Ver contexto
El agua quedó saneada hasta el día de hoy, conforme a la palabra que había pronunciado Eliseo.
(II Reyes  2, 22) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יֵּרָפ֣וּ‎(רָפָא)

Hebrew|yyērāfˈû|heal

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: nif‘al


[H7495] [t.dv.aa] [2196]
[רפא] [GES7444] [BDB8206] [HAL8122]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

מַּ֔יִם‎(מַיִם)

Hebrew|mmˈayim|water

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4325] [m.bt.aa] [1188]
[מים] [GES4250] [BDB4737] [HAL4661]

עַ֖ד‎(עַד)

Hebrew|ʕˌaḏ|unto

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5704] [p.aq.ad] [1565c]
[עד] [GES5654] [BDB6249] [HAL6171]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

יֹּ֣ום‎(יֹום)

Hebrew|yyˈôm|day

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3117] [j.ay.aa] [852]
[יום] [GES3012] [BDB3361] [HAL3338]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

זֶּ֑ה‎(זֶה)

Hebrew|zzˈeh|this

Part-of-speech: demonstrative pronoun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2088] [g.ah.aa] [528]
[זה] [GES2033] [BDB2271] [HAL2289]

כִּ‎(כְּ)

Hebrew|ki|as

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[k.ab.aa] [937]
[כ] [GES3392] [BDB3788] [HAL3764]

דְבַ֥ר‎(דָּבָר)

Hebrew|ḏᵊvˌar|word

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1697] [d.ai.ab] [399a]
[דבר] [GES1603] [BDB1811] [HAL1822]

אֱלִישָׁ֖ע‎(אֱלִישָׁע)

Hebrew|ʔᵉlîšˌāʕ|Elisha

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H477] [a.dl.bh]
[אלישע] [GES457] [BDB480] [HAL499]

אֲשֶׁ֥ר‎(אֲשֶׁר)

Hebrew|ʔᵃšˌer|[relative]

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H834] [a.gk.aa] [184]
[אשר] [GES812] [BDB872] [HAL890]

דִּבֵּֽר‎(דָּבַר)

Hebrew|dibbˈēr|speak

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: pi“el


[H1696] [d.ai.aa] [399]
[דבר] [GES1602] [BDB1811] [HAL1822]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Elías, Arrebatado al Cielo.
Esta narracion es considerada como perteneciente al ciclo de Elíseo, con la finalidad de probar que éste era su legítimo sucesor, o como parte integrante de la historia de Elías, admitiendo que se formó a su muerte. El ciclo de Elíseo se caracteriza por referir algunos episodios aislados de la vida privada de Elíseo sin datos cronológicos ni detalles sobre lugares y personas. Pudo esta perícopa haber sido redactada durante la primera mitad del siglo VIII a.C. (De Vaux).

De Caígala a Jericó (2:1-8).
1 Aconteció que, cuando quiso Yahvé arrebatar al cielo a Elías en un torbellino, salió Elías de Caígala con Elíseo, 2 y dijo a Elíseo: Quédate aquí, te ruego, pues Yahvé me manda ir a Betel. Elíseo respondió: Vive Yahvé, y vives tú, que no te dejaré. Y bajaron ambos a Betel. 3 Los hijos de los profetas que había en Betel salieron al encuentro de Elíseo y le dijeron: ¿Sabes tú que Yahvé alzará hoy a tu señor sobre tu cabeza? El respondió: Sí, lo sé; callad. 4 Elías le dijo: Elíseo, quédate aquí, te lo ruego, pues Yahvé me manda ir a Jericó. El le respondió: Por la vida de Yahvé y por tu vida que no te dejaré. Y llegaron a Jericó. 5 Los hijos de los profetas que había en Jericó se acercaron a Elíseo y le dijeron: ¿Sabes tú que hoy ya a elevar Yahvé a tu señor sobre tu cabeza? Y él les respondió: Sí, lo sé; callad. 6 Elías le dijo: Quédate aquí, te lo ruego, pues Yahvé me manda ir al Jordán. Y él le respondió: Por la vida de Yahvé y por tu vida que no te dejaré. Y siguieron ambos su camino. 7 Vinieron cincuenta hombres de los hijos de los profetas y se pararon enfrente, a distancia, y ellos dos siguieron, parándose a la orilla del Jordán. 8 Tomo entonces Elías su manto, lo dobló y golpeó con él las aguas, que se partieron de un lado y de otro, pasando los dos a pie enjuto.

Discípulo y maestro salieron de Caígala y, a través de Betel y desierto de Judá, marcharon en dirección a Jericó. Se encontraba Caígala sobre una colina escarpada, a doce kilómetros al norte de Betel, en el lugar conocido hoy por Gilgilia. Desde este lugar a Jericó se calcula una distancia de veintisiete kilómetros. El relato da a entender que el momento era solemne, patético y sublime, cargado de misterio. Todos los círculos proféticos barruntaban que algo muy importante se avecinaba, pero ignoraban cuándo, cómo y de qué se trataba. Elías forcejea para deshacerse de la compañía de su discípulo, significándole implícitamente que su presencia le era embarazosa. La primera vez pide le permita marchar a Betel, adonde Dios le manda. Elías no le revelaba el término del viaje; solamente le habla de las diversas etapas. Al llegar a Betel, los hijos de los profetas comunicaron a Elíseo el rumor que circulaba acerca de la desaparición próxima de Elías. Bajo la denominación de hijos de los profetas se puede entender, o bien los profetas en cuanto formaban parte de una cofradía o colectividad, o de discípulos que se formaban bajo la dirección de un maestro para llegar a ser profeta (1Sa_10:5-12; 1Sa_19:20-24; 1Re_20:35). Debía de ser Betel sede de muchos celadores fervorosos de la casa de Yahvé, sobre los que veremos a Elíseo ejercer mucha influencia.

Paso del Jordán (1Re_2:9-10).
9 Cuando hubieron pasado, dijo Elías a Elíseo: Pídeme lo que quieras que haga por ti antes que sea apartado de ti. Y Elíseo le dijo: Que tenga yo dos partes en tu espíritu. 10 Elías le dijo: Difícil cosa has pedido. Si cuando yo sea arrebatado de ti me vieres, así será; si no, no.

Las aguas del Jordán interceptaron el paso de los dos misteriosos viajeros; pero Elías, con naturalidad, se despojó de su manto, doblóle y golpeó con él las aguas, que se partieron para dejarles paso libre. El manto es símbolo de la personalidad. A la muerte de Elías pasará en posesión de Elíseo, que realizará con él el mismo milagro que su maestro. Las aguas se dividieron como en tiempos de Moisés hicieron las del mar Rojo (Exo_14:21) y las del Jordán en los días de Josué (Jos_3:13). Llegados a la otra orilla, manifestó Elías a Elíseo que había llegado el momento de separarse; pero, en prueba de afección y estima, quiere dejarle un recuerdo, invitándole a que pida lo que quiera. A lo que respondió Elíseo: Que venga sobre mí una doble parte de tu espíritu (literalmente: una parte de dos). La frase de explica rectamente en caso de relacionarla con Deu_21:17, en donde se dice que los bienes que deja el padre de familia se dividen en tres partes, recibiendo el primogénito dos partes del todo. La iconografía cristiana ha representado este doble espíritu por el águila a dos cabezas, que es el emblema de Elíseo. Elías responde que no está en su mano concederle lo que pide; pero no se lo niega.

Rapto de Elías (Deu_2:11-14).
11 Siguieron andando y hablando, y he aquí que un carro de fuego con caballos de fuego separó a uno de otro, y Elías subía al cielo en el torbellino. 12 Elíseo miraba y clamaba: ¡Padre mío! ¡Carro de Israel y auriga suyo! Y no le vio más, y, cogiendo sus vestidos, los rasgó en dos trozos, 13 y cogió el manto de Elías, que éste había dejado caer. Volvióse después, y, parándose a la orilla del Jordán, 14 tomo el manto que Elías había dejado caer, golpeó con él las aguas, diciendo: ¿Dónde está ahora Yahvé, el Dios de Elías? Y en cuanto golpeó las aguas, se partieron éstas de un lado y de otro y pasó Elíseo.

Mientras hablaban, un carro de fuego y dos caballos también de fuego se interpusieron entre los dos, y Elías subió al cielo en un torbellino. Caballos y carro de fuego aparecen en la visión de Elíseo (Deu_6:17). Según Eze_1:15, el fuego, el torbellino y el carro son elementos de la majestad de Yahvé, que apareció para llevarse consigo a Elías. Este rapto de Elías se recuerda en 1Ma_2:58; Ecl_48:9. Elíseo pudo seguir con la vista lo que a los ojos humanos profanos no era dado ver (Ecl_6:17). Una vez desapareció Elías de su vista, en señal de duelo rasgó Elíseo sus vestiduras (1Sa_4:12; 2Sa_1:2); o también podemos entender la acción en el sentido de que Elíseo vestirá en adelante el manto de Elías. El lugar donde se produjo este acontecimiento se coloca en una colina al este del Jordán, junto al wadi kharrar 1.
Por los detalles que da el texto, comparados con los que aparecen en otros lugares bíblicos (Ecl_48:9; 1Ma_2:58), se deduce que Elías fue arrebatado violentamente en alas de un torbellino; el carro y los caballos sirvieron únicamente para separar a los dos profetas. Elíseo fue el único que contempló la desaparición misteriosa de su maestro.
Podemos buscar, dice Steinmann, los orígenes psicológicos de esta visión de Elíseo, como se hace con la de Amos o de Isaías. A los ojos de los profetas como de sus contemporáneos, Yahvé, maestro del universo, habita en los cielos. Tiene a su disposición ejércitos concebidos a imagen de los de la tierra, con caballos de fuego y carros de guerra. Es posible que el hombre encuentre a Yahvé sobre la tierra, sobre el Horeb, como fue el caso de Moisés Y del mismo Elías, o en Betel, donde lo encontró Amos (1Ma_9:1), o en el templo de Jerusalén, como Isaías. Pero, en este caso extremo, Yahvé convoca cerca de sí, en pleno cielo, a un profeta, con el que se quiere comunicar directamente. En este sentido, el rapto de Elías es como la teofanía de Horeb. Es una visita, un rendezvous del profeta a la corte celestial, en cuyas deliberaciones asistió en visión Miqueas (1Re_22:19-22). Con palabras modernas, diríamos hoy que Elías, en presencia de su discípulo Elíseo, tuvo un transporte extático 2.
Sin embargo, es preciso admitir un milagro, al menos quoad modum, en la desaparición de Elías. ¿Adonde fue trasladado? Esta cuestión se relaciona con la de su muerte. Del texto que examinamos no podemos deducir si Elías murió o no; el testimonio dudoso de Ecl_48:11 de que Elías vive todavía se basa en una reconstrucción hipotética de un texto mutilado. Elíseo prohíbe a los hijos de los profetas que lo busquen (v. 16-17); pero no se pronuncia abiertamente en pro o en contra de su muerte. Aunque el texto sagrado, escribe Garofalo, da la impresión de que Elías no murió, no se puede, sin embargo, concluir que lo afirme. De todos modos no puede apelarse al hecho de que, si Elías hubiese muerto, no habría su cuerpo recibido sepultura, lo que era considerado por los hebreos como castigo grave y una desgracia. También la sepultura de Moisés está envuelta en un misterio (Deu_34:6). La tradición cristiana, con la hebraica no siendo posible determinar en qué medida aquélla depende de ésta , habla de que Elías no murió, pero no consta que el mencionado hecho esté en conexión explícita con la fe en tanto que la Iglesia no se pronuncie sobre este punto.
Se habla de la vuelta de Elías antes del día del Señor en Mal 3; Deu_1:23-24; Ecl_48:10. En tiempos de Cristo se esperaba la vuelta de Elías (Mat_11:14; Mat_16:14; Mar_6:15; Mar_8:28; Mar_9:11; Luc_9:9-19; Jua_1:21). Cristo definio la cuestión diciendo que Elías ha venido ya (Mar_9:13). Es Elías el que revive en la persona del Bautista para preparar los caminos del Mesías; es Elías el que aparece también en el momento del tránsito de la Antigua a la Nueva Alianza, como si quisiera retransmitir a las nuevas generaciones la antorcha de la profecía, eterna como el Espíritu de Dios 3.

Búsqueda inútil (Mar_2:15-25).
15 Los hijos de los profetas que había en Jericó frente por frente, habiéndole visto, dijeron: El espíritu de Elías reposa sobre Elíseo. Y le salieron al encuentro y se prosternaron ante él rostro a tierra, 16 diciendo: Hay entre tus siervos cincuenta hombres fuertes que, si quieres, irán en busca de tu señor; quizá el espíritu de Yahvé le ha llevado y le ha echado contra algún monte o algún valle. El les respondió: No, no los mandéis. 17Pero ellos le importunaron, hasta que por fin dijo: Mandadlos. Mandaron ellos a los cincuenta, que estuvieron durante tres días buscando a Elías, pero no lo hallaron.18 Cuando estuvieron de vuelta, Elíseo, que continuaba en Jericó, les dijo: ¿No os decía yo que no fuerais? 19 Las gentes de la ciudad dijeron a Elíseo: El sitio de la ciudad es bueno, como lo ve mi señor; pero las aguas son malas, y la tierra, estéril. 20 £1 les dijo: Traedme un plato nuevo y poned sal en él. Trajé-ronselo ellos, 21 y yendo a la fuente de las aguas, echó en ella la sal, diciendo: Así dice Yahvé: Yo saneo estas aguas y no saldrá de ellas en adelante ni muerte ni esterilidad; 22 y las aguas quedaron saneadas hasta el día de hoy, como lo había dicho Elíseo. 23 De allí subió a Betel, y, según iba por la pendiente, salieron de la ciudad unos muchachos y se burlaban de él, diciéndole: ¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo! 24 Volvióse él a mirarlos y los maldijo en nombre de Yahvé; y saliendo del bosque dos osos, destrozaron a cuarenta y dos de los muchachos. 25 De allí subió al monte Carmel, desde donde se volvió a Samaría.

De regreso tomó Elíseo el manto de Elías, golpeó con él las aguas del Jordán, que se abrieron, pasando al otro lado. Con este milagro demostraba Dios que el poder taumatúrgico de Elías lo había heredado Elíseo. Los cincuenta profetas que habían seguido sus pasos (v.7) le reconocieron inmediatamente por maestro suyo, postrándose en tierra en señal de acatamiento a sus órdenes. Dado que Elías aparecía y desaparecía como un meteoro, los discípulos de los profetas propusieron a Elíseo organizar una búsqueda a fondo, a lo que se opuso éste. ¿Dónde estaba Elías? No creían ellos que su desaparición fuese definitiva, ni tampoco Elíseo les dio una respuesta categórica sobre su paradero; su destino era un misterio. Los hijos de los profetas no soñaban siquiera en la posibilidad de que Elías hubiese sido arrebatado al cielo.
Con otro milagro prueba Elíseo que es el heredero del espíritu de Elías. Las aguas de Jericó eran malas tanto para beber como para el regadío. Pide un plato nuevo con un poco de sal. Para que la sal conserve su virtud de purificar, debe colocarse en una escudilla que no haya servido para ningún uso profano.
Un tercer hecho extraordinario atestigua la virtud que poseía Elíseo. Al llegar a Betel fue recibido entusiásticamente por la corporación de los profetas, pero su presencia despertó la hostilidad de los partidarios del becerro de oro, que instigaron a un nutrido grupo de niños a que se mofaran del profeta, gritándole: ¡Sube, calvo! (ale, quereah), aludiendo quizá al cerquillo o tonsura que denotaba su carácter profético (1Re_20:41). Pero es posible que Elíseo fuera calvo del todo (Lev_13:40-41). Dos osos destrozaron a cuarenta y dos de aquellos insolentes burlones. Se pretende disminuir el estrago diciendo que los osos limitáronse a sembrar el pánico entre la muchachada, que huyó a la desbandada. Como anota Dhorme, ni Elías ni Elíseo son modelos de mansedumbre. Su conducta contrasta con la que recomienda Jesús: Dejad que los niños se acerquen a mí (,Mat_19:14; Mar_10:14; Luc_18:16). Elíseo fijó su residencia en el monte Carmelo, desde donde encaminábase con frecuencia a Samaría.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter II.

1 Elijah, taking his leaue of Elisha, with his mantle diuideth Iordan, 9 and granting Elisha his request, is taken vp by a fierie charet into heauen. 12 Elisha, diuiding Iordan with Elijahs mantle, is acknowledged his successor. 16 The young prophets, hardly obtaining leaue to seeke Elijah, could not finde him. 19 Elisha with salt, healeth the vnwholesome waters. 23 Beares destroy the children that mocked Elisha.
1 And it came to passe when the Lord would take vp Elijah into heauen by a whirlewinde, that Elijah went with Elisha from Gilgal.
2 And Elijah said vnto Elisha, Tarie here, I pray thee: for the Lord hath sent me to Bethel: and Elisha said vnto him, As the Lord liueth, and as thy soule liueth, I wil not leaue thee. So they went downe to Bethel.
3 And the sonnes of the Prophets that were at Bethel, came foorth to Elisha, and said vnto him, Knowest thou that the Lord will take away thy master from thy head to day? And he said, Yea, I know it, hold you your peace.
4 And Elijah said vnto him, Elisha, tarie here, I pray thee: for the Lord hath sent me to Iericho: And hee said, As the Lord liueth, and as thy soule liueth, I will not leaue thee. So they came to Iericho.

[Elijah taken vp.]

5 And the sonnes of the Prophets that were at Iericho came to Elisha, and said vnto him, Knowest thou that the Lord will take away thy master from thy head to day? and hee answered, Yea, I knowe it, holde you your peace.
6 And Elijah said vnto him, Tarie, I pray thee, here: for the Lord hath sent me to Iordan. And he said, As the Lord liueth, and as thy soule liueth, I will not leaue thee. And they two went on.
7 And fiftie men of the sonnes of the Prophets went, and stood [ Hebrew: in sight, or ouer against.] to view afarre off: and they two stood by Iordan.
8 And Elijah tooke his mantle, and wrapt it together, and smote the waters, and they were diuided hither and thither, so that they two went ouer on drie ground.
9 And it came to passe when they were gone ouer, that Elijah said vnto Elisha, Aske what I shall doe for thee, before I be taken away from thee. And Elisha said, I pray thee, let a double portion of thy spirit be vpon me.
10 And hee said, [ Hebrew: thou hast done hard in asking.] Thou hast asked a hard thing: neuerthelesse, if thou see me, when I am taken from thee, it shall be so vnto thee: but if not, it shall not be so.
11 And it came to passe as they still went on and talked, that beholde, there appeared a charet of fire, and horses of fire, and parted them both asunder, and [ Sir_48:9 ; 1Ma_2:58 .] Elijah went vp by a whirlewind into heauen.
12 And Elisha saw it, and he cried, [ 2Ki_13:14 .] My father, my father, the charet of Israel, and the horsemen thereof. And he saw him no more: and he tooke hold of his owne cloathes, and rent them in two pieces.
13 He tooke vp also the mantle of Elijah that fell from him, and went back, and stood by the [ Hebrew: lip.] banke of Iordan.
14 And he tooke the mantle of Eliiah that fell from him, and smote the waters, and said, Where is the Lord God of Elijah? and when hee also had smitten the waters, they parted hither and thither: and Elisha went ouer.
15 And when the sonnes of the Prophets which were [ Verse 7.] to view at Iericho, saw him, they said, The spirit of Elijah doth rest on Elisha: And they came to meet him, and bowed themselues to the ground before him.

[Waters healed.]

16 And they said vnto him, Behold now, there bee with thy seruants fiftie [ Hebrew: sonnes of strength.] strong men, let them goe, we pray thee, and seeke thy master: lest peraduenture the Spirit of the Lord hath taken him vp, and cast him vpon [ Hebrew: one of the mountaines.] some mountaine, or into some valley. And he said, Ye shall not send.
17 And when they vrged him, till he was ashamed, he said, Send. They sent therefore fiftie men, and they sought three dayes, but found him not.
18 And when they came againe to him (for he taried at Iericho) hee said vnto them, Did I not say vnto you, Goe not?
19 And the men of the city said vnto Elisha, Behold, I pray thee, the situation of this city is pleasant, as my lord seeth: but the water is nought, and the ground [ Hebrew: causing to miscary.] barren.
20 And hee said, Bring mee a new cruse, and put salt therein. And they brought it to him.
21 And he went forth vnto the spring of the waters, and cast the salt in there, and said, Thus saith the Lord, I haue healed these waters; there shall not be from thence any more death, or barren land.
22 So the waters were healed vnto this day, according to the saying of Elisha, which he spake.
23 And he went vp from thence vnto Bethel: and as hee was going vp by the way, there came foorth little children out of the citie, and mocked him, and said vnto him, Goe vp thou bald head, Goe vp thou bald head.
24 And hee turned backe, and looked on them, and cursed them in the Name of the Lord: and there came foorth two shee Beares out of the wood, and tare fortie and two children of them.
25 And hee went from thence to mount Carmel, and from thence he returned to Samaria.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Reina-Valera 1995 Notes:



[1] 2.1-25 Con el relato de la "ascensión" de Elías concluye el ciclo de este gran profeta y empieza el de su discípulo Eliseo. Además de numerosos milagros, el ciclo de Eliseo narra algunos episodios guerreros (2 R 3.1-27; 6.24--7.20) y varias actuaciones del profeta fuera de las fronteras de su país (8.7-15; 13.14-21; cf. 5.1-23).

[2] 2.1 Gilgal: Este nombre se refiere habitualmente al santuario ubicado entre Jericó y el río Jordán (véase Jos 4.19 nota f ). Pero el contexto (v. 2) sugiere que aquí se trata de un sitio del mismo nombre más cercano a Betel.

[3] 2.2 Quédate ahora aquí: Esta orden, repetida dos veces (v. 4,6), hace pensar que Elías preveía lo que iba a suceder (cf. v. 11). La triple repetición de la orden introduce en el relato una nota de suspenso y de misterio.

[4] 2.2 El santuario de Bet-el existía desde la época de los patriarcas (Gn 12.8; 28.10-22; 35.1-15) y luego fue convertido por Jeroboam I en templo nacional, rival de Jerusalén (1 R 12.28-33; Am 7.13).

[5] 2.3 Los hijos de los profetas: (véase 1 R 20.35 nota j ). Al parecer, los grupos de profetas extáticos que existían en Israel desde tiempos antiguos (1 S 10.10; 19.20) no deben identificarse sin más con los llamados hijos de los profetas , ya que estos practicaban una forma de vida más organizada: a veces vivían en comunidad (2 R 6.1), tenían comidas en común (4.38-41) y eran dirigidos por un jefe a quien llamaban padre (2.12; 6.21; 13.14). Además, estos relatos no los muestran en estado de trance colectivo, como sucedía con los profetas extáticos.

[6] 2.3 La importancia del santuario de Bet-el permite suponer que allí había una comunidad de profetas relativamente numerosa.

[7] 2.8 Esta escena recuerda el paso de los israelitas por el Mar Rojo (Ex 14.16,21-22) y el río Jordán (Jos 3.13-17).

[8] 2.9 Al hacer esta petición, Eliseo expresaba su deseo de ser el heredero espiritual de Elías, ya que una doble porción era la parte reservada al hijo mayor o primogénito (cf. Dt 21.17).

[9] 2.11 El carro de fuego y los caballos de fuego simbolizan el invencible poder de Jehová (cf. 2 R 6.17; Sal 68.17). El torbellino y la tormenta acompañan las manifestaciones de Dios (véase 1 R 8.11 n.; cf. Ez 1.4; Nah 1.3).

[10] 2.12 ¡Padre mío, padre mío!: Eliseo lanza un grito de dolor ante la partida definitiva de su maestro.

[11] 2.12 ¡Carro de Israel y su caballería!: otra posible traducción: para Israel como un poderoso ejército. La exclamación da a entender que el pueblo tenía en el profeta una fuerza comparable a la de un ejército. La misma expresión se vuelve a encontrar en labios de Joás, rey de Israel (2 R 13.14).

[12] 2.13 El manto de Elías, recogido por Eliseo, era el signo de la presencia del espíritu de Jehová en él (cf. v. 15).

[13] 2.19-25 El ciclo de Eliseo, a diferencia del de Elías, relata una extensa serie de milagros: el saneamiento del manantial (2 R 2.19-22), el castigo de los burlones (2.23-24), la multiplicación del aceite (4.1-7), el milagro de la comida (4.38-41), la multiplicación del pan (4.42-44), la recuperación del hacha (6.1-7) y la resurrección de un muerto en la tumba del profeta (13.20-21). Junto a estos relatos muy simples, se encuentran otros literariamente más detallados: el nacimiento y la curación del hijo de la sunamita (4.8-37) y la curación de Naamán (5.1-27).

[14] 2.20 En el antiguo Israel se atribuía fuerza purificadora a la sal. De ahí que se utilizara en algunos sacrificios (Lv 2.13; Ez 43.24; cf. Mc 9.49-50).

[15] 2.23 Subía por el camino: Para ir de Jericó a Betel había que subir desde 250 m bajo el nivel del mar hasta 880 sobre el nivel del mar. Cf. Lc 10.30.

[16] 2.24 En la simbología bíblica, el número cuarenta y dos suele estar relacionado con algo destructivo (cf. 2 R 10.14; Ap 11.2; 13.5).

[17] 2.25 Monte Carmelo: Véanse 1 R 18.19 n.; Am 1.2 nota j. Samaria: Véase 1 R 14.17 n. Véase también el Índice de mapas.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



1-18. La vocación de Eliseo se relata dos veces: la primera vez en 1Re_19:19-21 y la segunda en este célebre pasaje. La diferencia entre ambas narraciones se debe a que proceden de fuentes diversas: la primera pertenece al "ciclo de Elías" y la segunda al "ciclo de Eliseo". Esta última quiere mostrar cómo Eliseo, en el momento en que Elías fue arrebatado misteriosamente al cielo, se convirtió en el heredero de su espíritu.

9. Eliseo no pide todo el espíritu profético de Elías, sino "las dos terceras partes", es decir, la herencia que correspondía por derecho al primogénito ( Deu_21:17). De esta manera quiere ser reconocido como sucesor y heredero espiritual de Elías.

10. Con estas palabras, Elías quería decir que él por sí mismo no podía hacer de Eliseo un profeta. En cambio, le indica el signo que le permitirá reconocerse como tal: si Eliseo logra verlo cuando el Señor lo aparte de su lado, habrá visto algo que está oculto al común de los hombres. Así tendrá la prueba de que Dios lo ha elegido para el ministerio profético. Ver 6. 17.

11. Esta misteriosa desaparición de Elías dio origen a la tradición apocalíptica judía, que afirma su retorno al fin de los tiempos, para preparar el camino del Mesías ( Mal_3:23; Ecli. 48. 10-11; Luc_1:17; Jua_1:21). Pero Jesús puso en claro que "Elías ya ha venido" en la persona de Juan el Bautista, el cual estaba investido de cualidades similares a las de Elías ( Mat_17:10-13; Mar_9:11-13).

12. Esta exclamación significa que el profeta era para Israel una defensa más poderosa que todos sus carros de guerra. Ver 13. 14.

23-24. La burla se debía probablemente a que Eliseo llevaba la cabeza rapada, como signo distintivo de su condición de profeta. El relato legendario de este cruel castigo quiere inculcar el respeto debido a los enviados de Dios.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*2-13 Los relatos proféticos recogidos en 2Re 2:1-25; 2Re 3:1-27; 2Re 4:1-44; 2Re 5:1-27; 2Re 6:1-33; 2Re 7:1-20; 2Re 8:1-29 concluyen con los referentes a la revuelta de Jehú (2Re 2:9-10) y a la muerte de Eliseo (2Re 13:4-21). La redacción deuteronomista incluyó este ciclo en el libro de los Reyes para mostrar que la palabra profética dirige la historia secular.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Saneamiento del manantial de Jericó. Jericó era una de las ciudades más antiguas del mundo, con una historia de conquistas que se trazaba hasta c. 8.000 a. de J.C., y esta distinción se debía al hecho que había un manantial abundante que regaba toda el área de alrededor y la hacía fértil. En los días de Eliseo, sin embargo, las aguas del manantial se habían echado a perder. Lo que Eliseo hizo con la sal fue solo un acto simbólico porque tirar sal sobre aguas corrientes no podía afectar la fuente profunda de donde procedía el manantial. Lo que realmente purificó las aguas fue la palabra de Jehovah que habló Eliseo. En ese incidente también podemos ver el juramento que Josué había pronunciado sobre Jericó (Jos. 6:26) que ahora era revocado por las palabras de Eliseo, el nuevo Josué. De manera significativa, el nuevo Josué estaba tomando la misma ruta que el primer Josué había tomado cuando hizo entrar a Israel en Canaán (Betel quedaba cerca de Hai, donde Josué se mudó después de tomar Jericó; Jos. 7:2).

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Milagros de Eliseo. Eliseo acredita su misión -o mejor su función profética- saneando las aguas del manantial que utilizan los habitantes de Jericó. El segundo signo, que no debemos tomar literalmente y mucho menos como ejemplo que imitar, es la maldición de Eliseo sobre unos niños que se burlan de él por el camino a Betel, maldición que provoca la muerte de ¡cuarenta y dos niños! en las garras de dos osas. El mensaje de este detalle, por demás exagerado, podría ser que la maldición recae sobre quienes ridiculizan a un profeta del Señor. El exagerado número de niños podría representar al mismo pueblo de Israel y su comportamiento todavía «infantil». La evolución del verdadero profetismo en Israel no fue hacia la institucionalización, sino precisamente hacia la conformación de la conciencia, primero del rey y luego del pueblo. El relato termina con la llegada de Eliseo al monte Carmelo, punto de partida, y su regreso a Samaría, sede del gobierno del reino del norte (25).

Torres Amat (1825)



[9] El hijo mayor recibía dos veces más que sus hermanos en la herencia del padre. Eliseo pide ser el heredero espiritual de Elías.

[12] Su apoyo y columna. La fortaleza espiritual era más importante que los carros de combate para Israel.