Ver contexto
¡Y con todo eran nuestras dolencias las que él llevaba
y nuestros dolores los que soportaba!
Nosotros le tuvimos por azotado,
herido de Dios y humillado.
(Isaías 53, 4) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

אָכֵ֤ן‎(אָכֵן)

Hebrew|ʔāḵˈēn|surely

Part-of-speech: interjection
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H403] [a.dd.aa] [86]
[אכן] [GES393] [BDB416] [HAL432]

חֳלָיֵ֨נוּ֙‎(חֳלִי)

Hebrew|ḥᵒlāyˈēnû|sickness

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2483] [h.cn.ab] [655a]
[חלי] [GES2417] [BDB2699] [HAL2697]

ה֣וּא‎(הוּא)

Hebrew|hˈû|he

Part-of-speech: personal pronoun
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1931] [e.aw.aa] [480]
[הוא] [GES1856] [BDB2078] [HAL2078]

נָשָׂ֔א‎(נָשָׂא)

Hebrew|nāśˈā|lift

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H5375] [n.fm.aa] [1421]
[נשא] [GES5300] [BDB5899] [HAL5792]

וּ‎(וְ)

Hebrew|û|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

מַכְאֹבֵ֖ינוּ‎(מַכְאֹוב)

Hebrew|maḵʔōvˌênû|pain

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4341] [k.ac.ac] [940b]
[מכאוב] [GES4265] [BDB4758] [HAL4678]

סְבָלָ֑ם‎(סָבַל)

Hebrew|sᵊvālˈām|bear

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H5445] [o.af.aa] [1458]
[סבל] [GES5373] [BDB5975] [HAL5872]

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

אֲנַ֣חְנוּ‎(אֲנַחְנוּ)

Hebrew|ʔᵃnˈaḥnû|we

Part-of-speech: personal pronoun
Gender: unknown
Number: plural
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H587] [a.ej.aa] [128]
[אנחנו] [GES566] [BDB595] [HAL618]

חֲשַׁבְנֻ֔הוּ‎(חָשַׁב)

Hebrew|ḥᵃšavnˈuhû|account

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: plural
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H2803] [h.gr.aa] [767]
[חשב] [GES2696] [BDB3038] [HAL3009]

נָג֛וּעַ‎(נָגַע)

Hebrew|nāḡˈûₐʕ|touch

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: participle (passive)
Verbal stem: qal


[H5060] [n.aw.aa] [1293]
[נגע] [GES4973] [BDB5560] [HAL5445]

מֻכֵּ֥ה‎(נָכָה)

Hebrew|mukkˌē|strike

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: unknown
State: construct
Verbal tense: participle (passive)
Verbal stem: hof‘al


[H5221] [n.dk.aa] [1364]
[נכה] [GES5139] [BDB5736] [HAL5628]

אֱלֹהִ֖ים‎(אֱלֹהִים)

Hebrew|ʔᵉlōhˌîm|god(s)

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H430] [a.dl.ad] [93c]
[אלהים] [GES407] [BDB437] [HAL452]

וּ‎(וְ)

Hebrew|û|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

מְעֻנֶּֽה‎(עָנָה)

Hebrew|mᵊʕunnˈeh|be lowly

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: participle (passive)
Verbal stem: pu“al


[H6031] [p.dv.aa] [1652]
[ענה] [GES5957] [BDB6584] [HAL6523]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



53. Poema del siervo de Yahvé.

El Siervo de Yahvé, varón de dolores (1-3).
1¿Quién creerá lo que hemos oído?l ¿A quién fue revelado el brazo de Yahvé? 2Sube ante él como un retoño, como raíz de tierra árida. No hay en él parecer, no hay hermosura para que le miremos, ni apariencia para que en él nos complazcamos. 3Despreciado y abandonado de los hombres, varón de dolores y familiarizado con el sufrimiento, y como uno ante el cual se oculta el rostro, menospreciado sin que le tengamos en cuenta.

Una vez asentadas en líneas generales las dos fases de la misión del Siervo, su humillación y glorificación, el profeta desciende a los detalles, preocupado del efecto de sus palabras por la grandeza de la revelación en ellas expresada. Es tan inaudito lo que va a decir, que se pregunta a sí mismo: ¿Quién creerá lo que hemos oído? (v.1). Como veremos, la idea central de esta revelación es la muerte vicaria del Siervo, que triunfa con sus sufrimientos después de desaparecer de este mundo. En los cánticos anteriores se le presentaba como Profeta o Maestro ideal, predicando un llamamiento a todos los pueblos para que se conviertan a Dios. Ahora, en cambio, la perspectiva cambia, pues el Siervo triunfa no por su palabra, sino exclusivamente por sus sufrimientos. Esto es lo inaudito que el profeta va a presentar, y teme no se le crea. Sólo los iniciados en los designios de Dios serán capaces de captar el contenido de esta revelación excepcional. El Siervo va a ser presentado como víctima expiatoria por su pueblo, y esto es lo verdaderamente nuevo en esta nueva revelación. Ese carácter de los sufrimientos en satisfacción por los demás es totalmente desconocido en el Antiguo Testamento fuera de estos pasajes; y más sorprendente aún es que el Siervo será glorificado en virtud de estos sufrimientos por los demás.
Se discute sobre quién es el que habla en este v.1; generalmente se suele decir que es o bien el profeta o un grupo de iniciados en el misterio del Siervo de Yahvé 2. Nadie conoce, fuera de éstos o del profeta, este misterio: ¿A quién fue revelado el brazo de Yahvé? e.d., ¿quién conoce la manifestación de la Providencia divina en este caso histórico? La expresión brazo de Yahvé alude aquí no tanto a la fuerza de Dios cuanto a su manifestación en el curso de la historia (cf. 51:9; 52:10). El brazo de Yahvé es el que ha hecho surgir al Siervo para cumplir esta misión excepcional e inaudita.
La aparición del Siervo es tan modesta, que apenas es percibida por nadie. No tiene nada de llamativo ni atractivo, como una raíz de tierra árida (v.2), que no se hace notar por su profundidad, como una hierba modesta y gris del desierto, sin los colores vivos de una flor que nace en un vergel frondoso. Parece aquí aludir a la cuna humilde del Siervo. La vida de Cristo se desarrolló así, humildemente, en un taller de Nazaret. Es el mejor comentario al texto del profeta. Sube ante él como un retoño: sus principios discurrieron bajo la protección de Yahvé. Quizá en la palabra retoño haya una alusión a Isa_11:11 y a Amo_9:11, donde la casa de David es presentada como una cabaña que cayó. Jeremías utilizó también esta palabra al hablar del Mesías: germen iustitiae, germen iustum (Jer_23:33). La apariencia de ese retoño, de esa raíz de tierra árida, es tan modesta, que nada tiene que atraiga la curiosidad y las miradas: no hay en él parecer, ni apariencia para que en él nos complazcamos (v.2).
Y el profeta avanza en la descripción de esa falta de hermosura y de apariencia en el Siervo. Su aspecto es tan poco atractivo, que es despreciado y abandonado de los hombres (v.3). Parece la verdadera encarnación de la desventura y del sufrimiento: varón de dolores; e.d., todas las desventuras y desgracias se han cebado en él, en tal forma que estaba plenamente familiarizado con el sufrimiento. Su situación es semejante a la del leproso, ante el cual se oculta el rostro, de repugnancia por un lado y de conmiseración por otro, al considerarlo como castigado de Dios 3.

Valor expiatorio de los sufrimientos del Siervo de Yahvé (4-6).
4 Pero fue él ciertamente quien soportó nuestros sufrimientos y cargó con nuestros dolores, mientras que nosotros le tuvimos por castigado, herido por Dios y abatido. 5 Fue traspasado por nuestras iniquidades y molido por nuestros pecados. El castigo de nuestra paz fue sobre él4, y en sus llagas hemos sido curados, 6 Todos nosotros andábamos errantes como ovejas, siguiendo cada uno su camino, y Yahvé cargó sobre él la iniquidad de todos nosotros.

En realidad, esa estimación respecto de la apariencia poco atractiva del Siervo era muy superficial, ya que es preciso saber por qué se hallaba en tal estado. Nadie se preocupaba de él (sin que le tuviésemos en cuenta, v.4), y sobre todo era una injusticia creer que su situación obedecía a un castigo de Dios por sus transgresiones. La realidad es muy distinta, y el profeta va a dar un sentido profundo a los inauditos y misteriosos sufrimientos del Siervo. Si ha sido convertido en un varón de dolores, es porque él cargo con nuestros pecados (v.6), sin que se comprendiera su verdadera situación, ya que era considerado como castigado y herido por Dios. En la mentalidad del Antiguo Testamento, las enfermedades y contrariedades de la vida eran consideradas comúnmente como castigo de pecados ocultos o públicos. En el libro de Job se critica duramente esta opinión, demasiado simplista. En tiempo de nuestro Señor, los apóstoles también participaban de esta creencia, cuando le preguntaron la razón de la ceguera del ciego de nacimiento 5. La situación del Siervo es muy distinta, ya que, si sufre, es por nuestras iniquidades (v.6). Con ello ha conseguido para nosotros la paz (el castigo de nuestra paz fue sobre él, ?.6), en cuanto que ha obrado la reconciliación de nosotros con Dios al aplacar su justicia con sus sufrimientos: en sus llagas hemos sido curados, (v.6). Nos encontramos, pues, aquí con la noción teológica de la satisfacción vicaria, pues nuestra reconciliación con Dios es presentada como fruto de los sufrimientos del Siervo, ya que éstos han tenido un verdadero efecto curativo sobre nosotros.

El Siervo de Yahvé, muerto por nuestros pecados. (7-9)
7 Maltratado, mas él se sometió, no abrió la boca, como cordero llevado al matadero, como oveja muda ante los trasquiladores. 8 Fue arrebatado por un juicio inicuo 6, sin que nadie defendiera su causa7, pues fue arrancado de la tierra de los vivientes y herido de muerte por el crimen de su pueblo8. 9 Dispuesta estaba entre los impíos su sepultura, y fue en la muerte igualado a los malhechores 9, a pesar de no haber cometido maldad ni haber mentira en su boca.

El Siervo se sometió a la voluntad de Dios sin protestar ni expresar queja alguna: no abrió la boca (v.7), mostrándose manso como el cordero llevado al matadero o ante el esquilador sin moverse. Sin duda que este símil dio origen a la aplicación, en el Nuevo Testamento, de Cordero de Dios a Jesús, sometido a los ludibrios de su pasión sin protestar. Cristo, en realidad, será el Cordero de la nueva Pascua, ofrecido en sustitución del antiguo, como alianza perpetua en la nueva economía de la redención.
La interpretación del v.8 depende de la traducción adoptada. La nuestra es clara, y parece hacer paralelismo con la frase siguiente, e.d., el Siervo fue injustamente condenado a muerte, sin que nadie se preocupara de defender su causa judicial. La versión de la Vg.: generationem eius quis enarrabit, ha dado lugar a que los teólogos antiguos vieran aquí una alusión a la generación eterna del Mesías o Verbo. Pero hay que hacer notar que la palabra dor, que en el original hebreo equivale a generación, no tiene el sentido de procedencia u origen en la Biblia. Por otra parte, ese sentido aquí parece fuera de contexto. El ligero cambio que hemos propuesto siguiendo a Lagrange (débaró en vez de dor, la escritura hebraica es sumamente parecida) da un sentido perfectamente en consonancia con el contexto 10.
Para mayor escarnio, la sepultura del Siervo fue entre los impíos y malhechores (v.8). El ser privado de la sepultura familiar se consideraba como un gran castigo para el difunto. Los que siguen la lectura de la Vg.: et divitem pro morte eius (TM: y con el rico en sus muertos), ven aquí el cumplimiento literal del enterramiento de Jesús en el sepulcro del rico José de Arimatea u. Cristo, al morir entre los malhechores, cumplió literalmente la profecía. No obstante, no debemos aferramos a detalles en estas frases, ya que con todo esto el profeta no busca sino destacar el aspecto humillante y deshonroso de la muerte del Siervo de Yahvé. En vida fue despreciado y en muerte siguió, a los ojos de los hombres, la misma suerte, y sólo después se había de reconocer su obra prodigiosa y el misterio de su misión.

El Siervo obtiene con su muerte un botín de muchedumbres (10-12).
10 Quiso Yahvé quebrantarle con padecimientos. Ofreciendo su vida en sacrificio por el pecado, verá descendencia que prolongará sus días, y el deseo de Yahvé prosperará en sus manos. 11Por la fatiga de su alma verá y se saciará de su conocimiento12. El Justo, mi Siervo, justificará a muchos y cargará con las iniquidades de ellos. 12Por eso yo le daré por parte suya muchedumbres, y dividirá la presa con los poderosos por haberse entregado a la muerte y haber sido contado entre los pecadores, llevando sobre sí los pecados de muchos e intercediendo por los pecadores.

Todos sus sufrimientos no son sino expresión de la voluntad de Dios, pues le había escogido para expiar los pecados de muchos y en orden a su reconciliación con Dios. Por el hecho de haber ofrecido su vida en sacrificio por el pecado (v.10), Dios le bendecirá y le otorgará una descendencia numerosa, que prolongara sus días, la de los justificados o reconciliados con Dios, y así los designios de Dios se cumplirán (el deseo de Yahvé prosperara en sus mano:, v.10) por su intervención; el deseo o designio de Yahvé es el plan de nuestra salvación, la justificación y reconciliación de los hombres con Dios.
El sentido del v.11 es sumamente discutido, pues depende de la traducción que se adopte 13. En el supuesto de que nuestra traducción sea la verdadera, el sentido será que, gracias a las tribulaciones sufridas, el Siervo vera el fruto de ellas, es decir, las muchedumbres (v.12), que serán el botín de su pasión, conquistadas para Dios, y se saciará de su conocimiento (v.11), e.d., sentirá una profunda satisfacción al conocer el fruto de sus humillaciones y sufrimientos. En el supuesto de la exégesis católica de que se trata aquí del Mesías Jesús, muerto y glorificado, la explicación es sencilla, ya que Cristo, al entrar en el cielo victorioso, aparece aureolado, según el Apocalipsis, del trofeo de su victoria, los redimidos del pecado, los ciudadanos de la nueva Jerusalén, la Iglesia triunfante. Porque el Justo, mi Siervo, justificará a muchos (v.11), reconciliándolos con Dios por haber cargado con las iniquidades de ellos. Los sufrimientos del Siervo han aplacado la ira divina, y su fruto será un ejército innumerable de rescatados: por eso yo le daré por parte suya muchedumbres 14. Su botín será tan grande que dividirá la presa con los poderosos (v.12); expresión proverbial para indicar una gran victoria (cf. Pro_16:19). Y todo esto después de haber sido entregado a la muerte, figurando como malhechor, para expiar por los pecadores. San Pablo nos dirá que Cristo se hizo pecado para expiar por nuestros pecados 15. Es el mejor comentario a la frase del poema del Siervo de Yahvé. Los Santos Padres han considerado todo este cántico como un quinto evangelio, ya que encuentra su pleno paralelo y cumplimiento en los relatos de la pasión de Jesucristo.




Los Cánticos del Siervo De Yahvé.
Para la exégesis cristiana estos cuatro fragmentos 16, que giran en torno a un misterioso personaje llamado Siervo de Yahvé, constituyen la culminación de la revelación mesiánica en el Antiguo Testamento. Ninguna otra profecía lleva el sello de lo divino y de lo paradójico como estas del Siervo de Yahvé. En la literatura profética y salmódica es corriente presentar al Mesías como dominador material, omnipotente, al modo de los antiguos conquistadores orientales entronizado y tratando a sus subditos como el alfarero a sus orzas. En las profecías suele haber, al lado de una concepción moral grandiosa al anunciar un Rey que implanta un reinado de justicia y de equidad, un ropaje literario nacionalista, que es, sin duda, un tributo a la mentalidad viejotestamentaria del ambiente histórico. En cambio, en estos cánticos sobre el Siervo de Yahvé nos encontramos un horizonte totalmente nuevo e inesperado, ya que el futuro Mesías se presenta con los caracteres de modestia, humildad, mansedumbre, y con un porte que suscita el desprecio en los que le contemplan, y, sobre todo, triunfa por la muerte después de haber cumplido una misión de predicación a todas las gentes y a su pueblo en particular. Es más, sus sufrimientos y muerte misma tienen un carácter expiatorio, de satisfacción vicaria por los demás, concepto que es una verdadera isla en el Antiguo Testamento. Varias son las cuestiones que se plantean en torno a estos fragmentos de orden literario, histórico e interpretativo.

1. El Nombre de
Siervo de Yahvé.
Este nombre tiene un sentido amplio en el Antiguo Testamento, de tal forma que muchas veces equivale simplemente al de adorador de Yahvé, pero generalmente se aplica a determinadas personas o colectividades que han estado vinculadas de un modo particular con Yahvé. Así, se da este nombre a los patriarcas 17, a los profetas 18, a los reyes 19, a la colectividad nacional de Israel 20 y, sobre todo, al Mesías 21. En nuestros cánticos tiene un sentido específico de instrumento de los designios de Dios en orden a una misión muy concreta, como es la de realizar la reconciliación de los sers humanos con Dios.

2. Unidad literaria de los cánticos sobre el
Siervo. de Yahvé.
Desde el punto de vista de la unidad literaria se plantean dos cuestiones: a) Los cánticos, ¿tratan del mismo sujeto o personaje? b) ¿Es el mismo el autor de los cuatro cánticos?
a) Unidad de sujeto sobre el que versan. Respecto de los dos primeros cánticos, comúnmente se afirma la unidad; e.d., en ambos se trata del mismo personaje, pues en ambos: 1) aparece como elegido de Dios y profeta 22; 2) y su misión es anunciar la ley divina en toda la tierra, llevando la salvación hasta los extremos del mundo 23.
En cuanto al cántico tercero ya no existe la misma unanimidad entre los comentaristas, pues se asignan al Siervo ciertas cualidades y facetas que no han aparecido en los dos cánticos anteriores. Así, aparece aquí el Siervo golpeado, afligido24, sin que se diga nada de su misión universal. Por otra parte, el Sierro aparece dotado de vigor o fortaleza 25, mientras en los dos primeros se destacaba su mansedumbre 26. Pero a todo esto podemos decir que no son desemejanzas tan fuertes como para suponer que se trate de dos personajes distintos. En realidad, el tema parece que se va desarrollando gradualmente, y, conforme avanza, se van presentando nuevas facetas en la misión y persona del misterioso Siervo de Yahvé.
Por otra parte, existen claras semejanzas entre este tercer cántico y los dos anteriores. En los tres es un Siervo anónimo, profeta 27, con la misión de consolar y excitar la confianza en Dios 28.
Respecto del cuarto cántico encontramos también ciertas diferencias en comparación con los otros tres anteriores; así, no se dice nada en este cántico de su misión universal de predicar a todos los pueblos, sino que sólo se habla de su pasión por los pecados de los otros, siendo él inocente. Además, en los tres primeros cánticos, el Siervo despliega una actividad con fortaleza, venciendo todas las dificultades, mientras que aquí, en el cuarto, aparece humilde, despreciado, condenado a muerte. Pero en todo esto no hay contradicción, sino más bien complemento en el mismo tema que paulatinamente se va desarrollando. Así, en el cuarto cántico culmina su obra, y ya no es hora de predicar ni de mostrar su fortaleza con la palabra, sino con la sumisión y la humildad. Ha sido apresado por los enemigos y no le queda sino cumplir los designios de Dios sobre él, destinado a la muerte violenta en manos de aquéllos. La muerte será el medio definitivo para triunfar y extender la religión entre los pueblos, pues por ella obtendrá un botín de muchedumbres. Por otra parte, existen grandes semejanzas respecto del carácter y misión del Siervo en los cuatro cánticos: es llamado por Dios 29, es justo 30, sufre con paciencia todo, sin resistir a sus enemigos, porque ve en ello el cumplimiento del designio de Dios, y es glorificado por la conversión de las gentes 31.
b) Unidad de autor en los cuatro cánticos. Sin dificultad suelen admitir la mayor parte de los comentaristas la unidad de autor para los tres primeros cánticos, pero son muchos entre los independientes los que niegan esto para el cuarto cántico en relación con los demás. Suelen aducir, sobre todo, argumentos lexicográficos: terminología distinta, con tendencia a la pobreza de vocablos en el cuarto cántico32. Pero este argumento lingüístico suele ser siempre muy subjetivo, pues los autores que sostienen la unidad de autor para los cuatro cánticos ven vocablos y expresiones comunes a todos ellos, que no se encuentran en otras partes del libro de Isaías 33.




Interpretaciones de los cánticos sobre el Siervo de Yahvé.
a) Tradición judía. Respecto Deu_42:1-4 y Deu_49:1-6, la versión griega de los LXX los aplica a Israel como colectividad nacional. En cambio, la traducción Deu_50:4-9 y de 52:13-53:12 es más favorable al sentido individual 34. Así, en el c.53:8 traduce generationem eius quis enarrabit, seguida de la Vg. Parece que lo entendía de la generación eterna del Mesías.
El Targum, comentando el 42, dice: He aquí a mi siervo, el Mesías, interpretando todo el fragmento del Mesías. Y en 52:13 dice: He aquí que mi siervo, Mesías, prosperará. Y en 53:10: verán el reino del Mesías. Pero todo lo que en el texto bíblico se dice de sufrimientos del Siervo es aplicado al pueblo de Israel 35. El 49:3 lo explica así: Me ha dicho: Tú eres mi siervo, Israel; en ti me glorificaré.
El Talmud explica el c.53 en sentido mesiánico 36. Al Mesías se le llama leproso (Gemara, trat. Sanhedrim c.11).
Entre los rabinos no es rara esta interpretación, que en gran parte fue abandonada después de Cristo para quitar argumentos a los apologistas cristianos. Así dice Rabbi Rimchi (f 1235): He aquí a mi Siervo, es el rey Mesías. Rabbi Abarbanel (f 1508) llama ciegos a los intérpretes que rechazan el sentido mesiánico. Sin embargo, después de Cristo prevaleció la interpretación colectiva entre los judíos 37.
b) Tradición cristiana. Interpretan los evangelistas y apóstoles en general, aplicando los textos del libro de Isaías a la pasión de Jesucristo 38.
La interpretación de los Santos Padres suele ser unánime en este sentido mesiánico, siguiendo las huellas de los apóstoles39.
Esta interpretación mesiánica individual fue mantenida hasta hoy día por la exégesis católica, que ha visto en estos fragmentos un verdadero Evangelio profético, ya que en ninguna profecía del Antiguo Testamento aparece tan espiritualizada la figura del Mesías. Su carácter doliente adquiere su plena realización en la pasión de Cristo.
Hay ciertos aspectos netamente mesiánicos en la descripción de la persona y misión del Siervo de Yahvé: la misión universal de predicación a todas las gentes, trascendiendo las fronteras de Israel. Por otra parte, viene a reconciliar a los hombres con Dios, sirviendo de intermediario en una nueva alianza, sellándola con su muerte por los pecados de todos, por lo que es después de muerto glorificado. Todos estos detalles son inexplicables y misteriosos si prescindimos de la interpretación mesiánica.
En efecto, el Siervo es liberador de cautivos (42:7; 49:9), que debe restaurar las tribus de Jacob, llevándolas de nuevo a su patria (49:6). Se le distingue abiertamente del mismo pueblo de Israel, precisamente porque debe ser la alianza entre ese pueblo y Dios; es, pues, mediador de dicha alianza. Moisés había sido el mediador de la primera alianza, el Siervo será también el Mediador de la nueva alianza, y también el liberador de su pueblo de la opresión. Su victoria será total y resonante, en tal forma que los reyes se admirarán de él, primero de su humillación y después de su triunfo (52:15). Este homenaje universal de los reyes no se explica sino en función de un personaje excepcional, un profeta que es la admiración de todos. Será también el gran Doctor entre las naciones, pues su misión es llevar la luz entre los gentiles (42:1-4), al mismo tiempo que ayudará a los débiles y vacilantes. Por otra parte, se han hecho notar las coincidencias y concomitancias de lo que en estos cánticos se dice del Siervo de Yahvé y el contenido de otros fragmentos mesiánicos de Isaías. He aquí los principales:
-
Isa_53:2 : Sube ante el cómo un retorno y como una raíz en tierra árida.
Isa_42:1 : He puesto mi espíritu sobre él. Isa_42:3 :Expondrá fielmente el derecho.
Isa_42:6 : Te he puesto para luz de las naciones.
Isa_42:4 : Las islas están esperando su doctrina.
Isa_42:6-7 : Te he puesto por alianza para mi pueblo y para luz las gentes, para abrir los ojos a los ciegos, para sacar de la cárcel a los presos, del fondo de la cárcel a los que moran en tinieblas.
Isa_49:2 : El hizo mi boca como cortante espada.
Isa_11:1 :Õ brotará una vara del tronco de Jesé, y retoñará de sus raíces un vástago.
Isa_11:2 : Sobre el que reposará el espíritu de Yahvé.
Isa_11:3 : No juzgará por vista de ojos ni argüirá por oídas de oídos.
Isa_11:10 : En aquel día el renuevo de la raíz de Jesé se alzará como estandarte para los pueblos.
Isa_11:10 : Y le buscarán las gentes,
Isa_9:1 : El pueblo que andaba en tinieblas vio una luz grande de; sobre los que habitaban en la tierra de las sombras de la muerte resplandeció una brillante luz.
Isa_11:4 : Y herirá al tirano con los decretos de su boca.
Todas estas analogías y semejanzas nos hacen ver cierta influencia de la primera parte del libro de Isaías en la mentalidad del autor de la segunda y tercera parte del mismo libro. Al menos, la esperanza mesiánica parece flotar en ambas partes, centradas en torno al mismo personaje ideal.
El Siervo de Yahvé es un gran profeta: es llamado por Dios desde el seno materno, como Jeremías40; Dios le comunica sus revelaciones al oído41, y tiene por misión iluminar al pueblo de Israel y a los gentiles42.
Por otra parte, en el último cántico el Siervo es presentado como víctima propiciatoria, ofreciendo su propia vida por la salud de los demás. No se dice expresamente que sea sacerdote, pero su misión es netamente sacerdotal, como mediador e instrumento de expiación, puesto por Dios en beneficio de todos. Es, en realidad, el Sacerdote-Victima, Cristo, muriendo en la cruz por todos, sellando con su sangre una nueva alianza.
El profeta, al hablar del Siervo, se expresa en tiempo pasado, utilizando el llamado perfecto profético con el fin de recalcar la certeza de su cumplimiento. Es, pues, un despropósito querer fundarse en estos perfectos para argüir que el Siervo de Yahvé es un personaje histórico contemporáneo o anterior al profeta que escribe. Tampoco el estilo directo con que a veces se habla del Siervo prueba nada en favor de la tesis dicha, pues en Isa_7:14 se presenta a la 'almah en el mismo modo directo. Este estilo directo es más expresivo y refleja mejor la mentalidad del profeta, absorto por una idea fija, por una revelación que le fascina totalmente. El profeta presenta al Siervo como algo excepcional e inaudito. No puede ser sino el personaje ideal del futuro, el Mesías (Isa_53:1). Si el profeta se refiriera a un personaje histórico contemporáneo o anterior a él, hubiera dado algún detalle de su procedencia, lugar de origen, modo como murió, etc. Todo ello hace pensar que el profeta pensaba en un personaje del futuro, ya que la vaguedad esquemática de su descripción no se concibe respecto de un personaje histórico conocido.




Interpretaciones Racionalistas.

A) Sentido Colectivo..
Entre los autores independientes es corriente interpretar estos fragmentos relativos al Siervo de Yahvé aplicándolos a una colectividad, ya sea: a) el pueblo judío histórico; b) la parte fiel de este mismo pueblo judío; c) los profetas como institución; d) el Israel ideal como está en la mente divina.
1. El Siervo de Yahvé es el pueblo judío histórico como colectividad 43. Se fundan los mantenedores de esta opinión en que la expresión Siervo de Yahvé en Isa_41:8 designa al pueblo judío histórico. Por otra parte, en 42:2, según los LXX, y en 49:3, según el TM y los LXX, se identifica al Siervo con el pueblo israelita.
Debemos decir, efectivamente, que la expresión Siervo de Yahvé algunas veces se aplica a Israel como colectividad histórica, como también a determinados personajes históricos, como Abraham, David, etc., como antes hemos explicado. Leyendo detenidamente los fragmentos sobre el Siervo de Yahvé, vemos que hay tales rasgos individuales que difícilmente se pueden aplicar a una colectividad, y menos a Israel: a) el siervo Israel histórico aparece en los ce.40-48 de Isaías como pecador y culpable44, mientras que el Siervo de Yahvé es inocente, sin pecado alguno 45; b) el siervo Israel aparece como rebelde, que no quiere ver la obra de Yahvé, que desprecia45*, mientras que el Siervo de Yahvé predica dócilmente la Ley a las naciones46; c) el sierro Israel es cautivo de sus enemigos y está en el destierro 47; en cambio, el Sierro de Yahvé es libertador de los cautivos, con la misión de reunir a Jacob a Yahvé y juntar el resto de Israel 48; a) el siervo Israel es amado de Yahvé, de tal forma que Yahvé está dispuesto a entregar a las otras naciones para conservar la vida de aquél49; en cambio, el Siervo de Yahvé entrega su propia vida por su pueblo (Israel) y las naciones, por lo que recibirá de Yahvé un botín de muchedumbres50; e) el siervo Israel es el pueblo israelita, escogido por Yahvé51, mientras que el Siervo de Yahvé es alianza del pueblo, e.d., mediador entre Dios y el pueblo israelita; luego distinto de éste 52; fue entregado a la muerte por su pueblo 53; f) el siervo Israel sufre por sus propios pecados54; en cambio, el Siervo de Yahvé lleva los dolores de su pueblo y es herido por nuestras iniquidades, y, sin cometer pecado, llevó nuestras iniquidades 55.
Y no vale decir que aquí se trataría del Israel histórico, considerado en comparación con los otros pueblos más pecadores que él. Efectivamente, Israel es un pueblo excepcional, y por eso es llamado siervo de Yahvé en muchas ocasiones, ya que está vinculado de un modo especial a Yahvé. Pero siempre quedan los argumentos de que el Sierro de Yahvé de los cánticos aparece como distinto de Israel, al que libera y hace volver a Yahvé. Por otra parte, su carácter de pura inocencia, aplicado al Israel histórico, es inaudito entre los profetas, que constantemente recriminan la culpabilidad de Israel. Y, sobre todo, la idea de que el Israel histórico sufre en expiación de los pecados de los gentiles desborda la mentalidad del Antiguo Testamento 56.
2. El Siervo de Yahvé es la parte fiel del pueblo israelita, al menos desde el tiempo del destierro 57. Según esta opinión, se contraponen el Israel histórico, que sería el siervo Israel de los ^40-48, culpable, pecador, y la parte fiel de Israel, a la que se llama por su fidelidad Siervo de Yahvé por antonomasia.
Pero a esto decimos: a) el Siervo de Yahvé debe reunir el resto del pueblo58; pero, según la teología de los profetas, este resto estaba formado precisamente por el Israel fiel59, o sea los justos, que permanecieron fieles a Yahvé, salvados de las catástrofes históricas a que se ve sometido el pueblo israelita periódicamente. Por otra parte, b) tanto la parte infiel como la fiel tienen que sufrir en las calamidades históricas de su pueblo. ¿Por qué se dice, pues, que la parte infiel desprecia a la fiel precisamente porque ésta sufre? 60 Por otra parte, la idea de una parte fiel en Israel que sufre por la otra infiel es desconocida en el Antiguo Testamento, c) Según el c.53, el Siervo de Yahvé padece y muere al fin. Y según las profecías del Antiguo Testamento, la parte fiel de Israel no muere, sino que se purifica y se salva sustancialmente en las grandes catástrofes nacionales. Luego no podemos identificar al Siervo de Yahvé, que muere, con la parte fiel de Israel, que no debe morir según los profetas.
3. El Siervo de Yahvé es la personificación de los profetas o de los maestros de la Ley 61. También esta opinión no parece poder sostenerse, porque, si bien el Siervo de Yahvé aparece ejerciendo un ministerio profético, son tantos los rasgos individuales, que es difícil substraerse a la idea de que realmente se trata de un individuo. Los profetas tenían por misión predicar la ley de Dios a Israel, mientras que al Siervo de Yahvé se le encomienda darla a conocer hasta los extremos de la tierra, siendo luz para los gentiles (49:6). Lo mismo los maestros de Israel tenían por misión adoctrinar al pueblo en los caminos del Señor. No consta que los profetas como colectividad hayan muerto por los demás. No cabe sino pensar que un profeta, el último de todos, haya muerto realmente. Y entonces podemos admitir que el Mesías, culminación del profetismo, murió realmente por todos y llevó la Ley a todos los pueblos al promulgarla y enviar a sus discípulos.
4. El Siervo de Yahvé es el Israel ideal62. En este cántico se trataría, según esta opinión, del Israel ideal, e.d., como se halla en la mente divina. Y este designio divino de establecer un Israel ideal, fiel a sus mandamientos, sería la razón de salvar al Israel histórico.
A esto podemos decir que, en este supuesto, carecen de sentido frases como me ha llamado desde el seno materno (49:1), en vano me he fatigado y de balde he consumido mis fuerzas (49:4), crece como una raíz delante de El (53:2), y sobre todo lo que se dice de los sufrimientos y pasión por los otros. ¿Cómo un Israel ideal, que nunca existió sino en los designios providenciales de Yahvé, pudo haber sufrido todo esto, y con ello ser el instrumento de la liberación del Israel histórico?63

B) Interpretaciones Individualistas.
1. Histórica. Según esta opinión, el Siervo de Yahvé es una persona histórica del Antiguo Testamento, distinta del Mesías 64, que tuvo gran influencia en la restauración de Israel: Moisés, Ezequías, Isaías, Job, Ciro, Zorobabel, o mejor un mártir desconocido para nosotros, pero conocido de los lectores de estos cánticos sobre el Siervo de Yahvé65.
Para sostener esta hipótesis se basan en el empleo de los verbos en pasado en los cánticos del Siervo de Yahvé, en lo insólito de presentar a un Mesías doliente y salvador de las gentes. Pero ya hemos dicho que aquí los tiempos en pretérito tienen el valor de pretérito profético, para hacer resaltar más la certeza de su cumplimiento. Por otra parte, es cierto que el presentar al Mesías padeciendo es algo no común en la literatura del Antiguo Testamento; pero a esto podemos decir que ahí está el avance teológico en estos cánticos proféticos; por eso el profeta mismo duda de que se dé crédito a su comunicado profetice, tan inaudito y excepcional (53:1). Además, en Zac_11:12 y 13:7 se habla también de un Justo traspasado por su pueblo, que al fin se lamenta de ello.
No es posible, por otra parte, aplicar a un personaje histórico las cualidades y misión que se asignan al Siervo: sufrir la muerte en expiación de los pecados de su pueblo y, sobre todo, su triunfo espiritual después de la muerte. Quizá el personaje del Antiguo Testamento que más se acerque a la figura del Sierro de Yahvé sea el profeta Jeremías, que en medio de todas las contradicciones se presentó siempre como el gran amigo e intercesor de Dios en favor de su pueblo 66. Pero ¿cómo explicar que haya sufrido Jeremías sin queja, cuando sabemos que protestaba a Dios por la misión ingrata que le había encargado? Por otra parte, ¿cómo explicar lo que se dice de la admiración de los reyes por la persona del Siervo de Yahvé? Lo más que podremos decir es que Jeremías fue parcialmente un tipo del Siervo de Yahvé doliente.
2. Interpretación autobiográfica. Los judíos del tiempo de San Jerónimo creían que el Siervo de Yahvé era el mismo autor de los cánticos, que no habría hecho sino reflejar sus sufrimientos en su misión profética67. Ya el eunuco de la reina de Candace había planteado este problema al diácono Felipe: ¿Habla de sí mismo o de otro?68 Se fundan para ello en el empleo de la primera persona en el segundo y tercer cántico y en que se presenta el Sierro de Yahvé como profeta69. Además, el profeta parece proclamar la salvación de todos los pueblos.
Desde luego, el argumento del empleo de la primera persona no tiene fuerza alguna, ya que en el cuarto cántico, que representa la culminación de la misión del Sierro de Yahvé, aparece éste muerto por extraños. No podemos, pues, suponer que se identifique con el narrador hagiógrafo. Por otra parte, es inconcebible en el Antiguo Testamento un profeta que se presenta a sí mismo como mediador en una nueva alianza entre Dios y su pueblo, entregado a una muerte expiatoria por su pueblo, declarándose completamente inocente (53:9) y concediendo a su persona un alcance fuera de toda medida. Precisamente los racionalistas suelen destacar el carácter anónimo del Deutero-Isaías, y aquí el protagonista se presentaría como principal protagonista de una misión superior a la de todos los profetas anteriores. Por otra parte, el Deutero-Isaías no cumplió una misión universal, sino que simplemente anunció el retorno de los exilados de Babilonia.
La tesis de que el Siervo de Yahvé fue un doctor anónimo de la Ley (Duhm) es difícil de concebir, ya que no se comprende por qué iba a quedar en el anonimato un personaje tan excepcional que provocara la admiración de los reyes de todos los pueblos. ése gran Desconocido no puede ser otro que el mismo Mesías.
3. Interpretación escatológica. El Siervo de Yahvé, según esta opinión, sería simplemente una creación ideal de la imaginación de un escritor sagrado o del mismo pueblo en torno a un personaje extraordinario futuro, al que, sin ser el Mesías, se le aplicaron por la tradición judía rasgos mesiánicos70. La teología judaica, según esta concepción, fingiría una figura expiatoria que serviría de puente entre los tiempos calamitosos presentes y la felicidad mesiánica futura.
En realidad, el pueblo judío vivía de la esperanza mesiánica, y los vaticinios de sus profetas no tenían otro fin que expresar esta esperanza de un Libertador futuro, que habría de inaugurar una era de justicia, de paz y de equidad. La nueva aportación de estos cuatro cánticos es sencillamente ese carácter doliente del futuro Mesías, que iba a ser glorificado precisamente por medio de sus sufrimientos y su muerte. El Mesías glorioso y triunfante que todos esperaban habría de venir, pero después de una primera etapa de sufrimiento y de dolor. Por eso el profeta se pregunta: ¿Quién va a creer nuestro anuncio? La revelación profética se va manifestando paulatinamente por sucesión de vislumbres mesiánicos, y por eso aquí la noción de un Mesías doliente desborda todas las revelaciones anteriores. No es posible dar una interpretación satisfactoria, en plan puramente racionalista, al problema que plantea ese personaje misterioso que el hagiógrafo llama Siervo de Yahvé si se prescinde de su proyección mesiánica, pues su misión y rasgos sobrepasan a todas las figuras históricas. Tampoco puede concebirse como un mero producto de la teología tradicional profética ni como fruto de la imaginación popular, creando un personaje ideal para proyectarlo como una esperanza en tiempos futuros con características escatológicas. Es tan insólita esta figura del Siervo de Yahvé, que rompe con todos los moldes mentales tradicionales proféticos, pues para un israelita que se nutriera sólo de sus esperanzas tradicionales, un Mesías sufriendo sería totalmente heterodoxo. No cabe sino atenernos a la tesis tradicional cristiana, que ve en el Siervo de Yahvé al Mesías Jesús, que redimió con la muerte a Israel y a todos los pueblos, triunfando así con su muerte y recibiendo un botín de muchedumbres. Por eso, el mejor comentario a todos estos cuatro cánticos sobre el Sierro de Yahvé es la lectura de la Pasión en los cuatro evangelios.
Damos a continuación, siguiendo al P. Condamin, un cuadro sinóptico de textos que nos harán ver el paralelismo entre los cuatro cánticos del Siervo de Yahvé y otros textos del Nuevo Testamento

Isa_49:1 : El Señor me llamó, desde el seno materno se acordó de mi nombre.
2: E hizo mi boca como cortante espada.

3: Tú eres mi siervo, en ti seré glorificado.
4: Por demás he trabajado.

5: Mi recompensa está en las manos de Yahvé.


ís42:1: Mi elegido, en quien se complace mi alma.
He puesto mi espíritu sobre él.

Expondrá fielmente la Ley..

Las islas están esperando su doctrina (v.4).

6: Te he puesto por alianza para mi pueblo.
Te he puesto para luz de las gentes,
7: para abrir los ojos de los ciegos, para sacar de la cárcel a los presos, del fondo del calabozo a los que moran en tinieblas.


Isa_50:4 : El Señor me ha dado lengua de discípulo.
6: He dado mis espaldas a los que me herían, y mis mejillas a los que me mesaban la barba. Y no escondí mi rostro ante las injurias y los esputos.
He aquí que concebirás y darás a luz un hijo, y le llamarás Jesús (Luc_1:31; Mar_1:21).
Su nombre se llama Verbo de Dios, y de su boca sale una espada aguda por ambas partes (Ap 19).
Yo te he glorificado sobre la tierra (Jua_17:4).
¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos y no quisiste! (Mat_23:37).
Y ahora glorifícame, Padre (Jua_17:5). Citado por Mat_12:18-21 como realización en Jesús de las palabras del profeta.
Este es mi Hijo muy amado, en quien tengo mis complacencias (Mat_3:17; Mat_17:5).
Vio al Espíritu de Dios que descendía sobre él (Mat_3:16).
Id a predicar a todas las gentes., enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado (Mat_28:19).
Esta es mi sangre del Nuevo Testamento (Mat_26:28).
Luz para la revelación de las gentes (Luc_2:32).

Los ciegos ven. (Mat_11:5); Yo soy la luz del mundo (Jua_8:12); Si el Hijo os librare, seréis verdaderamente libres (Jua_8:36); para iluminar a los que están sentados en tinieblas y sombra de muerte (Luc_1:79).
Lo que oí de El, lo comunico al mundo (Jua_8:26).
Se cumplirá todo lo que está escrito en los Profetas sobre el Hijo del hombre: Será entregado a los gentiles, burlado, flagelado y escupido (Luc_18:31-33). (Los soldados), escupiéndole, le herían con la caña en la cabeza ( Mat_27:30). Entonces comenzaron a escupirle y a darle puñetazos, y otros le herían en la cara. (Mat_26:67).

A todos estos textos habría que añadir el cántico cuarto (52:13-53:12), poniéndolo en parangón con los relatos de la Pasión según los evangelistas.

1 Cantera:¿Quién ha creído nuestra noticia ?; Ceuppens: quis credidit auditui nostro ?; Skinner: ¿Quién ha creído a nuestro relato? La palabra hebrea que hemos traducido por lo que hemos oído puede significar también el mismo mensaje transmitido por el profeta 2 Cf. Lagrange, Le Judaisme avant J. C. p.37S; F. Feldmann, o.c., t.2 p. 163-164. 3 Cf. Job_17:6; Job_19:19; Job_30:10. 4 Otros traducen: el castigo (precio) de nuestra paz cayó sobre él (Cantera). Denne-feld: el castigo que nos da la paz. Condamin: el castigo que nos salva. Pero en el texto ciertamente se habla de paz, no de salvación. 5 Jua_9:2. 6 Son muchas las versiones de este versículo. La Vg.: de angustia et de iudicio sublatus est. Lagrange: después de la cárcel y del juicio. Condamin: Por razón del juicio. Cantera : de opresión y juicio fue tomado. Bible de Jérusalem: Por coerción y juicio ha sido preso. 7 Vg.: generationem eius quis enarrabit. Así los LXX. Leyendo débaró en vez de doró, tenemos la versión que hemos dado siguiendo a Lagrange. Cantera: y a sus contemporáneos, ¿quién tendrá en cuenta? Condamin: ¿Quién se preocupa de su causa? 8 Así según los LXX. 9 Vg.: Et divitem pro morte sua. Así los LXX. Con un ligero cambio de vocalización ('oshe ra' en vez de 'ashir), tenemos la traducción dada arriba siguiendo a Lagrange, Den-nefeld, etc. 10 Cf. Lagrange, Le Judahme avant /. C. p-373; Feldmann, o.c., t.2 11 Esta lección de la Vg., de los LXX, Peshitta y Targum es seguida por Maldonado, Knabenbauer, Crampón, etc. 12 Cantera: Verá (luz) y se saciará. Condamin: Libre de los tormentos de su alma, verá. 13 Las versiones varían según el sentido que se dé a la partícula min, que puede significar fuera de, libre de, o en sentido temporal: después de, o causal: a consecuencia de, que hemos preferido. Los que le dan sentido temporal leen después de la fatiga de su alma, e.d., después de muerto. Los que le dan el primer sentido traducen librada su alma de los tormentos (Condamin). 14 Para la palabra muchedumbre en sentido de generalidad, cf. Dan_11:33; Dan_12:3; Me 10:45 ; Rom_5:19. 15 2Co_5:21. 16 Isa_42:1-7; Isa_49:1-7; Isa_50:4-9; Isa_52:13-53-12. 17 Se aplica a Abraham (Gen_26:24), a Moisés (Num_12:7), a Josué (Jue_2:8). 18 Amo_3:7; Jer_7:25. 19 A David: 2Sa_7:8. 20 Jer_30:10; Jer_46:27; Eze_28:25; 37:25; Isa_41:8; Isa_42:19-22; Isa_43:10; Isa_44:1-2.21; Isa_45:4; Isa_48:20. 21 Eze_34:23; Eze_37:24; Zac_3:8. 22 Isa_42:1.6; Isa_49:1-2 23 Isa_49:6. 24 Isa_50:6. 25 Isa_50:9. 26 Isa_50:9. 27 Isa_42:1.6; Isa_49:6; Isa_50:4. 28 Cf. Isa_53:10-12; Isa_42:1.6; Isa_49:1-2. 29 Is 53; Isa_49:1; 50:7- 30 Cf. Isa_50:6; 53:7. 31 Isa_49:7; 52:15- 32 Cf. Sellin, Tritojesaya, Deuterojesaya und Gottesknechproblem: Neue kirchliche Zeitschrift (1930) p-73-93-145-173- 33 Para todo este argumento literario y lexicográfico, cf. ceuppens, o.c., p.315· 34 Condamin, O.C., p.325- 35 Cf. id., ibid. 326. 36 Cf. Ceuppens, o.c., 335. 37 Cf. Condamin, o.c., p.326. 38 Cf. Is42,i-4yMt 13:18-21; Isa_52:15 y Rom_15:21; Isa_53:1 Isa_1 12:38; Isa_53:4 y Mat_8:17; Isa_53:7-8 y Hec_8:32-35; Isa_53:12 y Lev_22:37; Isa_42:6 y Luc_2:32; Isa_42:7yMt 11:5; Isa_49:2y Rev_19:13-15; Isa_50:6 y Mat_26:67. 39 Primer cántico: San Justino, Dial cum Triph. 26:11; 2:135: PG 6:532.760.788; San Ireneo, Adv. haer. 3:11:6: PG 7:884.940.1072; Tertuliano, Adv. lud. 9:12: PL 2:644.673; San Hipólito, De Christo et Antichristo c.44: PG 10,761; San Juan Crisóstomo, Homil 40 in Mí 12:9.10: PG 57:440 y 441; In Ps 117: PG 438. Segundo cántico (49:1-7): San Justino, Diaí. cum Triph. 121: PG 6:757; Tertuliano, Adv. Prax. n: PL 2:190; Adv. Marc. 4:25: PL 2:453; San Juan Crisóstomo, Hom. 30 in Act. Apost. 13:47: PG 60,221; San Jerónimo, In Is.: PL 24:480.484. Tercer cántico (50:4-9): San Justino, Dial, cum Triph. 102: PG 6:713; Apol. 1:38: PG 6:387; San Ireneo, Adv. haer. 4:33; 12:33: PG 7:181.182; Tertuliano, Adv. haer. 4:353-354; Adv. Marc. 4:39: PL 2:490; San Cipriano, Testara. 2:13.23: PG 4:707; San Jerónimo, In Is.: PL 24:495.799; Eusebio De Cesárea, Demonstr. christ. 2:3:34: G 22:117.120.480. Cuarto cántico (52:13-53:12): San Clemente Romano, Ad Gor. c.ió: PG 1:240-241; San Justino, Día? 13:42: PG 6:501.565; San Ireneo, Adv. haer. 3:19: PG 7:940.1072. 40 Jer_1:5; Isa_49:1. 41 Isa_50:4. 42 Isa_49:5. 43 Así opinan Giesebrecht, Beitrage zur Jesayakritik p.146; K. Budde, Die sog. Ebed-Jahwe-Lieder und die Bedeutung des Knechts Jahivés von Jesaya (Giessen 1900) 40-55; K. Marti, Das Buch Jesaya p.355; E. Kónig, Die Ebed-Jahwe-Frage und die Hermeneutik: Zatw 47 (1929) p.255; cf. Ceuppens, o.c., p.318; Condamin, o.c., 332; Skinner, o.c., II 58. 44 40,2; Isa_43:24-28; Isa_44:12; Isa_47:8; 48:Isa_1:4. 45 42:1-4; 50:4-6; 53:9. 45* 42:19-20. 46 42:4; 49:6. 47 42:24. 48 42:7; 49:6. 49 43:4. 50 53:10-12. 51 41:8. 52 42:6. 53 40,2; 42:24- 54 43:27-28; 48:18. 55 53.4-6:11. 56 Cf. 43:3-4; 45:14-17; 49:22-23.26; 51:22-23. Véase Condamin, o.c., 334. 57 Así opinan A. Knobel, Der prophet Jesaya p.362; A. Kuenen, Histor.-kritische Einleitung in die Bücher des A.T. t.2 p.34; Die prophetische Bücher (1892); E. Reuss, Les Pro-phétes (1876) 280; Kosters, Theol Tidschrift (1896) p.588-599. Véase Ceuppens, o.c., 321. 58 49:6. 59 Cf. R. De Vaux : RB 42 (1933) 526-539. 60 Cf. 53:2-3. 61 Así W. Gesenius, Kommentar zu Jesajas (1820) t.3 p.11; Umbreit, Studien und Kritik der Knecht Cotíes (1828) p. 195-330. 62 Opinión de E. Ewald, Die Propheten des A.T. (1867) n.68; A. Dillmann, Komentar zum Jesaja 42:1; 49:1; S. R. driver, Einleitung in das A.T. (1896) 260; J. Skinner, o.c., II 58; J. Halevy, Le Prophéte Isaie: Revue Sémitique, 6 (1899); A. B. Davidson, Oíd Testa -Ment Profecy (1903); O. Eissfeldt, o.c., p. 19-20. 63 Cf. Lagrange, o.c., p.377. 64 Así E. Sellin, Studien zar Entstehungsgeschichte t.1 p.45s. 65 Así H. Ewald, o.c., t.2 p.407-408, y Schian, Ebed-Jahwe-Lieder p.6i. 66 Cf. 2 Mac 15:14- 67 Cf. San Jerónimo: PL 24:496. Entre los rabinos de la Edad Media era común esta opinión: R. Raschi, Ibn Ezra, David Kimhi, Rosenmüller, y entre los modernos, Mowinckel, H. Gunkel y E. Sellin. Cf. Condamin, o.c., 326. 68 Cf. Hec_8:34. 69 Isa_42:1-2.4; Isa_49:1.5-6; Isa_50:4. 70 A. Gunkel, H. Gressmann, A, Jeremías, Volz.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter LIII.

1 The Prophet complaining of incredulitie, excuseth the scandall of the crosse, 4 by the benefite of his passion, 10 and the good successe thereof.
1 Who [ Joh_12:38; Rom_10:16.] hath beleeued our [ Or, doctrine: Hebrew: hearing.] report? and to whom is the arme of the Lord reuealed?
2 For he shall grow vp before him as a tender plant, and as a root out of a drie ground: hee hath no forme nor comelinesse: and when wee shall see him, there is no beautie that we should desire him.
3 [ Isa_32:14; Mar_9:12.] He is despised and reiected of men, a man ofsorrows, and acquainted with griefe: and [ Or, he hid as it were his face from vs. Hebrew: as a hiding of faces from him or from vs.] we hid as it were our faces from him; hee was despised, and wee esteemed him not.
4 Surely [ Mat_8:18.] he hath borne our

[Christs passion.]

griefes, and caried our sorrowes: yet we did esteeme him striken, smitten of God, and afflicted.
5 But he was [ Or, tormented.] [ Rom_4:25 ; 1Co_15:3 .] wounded for our transgressions, he was bruised for our iniquities: the chastisement of our peace was vpon him, and with his [ 1Pe_2:24 .] [ Hebrew: bruise.] stripes we are healed.
6 All we like sheepe haue gone astray: we haue turned euery one to his owne way, and the Lord hath [ Hebrew: hee hath made the iniquitie of vs all to meete on him.] layd on him the iniquitie of vs all.
7 He was oppressed, and he was afflicted, yet [ Mat_26:63 ; Mat_27:12 ; Mar_14:61 ; Mar_15:6 .] he opened not his mouth: he is brought as a [ Act_8:32 .] lambe to the slaughter, and as a sheepe before her shearers is dumme, so he openeth not his mouth.
8 [ Or, he was taken away by distresse and iudgement: but, etc.] He was taken from prison, and from iudgement: and who shall declare his generation? for he was cut off out of the land of the liuing, for the transgression of my people [ Hebrew: was the stroke vpon him.] was he stricken.
9 And he made his graue with the wicked, and with the rich in his [ Hebrew: deathes.] death, because he had done no violence, neither was any [ 1Pe_2:22 .1; Joh_3:5 .] deceit in his mouth.
10 Yet it pleased the Lord to bruise him, he hath put him to griefe: [ Or, when his soule shall make an offring.] when thou shalt make his soule an offring for sinne, he shall see his seede, hee shall prolong his daies, and the pleasure of the Lord shall prosper in his hand.
11 He shall see of the trauell of his soule, and shalbe satisfied: by his knowledge shall my righteous seruant iustifie many: for hee shall beare their iniquities.
12 Therefore will I diuide him a portion with the great, and he shall diuide the spoile with the strong: because hee hath powred out his soule vnto death: and he was [ Mar_15:28 ; Luk_22:37 .] numbred with the transgressours, and he bare the sinne of many, and [ Luk_23:8 .] made intercession for the transgressours.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Cuarto cántico del siervo: Su pasión y gloria. Éste es el cuarto cántico del siervo, donde se explicita mucho más abiertamente el aspecto del sufrimiento sin causa y su victoria final. El asombro de muchos (52,14), consiste en pensar que sus padecimientos son un castigo divino. Los espectadores tendrán que reconocer que ellos son los verdaderos culpables de dichos padecimientos, y que el siervo era inocente. Así, pues, la pasión del siervo tenía como fin la expiación de los pecados de muchos (53,4.6.8.10-12).
Tampoco en este cántico queda aclarada la cuestión de la identidad del siervo. Para muchos sigue siendo un colectivo, el resto fiel de Israel, mientras que para otros se trata de un individuo que soportará en su propia carne las consecuencias de la injusticia y del rechazo a la voluntad de Dios. En ambas realidades, sea colectividad o individuo, es constatable el sufrimiento injusto inflingido por individuos y estructuras que caminan en contra del querer del Señor. Los padecimientos no podrán ser excusa para dejar de denunciar los proyectos de los fuertes y poderosos, siempre con la convicción de que tras el siervo doliente está el Dios de la vida que lo respalda.
Contrasta el origen humilde y miserable del siervo 11,1.10 donde se anuncia con gran gozo el nacimiento del Mesías davídico. Aquí podría estar el posible origen de por lo menos dos corrientes mesiánicas en el judaísmo: la corriente triunfalista, nacionalista y gloriosa, y otra que ve en el siervo desfigurado, maltratado y rechazado al Mesías, cuya misión, con matices universales, cumple desde el anonadamiento (cfr. Flp_2:6-8). Pero también a lo largo de la historia de la Iglesia hasta nuestros días, estos mismos textos han servido para fundamentar corrientes cristológicas que de alguna manera conectan con las tendencias mesiánicas judías (cfr. el diálogo de los discípulos de Emaús con el tercer peregrino, Luc_24:13-31).
En 53,11 el Señor toma la palabra para explicar la finalidad de los padecimientos del siervo: no son sus propias faltas las que lo han hecho padecer, pues él era justo (9b), sino los crímenes y abominaciones de la multitud. Su sacrificio, entonces, tiene el carácter de intercesión y de rescate, por eso justificará a muchos.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Oh dulce trocar ... Esta es la estrofa central en todo sentido. Aquí se aclara el significado de la desgracia del Siervo, con el invertido orden de la expresión del v. 4a, para hacer hincapié en el cambio de los papeles y los pronombres enfáticos él y nosotros (vv. 4a, b) para poner al descubierto las incomprensiones de los hombres: él llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores.Nosotros le tuvimos ...

4, 5 El significado aumenta en claridad a través de estos versículos: el dolor que soporta es el nuestro (v. 4); es el castigo por el pecado (v. 5a); es el precio de la salvación (v. 5b). Pero permanece siendo una paradoja, una de las maneras de Dios, más elevada que las nuestras (55:9), según se nos recuerda por la sorprendente conjunción de sus heridas (cf. 1:6) y de nuestra curación como causa y efecto. 6 Este versículo es quizá el más penetrante en su descripción del pecado y de la expiación, poniendo al descubierto la futilidad, que es en nosotros una segunda naturaleza que nos aísla tanto de Dios como de los hombres; pero también es la iniciativa divina que transfirió el castigo que merecíamos a un sustituto. La metáfora según la cual cargó en él el pecado, se aclara en Gén. 4:13; Lev. 5:1, 17 (donde cada uno paga su propia penalidad) y también Lev. 10:17; 16:22 (donde la responsabilidad recae sobre otro). Obsérvese la expresión todos nosotros, que da idéntico comienzo y terminación del versículo; es la gracia que totalmente responde al pecado.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*52:13-53:12 La presencia de este sombrío texto teológico entre los cánticos de alegría que celebran la restauración de Jerusalén (Isa 51:1-23; Isa 52:1-15 y Isa 54:1-17) recuerda que la rehabilitación de Israel y de sus habitantes presupone el sufrimiento compartido. En su sección central (Isa 52:14 - Isa 53:10), un «nosotros», a modo de un coro, se dirige al Señor y habla en tono reflexivo sobre el Siervo y su relación con ellos mismos y con el Señor.

Biblia Textual IV (Sociedad Bíblica Iberoamericana, 1999)

Él mismo... El pronombre personal es enfático → Sal 32:5; 1Pe 2:24;
llevó... Aram. sabal = llevar una carga. Similar a nasa = levantar una carga → §031;
cargó...Sal 32:5; Jua 1:29; 1Jn 3:5;
contagiado... Se sigue LXX → Isa 53:8 nota (llagado).

Biblia Peshitta en Español (Holman, 2015)

a Mat 8:17; Mat 9:35; Mat 14:14; Mat 15:30; Mat 19:2; Luc 4:40; Luc 24:27

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Mat_8:17

[2] Heb_2:10; 2Co_5:21; Gál_3:13; Rom_4:25

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Mat_8:17

[2] Heb_2:10; 2Co_5:21; Gál_3:13; Rom_4:25

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

Mat 8:17; Rom 4:25; 2Co 5:21.

Reina Valera (Sociedades Bíblicas Unidas, 1960)

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores;c y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

c Mat 8:17.

Torres Amat (1825)



[3] Mar 9, 11.

[5] 1 Cor 15, 3.

[7] Jn 10, 18.

[8] Jn 3, 14.

[10] 2 Cor 5, 21.

[12] Mar 15, 28; Luc 22, 37; 23, 34.

Nueva Traducción Viviente (Tyndale House, 2009)

O Sin embargo, eran nuestras enfermedades que él cargó; / eran nuestras dolencias.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



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Biblia Latinoamericana (San Pablo, 1995)



[=] *Mt 8:17 *Heb 2:10