Ver contexto
pero no apartaré de él mi amor, como lo aparté de Saúl, a quien quité de delante de mí. (II Samuel  7, 15) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

חַסְדִּ֖י‎(חֶסֶד)

Hebrew|ḥasdˌî|loyalty

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2617] [h.ed.ab] [698a]
[חסד] [GES2530] [BDB2835] [HAL2824]

לֹא‎(לֹא)

Hebrew|lō-|not

Part-of-speech: negative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3808] [l.ab.aa] [1064]
[לא] [GES3708] [BDB4137] [HAL4092]

יָס֣וּר‎(סוּר)

Hebrew|yāsˈûr|turn aside

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H5493] [o.au.aa] [1480]
[סור] [GES5425] [BDB6025] [HAL5928]

מִמֶּ֑נּוּ‎(מִן)

Hebrew|mimmˈennû|from

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4480] [m.cl.aa] [1212]
[מן] [GES4398] [BDB4898] [HAL4822]

כַּ‎(כְּ)

Hebrew|ka|as

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[k.ab.aa] [937]
[כ] [GES3392] [BDB3788] [HAL3764]

אֲשֶׁ֤ר‎(אֲשֶׁר)

Hebrew|ʔᵃšˈer|[relative]

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H834] [a.gk.aa] [184]
[אשר] [GES812] [BDB872] [HAL890]

הֲסִרֹ֨תִי֙‎(סוּר)

Hebrew|hᵃsirˈōṯî|turn aside

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: hif‘il


[H5493] [o.au.aa] [1480]
[סור] [GES5425] [BDB6025] [HAL5928]

מֵ‎(מִן)

Hebrew|mē|from

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4480] [m.cl.aa] [1212]
[מן] [GES4398] [BDB4898] [HAL4822]

עִ֣ם‎(עִם)

Hebrew|ʕˈim|with

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5973] [p.dj.aa] [1640b]
[עם] [GES5903] [BDB6525] [HAL6448]

שָׁא֔וּל‎(שָׁאוּל)

Hebrew|šāʔˈûl|Saul

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7586] [v.ag.ac]
[שאול] [GES7542] [BDB8312] [HAL8232]

אֲשֶׁ֥ר‎(אֲשֶׁר)

Hebrew|ʔᵃšˌer|[relative]

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H834] [a.gk.aa] [184]
[אשר] [GES812] [BDB872] [HAL890]

הֲסִרֹ֖תִי‎(סוּר)

Hebrew|hᵃsirˌōṯî|turn aside

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: hif‘il


[H5493] [o.au.aa] [1480]
[סור] [GES5425] [BDB6025] [HAL5928]

מִ‎(מִן)

Hebrew|mi|from

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4480] [m.cl.aa] [1212]
[מן] [GES4398] [BDB4898] [HAL4822]

לְּ‎(לְ)

Hebrew|llᵊ|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

פָנֶֽיךָ‎(פָּנֶה)

Hebrew|fānˈeʸḵā|face

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6440] [q.bu.ab] [1782a]
[פנה] [GES6365] [BDB7019] [HAL6956]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Designios de David (7:1-10).
1 Cuando el rey se hubo establecido en su casa y le hubo dar Yahvé el descanso, librándole de todos sus enemigos en derredor, 2 dijo a Natán, profeta: Ya ves; yo habito en casa de cedro, y el arca de Yahvé está en una tienda. 3 Natán respondió al rey: Anda, haz lo que tienes en tu corazón, pues que Yahvé está contigo. 4Pero aquella misma noche tuvo Natán palabra de Yahvé: Anda 5 y ve a decir a David, mi siervo: Así habla Yahvé: ¿Vas a edificarme tú una casa para que yo habite en ella? 6 Mira, yo no he habitado en casa desde el día en que saqué de Egipto a los hijos de Israel hasta hoy, sino que he andado en una tienda, en un tabernáculo. 7 Y en todo el tiempo en que anduve con los hijos de Israel, ¿he dicho yo palabra a ninguno de los jefes de Israel, a quienes mandé que apacentaran mi pueblo de Israel, de hacerme una casa de cedro? 8 Di, pues, a David, mi siervo: Así habla Yahvé Sebaot: Yo te tomé de la majada, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe de mi pueblo, de Israel. 9He estado contigo por dondequiera que has ido; he exterminado delante de ti a todos tus enemigos y te estoy haciendo un nombre grande, como el de los grandes de la tierra, 10estableciendo a mi pueblo, Israel, y plantándolo en su lugar para que habite en él y no sea perturbado y los hijos de la iniquidad no le aflijan como antes.

Habiendo narrado el autor el episodio del traslado del arca desde Quiriat Jearim a Jerusalén, añade una noticia muy distante, cronológicamente, de la anterior, pero unida por razón del tema. Lo que en esta sección se refiere tuvo lugar hacia los últimos años de David, cuando la paz interior habíase consolidado y en las fronteras del reino imperaba la paz. Israel había dejado de ser un pueblo seminómada. El rey tenía su palacio; sólo el arca ocupaba un edificio provisional y endeble. Este estado precario del arca no podía prolongarse. De sus preocupaciones hizo confidente al profeta Natán.
Es la primera vez que se menciona este profeta, que tanta influencia ejerció sobre David y que decidió a favor de Salomón su sucesión en el trono (1Re_1:1ss). Fue consejero de David, de cuya compañía no se apartó nunca. Pero, aunque amigo del rey, defendía ante todo los derechos de Dios, no vacilando en reprocharle su adulterio con Betsabé (12; iss). Tan pronto como David manifestó su preocupación a Natán, éste inmediatamente por su cuenta, obrando como hombre privado, los aprobó en conjunto y de manera provisional, difiriendo su confirmación definitiva hasta saber la voluntad divina.
Aquella misma noche tuvo Natán una revelación profética (1Sa_15:10), en la que Dios le manifestaba que no sería David quien le levantara una casa, sino él se la edificaría a David. Como a Abraham (Gen_12:2), le hará famoso en toda la tierra. No rechaza Dios definitivamente el proyecto de la construcción de un templo pero no será David quien lo edifique, sino su sucesor (1Re_8:19
A las razones apuntadas para no conceder a David este honor, el texto de 1Cr_22:8; 1Cr_28:3 agrega la de haber derramado David mucha sangre en los combates.

Designios de Dios (1Cr_7:11-16).
11 Desde el día en que constituí jueces sobre mi pueblo, Israel, y dándote descanso de todos tus enemigos. Hácete, pues, saber Yahvé que él te edificará casa a ti; 12 y que cuando se cumplieren tus días y te duermas con tus padres, suscitaré a tu linaje después de ti, el que saldrá de tus entrañas, y afirmaré su reino. 13 El edificará casa a mi nombre y yo estableceré su trono por siempre. 14 Yo le seré a él padre y él me será a mí hijo. Si obrare el mal, yo le castigaré con varas de hombres y con azotes de hijos de hombres; 15pero no apartaré de él mi misericordia, como la aparté de Saúl, arrojándole de delante de ti. 16 Permanente será tu casa para siempre ante mi rostro, y tu trono estable por la eternidad.

A la generosidad del rey responde Dios con una generosidad divina eficaz, con promesas trascendentales para David. Yahvé hará que su pueblo no lleve en adelante vida seminómada, sino que lo afincará definitivamente en Palestina, donde echará raíces y vivirá en paz y prosperidad, no molestándole, como hicieron antes, los hijos de la iniquidad.
Dios promete a David la continuidad del reino entre sus descendientes. Porque acontecerá que, al cumplirse los años de su peregrinación (1Cr_17:11) sobre la tierra y baje al sepulcro para descansar allí junto a sus padres (Gen_28:8; Gen_47:30; 1Re_2:10), suscitará Dios de él su posteridad (zera: simiente), que saldrá de sus entrañas (Gen_15:4) y afirmará su reino. El edificará la casa a mi nombre y yo, añade Dios, estableceré por siempre el trono de su reino. Convienen algunos autores en que el texto del v.13 desentona del contexto (De Vaux), dudando que sea original (Üesno-Yers), o considerándolo como una adición redaccional (Wellhau-Sen) o un paréntesis (Üriver). La antítesis que se observa en el discurso de Natán (No serás tú quien me construirás un templo; seré yo quien te edificaré una casa), es decir, una posteridad, se interrumpe por la intercalación del mencionado verso (Dhorme). Si el verso se omite, la profecía expresa una aprobación de las costumbres antiguas del desierto (v.6-7) y desafecto hacia el templo, idea que se encuentra en la adición de 1Re_8:27, en los profetas (Isa_66:1-2) y en el discurso de San Esteban (De Vaux).
A la posteridad de David profesará Dios el afecto que un padre siente para con su hijo. Pero así como un padre castiga a su hijo, de la misma manera castigará Dios a la simiente de David en caso de obrar el mal, a la manera como suelen castigar los hombres (Sal_89:31-34). Es decir, como interpretan algunos (Rehm), no dejará Dios impunes los pecados de los descendientes de David; pero, al castigarlos, no hará uso de todo su poder, sino que aplicará un castigo llevadero, análogo a los que emplean los hombres. Sin embargo, cree Ubach que Yahvé anuncia un castigo más ejemplar más severo, contra los descendientes de David que falten a sus deberes. Dios, en este caso, se reserva el derecho de tratarles como a hijos rebeldes, azotándoles no con varas de hombres y con azotes de los hijos de los hombres, sino con el hierro de la escisión, destituyéndolos de su dignidad real y destruyendo para siempre el trono material de la dinastía davídica (1Re_2:4; Sal_132:11). La promesa de la perpetuidad de su trono está condicionada, pues, a que sus sucesores sigan los senderos de Yahvé y cumplan el pacto de la alianza. Pero esta explicación rigorista no se armoniza bien con el v.15. Veremos que en los libros de los Reyes Dios castiga moderadamente a los reyes pecadores de Judá a causa de David, su padre. En el ? . 16 promete Dios a David que su casa y su trono durarán para siempre ante su rostro; pero no especifica cómo se realizará esta promesa. Muchos exegetas no creen que el texto de 2Sa_7:13-15 se refiera al hijo determinado y concreto de David, Salomón, sino a toda su posteridad; en contra opina Desnoyers (Histoire II 200-201). Esencialmente, la promesa se refiere a la continuidad de la dinastía davídica en el trono de Israel (v. 12-16), como lo entiende el mismo David v.19; 25; 27; 29). En este sentido lo interpretan los Sal_89:30-38; Sal_132:11-12. La perspectiva profética, pues, rebasa la persona concreta de Salomón. Entre líneas cabe vislumbrar en el texto un descendiente de David en el que se realizarán todos los matices y pormenores contenidos en el oráculo. De ahí que gran número de exegetas admitan el carácter mesiánico de la profecía, discrepando en señalar la manera como se refiere a la persona del Mesías. Unos explican el texto en sentido exclusivamente mesiánico; otros, en sentido literal, lo refieren a Salomón, y en sentido típico a Cristo. En primer lugar cabe afirmar que el término zera=simiente, designa una colectividad y un individuo particular (v.13). No cabe duda que el oráculo constituye el primer anillo de la cadena de profecías que anuncian un Mesías hijo de David. A este texto alude Isaías (Sal_9:6) al hablar del nacimiento de un niño para dilatar el imperio y para asegurar una paz ilimitada sobre el trono de David y sobre su reino, para afirmarlo y consolidarlo en el derecho y la justicia desde ahora para siempre jamás. Un eco del oráculo lo hallamos en las palabras del ángel a María (Luc_1:32), y una referencia explícita en Hec_2:30. El Mesías será hijo de David y su reino será eterno: he aquí el sentido pleno que late bajo el sentido obvio de las palabras 1.

Oración de David (Hec_7:17-29).
17 Conforme a todas estas palabras y a toda esta visión habló Natán a David; 18 y entrándose el rey David, puesto delante de Yahvé, dijo: Mi Señor, Yahvé, ¿quién soy yo y qué es mi casa para que hasta tal punto me hayas traído? 19 Y aun esto ha sido poco a tus ojos, mi Señor, Yahvé, y has hablado acerca de la casa de tu siervo para lo por venir, aventajándome sobre los otros hombres, ¡mi Señor, Yahvé! 20¿Qué más podrá decirte David? Tú, ¡oh mi Señor, Yahvé! conoces a tu siervo. 21 Todas estas grandezas las haces según tu palabra y según tu corazón, y se las has dado a conocer a tu siervo. 22¡Qué grande eres, mi Señor, Yahvé! No hay nadie que se te asemeje ni hay Dios fuera de ti, como lo hemos oído con nuestros oídos.23 ¿Y hay sobre la tierra un pueblo como tu pueblo, Israel, que haya rescatado Dios para hacerle el pueblo suyo, dándole su nombre y haciendo por él tan terribles y portentosas maravillas como en favor de tu pueblo hiciste, redimiéndole de Egipto y expulsando las gentes? 24 Has confirmado a tu pueblo, Israel, por pueblo tuyo, para que sea tu pueblo para siempre jamás y seas tú su Dios. 25 Manten, pues, siempre, mi Señor, Yahvé, la palabra que has dicho de tu siervo y de su casa, y obra según tu palabra 26 y sea glorificado por siempre tu nombre; y dígase: Yahvé Sebaot es el Dios de Israel. Sea firme ante ti la casa de tu siervo David, 27pues que tú mismo, Yahvé Sebaot, Dios de Israel, te has revelado a tu siervo, diciendo: Yo te edificaré a ti casa. 28Por esto se atreve tu siervo a dirigirte esta plegaria: ¡Oh mi Señor, Yahvé! Tú eres Dios, y tus palabras son verdaderas y has prometido a tu siervo hacerle esta gracia. 29Tenlo, pues, a bien y bendice la casa de tu siervo para que subsista siempre delante de ti; porque tú, mi Señor, Yahvé, has hablado, y con tu bendición será por siempre bendita la casa de tu siervo.

Al escuchar David las palabras de Natán, se dirigió al lugar donde estaba el arca y, sentado, recitó una ferviente oración de acción de gracias y de alabanza. Los antiguos oraban de pie, de rodillas y también sentados. Escoge David esta última postura acaso por su avanzada edad. Muéstrase confuso por haberle Dios elevado a tan grande dignidad, siendo él, a su presencia, como un perro (ukalbeka, 9:8; 1Re_8:13, De Vaux).

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter VII.

1 Nathan first approouing the purpose of Dauid to build God an house, 4 after by the word of God forbiddeth him. 12 He promiseth him benefites and blessings in his seede. 18 Dauids prayer and thankesgiuing.
1 And it came to passe, [ 1Ch_17:2.] when the King sate in his house, and the Lord had giuen him rest round about fro all his enemies;
2 That the king said vnto Nathan the Prophet, See now, I dwell in an house of Cedar, but the Arke of God dwelleth within curtaines.
3 And Nathan sayde to the King,

[Gods promise.]

Go, doe all that is in thine heart: for the Lord is with thee.
4 And it came to passe that night, that the word of the Lord came vnto Nathan, saying;
5 Goe and tell [ Hebrew: to my seruant to Dauid.] my seruant Dauid, Thus sayth the Lord, Shalt thou build me an house for me to dwell in?
6 Whereas I haue not dwelt in any house, since the time that I brought vp the children of Israel out of Egypt, euen to this day, but haue walked in a tent and in a tabernacle.
7 In all the places wherein I haue walked with all the children of Israel, spake I a word with [ In the 1Ch_17:6 .any of the Iudges.] any of the tribes of Israel, whome I commanded to feede my people Israel, saying, Why build ye not me an house of Cedar?
8 Now therefore so shalt thou say vnto my seruant Dauid; Thus sayth the Lord of hostes, [ 1Sa_16:12 ; Psa_78:70 .] I tooke thee from the sheepe-cote, [ Hebrew: from after.] from following the sheepe, to be ruler ouer my people, ouer Israel.
9 And I was with thee withersoeuer thou wentest, and haue cut off all thine enemies [ Hebrew: from thy face.] out of thy sight, and haue made thee a great name, like vnto the name of the great men that are in the earth.
10 (Moreouer I will appoint a place for my people Israel, and will plant them, that they may dwell in a place of their owne, and mooue no more: neither shall the children of wickednesse afflict them any more, as beforetime,
11 And as since the time that I commanded Iudges to bee ouer my people Israel, and haue caused thee to rest from all thine enemies:) Also the Lord telleth thee, that he will make thee an house.
12 And [ 1Ki_8:20 .] when thy dayes be fulfilled, and thou shalt sleepe with thy fathers, I will set vp thy seede after thee, which shall proceede out of thy bowels, and I will establish his kingdome.
13 [ 1Ki_5:5 ; 1Ki_6:12 ; 1Ch_22:10 .] Hee shall build an house for my Name, and I will stablish the throne of his kingdome for euer.
14 [ Heb_1:5 .] I will be his father, and he shall be my sonne: [ Psa_89:31-32 .] if hee commit iniquitie, I will chasten him with the rodde of men, and with the stripes of the children of men.
15 But my mercie shall not depart away from him, as I tooke it from Saul, whom I put away before thee.

[Dauids thankes, and prayer.]

16 And thine house, and thy kingdome shall be stablished for euer before thee: thy throne shall be stablished for euer.
17 According to all these words, and according to all this vision, so did Nathan speake vnto Dauid.
18 Then went king Dauid in, and sate before the Lord, and hee said, Who am I, O Lord God? and what is my house, that thou hast brought me hitherto?
19 And this was yet a small thing in thy sight, O Lord God: but thou hast spoken also of thy seruants house for a great while to come, and is this the [ Hebrew: Law.] maner of man, O Lord God?
20 And what can Dauid say more vnto thee? for thou, Lord God, knowest thy seruant.
21 For thy words sake, and according to thine own heart hast thou done all these great things, to make thy seruant know them.
22 Wherefore thou art great, O Lord God: for there is none like thee, neither is there any God beside thee, according to all that we haue heard with our eares.
23 And [ Deu_4:7 .] what one nation in the earth is like thy people, euen like Israel, whom God went to redeeme for a people to himselfe, & to make him a name, and to doe for you great things, and terrible, for thy lande, before thy people which thou redeemedst to thee from Egypt, from the nations, and their gods?
24 For thou hast confirmed to thy selfe thy people Israel to be a people vnto thee for euer: and thou, Lord art become their God.
25 And now, O Lord God, the word that thou hast spoken, concerning thy seruant, and concerning his house, establish it for euer, and doe as thou hast said.
26 And let thy name bee magnified for euer, saying, The Lord of hosts is the God ouer Israel: and let the house of thy seruant Dauid bee established before thee.
27 For thou, O Lord of hostes, God of Israel, hast [ Hebrew: opened the eare.] reuealed to thy seruant, saying, I will build thee an house: therfore hath thy seruant found in his heart to pray this prayer vnto thee.
28 And now, O Lord GOD, (thou art that God, and [ Joh_17:17 .] thy words be true,

[Dauids thankes, and prayer.]

and thou hast promised this goodnesse vnto thy seruant.)
29 Therefore now [ Hebrew: bee thou pleased and blesse.] let it please thee to blesse the house of thy seruant, that it may continue for euer before thee: for thou, O Lord God, hast spoken it, and with thy blessing let the house of thy seruant be blessed for euer.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Profecía de Natán. Este capítulo continúa la historia de David y del santuario en Jerusalén. Los acontecimientos que consigna son de una fecha posterior en el reinado de David, como lo insinúa el v. 1.

Tenemos aquí el pasaje más importante de los libros de Sam., y uno de los pasajes clave de todo el AT. Trata el futuro del santuario en Jerusalén y de la monarquía davídica, las dos instituciones vitales para el pueblo de Israel durante varios siglos después de David. Por medio del profeta Natán, Dios hizo promesas seguras a David sobre estas dos cosas. Estas solemnes promesas divinas eran en suma un pacto eterno con David (ver 23:5).

Los dos temas se conectan hábilmente por medio del uso de la palabra casa. La misma palabra heb. significaba no solamente una casa común, sino también un templo y, tercero, una dinastía (como en la actualidad la familia real inglesa es llamada la casa de Windsor). El capítulo comienza hablando de los planes de David de construir un templo a Jehovah, una casa para Dios (5). Luego en el v. 11, se presenta el tema de una casa para David; no su palacio sino su dinastía davídica, o sea sus hijos y descendientes que le sucederían como reyes en Jerusalén.

Las promesas de Dios referentes a estas dos cosas se juntan en el v. 13. El hijo de David edificará el templo; la dinastía durará para siempre. Estas son promesas muy positivas, pero el capítulo contiene también algunos puntos negativos. Primero, se rechaza el plan de David de construir el templo. Segundo, Dios no se agrada de los templos. (Estos dos puntos se insinúan en los vv. 5-7.) Tercero, el v. 14 reconoce que algunos de los descendientes serían reyes indignos y merecerían y recibirían castigo divino. Estos varios puntos, tanto positivos como negativos, proveen una descripción y una explicación por los eventos desde el tiempo de David (temprano en el siglo X a. de J.C.) hasta 587 a. de J.C. En este período el templo fue construido, no por David, sino por su hijo Salomón. Muchos de sus descendientes eran débiles y pecadores, pero la dinastía se mantuvo durante cuatro siglos sin interrupción.

En el año 587 a. de J.C. el templo fue destruido por los babilonios y Judá dejó de ser un reino. La familia de David siguió existiendo, pero nunca recuperó el trono. ¿Qué mensaje contiene este capítulo para este cambio de situación? Nos dice primero que Dios no depende de templos y, por lo tanto, su pueblo no necesita templos. Esteban volvió a enfatizar esta lección en la época del NT (ver Hech. 7:44-50). Segundo, la promesa de Dios con respecto a los descendientes de David era permanente. Fue la base de la esperanza del Mesías, el Hijo más grande del gran David. Esta promesa dio seguridad a las generaciones del pueblo de Dios que vivieron en los últimos siglos del período del AT, y luego se cumplió en el nacimiento de Jesucristo; de lo cual son testigos el NT entero y la iglesia cristiana.

Todas estas promesas, tal como las cumplió Dios, harían que el nombre de David fuera grande (9). Sin ninguna duda David fue el rey más grande de Israel y su fama se cuenta para siempre entre los hombres más importantes de la historia. Pero su grandeza dada por Dios no era para su propio beneficio y gloria, sino para beneficiar a la nación que gobernaba. Por lo tanto, el v. 10 da los planes y promesas de Dios para Israel por medio de David. Estas promesas se cumplieron durante el propio reinado de David, y siguieron siendo los planes definitivos de Dios para su pueblo a pesar del hecho de que en épocas posteriores Israel y Judá con frecuencia sufrieron reveses políticos, principalmente por sus pecados contra Dios. Estos planes dependían del cumplimiento de la promesa de Dios de enviar a un Hijo de David, el Mesías, que sería el que finalmente llevaría al pueblo de Dios a gozar de la seguridad y paz que siempre necesitan.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Promesa dinástica y oración de David. Lo culminante en la historia de David no son sus empresas, su valor militar o su clarividencia política; lo culminante es la promesa que Dios le hace. Este capítulo es el verdadero centro de la historia de David. Por encima de David como protagonista, se alza como verdadera protagonista la Palabra de Dios, creadora de historia. Natán es su profeta privilegiado. Probablemente el oráculo original fue breve, montado en el doble sentido de la palabra casa: edificio y dinastía. David quiere construirle al Señor una casa: templo, el Señor lo rehúsa y en cambio promete construirle una casa: dinastía. Este oráculo produce una reacción viva en el pueblo que lo recibe, creando una corriente histórica; entonces el pueblo receptor reacciona a su vez sobre el oráculo, explicándolo y enriqueciéndolo. Sobre todo, los profetas hacen resonar en sus oráculos el de Natán, colocándolo en una perspectiva siempre más rica y tensa hacia el futuro.
Doble sentido de casa. En su sentido normal, la casa es propia de la cultura sedentaria, urbana: espacio material fijo, hogar que acoge y protege, término de reposo y centro de convergencia (véase Gén_4:17 y 11,4). En sentido metafórico es la familia, que se construye con los hijos y sucesores (Gén_16:2); de la familia ordinaria se puede pasar a la familia reinante. Esta segunda casa no es espacial, sino temporal, es vida histórica, ramificación o estrechamiento. En el espacio puede derrumbarse la casa material, en el tiempo puede extinguirse la casa familiar; las dos tienen su propia estabilidad. David ha querido dar al Señor una casa; algo así como fijarlo en un espacio sacro, centro de atracción inmóvil y permanente, con el que se puede contar. En él está presente el Señor del espacio. Pero el Señor se ha revelado a su pueblo en movimiento, sacando, guiando, conduciendo; Dios, desprendido del espacio fijo, compañero de andanzas y peregrinaciones. Incluso cuando termina la peregrinación y el pueblo se establece en la tierra, durante una larga etapa el Señor conserva su movilidad original: una tienda de campaña es el símbolo adecuado de su habitación. A tanto llega esta concepción teológica, que una escuela posterior hablará de la tienda no como morada, sino como lugar de cita y encuentro. El Señor no acepta la oferta de David. Si se deja llevar en procesión a Jerusalén, es para seguir allí en una tienda, libre para moverse. El Señor quiere revelarse como dueño de una nueva etapa histórica que de algún modo continuará sin término. Él funda una dinastía con su palabra, la consolida con su promesa, la acompañará en su peregrinar histórico; un peregrinar expuesto a lo imprevisto, al peligro dramático, incluso a la tragedia. La historia humana de una dinastía en un pueblo será el ámbito móvil de la presencia y revelación del Señor. David no puede dar estabilidad al Señor, asignándole un espacio habitable; el Señor puede dársela a David, paradójicamente, lanzándolo al torrente de la historia mudable.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*7 La intención de David en 2Sa 7:1-3, la manifestación profética del Señor en 2Sa 7:4-17 y la oración de 2Sa 7:18-26 coincidieron en la preocupación por la «casa». Para el rey, se trataba de levantar una casa o templo al Señor. Dios, en cambio, quiso fundarle una casa o línea sucesoria sin límite temporal. Y David se sometió agradecido a la voluntad de Dios. En el oráculo transmitido por el profeta Natán se fundaron tanto el porvenir de la dinastía davídica, como las esperanzas mesiánicas y la construcción del templo de Jerusalén. La promesa pervivió desde Salomón hasta los últimos momentos de la monarquía y ganó en horizonte durante el exilio, quedando definitivamente abierta a la espera del Mesías. Sal 89:1-52 ofrece otra versión de esta profecía.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



4-17 . Lo esencial de esta promesa del Señor a David está en el doble sentido que se atribuye a la palabra "casa". David quiere construir una "Casa" -es decir, un Templo- para el Señor. Pero el Señor invierte la situación y afirma que será él quien construirá una "casa" -es decir, una dinastía- para David. En virtud de esta promesa incondicional, David queda constituido como fundador de una dinastía que será eterna, porque el Señor no apartará de ella su fidelidad. Este oráculo dinástico, que está en el origen de la esperanza mesiánica de Israel, tiene un bello paralelo poético en Sal_89:20-38.

14. Ver Sal_2:7; Sal_89:27-28.

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

2Sa 23:5; 1Sa 13:14; 1Sa 15:28; (ver Luc 1:32-33).

Torres Amat (1825)



[2] Este capítulo es llamado el Oráculo de Natán y es la base del mesianismo davídico del antiguo testamento.

[6] El tiempo de la travesía del desierto, habitando en tiendas de campaña, la época ideal del pueblo.

[12] La dinastía davídica será la que dé continuidad a la historia. El Señor se encargará de edificar la casa de David.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Sa_13:14; 1Sa_15:28

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 7.1 Palacio: lit. casa. La palabra casa, unas veces referida al palacio de David (vv. 1-2), otras al templo (vv. 5-7,13) y otras a la dinastía o descendencia davídica (vv. 11,16,19,25-27,29) es un término clave para la comprensión de este oráculo dinástico.

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Sa_13:14; 1Sa_15:28

Biblia Latinoamericana (San Pablo, 1995)



[=] *1Sam 13:14 *1Sam 15:20