Ver contexto
y humillaré el linaje de David por esta causa. Pero no para siempre).»
(I Reyes 11, 39) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וַֽ‎(וְ)

Hebrew|wˈa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

אעַנֶּ֛ה‎(עָנָה)

Hebrew|ʔʕannˈeh|be lowly

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: pi“el


[H6031] [p.dv.aa] [1652]
[ענה] [GES5957] [BDB6584] [HAL6523]

אֶת‎(אֵת)

Hebrew|ʔeṯ-|[object marker]

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H853] [a.gm.aa] [186]
[את] [GES828] [BDB894] [HAL913]

זֶ֥רַע‎(זֶרַע)

Hebrew|zˌeraʕ|seed

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2233] [g.cl.ab] [582a]
[זרע] [GES2174] [BDB2422] [HAL2429]

דָּוִ֖ד‎(דָּוִד)

Hebrew|dāwˌiḏ|David

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1732] [d.as.ag] [410c]
[דוד] [GES1632] [BDB1851] [HAL1860]

לְמַ֣עַן‎(לְמַעַן)

Hebrew|lᵊmˈaʕan|because of

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4616] [p.dt.aj] [1650g]
[למען] [GES3856] [BDB4294] [HAL4248]

זֹ֑את‎(זֹאת)

Hebrew|zˈōṯ|this

Part-of-speech: demonstrative pronoun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2063] [g.ah.aa] [528]
[זאת] [GES2005] [BDB2246] [HAL2262]

אַ֖ךְ‎(אַךְ)

Hebrew|ʔˌaḵ|only

Part-of-speech: adverb
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H389] [a.da.ak] [84]
[אך] [GES379] [BDB403] [HAL419]

לֹ֥א‎(לֹא)

Hebrew|lˌō|not

Part-of-speech: negative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3808] [l.ab.aa] [1064]
[לא] [GES3708] [BDB4137] [HAL4092]

כָל‎(כֹּל)

Hebrew|ḵol-|whole

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3605] [k.bn.ab] [985a]
[כל] [GES3499] [BDB3904] [HAL3872]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

יָּמִֽים‎(יֹום)

Hebrew|yyāmˈîm|day

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3117] [j.ay.aa] [852]
[יום] [GES3012] [BDB3361] [HAL3338]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Las mujeres extranjeras y la idolatría (11:1-13).
1 El rey Salomón, además de la hija del Faraón, amó a muchas mujeres extranjeras, moabitas, amonitas, edomitas, sido-nías y jeteas, 2 de las naciones de que había dicho Yahvé a lo hijos de Israel: No entréis a ellas, ni entren ellas a vosotros, porque de seguro arrastrarán vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se unió Salomón con amor. 3 Tuvo setecientas mujeres de sangre real y trescientas concubinas, y las mujeres torcieron su corazón. 4 Cuando envejeció Salomón, sus mujeres arrastraron su corazón hacia los dioses ajenos; y no era su corazón enteramente de Yahvé, su Dios, como lo había sido el de David, su padre; 5 y se fue Salomón tras de Astarté, diosa de los sidonios, y tras de Milcom, abominación de los amonitas; 6 e hizo Salomón el mal a los ojos de Yahvé, y no siguió enteramente a Yahvé, como David, su padre. 7 Entonces edificó Salomón, en la montaña que está frente a Jerusalén, un excelso a Gamos, abominación de Moab, y a Milcom, abominación de los hijos de Amón; 8 y de modo semejante hizo para todas sus mujeres extranjeras, que allí quemaban perfumes y sacrificaban a sus dioses. 9 Irritóse Yahvé contra Salomón porque había apartado su corazón de Yahvé, Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces 10 y le había mandado, cuanto a esto, que no se fuese tras los dioses ajenos; pero él no siguió lo que Yahvé le había mandado. u Yahvé dijo a Salomón: Pues que así has obrado y has roto mi alianza y las leyes que yo te había prescrito, yo romperé de sobre ti tu reino y se lo entregaré a un siervo tuyo. 12 No lo haré, sin embargo, en tus días, por amor de David, tu padre; lo arrancaré de las manos de tu hijo. 13 Ni le arrancaré tampoco todo el reino, sino que dejaré a tu hijo una tribu por amor de David, mi siervo, y por amor de Jerusalén, que yo he elegido.

Próspero en todos los órdenes había sido el reinado de Salomón. De su padre recibió un reino pacífico en el interior y exterior; todos sus contrincantes fueron eliminados. Dios le eligió entre los otros hijos de David para suceder le en el trono; le colmó de sabiduría y de bienes, imponiéndole únicamente la obligación de mantenerse fiel a Dios y de observar sus preceptos y mandamientos. Pero, a medida que crecía su fama y amontonaba riquezas, dejóse arrastrar por los sentimientos del corazón hasta ofuscar su privilegiada inteligencia. No supo administrar sus riquezas ni su gloria con moderación. La conciencia de su superioridad le llevó al despotismo, tratando a sus subditos con severidad en vez de amarlos como padre. La misma piedad era más espectacular que nacida del corazón. Su ansia de gloria llevó a Salomón a concertar tratados con reyes extranjeros, a recibir comisiones de los pueblos gentiles, a contraer matrimonios con numerosas princesas paganas. Las muchas mujeres de variada procedencia y religión llegaron a cautivar su corazón a medida que avanzaba en años hasta arrastrarlo a rendir culto a dioses extranjeros. Si a la hija del Faraón le concedió una habitación separada, ¿cómo negar a ella y a las otras su deseo de tener un lugar de culto para sus respectivos dioses? A causa de las muchas mujeres extranjeras, el reino del gran monarca israelita empezaba a resquebrajarse; los profetas, antes fervientes admiradores suyos, no dudaron en declarársele en contra; el pueblo, agravado por tasas y trabajos, anhelaba un cambio de cosas.
Era costumbre antigua entre los reyes trabar amistad con otros monarcas con el envío de una o más hijas para el harén real. A Salomón se le hicieron innumerables ofrecimientos, porque todos deseaban la amistad de un monarca tan sabio y rico. Otras mujeres y concubinas entraban en el harén para cancelar una deuda o un impuesto. Sin embargo, el número de las mujeres y concubinas que señala el texto es exagerado. En el Cantar de los Cantares (6:8) se habla de sesenta reinas y ochenta concubinas; el número total de mil que señala el texto es una hipérbole manifiesta, encaminada a poner de relieve la grandeza de Salomón, que en Oriente se mide principalmente por el número de mujeres del harén. En Exo_34:11; Exo_34:16; Deu_7:1-5 se prohibían los matrimonios entre israelitas y mujeres cananeas por temor a que los arrastraran a la idolatría. Más tarde esta prohibición se extendió a las mujeres de otras procedencias.
La idolatría era considerada como el mayor de los pecados (Deu_9:6-7). Salomón rindió culto a Astarté (ashtoret), la diosa principal de los fenicios y sidonios, asociada al dios Baal. De Milcom sabemos que era el supremo dios de los amonitas (2Sa_12:30), al que se ofrecían niños en holocausto 1. Los moabitas reconocían al dios Gamos (Num_21:29; Jer_48:46). De él se habla en el obelisco de Mesa2. los altares de estos ídolos fueron levantados en la vertiente occidental del monte de los Olivos, enfrente del templo de Yahvé, constituyendo un grave escándalo para el judaismo. Desde estos tiempos arranca la denominación de monte del Escándalo que se da a la parte extrema sud-occidental del mencionado monte. Este pecado debía atraer sobre Salomón un castigo ejemplar, anunciándosele la división del reino en el interior y la aparición de enemigos en las fronteras (v.14). No sabemos si se valió Dios de un profeta para anunciar estos castigos a Salomón.

Enemigos externos de Salomón (Jer_11:14-25).
14 Suscitó Yahvé a Salomón un enemigo, Hadad, idumeo, de la sangre real de Edom. 15 Cuando David batió a Edom, Joab, jefe del ejército, subió para enterrar a los muertos y mató a todos los varones de Edom, 16 quedándose con todo Israel durante seis meses en Edom, hasta exterminar a todos los varones. 17 Entonces Hadad, con algunos edomitas, siervos de su padre, huyó para refugiarse en Egipto, siendo todavía muchacho. 18 Partiendo de Madián, se fueron a Paran, y, uniéndose allí algunos de Paran, llegaron a Egipto, junto al Faraón, rey de Egipto. El Faraón dio a Hadad una casa, proveyó a su subsistencia y le dio tierras.19 Fue Hadad muy grato al Faraón, que le dio por mujer a Ano, hermana mayor de su mujer, hermana de la reina Tafnes. 20 La hermana de Tafnes le dio su hijo Guenubat, a quien Tafnes educó en la casa del Faraón, estando en ella Guenubat como un hijo del Faraón. 21 Cuando supo Hadad, en Egipto, que David se había dormido con sus padres y que Joab, jefe del ejército, había muerto, dijo al Faraón: Déjame ir a mi tierra; 22 y el Faraón le respondió: ¿Qué te falta cerca de mí, para que quieras irte a tu tierra? Y él contestó: Nada me falta, pero déjame ir. Hadad se volvió a su casa. Este fue el mal que hizo Hadad, que odiaba a Israel y se alzó rey de Edom. 23 Suscitó Dios a Salomón otro enemigo, Rezón, hijo de Eliada, que había huido de su señor Hadadezer, rey de Soba. 24 Reunió gente y se hizo jefe de banda cuando David derrotó a las tropas arameas. Fuese entonces a Damasco y se estableció allí, y reinó en Damasco, 25 siendo enemigo de Israel todo el tiempo de la vida de Salomón. Al mismo tiempo que Hadad, le hacía el mal que podía, porque aborrecía a Israel y reinaba en Siria.

Dos fueron los principales enemigos que amenazaron las fronteras del reino salomónico: Hadad, de la sangre real de Edom, y Rezón, creador del reino de Damasco. En cuanto al primero, se amplía aquí la noticia del ataque de David contra Edom y el ensañamiento contra el mismo (2Sa_8:13-14). Una vez vencidos los edomitas, Joab se ensañó contra los varones del país, a quienes persiguió durante seis meses. Hadad, de la familia real, logró escapar a tierras de Madián, al sudeste de Edom, y de allí a Egipto. Hadad es el nombre del dios cananeo del cielo y de las tempestades 3, que llevaron anteriormente otros dos reyes idumeos (Gen 36; 35; 39). Hadad marchó a Egipto por existir quizá entre ambos países relaciones cordiales, ya que en el papiro Anastasi VI de la XIX dinastía se autoriza a una tribu edomita para que apaciente sus ganados junto a Pithom (Pritchard, 259). En su huida atravesó Hadad el desierto de Farán, al norte de la península del Sinaí (Num_10:12; Num_12:16; Num_13:3; 1Sa_25:1). El Faraón, probablemente de la XXI dinastía, recibiólo amigablemente, hasta el punto de entregarle a Ano, su cuñada, por esposa. El texto masorético llama Tahpenes a la reina, palabra que, según algunos, debe cambiarse en tahmenis haguebirah = grande esposa del rey. La mutilación del título egipcio proviene, probablemente, de su asonancia con el nombre de la ciudad, Tahpankes o Takhpankhes (Jer 2.16; 1Sa_43:7-9)4. La reina adoptó al hijo de Hadad, llamado Guenubat, que fue educado juntamente con los hijos del rey. A la muerte de David y de Joab pidió Hadad autorización para regresar a su patria, llevando en el corazón un gran odio contra los israelitas.
Rezón, subdito de Hadadezer, rey de Soba (2Sa_8:3-10; 2Sa_10:15-19), se proclamó jefe de una banda, instalándose en Damasco, donde inició el reino que más tarde se convertiría en un enemigo peligroso del reino del Norte, separado del de Judá.

Jeroboam (2Sa_11:26-43).
26 También Jeroboam, siervo de Salomón, se alzó contra el rey. Era hijo de Nabat, efrateo, de Sereda, siervo de Salomón, y tenía por madre a una viuda llamada Sarva. 27 He aquí la ocasión de alzarse contra el rey: estaba Salomón construyendo el terraplén para rellenar la depresión que había en la ciudad de David, su padre. 28 Jeroboam era hombre muy capaz y fuerte, y, habiéndole visto Salomón a la obra, dio al joven el mando de todas las gentes de trabajo de la casa de José. 29 Por aquel tiempo salió Jeroboam de Jerusalén y le halló en el camino el profeta Ajías, de Silo. Iba éste cubierto con un manto nuevo y estaban los dos solos en el campo. 30 Ajías cogió el manto nuevo que llevaba sobre sí, lo partió en doce pedazos 31 y dijo a Jeroboam: Coge diez pedazos, porque así habla Yahvé, Dios de Israel: Voy a romper el reino en manos de Salomón y a darte a ti diez tribus. 32 El tendrá una tribu, por amor de David, mi siervo, y de Jerusalén, que yo he elegido entre todas las tribus de Israel. 33 Porque me han abandonado y se han prosternado ante As-tarté, diosa de los sidonios; ante Gamos, dios de Moab, y ante Milcom, dios de los hijos de Amón. No han marchado por mis caminos, haciendo lo que es bueno a mis ojos y guardando mis leyes y mandamientos, como lo hizo David, su padre. 34 No quitaré de sus manos el reino, pues mantendré su reinado todos los días de su vida por amor a David, mi siervo, a quien elegí yo y que guardó mis mandamientos y mis leyes. 35 Pero quitaré el reino de las manos de su hijo y te daré a ti diez tribus, 36 dejando a su hijo una tribu, para que David, mi siervo, tenga siempre una lámpara ante mí en Jerusalén, la ciudad que yo he elegido para poner allí mi nombre. 37 A ti te tomaré yo; dominarás sobre cuanto tu corazón desea y serás rey de Israel. 3 Si me obedeces en cuanto yo te mande y sigues mis caminos, mis leyes y mandamientos, como lo hizo David, mi siervo, yo seré contigo y te edificaré casa estable, como se la edifiqué a David, y te daré Israel. 39 Humillaré a la descendencia de David, mas no por siempre. 40 Salomón procuró dar muerte a Jeroboam; pero Jeroboam huyó, refugiándose en Egipto, cerca de Sesac, rey de Egipto, hasta la muerte de Salomón. 41 Lo demás de los hechos de Salomón, de lo que hizo y de su sabiduría, ¿no está escrito en el libro de los hechos de Salomón? 42 Reinó Salomón en Jerusalén cuarenta años sobre todo Israel, 43 y luego se durmió con sus padres y fue sepultado en la ciudad de David, su padre. Le sucedió Roboam, su hijo.

El enemigo más peligroso para Salomón y su reino fue Jeroboam, capataz de los trabajos del terraplén entre la ciudad de David y el templo. Era efraimita de nacimiento Que 12:5; 1Sa_1:1), de la ciudad de Sareda Que 7:22; Jos_3:16), en el actual Deir Ghassaneh, a treinta kilómetros al este de Jafa (Géographie II 457) y a ocho al sudeste de Rentis, patria de Samuel (1Sa_1:1). La madre de Jeroboam es llamada Seruah, leprosa, en el texto masorético; porne, meretrix, por los LXX, por considerar los glosadores que el cisma fue como la lepra y un adulterio para Israel. Probablemente se llamaba Seruyah, Sarvia, como una hermana de David. Jeroboam veía con indignación que, mientras la tribu de Judá gozaba de un régimen de excepción, toda la carga de las obras recaía sobre los efraimitas. Jeroboam, joven, valiente (guibbor hail), dirigía los trabajos, pero sentía la causa de sus hermanos de tribu. Seguramente que debió él maquinar desde tiempo algún complot contra la política del rey en connivencia con las tribus del norte. A la misma tribu pertenecía Ajías, de Silo (1Sa_14:3-18), a quien algunos críticos incluyen entre los confabulados para protestar por la decadencia del templo de Silo, absorbido y desplazado por el de Jerusalén. Pero, como dice el texto, reconoció Ajías los méritos de David (v.34) y los privilegios de Jerusalén como ciudad escogida por Dios (v.36). Con una acción simbólica (1Sa_19:19; 1Sa_20:37-42; 2Re_13:14-19; Isa_8:1-4; Isa_20:1-6; Jer_19:10; Jer_27:2; ? z 3:1-3) profetizó la división del reino, reservando una tribu para el hijo de Salomón y entregando a Jeroboam las diez restantes. Siendo doce las tribus, se pensó en corregir el texto, escribiendo dos tribus (de Judá y de Benjamín) en vez de una. Las diez partes representan el bloque de las tribus norteñas (2 Sam 19:44). Las otras dos piezas del manto simbolizan la tribu de Judá, con la que habíase fusionado la de Simeón (Jos_19:1); pero acaso se trata de la tribu de Benjamín, que se asoció a la de Judá, con la que jugó un papel importantísimo (Jos_12:21-23). Las palabras del profeta no son ni fórmulas geométricas ni ecuaciones algebraicas 5.
Ají as achaca a Salomón su apostasía, pero calla las otras causas que aceleraron la división de su reino. Conoce Ají as las ambiciones de Jeroboam, al cual promete una dinastía perdurable en caso de que religiosamente imite a David. Jeroboam pudo escapar de manos de Salomón huyendo a Egipto, cerca del faraón Sesac, llamado Soshenq, fundador de la XXII dinastía, que reinó aproximadamente los años 950-929 a.C. De él se ocupará más tarde nuestro autor (Jos_14:25). Según los LXX (Jos_12:2455), Jeroboam tomó en Egipto por esposa a Ano, hermana mayor de Thekemina, mujer de Faraón.
Una historia más amplia del reinado de Salomón tuvo el autor sagrado ante su vista, de la cual extrajo lo poco que ha consignado en los capítulos 3-11. Pero, además, conoció otro documento en el que se exponían ampliamente las etapas de la construcción y ornamentación del templo. Para describir los primeros brotes del reino del Norte, o sea los primeros conatos de rebelión por parte de Jeroboam, inspiróse en una historia de los reyes del Norte.
Como hemos podido apreciar en las páginas que anteceden, el autor sagrado ha escrito una historia breve, concisa, del reinado de Salomón, poniendo de relieve sus puntos luminosos y no ocultando sus sombras; considerándolo todo desde el punto de vista deuteronómico. En cifras redondas se dice que Salomón reinó cuarenta años sobre Judá e Israel. Iniciado su reino hacia el año 970, prolongóse hasta cerca de 930; otros autores (ühorme) señalan los años 972 y 932 como términos a quo y ad quem del reinado salomónico. Fue sepultado junto a su padre (Jos_2:10). Le sucedió su hijo Roboam.


1 Le sacerdoce du roí en Israel: Sacra Pagina, I (París-Gembloux 1959) 543·
1 A partir de Renán (Histoire du peuple d'Israel París 1891 vol.2 142), muchos histo(-)riadores y críticos independientes han considerado el templo de Salomón como «un templo doméstico, una capilla de palacio, análogo a los que los reyes de Mari tenían en sus man(-)siones reales. En apoyo de sus puntos de vista hacen hincapié en las dimensiones reducidas del edificio, que medía, incluidos los muros, 50 por 30 metros. Es verdad que Salomón edi(-)ficó una casa a Yahvé, porque la divinidad, al igual que los hombres, tenía necesidad de disponer sobre la tierra de una casa, una mansión, un albergue. Todos los planos de los santuarios orientales que remontan al tercer milenio a. G. están inspirados en los de las casas particulares. Así, pues, el motivo principal y esencial que movió a Salomón a levantar el templo fue para dar a Yahvé, presente en el arca, una residencia. Pero de esto no se deduce Que el templo fuera una capilla de palacio, una dependencia del mismo; al contrario, fue e1 santuario nacional adonde acudía todo Israel por creer que habitaba allí Dios de una manera particular. Asimismo se ha especulado sobre el simbolismo de la distribución del templo en tres partes: ulam, hecal, debir, que, según Flavio Josefo, representaban las tres partes del cosmos: agua, tierra y cielo; lo que correspondería a la cosmogonía bíblica (Exo_20:4; Gen_1:6). Las dos columnas de bronce (Gen_7:15-22) colocadas delante del templo recordaban los pilares obre los cuales descansaba el universo (Sal_75:4; Job_9:6). Mucho se ha fantaseado sobre este articular (Parrot, l.c., 38; J. Daniélou, La symbolique cosmique du Temple de Jérusalem: Symbolisme cosmique et monuments religieux [París 1953] 61-64; W. Vischer, Les presbiteres prophétes París-Neuchátel 1951 363-376; Montgomery)
2 Fernández, Problemas 142-172.
3 Lemaire-Baldi, Atlante Bíblico 122. Ofir se localiza probablemente en la costa occidental de Arabia (Gén_10:29; Job_22:24; Gén_28:26; 1Cr_1:23). Es posible que haya una exage-on en el número de talentos, o el texto se ha conservado defectuosamente (A. Âåá, Ez'son tell el-Helefi: ? 2? [1940] 437-445; N. Glueck: Basor, 71 [1938] 3-18; 75 (1939] 8-22; 79 [1940] 2-18).
1 El episodio de la reina de Saba goza de extraordinaria popularidad en Etiopía, cuya dinastía reinante está vinculada, se dice, a la unión matrimonial de Salomón con la reina, que la leyenda árabe llama Balkis y la cristiana Makeda. Según Flavio Josefo (Ant. lud· 8,6:2), la reina llamábase Nikaule, soberana de Egipto y de Etiopía. No es de extrañar que una mujer fuera reina de un país árabe, ya que en tiempos de Teglatfalasar III se recuerdan las reinas Zabibe y Samsi (N. Abbot, Pre-Islamic Arab Queens: American Journal of sé mitic Languages and Literature, 58 [1941] 1-22; Pritchard, 283; P. Dhorme, Le Pays m-buque et l'Assyrie [París 1913] 37.80.94 y 119).
2 B. Maisler, Two Hebrew Ostraca /rom Tell Qasile: T ES 10 (1951) 265-267.
3. Maisler, The Excavation Of Tell Qesile: BA 14 (195 ? 43-49.
4 Ç. Michaud, Sur la pierre et l'argile (París-Neuchátel 1958) 48.
5 Muchos creen que se trata de Tarsis, lugar que se encontraba cerca de la desembocadura del Guadalquivir. Otros, por el hecho de que la flota tenía sus bases en el golfo de Aqaba, buscan Tarsis por estos parajes, cerca de Ofir. Otros (Üalevy, Albright) han pensado en Cerdeña. No es posible zanjar la cuestión (Desnoyers, Histoire III 66-70; L. De Las Muñecas, La Tarsis bíblica: Estudis Franciscans, 43 1931 111-150; S. Bartina, Tarsis: VD 34 [1956] 342-348; W. Albright: Basor, 83 [1941] 14-22, reconoce en Tarsis una palabra técnica fenicia que significa fundición).
1 N. Schneider, Melchom, das Scheusal der Ammoniter: ? 18 (1937) 337-343; 19 (1938) 286-307.
2 D, Siderski, La stele de Mesa, índex bibliographique (París 1920),
3 H. Haag, Bibellexikon 635.
4 Véase B. Grdseloff, Takpnés: ármales du service des Antiquités de l'Egypte, 47 (1947); ídem, Edom d'aprés les sources Egyptiennes: Revue de l'histoire Juíve en Egypte17 I (1947) 88-03.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XI.

1 Solomons wiues and concubines. 4 In his old age they draw him to idolatry. 9 God threatneth him. 14 Solomons aduersaries were Hadad, who was intertained in Egypt, 23 Rezon who reigned in Damascus, 26 And Ieroboam, to whom Ahiiah prophesied. 41 Solomons actes, reigne, and death: Rehoboam succeedeth him.
1 But King Solomon loued [ Deu_17:17; Sir_49:19.] many strange women, ( [ Or, besids.] together with ye daughter of Pharaoh) women of the Moabites, Ammonites, Edomites, Sidonians & Hittites:

[His wiues, idolatries, and aduersaries.]

2 Of the nations concerning which the Lord said vnto the children of Israel, [ Exo_34:16 .] Yee shall not goe in to them, neither shall they come in vnto you, for surely they will turne away your heart after their gods: Solomon claue vnto these in loue.
3 And he had seuen hundred wiues, Princesses, and three hundred concubines: and his wiues turned away his heart.
4 For it came to passe when Solomon was old, that his wiues turned away his heart after other gods: and his heart was not perfect with the Lord his God, as was the heart of Dauid his father.
5 For Solomon went after [ Jdg_2:13 .] Ashtoreth the goddesse of the Zidonians, and after Milcom the abomination of the Amorites.
6 And Solomon did euill in the sight of the Lord, and [ Hebrew: fulfilled not after.] went not fully after the Lord, as did Dauid his father.
7 Then did Solomon build an hie place for Chemosh the abomination of Moab, in the hill that is before Ierusalem, and for Molech the abomination of the children of Ammon.
8 And likewise did hee for all his strange wiues, which burnt incense and sacrificed vnto their gods.
9 And the Lord was angry with Solomon, because his heart was turned from the Lord God of Israel [ 1Ki_3:5 .9.] which had appeared vnto him twise,
10 And [ 1Ki_6:12 .] had commaunded him concerning this thing, that hee should not goe after other gods: but hee kept not that which the Lord commanded.
11 Wherefore the Lord said vnto Solomon; Forasmuch as this [ Hebrew: is with thee.] is done of thee, and thou hast not kept my Couenant, and my Statutes which I haue commanded thee, [ 1Ki_12:15 .] I wil surely rend the kingdome from thee, and will giue it to thy seruant.
12 Notwithstanding in thy dayes I wil not doe it, for Dauid thy fathers sake: but I wil rend it out of the hand of thy sonne.
13 Howbeit, I wil not rend away all the kingdome: but wil giue one tribe to thy sonne, for Dauid my seruants sake, and for Ierusalems sake, which I haue chosen.
14 And the Lord stirred vp an

[His wiues, idolatries, and aduersaries.]

aduersary vnto Solomon, Hadad the Edomite: hee was of the kings seed in Edom.
15 [ 2Sa_8:14 .] For it came to passe when Dauid was in Edom, and Ioab the captaine of the host was gone vp to bury the slaine, after he had smitten euery male in Edom:
16 (For sixe moneths did Ioab remaine there with all Israel, vntil hee had cut off euery male in Edom.)
17 That Hadad fled, he and certaine Edomites of his fathers seruants with him, to goe into Egypt: Hadad being yet a litle childe.
18 And they arose out of Midian, and came to Paran, and they tooke men with them out of Paran, and they came to Egypt, vnto Pharaoh king of Egypt, which gaue him an house, and appointed him vitailes, and gaue him land.
19 And Hadad found great fauour in the sight of Pharaoh, so that he gaue him to wife the sister of his owne wife, the sister of Tahpenes the Queene.
20 And the sister of Tahpenes bare him Genubath his sonne, whom Tahpenes weaned in Pharaohs house: and Genubath was in Pharaohs houshold among the sonnes of Pharaoh.
21 And when Hadad heard in Egypt that Dauid slept with his fathers, and that Ioab the captaine of the host was dead, Hadad said to Pharaoh, [ Hebrew: send me away.] Let me depart, that I may go to mine owne countrey.
22 Then Pharaoh said vnto him, But what hast thou lacked with mee, that, behold, thou seekest to goe to thine owne countrey? And hee answered, [ Hebrew: Not.] Nothing: Howbeit, let mee goe in any wise.
23 And [ 2Sa_8:3 ; 2Sa_10:18 .] God stirred him vp another aduersary: Rezon, the sonne of Eliadah, which fled from his lord Hadadezer king of Zobah:
24 And he gathered men vnto him, and became captaine ouer a band, when Dauid slew them of Zobah: and they went to Damascus, and dwelt therein, and reigned in Damascus.
25 And he was an aduersarie to Israel all the dayes of Solomon, beside the mischiefe that Hadad did: and he abhorred Israel, and reigned ouer Syria.
26 And [ 2Ch_13:6 .] Ieroboam the sonne of Nebat, an Ephrathite of Zereda, Solomons seruant, (whose mothers name

[Ahijah. Ieroboam.]

was Zeruah a widow woman) euen he lift vp his hand against the king.
27 And this was the cause that hee lift vp his hand against the king: Solomon built Millo, and [ Hebrew: closed.] repaired the breaches of the citie of Dauid his father.
28 And the man Ieroboam was a mightie man of valour: and Solomon seeing the young man that he [ Hebrew: did worke.] was industrious, hee made him ruler ouer all the [ Hebrew: burden.] charge of the house of Ioseph.
29 And it came to passe at that time when Ieroboam went out of Ierusalem, that the Prophet Ahiiah the Shilonite found him in the way: and hee had clad himselfe with a new garment; and they two were alone in the field.
30 And Ahiiah caught the new garment that was on him, and rent it in twelue pieces.
31 And he said to Ieroboam, Take thee tenne pieces: for thus sayth the Lord the God of Israel, Behold, I will rent the kingdome out of the hand of Solomon, and will giue ten tribes to thee:
32 (But hee shall haue one tribe, for my seruant Dauids sake, and for Ierusalems sake, the citie which I haue chosen out of all the tribes of Israel:)
33 Because that they haue forsaken mee, and haue worshipped Ashtaroth the goddesse of the Zidonians, Chemosh the god of the Moabites, and Milcom the god of the children of Anunon, and haue not walked in my wayes, to doe that which is right in mine eyes, and to keepe my Statutes, and my Iudgements, as did Dauid his father.
34 Howbeit, I will not take the whole kingdome out of his hand: but I will make him Prince all the dayes of his life, for Dauid my seruants sake, whom I chose, because hee kept my Commandements and my Statutes:
35 But [ 1Ki_12:15 .] I will take the kingdome out of his sonnes hand, and will giue it vnto thee, euen ten tribes.
36 And vnto his sonne will I giue one tribe, that Dauid my seruant may haue a [ Hebrew: lampe or candle.] light alway before me in Ierusalem, the citie which I haue chosen me to put my Name there.
37 And I will take thee, and thou shalt reigne according to all that thy soule desireth, and shalt be King ouer Israel.
38 And it shall be, if thou wilt hearken vnto all that I command thee, and

[Solomons death.]

wilt walke in my wayes, and doe that is right in my sight, to keepe my Statutes and my Commandements, as Dauid my seruant did; that I will be with thee, and build thee a sure house, as I built for Dauid, and will giue Israel vnto thee.
39 And I will for this afflict the seed of Dauid, but not for euer.
40 Solomon sought therefore to kill Ieroboam, and Ieroboam arose, and fledde into Egypt, vnto Shishak king of Egypt, and was in Egypt vntill the death of Solomon.
41 And the rest of the [ Or, words, or things.] actes of Solomon, and all that he did, and his wisedome, are they not written in the booke of the actes of Solomon?
42 And the [ Hebrew: dayes.] time that Solomon reigned in Ierusalem, ouer all Israel, was [ 2Ch_9:30 .] fourtie yeeres.
43 And Solomon slept with his fathers, and was buried in the citie of Dauid his father: and [ Mat_1:7 . called Roboam .] Rehoboam his sonne reigned in his stead.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Reina-Valera 1995 Notes:



[1] 11.1-40 Este cap. presenta el lado negativo del brillante reinado de Salomón. La conducta de este rey se contrapone así a la de David, su padre (cf. v. 6), el cual se mantuvo fiel a los principios establecidos en Deuteronomio: un solo Dios, una sola ley, un solo templo, un solo pueblo y una sola tierra. Con el pecado de Salomón se quebrantaron todos estos principios: Salomón fue en pos de otros dioses (v. 4-5), desobedeció la Ley (v. 11), adoró en varios santuarios (v. 7) y, como resultado de todo esto, el reino se dividió y la tierra de Israel ya nunca más fue una sola (v. 29-39). En este capítulo se destaca el aspecto religioso; en 1 R 12.4 se pondrá de manifiesto la injusticia social.

[2] 11.1 De Moab... las heteas: Todas estas mujeres provenían de pueblos vecinos de Israel: Moab, Amón y Edom al este; Sidón al noroeste, sobre la costa mediterránea. Acerca de las heteas, véase Jos 1.4 n. Los matrimonios de Salomón con estas mujeres debieron realizarse, en su gran mayoría, para ratificar acuerdos políticos y comerciales. Véase 1 R 3.1 nota b.

[3] 11.2 Ex 34.16; Dt 7.3-4.

[4] 11.5 Astoret: Véase Jue 3.7 nota c.

[5] 11.5 Milcom: Cf. 2 R 23.13.

[6] 11.7 Quemos: Cf. 2 R 23.13.

[7] 11.7 El monte que está enfrente de Jerusalén: es decir, el Monte de los Olivos, donde había un antiguo lugar de culto (cf. 2 S 15.32).

[8] 11.7 Idolo abominable: En el AT, el vocablo abominable se emplea a menudo para designar despectivamente a los dioses falsos (cf. Is 66.3; Jer 4.1; 7.30; Ez 5.11; 20.7-8), y para referirse a ciertas prácticas religiosas incompatibles con la fe de Israel.

[9] 11.15 Cuando David estaba en Edom: otra posible traducción: cuando David venció a Edom: Cf. 2 S 8.13-14.

[10] 11.17 Los líderes rebeldes de los pequeños estados siro-palestinenses solían encontrar buena acogida y refugio en Egipto, porque después podían ser usados para promover en esas regiones los intereses imperialistas del faraón.

[11] 11.23-24 Cf. 2 S 8.3-8; 10.15-19. El establecimiento de este reino arameo en Damasco (Siria), hizo que comenzara a desmembrarse el vasto imperio establecido por David.

[12] 11.28 La casa de José: es decir, las tribus de Manasés y Efraín. Véanse Jos 16.1 n.; 16.4 n.

[13] 11.31 Diez pedazos: En la comunicación del mensaje profético, las acciones simbólicas eran a veces tan importantes como las palabras (Is 20; Jer 27.1-8; 28.1-4; Ez 4--5). Cf. también 1 R 22.11. El hecho de que la capa sea nueva (v. 29) da más eficacia a la acción.

[14] 11.31 Jeroboam iba a reinar sobre las diez tribus del Norte, las cuales, después de la muerte de Saúl, habían hecho un pacto con David y lo habían reconocido como rey (cf. 2 S 5.1-5). Ese estado de cosas se mantuvo durante todo el reinado de Salomón, pero no sobrevivió a su muerte (1 R! 2).

[15] 11.32 Esta tribu única es la tribu de Judá, a la que se unió también la de Benjamín, o por lo menos una parte de ella (1 R 12.21).

[16] 11.36 Esta lámpara simboliza la continuidad de la dinastía davídica (1 R 15.4; 2 R 8.19; Sal 18.28; 132.17; cf. 2 S 14.7).

[17] 11.40 El faraón Sisac reinó en Egipto desde el año 950 hasta el año 929 a.C. aprox.

[18] 11.41 El libro de los hechos de Salomón es una fuente de información utilizada para la composición de 1 R 3--11 que no ha llegado hasta nosotros. Ese libro debía contener informes sobre las actividades llevadas a cabo en la corte salomónica, así como archivos del templo y otros relatos que hacían constar los éxitos políticos y diplomáticos de Salomón, y en los que se ponía de manifiesto su sabiduría. Véase 3.1-2 n.

[19] 11.42 El reinado de Salomón, lo mismo que el de David, duró cuarenta años (1 R 2.11). Tal coincidencia hace pensar que ese número es una cifra redonda y no un dato cronológico preciso. Véase Jue 3.11 n.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



La rebelión de Jeroboam. Se introduce a Jeroboam como un líder muy capaz, al cual Salomón le había confiado todos los obreros de las tribus del norte. Ajé as es uno de varios profetas que intervinieron en 1 y 2 Rey. para cambiar el curso de la sucesión de la dinastía. Ajías actuó su profecía de manera típica para un profeta del AT: Rasgó simbólicamente su manto nuevo y rogó a Jeroboam que tomara diez de los doce pedazos. Sus palabras explicaron el significado de sus acciones: Dios iba a arrancar el reino de la mano de Salomón y darle diez tribus a Jeroboam. La declaración de que una tribu quedaría al mando del hijo de Salomón es desconcertante porque cuando se restan diez de doce ¡deberían quedar dos! Una posible solución es que una tribu no es Judá sino Benjamín, la cual siguió asociada con Judá cuando el reino se dividió. No hace falta mencionar a Judá porque de todas maneras era la tribu de la casa real, de modo que se asume que seguirá bajo su control.

La causa de la tragedia que vendría a la casa de David se menciona de nuevo, es por la adoración de deidades extranjeras. Pero aquí no es solo Salomón quien es culpable sino ellos (33), lo cual implica que el pueblo en general había caído en el mismo pecado. Las versiones griega, latina y siria dejaron él en lugar de ellos, refiriéndose una vez más a Salomón en el v. 31 para mantener el tono de los vv. 9 al 13 donde se acusa sólo a Salomón de infidelidad. Puede ser que estas versiones han preservado el texto original, pero si ellos en heb. es original debemos concluir que la necedad de Salomón fue parte de una tendencia más extensa que quizá puede haber comenzado por el ejemplo del rey.

Irónicamente la profecía de Ajías a Jeroboam en los vv. 37, 38 resuena con la promesa que Dios había hecho a Salomón anteriormente (9:4, 5).

Salomón intentó matar a Jeroboam porque de alguna manera escuchó acerca de la profecía de Ajías o porque Jeroboam trató de reivindicarse en las tribus del norte; pero él se escapó a Egipto. De modo que fue desterrado de su tierra natal, tal como habían sido los otros adversarios de Salomón. Al faraón ahora se le llama Sisac. Este fue Sosenac I (945-924 a. de J.C.), el fundador de la vigésima segunda dinastía de Egipto quien más tarde envió sus tropas contra Jerusalén (14:25, 26).

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



18 . "Parán" era la región septentrional de la península sinaítica, entre Madián y Egipto.

26. Jeroboám se hace eco del descontento provocado por la política tributaria de Salomón, y se pone al frente del levantamiento popular que llevará más tarde a la separación de los reinos de Israel y de Judá.

30. Las acciones simbólicas de los profetas tenían tanta importancia como su palabra. Eran una forma de prefigurar un acontecimiento futuro y de garantizar su cumplimiento ( Isa_20:1-2; Jer_13:1-7; Jer_19:1-2, Jer_19:10; Jer_27:1-2; Eze_4:1-12, Eze_4:15; Eze_5:1-4; Ose_1:2; Ose_3:1; Hec_21:10-11).

31. "Las diez tribus" eran las tribus del Norte, representadas en los diez pedazos que Ajías entregó a Jeroboám.

32. La tribu restante era Judá, que también se había anexado al menos una parte de Benjamín (12. 21).

36. La "lámpara" es el símbolo de la dinastía real (15. 4; 2Re_8:19).

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Rebeliones contra Salomón. Las diferencias culturales y tensiones políticas entre norte y sur han sido y siguen siendo frecuentes en el mundo a nivel nacional e internacional. A pesar de su pequeñez, en Palestina existió siempre el mismo problema. Aparte de otros muchos datos y manifestaciones, el hecho quizás más significativo en este sentido sea la diferencia que establecen siempre los textos entre el reino de Judá y el reino de Israel, o sea entre el reino del sur y el reino del norte, incluso cuando estuvieron unidos en las personas de David y Salomón.
El autor sagrado hace valer, sobre todo, motivos de orden religioso y presenta la división como un castigo por la apostasía idolátrica de Salomón.
La restauración de la unidad será una aspiración, que se dejará sentir, sobre todo, en tiempo del destierro, léase, por ejemplo Eze_37:15-28. Es un texto lleno de nostalgia ecuménica y, por tanto, de plena actualidad para nuestros días. La división del reino de aquellos tiempos tiene cierto paralelismo con la división interna de la Iglesia cristiana de hoy.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*11:26-40 El relato sobre la revuelta de Jeroboán concluye la historia del reinado de Salomón e inicia la del período de división de los reinos de Israel y Judá. En este punto aparece insertada la leyenda profética de Ajías de Siló (1Re 11:29-39), el cual rasga su manto para significar la división del reino de Salomón en cumplimiento de la palabra divina. El rechazo de Jeroboán por Ajías recuerda el de Saúl por Samuel (1Sa 15:27 s).

Torres Amat (1825)



[5] Astarté y Moloc eran los dioses de sus mujeres, a quienes no quería disgustar.

[9] La primera vez en Gabaón y la segunda en Jerusalén. 1 Re 3, 5; 9, 2.

[13] La pequeña tribu de Benjamín se consideraba una con la de Judá.

[27] La hondonada que había entre la parte de Jebus y la ciudad en que vivía David, que era la colina de Sión.

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

— no para siempre: La expresión puede significar tanto la esperanza de reunificación de los dos reinos, cuanto la esperanza exílica de restauración de la dinastía davídica.

Biblia Textual IV (Sociedad Bíblica Iberoamericana, 1999)

TM añade versículo. Se sigue LXX → §194.

Biblia Latinoamericana (San Pablo, 1995)



[=] *Ez 37:22

Jünemann (1992)


39 m. = Cosa, causa.