonías rey! 26 Pero ni me ha invitado a mí, tu siervo; ni al sacerdote Sadoc, ni a Banayas, hijo de Joyada; ni a Salomón, tu siervo. 27 ¿Se ha hecho esto por voluntad del rey mi señor, sin dar a saber a tus siervos quién es el que se ha de sentar en el trono del rey mi señor después de él? 28El rey David respondió: Que venga Betsabé. Entró ella y se puso ante el rey, 29 y el rey hizo este juramento: Vive Yahvé, que libró mi alma de toda angustia, 30 que así como he jurado por Yahvé, Dios de Israel, diciendo: Salomón, tu hijo, reinará después de mí y se sentará en mi trono en lugar mío, ahora mismo lo haré. 31Betsabé se inclinó rostro a tierra, prosternándose ante el rey, y dijo: Viva por siempre mi señor el rey David. 32Luego dijo el rey: Que vengan Sadoc, sacerdote; Natán, profeta, y Banayas, hijo de Joyada. Cuando estuvieron éstos en presencia del rey, 33El rey les dijo: Tomad con vosotros a los servidores de vuestro señor, montad a mi hijo Salomón sobre mi mula y bajadle a Guijón. 34 Allí el sacerdote Sadoc y Natán, profeta, le ungirán rey de Israel, y tocaréis las trompetas, gritando: ¡Viva el rey Salomón! 35 Después volveréis a subir tras él y se sentará en mi trono para que reine en mi lugar, pues a él le instituyo jefe de Israel y de Judá. 36 Banayas, hijo de Joyada, respondió al rey: Amén. Hágalo así Yahvé, el Dios de mi señor el rey, 37 y como estuvo Yahvé con el rey mi señor, esté igualmente con Salomón y alce su trono sobre el trono de mi señor el rey David.

Pone de relieve el texto sagrado el estado de postración en que se encontraba el rey, condición esta muy apta para dejarse influenciar por el último que le hablara. Betsabé quería que el rey hiciera público el juramento que en otra ocasión le hizo en privado, recordándole que, de no renovarlo pronto, Salomón perdería el trono y la vida. Adonías ha levantado la bandera de la rebelión ayudado por los más influyentes de su partido; al excluir a los contrarios del banquete, ha demostrado que piensa reinar a pesar de éstos y en contra de los mismos. Con ello rompe Adonías la unidad del reino, que David ha defendido y conservado con tanto tesón. En estos momentos, añade Betsabé, todo Israel está pendiente de una palabra del rey que determine de manera clara la persona de su sucesor.
El profeta Natán (2Sa_12:1ss) se presentó al palacio y, obtenido el permiso para entrar a su presencia, abordaba al monarca con un razonamiento habilidísimo. Adonías ha organizado un banquete, al que ha convidado a los de su partido, excluyendo a otras personalidades relevantes del reino. ¿Es que el rey, sigue argumentando Natán, ha autorizado el banquete y los gritos de ¡Viva el rey! ocultando a sus siervos su voluntad acerca del que debía sucederle a su muerte? Además, contando Natán con el juramento hecho por David de entregar a su muerte el trono a Salomón, le hace ver que, al autorizar la proclamación de Adonías por rey de Judá y de Israel, era un perjuro, y que obraba por sí y ante sí, sin consultar la voluntad divina, que en otras ocasiones se manifestó por mediación suya (2Sa_12:1ss). Reaccionando David ante las noticias alarmantes que le habían comunicado, repite y confirma públicamente el juramento hecho antes en privado en favor de Salomón.
Como despertando de un letargo, David dio orden de que se acercaran Sadoc, Natán y Banayas, a los que impartió la orden de que montaran a Salomón sobre la muía real (2Sa_13:29; 2Sa_18:9), le llevaran a Guijón y le ungieran allí Sadoc y Natán, proclamándolo rey al son de las trompetas. En la antigüedad era el asno el animal preferido para los viajes Que 10:4; 12:14); tenía el rey a su disposición una mula blanca (2Sa_13:29). El Guijón es la fuente llamada hoy día Ain-sitti-Mariam, al pie de la colina del Ofel, junto al torrente Cedrón y al este de Jerusalén. Adonías había escogido una fuente más alejada de la ciudad; David quiere que el representante del sacerdocio, Sadoc, y Natán, profeta, unjan a Salomón en una más próxima y concurridísima. Ordenó David asimismo que, una vez ungido rey Salomón, con la misma solemnidad y escoltado por su guardia personal regresara a Jerusalén y entrara en palacio a fin de entronizarlo en el trono regio: Pues a él, dijo David, le instituyo jefe (naguid, 1Sa_13:14; 1Sa_25:30; 2Sa_6:21) de Israel y de Judá (v.35) 3.

Unción de Salomón (2Sa_1:38-40).
38 Bajó el sacerdote Sadoc con Natán, profeta; Banayas, hijo de Joyada; los cereteos y los feleteos, y, montando a Salomón sobre la mula de David, le llevaron a Guijón; 39 y tomando Sadoc, sacerdote, el cuerno de óleo del tabernáculo, ungió a Salomón al son de las trompetas, y gritó todo el pueblo: ¡Viva Salomón rey! 40 Después subió con él todo el pueblo, tocando las flautas y haciendo gran fiesta, y parecía retemblar la tierra con sus aclamaciones.

Cumpliéronse las órdenes de David. Sadoc, en calidad de sumo sacerdote, consagró al nuevo rey, con la asistencia de Natán y de los soldados de la guardia real (2Sa_8:18; 2Sa_15:18; 2Sa_20:7), que, a partir de este momento, se convierte en guardia de Salomón. Desde ahora el hijo de Betsabé es un mesias, un ungido del Señor (2Sa_1:14-16; 2Sa_19:22; 2Sa_23:1; 2Cr_6:4). El aceite para las unciones reales conservábase en un cuerno (1 Sam 16:1-.13); el que utilizó Sadoc procedía del tabernáculo donde David había colocado provisionalmente el arca de la alianza (2Sa_6:17). Durante la ceremonia tocóse el sofar, trompeta de cuerno de borrego o de buey debidamente trabajado, que se empleaba para convocar al pueblo a las ceremonias sagradas y para una movilización general (Lev_23:24). Un entusiasmo grande reinó entre el público asistente al acto, que contagió a los de la ciudad. La cosa no era para menos, ya que se había asegurado la descendencia davídica en el trono, salvándose al mismo tiempo la unidad nacional. David podía morir tranquilamente, porque Israel tenía ya un joven rey.

Huida de los conjurados (Lev_1:41-53).
41 Oyólo Adonías, así como sus invitados, cuando terminaba su banquete; y Joab, al oír el sonido de las trompetas, dijo: ¿Por qué con tanto estrépito se alborota la ciudad? 42 Todavía estaba él hablando, cuando llegó Jonatán, hijo del sacerdote Abiatar. Díjole Adonías: Acércate, que tú eres un valiente, y de seguro traerás buenas nuevas. 43 Respondió Jonatán a Adonías: 44 De cierto que nuestro señor el rey David ha hecho rey a Salomón. Ha enviado con él a Sadoc, sacerdote; Natán, profeta; Banayas, hijo de Joyada; los cereteos y feleteos; y le han hecho montar sobre la muía del rey; 45 y Sadoc, sacerdote, y Natán, profeta, le han ungido rey en Guijón, y de allí han subido con grandes muestras de júbilo, y toda la ciudad está en conmoción; ése es el alboroto que habéis oído. 4ó Además, Salomón se ha sentado en el trono real, 47 y los servidores del rey han ido a felicitar al rey David, diciendo: Que haga tu Dios el nombre de Salomón más grande que el tuyo y eleve su trono sobre tu trono. 48 El rey mismo se prosternó en su lecho y habló así: Bendito Yahvé, Dios de Israel, que ha hecho sentarse hoy sobre mi trono un sucesor de mi descendencia, viéndolo mis ojos. 49 Todos los convidados de Adonías se llenaron de miedo y, levantándose, fuéronse cada uno por su lado. 50Adonías, temiendo de Salomón, se levantó y fue al tabernáculo de Yahvé a tomarse de los cuernos del altar. 51Vinieron a decir a Salomón: Adonías tiene miedo del rey Salomón y ha ido a tomarse de los cuernos del altar, diciendo: Que el rey Salomón me jure hoy que no hará morir por la espada a su siervo. 52 Salomón respondió: Si él se porta lealmente, ni uno de sus cabellos caerá a tierra; pero si algo malo trama, morirá. 53 Mandó, pues, Salomón gentes que le hicieron bajar del altar, y Adonías vino a postrarse ante el rey Salomón, que le dijo: Vete a tu casa.

Los acontecimientos se precipitaron. Todavía estaban banqueteando los conjurados, cuando Salomón regresaba a la ciudad ceñida la cabeza con la doble corona de Judá y de Israel, empezando a reinar desde aquel momento (Lev_16:11; 2Re_13:13). De la fuente de Guijón a la de En-Roguel hay una distancia de 760 metros, pero la configuración del terreno no permitía que de una se divisara la otra. Adonías oyó el griterío, pero no vio el acto que se desarrollaba a unos centenares de metros más al norte. Jonatán, hijo del sumo sacerdote, partidario de Adonías, contó lo que ocurría, añadiendo que la corte había reconocido ya al nuevo monarca y que David, postrado en su lecho, como otro Jacob moribundo (Gen_47:31), lo había confirmado como sucesor suyo, congratulándose de haberlo podido ver con sus propios ojos.
Nada había ocultado Jonatán de cuanto había sucedido; sus palabras, tajantes y certeras, destrozaron las esperanzas de Adonías y sembraron el pánico entre los comensales, ya que, conforme a las costumbres antiguas orientales, la amenaza de muerte colgaba sobre la cabeza de los del partido derrotado (v.21). Esto temía Adonías, que para salvar su vida marchó al tabernáculo de Yahvé, acogiéndose al derecho de asilo (Exo_21:14). En otros pueblos antiguos, fenicios, griegos y romanos, tenía también el altar cuatro cuernos (Exo_27:2), que simbolizaban la fuerza de Dios. También fuera de Israel existían ciudades sagradas a las que podían refugiarse los perseguidos por la justicia. En Israel, además del altar existían las ciudades de refugio (Exo_21:14; Num_35:9-15; Jos_20:1ss). A este mismo derecho se acogerá más tarde Joab. Mandó Salomón que Adonías marchara a su casa, significándole que le separaba de palacio y que perdía su favor. No era prudente que Salomón iniciara su reinado con la muerte de los jefes de la oposición, imitando en esto la política de su padre David.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter I.

[Abishag. Adonijah his treason.]

1 Abishag cherisheth Dauid in his extreame age. 5 Adonijah, Dauids dearling, vsurpeth the kingdome. 11 By the counsel of Nathan, 15 Bath-sheba moueth the king, 22 and Nathan secondeth her. 28 Dauid reneweth his oath to Bath-sheba. 32 Salomon by Dauids appointment, beeing annointed King by Zadok and Nathan, the people triumph. 41 Ionathan, bringing these newes, Adoniiahs guests flie. 50 Adonijah flying to the hornes of the Altar, vpon his good behauiour is dismissed by Solomon.
1 Now King Dauid was olde, and [ Hebrew: entred into dayes.] striken in yeeres, and they couered him with clothes, but hee gate no heate.
2 Wherefore his seruants said vnto him, [ Hebrew: let them seeke.] Let there be sought for my lord the king [ Hebrew: a damsell, a virgine.] a yong virgin, and let her stand before the King, and let her [ Hebrew: be a cherisher vnto him.] cherish him, and let her lie in thy bosome, that my lord the King may get heate.
3 So they sought for a faire damosel throughout all the coasts of Israel, and found Abishag a Shunammite, and brought her to the King.
4 And the damosell was very faire, and cherished the king, and ministred to him: but the king knew her not.
5 Then Adoniiah the sonne of Haggith exalted himselfe, saying, I wil [ Hebrew: reigne.] be king: And he prepared him charets and horesemen, and fiftie men to runne before him.
6 And his father had not displeased him [ Hebrew: from his dayes.] at any time, in saying, Why hast thou done so? And hee also was a very goodly man, and his mother bare him after Absalom.

[Adonijah his treason.]

7 And hee [ Hebrew: his words were with Ioab.] conferred with Ioab the sonne of Zeruiah, and with Abiathar the Priest: and they following Adoniiah, [ Hebrew: helped after Adonijah.] helped him.
8 But Zadok the Priest, and Benaiah the sonne of Iehoiada, and Nathan the Prophet, and Shimei, and Rei, and the mightie men which belonged to Dauid, were not with Adoniiah.
9 And Adoniiah slew sheepe, and oxen, and fat cattell, by the stone of Zoheleth, which is by [ Or, the well Rogel.] En-Rogel, and called all his brethren the kings sonnes, and all the men of Iudah the kings seruants.
10 But Nathan the Prophet, and Benaiah, and the mightie men, and Solomon his brother he called not.
11 Wherefore Nathan spake vnto Bath-sheba the mother of Solomon, saying, Hast thou not heard that Adoniiah the son of [ 2Sa_3:4 .] Haggith doth reigne, and Dauid our lord knoweth it not?
12 Now therefore come, let mee, I pray thee, giue thee counsell, that thou mayest saue thine owne life, and the life of thy sonne Solomon.
13 Goe, and get thee in vnto King Dauid, and say vnto him, Diddest not thou, my lord, O king, sweare vnto thine handmaid, saying, Assuredly Solomon thy sonne shall reigne after mee, and he shall sit vpon my throne? why then doth Adoniiah reigne?
14 Beholde, while thou yet talkest there with the king, I also will come in after thee, and [ Hebrew: fill vp.] confirme thy words.
15 And Bath-sheba went in vnto the King into the chamber: and the king was very olde, and Abishag the Shunammite ministred vnto the king.
16 And Bathsheba bowed, and did obeysance vnto the king: and the king said, [ Hebrew: what to thee?] What wouldest thou?
17 And she said vnto him, My lord,

[It is told Dauid.]

thou swarest by the Lord thy God vnto thine handmaid, saying, Assuredly Solomon thy sonne shall reigne after me, and he shall sit vpon my throne:
18 And now behold, Adoniiah reigneth; and now my lord the king, thou knowest it not.
19 And he hath slaine oxen, and fat cattell, and sheepe in abundance, and hath called all the sonnes of the king, and Abiathar the Priest, and Ioab the captaine of the hoste: but Solomon thy seruant hath he not called.
20 And thou, my lord O king, the eyes of all Israel are vpon thee, that thou shouldest tell them who shall sit on the throne of my lord the king after him.
21 Otherwise it shall come to passe, when my lord the king shal sleepe with his fathers, that I and my sonne Solomon shall be counted [ Hebrew: sinners.] offenders.
22 And loe, while shee yet talked with the king, Nathan the Prophet also came in.
23 And they tolde the king, saying, Beholde Nathan the Prophet. And when hee was come in before the king, he bowed himselfe before the king with his face to the ground.
24 And Nathan said, My lord O king, hast thou said, Adoniiah shall reigne after mee, and hee shall sit vpon my throne?
25 For hee is gone downe this day, and hath slaine oxen, and fat cattel, and sheepe in abundance, and hath called all the kings sonnes, and the captaines of the host, and Abiathar the Priest: and behold, they eate and drinke before him, and say, [ Hebr, Let king Adoniiah liue.] God saue king Adoniiah.
26 But me, euen me thy seruant, and Zadok the Priest, and Benaiah the sonne of Iehoiada, and thy seruant Solomon hath he not called.
27 Is this thing done by my lord the king, and thou hast not shewed it vnto thy seruant, who should sit on the throne of my lord the king, after him?
28 Then king Dauid answered, and said, Call me Bathsheba. And she came [ Hebrew: before the king.] into the kings presence, and stood before the king.
29 And the king sware, and said, As the Lord liueth, that hath redeemed my soule out of all distresse,
30 Euen as I sware vnto thee by the Lord God of Israel, saying, Assuredly Solomon thy sonne shall reigne

[Solomon anointed.]

after me, and he shal sit vpon my throne in my stead; euen so wil I certainly doe this day.
31 Then Bathsheba bowed with her face to the earth, and did reuerence to the king, and said, Let my lord king Dauid liue for euer.
32 And king Dauid said, Call me Zadok the Priest, and Nathan the Prophet, and Benaiah the sonne of Iehoiada. And they came before the king.
33 The king also saide vnto them, Take with you the seruants of your lord, and cause Solomon my sonne to ride vpon [ Hebrew: which belongeth to me .] mine owne mule, and bring him downe to Gihon.
34 And let Zadok the Priest, and Nathan the Prophet, anoint him there King ouer Israel: and blow ye with the trumpet, and say, God saue King Solomon.
35 Then ye shall come vp after him, that hee may come and sit vpon my throne; for he shall be king in my stead: and I haue appointed him to be ruler ouer Israel, and ouer Iudah.
36 And Benaiah the sonne of Iehoiada answered the King, and said, Amen: The Lord God of my lord the king say so too.
37 As the Lord hath bene with my lord the King, euen so be he with Solomon, and make his throne greater then the throne of my lord King Dauid.
38 So Zadok the Priest, and Nathan the Prophet, and Benaiah the sonne of Iehoiada, and the Cherethites, and the Pelethites went downe, and caused Solomon to ride vpon King Dauids mule, and brought him to Gihon.
39 And Zadok the Priest tooke an horne of oile out of the Tabernacle, and anointed Solomon: and they blew the trumpet, and all the people said, God saue King Solomon.
40 And all the people came vp after him, and the people piped with [ Or, flutes.] pipes, and reioyced with great ioy, so that the earth rent with the sound of them.
41 And Adoniiah and all the ghests that were with him, heard it as they had made an end of eating: and when Ioab heard the sound of the trumpet, hee said, Wherefore is this noise of the citie, being in an vproare?
42 And while hee yet spake, behold, Ionathan the sonne of Abiathar the

[Adonijah yeeldeth.]

Priest came, and Adoniiah sayde vnto him, Come in, for thou art a valiant man, and bringest good tidings.
43 And Ionathan answered, and said to Adoniiah, Uerily our lorde king Dauid hath made Solomon king.
44 And the king hath sent with him Zadok the Priest, and Nathan the Prophet, and Benaiah the sonne of Iehoiada, and the Cherethites, and the Pelethites, and they haue caused him to ride vpon the kings mule.
45 And Zadok the Priest, and Nathan the Prophet haue anointed him king in Gihon: and they are come vp from thence reioycing, so that the citie rang againe: this is the noyse that yee haue heard.
46 And also Solomon sitteth on the throne of the kingdome.
47 And moreouer, the kings seruants came to blesse our lorde king Dauid, saying, God make the name of Solomon better then thy name, and make his throne greater then thy throne. And the king bowed himselfe vpon the bed.
48 And also thus sayde the King, Blessed be the Lord God of Israel, which hath giuen one to sit on my throne this day, mine eyes euen seeing it.
49 And all the guests that were with Adoniiah, were afraid, and rose vp, and went euery man his way.
50 And Adoniiah feared because of Solomon, and arose, and went, and caught hold on the hornes of the Altar.
51 And it was tolde Solomon, saying, Behold, Adoniiah feareth King Solomon: for loe, he hath caught hold on the hornes of the Altar, saying, Let King Solomon sweare vnto mee to day, that hee will not slay his seruant with the sword.
52 And Solomon sayd, If hee will shewe himselfe a worthy man, there shall not an haire of him fall to the earth: but if wickednesse shall be found in him, he shall die.
53 So king Solomon sent, and they brought him downe from the Altar, and hee came and bowed himselfe to king Solomou: and Solomon sayde vnto him, Goe to thine house.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Reina-Valera 1995 Notes:



[1] 1.1-4 Los caps. 1--2 continúan el relato iniciado en 2 S 9 e interrumpido en 2 S 20. Véase 2 S 21--24 n.

[2] 1.1 Avanzado en días: Según las indicaciones de 2 S 5.4, David debía tener en esta época unos 70 años.

[3] 1.2 Cf. Ec 4.11.

[4] 1.3 Sunamita: es decir, de Sunem: localidad perteneciente a la tribu de Isacar (Jos 19.18), situada en la llanura de Jezreel o Esdrelón, cerca del monte Gilboa (cf. 1 S 28.4; 2 R 4.8). Véase Índice de mapas.

[5] 1.1-4 La referencia al extremo debilitamiento del rey David pone de manifiesto su incapacidad para gobernar y, al mismo tiempo, da cuenta de la agitación que se produce en la corte davídica: las personas influyentes (cf. v. 7-8) forman partido en torno de Adonías o de Salomón, los dos pretendientes al trono.

[6] 1.5 2 S 3.4.

[7] 1.5 Adonías se consideraba con derecho a suceder a su padre en el trono por ser el mayor de los hijos que aún sobrevivían a David. Sin embargo, el v. 20 sugiere que aún no existía en Israel la ley de la primogenitura.

[8] 1.6 Era de muy hermoso parecer: La buena presencia física suele provocar admiración y aumenta el prestigio personal; por eso era considerada como un factor importante para el ejercicio de la realeza. En otros pasajes se pone de relieve la bella apariencia de reyes como Saúl y David (1 S 9.2; 16.12) y la de un aspirante al trono como Absalón (2 S 14.25).

[9] 1.7-8 La formación de estos dos grupos antagónicos muestra la profunda división que se había producido en la corte davídica debido a la presencia de dos pretendientes al trono. Sin embargo, no es fácil determinar hasta qué punto la división se fundaba en meras adhesiones personales o en cuestiones más profundas.

[10] 1.9 Mató... cebados: Los sacrificios eran actos religiosos que formaban parte de la ceremonia de entronización de un nuevo rey.

[11] 1.9 Sus partidarios proclaman rey a Adonías junto a la fuente de Rogel, sitio alejado de Jerusalén y poco frecuentado, lo que hace pensar en una reunión secreta. David, en cambio, elige a Gihón (v. 33), lugar próximo a Jerusalén y más concurrido, dando a entender que la entronización de Salomón es una ceremonia pública y nada secreta.

[12] 1.11 2 S 12.24.

[13] 1.29 Cf. 1 R 2.24; 17.1,12; 18.10,15.

[14] 1.33 Gihón: fuente que brota al pie de la colina donde se levantaba la fortaleza de Sión, es decir, la parte más antigua de la ciudad de Jerusalén, donde habían habitado los jebuseos (2 S 5.6-7). Véase 1 R 1.9 nota k ; cf. 2 Cr 32.30.

[15] 1.34 Allí lo ungirán: Esta consagración se realizaba ungiendo al rey con el aceite sagrado (cf. v. 39). La unción establecía un vínculo particular entre el rey y Dios (1 S 16.13; Sal 89.20-21), y confería al "ungido" la vitalidad y la sabiduría necesarias para ejercer la función real. Véase Sal 2.2 n.

[16] 1.38 Los cereteos y los peleteos eran dos grupos de mercenarios extranjeros que formaban la guardia personal de David. Véase 2 S 8.18 nota j.

[17] 1.39 Tabernáculo: lit. la tienda, es decir, el lugar donde estaba el Arca del pacto antes de la construcción del templo de Jerusalén. Véase Ex 26.1-37 n.; cf. también 2 S 6.17; 7.2.

[18] 1.42 Acerca de este Jonatán, hijo del sacerdote Abiatar y fiel servidor de David, cf. 2 S 15.36; 17.17-22.

[19] 1.50 Los cuatro cuernos del altar (2.28; cf. Ex 27.2; 21.12-14) eran lugares de refugio para el fugitivo que buscaba salvar su vida de manos de sus perseguidores. También había ciudades, especialmente designadas (cf. Nm 35.9-15; Dt 4.41-43; 19.1-13; Jos 20), en las que podían encontrar asilo los perseguidos a causa de un homicidio involuntario.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Salomón sucede a David. La sucesión de David es un momento delicado en la historia de la monarquía. El Señor ha prometido al hijo de Jesé que le construiría una casa, es decir, una dinastía estable; hasta ahora la sucesión ha sido una experiencia trágica: Amón, el primogénito, asesinado por su hermano Absalón; éste, muerto víctima de su ambición. ¿Qué va a suceder ahora que el rey está viejo y débil?
¿Gobierna realmente el rey? ¿Será capaz David de asegurarse un heredero que continúe su gran creación? ¿Cómo cumplirá el Señor su promesa?
Por orden de edad le correspondería la sucesión a Adonías (5), el cuarto de los hijos nacidos en Hebrón (cfr. 2Sa_3:4), si bien la razón de edad no es decisiva en aquella monarquía. David hace tiempo que ha elegido a Salomón, el hijo de Betsabé y hasta se lo ha prometido con juramento a la madre. Probablemente ha descubierto en el joven una prudencia y habilidad por las que destaca entre los demás príncipes reales.
El juramento debió de ser privado, secreto compartido por Betsabé y Natán. Adonías, que siente amenazado su supuesto derecho de sucesión decide precipitar los acontecimientos, aprovechándose de la senilidad de su padre, para llegar al trono antes de que sea tarde. Se repite con variaciones la historia de Absalón.
El banquete que organiza Adonías (9s) lo llamaríamos una proclamación solemne de la candidatura, más que un comienzo formal de su reinado. Es lógico que no invitara a Salomón, no se le ocultaban las preferencias del anciano rey. Salomón era el verdadero rival, mientras que los otros hijos del rey parecen reconocer los derechos del mayor.
Natán interviene para aclarar la situacion. Esta vez no actúa obedeciendo a un oráculo de Dios, sino apoyado en un juramento de David. Natán excita el celo materno de Betsabé, la rivalidad con Jaguit y la asusta con un peligro de muerte para ella y su hijo (12). ¿Exagera otra vez el profeta? Natán tiene que mover a Betsabé a intervenir en el juego; basta que los argumentos impresionen a la mujer, no hace falta que sean rigurosamente exactos.
Lo que Betsabé descubre al entrar es un anciano atendido por una enfermera (15): el narrador nos coloca en el punto de vista del personaje. Betsabé pone ante los ojos de David la expectación del pueblo (20), quiere forzarlo a desempeñar su papel en la historia. La ambigüedad ha de concluir, el secreto se ha de hacer público.
Betsabé ha apelado al juramento (21): por él se ha ligado el rey al Señor, y cometería perjurio al no cumplirlo; además, debe actuar por respeto al pueblo, que quiere ver asegurada la sucesión con la autoridad y prestigio del rey, no sea que, al morir sin haber nombrado heredero, estalle la guerra civil.
David recobra al instante su lucidez y su energía (28-30). Con un nuevo juramento, que señala el plazo inmediato de la ejecución, refrenda el juramento precedente. Parece como si el narrador jugase con el nombre de Betsabé, que significa «Hija del juramento».

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



La intervención de Natán. Ya se nos ha contado que Natán el profeta no estaba en la fiesta de Adonías (8), y ahora emerge para apoyar al pretendiente rival, Salomón. Se deduce de estos versículos, que David le había jurado a Betsabé que su hijo habría de ser el próximo rey. (¡O este es el caso, o Natán y Betsabé se pusieron de acuerdo para convencer a David de que él había jurado hacer esto cuando en realidad no lo había hecho! Pero el hecho que Adonías no invitó a Salomón a su celebración sugiere que reconocía que Salomón tenía algún derecho al trono y por eso esta era una movida a tiempo y bien calculada.) La entrada en la historia de Betsabé nos recuerda del David lascivo de 2 Sam. 11 y hace un contraste marcado con la figura actual de un anciano impotente.

Aunque en este capítulo se le da el título de profeta varias veces, Natán no le trae ninguna palabra del Señor al pobre rey. En cambio, todo se hace con intriga y persuasión ingeniosa. Primeramente, después de que Natán la instruyó en lo que debía decir, Betsabé le recuerda al rey de su promesa y le informa acerca del banquete de advenimiento de Adonías. Entonces Natán hace su propia entrada oportuna (mientras ella todavía hablaba con el rey) y presenta el asunto desde otra perspectiva. Natán no enfrenta a David tan directamente como Betsabé, sino que pretende creer que a lo mejor David ha sancionado la celebración de Adonías y con gran cortesía le indica que algunas personas, incluyéndose a sí mismo, no han sido invitadas.

Aunque tardíamente, David al fin se moviliza y toma control de los acontecimientos declarando que su juramento se llevará a cabo de inmediato (30). Después de llamar a los otros partidarios principales de Salomón, el sacerdote Sadoc y Benaías, rápidamente da instrucciones para que Salomón sea ungido en Guijón, un manantial fuera de la muralla oriental de Jerusalén.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*1-2 Estos capítulos constituyen el final y el desenlace de la llamada «historia de la sucesión al trono de David» (2Sa 9:1-13 - 1Re 2:1-46). Las muestras de incapacidad del anciano rey para seguir gobernando alentaron la formación de dos partidos que trataban de imponer su propio candidato a la sucesión. Desaparecido Absalón, el mayor de los hermanos, Adonías hace valer sus derechos haciéndose acompañar de una guardia personal (2Sa 3:2-4; 2Sa 13:23-29; 2Sa 18:9-17); cuenta para ello con el apoyo del general Joab y del sacerdote Abiatar, representantes del ala tradicional del ejército y del sacerdocio. En la fuente de Roguel celebran un sacrificio y banquete sagrado, iniciativa que el partido opuesto considera de inmediato como un intento de hacerse con el trono.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



5 . "Jaguit" era una de las esposas de David ( 2Sa_3:2-5).

9. La "fuente de Roguel" está en el valle de Cedrón, al sudeste de Jerusalén.

33. "Guijón" es el nombre de otra fuente cercana a Jerusalén, situada al pie de la colina de Sión. En tiempos del rey Ezequías, se excavó un túnel en la roca para llevar sus aguas hasta la piscina de Siloé, dentro de los muros de la ciudad ( 2Re_20:20; 2Cr_32:30).

39. Esta "Carpa" es la que había construido David para proteger el Arca de la Alianza ( 2Sa_6:17).

50. Sobre esta forma de apelar al derecho de asilo, ver nota Exo_27:2.

Torres Amat (1825)



[3] Ciudad de la tribu de Isacar.

[5] Se puede traducir Yo soy el que he de reinar.

[9] Para obsequiar a los de su partido.

[33] Fuente o sitio muy concurrido.

[44] Como sucesor en el trono.