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Y sin duda alguna, grande es el misterio de la piedad:
Él ha sido manifestado en la carne,
justificado en el Espíritu,
aparecido a los ángeles,
proclamado a los gentiles,
creído en el mundo,
levantado a la gloria.
(I Timoteo 3, 16) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)



CAPÍTULO 3

2. Los MINISTROS (3/01-13).

a) Requisitos para el episcopado (3,1-7).

La primera parte de las instrucciones sobre disciplina eclesiástica se centró en el culto (2,1-15). La segunda parte trata de los ministros de la comunidad cristiana. Pablo habla a Timoteo de una serie de dotes necesarias para el cargo de «obispo» (3,1-7) y para el cargo de diácono (3, 8-13). Las dotes requeridas no se refieren solamente a las obligaciones estrictas de estos ministros, sino a los requisitos necesarios para su aptitud personal para el cargo. El título de «obispo» (= «vigilante» o «inspector»)29 no tiene aún en las cartas pastorales el significado que llegará a tener en el siglo II en la IgIesia cristiana. Aquí, como en otros pasajes del Nuevo Testamento 30, se designa con este nombre el cargo del que preside Ia Iglesia local, el responsable de la comunidad; hay varios en cada comunidad 31, y se los designa también en el Nuevo Testamento con el nombre de «presbíteros».

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29. Tal vez tomaron los cristianos este nombre de la secta de Qumrán, donde el «vigilante» e «inspector» (mebaqqer) tenía que desempeñar en las comunidades de esa secta tareas semejantes a las del «obispo» de las cartas pastorales, y lo llenaron de nuevo contenido.

30. Act_20:17-28; Phi_1:1; Tit_1:7. 31. Phi_1:1.

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1 He aquí una sentencia veraz: «Aspirar al episcopado es desear una noble función.» 2 Por tanto, el responsable debe ser irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, ponderado, educado, hospitalario, buen pedagogo; 3 no debe ser bebedor ni pendenciero, sino amable, pacífico, desinteresado.

Con la fórmula ya concebida (cf. 1,15) se introduce una cita que ensalza la gloria del cargo de responsable de la comunidad y señala con especial insistencia su grandeza. Precisamente porque estar a la cabeza de una comunidad es una tarea elevada y sagrada tiene Pablo que poner algunos requisitos. El Apóstol quiere como ministros de la comunidad a personas disciplinadas, morales. Debemos observar que, como pastor de almas inteligentes y con experiencia, tiene en cuenta en sus requisitos la situación de la comunidad en cuestión, de entre cuyos miembros se eligen los ministros. ¿Cuáles son las dotes exigidas al responsable de la comunidad? Usando términos generales se dice, en primer lugar, que ha de ser «irreprochable». No debe haber ninguna mancha en la vida de tal hombre; debe ser digno de la confianza de la comunidad. El significado claro de esta irreprochabilidad, en todos sus aspectos, quedará claro con los requisitos que a continuación se exponen. Debe ser marido de una sola mujer. Esto no quiere decir solamente que no haya de haber sombra alguna en la vida matrimonial de ese hombre, sino que después de la muerte de su mujer no contraerá nuevo matrimonio. Mientras el Apóstol permite expresamente a los cristianos un segundo matrimonio 32, le pone este requisito al responsable de la comunidad, como primer paso hacia el ideal de celibato que la Iglesia impondrá más tarde como obligatorio a sus ministros. El responsable de la comunidad debe ser además sobrio, moderado en el uso del vino; debe ser ponderado al juzgar las circunstancias y en sus decisiones. Toda su vida debe estar presidida por la honradez y la honestidad. Continuamente se pide a los cristianos en el Nuevo Testamento que sean hospitalarios con los extranjeros y con los hermanos que estén de viaje 33. Es, pues, comprensible que también la casa de quien preside la comunidad deba estar siempre abierta a los hermanos que están de paso y a los cristianos necesitados de ayuda o en apuros. Otra de sus tareas es la instrucción de los cristianos. Por eso debe tener una aptitud especial para enseñar.

El responsable de la comunidad no puede ser bebedor, pendenciero ni hombre violento; debe presidir la comunidad como ejemplo de comedimiento, de carácter pacífico y de desinterés.

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32.Rom 7,2s; 1Co_7:39; 1Ti_5:14.

33.Cf. 1Ti_5:10; Rom_12:13; Heb_13:2; 1Pe_4:9; 3Jo_1:5.

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4 Debe llevar bien su propia casa, teniendo sumisos a sus hijos con dignidad. 5 Porque, si uno no sabe llevar bien su propia casa, ¿cómo podrá cuidarse de la Iglesia de Dios reunida? 6 No debe ser un neófito, para que no incurra en la misma condenación de orgullo, en la que incurrió el diablo.

Con especial insistencia considera Pablo el requisito de que la vida familiar del responsable de la comunidad sea irreprochable. En estos primeros tiempos los ministros de la comunidad estaban casados, el celibato es una obligación eclesiástica introducida más tarde. Si el responsable de la comunidad está casado, debe mostrar, en el pequeño círculo de su familia, que sabe dirigir bien su propia casa, que sabe educar a sus hijos en obediencia y honradez. Si fracasa en la dirección de su propia familia, no se le puede confiar la gran familia de la comunidad cristiana, con todas sus dificultades externas e internas.

El responsable de la comunidad no debe ser un neófito. El Apóstol había trabajado ya en éfeso en los años 54-57 y había fundado allí una comunidad cristiana. Es pues perfectamente comprensible que pida que el responsable de la comunidad haya demostrado por algún tiempo su firmeza en la fe y en la vida cristiana. La responsabilidad del cargo es demasiado grande para un neófito, que no está aún muy firme en la fe y se encuentra ocupando de repente un puesto directivo. Como pastor de almas con experiencia y como conocedor inteligente de los hombres, Pablo sabe que un recién convertido al que se le coloca a la cabeza de una comunidad sucumbe fácilmente a tentaciones de orgullo y arrogancia, y, si sucumbe a estas pasiones, el demonio cumplirá en él el juicio de castigo de Dios.

7 Conviene también que tenga buena reputación entre la gente de fuera, para que no caiga en descrédito ni en las redes del diablo.

Como última condición exige Pablo una «buena reputación entre la gente de fuera», entre los judíos y los paganos, que están fuera de la Iglesia cristiana. El Apóstol dirige a menudo exhortaciones semejantes a sus comunidades y a sus discípulos 34. Mucho más importante es esta reputación para el responsable de la comunidad. Una vida anterior no libre de mancha puede ser sacada a la luz fácilmente por hombres de mala voluntad y utilizada para destruir el prestigio del responsable de la comunidad. Su posición exige pureza y limpieza absolutas, porque toda mancha en la vida lleva consigo el peligro de recaer en los vicios y pasiones ya superados y puede convertirse en una trama mediante la cual Satán y sus satélites pueden llevarle a la caída total.

Si examinamos estos requisitos que Pablo pide al responsable de la comunidad, aparece claro que Pablo piensa en hombres de gran altura moral y firmes en la fe, dispuestos a obedecer a Dios en todo y a servir a Dios con amor. Conviene notar que Pablo no pide como requisitos determinadas cualidades humanas que los hombres gustamos tanto de exigir: talento sobresaliente, dotes oratorias brillantes, buena presencia, dotes de organizador... Lo importante para él es la disponibilidad, que brota de una fe auténtica y fuerte, para obedecer a Dios y para servir con amor.

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34.1Th_4:12; 1Co_20:22; Col_4:5; 1Ti_5:14; 1Ti_6:1; Tit_2:5.8.10.

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b) Requisitos para el diaconado (Tit_3:8-13).

Junto al cargo de «obispo», responsable de la comunidad, aparece en las cartas pastorales el cargo de diácono. La tarea de estos «servidores» era, además de ocuparse de los pobres35, predicar36 y administrar el bautismo37. Pablo habla también de los requisitos que éstos tienen que cumplir.

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35.Cf. Act_6:1-7.

36.Cf. Act_8:5.

37.Cf.Act 8,12.26-38.

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8 Igualmente, los diáconos sean honrados, sin doblez, moderados en el uso del vino y libres de sórdidos negocios, 9 con conciencia pura, guarden el misterio de la fe. 10 También en ellos debe primero examinarse su vida y luego, si son irreprochables, podrán ejercer el oficio de diácono.

Puesto que los diáconos debían distribuir los donativos y las limosnas y velar por los pobres, se les confiaba el dinero de la comunidad. Por eso debían ser honrados en todos los aspectos. Debía ser posible confiar enteramente en su buena administración, y todo peligro de adquisición de dinero por vías no legítimas debía estar excluido.

Deben ser hombres que con una conciencia pura «guarden el misterio de la fe». Preocupándose de los pobres, predicando y administrando el bautismo, los diáconos entran en la categoría de pastores de almas. Por eso es necesario que conozcan el «misterio de la fe», la buena nueva de la salvación por Jesucristo, que Dios, el Señor, tuvo oculta y escondida, de forma que siguiera siendo un misterio hasta su revelación en Jesucristo. Conociéndolo, podrán predicarlo. Más aún: la buena nueva deben guardarla con «conciencia pura», sin mancha e inmaculada, pues nada perjudica más a la fe que el hecho de que un hombre impuro, viciado en su conciencia, salga a su favor.

La vida anterior y la conducta moral de estos hombres a quienes se va a asignar el cargo de confianza de diácono deben ser sometidas a un período de prueba. Sólo cuando se esté seguro de que su vida anterior ha sido limpia podrán ejercer su ministerio.

11 Las mujeres deben ser igualmente honradas, no calumniadoras; sobrias, fieles en todo.

En medio de la lista de las dotes requeridas en el diácono se menciona a las mujeres. ¿Se refiere a las esposas de los diáconos (pero entonces se esperaría encontrar en el texto «sus mujeres») o a mujeres que, como los diáconos, desempeñaban un cargo en la comunidad, las «diaconisas», de que Pablo habla más tarde (5,9-16) y a una de las cuales, «nuestra hermana Febe», alude en Rom_16:1 llamándola «servidora de la comunidad de Céncreas»? Como colaboradoras en la actividad caritativa de la comunidad, las tareas que tenían que desempeñar eran importantes. Por eso deben ser «honradas» en todos los aspectos. No deben entregarse a los pecados de la lengua, la murmuración, a la que las mujeres tienden fácilmente. Por eso se les pide también fidelidad en toda circunstancia.

12 Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y sepan llevar bien a sus hijos y a su propia casa. 13 Los que cumplan bien su oficio de diácono adquieren un grado honorable y una gran seguridad en la fe en Cristo Jesús.

Al igual que el obispo, responsable de la comunidad, también el diácono debe haber contraído matrimonio una sola vez, y con su vida familiar ejemplar, la buena educación de sus hijos y la acertada dirección de su casa debe mostrar su aptitud para el cargo de diácono y dar buen ejemplo a la comunidad.

Si el diácono ejerce fielmente su ministerio y cumple «bien su oficio» alcanza un «grado honorable». ¿Se refiere a un rango de honor dentro de la comunidad, al que el diácono fiel puede pasar a pertenecer sin perjuicio de su actividad servicial? ¿O se trata de un ascenso al cargo de «obispo», responsable de la comunidad, que en 3,1 se describe como una noble función? La fidelidad en el servicio le da al diácono gran seguridad para el día del juicio, cuando habrá de dar cuentas de su administración 38. Puede esperar con tranquilidad la sentencia de Dios, no fundado en sus servicios personales, sino en su fe en Jesucristo.

Las dotes que Pablo exige al diácono son semejantes a las del «obispo». Pero dos requisitos, que se nombran al final y que son característicos del cargo de «obispo» faltan en el de diácono: «buen pedagogo» y «no neófito». Con todo, exige Pablo, para el cargo inferior de diácono, hombres moralmente maduros, que resplandezcan por su vida cristiana en la comunidad y que estén dispuestos a obedecer a Dios con amor vivo.

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38.Cf. Luk_16:2; Mat_25:21.23.

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3. RAZÓN DE ESTAS INSTRUCCIONES: LA GRANDEZA DEL MISTERIO CONFIADO A LA IGLESIA (/1Tm/03/14-16).

14 Te estoy escribiendo esta carta con la esperanza de reunirme pronto contigo.

Pablo, según los planes que tiene en el momento de enviar la carta, quiere ir cuanto antes a visitar a Timoteo en éfeso. Pero sabe que su viaje puede demorarse por diversos motivos. Por eso da a su representante instrucciones relativas al orden de la comunidad, al culto (Mat_2:1-15) y a la elección de los ministros (Mat_3:1-13). La solicitud por sus comunidades acompaña siempre al Apóstol de las gentes y no le deja libre ni siquiera cuando está alejado físicamente de ellas. La íntima relación que tiene con Timoteo, «su verdadero hijo en la fe», le impulsa a darle instrucciones precisas para que sepa cómo debe portarse en la casa de Dios.

15 Pero si me retraso, quiero que sepas cómo debe uno portarse en la casa de Dios, o sea en la Iglesia del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad.

Se añade una razón más. La mirada del Apóstol se hace más amplia. Las directrices que acaba de bosquejar (Mat_2:13, Mat_2:13) no van dirigidas sólo a Timoteo en éfeso. Ante los ojos de Pablo está ahora toda la Iglesia del Asia Menor con todas sus comunidades; todas ellas han de tener en cuenta estas directrices disciplinares, dirigidas a la comunidad y a la Iglesia. Con una imagen que se usa muy a menudo en el Nuevo Testamento 39 se llama a la comunidad, a la Iglesia del Dios viviente, casa de Dios. Dios mismo, pues, que posee la plenitud de la vida y da la vida, habita en la comunidad. No está lejos de los cristianos, sino que «donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mat_18:20). ¡Qué consuelo, qué alegría para los cristianos, pero qué pesada responsabilidad también! El Dios santísimo que habita en la comunidad como en un templo, no tolerará que su casa sea profanada y destruida. «Al que destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; pues el templo de Dios es sagrado; y ese templo sois vosotros» (1Co_3:17).

Cambiando la metáfora designa dos características esenciales de la Iglesia, que significan lo mismo: columna y fundamento de la verdad. La Iglesia ha sido puesta por Dios en este mundo como una columna, como un cimiento sobre el cual, a la vista de todos los hombres, descansa la revelación de Dios. La Iglesia es la portadora y guardiana infalible e inconmovible de la verdad revelada por Dios. En ella descansa esta verdad, bien guardada y con seguridad. Desde la Iglesia, esta verdad penetra en las tinieblas del error, iluminándolas.

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39. Cf. 1Co_3:16; 2Co_6:16; Eph_2:19-22; Heb_3:6; IPetr 4,17.

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16 Y, sin ningún lugar a dudas, es grande el misterio de la piedad: se ha revelado en la carne, justificado en el Espíritu, visto por los ángeles, proclamado entre los gentiles, creído en el mundo, ascendido a la gloria.

El punto central de esta verdad revelada por Dios es el «misterio de la piedad», Jesucristo mismo. De él tratan, sin mencionar su nombre, las seis breves frases que, en forma compendiada, intentan abarcar el misterio de Jesucristo.

Probablemente estas frases concisas pertenecen a un himno cristiano primitivo, tal como se cantaba por aquel entonces en la comunidad 40. En tres pares de oposiciones: carne, Espíritu; mundo de los ángeles, mundo de los gentiles; mundo terreno, gloria del cielo, se expresa el misterio de Jesucristo.

La primera oposición, carne-Espíritu, intenta explicar el ser humano y divino de Cristo. La revelación de Cristo «en la carne» se contrapone a la justificación «en el Espíritu». La revelación «en la carne» es la encarnación de Cristo, que, existiendo desde antes del mundo junto a Dios, entró en el mundo y se hizo hombre, tomando un cuerpo de hombre. El Espíritu justificó y acreditó a Cristo como ser divino. Lo hizo mediante su vida maravillosa, su resurrección41 y su ascensión al Padre42. Dios, mediante el «Espíritu», manifiesta ante todo el mundo a Jesús, llevado a la cruz como malhechor, y le proclama «justo» y «santo» (Act_3:14). Por la resurrección, que se produjo por virtud del Espíritu (cf. Rom_8:11), recibió el hombre Jesús la forma divina de ser.

La segunda oposición, visto por los ángeles-proclamado entre los gentiles, se refiere al triunfo de Jesús, que ascendió al cielo y quedó constituido como Señor de los ángeles y de todo el mundo. A los ángeles les fue «revelado» Cristo en figura humana visible cuando subía al cielo. Ahora le adoran, porque están enteramente sometidos a él, como Señor suyo 43. A esta preeminencia sobre los ángeles corresponde, en el ámbito de su señorío terreno, la proclamación de Cristo entre «los gentiles». En todo lugar donde se predique entre los gentiles la buena nueva de la redención por Jesucristo, se dará a conocer el dominio que le ha sido dado sobre toda la creación.

La tercera oposición, creído en el mundo-ascendido a la gloria, muestra la victoria de Cristo, ensalzado y glorificado. Es victoria en este mundo, porque el mundo cree en él; es victoria también en el ámbito celestial, porque la gloria de Dios le rodea para siempre, y él reina sentado a la derecha del Padre. El triunfo del Señor Jesucristo se hace patente en el mundo continuamente cuando los hombres se abren con fe a la predicación de la buena nueva como mensaje de salvación y llegan a una fe auténtica en Jesucristo. En el ámbito celestial, lo que patentiza su triunfo es el hecho de estar sentado a la derecha de Dios y de participar en su gloria.

La comunidad cristiana primitiva manifiesta en este himno -cuyas palabras se apropia aquí Pablo-, su fe en el Hijo eterno de Dios, que descendió a este mundo y se hizo hombre y que, después de su vida terrena y de la crucifixión, fue elevado a la derecha de Dios, el Señor de todo el cosmos, de los ángeles y de los hombres. «Sin ningún lugar a dudas, es grande el misterio de la piedad»; tan grande, tan incomprensible, que los hombres no lo entienden, sino que, en adoración humilde, se prosternan, junto con los ángeles, ante el Hijo eterno de Dios, que se hizo hombre y que ahora, como Señor, se sienta a la derecha de Dios.

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40.Cf. himnos semejantes en Eph_5:19; Col_3:16.

41.Cf. Rom 1.4.

42.Cf. Act_5:20 s; Phi_2:9-11.

43.Cf.Flp 2,11; Eph_1:20 s; Eph_3:10; 1Pe_3:22.



Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Elección de ministros sagrados: los obispos, 3:1-7.
1 Verdadero es el dicho: Si alguno desea el episcopado, buena obra desea; 2 pero es preciso que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, morigerado, hospitalario, capaz de enseñar; 3 no dado al vino ni pendenciero, sino ecuánime, pacífico, no codicioso; 4 que sepa gobernar bien su propia casa, que tenga los hijos en sujeción, con toda honestidad; 5 pues quien no sabe gobernar su casa, ¿cómo gobernará la Iglesia de Dios? 6 No neófito, no sea que, hinchado, venga a incurrir en el juicio del diablo. 7 Conviene asimismo que tenga buena fama ante los de fuera, porque no caiga en infamia y en las redes del diablo.

Dentro del tema del culto, de que el Apóstol viene hablando, ocupan un lugar importante los ministros sagrados. De ellos va a hablar ahora, y primeramente de los obispos (v.1-7).
Comienza diciendo que si alguno aspira al episcopado, desea una buena obra (????? ????? ???????? ) e introduce la afirmación con la fórmula verdadero es el dicho (?????? ó Aóyos), que ya explicamos al comentar 1:15. ¿Qué intenta significar el Apóstol bajo la expresión buena obra y por qué ese empeño en afirmar que la aspiración al episcopado es buena obra? Parece, en cuanto a lo primero, que buena obra equivale a oficio noble y excelente, pues la misión del obispo es la de cooperar con Dios a la salud de las almas y difundir el reino de Cristo. No es ya tan claro el porqué de esa afirmación aquí. Probablemente ese cargo de obispo, en contraste con los dones brillantes de curaciones o de glosolalia (cf. 1Co_12:8-10; 1Co_14:1-5), era poco apetecido en Efeso, pues carecía de todo aliciente humano y sólo representaba trabajo humilde y lleno de sinsabores. De ahí que Pablo trate de poner las cosas en su punto, haciendo hincapié en la excelencia del episcopado. Sin embargo, debido precisamente a esa excelencia, el cargo de obispo exige un mínimo de condiciones, que el Apóstol enumera en los v.2-7. En esta enumeración, más que en las virtudes típicamente cristianas, como fe, esperanza y caridad, que sin duda se presuponen, se insiste en virtudes humanas, de inmediata repercusión en el trato con los demás. La mayoría de los términos son suficientemente claros y no hay por qué detenerse en explicarlos. Nos fijaremos únicamente en dos: marido de una sola mujer (v.2) y no neófito (v.6). Quiere San Pablo que el elegido para obispo no esté casado en segundas nupcias. La misma condición pone también para los diáconos (cf. v.12) y para las viudas inscritas como tales en el registro de la Iglesia (cf. 5:9). Sin embargo, para los fieles en general no condena las segundas nupcias (cf. 5:14; 1Co_7:39). La razón de esa exigencia, aunque San Pablo nada dice al respecto, parece ser porque las segundas nupcias no eran bien vistas, incluso entre los paganos, siendo consideradas como una falta de fidelidad a la primera mujer y como una falta de dominio de sí mismo. Más tarde, desde principios del siglo IV, la Iglesia latina irá más lejos y a sus ministros, sacerdotes y diáconos exigirá el celibato completo, como más conveniente a la entrega total que tal ministerio requiere (cf. 1Co_7:32-33) 353*·En cuanto a la otra condición, es decir, no neófito, la razón es obvia; pues un neófito o recién convertido a la fe no podrá tener normalmente la ciencia y autoridad necesarias para regir la comunidad. Sin embargo, San Pablo indica otro motivo: el de que, al verse elevado tan rápidamente, participe de la suerte de Lucifer, que cayó por soberbia. Todavía vuelve a hablar del diablo y de sus ardides, al referirse a la buena fama de que el obispo debe gozar ante los no cristianos (v.7; cf. 1Co_5:12; 1Te_4:12). Estas referencias al diablo son frecuentes en las Pastorales (cf. 1Ti_1:20; 1Ti_3:6-7; 1Ti_4:1; 2Ti_2:26) y también en las otras cartas paulinas (cf. Rom_16:20; 1Co_5:5; 1Co_7:5; 1Co_10:20-21; 2Co_2:11; 2Co_6:15; 2Co_11:14; 2Co_1:71 Efe_6:11; 1Te_2:9.18).
Así explicado el pasaje, queda aún por resolver la cuestión central: ¿qué entiende San Pablo bajo el término obispo?
De este punto ya tratamos ampliamente en la introducción a la carta. Como entonces dijimos, creemos que también aquí, en las pastorales, lo mismo que en los anteriores escritos del Nuevo Testamento, el término obispo sigue siendo sinónimo de presbítero, sin que tenga todavía el sentido técnico que adquirirá más tarde.

Los diáconos
, 3:8-13.
8 Conviene que los diáconos sean asimismo honorables, exentos de doblez, no dados al vino ni a torpes ganancias; 9 que guarden el misterio de la fe en una conciencia pura, 10 Sean probados primero, y luego ejerzan su ministerio, si fueren irreprensibles. 11 También las mujeres deben ser honorables, no chismosas, sobrias y en todo fieles.12 Los diáconos sean maridos de una sola mujer, que sepan gobernar a sus hijos y a su propia casa. 13 Pues los que desempeñaren bien su ministerio alcanzarán honra y gran autoridad en la fe que tenemos en Cristo Jesús.

Después de hablar de los obispos (v.1-7), San Pablo pasa a hablar de los diáconos (v.8-13).
A ellos se refirió ya en Flp_1:1. Probablemente el origen de los diáconos lo tenemos en la narración de Hec_6:1-6, a cuyo comentario remitimos. Muchas de las condiciones que Pablo exige en ellos son las mismas que para los obispos. Notemos únicamente que en lugar del genérico no codicioso (??????????? ), que pone para los obispos (v.3), aquí (v.8) habla de no dado a torpes ganancias (?? ????????????? ), sin duda porque los diáconos, encargados de la administración de bienes materiales y de la distribución de limosnas, estaban más expuestos a esa tentación. El misterio de la fe que deben guardar (v.9) no parece aludir a otra cosa que a la verdad evangélica considerada como un cuerpo de doctrina (cf. 4:6; 6:10.20). Lo de probados primero (v.10) no significa que haya de preceder un auténtico período de probación, sino que es una recomendación a que se observe bien antes su conducta, para ver si son dignos de tal cargo.
La intrusión de las mujeres del v.11 resulta totalmente inesperada, dado que antes (v.8-10) y después (v.12-13) se habla de diáconos. Creen algunos que es una alusión a las esposas de los diáconos, las cuales debían cooperar, con su buen nombre y fidelidad, a la labor de sus maridos. Sin embargo, juzgamos más probable, como suponen otros (M. Sales, Ricciotti, Dornier), que se trata de diaconisas, al estilo de Febe, mencionada en Rom_16:1, adscritas al servicio y asistencia material de las mujeres. Con ello, la ilación del pensamiento resulta más lógica: también los diaconos-mujeres. Nótese, en efecto, que el vocablo ???????? lo mismo puede ser masculino (cf. Rom_13:4) que femenino (cf. Rom_16:1), de ahí que San Pablo designe a las diaconisas simplemente como las mujeres, suponiendo que aún pertenecen a la misma categoría (diáconos) de que viene hablando. Si se refiriese a las cualidades de las esposas de los diáconos, ¿por qué antes habría omitido hablar de las cualidades de las de los obispos?
La observación final (v.13) parece estar destinada a dejar bien claro que, no obstante el carácter subalterno de su cargo, los diáconos que cumplan bien sus funciones ocupan una posición honorable en el seno de la comunidad. En el fondo es lo mismo que había dicho respecto de los obispos (cf. 3:1). No parece, en contra de lo que sostienen algunos autores, que Pablo esté apuntando a la posibilidad de promoción al presbiterado-episcopado, si cumplen bien sus funciones. Sería un modo de animar la generosidad muy poco conforme con el proceder y entrega desinteresada de San Pablo. De otra parte, en la Iglesia primitiva el diaconado era considerado como grado propio y permanente, y no como simple paso o etapa hacia el presbiterado, como sucedió después.

La Iglesia, columna y sostén de la verdad, 3:14-16.
14 Esto te escribo con la esperanza de ir a verte pronto,15 para que, si tardo, sepas cómo hay que comportarse en la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo, columna y sostén de la verdad. 16 Y sin duda que es grande el misterio de la piedad: Que se ha manifestado en la carne, ha sido justificado por el Espíritu, ha sido mostrado a los ángeles, predicado a las naciones, creído en el mundo, ensalzado en la gloria.

Estos versículos, haciendo resaltar la grandeza de la Iglesia, constituyen una especie de colofón a lo dicho sobre los ministros sagrados, cuya misión es la de estar al servicio de la misma.
El Apóstol dice expresamente a Timoteo que si le da las instrucciones que le viene dando es para que sepas cómo hay que comportarse en la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo, columna y sostén de la verdad (v.14-15). Magnífica descripción de la Iglesia. Si habla de Dios vivo es, sin duda, para caracterizarlo como el verdadero Dios, en contraposición a los ídolos (cf. 1Te_1:9; 2Co_6:16). La metáfora de la casa puede tomarse en dos sentidos: en cuanto que la Iglesia es como un edificio espiritual formado por piedras vivas que son los fieles (cf. Efe_2:21; Efe_4:12; 1Pe_2:5), o en cuanto que los fieles, por su condición de hijos de Dios, constituyen como la familia o casa de Dios (cf. Gal_6:10; Efe_2:19; Heb_3:5-6). Es posible que en la mente de San Pablo, al escribir casa de Dios, anduviesen aleteando juntos ambos significados. La expresión columna y sostén de la verdad, para caracterizar la misión de la Iglesia, es otra, imagen tomada de la construcción. El sentido es claro: como el basamento sostiene las columnas y las columnas sostienen y muestran a vista de todos las estatuas de los héroes, así la verdad de Dios, contenida en el mensaje evangélico, está sostenida y presentada al mundo por la Iglesia. Quien se aleja de la Iglesia no está en la verdad.
En el v.16, San Pablo hace como un resumen de esa verdad de Dios confiada a la Iglesia para su custodia y difusión en el mundo, y que es tema constante en las Pastorales (cf. 2:4; 2Ti_2:15.18. 25; 2Ti_3:7; 2Ti_4:4; Tit_1:1.14). La llama misterio de la piedad, expresión prácticamente equivalente a misterio de la fe, de que se habló en el v.q. El término misterio indica que se trata de una verdad por largo tiempo oculta en Dios y manifestada ahora (cf. Efe_3:9). En qué consista ese misterio de la piedad (??? ????????? ) ? del verdadero culto a Dios, lo dice el Apóstol a continuación, valiéndose de una estrofa de un himno cristiano primitivo, que parece copia literalmente. La estrofa es un canto a Cristo y consta de seis miembros distribuidos en tres pares antitéticos: carne-espíritu, ángeles-naciones, mundo-gloria. Maravilloso resumen de la vida y obra de Cristo: toma carne humana (cf. Jua_1:14), mostrado como quien es mediante el testimonio del Espíritu (cf. Jua_1:32; Jua_16:8; Hec_10:38), contemplado por los ángeles (cf. Luc_2:13; Mat_4:11; Mat_28:2; Efe_1:21), predicado a las naciones (cf. Hec_1:8), creído en el mundo (cf. Hec_5:14; Hec_15:3), ensalzado en la gloria (cf. Hec_1:9; Flp_2:9-11).
Podemos ver aquí la formulación primitiva del misterio del Verbo encarnado, verdadero Dios y verdadero hombre. La primera antítesis evoca el encuentro de dos mundos, el humano y el divino, en la persona de Cristo; la segunda presenta la proclamación a dos mundos, el celeste y el terrestre, de ese misterio de Cristo; la tercera, al igual que en Flp_2:9-11, completa la evocación del misterio de Cristo, recordando su exaltación a la gloria. A buen seguro que Timoteo y sus fieles, meditando este himno, se sentirían santamente orgullosos de su condición de cristianos.

Comentario de Santo Toms de Aquino


Lección 3: 1 Timoteo 3,12-16Dice que le escribió estas cosas para que, si dilatase en venir a él, sepa cómo deba portarse en la 1glesia.12. Diaconi sint unius uxoris viri, qui filiis suis bene praesint et suis domibus.13. Qui enim bene ministraverint gradum bonum sibi acquirent et multam fiduciam in fide quae est in Christo lesu.14. Haec tibi scribo, fili Timothee, sperans me venire ad te cito.15. Si autem tardavero, ut scias quomodo oporteat te in domo Dei conversan, quae est Ecclesia Dei viví, columna et firmamentum veritatis.16. Et manifesté magnum est pietatis sacramentum, quod manifestatum est in carne, iustificatum est in spiritu, apparuit angelis, praedicatum est gentibus, creditum est in mundo, assumptum est in gloria.Arriba mostró el Apóstol qué tales deban ser los diáconos y sus mujeres, aquí cómo se han de portar con ellas, con sus hijos y su familia. Alecciónalo y explícale la razón: "pues los que ejercitaren bien su ministerio".Dice pues: dije que las mujeres de los diáconos sean castas. Si por ellos sus mujeres tienen que guardar castidad, tanto con mayor razón ellos y en tal grado que estén inmunes de todo contacto de mujeres. Mas ya que según esto pocos fueran los ministros, concédeles que a lo menos sean maridos de una sola mujer, porque haber tenido muchas es señal de incontinencia y va contra la significación del Sacramento. Por eso el Señor instituyó el matrimonio de uno con una. De donde se bendice la primera mujer, no la segunda. Le avisa en seguida cómo ha de portarse con los hijos:-"que gobiernen bien sus hijos", a saber dándoles una buena educación en la disciplina y buena vida. "¿Tienes hijos? adoctrínalos" (Sir 7,25). Consiguientemente los exhorta a gobernar bien toda su casa, esto es, la familia, y con mansedumbre. "No seas en tu casa como un león, aterrando a tus domésticos y oprimiendo a tus subditos" (Sir 4,35). Y da la razón: "pues los que ejercieren bien su ministerio"... Como si dijera: lo que exiges de los obispos es cosa razonable, pues son prelados; mas ¿por qué del diácono, que es ministro? Responde: "pues los que... ", y muestra que el buen uso de este ministerio es vía para una mayor dignidad y vía para la vida eterna.Cuanto a lo primero dice: "pues los que bien administrasen ejercitando el oficio de diácono, "se granjearán un ascenso honorífico", esto es, merecen la promoción a un grado superior. "Porque fuiste fiel en lo poco, te constituiré sobre ¡o mucho" (Mateo 25,21).Y dice bueno, porque "quien desea obispado desea un buen ministerio". Con todo no está en esto su fin, mas con esto reciben de Dios su recompensa. "Quiero que donde estoy Yo ahí esté también mi servidor". (Jn 12). Por eso dice: "y mucha confianza", a saber, del auxilio de la gracia de presente, y de gloria en lo futuro.Y esto "en la fe", es a saber, por la fe de Cristo, "tal confianza tenemos" (I!Co 3,12). "Viviré lleno de confianza y no temeré" (Is 12,2).-"Esto te escribo". Da la razón de todas las antedichas moniciones y excluye: lo. la causa conjetural; 2o. establece la verdadera: "y si tardare"; indica la razón: "que es la 1glesia". Acerca de lo primero es de saber que pudiese Timoteo creer que desde que escribió Pablo, ya no lo vería más; de otra manera parecería inútil avisarle por carta. Por eso dice: "esto te escribo, hijo".Y le llama hijo, porque le era queridísimo. "Por eso os envié a Timoteo, que es mi hijo queridísimo". Y dice: "con la esperanza", como si no estuviese cierto. Escribo, pues, aunque tengo esperanza, porque la esperanza puede alargarse mucho. Por eso dice: " y si tardare", "para que sepas cómo debes portarte en la casa de Dios".-"que es la 1glesia". Señala la razón por qué así tenga uno que portarse en ella, y la otra doble razón de esta causa, recomendando a la misma 1glesia y su unidad: "y a todas luces". Y recomienda la 1glesia de parte de Aquel cuya es la iglesia, y de parte de la verdad de la misma 1glesia: columna. De parte de Aquel cuya es la 1glesia, porque es de Dios vivo. Dícese 1glesia como si dijéramos adunación, porque en la 1glesia está la adunación de los fieles, "a quienes llamó" (Rm 8); y se júntan para alabar a Dios, "para que ellos también en nosotros sean uno" (Jn 17). Por eso dice: que es de Dios; y añade: vivo, para distinguirlo de los otros dioses, a cuya honra se congregan las gentes; porque éstos son dioses muertos, pero el Dios de la 1glesia es vivo. Así como el Padre tiene la vida en sí mismo" (Jn 5,26). Sea pues nuestro trato y conversación en ella de tal suerte que espiritualmente vivamos. "A tu casa, Señor, le cuadra la santidad" (Sal 92,5).La segunda razón para recomendar la 1glesia se toma de la verdad de la misma 1glesia; pues siendo perfección del entendimiento, natural le es al hombre el deseo de conocer la verdad. De donde dice San Agustín que el fin del hombre es la felicidad, que no es otra cosa que la fruición de la verdad. Esto llegaron a conocerlo los filósofos por medio de las criaturas, aunque su conocimiento no era firme, por no tener certidumbre de la verdad, ya porque los errrores los habían corrompido, ya porque apenas se halla entre ellos quien concuerde con la verdad. Pero en la 1glesia hay un firme conocimiento y verdad. De donde dice: columna. "Mi trono en una columna de nubes" (Sir 24,7). "columnas de oro" (Sir 26,23). Dícese de oro porque en sí es santa; "y apoyo", a saber, cuanto a los otros, pues no pueden afianzarse en la verdad sino por los sacramentos de la 1glesia. "Tú una vez convertido confirma a tus hermanos" (Lc 22). "Yo afiancé sus columnas" (Sal 74,4). Debemos pues estar en la 1glesia, porque ella hace en Dios la unidad y da el conocimiento de la verdad.-"y a todas luces". Recomienda la verdad de la 1glesia, y primero a Cristo, que apareció para la manifestación de ella. Trata también de su exaltación y recomienda a Cristo cuanto a su doble naturaleza, divina y humana. Dice pues: "y a todas luces", porque sacramento es lo mismo que sagrado secreto, y nada tan secreto como lo que llevamos en el corazón. Mucho pues más secreto y sagrado lo que Dios lleva en el suyo. "Así es que las cosas de Dios nadie las ha conocido sino el espíritu de Dios" (1Co 2,2). "Mi secreto para mí" (Is 24). "Tú eres un Dios escondido" (Is 45). Y esto es el Verbo de Dios en el corazón del Padre. "Rebosa mi corazón una bella palabra" (Sal 44,2); puesto que este secreto es un sacramento de piedad, pero el secreto del hombre alguna vez es vano. "Eí Señor conoce los pensamientos de los hombres que son vanos" (Sal 93,1 1). Así pues, en cuanto es restaurativo del mundo, es sacramento de piedad.Asimismo grande, porque es el verdadero Dios, cuya grandeza no tiene fin. Y este secreto, que estaba escondido en el corazón del Padre, se hizo hombre. Por eso lo describe. También la naturaleza humana, cuanto a la carne y cuanto al alma. "Que se ha manifestado en carne". Así como la palabra que está escondida en el corazón se manifiesta por la palabra sensible, del mismo modo en el corazón de Dios estaba escondido el Verbo de Dios, mas se ha manifestado en la carne. "Y el Verbo se hizo carne". Cuanto al alma dice: "ha sido justificado por el Espíritu Santo", y esto se explica de 2 maneras. Una, porque no se crea que la carne primero fue concebida, lo niega diciendo que en el Espíritu, esto es, fue concebido por obra del Espíritu Santo. Porque lo que ha nacido de Ella es por obra del Espíritu Santo" (Mateo 1); y "lo que nacerá de Ti se llamará Hijo de Dios"; y esto porque "el Espíritu Santo descenderá sobre Ti". O, según otra explicación, en el Espíritu Santo humano, según San Juan 19: "entregó su espíritu". Y así se manifestó en la carne conjúntamente con el espíritu; y digo espíritu justificado, a saber, porque es justo y sin mácula.-"Ha sido visto de los ángeles". Muestra su manifestación hecha primero a ellos, luego a los hombres: "predicado a los gentiles". Habla pues de ese sacramento que se dejó ver de los ángeles, pero excede su conocimiento. Y dícese aparecerse ¡o que puede ser visto y no visto, a voluntad del que se aparece, pero no del vidente. Así que no se dice: se me aparece la piedra, sino veo la piedra. Si pues el ángel tuviese en su naturaleza o potestad la capacidad de ver al Verbo, no se dijera que el Verbo se le aparece, sino que él era visto cuando el ángel quisiese. Por eso dice el Apóstol que apareció a los ángeles, porque no lo vieron en su naturaleza. Y es verdad que desde el principio apareció a los ángeles cuando por su conversión a Sí (por la prueba) los edificó; mas cuando se encarnó muchos misterios llegaron a su noticia, que antes no habían conocido. Por eso dice Beda que en la Navidad apareció a los ángeles una claridad que no había sido antes vista de los hombres en la verdad. Y esto de dos maneras: lo. cuanto al ministerio de los apóstoles; 2a. cuanto al conocimiento de los pueblos a quienes se manifestaba; ya que antiguamente a sólo los judíos se manifestaba, pero ahora también a los Gentiles. Por eso dice: "ha sido predicado a los Gentiles". "Id pues y enseñad a todas las gentes" (Mateo 28). "Anunciad entre las gentes tu gloria" (Sal 95). Y esto eficazmente, porque "se creyó en el mundo". Esto pedía el Señor, y esto es lo más admirable: la conversión de todo el mundo por hombres sencillos, pobres e impotentes. "No hay entre vosotros muchos sabios" (1Co 1), "para que no se gloríe ningún hombre". Manifiesta también que sola la verdad de Dios hace esto, porque "fue elevado a la gloria", a saber, Cristo, porque, después de haberse manifestado, fue elevado a los cielos. "Así el Señor Jesús, después de haberles hablado, fue elevado al cielo". (Marcos 16,19) "y toda lengua confiese que el Señor Jesucristo está en la gloria de Dios Padre" (Fil 2,11).

Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento (Verbo Divino, 2004)



34 (B) El liderazgo en la comunidad (3,1-13)
(a) Principio básico (3,1). Algunos indican que la «afirmación cierta» (véase Tit. 3,8) hace referencia a 2,13-14, pero más bien parece re(-)calcar como auténtica tradición paulina lo que sigue a continuación, cargo de supervisor: Episkope es un término genérico y todavía no sig(-)nifica «episcopado» en el sentido moderno de la palabra.
(b) Requisitos para los obispos (3,2-7). Es(-)te texto y Tit. 1,6-8 parecen utilizar un listado anterior de requisitos. El autor de las pastora(-)les probablemente corrigió de varias maneras esa tradición anterior. El v. 7 parece ser cierta(-)mente una adición de ese tipo. 2. el obispo: Es decir, cualquier obispo/supervisor. Probable(-)mente se trataba de una especie de «pastor» al cargo de una Iglesia doméstica (véase el v. 5 y Tit. 1,7), pero tal vez tuviera también responsa(-)bilidades más amplias, marido de una sola es(-)posa: Véase Tit. 1,6. sobrio: Esto se refiere prin(-)cipalmente a la templanza en comer y beber, pero puede tener un significado más general. Véase Tit. 1,7. 3. desprendido del dinero: Véase Tit. 1,7. 4-5. Se supone que el obispo está casa(-)do y tiene hijos. Puesto que el autor de las pas(-)torales ve la asamblea de creyentes como «la casa de Dios» (1 Tim. 3,15), la manera en que el candidato gobierna su propia casa se consi(-)dera un buen indicador de su probable actua(-)ción como obispo. 7. La preocupación que ca(-)racteriza a las pastorales de que la comunidad cristiana sea atractiva para los de fuera deriva de la conciencia que en ellas se manifiesta de la universal voluntad salvífica de Dios (véase 1 Tim. 2,1-7).
(c) Requisitos para los diáconos (3,8-12). 8. diáconos: Normalmente, en el NT la palabra gr. diakonos Viene el sentido genérico de «servidor» o «ministro», pero en ocasiones, como aquí, se refiere a un cargo eclesial (lo mismo que en Flp. 1,1 y puede que también en Rom. 16,1; cf. Hch. 6,1-6). Resulta difícil determinar el papel preci(-)so de los diáconos en este período inicial, pues los diáconos/«camareros de mesa» de Hch. 6 también se dedicaban a la predicación (Hch. 7; 8,4-8.26-40). 9. el misterio de la fe: Los diáconos deben creer en la palabra y cumplirla. 11. mu(-)jeres: Puesto que las cualidades requeridas de las «mujeres» (o «esposas» [de los diáconos] -el gynaikas gr. es ambiguo) son prácticamente idénticas a las enumeradas en los w. 8-9, y no hay ninguna referencia semejante a las esposas de obispos o ancianos, el autor probablemente se refiera aquí a diaconisas. 12. También se su(-)pone que los diáconos varones están casados y tienen hijos (véanse Tit. 1,6-7; 1 Tim. 3,4-5).
(d) Conclusión (3,13). Aunque el ptc. «que ejercen» lo vincula con lo que se acaba de de(-)cir de los diáconos, este versículo parece servir para explicar por qué desear un «cargo de su(-)pervisor» (3,1) es una «obra hermosa».
35 (IV) Finalidad y perspectiva teológi(-)ca de 1 Tim (3,14-4,10).
(A) Finalidad: la conducta en la casa de Dios (3,14-16). 15. pero si tardo: ¡Los lectores originales sabían que la muerte de Pablo había causado un retraso muy largo! Sin embargo, él proveyó a la Iglesia de instrucciones oportunas tocantes a su conducta, casa de Dios: Expresión bíblica referida a Israel, pero con mayor fre(-)cuencia al templo de Jerusalén. En este caso re(-)fleja deliberadamente el carácter familiar de las comunidades cristianas primitivas, que solían reunirse en domicilios particulares. 16. mani(-)festado... gloria: Primitiva formulación poética del kerigma. Tres pares de frases dispuestas de manera que se yuxtaponen acontecimientos ce(-)lestiales/espirituales y terrenos. Con una sola excepción, las seis frases gr. tienen el mismo número de sílabas, misterio: Como en Col 1,26-
27 y 2,2, el «misterio» de la revelación de Dios (esto es, la revelación en el tiempo del momen(-)to otrora oculto de la salvación) se identifica con Cristo, ha sido manifestado en la carne: Pa(-)rece suponer algún tipo de preexistencia divina. justificado [o vindicado] en el espíritu: Se refie(-)re a la resurrección de Cristo.
(Reumann, J., «Righteousness» in the New Testament [Filadelfia 1982] 30. Schweizer, E., «Two Early Christian Creeds Compared», CINTI 166-177.)

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Rom_16:25+

[2] 2Ti_1:10; Tit_2:11; Tit_3:4; 1Co_6:11; Tit_3:5 s

[3] Mat_16:19; Hch_1:2, Hch_1:11

NOTAS

3:16 (a) En masculino: Cristo. Lo que sigue, después de una solemne introducción, es un fragmento de himno o de profesión de fe litúrgica, ver 1Ti_6:15-16; 2Ti_2:11-13, y Efe_1:3-14; Flp_2:6-11; Col_1:15-20.

3:16 (b) Cristo encarnaba la gracia divina, Tit_2:11; 2Ti_1:10, y el amor, Tit_3:4, y manifestaba en su vida la posesión del Espíritu, Tit_3:5; 1Co_6:11. Después de su resurrección se apareció a mensajeros, Mat_11:10; Luc_7:24; Luc_9:52, que predicaran y consiguieran la respuesta de fe del mundo. La carrera terrenal de Jesús terminó con la Ascensión, Luc_24:51.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Rom_16:25+

[2] 2Ti_1:10; Tit_2:11; Tit_3:4; 1Co_6:11; Tit_3:5 s

[3] Mat_16:19; Hch_1:2, Hch_1:11

NOTAS

3:16 (a) En masculino: Cristo. Lo que sigue, después de una solemne introducción, es un fragmento de himno o de profesión de fe litúrgica, ver 1Ti_6:15-16; 2Ti_2:11-13, y Efe_1:3-14; Flp_2:6-11; Col_1:15-20.

3:16 (b) Cristo encarnaba la gracia divina, Tit_2:11; 2Ti_1:10, y el amor, Tit_3:4, y manifestaba en su vida la posesión del Espíritu, Tit_3:5; 1Co_6:11. Después de su resurrección se apareció a mensajeros, Mat_11:10; Luc_7:24; Luc_9:52, que predicaran y consiguieran la respuesta de fe del mundo. La carrera terrenal de Jesús terminó con la Ascensión, Luc_24:51.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



la Casa de Dios

Aquí Pablo interrumpe su instrucción directa para describir la naturaleza de la iglesia, poniendo su enseñanza en perspectiva. Es altamente probable que Pablo ya había dado la esencia de estas instrucciones a Timoteo, pero las escribió para darle a Timoteo sostén durante su ausencia. El uso de la metáfora casa de Dios para describir la iglesia es un eco del v. 5 y explica por qué Pablo está preocupado de que un oficial gobierne bien su familia. El ahora amplía la ilustración al introducir una doble metáfora, columna y fundamento (v. 15).

Pablo no está dando más énfasis aquí a la iglesia que a la verdad. Si el significado es que el trabajo de la iglesia es para dar testimonio de la verdad, como también para combatir a los falsos maestros, la palabra traducida fundamento debe ser comprendida en el sentido de un baluarte puesto para defender la verdad.

La introducción aquí de lo que parece ser un himno es inesperada. Pero resume lo que Pablo describe como el misterio de la piedad (v. 16). El utiliza la palabra misterio en el sentido de un secreto que ahora ha sido revelado, pero en ningún otro lugar lo enlaza con la piedad. En vista de su énfasis en el servicio, debe tener en mente los aspectos prácticos de la piedad. Asume que la grandeza del misterio será evidente por sí misma.

Hay algunas preguntas acerca de la apertura del himno ya que algunos textos leen Dios en lugar de El. La esencia del himno está claramente relacionada con Cristo aunque él no está mencionado. Puede ser que Cristo fue mencionado en una porción anterior del himno, ahora perdida. La primera línea apunta a la encarnación. Hay también algunos desacuerdos acerca del significado de la segunda línea (justificado por el Espíritu). Esto podría referirse al espíritu humano de Jesús (en tal caso las palabras deberían ser traducidas en el espíritu) y la declaración entonces apuntaría a su vindicación por Dios en la resurrección. Esto proveería un buen paralelo con la primera línea. Es menos probable que pudiese hablar del Espíritu Santo como el agente en la vindicación.

La tercera línea es también difícil. Puede ser entendida en relación con la glorificación de Jesús, aunque este pensamiento aparece en la sexta línea. Puede también referirse al triunfo de Cristo mostrándose a sí mismo a los ángeles caídos, pero esto no cabe bien en el contexto. No es improbable que un paralelo fue la intención entre las líneas 3 y 6, en cuyo caso la primera interpretación es preferible. Ciertamente, las líneas 4 y 5 permanecen juntas, la predicación entre los gentiles y los creyentes en el mundo, ambas se refieren al ministerio apostólico ilustrado en Hech. Se ha sugerido que la línea 5 puede ser comprendida como a través del mundo, pero esto es menos probable. La línea de conclusión y recibido arriba en gloria pudo referirse a la ascensión, pero esto sería extraño después de la referencia a la predicación. Quizá todo está puesto con la intención de finalizar con la gloria del Cristo predicado.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter III.

How Bishops, and Deacons, and their wiues should be qualified, 14 and to what end S. Paul wrote to Timothie of these things. 15 Of the Church, and the blessed trueth therein taught and professed.
1 This is a true saying: If a man desire the office of a Bishop, he desireth a good worke.
2 A Bishop then must

[Of Bishops.]

be blamelesse, the husband of one wife, vigilant, sober, [ Or, modest.] of good behauiour, giuen to hospitalitie, apt to teach;
3 Not [ Or, not ready to quarell and offer wrong, as one in wine.] giuen to wine, no striker, not greedy of filthy lucre, but patient, not a brawler, not couetous;
4 One that ruleth well his owne house, hauing his children in subiection with all grauitie.
5 (For if a man know not how to rule his owne house, how shall he take care of the Church of God?)
6 Not a [ Or, one newly come to the faith.] nouice, lest being lifted vp with pride, hee fall into the condemnation of the deuill.
7 Moreouer, hee must haue a good report of them which are without, lest he fall into reproch, and the snare of the deuill.
8 Likewise must the Deacons bee graue, not double tongued, not giuen to much wine, not greedy of filthy lucre,
9 Holding the mysterie of the faith in a pure conscience.
10 And let these also first be proued; then let them vse the office of a Deacon, being found blamelesse.
11 Euen so must their wiues be graue; not slanderers, sober, faithfull in all things.
12 Let the Deacons be the husbands of one wife, ruling their children, and their owne houses well.
13 For they that [ Or, ministred.] haue vsed the office of a Deacon well, purchase to themselues a good degree, and great boldnesse in the faith, which is in Christ Iesus.
14 These things write I vnto thee, hoping to come vnto thee shortly.
15 But if I tary long, that thou mayest know how thou oughtest to behaue thy selfe in the House of God, which is the Church of the liuing God, the pillar and [ Or, stay.] ground of the trueth.
16 And without controuersie, great is the mysterie of godlinesse: God was manifest in the flesh, iustified in the Spirit, seene of Angels, preached vnto the Gentiles, beleeued on in the world, receiued vp into glory.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Misterio cristiano y falsos maestros. Al final del primer encargo importante dado a Timoteo, y a modo de conclusión, aparece claramente el objetivo de la carta: el traspaso de la autoridad apostólica. En la hipótesis de que la carta sea auténtica, es decir del mismo Pablo, hay que tomar estas palabras (14s) a la letra: Timoteo queda como delegado interino del Apóstol, el cual espera volver pronto o con un pequeño retraso. Si, como es más probable, la carta es posterior, con nombres simplemente representativos, las palabras sugieren el traspaso de la autoridad única de un apóstol a la generación siguiente de líderes responsables. En este caso, la mención de la ausencia ya definitiva de Pablo, que se consumó con su martirio en Roma, sería como un llamamiento conmovedor a la aceptación y a la fidelidad de la comunidad a los sucesores del ausente, encargados ahora de cuidar «la casa de Dios, que es la Iglesia del Dios vivo, columna y base de la verdad» (15).
Esta bella descripción de la comunidad cristiana apunta al misterio mismo de la salvación, que el autor expresa por medio de un himno litúrgico conocido probablemente por los destinatarios de la carta. El himno, síntesis de nuestra fe, proclama que este misterio no es una verdad abstracta, sino una persona, Jesucristo. El hombre que fue conocido como Jesús de Nazaret y que sufrió la muerte en la cruz y resucitó glorioso, es el mismo que ahora es proclamado a los paganos y creído en el mundo (16). Dado el contexto de la carta, el himno tiene la clara intención pastoral de reafirmar el contenido fundamental de la fe cristiana que ya se va extendiendo por todo el mundo.

Biblia Textual IV (Sociedad Bíblica Iberoamericana, 1999)

Poesía para ser recitada o cantada → Hch 16:25; Efe 5:19; Col 3:16;


El... A saber, DiosJua 1:14; 1Ti 2:5; 1Jn 4:2;
Espíritu...Jua 16:10; Mat 3:16; Mar 1:10; Luc 3:22; Hch 4:27; Hch 10:38.

Biblia Peshitta en Español (Holman, 2015)

a Rom 16:24;b Jua 1:14; 1Pe 1:20; 1Jn 3:5;c Luc 2:13; Luc 24:4-7;

d Mat 28:19; Rom 16:25;

e Mar 16:19; Hch 1:9; 1Pe 1:21

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



1. Ver nota Hec_20:17.

2-7. Ver Tit_1:6-9.

8. "Diáconos": ver nota Flp_1:1.

11. "Las mujeres", probablemente, no son las esposas de los diáconos, sino las diaconisas. Ver nota Rom_16:1.

16. "El misterio que veneramos" -literalmente, "el misterio de la piedad"- es la obra salvadora de Cristo, objeto central de la fe cristiana, que se revive y celebra en el culto litúrgico. Dicho misterio aparece resumido en este fragmento de un himno empleado en la liturgia de la Iglesia primitiva. En él se proclama la Encarnación, la Resurrección y la Glorificación de Jesús, manifestadas al mundo por medio de la predicación apostólica.

"Justificado en el Espíritu": esta expresión significa que la justicia y la gloria de Cristo se revelaron plenamente en su Resurrección por la acción vivificadora del Espíritu. Ver Rom_1:4.

Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)



EL MISTERIO DE LA PIEDAD: es el mismo misterio de la fe, objeto de nuestra veneración, y que se cifra en la persona de Cristo, que es el sujeto tácito de los seis incisos siguientes. Estos incisos parecen una estrofa de un himno cristiano, compuesto bajo la inspiración carismática.

|| FUE MANIFESTADO EN LA CARNE: es lo mismo que «el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y vimos su gloria» (Jua_1:14).

|| FUE JUSTIFICADO POR EL ESPÍRITU: por cuanto el Espíritu S. testificó la justicia, verdad y santidad de Jesu-Cristo; lo cual hizo ya en la resurrección (Rom_1:4; Rom_8:11…)» ya el día de Pentecostés, ya en las variadas manifestaciones carismáticas.

|| MOSTRADO A LOS ÁNGELES como Hijo de Dios (Heb_1:6; Efe_3:10).

Comentario al Nuevo Testamento (EUNSA, 2008)

El «misterio de la piedad» viene expresado en forma de himno, como un cántico en honor de Cristo, que se opone al «misterio de la iniquidad» (2 Ts 2,7). Parece como si frente a los habitantes de Éfeso que gritaban «¡Grande es la Artemisa de los efesios!» (Hch 19,28), San Pablo manifestara: «Grande es el misterio de la piedad». Este misterio lleva consigo la reconciliación-unión de los hombres con Dios, realizada en Cristo: Él toma nuestra carne sin dejar de ser Dios; las naciones de la tierra le reconocerán lo mismo que los ángeles en el Cielo; vive y habita en el corazón de los hombres por la fe, pero su morada está en la Gloria junto al Padre.


Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 3.1 Cargo de presidir la comunidad: Véase Flp 1.1 nota a.

[2] 3.2 Ser esposo de una sola mujer: Esta expresión, como también la aplicada a las viudas en 1 Ti 5.9, probablemente debe entenderse en el sentido de no haberse casado por segunda vez. Otras interpretaciones menos probables son: no tener más que una esposa (no tener simultáneamente varias esposas, o no tener, además de la esposa, una o más concubinas), o ser fiel a su esposa (prohibición del adulterio).

[3] 3.8-13 Diáconos: Eran ayudantes de los que presidían la comunidad.

[4] 3.12 Esposo de una sola mujer: Véase 3.2 n.

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

Rom 16:25; Efe 1:9; Efe 3:3; 1Pe 1:10-12.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*3:16 Fragmento de un himno litúrgico, que es también una confesión de fe; en ella se presenta el misterio de Cristo de forma ascendente: se parte de la carne y se llega a la gloria. El conjunto consta de tres estrofas, en cada una de las cuales se contrapone lo terreno y lo celestial, lo de abajo y lo de arriba; los verbos, al inicio de la frase y en pasiva, resaltan que toda la acción se remite a Dios.

Torres Amat (1825)



[2] En los primeros siglos de la Iglesia se elegían y ordenaban presbíteros y obispos personas casadas. Lo que dice Pablo de los obispos, se debe entender también de los presbíteros. [ 6] Engreído al verse en una dignidad tan alta.

[10] Examinadas su vida y sus costumbres.

[16] Habiendo triunfado sobre la muerte.

iNT-CEVALLOS+ Interlineal Académico Del Nuevo Testamento Por Cevallos, Juan Carlos

[I πνεύματι I] el Espíritu

[I ἔθνεσιν I] los gentiles

[I κόσμῳ I] el mundo.

Nueva Versión Internacional (SBI, 1999)

[d] de nuestra fe. Lit. de la piedad.

[e] Él. Lit. Quien. Var. Dios.

[f] como hombre. Lit. en la *carne.

[g] vindicado por. Lit. justificado en.

Nueva Traducción Viviente (Tyndale House, 2009)

O de la sumisión a Dios.

En griego Él, quien; otros manuscritos dicen Dios.

O en su espíritu.

Jünemann (1992)


16 i. En que todos convienen.
j. Divina de la redención.
k. Divino.
l. El misterio, la aparición: Cristo.




Greek Bible (Septuagint Alt. Versions + SBLGNT Apparatus)

Ὃς WH Treg NA28 ] θεὸς RP

Biblia Latinoamericana (San Pablo, 1995)



[=] *Jn 1:14 *Jn 16:10 *Rom 1:4 *1Pe 1:12 *Mc 16:19 *He 1:9