Ver contexto
Al enterarse Timoteo de la llegada de Judas, mandó por delante a las mujeres, los niños y el resto de la impedimenta al sitio llamado Carnión, pues era un lugar inexpugnable y de acceso difícil, por la angostura de todos sus pasos. (II Macabeos 12, 21) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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Acción contra Jope y Jamnia (12:1-9).
1 Concluido este tratado, partió Lisias al rey, y los judíos se entregaron a las labores del campo. 2 Pero de los jefes que quedaron en la región, Timoteo y Apolonio el de Genneo, y Jerónimo y Demofón, y a más de éstos Nicanor, gobernador de Chipre, no les permitían gozar de sosiego y de paz. 3 Por otra parte, los de Jope cometieron un enorme crimen. Invitaron a los judíos que entre ellos moraban, con sus mujeres e hijos, a subir en barcas dispuestas por ellos, como si no hubiera enemistad alguna 4 y obrasen conforme al común acuerdo de la ciudad. Aceptaron aquéllos, como deseosos de la paz y no sospechando nada malo; pero, llegados a alta mar, fueron echadas al fondo no menos de doscientas personas. 5 Cuando Judas llegó a saber la crueldad cometida contra los de su nación, dio orden a su gente; e invocando a Dios, justo juez, 6 vino contra los asesinos de sus hermanos, y de noche puso fuego al puerto, quemó las naves y mató a cuantos allí se habían refugiado. 7 Habiéndole cerrado la plaza, se retiró, pero con el propósito de volver de nuevo a exterminar de raíz a toda la población de Jope. 8 Informado de que los de Jamnia se proponían hacer otro tanto con los judíos allí domiciliados, 9 cayó de noche sobre ellos e incendió el puerto y quemó las naves, de modo que la claridad del fuego se veía desde Jerusalén, a distancia de doscientos cuarenta estadios.

No tardan en reanudarse las luchas de Judas contra Siria. En 1Ma_5:1-2 se achaca el comienzo de las mismas a la envidia de las naciones por la prosperidad de Judas. En nuestro texto se hace responsable de ello a los gobernadores de las aparquías de Celesiria, que azuzan a la población. El de mayor graduación era Timoteo, que, si no es idéntico al homónimo Deu_10:37, cabe al menos identificarlo con el Timoteo de 1Ma_5:6-11. De Apolonio Genneo no se tienen otras noticias, como tampoco de Jerónimo y Demofón.
Nicanor hallábase al frente de un destacamento de mercenarios chipriotas y es distinto del Nicanor protagonista de luchas contra Judea (1Ma_3:38), hijo de Patroclo (1Ma_8:9). La aversión de los helenistas hacia los judíos se manifestó en un episodio lamentable que costó la vida a doscientas personas. Este crimen es una impiedad. ¿Por qué este paseo en barca? ¿Montaron en ella por puro placer o para asistir a algún espectáculo náutico? En el programa de los festejos, uno de los números aprobados por las autoridades incluía un paseo por mar (10-8). El naufragio se achacó a la .mala voluntad de los helenistas. Siendo judíos la mayoría de los náufragos, corrió la voz de que se trataba de un plan previamente calculado, A los judíos se les invitó a montar en navíos preparados para ellos. Al llegar mar adentro, la barca zozobró, hundiéndose con la tripulación. Judas vengó rápidamente la afrenta. La ciudad fue tomada definitivamente por Simón (1Ma_13:11; 1Ma_14:5). También Jamnia fue devastada. Con la hipérbole utilizada quiere decir el autor que las llamaradas eran visibles desde muy lejos, no pudiendo, sin embargo, divisarse desde Jerusalén, distante del lugar unos cuarenta y cinco kilómetros.

Judas en Galaad (1Ma_12:10-31).
10 A nueve estadios de allí, cuando se dirigía contra Timoteo, le salieron al encuentro no menos de cinco mil árabes y quinientos jinetes. 11 Empeñada la lucha, con la ayuda de Dios los de Judas salieron vencedores; y los árabes nómadas, vencidos, pidieron la paz a Judas, comprometiéndose a darles ganado y ayudarles en todo. 12 Judas, convencido de que en mucho le podían ser útiles, hizo paces con ellos; concluidas éstas, se retiraron los árabes a sus tiendas.13 Atacó también una ciudad fuerte, rodeada de foso y murallas altas, poblada por gentes de todas las naciones, que se llamaba Caspín. 14 Los de dentro, confiados en la fortaleza de los muros y en el abastecimiento de víveres, insultaban groseramente a los de Judas y les lanzaban afrentas y dicterios. 15 Los de Judas, invocando al gran Señor del universo, que en tiempos de Josué, sin arietes ni máquinas de guerra, había derribado los muros de Jericó, atacaron con fiereza las murallas. 16 Tomada por la voluntad de Dios la ciudad, hicieron en ella atroz carnicería, hasta parecer como lleno de la sangre que a él había afluido un vecino estanque de dos estadios de ancho. 17 Después de una marcha de setecientos cincuenta estadios llegaron a Jaraca, a los judíos llamados tubienses. 18 No pudieron entonces apoderarse de Timoteo, porque, sin emprender nada, se había ido de aquella región, dejando en cierto lugar una muy fuerte guarnición. 19 Pero Dositeo y Sosípatro, generales del Macabeo, marcharon contra ella, y mataron a más de diez mil de los que Timoteo había dejado en guarnición. 20 El Macabeo organizó su ejército por cohortes, puso a aquellos dos al frente de ellas y partió en busca de Timoteo, que tenía a sus órdenes ciento veinte mil infantes y mil quinientos jinetes. 21 Así que supo éste la llegada de Judas, envió las mujeres y los niños y toda la impedimenta a un lugar llamado Camión, que era muy fuerte y de difícil acceso a causa de lo montuoso y quebrado del terreno. 22 Al aparecer la primera cohorte de Judas, se apoderó de los enemigos el pánico. Una aparición del que todo lo ve les infundió tal miedo, que se dieron todos a la fuga, cada uno por su lado, de suerte que unos a otros se molestaban y con las puntas de las espadas se herían. 23 Judas persiguió con encarnizamiento a aquellos criminales, matando hasta treinta mil hombres. 24 El mismo Timoteo, caído en manos de Dositeo y Sosípatro, instaba mucho que le dejasen libre, pues que tenía en su poder a muchos padres y hermanos de judíos, que no lo pasarían bien si él moría. 25 Dada su palabra con muchas seguridades de que los restituiría incólumes, le dieron libertad por amor de los hermanos. 26 Partió Judas contra Camión y contra el santuario de Atargates, donde dio muerte a veinticinco mil hombres. 27 Después de esta derrota y matanza, emprendió Judas la marcha hacia Efrón, ciudad fuerte, donde moraba una muchedumbre de diversas naciones. Jóvenes robustos, ordenados ante los muros, luchaban animosamente, y dentro había mucha provisión de máquinas y de proyectiles. 28Pero los judíos, invocando al Omnipotente, que con su poder aplasta las fuerzas enemigas, se apoderaron de la ciudad y mataron a veinticinco mil de los que estaban dentro. 29Partieron de allí, atacaron a Escitópolis, que dista de Jerusalén seiscientos estadios. 30 Pero ante el testimonio de los judíos que allí moraban de que los escitopolita-nos habían sido benévolos con ellos y en los días de su infortunio les habían guardado muchas deferencias, 31 les dieron las gracias, exhortándolos a continuar siendo benévolos con los de su linaje; y se vinieron a Jerusalén, próxima ya la fiesta de las Semanas, llamada de Pentecostés.

La narración, salvo algunas particularidades, es paralela a 1Ma_5:24-53. El texto puede inducir a error cuando dice que a nueve estadios de allí se enfrentó con un grupo de árabes, ya que fácilmente podría tomarse la ciudad de Jamnia como punto de referencia. El contexto siguiente induce a creer que el autor ha juntado bruscamente dos episodios, con lo que se desfiguran las perspectivas geográficas e históricas. Judas había pasado el Jordán y, al frente de su ejército, marchaba por la alta planicie de TransJordania. Caspín, que Abel identifica con la actual Kisfín, al norte de TransJordania, pagó cara su resistencia a Judas. De la horrible carnicería da idea la imagen utilizada por Jasón de que apareció lleno de sangre un estanque que medía doscientos setenta metros de largo l. Se discute sobre el significado de Jaraca. Unos la consideran como nombre propio de lugar, y la identifican con la actual Kerak, a veinte kilómetros al noroeste de Bosra, en la Batanea. Otros ven en ella un nombre común griego con el significado de trinchera, campo atrincherado, identificándolo con Diatema (1Ma_5:8-9). Los judíos de allí llamábanse tubienses por residir en el país de Tubi (1Ma_5:13).
Al tener noticia de que Judas llegaba al frente de sus soldados, mandó Timoteo encerrar en Camión o Carnáin (1Ma_5:43) a las mujeres y niños, creyendo que por encontrarse allí el santuario de Astarté, lugar sagrado para los gentiles, respetaría Judas el lugar. Pero nada significaba la estatua de Astarté para los judíos, acérrimos monoteístas. Judas se apoderó de Camión, dando muerte a gran número de hombres. Dice el texto que marchó contra el Atargateo, o sea, contra el templo dedicado a la diosa Syria, llamada Atargates o Deketo. Pero en nuestro texto se alude más bien al templo de la diosa Astarté, lugar de asilo, que dio su nombre a la población conocida por Astarot Carnáin (Gen_14:5), o Astarot (Deu_1:4; Jos_8:10)2.

Derrota de Gorgias (Jos_12:32-37).
32 Después de la fiesta marcharon contra Gorgias, general de los idumeos. 33 Salió con tres mil hombres de a pie y trescientos de a caballo; 34 y, trabada la batalla, fueron pocos los judíos que cayeron. 35 Un cierto Dositeo bacenorense, bravo jinete, agarró a Gorgias por la clámide, y tiraba de él vigorosamente, queriendo cogerlo vivo; pero vino sobre él un jinete tracio que le derribó el hombro, y así pudo Gorgias huir a Maresa. 36 Los soldados de Esdras hallábanse fatigados de la larga lucha; pero Judas invocó al Señor para que se mostrase su auxiliar y caudillo en la batalla. 37 Entonó en lengua patria un canto de guerra, y, cayendo de improviso sobre los de Gorgias, los puso en derrota.

Gorgias mandaba el ejército del sur de Palestina, en tierra de Idumea, tomando esta palabra en sentido amplio (1Ma_4:15), aliada de los seléucidas. Dositeo no es el mismo personaje de que se habló en el v.19. El jinete tracio salvó la vida a Gorgias. Los tracios tenían fama de ser buenos jinetes 3. Maresa o Marisa se encuentra en las inmediaciones de Bet Gibrin (Jos_15:44). Es la primera vez y la última que se menciona el nombre de Esdras, Esdrín o Esdrías, comandante del ejército de Judas. La intervención oportuna de Judas atenuó las consecuencias de la derrota, que nuestro autor deja entrever oscuramente para que el lector no forme un juicio desfavorable de los soldados campeones del yahvismo.

Sufragios por los muertos (Jos_12:38-46).
38 Retrajo Judas su ejército y lo condujo a Odulam. Llegado el día séptimo, purificados según la costumbre, celebraron allí el sábado. 39 Al día siguiente, como era necesario, vinieron los de Judas para recoger los cadáveres de los caídos y con sus parientes depositarlos en los sepulcros de familia. 40 Entonces, bajo las túnicas de los caídos, encontraron objetos consagrados a los ídolos de Jamnia, de los prohibidos por la Ley a los judíos; siendo a todos manifiesto que por aquello habían caído. 41 Todos bendijeron al Señor, justo juez, que descubre las cosas ocultas. 42 Volvieron a la oración, rogando que el pecado cometido les fuese totalmente perdonado; y el noble Judas exhortó a la tropa a conservarse limpios de pecado, teniendo a la vista el suceso de los que habían caído, 43 y mandó hacer una colecta en las filas, recogiendo hasta dos mil dracmas, que envió a Jerusalén para ofrecer sacrificios por el pecado; obra digna y noble, inspirada en la esperanza de la resurrección; 44 pues si no hubiera esperado que los muertos resucitarían, superfluo y vano era orar por ellos. 45 Mas creía que a los muertos piadosamente les está reservada una magnífica recompensa. 46 Obra santa y piadosa es orar por los muertos. Por eso hizo el sacrificio expiatorio por los muertos, para que fuesen absueltos de los pecados.

El sábado veníase encima y no era prudente ponerse al alcance del ejército de Gorgias para retirar los cadáveres. Judas retrasó su ejército unos quince kilómetros, refugiándose en el lugar del antiguo Odulam. Los muertos quedaron sobre el campo de batalla a causa de la proximidad del sábado y para que los soldados no quedasen contaminados al contacto con los cadáveres. Pasada la fiesta, dióse sepultura a los muertos, acto que, según la Vulgata, realizaron Judas y los suyos. La noticia de que cada uno de los soldados fue llevado al sepulcro de familia tiene un significado más bien ideal que real. Al levantar el cuerpo de los caídos en la batalla, comprendió Judas el porqué de la derrota sufrida: los muertos habíanse contaminado con el pecado de apropiarse el oro y plata que recubría las estatuas de los ídolos (Deu_7:25) y de llevar escondidas bajo la túnica ofrendas robadas al templo de Jamnia. Por su pecado los ha castigado Dios. Judas alaba al Señor por haberle dado a conocer las causas del desastre bélico y por haber demostrado a todos que nada se oculta a sus ojos. En la oración pidieron a Dios que el pecado no fuera imputado a los muertos como crimen irremisible. Creían los judíos que los muertos podían alcanzar en el otro mundo el perdón de algunos pecados, mayormente si los vivientes se interesaban por su salvación y hacían por ellos acciones satisfactorias (calmet). Los hechos amonestaban a los presentes a que no imitaran la conducta de sus compañeros, muertos en castigo de su pecado. Por el pecado colectivo se ofrecía un becerro, sobre el cual imponían las manos los ancianos de la asamblea. Su ceremonial se describe largamente en Lev 4:2-5:13. Al final del v.43 hace el epito-mador una reflexión sobre el proceder de Judas, con lo cual manifiesta su fe en la resurrección de los muertos. Si Judas no esperaba que los soldados muertos resucitaran algún día, era vano y superfluo orar por ellos. Los v.45-46, en el original griego, dicen: Así, siendo un pensamiento santo y bueno considerar que un magnífico galardón está reservado a los que mueren piadosamente, hizo el sacrificio expiatorio por los difuntos para que fuesen libres del pecado. Las variantes de la Vulgata tienden a poner de relieve el valor dogmático del texto. Las palabras pensamiento santo y bueno son palpablemente una glosa redaccional. La Vulgata las conserva y las une con el contexto siguiente, como si fuese la conclusión lógica de todo el episodio. Sancta ergo et salutaris est cogitatio pro defunctis exorare, ut a peccatis solvantur.
Tres enseñanzas de gran alcance se desprenden del texto anterior: a) No solamente cree Judas en la supervivencia de las almas, sino también en la resurrección de los muertos, b) A los que mueren con sentimientos de religiosa piedad les está reservada una magnífica recompensa en premio de su conducta religiosa y moral durante el curso de su vida, c) Está convencido Judas de que un sacrificio ofrecido en sufragio de los difuntos puede lograr que los pecados que cometieron les sean totalmente perdonados. Los soldados combatieron animosamente por su Dios y por su patria, pero tuvieron la debilidad de encandilarse por objetos impuros. Con terminología actual, cabe decir que Judas no veía en ello un pecado mortal, sino más bien una falta propia de niños irreflexivos. El robo de los objetos no era indicio de un acto de culto con los ídolos. Ellos, acogiéndose al derecho de guerra, se dejaron arrastrar por la avaricia, cometiendo con ello un pecado que no trasciende de las esferas de un pecado venial4. Esta impureza, en la mente de Judas, podía ser causa de que los difuntos no llegaran a la consecución del magnífico galardón a que tenían derecho por no haber sido totalmente perdonado su pecado. Los que están en vida, en estado todavía de merecer, pueden, con sus sufragios, lograr que este leve obstáculo sea removido. Por el carácter del relato puede conjeturarse que el autor sagrado polemiza contra los negadores de la creencia en la resurrección de que habló en 7:9. En este texto encontramos esbozada la doctrina de la Iglesia sobre el purgatorio y la práctica de los sufragios por los difuntos, ut a peccatis solvantur.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XII.

1 The Kings lieutenants vexe the Iewes. 3 They of Ioppe drowne two hundred Iewes. 6 Iudas is auenged vpon them. 11 Hee maketh peace with the Arabians, 16 and taketh Caspis. 22 Timotheus armies ouerthrowen.
1 When these Couenants were made, Lysias went vnto the king, and the Iewes were about their husbandrie.
2 But of the gouernours of seueral places, Timotheus, and Apollonius the sonne of Genneus, also Hieronymus, and Demophon, and besides them Nicanor ye gouernor of Cyprus would not suffer them to be quiet, and liue in peace.
3 The men of Ioppe also did such an vngodly deed: they prayed the Iewes that dwelt among them, to goe with their wiues, and children into the boats which they had prepared, as though they had meant them no hurt.
4 Who accepted of it according to the common decree of the citie, as being desirous to liue in peace, and suspecting nothing: but when they were gone forth into the deepe, they drowned no lesse then two hundred of them.
5 When Iudas heard of this crueltie done vnto his countrey men, he commanded those that were with him [to make them ready.]

6 And calling vpon God the righteous iudge, he came against those murtherers of his brethren, & burnt the hauen by night, and set the boats on fire, and those that fled thither, he slew.
7 And when the towne was shut vp, he went backward, [ Or, with a purpose to returne.] as if he would returne to root out all them of the citie of Ioppe.
8 But when he heard that ye Iamnites were minded to doe in like maner vnto the Iewes yt dwelt among them,
9 He came vpon the Iamnites also by night, and set fire on the hauen, & the nauy, so that the light of the fire was seene at Ierusalem, two hundred and fortie furlongs off.
10 Now when they were gone from thence nine furlongs in their iourney toward Timotheus, no fewer then fiue thousand men on foote, & fiue hundred horse men of the Arabians, set vpon him.
11 Whereupon there was a very sore battell; but Iudas side by the helpe of God got the victory, so that the Nomades of Arabia being ouercome, besought Iudas for peace, promising both to giue him cattell, and to pleasure him otherwise.
12 Then Iudas thinking indeede that they would be profitable in many things, granted them peace, wherupon they shooke hands, and so they [ Or went from place to place, with their families and cattell.] departed to their tents.
13 Hee went also about to make a bridge to a certaine strong citie, which was fenced about with walles, and inhabited by people of diuers countries, and the name of it was Caspis.
14 But they that were within it put such trust in the strength of the walles, and prouision of victuals, that they behaued themselues rudely towards them that were with Iudas, railing, and blaspheming, and vttering such words, as were not to be spoken.
15 Wherefore Iudas with his company, calling vpon the great Lord of the world (who without any rammes, or engines of warre did cast downe Iericho in the time of Iosua) gaue a fierce assault against the walles,
16 And tooke the citie by the will of God, and made vnspeakable slaughters, insomuch that a lake two furlongs broad, neere adioining thereunto, being filled ful, was seen running with blood.
17 Then departed they from thence seuen hundred and fifty furlongs, and came to Characa vnto the Iewes that are called Tubieni.
18 But as for Timotheus they found him not in the places, for before hee had dispatched any thing, he departed from thence, hauing left a very strong garrison in a certaine hold:
19 Howbeit, Dositheus, and Sosipater, who were of Maccabeus captaines, went forth, and slew those that Timotheus had left in the fortresse, aboue tenne thousand men.
20 And Maccabeus ranged his armie by bands, & set [ Dosubeus, and Sosipater.] them ouer the bands, and went against Timotheus, who had about him & hundred and twentie thousand men of foote, and two thousand, and fiue hundred horsemen.
21 Nowe when Timotheus had knowledge of Iudas comming, he sent the women and children, and the other baggage vnto a fortresse called Carnion (for the towne was hard to besiege and vneasie to come vnto, by reason of the straitnesse of all the places.)
22 But when Iudas his first band came in sight, the enemies (being smitten with feare, and terrour through the appearing of him that seeth all things) fled amaine, one running this way, another that way, so as that they were often hurt of their owne men, and wounded with ye points of their owne swords
23 Iudas also was very earnest in pursuing them, killing those wicked wretches, of whom he slew about thirtie thousand men.
24 Moreouer, Timotheus himselfe fell into the hands of Dositheus, & Sosipater, whom he besought with much craft to let him goe with his life, because hee had many of the Iewes parents, and the brethren of some of them, who, if they put him to death, should not be regarded.
25 So when hee had assured them with many words, that hee would restore them without hurt according to the agreement, they let him goe for the sauing of their brethren.
26 Then Maccabeus marched forth to Carnion, & to the Temple of [ i. Venus.] Atargatis, and there he slew fiue and twenty thousand persons.
27 And after he had put to flight, and destroyed them, Iudas remooued the hoste towards Ephron, a strong citie, wherin Lysias abode, and a great multitude of diuers nations, and the strong yong men kept the wals, and defended them mightily: wherin also was great prouision of engines, and darts.
28 But when Iudas and his company had called vpon Almighty God (who with his power breaketh the strength of his enemies) they wanne the citie, and slew twentie and fiue thousand of them that were within.
29 From thence they departed to Scythopolis, which lieth sixe hundreth furlongs from Ierusalem.
30 But when the Iewes that dwelt there had testified that the Scythopolitans dealt louingly with them, and entreated them kindely in the time of their aduersitie:
31 They gaue them thankes, desiring them to be friendly stil vnto them, and so they came to Ierusalem, the feast of the weekes approching.
32 And after the feast called Pentecost, they went foorth against Gorgias the gouernour of Idumea,
33 Who came out wt three thousand men of foot, & foure hundred horsemen.
34 And it happened that in their fighting together, a few of the Iewes were slaine.
35 At which time Dositheus one of Bacenors company, who was on horsbacke, and a strong man, was still vpon Gorgias, and taking hold of his coate, drew him by force, and when he would haue taken that cursed man aliue, a horseman of Thracia comming vpon him, smote off his [ Put by his armie: wounded him in the shoulder: or stroke him in the shoulder.] shoulder, so that Gorgias fled vnto Marisa.
36 Now when they that were with Gorgias had fought long & were wearie, Iudas called vpon the Lord that he would shew himselfe to be their helper, and leader of the battell.
37 And with that he beganne in his owne language, & sung Psalmes with a lowd voyce, & rushing vnawares vpon Gorgias men, he put them to flight.
38 So Iudas gathered his host, and came into the city of Odollam. And when the seuenth day came, they purified themselues (as the custome was) and kept the Sabbath in the same place.
39 And vpon the day following [ Or, at such time, etc.] as the vse had bene, Iudas and his company came to take vp the bodies of them that were slaine, and to bury them with their kinsmen, in their fathers graues.
40 Now vnder the coats of euery one that was slaine, they found things consecrated to the idoles of the Iamnites, which is forbidden the Iewes by [ Deu_26:ver. 7.] the Law. Then euery man saw that this was ye cause wherefore they were slaine.
41 All men therefore praising the Lord the righteous Iudge, who had opened the things that were hid,
42 Betooke themselues vnto praier, and besought him that the sinne committed, might wholy bee put out of remembrance. Besides, that noble Iudas exhorted the people to keep themselues from sinne, forsomuch as they saw before their eyes the things that came to passe, for the sinne of those yt were slaine.
43 And when he had made a gathering throughout the company, to the sum of two thousand drachmes of siluer, hee sent it to Ierusalem to offer a sinne offering, doing therein very well, and honestly, in that he was mindfull of the resurrection.
44 (For if he had not hoped that they that were slaine should haue risen againe, it had bin superfluous and vaine, to pray for the dead.)
45 And also in that he perceiued that there was great fauour layed vp for those that died godly. (It was an holy, and good thought) wherupon he made a reconciliation for the dead, that they might be deliuered from sinne.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Nuevas hazañas de Judas. Exceptuando la batalla de Jafa, lo demás está en 1 Mac 5.
Las negociaciones se rompen no por culpa de los que firmaron los tratados -Nicanor y Judas- sino de los habitantes de Jafa. Pareciera una disculpa para que Judas Macabeo emprenda una serie de ataques a poblaciones, donde prevalece mostrar la ferocidad de Judas antes que las razones que justifiquen los ataques. A excepción del acuerdo que hacen con los árabes, más por interés que por compasión, y el perdón a los habitantes de Escitópolis porque trataban con deferencia a los judíos, los demás ataques tienen como común denominador la ley del Talión, llevada a cabo con demasiada crueldad. Atargate (26) era una diosa de la fertilidad que tenía cuerpo humano y cola de pescado, adorada en Siria. La fiesta de las Semanas (31), también llamada de Pentecostés, se celebraba siete semanas después de la Pascua (Éxo_34:22; Lev_23:15; Deu_16:9s).

38-45 Los únicos judíos caídos en combate que menciona el autor, no pueden ser recogidos porque es sábado y tienen que evitar contaminarse con su contacto (Núm_31:19s). Cuando los recogen encuentran bajo sus ropas ídolos de Yamnia, un grave pecado según la Ley (Deu_7:25), es justo por tanto, que mueran por su pecado (40). Sin embargo, dado que murieron por una causa justa tienen derecho a la resurrección (43-45). El texto afirma claramente que la muerte no es suficiente para expiar el pecado (42; cfr. Isa_22:14) ¿Qué hacer entonces con los murieron justamente pero en pecado? Se presupone la existencia de un estado de purificación entre la muerte y la resurrección (42.44s), en el que los vivos pueden interceder por los muertos a través de la oración y los sacrificios de expiación (Lv 4s) para que se borren por completo sus pecados, y Dios puede todavía tener misericordia con ellos. Esto obra para los pecadores que mueren piadosamente, no para los «renegados» o paganos.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*12-13 En el cap. 2Ma 12:1-45, Judas lleva la iniciativa en las campañas de consolidación en la región costera y en Transjordania; uno de los fines de estas campañas es la liberación de los hermanos judíos dispersos, muchas veces maltratados por los conciudadanos gentiles. En el cap. 2Ma 13:1-26, la iniciativa guerrera corresponde a Antíoco V y a Lisias, pero son derrotados por Judas. La conveniencia política del rey y los buenos oficios de Lisias (2Ma 13:23-26) ponen fin a esta expedición real y dan paso a una tregua de tres años (2Ma 14:1).

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ma_5:43+

NOTAS

12:21 Emplazamiento del santuario de la Astarté de los cuernos, ver 1Ma_5:43. -La «angostura» será simplemente el lecho del torrente mencionado en 1Ma_5:37 (el Nahr el-Ehreir afluente del Yarmuc); sólo más al sur se hace accidentado el terreno, pero el autor quiere subrayar las cualidades militares de la cohorte de Judas y el terror que ésta provocaba.

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ma_5:43+

NOTAS

12:21 Emplazamiento del santuario de la Astarté de los cuernos, ver 1Ma_5:43. -La «angostura» será simplemente el lecho del torrente mencionado en 1Ma_5:37 (el Nahr el-Ehreir afluente del Yarmuc); sólo más al sur se hace accidentado el terreno, pero el autor quiere subrayar las cualidades militares de la cohorte de Judas y el terror que ésta provocaba.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



43. Animado por su fe en la resurrección, Judas Macabeo manda ofrecer un "sacrificio" de expiación por los soldados que habían muerto por su Dios y por su patria, pero también habían quebrantado la Ley al retener como botín los objetos consagrados a los ídolos ( Deu_7:25-26; Jos_7:15). En este pasaje se afirma por primera vez el valor expiatorio de los sacrificios y oraciones ofrecidos por los difuntos.



Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

— Carnión: Esta ciudad poseía un santuario famoso de “Astarté de los cuernos” (ver nota a 1Ma 5:43). El difícil acceso se debe al lecho del torrente Nahr el Ehreir, afluente del Yarmuc (1Ma 5:37).

Torres Amat (1825)



[10] Descendientes de Ismael, guerreros y ladrones. Gen 14, 12.

[16] Es una hipérbole.

[18] 1 Mac 5, 8.

[29] Llamada Betsan. 1 Mac 5, 52.

[37] Hebreo y arameo.

[38] Num 19, 2-17; 31, 19.

[40] Se trata de amuletos tomados a los enemigos. Ex 34, 13; Deut 7, 25.

[43] Los códigos latinos, griegos y siríacos son iguales en este pasaje. El autor expresa la certeza de que quienes murieron piadosamente resucitarán, y que la manera más piadosa de morir era defendiendo la ley de Dios.