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Saúl es designado rey por suertes.
samuel convocó al pueblo en Mispá junto a Yahvé. (I Samuel 10, 17) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יַּצְעֵ֤ק‎(צָעַק)

Hebrew|yyaṣʕˈēq|cry

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: hif‘il


[H6817] [r.dc.aa] [1947]
[צעק] [GES6769] [BDB7452] [HAL7388]

שְׁמוּאֵל֙‎(שְׁמוּאֵל)

Hebrew|šᵊmûʔˌēl|Samuel

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H8050] [v.dv.ae]
[שמואל] [GES8006] [BDB8807] [HAL8742]

אֶת‎(אֵת)

Hebrew|ʔeṯ-|[object marker]

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H853] [a.gm.aa] [186]
[את] [GES828] [BDB894] [HAL913]

הָ‎(הַ)

Hebrew|hā|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

עָ֔ם‎(עַם)

Hebrew|ʕˈām|people

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5971] [p.di.ab] [1640a]
[עם] [GES5904] [BDB6526] [HAL6449]

אֶל‎(אֶל)

Hebrew|ʔel-|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H413] [a.di.aa] [91]
[אל] [GES400] [BDB422] [HAL438]

יְהוָ֖ה‎(יהוה)

Hebrew|[yᵊhwˌāh]|YHWH

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3068] [e.az.ae] [484a]
[יהוה] [GES2969] [BDB3312] [HAL3292]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

מִּצְפָּֽה‎(מִצְפָּה)

Hebrew|mmiṣpˈā|Mizpah

Part-of-speech: proper noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4709] [r.df.ai]
[מצפה] [GES4624] [BDB5157] [HAL5061]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Saúl, ungido rey (10:1).
1 Tomo Samuel una redoma de óleo, la vertió sobre la cabeza de Saúl y le besó, diciendo: Yahvé te unge por príncipe de su heredad. Tú reinarás sobre el pueblo de Yahvé y le salvarás de la mano de los enemigos que le rodean. Esto te será señal de que Yahvé te ha ungido como jefe de su heredad.

Tiene esta unción un carácter religioso. A la misma acompaña la efusión del Espíritu (10:10; 16:13); en lenguaje moderno, diríamos que se le da la gracia de estado. El rey es el ungido de Yahvé (24:7-11; 26:9; 11; 16; 23; 2Sa_1:14, etc.). Es una persona sagrada, y, por lo mismo, inviolable (2Sa_24:7; 2Sa_26:9-11). David no se atreve a poner las manos sobre Saúl por ser el ungido de Yahvé (2Sa_24:7-11; 2Sa_26:9), y manda ejecutar al que cometió tal crimen (2Sa_1:14-16). La acción de derramar aceite sobre la cabeza del que se ungía como a rey tiene su origen en Egipto. Por una carta de Tell el-Amarna, el rey Nuhase, de Siria, fue rey ungido por Tutmosis III. Los reyes hititas eran consagrados con el aceite santo de la realeza. l
Terminada la ceremonia, Samuel besó al nuevo ungido de Yahvé en señal de verdadero vasallaje. Es Dios mismo quien, por mediación de Samuel, ha ungido al que había antes escogido por príncipe (naguid) de su heredad (Deu_4:20; Deu_9:26).

Tres señales confirmativas (Deu_10:2-8).
2 Cuando hoy me dejes, encontrarás al mediodía dos hombres cerca del sepulcro de Raquel, en tierra de Benjamín, que te dirán: Las asnas que has ido a buscar han aparecido, y tu padre no piensa ya en ellas, sino en vosotros, y dice: ¿Cómo haré yo para saber de mi hijo? 3 Siguiendo tu camino, llegarás a la encina de Tabor, y te encontrarás con tres hombres subiendo a Dios a Betel, y llevando uno tres cabritos, y el otro tres panes, y el otro una bota de vino; 4 después de preguntarte por tu salud, te darán dos de los panes, que tú tomarás de sus manos; 5 luego llegarás a Gueba Elohim, donde hay una guarnición de filisteos; y al entrar en la ciudad te encontrarás con un grupo de profetas bajando del excelso, precedidos de salterios, tímpanos, flautas y arpas, y profetizando. 6 El espíritu de Yahvé se apoderará de ti, y profetizarás con ellos y te transformarás en otro hombre. 7 Cuando todas estas señales se hayan cumplido en ti, haz lo que te venga a mano, pues Dios estará contigo.8 Baja antes que yo a Caígala, adonde iré a reunir-me contigo para ofrecer holocaustos y sacrificios eucarísticos. Espera siete días, hasta que yo vaya y te diga lo que has de hacer.

La primera señal de la elección de Saúl será el testimonio de dos hombres que le informarán del hallazgo de las asnas y de las ansias de su padre. Habiendo partido de Rama (la actual Rentis) por la mañana, Saúl y su criado caminaron en dirección a Betel y Gueba (Tell el-Ful), llegando a las inmediaciones del sepulcro de Raquel al mediodía. El texto reproduce una antigua tradición según la cual el sepulcro de Raquel se encontraba en la línea de Rama, hacia la parte montañosa (Jer_31:15).
Saúl siguió su camino; al llegar a la encina (elón) de Tabor, se encontró con los tres hombres de que le habló Samuel. Algunos críticos cambian la lección del texto masorético por la de los LXX, y leen: Llegaron a la encina de Débora, o a la encina de la lamentación de Débora. Además de encina del llanto de Débora (Gen_35:8, se le llamó al lugar encina del Tabor, en memoria de la victoria ganada por Sisara y Débora en el famoso monte de Galilea (Jue_4:14); la encina se encontraba cerca del lugar de la palmera de Débora (Jue_4:5), entre Betel y Rama (er-Ram).
En Gueba debía suceder la tercera y más característica de las señales convenidas. El lugar llamado Gueba Elohim, colina de Dios, era conocido antes por Gueba de Benjamín (Jue_19:4) y más tarde por Gueba de Saúl (Jue_11:4; Jue_15:34). El texto hebraico dice que había en la ciudad nesibey pelishtim, que los exegetas traducen: la estela de los filisteos (De Vaux); otros: una guarnición de los filisteos (Vaccari), el prefecto de los filisteos (Dhorme), gobernador (Ubach, Mediebelle). Otros (Bressan) omiten la frase por considerarla una glosa inspirada en 13:3.
Un tropel (hebel) de profetas que se servían de instrumentos músicos para profetizar le salieron al encuentro. Con su porte externo demostraban que hablaban y se movían a impulsos de un espíritu que les forzaba a tomar actitudes violentas, sacudidos por una intensa excitación interna. Estos profetas vivían en grupos y profetizaban al son de la música, que les producía una especie de arrobamiento o éxtasis contagioso (19:20-21; 1Re_22:10). Se les ha comparado a los modernos derviches. Los cananeos tenían también sus profetas, al estilo de los que encontramos en nuestro texto (1Re_18:25-29). Subsistieron mucho tiempo en Israel, siendo famosos los colegios de profetas que acaudillaba Elíseo (2Re_2:3; 2Re_4:38). La finalidad de estos profetas extáticos era la de cantar las glorias de Yahvé, acompañando sus himnos con danzas frenéticas, capaces de contagiar a los que las presenciaban. Es la primera vez que estas corporaciones de entusiastas yahvistas aparecen en la historia de Israel. Puede ser que los fundara Samuel como valladar para oponerse a las influencias de los cultos de los pueblos paganos en medio de los cuales vivía Israel o que limitaban con sus fronteras.

Saúl llega a su casa (2Re_10:9-16).
9 En cuanto volvió Saúl las espaldas para apartarse de Samuel, se sintió otro, y todas las señales aquellas le sucedieron el mismo día. 10 Cuando llegaron a Gueba, encontráronse con un tropel de profetas, y le arrebató el espíritu de Dios y se puso a profetizar en medio de ellos, n Cuantos de antes le conocían se preguntaban: ¿Qué le ha pasado al hijo de Quis? ¡Saúl entre los profetas! 12 Uno de los presentes contestó: ¿Y quién es el padre de esos otros? Por eso ha quedado en proverbio: ¿También Saúl entre los profetas? 13 Cuando hubo acabado de profetizar, subió a Gueba. 14 Un tío de Saúl preguntó a éste: ¿Adonde habéis ido? Saúl respondió: A buscar las asnas, pero no las hemos visto por ninguna parte y fuimos a casa de Samuel.15 El tío le dijo: Cuéntame lo que te ha dicho Samuel. 16 Y Saúl respondió: Nos dio a saber que las asnas habían aparecido; pero en cuanto a lo del reino, nada le dijo de lo que le había hablado Samuel,

Cuanto profetizó Samuel cumplióse al pie de la letra. La presencia de Saúl entre los profetas causó extrañeza a cuantos le conocían; dice el texto que el fervor religioso que manifestaba con sus cantos y danzas fue efecto del espíritu de Yahvé, que le impelía a obrar. Su actuación dio lugar a un antiguo proverbio existente en Israel. No podían las gentes comprender que Saúl, hijo de un personaje tan sensato y ecuánime como Quis, se mezclara con estos excéntricos, muchos de ellos de baja condición. Estas cofradías de profetas extáticos no debían gozar de buena fama en ciertos círculos de Israel

Elección de Saúl a la suerte (2Re_10:17-27).
17 Samuel convocó al pueblo ante Yahvé en Masfa, 18 y dijo a los hijos de Israel: Así habla Yahvé, Dios de Israel: Yo os saqué de Egipto; yo os he librado de la mano de los egipcios y de la de cuantos reyes os oprimieron; 19 y vosotros hoy rechazáis a vuestro Dios, que os ha librado de vuestros males y de vuestras aflicciones, y le decís: ¡No, pon sobre nosotros un rey! Presentaos ahora ante Yahvé por tribus y por familias. 20 Samuel hizo que se acercasen todas las tribus de Israel, y fue sacada la tribu de Benjamín. 21 Hizo acercarse a la tribu de Benjamín por familias, y salió la familia de Hammatri; e hizo acercar a la familia de Hammatri, por varones, y fue elegido Saúl, hijo de Quis. 22 Buscáronle, pero no le hallaron. Preguntaron entonces de nuevo a Yahvé: ¿Ha venido? Y Yahvé respondió: Está escondido entre los bagajes. 23 Corrieron a sacarle de allí, y cuando estuvo en medio del pueblo, sobresalía de entre todos de los hombros arriba. 24 Samuel dijo al pueblo: Aquí tenéis al elegido de Yahvé. No hay entre todos otro como él. Y el pueblo se puso a gritar: ¡Viva el rey! 25 Entonces expuso Samuel al pueblo el derecho real y lo escribió en un libro, que depositó ante Yahvé; 26 y despidió Samuel al pueblo todo, cada uno a su casa. También Saúl se fue a su casa, a Gueba, acompañado de una tropa de hombres robustos, cuyos corazones había tocado Dios. 27 Sin embargo, algunos perversos decían: ¿Este va a salvarnos? Y despreciándole, no le hicieron presentes.

Se considera esta sección como parte integrante de la tradición antimonárquica del capítulo octavo. Pero parece que la elección popular por aclamación debe consignarse para evitar toda sospecha de que Samuel eligió por rey al que le plugo. Con esta elección por suertes (14:38-42; Jos_7:14-18) se pondrá de manifiesto que Yahvé confirma como rey al que Samuel había ungido antes. Cuando la suerte cayó sobre Saúl, fue el mismo Yahvé el que, preguntado por los urim y tummim (Jos_14:41), señaló el lugar donde Saúl se había escondido, acaso por modestia (Jos_9:21). El pueblo aclamó con entusiasmo al apuesto rey, reconociéndole como a tal 2. Esta aclamación, hecha al son del cuerno o de las trompetas, no significaba que el pueblo elegia el rey, sino que aceptaba el monarca que había elegido Dios. El grito de ¡Viva el rey! (2Sa_16:16; 1Re_1:34; 2Re_11:12) no es un deseo, sino más bien una aceptación del mismo.
Dictó Samuel al pueblo el derecho real. Puede entenderse la frase en el sentido de que Samuel habló al pueblo conforme a Deu_17:15-20, o bien de que les recordó lo dicho en 8:11-18. De Vaux duda de que la sentencia expuso Samuel al pueblo el derecho real y lo escribió en un libro sea auténtica, sospechando que entró en este lugar por influencia de Jos_24:26; Deu_17:18. Sin embargo, es muy lógico que se escribieran y guardaran en lugar sagrado las leyes del reino (2Re_22:8; 2Re_23:2). Los v.26-27 preparan la renovación de la realeza en Caígala (2Re_11:12-15).
No todo el pueblo de Israel se alegró del advenimiento de la monarquía; a diferencia de los valientes (2Sa_2:7), que reconocieron inmediatamente al nuevo rey, otros, hijos de Belial (2Sa_2:12; Deu_13:14), le despreciaron. La Vulgata lee: Ule vero dissimulabat se audire; lección que supone el siguiente original hebraico: wayehi kemaharish, se hizo el sordo. Los LXX cambiaron el mencionado texto en kemehodesh, cosa de un mes, que unieron al contexto siguiente (Deu_11:1).

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter X.

1 Samuel anoynteth Saul. 2 Hee confirmeth him by prediction of three signes. 9 Sauls heart is changed, and he prophecieth. 14 He concealeth the matter of the kingdome from his vncle. 17 Saul is chosen at Mizpeh by lot. 26 The different affections of his subiects.
1 Then Samuel tooke a viall of oile, and powred it vpon his head, & kissed him, and said, Is it not because the Lord hath anoynted thee to be captain ouer his inheritance?

[Saul prophecieth, and is chosen king.]

2 When thou art departed from me to day, then thou shalt find two men by [ Gen_35:20 .] Rachels sepulchre in the border of Beniamin, at Zelzah: and they will say vnto thee, The asses which thou wentest to seeke, are found: and loe, thy father hath left [ Hebrew: the businesse.] the care of the asses, and sorroweth for you, saying, What shall I doe for my sonne?
3 Then shalt thou goe on forward from thence, and thou shalt come to the plaine of Tabor, and there shall meete thee three men, going vp to God to Bethel, one carying three kids, and another carying three loaues of bread, and another carying a bottle of wine.
4 And they will [ Hebrew: aske thee of peace.] salute thee, and giue thee two loaues of bread, which thou shalt receiue of their hands.
5 After that thou shalt come to the hill of God, where is the garison of the Philistines: and it shall come to passe when thou art come thither to the citie, that thou shalt meet a company of prophets comming downe from the high place, with a psalterie, and a tabret, and a pipe, and a harpe before them, and they shall prophecie.
6 And the Spirit of the Lord will come vpon thee, and thou shalt prophecie with them, and shalt be turned into another man.
7 And [ Hebrew: and it shall come to passe that when these signes, etc.] let it be when these signes are come vnto thee, [ Hebrew: do for thee as thine hand shall finde.] that thou doe as occasion serue thee, for God is with thee.
8 And thou shalt goe downe before me to Gilgal, and behold, I will come downe vnto thee, to offer burnt offerings, and to sacrifice sacrifices of peace offerings: [ 1Sa_13:8 .] seuen dayes shalt thou tarie, till I come to thee, and shew thee what thou shalt doe.
9 And it was so that when he had turned his [ Hebrew: shoulder.] backe to go from Samuel, God [ Hebrew: turned.] gaue him another heart: and all those signes came to passe that day.
10 And when they came thither to the hill, behold, a company of the prophets met him, and the spirit of God came vpon him, and hee prophesied among them.
11 And it came to passe when all that knew him beforetime, saw, that behold, hee prophesied among the prophets, then the people said [ Hebrew: A man to his neighbour.] one to another, What is this that is come vnto the sonne of Kish? [ 1Sa_19:24 .] Is Saul also among the prophets?
12 And one [ Hebrew: from thence.] of the same place answered,

[Saul prophecieth, and is chosen king.]

and sayd, But who is their father? Therefore it became a prouerbe, Is Saul also among the Prophets?
13 And when he had made an end of prophesying, he came to the high place.
14 And Sauls vncle saide vnto him, and to his seruant, Whither went ye? And he said, To seeke the asses: and when we saw that they were no where, we came to Samuel.
15 And Sauls vncle said, Tell me, I pray thee, what Samuel said vnto you.
16 And Saul sayd vnto his vncle; He told vs plainely that the asses were found. But of the matter of the kingdome, whereof Samuel spake, he told him not.
17 And Samuel called the people together vnto the Lord to Mizpeh;
18 And said vnto the children of Israel, Thus saith the Lord God of Israel, I brought vp Israel out of Egypt, and deliuered you out of the hand of the Egyptians, and out of the hand of all kingdomes, and of them that oppressed you.
19 And ye haue this day reiected your God, who himselfe saued you out of all your aduersities & your tribulations: and ye haue said vnto him, Nay, but set a king ouer vs. Now therefore present your selues before the Lord by your tribes, and by your thousands.
20 And when Samuel had caused all the tribes of Israel to come neere, the tribe of Beniamin was taken.
21 When he had caused the tribe of Beniamin to come neere by their families, the familie of Matri was taken, and Saul the sonne of Kish was taken: and when they sought him, he could not be found.
22 Therefore they enquired of the Lord further, if the man should yet come thither: and the Lord answered, Behold, hee hath hid himselfe among the stuffe.
23 And they ranne, and fetched him thence, and when he stood among the people, he was higher then any of the people, from the shoulders & vpward.
24 And Samuel said to all the people, See ye him whome the Lord hath chosen, that there is none like him among all the people? And all the people shouted, and saide, [ Hebrew: let the king liue.] God saue the King.
25 Then Samuel tolde the people

[The Ammonites are discomfited.]

the maner of the kingdome, and wrote it in a booke, and layd it vp before the Lord, and Samuel sent all the people away, euery man to his house.
26 And Saul also went home to Gibeah, and there went with him a band of men, whose hearts God had touched.
27 But the children of Belial sayd, Howe shall this man saue vs? and they despised him, and brought him no presents: but [ Or, he was, as though he had beene deafe.] he held his peace.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



La ceremonia en Mizpa. Mizpa parece haber sido considerada como ciudad capital en esta época; ésta era la segunda asamblea nacional que allí se realizaba (ver 7:15, 16). Por lo tanto, era el lugar apropiado para la ceremonia a fin de aclamar a Saúl como rey. Este pasaje es una continuación directa del cap. 8, en lo que a los representantes israelitas se refiere, porque ellos nada hubieran sabido de los acontecimientos personales y privados consignados en 9:1-10:16. Samuel inmediatamente repitió sus reproches anteriores en el nombre de Jehovah. Aunque Saúl había sido escogido y capacitado por Jehovah para servirle como rey, la demanda israelita por tener un rey seguía siendo una rebelión contra Dios. Samuel les volvió a recordar que Dios nunca había dejado de rescatarlos de sus poderosos enemigos.

Quizá hubiéramos esperado que Samuel anunciara enseguida que el Señor había escogido a Saúl para proceder luego al ungimiento público. Pero los vv. 20-24 consignan una ceremonia muy distinta, en que Saúl fue elegido al azar, como si ni hubiera existido una decisión anterior. Sabemos demasiado poco del mecanismo que usaron; en particular es desconcertante cómo Saúl pudo ser elegido en su ausencia. Pero, sin embargo, se subraya que aun ahora Saúl es un hombre modesto y humilde, que se retrae en lugar de querer ser rey. Pero era de una presencia impresionante y la mayoría de la asamblea lo reconoció instantáneamente. Y fue así que Saúl fue aclamado rey: Ni Samuel ni Dios se lo impusieron a los israelitas, sino que fue aceptado por los representantes de Israel en general. (Se insinúa que los perversos eran pocos.) Era importante que el primer rey de Israel recibiera el apoyo de un pueblo unido, por lo tanto resultaba apropiado que el pueblo lo aceptara libre y voluntariamente como rey. Este hecho explica por qué había sido necesario guardar el secreto hasta este momento.

El v. 25 se refiere a un documento que se guardó en el santuario, donde sin duda los sacerdotes lo cuidaban. Ha sido descrito como la constitución real. No se nos dan detalles de su contenido, pero probablemente era una versión ampliada de Deut. 17:18-20. El proceder de un rey se refiere a las leyes del reino (DHH) que sin duda incluían los derechos y deberes. En otras palabras, era un documento que le decía al rey lo que tenía el derecho de esperar de sus ciudadanos, y cuáles eran sus deberes, bajo Dios, hacia ellos. De esta manera el rey y el pueblo asumían una relación mutua de pacto.

Saúl se fue a su casa como todo el mundo (26); Gabaa parece haberse convertido, a su tiempo, en su ciudad capital. Al principio de la monarquía no existiría un sistema centralizado de impuestos, y Saúl por el momento dependía del cultivo de sus tierras para mantenerse (ver 11:5).

En realidad no sorprende que hubiera israelitas cínicos que dudaban de la habilidad de Saúl para guiar a Israel hacia la victoria sobre los filisteos (27). Si los ancianos israelitas habían sido culpables de rechazar la monarquía de Dios, estos hombres eran culpables por partida doble porque habían rechazado también la elección divina de quien sería el rey humano. Se los describe como perversos o indignos (BJ).

Biblia Latinoamericana (San Pablo, 1995)



[.] Aquí viene la continuación lógica del capítulo 8, y es otro relato de la elección de Saúl. Este capítulo no se opone al anterior en forma demasiado chocante, pues en aquel Samuel consagraba a Saúl en forma secreta, y aquí el sorteo pone de manifiesto al elegido de Dios. La Biblia nos presenta el mismo acontecimiento contado por dos hombres de convicciones opuestas. El primero veía en la institución de reyes una cosa buena y conforme a los planes de Dios (cap. 9-10); el segundo veía en ésta una novedad peligrosa que Dios solamente toleraba. Al yuxtaponer los dos relatos, la Biblia nos da a entender que toda decisión política es discutible y que, habitualmente, los que defienden posiciones contrarias tienen cada uno parte de la verdad. Está escondido en medio de los equipajes (22). Aquí empieza la tragedia de Saúl, rey a pesar suyo. Los israelitas pedían un rey a causa del peligro exterior (los filisteos), pero, en sus convicciones profundas, repudiaban toda autoridad. El mismo Saúl no se sentía hecho para gobernar. A pesar de que se destacaba por su buena presencia (sobresalía de los hombros arriba) y por su valentía, como lo muestra el capítulo 11, no era de los que se arriesgan. Era un hombre porfiado, apegado a las ideas de su tiempo (ver c. 25). Saúl, hombre modesto, no tenía la humildad que a Dios le gusta y que permite emprender cosas nuevas y grandes sin temor al posible fracaso. Todos aclamaron ¡Viva el rey! (24). Hemos presenciado muchos congresos entusiastas como éste y que no llevaron a ningún resultado positivo. Como pasa a muchos dirigentes, Saúl, al día siguiente, se encuentra solo en medio de un pueblo que cree haberlo solucionado todo porque se llevó a cabo una elección.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Elección del rey a suerte. Después de haber leído el pasaje de la elección y unción «privada» de Saúl por parte de Samuel (9,26-10,16) uno podría pensar que este relato, o está de más o que se trata de un acto poco serio de Samuel que convoca al pueblo para nombrar el rey que le han pedido y que lo que aquí hace es una farsa, pues ambos saben que ya Saúl no sólo ha sido el elegido, sino además ungido. Pero no, lo que sucede en realidad es que se trata de dos versiones, dos tradiciones sobre la elección y unción de Saúl como primer rey de Israel, las cuales aparecen aquí una después de la otra como la cosa más normal. Al parecer la primera versión es la que defendió la institución de la monarquía como la mejor salida a la problemática y a la decadencia de la institución de los jueces que ya no se comportaban como Samuel (8,5); se trataría, entonces, de una búsqueda de recuperación de la justicia social; la segunda tradición a la cual responde la versión del modo como es elegido y ungido Saúl, responde a un enfoque de carácter nacional; Israel enfrenta las amenazas de otros pueblos vecinos más fuertes y poderosos sin que nadie lo defienda; la monarquía debía ser el remedio para librarlos de esas amenazas. Saúl cuenta ya desde su elección con un bando del pueblo que lo apoya, pero también con otro sector que lo rechaza y desconfía de él: «¡Qué va a salvarnos ése!».

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*8-12 Estos capítulos abren el horizonte inédito de la institución monárquica, desde perspectivas contrapuestas acerca de su legitimidad. Por una parte, los capítulos 1Sa 8:1-22 y 1Sa 12:1-25 acaparan las reflexiones acerca de la institución; por otra, por los restantes discurre el itinerario regio de Saúl: su unción secreta, el reconocimiento público y su aclamación.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Sa_7:5+

NOTAS

10:17 Tradición del santuario de Mispá, ver 1Sa_7:5+, paralela a la de la unción, 9:26—10:16. Sobre este sorteo, ver Jos_7:14-18.

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Sa_7:5+

NOTAS

10:17 Tradición del santuario de Mispá, ver 1Sa_7:5+, paralela a la de la unción, 9:26—10:16. Sobre este sorteo, ver Jos_7:14-18.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 10.1 En el texto hebreo no aparece la frase Y esta será la prueba de que, la cual ha sido tomada del griego (LXX).

[2] 10.1 Tú lo gobernarás... gobernante de su pueblo: Estas dos frases no aparecen en el texto hebreo y han sido tomadas de la versión griega (LXX).

[3] 10.26 Varios valientes: según un ms. hebreo antiguo y la versión griega (LXX). Heb. el ejército.

Torres Amat (1825)



[1] Engir a los reyes fue en el pueblo hebreo una predicación del Mesías, quien debía ser Rey, Sacerdote y Profeta.

[3] Los hebreos veneraban este lugar por la aparición de la misteriosa escala. Gen 28.