Ver contexto
Y lo mismo el atleta; no recibe la corona si no ha competido según el reglamento. (II Timoteo  2, 5) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)



CAPÍTULO 2

4. EXHORTACIÓN A CUMPLIR COMO APÓSTOL (2/01-13).

a) Transmisión segura de la tradición apostólica (2, 1-2).

1 Tú, pues, hijo mío, toma fuerzas de la gracia que hay en Cristo Jesús.

Pablo se halla en el atardecer de su vida y ve a su comunidad amenazada por falsas doctrinas. Por ello se preocupa muy en particular de que Timoteo, al que, como antes (1,2), con un amor tierno, verdaderamente paternal, designa como su «hijo», se mantenga firme y fiel en la fe. Por esto le exhorta a ser fuerte, a no perder los ánimos, a no dejarse llevar de la timidez, a la que de suyo propendía ya Timoteo (cf. 1,6-8.13). La fuente de su valor y de su fuerza es la gracia, que tiene sus raíces en Jesucristo. Este la mereció para su redención y se la otorgó (1,6.14). Por ella está Timoteo ligado con él como con la fuente de su fuerza.

2 Y lo que escuchaste de mí en presencia de muchos testigos, deposítalo en hombres de confianza, los cuales a su vez estarán capacitados para enseñar a otros.

El Apóstol tiene otra preocupación: la de que las verdades de la fe cristiana que ha recibido Timoteo y debe conservar sin alteración, las transmita a hombres de confianza, que a su vez puedan comunicar a otros ese mismo depósito de la fe. Tales personas deben ser portadoras de una tradición cristiana de fe... Pablo hace notar que Timoteo escuchó las verdades de la fe en presencia de numerosos testigos, probablemente en una determinada ocasión solemne, en la que transmitió a Timoteo dicho depósito de la fe. ¿Fue acaso en una asamblea de la comunidad, en la que Timoteo fue instituido rector de la comunidad en éfeso y se le confió el símbolo de la fe? ¿O a la sazón de la imposición de las manos (cf. 1,6; 1Ti_6:12), cuando recibió la gracia de su ministerio e hizo solemnemente la profesión de fe, mientras los presbíteros presentes confirmaban la doctrina cristiana con sus palabras llenas de fe? Esta instrucción del Apóstol es de gran importancia para la conservación y transmisión de la doctrina cristiana. Una sólida cadena de tradición enlaza nuestra fe con la predicación misma del Apóstol y consiguientemente con la palabra de Cristo.

b) Exhortación a sufrir como soldado de Cristo (2,S7).

3 Comparte conmigo los sufrimientos, como buen soldado de Cristo Jesús. 4 Un militar en activo no se enreda en los negocios de la vida, a fin de que pueda complacer al que lo reclutó. 5 Igualmente, un atleta no recibe la corona, si no ha luchado reglamentariamente. 6 El labrador que brega debe ser el primero en participar de los frutos. 7 Piensa bien lo que te estoy diciendo, pues el Señor te lo hará comprender todo.

En su primera carta había ya hecho notar Pablo a Timoteo que había entrado como militar al servicio de Jesucristo (1Ti_1:18; 1Ti_4:10). Por eso, como «buen soldado de Cristo Jesús», debe juntamente con Pablo, su maestro y modelo, no sólo luchar y vencer, sino también soportar sufrimientos. Debe compartir los sufrimientos de Jesucristo y tomar sobre sí con ánimo y valentía todas las molestias y oprobios que le origine la predicación del Evangelio. Quizá quiera con esto san Pablo traer a la memoria de su discípulo estas palabras de Jesús: «Acordaos de la palabra que os dije: El esclavo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán» (Joh_15:20). La prontitud para el sufrimiento es para todo cristiano una característica del auténtico seguimiento de Cristo. La entrega plena e incondicional para seguir de cerca a Cristo, juntamente con el ánimo de soportar todo lo duro y difícil, es lo único que conduce a la meta. Con tres imágenes 15 inculca Pablo esta verdad a su discípulo.

Un soldado que está en servicio activo debe entregarse por entero, con todas sus fuerzas, al cumplimiento de su deber. Para ello debe desentenderse de todos los negocios relacionados con el sustento de la vida y que le distraen de su verdadero quehacer. Sólo de esta manera podrá complacer al jefe a cuyo servicio está. De esta manera debe también Timoteo dedicarse por entero y sin dispersarse al servicio del Evangelio. No debe entregarse a otros quehaceres que puedan desviarle o distraerle de este quehacer más importante. Sólo así gozará de la complacencia de su señor celestial, Jesucristo. Segunda imagen: el luchador que combate en la arena sólo recibirá de manos del juez de la competición la corona de laurel del vencedor si observa rigurosamente las reglas de la lucha sin transgredirlas en absoluto. Así tampoco Timoteo debe ir por sus propios caminos en la predicación del Evangelio. No debe introducir la mínima modificación en el depósito de la fe que le ha sido confiado; no debe facilitarse su encargo haciendo concesiones a los hombres, sino que debe atenerse fielmente a la voluntad y a las instrucciones de Jesucristo.

Tercera imagen: el labrador debe trabajar rudamente y bregar si quiere cosechar los frutos del campo. Nada le cae como llovido del cielo sin duro trabajo. Así Timoteo, que trabaja al servicio de Dios, no debe temer esfuerzos y fatigas, sino que debe entregarse totalmente, con todas sus fuerzas, a su quehacer apostólico. Sólo así podrá aspirar a recibir los frutos materiales aquí en la tierra, es decir, su sustento por parte de la comunidad (cf. 1Co_9:7), pero sobre todo el fruto espiritual, celestial en el gran día de la recolección de Dios, el día de la venida de Jesucristo. Porque el obrero apostólico que se entrega totalmente al Evangelio goza de especial amor de Jesucristo, que lo recompensará por todo su trabajo.

Pablo esboza sucintamente las imágenes. No las expone detalladamente ni hace aplicaciones. ¿Lo hace por delicadeza al no formular más claramente sus ruegos y exhortaciones? Las conclusiones las deja a la consideración y a la meditación de Timoteo. La gracia de Dios le iluminará y le hará comprender lo que se le exija en los casos concretos...

...............

15.Cf. las imágenes en 1Co_9:7.24; Phi_3:14.

...............

c) Ejemplo de Cristo (Phi_2:8-13).

8 Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, descendiente de David. Este es mi Evangelio. 9 Por él soporto el sufrimiento, incluso el de las cadenas, como si fuera un malhechor. Pero la palabra de Dios no está encadenada.

Pero más que ninguna imagen ni ninguna comparación tomada de la vida de los hombres, influirá en el ánimo de Timoteo el recuerdo de Jesucristo. Por esto dirige Pablo su mirada a «Jesucristo, resucitado de entre los muertos, descendiente de David». Estas palabras suenan como una fórmula fija y proceden, probablemente, de alguna profesión de fe del cristianismo primitivo o, quizá de algún himno bautismal. En efecto, en el centro de la buena nueva del Apóstol está Jesucristo según su descendencia humana del linaje de David, como se había predicho ya en el Antiguo Testamento 16. Lo más importante es el inciso resucitado de entre los muertos. El centro del pensamiento y de la vida de Timoteo debe ocuparlo el Mesías que, resucitado por Dios de entre los muertos después de sus tremendos sufrimientos y de su muerte en cruz como un malhechor, fue así acreditado como portador de la vida eterna y de la dignidad mesiánica de soberano y Señor. Cristo debió, en efecto, entrar en la gloria eterna a través de su pasión y de su cruz. Y éste es también el camino que se indica a Timoteo. El recuerdo de Jesús en su pasión y en su muerte, pero también de Jesús en su resurrección y gloria da a todo cristiano el sólido apoyo y la base inquebrantable que necesita en todas las situaciones de la vida humana. Pablo ha anunciado el Evangelio, y ésta es la causa de sus sufrimientos actuales, encerrado en la cárcel y soportando oprobios como un malhechor. Aquí, en sus horas solitarias de abandono está también ante sus ojos la imagen del Mesías crucificado, que por la virtud de Dios pasó del reino de los muertos a la resurrección y a la gloria, y que es la fuente de toda esperanza y de toda perseverancia.

Aun cuando tenga ahora que arrastrar cadenas, aun cuando se vea amarrado en la cárcel contra su voluntad, del corazón del Apóstol brota, como un grito de victoria, la confesión, la buena nueva: La palabra de Dios no está encadenada. Esta sigue propagándose por el mundo, ningún poder humano la puede detener (cf. 4,17). Ya en la primera prisión había escrito el Apóstol: «La mayor parte de los hermanos, cobrando confianza en el Señor a causa de mis cadenas, han redoblado su audacia para predicar sin miedo la palabra de Dios» (Phi_1:14). Quizá piensa Pablo ahora en la predicación impertérrita de sus colaboradores en las Galias y en Dalmacia (Phi_4:10), pero quizá piensa también en sus propios sufrimientos por el Evangelio ahora en la cárcel, que son servicio de la palabra de Dios, del Evangelio.

...............

16.Cf. la analogía con Rom_1:3 s.

...............

10 Por eso, todo lo sufro por amor a los elegidos, para que también ellos alcancen la salvación que está en Cristo Jesús con gloria eterna.

Aunque ahora no puede ya actuar en las comunidades con sus palabras apostólicas, aunque ahora se le han fijado límites infranqueables, sin embargo, siempre le queda todavía un medio de actuar con eficacia: sus sufrimientos. Porque también el sufrimiento forma parte de su vocación apostólica. Con él actúa en forma vicaria por todos los hombres a los que Dios llama a la salvación, a los que Dios ha elegido y llamado a la fe en su inescrutable designio. También por los que han recibido ya la fe cristiana mediante el baño de la regeneración. Y finalmente por los que todavía son llamados por Dios, para que todos logren la salud y su consumación en la vida eterna, en la gloria eterna. Cierto que la última fuente de su salvación, de su redención y de su «gloria eterna» es únicamente Jesucristo. Pablo está íntimamente convencido de que sus sufrimientos tienen valor de comunidad para toda la Iglesia, para el cuerpo de Cristo, de que el sufrimiento de un miembro aprovecha a todos los miembros del cuerpo de Cristo 17, de que todos forman la «comunión de los santos». Su sufrimiento oculto en la prisión atraviesa así los muros de la cárcel y produce su efecto para el Evangelio, para la salvación de todos los hombres.

...............

17.Cf. 1Co_12:12-27; 2Co_1:6; Col_1:24.

...............

11 He aquí una afirmación digna de crédito:

Si con él morimos,

también con él viviremos;

12 si resistimos,

también con él reinaremos;

si de él renegamos,

también él renegará de nosotros;

13 si le somos infieles,

él sigue siendo fiel,

pues no puede renegar de sí mismo.

La conclusión de la exhortación está formada por un cántico lleno de viva esperanza, quizá un fragmento de algún himno bautismal 18, introducido con una fórmula corriente 19. En los dos primeros miembros se expone la comunión con Cristo y la recompensa de esta comunión. En cambio, en los dos miembros siguientes se contrapone el alejamiento y la infidelidad con respecto a Jesucristo y las consecuencias de esta separación 20. El que entrega su vida y muere por Cristo y con Cristo, vivirá eternamente con él en la gloria. Al hablar de esta muerte en común con Cristo ¿piensa Pablo en un morir en sentido moral, en una muerte al pecado en el baño de la regeneración, en el bautismo? ¿O se ha de entender más bien literalmente de una muerte con Cristo en el sufrimiento y en el martirio? ¿Quiere con ello formular lo más profundo que hay en el martirio, a saber, que éste es un sufrir, un morir «con él», con Cristo? ¿Considera él su propia prisión y la muerte inminente mirándolas con tales ojos y sabiendo que le facilitan el ingreso en la comunidad gloriosa de vida con el Señor Jesucristo exaltado? La constancia y la paciencia en los sufrimientos garantizan la participación en la soberanía regia de Cristo 21. La muerte en común con Cristo conduce a la vida eterna con él, la comunión de sufrimientos conduce a la participación en su señorío regio.

Ahora bien, ¿qué sucede cuando falla el cristiano? ¿Si se aleja de Cristo y le abandona? Si renegamos de él en nuestra vida, en el momento de la aflicción y de la tribulación, él también renegará de nosotros en el juicio final. «A aquél que me niegue delante de los hombres, también yo lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos» (Mat_10:33), dice Jesús. Si un cristiano no tiene ánimos de confesor, si en las pruebas de la vida y de los sufrimientos se separa de su Señor, entonces tampoco Cristo conocerá a este hombre en el juicio final, cuando tanta necesidad tendrá de la misericordia de Dios. Estas palabras deben exhortarnos de una manera apremiante y hacernos conscientes de lo grave de la situación. Ahora, empero, toma el pensamiento un sesgo singular.

Si el cristiano da todavía un paso más, «si le somos infieles», entonces -y aquí se presenta el contraste en forma todavía más impresionante- Cristo sigue siendo fiel. Es que no puede otra cosa, porque no puede negarse a sí mismo, no puede renunciar a su propia palabra y a su propio ser. A la infidelidad del cristiano responde entonces Cristo con su fidelidad. ¿Quiere esto decir que frente al cristiano infiel sigue siendo Cristo el juez justo, que se mantiene fiel a su amenaza de castigo, a su amenaza de perdición eterna y la ha de ejecutar? ¿O bien -como parece más probable- quiere decirse con estas palabras que el fallo del cristiano, su infidelidad se quiebra ante la fidelidad y el amor de Cristo, que en su inconcebible amor y en su incomprensible misericordia no lo repudia, sino que con el amor del buen pastor corre tras la oveja descarriada, la busca y, cuando la ha hallado, la vuelve gozoso al redil (cf. Luk_15:4-6)? La inconstancia, la flaqueza, la infidelidad del cristiano hallan siempre un asidero en la fidelidad de su Señor Jesucristo.

...............

18. Cf. 1Ti_3:16, 1Ti_3:6, 1Ti_3:15.

19. Cf. 1Ti_1:15; 1Ti_3:1; 1Ti_4:9; Tit_3:8.

20. Las dos primeras aserciones son reminiscencias bastante fuertes de ideas paulinas; cf. Rom_5:17; Rom_6:5; Rom_8:17; 1Cor 15.24

21. Cf. 1Co_15:24 s; Act_1:6; Act_3:21; Act_5:10; Act_20:4; Act_22:5. ...............

Parte segunda

CONTRA LOS FALSOS MAESTROS 2,14-4,8

En la segunda parte de esta carta da el autor instrucciones sobre el recto comportamiento que debe observar Timoteo con los maestros del error. En primer lugar lo previene contra las inútiles disputas de palabras con los maestros del error y su vana palabrería. En efecto, esto sólo conduce cada vez más a la impiedad y a la pérdida de la fe. Frente a esto hace notar que el sólido cimiento establecido por Dios, la Iglesia cristiana, se mantiene inquebrantable (2,14-21).

Luego exhorta a ganar de nuevo a los cristianos extraviados, no con disputas de palabras, sino mediante una vida cristiana e instruyéndolos con amor (2,22-26). Los manejos de los maestros del error no deben desorientar a Timoteo y a los cristianos, pues con ello comienza ya la corrupción y confusión moral predicha para los últimos tiempos (3,1-9). Su misión consiste en mantenerse fiel a la doctrina y a la vida del Apóstol y en atenerse inquebrantablemente a las verdades de la Sagrada Escritura (3,10-17). Timoteo tiene el deber de trabajar sin desalentarse en la proclamación de la palabra de Dios y en entregarse plenamente al servicio de la verdad. Y esto tanto más, cuanto que es inminente la muerte del Apóstol (4,1-8).

1. PREDICACIÓN DE LA VERDAD (2/14-21).

a) Contra las disputas de palabras (2,14-15).

14 No dejes de recordarles esto, conjurándolos ante Dios a que no se metan en discusiones de palabras, que para nada sirven, sino para echar a perder a los oyentes.

Pablo inicia sus instrucciones exhortando a Timoteo a que, en su predicación, recuerde a los cristianos una y otra vez las verdades de salvación que acaba de exponer en 2,8-13. Jesucristo, que tras los oprobios de su pasión y su muerte en cruz fue resucitado de entre los muertos, y entró en la gloria, ha de ocupar el centro de su predicación. Una fidelidad inquebrantable en la vida y muerte con Cristo conducirá a los cristianos a la consumación y a la participación en la soberanía regia de Cristo. En cambio, debe prevenir a los cristianos con la mayor insistencia y seriedad contra las disputas de palabras con los falsos maestros. Este polemizar no tiene la menor utilidad, los adversarios no se convierten, y los oyentes quedan con frecuencia desorientados y confusos (cf. 1Ti_6:20 s). Tales disputas de palabras no contribuyen al amor de Dios y del prójimo, no hacen adelantar en el camino de salvación, sino que la mayoría de las veces sólo acumulan nuevos obstáculos y conducen con frecuencia a «hechar a perder a los oyentes».

15 Esfuérzate en presentarte ante Dios como trabajador acreditado, que no tiene de qué avergonzarse, que expone rectamente la palabra de la verdad.

Lo que importa no es mostrarse superiores en las discusiones de palabras con el adversario, sino la fidelidad en la predicación del Evangelio. En efecto, todo el quehacer de Timoteo es el de quien «expone rectamente la palabra de la verdad». El Evangelio es la apalabra de la verdad», porque tiene como contenido la revelación que nos fue dada por Dios en Cristo. Si desempeña este quehacer, no tiene «de qué avergonzarse». Entonces será un trabajador hábil, «acreditado», que podrá sostenerse ante el juicio de Dios.

b) Contra las vanas habladurías ( 1Ti_2:16-18).

16 Evita las palabras vanas y profanas, porque los que estén dados a ellas avanzarán cada vez más en la impiedad, 17a y su palabra cundirá como gangrena.

Todavía continúa la exhortación a evitar las palabras vanas y profanas. Todas las especulaciones humanas con pretensiones sutiles, propias de los falsos maestros, son descartadas como palabras vanas, que no presentan la «palabra de la verdad» y quieren sustituir el Evangelio de Dios por ideas humanas. Por esto son «profanas», por esto son «vanas». Y hasta todavía vendrá algo peor: ellos avanzarán más por el camino de la impiedad, se alejarán cada vez más de la revelación y así quedarán cada vez más alejados de Dios. La falsa doctrina cundirá en la comunidad como gangrena, ahogará las fuerzas vitales religiosas y morales en toda la comunidad y acabará por matar y llevar a la perdición.

17b Entre éstos están Himeneo y Fileto, 18 que se desviaron de la verdad, llegando a afirmar que la resurrección ha tenido ya lugar, y producen la ruina en la fe de algunos.

Pablo menciona por su nombre a dos de estos maestros: Himeneo, al que ya había excluido (1Ti_1:20) de la comunidad eclesial y que, en todo caso, vino a ser uno de los jefes de fila de los falsos maestros, y Fileto, del que no tenemos noticias. Pablo presenta brevemente la falsa doctrina de esos hombres. Afirman que la resurrección ha tenido ya lugar. Tales maestros entendían probablemente la resurrección en sentido puramente espiritual, negando por tanto la resurrección del cuerpo a una nueva vida incorruptible y gloriosa (cf. 1Co_15:20-24), que sólo será otorgada en el futuro cuando se realice plenamente la salvación. En cambio, quien desplaza la resurrección al pasado (en el momento de la recepción del bautismo), niega la resurrección y glorificación del cuerpo. En tal interpretación torcida de su doctrina sobre la resurrección 22, que en definitiva se basa en una falsa idea del cuerpo humano y una hostilidad contra el mismo, ve el Apóstol con razón la destrucción y ruina de la revelación cristiana 23. Podemos preguntarnos si esta falsa doctrina, apoyada en razonamientos griegos (cf. 1Cor 15; Act_17:32) había hallado ya bastante aceptación en la comunidad, puesto que la compara con un mal que cundirá como gangrena.

Aquí ve el gran peligro que se cierne sobre la fe cristiana y sobre la consistencia de la comunidad. Ya en estos primeros tiempos de la Iglesia comienza a brotar la cizaña que el enemigo había sembrado en medio del trigo (Mat_13:25 s). La falsa doctrina brota, se propaga peligrosamente y amenaza a la comunidad cristiana. Pablo lo reconoce con toda claridad y, movido por su constante solicitud por los cristianos que le están confiados, formula sus exhortaciones principalmente ahora que se halla en vísperas de la muerte.

...............

22. Cf. Rom_6:4; Eph_2:6 :Eph_5:14; Col_2:12; Col_3:1-4.

23. Una falsa doctrina parecida sobre la resurrección conocen más tarde también Justino (Apol. 1,26) e IRENEO (Adv. Haer. 1,23,5).

...............

c) El sólido cimiento de Dios (2,19-21).

19 Sin embargo, el sólido cimiento de Dios permanece firme y tiene sellada esta inscripción: El Señor conoce a los suyos (Num_16:5), y esta otra: Apártese de la injusticia todo el que invoca el nombre del Señor (Isa_26:13).

Pero por mucho que la falsa doctrina se extienda como gangrena y haga estragos, por más que algunos miembros de la comunidad cristiana apostaten de la fe, la fe cristiana no se ve por ello amenazada en su existencia, pues reposa sobre un sólido cimiento de Dios que es la Iglesia (cf. 1Ti_3:15). Pese a los manejos de los falsos maestros, seguirá existiendo. Como en la antigüedad se ponían dedicatorias en los templos y en las casas, así también san Pablo ve dos inscripciones a manera de sellos grabados en este sólido cimiento, en la Iglesia, a la que caracterizan con toda claridad.

La primera inscripción, tomada de Num_16:5, indica que el sólido cimiento, y por tanto la Iglesia, está resguardada por el amor de Dios. El Señor conoce a los suyos, que viven y habitan en este sólido cimiento. Dios los ama, los protege y los defiende. Todo el que reside en este sólido cimiento es, en efecto, propiedad de Dios y por tanto está confiado a su constante protección y a su amor.

La segunda inscripción, compuesta de palabras del Antiguo Testamento 24, se refiere a la obligación de todos los habitantes de esta casa: deben apartarse del pecado y de la injusticia. El que es cristiano y, lleno de respeto y veneración, invoca el nombre de Dios y lo confiesa, debe abstenerse de todo pecado. El sólido cimiento de Dios está caracterizado, por tanto, como la santa Iglesia de Dios, resguardada amorosamente por Dios mismo. En esta verdad consoladora debe pensar Timoteo. Nunca deben olvidar los cristianos que se hallan así resguardados por el amor y la protección de Dios, nunca deben acongojarse ni perder los ánimos aunque vean que algunos apostatan, aunque la Iglesia se vea atribulada interior o exteriormente, porque «el sólido cimiento de Dios permanece firme».

...............

24.Cf. Isa_52:11; Lev_24:16; Jos_23:7; Isa_26:13.

...............

20 En una casa grande no hay solamente vajilla de oro y de plata, sino también de madera y de barro: aquélla para usos nobles, ésta para usos viles. 21 Así pues, quien se purifique por completo de estas cosas, pertenecerá a la vajilla de uso noble, consagrada, útil para el dueño, apta para toda obra buena.

La aparición de falsos maestros y, por tanto, la contradicción del Maligno dentro de la casa de Dios, es cosa que no debe extrañar ni desorientar a Timoteo y a los cristianos en su fe. Pablo lo explica con una comparación de la Iglesia, que es la casa de Dios, con una casa grande, que contiene vajilla y utensilios de diferentes clases (cf. Rom_9:21). éstos se distinguen primeramente por el material de que están fabricados (los hay de oro, de plata, de madera y de barro), y luego también por el uso a que están destinados. Así hay vajilla que está destinada a un uso noble, y otra que está destinada a un uso menos noble.

También en la comunidad, que es la casa de Dios, los cristianos que la forman prestan variados servicios. Tal es la ordenación divina, sobre la que el cristiano no tiene que sutilizar y ergotizar, debiendo únicamente inclinarse y aceptarla con humildad (cf. Rom_9:14-30). Ahora bien, si uno se entrega a «discusiones de palabras» (Rom_2:14), a «palabras vanas y profanas» (Rom_2:16), se convierte en utensilio de uso vil y despreciable. Si, en cambio, se purifica y se libra de las taras de la falsa doctrina abandonando el camino que lleva a la impiedad (2,16), entonces viene a ser utensilio para uso noble en manos de Dios, entonces es utilizable para el Señor, es un instrumento apropiado en manos de Dios, dispuesto «para toda obra buena», que la gracia de Dios llevará a cabo con él. El quehacer más importante del cristiano será siempre el de ser un instrumento utilizable en manos de Dios, el de estar siempre disponible para la voluntad de Dios, tal como lo dijo el Señor: «Mi alimento es cumplir la voluntad del que me envió» (Joh_4:34).

2. PREDICAR CON EL EJEMPLO (2/22-26).

a) Vida cristiana (Joh_2:22-23).

22 Huye de las ambiciones juveniles; practica, en cambio, la justicia, la fidelidad, el amor, la paz con los que invocan al Señor con corazón puro. 23 Déjate de especulaciones estúpidas e incultas, que, como bien sabes, engendran disputas.

Aquí se invita a Timoteo a luchar enérgicamente contra los maestros del error, pues es preciso que se llegue a una clara división entre la comunidad cristiana y la falsa doctrina. En ello debe desempeñar papel decisivo su personal actitud cristiana. Cuanto más claramente se manifieste su personalidad marcada por el espíritu de Cristo y entregada a la proclamación del Evangelio, tanto mejor resultado se podrá esperar de tal lucha contra los maestros del error. Tanto más claramente se mostrará también a los cristianos seducidos el verdadero camino de la conversión. Por esta razón le exhorta ahora el Apóstol a huir de las ambiciones juveniles. Como sabemos por la primera carta a Timoteo (1Ti_4:12), éste fue encargado de la dirección de la comunidad de Efeso siendo todavía joven. Esto entraña cierto peligro, a saber, el de que Timoteo, en su comportamiento con los falsos maestros, se deje llevar de su impetuosidad juvenil, de las «ambiciones juveniles». Por esto intima ahora Pablo a Timoteo que se abstenga de esas faltas en que tan fácilmente incurren los jóvenes en la lucha: de toda veleidad, de todo celo excesivo y apasionado, de toda excitabilidad, de toda irreflexión, en una palabra, de todo lo que signifique apasionamiento. En cambio, debe ser modelo de todas esas virtudes que regulan el comportamiento con Dios y con los semejantes. Sólidamente fundado en una fe inquebrantable, debe aspirar a la justicia y al amor, sobre todo a vivir en paz con todos los cristianos (pues tales son «los que invocan al Señor con corazón puro»). En efecto, esta auténtica conducta cristiana es la que mantiene la cohesión de la comunidad.

Luego exhorta Pablo por tercera vez (cf. 2,14.16) a dejarse de «especulaciones estúpidas e incultas». De esta exhortación reiterada parece poder deducirse que existía este peligro de tales discusiones con el adversario. Timoteo debe mantenerse absolutamente al margen de esto. Debe sencillamente dejarse de tales especulaciones, que en realidad son causa de disputas, siempre inconciliables con una conducta cristiana que debe siempre distinguirse por el auténtico amor.

b) Instrucción de los que yerran (2,24-26)

24 Un siervo del Señor no debe disputar, sino ser afable con todos, buen maestro, tolerante, 25 suave al instruir a los contrarios, por si acaso Dios les concede convertirse al reconocimiento de la verdad, y recuperar el buen sentido, libres de las redes del diablo, que los había capturado vivos para hacer su voluntad.

Timoteo, en su calidad de cristiano y, sobre todo, de rector de la comunidad, es, en efecto, «siervo del Señor», puesto que está plenamente entregado al Señor, al que ha consagrado su vida entera 25; pero por otra parte, como los grandes hombres del pueblo israelita (Abraham, Moisés, David, Isaías 26) ha sido elegido por Dios para un servicio y misión especiales. Como tal no debe «disputar». En efecto, el camino para reducir y convertir a cristianos extraviados no es la refutación pronta e ingeniosa, sino el amor, que es afable y bondadoso con todos, que soporta con calma incluso la injusticia, trata a todos con suavidad y los instruye con bondad (cf. 1Co_13:4-7). El amor compasivo y comprensivo prepara así el camino por el que la gracia de Dios hace su entrada en el corazón de los hombres que yerran, y modifica su sentir, de modo que vuelvan «al reconocimiento de la verdad». Por eso, el comportamiento bondadoso, suave y afable de Timoteo preparará de la mejor manera el camino a la gracia de Dios.

Es que los que yerran están ahora totalmente embriagados por su presunción de saber, y así han caído en las redes del diablo, se le han entregado como instrumentos sin voluntad, como un animal cogido en la red. Así pues, san Pablo ve en los falsos maestros la obra de Satán, que siembra la cizaña en medio del trigo (cf. Mat_13:25 s). Los maestros del error son instrumentos del enemigo maligno. De ahí la exhortación a luchar enérgicamente, pero sin meterse en disputas ni en esgrima verbal, sino haciendo fuerte resistencia de obra. Personalmente, en cambio, debe preparar el camino para la acción de Dios con bondadosa y amable comprensión, con amor compasivo en el trato con los hermanos extraviados, pues sólo Dios puede mover los corazones de los hombres y hacerles «recuperar el buen sentido», para que cobren ánimos y se libren de las redes del diablo. El sacrificio y el amor del cristiano a sus semejantes son siempre el mejor medio de preparar el camino para que la gracia de Dios llegue a los corazones de hombres extraviados.

...............

25.Cf. Rom_1:1; Phi_1:1; Gal_1:10.

26.Cf. Isa_20:3; Amo_3:7; Jer_44:4; Dan_9:10 s.





Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Total entrega al ministerio, 2:1-13.
1 Tú, pues, hijo mío, ten buen cuidado, confiado en la gracia de Cristo Jesús; 2 y lo que de mí oíste ante muchos testigos, encomiéndalo a hombres fieles, capaces de enseñar a otros. 3 Soporta las fatigas, como buen soldado de Cristo Jesús. 4 Ningún soldado, al emprender una campaña, se embaraza con los negocios de la vida, para complacer al que le alistó. 5 Y quienquiera que compite en el estadio, no es coronado, si no compite legítimamente. 6 El labrador que se fatiga, debe ser el primero en participar de los frutos. 7 Entiende bien lo que quiero decir, porque el Señor te dará la inteligencia de todo. 8 Acuérdate de que Jesucristo, del linaje de David, resucitó de entre los muertos, según mi evangelio, 9 por el cual sufro hasta las cadenas como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada.10 Todo lo soporto por amor de los elegidos, para que éstos alcancen la salud en Cristo Jesús y la gloría eterna. 11 Verdadero es el dicho: Si padecemos con El, también con El viviremos; 12 si sufrimos con El, con El remaremos; si le negamos, también El nos negará; 13 si le fuéremos infieles, El permanecerá fiel, que no puede negarse a sí mismo.

Pablo sigue insistiendo sobre Timoteo para que se entregue de lleno y con toda fidelidad al desempeño de su ministerio. Su fuerza le vendrá de la gracia divina, que a él y a todos se comunica mediante la unión a Cristo (v.1; cf. 2Co_3:5-6; Efe_6:10; Flp_4:13).
Apoyado en esa gracia divina, debe Timoteo preocuparse (v.2) por transmitir a otros lo que de Pablo ha oído ante muchos testigos (? ??????? ???3 ???? ??? ?????? ???????? ). Evidentemente, Pablo está refiriéndose al depósito, de que habló antes (cf. 1:14; 1Ti_6:20), conjunto de verdades que constituyen el mensaje evangélico. No es clara la expresión ante muchos testigos. Quizá Pablo se refiera a que el mensaje evangélico no es algo transmitido en secreto y entre particulares, sino algo que se hace a la luz pública (cf. Jua_18:20). Bastantes autores, sin embargo, apoyados en el significado que tiene corrientemente la preposición ??? , ven ahí una alusión al testimonio de los demás apóstoles y otras personas que vieron personalmente a Cristo (cf. 1Co_15:5-7). Pero, en este contexto, ¿cómo armonizar ese sentido con la expresión lo que de mí oíste? Más bien parece que hemos de dar a ??? el sentido de acompañamiento o ambiente circundante, como en 1Co_16:3 y 2Co_2:4.
Pablo insiste en que ese depósito sea confiado a hombres fieles (v.2). Dentro de su vaguedad, sin especificar nombres ni funciones, es éste un texto sumamente importante en orden a fundamentar bíblicamente la doctrina de la sucesión apostólica.
A continuación San Pablo, valiéndose de tres expresivas imágenes (soldado-atleta-agricultor), exhorta a Timoteo a entregarse totalmente a su ministerio (v.2-6; cf. 1Co_9:6-7.24-27). No quiere que otras preocupaciones le distraigan del apostolado. No es buen soldado, ni buen atleta, ni buen agricultor quien se dedica a otros menesteres fuera de su oficio. Así también el apóstol cristiano. Es posible, como suponen algunos autores, que haya ahí una alusión al trabajo manual con que Timoteo, a imitación de Pablo (cf. 1Co_9:6; 1Te_2:9), procuraba ganarse el sustento. Sin embargo, eso era una excepción; y Pablo sabía que, como norma, no era conveniente, pues distraería demasiado al apóstol de sus cuidados pastorales. Pero, sea de eso lo que fuere, lo que ciertamente trata de inculcar Pablo es que el apóstol debe renunciar a todo lo que pudiera ser un obstáculo a su misión.
En los v.8-13, a fin de animar más y más a Timoteo, Pablo le recuerda el ejemplo de Cristo, que, si antes hubo de padecer, luego resucitó glorioso, y es tipo y modelo de nuestra futura resurrección. Idea fecunda, que Pablo recuerda muchas veces (cf. Rom_6:5; Rom_8:17; 2Co_4:10). Para la expresión mi evangelio (v.8), véase lo dicho al comentar Gal_1:11. Las últimas frases (v. 11-13), introducidas con la fórmula ya conocida (cf. 1Ti_1:15): verdadero es el dicho, están probablemente tomadas de algún himno cristiano primitivo (cf. 1Ti_3:16), y, en el fondo, no hacen sino repetir lo dicho en Rom_6:1-22.
La insistencia sobre la filiación davídica de Jesús (v.8), de que en muchos otros textos bíblicos (cf. Rom_1:3; Hec_2:25-33; Mat_12:23; Jua_7:42), es debida probablemente al deseo de combatir cierto docetismo que ya apuntaba.

Lucha contra el peligro de los falsos doctores,Jua_2:14-26.
14 Esto has de enseñar, protestando ante Dios no ocuparte en disputas vanas, que para nada sirven, si no es para perdición de los oyentes. 15 Mira bien cómo presentarte ante Dios, probado como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que distribuye sabiamente la palabra de la verdad. 16 Evita las profanas y vanas parlerías, que fácilmente llevan a la impiedad, 17 y su palabra cunde como gangrena. De ellos son Himeneo y Fileto, 18 que, extraviándose de la verdad, dicen que la resurrección se ha realizado ya, pervirtiendo con esto la fe de algunos.19 Pero el sólido fundamento de Dios se mantiene firme con este sello: El Señor conoce a los que son suyos y Apártese de la iniquidad quien tome en sus labios el nombre del Señor. 2° En una casa grande no hay sólo vasos de oro y plata, sino también de madera y de barro; y los unos para usos de honra, los otros para usos viles. 21 Quien se mantenga puro de estos errores, será vaso de honor, santificado, idóneo para uso del Señor, dispuesto para toda obra buena. 22 Huye las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con todos los que invocan al Señor con puro corazón. 23 Evita también las cuestiones necias y tontas, pues siempre engendran altercados, 24 y al siervo del Señor no le conviene altercar, sino mostrarse manso con todos, pronto para enseñar, sufrido, 25 y con mansedumbre corregir a los adversarios, por si Dios les concede el arrepentimiento, y reconocer la verdad 26 y librarse del lazo del diablo, a cuya voluntad están sujetos.

Timoteo se encuentra frente a una situación muy delicada: la que provocaban las predicaciones de los falsos doctores. A ese peligro aludió ya San Pablo varias veces en su anterior carta a Timoteo (cf. 1Ti_1:4; 1Ti_4:7; 1Ti_6:4). Ahora insiste de nuevo en el mismo tema, exhortando a Timoteo a que se esfuerce por evitar las disputas vanas, a las que esos falsos doctores eran tan aficionados, acompañando su predicación de la verdadera doctrina con el ejemplo de una vida intachable.
Le pide que sea firme en enseñar la doctrina recibida y que cuide de presentarse ante Dios como obrero probado, que no tiene de qué avergonzarse ni en cuanto al trabajo ni en cuanto al modo de llevarlo a cabo (v.15). Nada de profanas y vanas parlerías, mezclando lo sagrado y lo profano, que es camino para la impiedad (? . 16), como le ha sucedido a Himeneo y a Fileto, que se han extraviado de la verdad y arrastrado consigo también a otros (v. 17-18; cf. 1Ti_1:20). San Pablo cita una verdad concreta, la de la resurrección, que esos falsos predicadores negaban, diciendo que ya se ha realizado (v.18). Sabemos que el dogma de la resurrección era particularmente difícil de aceptar al espíritu griego (cf. Hec_17:32; 1Co_15:12). Probablemente los dos cristianos citados aquí por San Pablo suponían una resurrección puramente espiritual, la resurrección mística operada en el bautismo (cf. Rom_6:4; Efe_2:6; Col_3:1), al modo como lo harán luego ciertos autores gnósticos del siglo II.
No obstante esas desviaciones, la Iglesia permanecerá firme, manteniendo incólume su doctrina (v. 19-21). Pablo contempla primeramente a la Iglesia (v.1q; cf 1Ti_3:15) como un edificio que lleva, sobre su sólido fundamento, una doble inscripción-sello: El Señor conoce a los que son suyos (Num_16:5) y Apártese de la iniquidad quien tome en sus labios el nombre del Señor (cf. Num_16:26; Isa_52:11; Sal_6:9). La imagen está tomada de la costumbre antigua de ins-culpir en los edificios, particularmente en los templos, alguna inscripción indicando su destino y su carácter. Las dos inscripciones -sellos que lleva el edificio de la Iglesia indican que ésta no desviará jamás de la recta doctrina (primera inscripción) y que es santa por naturaleza (segunda inscripción). Verdad y santidad, dos notas de la Iglesia que nadie le podrá quitar, aunque algunos de sus miembros, por debilidad o por malicia, se aparten de la verdad y de la santidad. Pablo está apuntando de modo especial a la comunidad de Efeso, pero contempla a esa comunidad dentro de la Iglesia universal, realizada y hecha presente allí en Efeso. Los v.20-21 continúan la metáfora de la Iglesia-edificio, aunque cambiando un poco la perspectiva, comparando a los fieles con las diversas vasijas usadas en una casa (cf. Rom_9:21). La aplicación es clara: en la Iglesia hay cristianos buenos y hay cristianos malos, en mayor o menor grado. Nadie, pues, se escandalice de la presencia en ella de falsos doctores y de pecadores.
Pablo torna a hablar directamente a Timoteo, exhortándole a huir las pasiones juveniles (??????????? ?????????? ) y a evitar las cuestiones necias y tontas, que engendran altercados, al mismo tiempo que le recomienda practicar las virtudes cristianas (v.22-26). Esas pasiones juveniles, en este contexto, parecen ser cierta ligereza y vanidad, un poco por afán de novedades, más corrientes en los jóvenes que en las personas maduras. A la juventud de Timoteo ya aludió Pablo en 1Ti_4:12.
Son de notar las expresiones los que invocan al Señor (v.22), para designar a los cristianos en general (cf. Rom_10:9; 1Co_12:3; Hec_9:14-21; Hec_11:20-24), y siervo del Señor (v.24), para designar a un responsable de la comunidad (cf. Tit_1:1; Rom_1:1; Col_4:12), más bien que a los cristianos en general (cf. 1Co_7:22; Efe_6:6). Lo que sobre todo resalta en esta perícopa es la insistencia de Pablo, con unas u otras palabras, a que no hagamos un apostolado agresivo como tratando de triunfar sobre quien nos contradice, sino que tratemos de llevarle a Dios y que se adhiera libremente a la verdad.

Comentario de Santo Toms de Aquino

Lección 1 2 Timoteo 2,1-7
Con una comparación militar exhorta a Timoteo a soportar el martirio, cuya preparación ha de consistir en la fortaleza, la limosna generosa y la expectación del premio por el trabajo de la pelea.1. Tu ergo, fili mi, confortare in gratia, quae est in Christo 1esu.2. Et in his quae audisti a me per mullos testes haec com-menda fidelibus hominibus, qui idonei erunt et olios docere.3. Labora sicut bonus miles Christi 1esu.4. Nemo militans Deo implicat se negotiis saecularibus, ut ei placeat cui se probavit.5. Nam et qui certat in agone non coronabitur nisi legitime certaverit.6. Laborantem agricolam oportet primum de fructibus accipere.7. 1ntellige quae dico; dabit enim ubi Dominus in ómnibus intellectum.En el capítulo anterior indujo a Timoteo a predicar con mucha diligencia el Evangelio, aquí a soportar sin desfallecer el martirio; y primero a soportar la pasión por la salvación de los fieles; en segundo lugar le enseña cómo ha de resistir a los infieles. Asimismo pónese la preparación para soportar el martirio y la exhortación a lo mismo. 3 cosas van por delante en la preparación al martirio: la fortaleza, la dispensación de los bienes, el fructuoso trabajo de la milicia. Requisito para el martirio es la fortaleza para arrostrar los peligros de muerte. Por eso dice: "tú, pues, hi¡o mío", a quien engendré por el Evangelio, "cobra ánimo con la gracia" (Sal 30) que está, no en ti, cuya fortaleza es vana, sino en Cristo Jesús (Efes. 6), o en la gracia, esto es, en el don gratuito de Dios por Cristo (Jn 1).Segundo requisito la dispensación de los bienes; porque, cuando uno se ve cercano a la muerte, dispone de lo suyo. Por tanto, no menos solícitos han de andar los santos en procurar que, después de su muerte, no perezcan, sino pasen a otras manos, los bienes espirituales que les confiaron a ellos; por eso le avisa que, caso de ser llevado al martirio, dispense la doctrina de la fe. Y pone cómo la recibió, por el oído; por eso dice: "y las cosas que de mí has oído", y yo de Cristo. Y digo de mí, no en singular, sino confirmada "por muchos testigos", esto es, por la ley y los profetas (Rm 3); o por los apóstoles. "Así que tanto yo3 como ellos, esto es lo que predicamos todos, y esto habéis creído vosotros" (1Co 15,1 1). -Confíalas, por cuanto son dignas de aceptación (Sg 7), a hombres fieles, a saber, para que busquen no el medro temporal, sino la gloria de Dios. "entre los dispensadores lo que se requiere es que sean hallados fieles" (1Co 4,2; Mateo 24). Asimismo que sean idóneos para dispensar; por eso dice: "que sean idóneos para enseñarles también a otros". Y deben serlo en 3 cosas: en el entendimiento, con capacidad para entender (Lc 21); en la lengua, con elocuencia para enseñar (Is L); en la obra, porque Jesús empezó a obrar y enseñar (Hch 1).Luego cuando dice: trabaja, pónese lo tercero que es el trabajo legítimo de la milicia, a que primero lo exhorta; luego el premio del trabajo; en pos el estipendio de la milicia. Asimismo lo exhorta a trabajar a toda ley y expone en qué consiste ese trabajo legítimo. Dice pues "soporta el trabajo y la fatiga como buen soldado de Cristo". Y de 3 maneras es un soldado de Cristo: lo. por cuanto lucha contra el pecado. "Milicia es la vida del hombre sobre la tierra" (Jb 7). Y esta lucha es contra la carne, el mundo y el diablo (Efes. 5). 2o. por pelear contra los errores. "Las armas con que combatimos no son carnales, sino que son poderosísimas en Dios para derrocar fortalezas, destruyendo nosotros con ellas las trazas humanas, y toda altanería que se engríe contra la ciencia de Dios" (2Co 10,4. La 3a. es la milicia de los mártires contra los tiranos; y ésta es la más trabajosa (Jb 25). Y el soldado no debe descansar, porque de ahí su nombre: de soportar la profesión de soldado o milicia.-"Ninguno que se ha alistado en la milicia de Dios, debe embarazarse con negocios del siglo". Expone en qué consiste el trabajo según las leyes; y primero lo induce al trabajo y a continuación le enseña qué cualidades ha de tener el buen soldado. Dice pues: "ninguno que se ha alistado en la miiicia de Dios"1. Es de saber que uno es el fin de la milicia espiritual y otro el de la corporal; porque el fin de esta última es obtener la victoria contra los enemigos de la patria, y, por consiguiente, los soldados deben abstenerse de las cosas que retraen de la batalla, como los negocios y las delicias. "Todos los que han de luchar en la palestra guardan en todo una exacta continencia" (1Co 9,25). Pero el fin de la miiicia espiritual es conseguir la victoria contra los enemigos de Dios; por consiguiente es necesario abstenerse de todo lo que distrae la atención de Dios. De este género son los negocios seculares, porque la solicitud por las cosas de este siglo sofoca la palabra de Dios. Por eso dice: "se embaraza". Pero, al contrario: los negocios seculares son temporales, y esto hizo el Apóstol cuando vivió del trabajo de sus manos.Respondo con lo que dice el Apóstol: se embaraza; pero no dice: ejerce; y se embaraza aquel que no tiene otro pensamiento que procurar con afán y solicitud demasiada estas cosas; y entonces propiamente se les veda a los soldados de Cristo, porque no hay ninguna necesidad de enredarse con ellas. Tampoco se dice simplemente: es embarazado, sino se embaraza; porque algunas veces lo embarazan, pero no se embaraza; que es cuando sin piedad y necesidad se embarca en los negocios; mas cuando por necesidad ejercita el oficio de la piedad y la autoridad, entonces no se embaraza, sino es embarazado de tal necesidad. "Os recomiendo a nuestra hermana Febe, para que la recibáis, por amor del Señor, como deben recibirse los santos, y le deis favor en cualquier negocio que necesitare de vosotros, pues eüa lo ha hecho así con muchos y en particular conmigo" (Rm 16,1). Y la causa por la que no deben enredarse es "a fin de agradar a Aquel que le alistó". -"Si alguno ama al mundo, no habita en él la caridad del Padre" (! Juan 2,15). Porque el soldado de Cristo hizo voto de militar para Dios; por tanto, debe esforzarse por agradar a quien por voto se consagró.-Asimismo ni el que combate en la palestra es coronado si no lidiare según las leyes". Pone el premio del trabajo. Y porque pudiera decir alguno: ¡Oh Pablo!, mucho es lo que pides; pero ¿qué fruto se sigue de ahí? Responderá: tomad el ejemplo de las luchas seculares, donde no todos, sino los que pelean según las leyes, reciben la corona. Así ha de ser en las luchas espirituales, donde nadie será coronado si no se atiene a las debidas leyes de la lucha. "Y aquellos por cierto no con otro fin sino el de alcanzar una corona perecedera; al paso que nosotros la esperamos eterna" (1Co 9,25).-"El labrador, para recibir los frutos, es menester que trabaje primero". Muéstrale la paga y védale los negocios seculares; y propónele los estipendios bajo de metáfora y la explica; porque el oficio de los predicadores y doctores es oficio de soldados, por cuanto la emprenden contra los vicios y los enemigos. Asimismo de labradores, por cuanto fructifican en inducir a lo bueno. Su campo es ia 1glesia y el labrador principal es Dios, que trabaja por dentro y por fuera. (Jn XV). Los hombres en cambio por fuera aplican su ministerio. "Yo planté, Apolo regó, mas Dios dio el crecimiento" (1Co 3). Estos son labradores superficiales. "Si he apremiado !as personas de los cultivadores" (Jb 31,39). Es menester pues que este labrador vea sus fatigas bien logradas en el fruto de sus trabajos; y estos frutos son las obras de las virtudes (Sir 24; Gal. 5), y también los frutos de las limosnas. "Estaba ésta (Tabita) enriquecida de buenas obras y de las limosnas que hacía" (Hch 9,36). Y el fruto principal que éstos han de recoger, para su gozo, es en primer lugar el de sus subditos. "Así pues, hermanos míos carísimos y amabilísimos, mi gozo y mí corona" (Fil 4,1). En segundo lugar el de los subsidios temporales, no como premio principal, sino como estipendio. "Aquel a quien se le instruye en las cosas de la fe asista de todos modos con sus bienes al que le instruye" (Gal. 6,6). "El que trabaja merece que le sustenten" (Mt 10,10).-"Entiende bien lo que digo, porque Dios te dará en todo inteligencia". Explica lo que había dicho, a imitación de Cristo en sus parábolas: "quien tenga oídos para oír que oiga" (Mateo 13): como si dijera: esto has de entenderlo espiritualmente "pues necesaria es para esta visión la inteligencia" (Daniel 10,1). Como si alguno dijera: tú dices: recibe la paga, ¡oh Timoteo!; mas tú no lo haces, porque quieres vivir del trabajo de tus manos. Así pues, entiende lo que digo, ya que es necesaria la discreción, porque no hay que recibirla donde hay ocasión de avaricia contra el Evangelio, o por la codicia o por la pereza; y esto podrás entenderlo, porque Dios te dará en todo inteligencia. (1Jn 2).

Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento (Verbo Divino, 2004)



49 (D) La instrucción ética permite la fiel transmisión del evangelio (2,1-10).
(a) Necesidad de conservar el depósito de la fe (2,1-2). El autor imagina a Pablo miran(-)do hacia el futuro, pensando (al menos) en las tres siguientes generaciones de dirigentes cris(-)tianos: Timoteo («hijo mío», v. 1), los «hombres fieles» (v. 2) y los «otros» que serán a su vez instruidos por ellos. Cf. 1 Clem 42.44. 2. en pre(-)sencia de muchos testigos: Tal vez sea una refe(-)rencia a la ordenación de Timoteo (1,6; 1 Tim. 1,18; 4,14), pero véase también Dt 19,15. con(-)fía... cuanto has oído: Véanse 1 Tim. 1,18; 6,20.
(b) Tres ejemplos propuestos a la imitación (2,3-6). Los ejemplos son lugares comunes de la tradición filosófica (cf., p.ej., Epicteto, Diss. 3.10.8; 3.24-31-37) y también fueron empleados por Pablo (1 Cor 9,7.24-27), aunque en un sen(-)tido un tanto diferente. En este caso, el soldado enseña la necesidad de resolución; el atleta, la abnegación; y el labrador, el esfuerzo intenso.
(c) La ejemplar fidelidad de Pablo a Cristo (2,7-10). 7. La fuerza de Dios permite com(-)prender la palabra exterior de la revelación. 8. La procedencia paulina de esta fórmula confe(-)
sional es explícita, según mi evangelio: Véanse Rom. 1,1; 2,16; 16,25. La formulación proba(-)blemente deriva de Rom. 1,3-4. Curiosamente, la resurrección de Cristo se menciona antes que su nacimiento. 9-10. En las pastorales no aparece la idea de que otros apóstoles actua(-)rían en el caso de que la obra personal de Pa(-)blo se viera obstaculizada.
(E) Resumen: la «afirmación cierta» (2,11-13). Fragmento de un himno utilizado en las Iglesias paulinas. Tiene una estructura a, b,a,b,c,d,c,d, con un colofón (pues no pue(-)de negarse a sí mismo) quizá añadido por el autor de las pastorales. 11. es cierta esta afir(-)mación: Véase Tit 3,8. El resto del v. 11 es lin(-)güísticamente muy parecido a Rom 6,8. 13. El elemento (d) (él permanece fiel [a Dios]) es la base teológica del elemento (d) (también nos negará)', los otros elementos paralelos del him(-)no son sinónimos.
50 (IV) Enseñanza verdadera y ense(-)ñanza falsa (2,14-4,8). Véase L. Johnson, JRelS 6-7 (1978-79) 1-26.
(A) Cuatro antítesis que distinguen al maestro verdadero del falso (2,14-26). Cada una de las antítesis (2,14-15.16-21.22.23-26) señala actos que se han de evitar y recomien(-)da directa o implícitamente la conducta con(-)traria correcta. Este estilo de parénesis antité(-)tica («haz esto, evita aquello») sigue un modelo corriente en la antigüedad. 14. conju(-)ra en presencia de Dios: La reaparición de esta frase en 4,1, es decir, al final de la unidad prin(-)cipal, contribuye a dar cohesión al argumento. que se eviten las discusiones de palabras: Según 1 Tim. 6,4-5, actividad característica de los maes(-)tros carentes de verdadero entendimiento. 15. fiel distribuidor de la palabra de la verdad: La imagen gr. utilizada es la de «trazar una línea recta» o «abrir una senda recta» para la pala(-)bra. 16. palabrerías profanas: Esta expresión, repetición de 1 Tim. 6,20, describe un rasgo del «supuesto conocimiento» poseído por los fal(-)sos maestros, impiedad: Asebeia, lo contrario de la eusebeia, «piedad», alabada tan a menu(-)do por el autor (véase Tit. 1,1). 17. Himeneo y Fileto: En 1 Tim. 1,20 Himeneo también apare(-)ce como adversario de Pablo; allí se empareja con Alejandro. Fileto no aparece en ninguna otra fuente. 18. la resurrección ya ha sucedido: En HchPyT 14, un par diferente de adversarios de Pablo, Demas (véase 2 Tim 4,10) y Hermó(-)genes (véase 2 Tim. 1,15), enseñan que «la re(-)surrección, que Pablo afirma venidera, ya ha tenido lugar en los hijos que tenemos, y que resucitamos de nuevo [es decir, ya] porque he(-)mos llegado a conocer al verdadero Dios». 19-20. Se combina el lenguaje de 1 Cor 3,10-12 y Rom 9,21 para crear la imagen un tanto inco(-)herente de una gran casa (a saber, la Iglesia) construida sobre un sólido fundamento y que contiene diversos tipos de utensilios. 19. fun(-) damento puesto por Dios: Mientras que 1 Cor. 3,10-11 identifica dicho fundamento con «Je(-)sucristo» sin más, Ef 2,20 piensa más bien en los «apóstoles y profetas», con Cristo como «piedra angular» del fundamento. En el caso que nos ocupa, la idea probablemente es que la Iglesia está construida sobre la verdadera revelación de Dios, sello: Dos textos sirven de «sello» o marca distintiva de este «sólido fun(-)damento». El primero, Nm 16,5, procede del relato en que Dios destruye a Coré y a los de(-)más adversarios de Moisés: «Dios conoce a los que son suyos»... ¡y destruye a los que no lo son! El segundo, posiblemente combinación de Eclo 35,3 (ó 7,2) y Lv 24,16, aconseja a los verdaderos creyentes que se abstengan de obrar mal. 21. utensilio: Aunque la Iglesia es un cuerpo mixto que contiene miembros va(-)liosos y miembros viles (los diversos «utensi(-)lios»), estos últimos también pueden llegar a ser valiosos en virtud de la «limpieza», dis(-)puesto para toda obra buena: Para las pastora(-)les, éste es un distintivo del verdadero creyen(-)te (véase Tit. 1,16; 3,1; 2 Tim. 3,17). 22. La tercera antítesis: huir de la pasión e ir al al(-)cance de la virtud, con corazón puro: Véase 1 Tim. 1,5, cf. 1 Tim. 3,9; 2 Tim 1,3. 23. Próximo en su lenguaje a Tit. 3,9-10 (cf. 1 Tim. 6,3-5), que hace concretamente referencia a la con(-)ducta de los falsos maestros. 24-26. En cam(-)bio, el verdadero dirigente eclesial («siervo del Señor», v. 24) no ha de ser un polemista discutidor, sino un maestro amable. 25. Dios les otorgue un cambio de corazón: Pese a la hosti(-)lidad del autor de las pastorales hacia los fal(-)sos maestros (p.ej., Tit. 1,10-16; 3,9-11; 1 Tim. 1,19-20; 6,9-10), sigue convencido de que «Dios quiere salvar a todos» (1 Tim. 2,4; cf. 1 Tim 1,12-17). conocer plenamente la verdad: Véanse 1 Tim. 2,4 y el comentario a Tit. 1,1. 26. por él a su voluntad: Los pron. gr. son ambi(-)guos en cuanto a su antecedente, pero proba(-)blemente ambos se refieren al diablo.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter II.

1 He is exhorted againe to constancie and perseuerance, and to doe the duetie of a faithfull seruant of the Lord in diuiding the word aright, and staying prophane and vaine bablings. 17 Of Hymeneus and Philetus. 19 The foundation of the Lord is sure. 22 Hee is taught whereof to beware, and what to follow after, and in what sort the seruant of the Lord ought to behaue himselfe.
1 Thou therefore, my sonne, be strong in the grace that is in Christ Iesus.
2 And the things that thou hast heard of mee [ Or, by.] among many witnesses, the same commit thou to faithfull men, who shall be able to teach others also.
3 Thou therefore indure hardnesse, as a good souldier of Iesus Christ.
4 No man that warreth, intangleth himselfe with the affaires of this life, that hee may please him who hath chosen him to be a souldJeremiah
5 And if a man also striue for masteries, yet is hee not crowned except hee striue lawfully.
6 [ Or, the husbandman labouring first, must be partaker of the fruites.] The husbandman that laboureth, must bee first partaker of the fruites.
7 Consider what I say, and the Lord giue thee vnderstanding in all things.
8 Remember that Iesus Christ of the seede of Dauid, was raised from the dead, according to my Gospel:
9 Wherein I suffer trouble as an euill doer, euen vnto bonds: but the word of God is not bound.
10 Therefore I indure all things for the elects sakes, that they may also obtaine the saluation which is in Christ Iesus, with eternall glory.
11 It is a faithfull saying: for if we bee dead with him, wee shall also liue with him.

[Of sundry vessels.]

12 If we suffer, we shall also reigne with him: if wee denie him, hee also will denie vs.
13 If we beleeue not, yet he abideth faithfull, he cannot denie himselfe.
14 Of these things put them in remembrance, charging them before the Lord, that they striue not about words to no profite, but to the subuerting of the hearers.
15 Studie to shewe thy selfe approued vnto God, a workman that needeth not to be ashamed, rightly diuiding the word of trueth.
16 But shun profane and vaine bablings, for they will increase vnto more vngodlinesse.
17 And their word will eate as doth a [ Or, gangrene.] canker: of whom is Hymeneus and Philetus.
18 Who concerning the trueth haue erred, saying that the resurrection is past alreadie, and ouerthrow the faith of some.
19 Neuerthelesse the foundation of God standeth [ Or, steady.] sure, hauing the seale, the Lord knoweth them that are his. And, let euery one that nameth the Name of Christ, depart from iniquitie.
20 But in a great house, there are not onely vessels of gold, and of siluer, but also a wood, & of earth: and some to honour, and some to dishonour.
21 If a man therefore purge himselfe from these, he shal be a vessell vnto honour, sanctified, and meete for the Masters vse, and prepared vnto euery good worke.
22 Flie also youthfull lusts: but follow righteousnesse, faith, charitie, peace with them that call on the Lord out of a pure heart.
23 But foolish and vnlearned questions auoid, knowing that they doe gender strifes.
24 And the seruant of the Lord must not striue: but bee gentle vnto all men, apt to teach, [ Or, forbearing.] patient,
25 In meekenesse instructing those that oppose themselues, if God peraduenture will giue them repentance to the acknowledging of the trueth.
26 And that they may [ Greek: awake.] recouer themselues out of the snare of the deuill, who are [ Greek: taken aliue.] taken captiue by him at his will.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Soldado de Cristo. Pablo entra en el tema central de esta carta-testamento con tres recomendaciones a su discípulo. La primera: que escoja personas de fiar a quienes pueda trasmitir el legado de la Palabra de Dios que él mismo, Timoteo, recibió públicamente «en presencia de muchos testigos» (2). No sólo es su deber guardar fielmente la «memoria de Jesús» que recibió de su maestro Pablo, sino asegurar que esa memoria se mantenga intacta de una generación a otra.
La segunda: siendo esta «memoria de Jesús» la memoria de un «crucificado», el sufrimiento que acompañará a sus seguidores tiene un valor evangélico. Así ha entendido Pablo siempre sus sufrimientos de apóstol y así interpreta ahora su prisión: «todo lo sufro por los elegidos de Dios, para que... alcancen la salvación y la gloria eterna» (10). El Apóstol exhorta a su discípulo a tener esta «memoria» siempre delante de sus ojos: «acuérdate de Jesucristo, resucitado de la muerte» (8), terminando con la cita de un bello poema en la que ve al creyente entrando en plena comunión con el misterio redentor de Cristo, tanto en su pasión como en su gloria.
La tercera exhortación se refiere al tema constante de las «cartas pastorales»: los falsos doctores, y la actitud que deberán tener los responsables de la comunidad frente a ellos. Contrapone a la palabrería profana y peligrosa de esos tales, la palabra de la verdad que es el Evangelio. Cita un ejemplo de estas doctrinas peligrosas: la de aquellos que decían que la resurrección había tenido ya lugar en el bautismo y que no había que esperar otra, o sea, la resurrección después de la muerte (Jua_5:28s). Para asegurar que las falsas doctrinas no prevalecerán, el autor emplea una bella metáfora: la piedra fundacional de la Iglesia lleva dos inscripciones grabadas, una se refiere a la presencia protectora del Señor que «conoce a los suyos» (19a). La otra advierte a los que invocan su nombre a alejarse de toda esa falsedad a la que llama «injusticia» (19b).

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Un llamado a fortalecerse en el Señor. En algunas maneras, Timoteo contrastaba marcadamente con aquellos que habían desertado del Apóstol. La idea de ser fuerte aparece en Ef. 6:10. En vista de la oposición al evangelio, es necesaria siempre una presentación poderosa. Pero el poder proviene de la gracia que es en Cristo Jesús, lo cual significa con el apoyo del favor inmerecido de Dios, no dependiendo de una habilidad natural. No está claro lo que pensaba Pablo al escribir muchos testigos. Algunos ven una referencia a los testigos de la ordenación ministerial de Timoteo, pero mediante muchos testigos indica a los muchos testigos que podrían testificar de la clase de enseñanza que Pablo le había dado a Timoteo. La instrucción de confiarla a otros maestros es importante para nuestra comprensión del desarrollo de la iglesia primitiva. Hombres especialmente seleccionados que poseían las dos cualidades de fidelidad y habilidad de enseñar debían ser separados para la tarea. Pablo implica que esta importante responsabilidad debía ser cuidadosamente regulada.

Las tres ilustraciones que siguen (3-6) están diseñadas para alentar a Timoteo a perseverar aun cuando la tarea se ponga difícil. La metáfora mili tar muestra el deber de la unidad de propósito; la metáfora atlética la necesidad de ajustarse a las reglas; y la metáfora agrícola la certeza de una recompensa por la dura faena involucrada. Las tres metáforas, tomadas de la vida contemporánea se complementan entre sí. Pablo insta a una reflexión sobre esto porque la experiencia arrojaría más luz, a medida que el Señor le daba entendimiento (v. 7). Las siguientes palabras sugieren que Pablo está hablando aquí de su propia experiencia. El pasaje de cerca de 2.000 años no ha perdido la agudeza de estos paralelos comunes.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



4-6. Estas tres imágenes tomadas de la vida ordinaria, significan que la corona de la gloria está reservada a los que perseveran en la lucha propia de la vida cristiana.

8. Ver nota Mat_1:1.

11. Ver nota 1Ti_1:15; Rom_6:5-11.

17-18. "Himeneo y Fileto" consideraban la resurrección como un hecho puramente espiritual, ya realizado en el bautismo. Ver Hec_17:32; 1Co_15:12.

19. Num_16:5; Isa_26:13.

Comentario al Nuevo Testamento (EUNSA, 2008)

La fidelidad siempre ha sido considerada una virtud necesaria para quienes reciben la misión de vigilar. Por eso resulta especialmente necesaria para los obispos (episkopos, en griego, significa «vigilante»). El soldado, el atleta y el agricultor son tres ejemplos de profesiones que exigen realizar a conciencia el trabajo, con dedicación y esfuerzo.


Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 2.11 Ro 6.4-8; Gl 2.19-20; Col 2.12.

[2] 2.12 Ro 8.17.

[3] 2.12 Cf. Mt 10.32-33; Mc 8.38; Lc 12.9.

[4] 2.13 Ro 3.3-4; 1 Co 1.9.

[5] 2.19 Cf. Nm 16.5 (gr.); Is 52.11 (gr.).

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

— vencedores: Lit. pueden ser coronados. Ver nota a 1Co 9:25.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Co_9:25+

Torres Amat (1825)



[9] Aunque estaba preso, Pablo publicó el Evangelio de palabra y por escrito.

[18] En el bautismo, cuando morimos con Cristo y resucitamos a la vida de la gracia. No hay que esperar otra resurrección.

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Co_9:25+

Biblia Peshitta en Español (Holman, 2015)

a 2Ti 4:8