Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
Amistad de David con Jonatán (18:1-5).
1
Cuando hubo acabado de hablar David con Saúl, el alma de Jonatán se apegó a la de David, y le amó Jonatán como a sí mismo. 2
Aquel día tomó Saúl a David y no le dejó que se fuera a la casa de su padre. 3
Jonatán hizo pacto con David, pues le amaba como a su alma, 4
y, quitándose el manto que llevaba, se lo puso a David, así como sus arreos militares, su espada, su arco y su cinturón. 5
David salía a combatir donde le mandaba Saúl, y siempre procedía con acierto. Saúl le puso al mando de hombres de guerra, y toda la gente estaba contenta con él, aun los servidores de Saúl.
Esta sección falta en el códice ? de la versión griega. Parece que está invertido el orden de los v.1 y 2. Saúl quiso que David, al que antes no conocía (17:55), se quedase definitivamente en su casa. La hazaña realizada impresionó a él, y mucho más a su hijo Jonatán, que en otro tiempo realizó también una gran proeza (c.14)·Dice el texto que el alma de Jonatán se apegó (
niqsherah, Gen_44:30), se aglutinó con la de David, a quien amó
como a su alma. No se especifica la naturaleza del pacto entre ambos; quizá sea el pacto de la sal (
Num_18:19; 1 Crón1 13-5) en virtud del cual los interesados se obligaban a prestarse mutua ayuda y a no causarse mal alguno. Como símbolo de esta alianza y mutua entrega, Jonatán se despoja de sus vestidos y armamento y se los puso a David. Entre los orientales,
la personalidad abarcaba también los vestidos (
2Re_2:13;
Rut_3:9);
al entregarle sus vestidos quiere Jonatán darle a entender que se daba a sí mismo.
Saúl, víctima de los celos (Rut_18:6-16).
6
Cuando hicieron su entrada después de haber muerto David al filisteo, salían las mujeres de todas las ciudades de Israel, cantando y danzando delante del rey Saúl con tímpanos y triángulos alegremente, 7
y, alternando, cantaban las mujeres en coro: Saúl mató sus mil, pero David sus diez mil. 8
Saúl se irritó mucho, y esto le desagradó, pues decía: Dan diez mil a David y a mí mil; nada le falta si no es el reino. 9
Desde entonces miraba Saúl a David con malos ojos. 10
Al otro día se apoderó de Saúl el mal espíritu, y desvariaba en su casa. David tocaba el arpa, como otras veces. Tenía Saúl en la mano su lanza, 11
y, blandiéndola, la lanzó contra David, diciendo: Voy a clavar a David en la pared. Pero David esquivó el golpe por dos veces.12
Comenzó Saúl a temer a David, pues veía que estaba Yahvé con éste, mientras que de él se había apartado. 13
Alejóle de sí, haciéndole jefe de millar, y David entraba y salía a la vista de todo el pueblo; 14
en todas sus empresas se mostró acertado, porque Yahvé estaba con él. 15
Vio, pues, Saúl que era muy precavido, y le temía. 16
Todo Israel y todo Judá amaba a David, que a su vista entraba y salía.
La proeza de David desparramóse como gota de aceite por todo Israel. Por las ciudades, villas y aldeas por donde pasaba Saúl con su comitiva, salían las mujeres cantando y danzando, acompañándose de tímpanos y triángulos (
Exo_15:20-21; Juc c.5;
Exo_11:34), mientras repetían el estribillo:
Saúl mató sus mil, pero David sus diez mil. Estos cantos de gloria jugarán un papel importante en las relaciones entre Saúl y David (
Exo_21:12;
Exo_29:5).
Las preferencias del pueblo por el joven David eran manifiestas, lo que despertó en el corazón de Saúl la enfermedad de los celos, que no le abandonó en toda su vida. A veces su melancolía le impelía a obrar con el mismo frenesí con que lo hacían los nabis (
Exo_10:5;
Jer_29:26). Sus celos aumentaron a medida que los acontecimientos demostraban las preferencias de Yahvé por David.
Matrimonio de David (Jer_18:17-30).
17
Dijo Saúl a David: Mira, te daré por mujer a mi hija mayor, Merob; pero has de mostrarte valiente y hacer las guerras de Yahvé; pues se decía: No quiero poner mis manos sobre él; que le maten las de los filisteos. 18
David respondió a Saúl: ¿Quién soy yo y qué es mi vida, qué la casa de mi padre, para* que sea yo yerno del rey? 19
Pero cuando llegó el tiempo en que Merob, la hija mayor de Saúl, había de ser entregada a David, se la dio por mujer a Hadriel, de Mejolá. 20
Micol, la otra hija de Saúl, amaba a David; lo supo Saúl, y esto le agradó 21
pues se decía: Se la daré para que le sirva de lazo y le haga caer en las manos de los filisteos. Dijo, pues, Saúl a David: Por segunda vez voy a darte ocasión de ser yerno mío. 22
Al mismo tiempo dio órdenes a sus servidores, diciéndoles: Hablad a David a escondidas de mí y decidle: El rey te estima y todos sus servidores te queremos; haz por ser yerno del rey. 2 3
Dijéronle a David esto los servidores, y respondió David: ¿Os parece cosa fácil eso de ser yerno del rey? Yo soy hombre de poco y de poca hacienda. 24
Fuéronle a contar a Saúl sus servidores lo que decía David, 25
y él les dijo: Habladle así: No necesita el rey dote; sólo quiere cien prepucios de filisteos para vengarse de sus enemigos. Así pensaba Saúl que caería David en manos de los filisteos. 26
Cuando los servidores dijeron a David las palabras que había dicho Saúl, le agradó a aquél la condición puesta para ser yerno del rey. 27
Y salió David con los que estaban a su mando y mató cien filisteos, trayéndose sus prepucios, y los entregó al rey. Y cuando se cumplieron los días para ser su yerno, dióle Saúl por mujer su hija Micol. 28
Saúl vio claramente que Yahvé estaba con David y que todo Israel le amaba. 29
Temíale Saúl más y más cada vez, y fue toda su vida enemigo de David. 30
Los príncipes de los filisteos hacían incursiones; pero cada vez que salían, David, por su habilidad, alcanzaba mejor suceso que todos los otros servidores de Saúl, y su nombre llegó a ser muy celebrado.
Conforme a lo dicho en 17:25, cumple ahora Saúl su promesa de dar a David por mujer a su hija. Los y.17-19 faltan en el códice ? de los LXX. Sabía David que tenía derecho a ello, pero, por formulismo, declinó el ofrecimiento. Faltó Saúl a su palabra al entregar a su hija mayor, Merob, a Hadriel, que en
2Sa_21:8 aparece como esposo de Micol, la hija menor de Saúl. Era Hadriel natural de Abel-Mejola, patria de Elíseo (
1Re_19:16), aldea que se hallaba al sur de Betsán, en la depresión del río Jordán. Viendo Saúl que no cayó David en el lazo que le tendió, buscó otro medio para perderle. Conociendo el amor de Micol por David, pensó Saúl que había encontrado la manera de liquidarlo. Ningún impedimento pondría a que se casara con su hija menor en el caso de llevar a término una hazaña concreta y difícil: matar a cien filisteos, trayendo en trofeo y como comprobante sus prepucios. El
mohar era la dote que aportaba el pretendiente al padre de su prometida (
Gen_34:12;
Exo_22:16).