Ver contexto
Todas las ovejas de Quedar se apiñarán junto a ti,
los machos cabríos de Nebayot estarán a tu servicio.
Subirán en holocausto agradable a mi altar,
y mi hermosa Casa hermosearé aún más.
(Isaías 60, 7) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

כָּל‎(כֹּל)

Hebrew|kol-|whole

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3605] [k.bn.ab] [985a]
[כל] [GES3499] [BDB3904] [HAL3872]

צֹ֤אן‎(צֹאן)

Hebrew|ṣˈōn|cattle

Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6629] [r.ab.ab] [1864a]
[צאן] [GES6561] [BDB7234] [HAL7163]

קֵדָר֙‎(קֵדָר)

Hebrew|qēḏˌār|Kedar

Part-of-speech: proper noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6938] [s.am.ad]
[קדר] [GES6895] [BDB7586] [HAL7524]

יִקָּ֣בְצוּ‎(קָבַץ)

Hebrew|yiqqˈāvᵊṣû|collect

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: nif‘al


[H6908] [s.ag.aa] [1983]
[קבץ] [GES6866] [BDB7555] [HAL7490]

לָ֔ךְ‎(לְ)

Hebrew|lˈāḵ|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

אֵילֵ֥י‎(אַיִל)

Hebrew|ʔêlˌê|ram, despot

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H352] [a.bx.af] [45d]
[איל] [GES349] [BDB369] [HAL380]

נְבָיֹ֖ות‎(נְבָיֹות)

Hebrew|nᵊvāyˌôṯ|Nebaioth

Part-of-speech: proper noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5032] [n.al.ad]
[נביות] [GES4944] [BDB5531] [HAL5415]

יְשָׁרְת֑וּנֶךְ‎(שָׁרַת)

Hebrew|yᵊšārᵊṯˈûneḵ|serve

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: pi“el


[H8334] [v.gg.aa] [2472]
[שרת] [GES8296] [BDB9137] [HAL9060]

יַעֲל֤וּ‎(עָלָה)

Hebrew|yaʕᵃlˈû|ascend

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H5927] [p.cs.aa] [1624]
[עלה] [GES5859] [BDB6482] [HAL6403]

עַל‎(עַל)

Hebrew|ʕal-|upon

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5921] [k.bg.ac] [1624p]
[על] [GES5848] [BDB6471] [HAL6395]

רָצֹון֙‎(רָצֹון)

Hebrew|rāṣôn|pleasure

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7522] [t.ee.ab] [2207a]
[רצון] [GES7473] [BDB8236] [HAL8152]

מִזְבְּחִ֔י‎(מִזְבֵּחַ)

Hebrew|mizbᵊḥˈî|altar

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4196] [g.ae.ad] [525b]
[מזבח] [GES4117] [BDB4588] [HAL4518]

וּ‎(וְ)

Hebrew|û|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

בֵ֥ית‎(בַּיִת)

Hebrew|vˌêṯ|house

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1004] [b.bp.aa] [241]
[בית] [GES990] [BDB1071] [HAL1084]

תִּפְאַרְתִּ֖י‎(תִּפְאֶרֶת)

Hebrew|tifʔartˌî|splendour

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H8597] [q.ac.ac] [1726b]
[תפארת] [GES8567] [BDB9429] [HAL9340]

אֲפָאֵֽר‎(פָּאַר)

Hebrew|ʔᵃfāʔˈēr|glorify

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: pi“el


[H6286] [q.ac.aa] [1726]
[פאר] [GES6202] [BDB6853] [HAL6793]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



60. Gloria de la futura Jerusalén.
Es un bellísimo himno dedicado a la nueva Jerusalén, que aparece en todo su esplendor como una nueva aurora que ha de iluminar toda la tierra, que se despereza en un ambiente de tinieblas. Todas las naciones se apresuran a participar de su ciudadanía. Vuelven los que están en la diáspora. Los gentiles llevarán sus tesoros como signo de sumisión y acatamiento. Los extranjeros reedificarán los muros de Jerusalén, y hasta los reyes se declararán vasallos suyos. Dios será como el sol que iluminará a aquella ciudad de justos, eternos ciudadanos de Sión. La descripción es deslumbrante, con todas las hipérboles de una imaginación oriental desbordada. En realidad se quedó corta en comparación con el reinado de gracia del Nuevo Testamento en las almas.
La alusión a las ruinas y destrucciones y al templo no edificado nos llevan a una época posterior al exilio.

Jerusalén, luz de las naciones (1-3).
1 Levántate y resplandece, pues ha llegado tu luz, y la gloria de Yahvé alborea sobre ti, 2 pues he aquí que está cubierta de tinieblas la tierra y de oscuridad los pueblos. Sobre ti viene la aurora de Yahvé y en ti se manifiesta su gloria. 3 Las gentes andarán en tu luz, y los reyes a la claridad de tu aurora.

Hermosa invitación introductoria, en la que Jerusalén es presentada como una noble mujer sentada en tierra en medio de tinieblas ! Aunque en el texto hebreo no se haga mención expresa de Jerusalén, no obstante, el contexto lo pide 2. Una nueva luz (v.1) va a caer sobre la Ciudad Santa profanada, que se verá aureolada por la gloria de Yahvé, que surge radiante ante sus ojos como una aurora de esperanza, que se destaca tanto más cuanto que la tierra está cubierta de tinieblas (v.2). En realidad, esa luz para el profeta será una iluminación religiosa moral, que será la admiración de los pueblos, como se dirá más tarde (v.2l). Es la aurora de Yahvé (v.2), su aparición rutilante, que extenderá su sombra protectora y su gloria, o manifestación esplendorosa de su poder. Su resplandor será tal, que las gentes o pueblos paganos querrán acercarse para participar de su luz (v.3), y hasta sus mismos reyes querrán ser testigos de esta aurora. En 2:2-4 se dice Que los pueblos van a Sión a instruirse en la ley de Yahvé. El profeta destaca el carácter deslumbrador de la gloria de Yahvé como medio de atracción de los pueblos; y por eso contrapone las tinieblas de las gentes con la aurora rutilante de luz, efecto de la presencia sensible de Yahvé en su pueblo.

El retorno de los dispersados de Israel (4-9).
4 Alza en torno tus ojos y mira: Todos se reúnen y vienen a ti, llegan de lejos tus hijos, y tus hijas son traídas a ancas. 5 Entonces mirarás y resplandecerás, palpitará y se ensanchará tu corazón, pues vendrán a ti los tesoros del mar, llegarán a ti las riquezas de los pueblos. 6 Te cubrirán muchedumbres de camellos, de dromedarios de Madián y de Efa. Todos vienen de Saba, trayendo oro e incienso, pregonando las glorias de Yahvé. 7 En ti se reunirán los ganados de Cedar; los carneros de Nabayot estarán a tu servicio. Subirán como (víctimas) gratas sobre mi altar, y yo glorificaré la casa de mi gloria. 8¿Quiénes son aquellos que vuelan como nube, como palomas a su palomar? 9Sí, se reúnen las naves para mí 3con los navíos de Tarsis a la cabeza, para traer de lejos a tus hijos con su oro y su plata, para el nombre de Yahvé, tu Dios; para el Santo de Israel, que te glorifica.

El profeta exulta de emoción al ver el maravilloso espectáculo de la afluencia de todos los pueblos hacia Sión, y, sobre todo, del retorno de sus hijos dispersos entre los países enemigos. El estilo es incisivo y directo: alza en torno tus ojos. La frase es la misma que en 49:18. Las naciones aparecen como nodrizas llevando en vilo a los hijos e hijas de Sión. Con ellos vienen las riquezas de los pueblos (v.5), con sus famosos tesoros del mar, la opulencia proverbial de las ciudades marítimas que se dedicaban al comercio, como los fenicios y cretenses. No obstante, la afluencia de gentes será de todas las direcciones: no sólo del occidente marítimo, sino también del misterioso oriente desértico, con sus camellos y dromedarios de Madián y de Efa (v.6), tribus que habitaban en la estepa de la península sinaítica, al sur de Palestina, hacia el golfo de Akaba 4. Saba: el actual Yemen, al sudeste de Arabia, famoso por su oro e incienso 5. La frase trayendo oro e incienso (v.6) es considerada por algunos como glosa tomada de 1Re_10:2. Parece que recarga el ritmo.
Entre las aportaciones de estas tribus beduinas no faltan los ganados de Cedar (v.7), clan arábigo del este de TransJordania. Junto a esta mención están los carneros de Nabayot. En las inscripciones cuneiformes se suelen citar juntas ambas tribus. Estos Na-bayot parecen ser los nabateos de la época helenística, que se establecieron en TransJordania, con Petra o Sela como capital, pero que procedían del desierto arábigo 6. Sus ofrendas servirán para los sacrificios sobre el altar de Yahvé, con lo que será glorificado su templo: la casa de mi gloria (v.7).
El profeta dirige ahora su mirada hacia el occidente, hacia las costas marítimas, para contemplar un espectáculo inenarrable: un tropel de gentes vuelan como nube, como palomas a su palomar. Son sus hijos, que vuelven a su palomar, la tierra de Yahvé, para reintegrarse a su nueva ciudadanía. Se acercan escoltados por los navios de Tarsis a la cabeza, las embarcaciones de mayor tonelaje de la época, que hacían sus travesías hasta el extremo occidente, la lejana Tarsis o España meridional7. Con ellos vienen el oro y la plata, metales tradicionales, según los antiguos geógrafos, de la península Ibérica. Y todo para el nombre de Yahvé (v.9), e.d., para su glorificación, ya que nombre, en este caso, como en otros, es sinónimo de manifestación gloriosa.

Sión, señora de las naciones (10-16).
10 Extranjeros reedificarán tus muros, y sus reyes estarán a tu servicio, pues si en mi ira te herí, en mi clemencia he tenido piedad de ti. 11 Tus puertas estarán siempre abiertas, no se cerrarán ni de día ni de noche, para traerte los bienes de las gentes, con sus jefes por guías al frente, 12 porque las naciones y reinos que no te sirvan a ti perecerán y las gentes serán totalmente exterminadas. 13Vendrá a ti la gloria del Líbano, los cipreses, los olmos y los alerces juntamente, para embellecer mi santuario, y voy a honrar el lugar de mis pies. 14A ti vendrán humillados los hijos de tus tiranos, y se postrarán a tus pies cuantos te infamaron. Y te llamarán la ciudad de Yahvé, la Sión del Santo de Israel. 15De abandonada que eras, odiada y sin viandantes, te haré eterno prodigio, delicia de los siglos. 16 Mamarás la leche de las gentes, los pechos de los reyes, y sabrás que yo, Yahvé, soy tu Salvador, tu Redentor, el Fuerte de Jacob.

El pensamiento del profeta va avanzando. No sólo las gentes traerán sus tesoros desde oriente y occidente, sino que reconstruirán los muros caídos (v.10). Los extranjeros y reyes han sido los destructores; ellos ofrecerán ahora la mano de obra para la reedificación. Con ello se da plena satisfacción a su pueblo. Parece, pues, aludir a la época posterior al destierro babilonio. A continuación se da la razón teológica de ese cambio de situación: tanto en la época de desgracia como en la del triunfo es Yahvé el que dirige el hilo de su historia. Sus pecados fueron causa de la catástrofe: en mi ira te herí (v.10). La justicia divina tenía sus exigencias. Pero también la misericordia, que siempre prevalece en Dios en sus relaciones con su pueblo, tiene sus fueros, y por eso, en definitiva, le perdonó: en mi clemencia he tenido piedad de ti (v.10).
La situación futura de Jerusalén no puede ser más espléndida: va a ser tal la afluencia de caravanas del desierto y de barcos del mar cargados de riquezas, que las puertas de la ciudad estarán siempre abiertas (v.11). Ni siquiera durante la noche se cerrarán. Serán precisas todas las horas para recibir tantos bienes aportados por las gentes, que llevan a sus jefes por guías al frente. No serán embajadas enviadas por los reyes, sino que éstos personalmente conducirán las caravanas para entregar sus tesoros a Jerusalén.
El í. 12 parece una glosa que interrumpe la ilación de ideas. Esa amenaza contra las naciones y reinos que no presten vasallaje (v.12) no parece estar en el cuadro esplendoroso del contexto. La afluencia será total. 8
El profeta se complace en especificar los materiales que las gentes traen a Sión en cuanto sirven para embellecer el santuario de Yahvé (v.13); y, en primer lugar, la gloria del Líbano, es decir, sus espléndidas maderas de cedros famosos, que habían servido para la construcción del templo de Salomón: cipreses., alerces (v.13). Al santuario o templo se le llama enfáticamente el lugar de mis pies, porque allí tiene su morada en la tierra, aunque su mansión por excelencia es el cielo. En la tierra tiene sólo los pies, con lo que se indica la trascendencia de Yahvé. 9
No faltarán a esta cita de homenaje a Sión los descendientes de los antiguos tiranos (v.14), u opresores. Se sentirán humillados ante la magnificencia de Jerusalén glorificada, y confesarán que Dios está con ella: te llamarán la ciudad de Yahvé (v.14). La frase y se prosternaran a tus pies falta en los LXX, y, como recarga el ritmo, muchos autores la consideran como glosa posterior. 10
Dios ha cambiado la situación de Jerusalén. Antes era abandonada, odiada y sin viandantes (v.15), ciudad muerta y despreciada. Pero en la nueva era será objeto de admiración como eterno prodigio (v.15b) obrado por Yahvé, lo que constituirá la delicia de los siglos (v.15c) o generaciones. Todos hablarán del portento realizado por Yahvé, que ha cambiado una ciudad abandonada en objeto de admiración y aprecio de todos los pueblos.
Todas las riquezas de las naciones estarán a disposición de Sión: mamaras la leche de las gentes y los pechos de los reyes (v.16). Aquí leche y pechos designan metafóricamente los tesoros y el jugo de las riquezas materiales de las naciones que estarán al servicio de Jerusalén u. Por estos beneficios, Israel reconocerá a Yahvé como su Salvador y Redentor (v.16d), llamado también el Fuerte de Jacob, en cuanto que el poder de Dios, protector de los descendientes de Jacob, es el verdadero autor de la nueva situación victoriosa de la nación israelita.

Prosperidad material y moral de la nueva comunidad (17-22).
17 En vez de cobre traeré en ti oro; en vez de hierro, plata; bronce en vez de madera, y hierro en vez de piedras. Te daré por magistrado la paz, y por soberano la justicia. 18 No se hablará ya más de violencia en tu tierra, de saqueo y de ruina en tu territorio. Tus muros los llamarás salud, y a tus puertas alabanza. 19 Ya no será el sol tu lumbrera de día, ni te alumbrará el resplandor de la luna, sino que Yahvé será tu eterna lumbrera, y tu Dios será tu esplendor. 20 Tu sol no se pondrá jamás, ni menguará tu luna, porque será Yahvé tu eterna luz; acabáronse los días de tu luto. 21 Tu pueblo será un pueblo de justos, poseerá la tierra para siempre, renuevos del plantío de Yahvé 12, obra de mis manos para resplandecer 22. Del más pequeño saldrá un millar, y del menor, una nación poderosa. Yo, Yahvé, a su tiempo lo aceleraré.

La transformación de Jerusalén será total: en vez de los pobres materiales con que había sido edificada en otro tiempo, la ciudad será reconstruida con materiales nobles. Y no sólo será renovada en el orden material, sino que en el moral habrá un nuevo orden de cosas: la paz y la justicia se impondrán solas sin necesidad de que vele por ellas el magistrado o el soberano (v.17c).
Como consecuencia del reconocimiento de los valores morales desaparecerá toda violencia, saqueo y ruina (v.15a), que eran la secuela del imperio del egoísmo y la opresión en la sociedad anterior. Los muros y las puertas de tan venturosa ciudad tendrán los nombres simbólicos de salud o salvación, en cuanto que reflejan la seguridad total en que estaba la ciudad, y alabanza, aludiendo al reconocimiento de los gentiles que a ella afluyen, testigos de su nuevo esplendor.
La idealización de la situación sigue in crescendo. La gloria de Yahvé será tal, que eclipsará el resplandor del sol y de la luna, que resultarán innecesarios: Ya no sera el sol tu lumbrera. ni el resplandor de la luna (v.19). Estas imágenes serán recogidas por los autores apocalípticos. 13 Dios será en realidad el resplandor de Sión y la eterna luz (v.20) que lucirá radiante eternamente, sin que haya ocaso: tu sol no se pondrá jamás, ni menguara la luna (v.20a), y con ello no habrá más días de luto (v.20b). La oscuridad es signo de tristeza. En la época mesiánica, la seguridad y la satisfacción provenientes de la salvación serán tales, que no habrá lugar al llanto.
Por otra parte, los nuevos ciudadanos estarán poseídos del sentimiento de rectitud y justicia: Tu pueblo será un pueblo de justos (v.21).
Serán como retoños del plantío de Yahvé, plantados por sus mismas manos para brillar y resplandecer, dando gloria a Dios en la tierra que poseerán para siempre. La nueva era mesiánica será definitiva, y en ella vivirá un pueblo numeroso: del más pequeño saldrá un millar (v.22). Parece aludir a la situación precaria de los repatriados después del destierro en Palestina. No deben estar pesimistas, porque se acerca la hora en que se verán multiplicar por doquier. El cumplimiento de esta profecía tiene su plena significación en la universalidad de la Iglesia, el Israel espiritual, que se ha extendido por toda la tierra.
Y el profeta termina expresando la garantía de Yahvé, que ha de cumplir lo prometido: Yo, Yahvé, a su tiempo lo aceleraré (v.22b). Los planes de la Providencia se cumplen inexorablemente á su tiempo, pues entonces Dios mismo se encarga de acelerar su cumplimiento.

1 Cf. 49,18; 50,1; 52,is; 54,i-4; Si.iyss; 59,Qs; 58:10. 2 Los LXX, la Vg. y el Targum consignan expresamente el nombre de Jerusalén, 3 Así según una corrección. El texto hebreo dice: las islas me esperan, aludiendo a la expectación de los pueblos paganos costeros del Mediterráneo ante la manifestación mesiá-nica. Esta misma versión dan los LXX. 4 Cf. Exo_2:18; Núm 22; 25; 31. Ptolomeo y los geógrafos clásicos ponen por esta zona una ciudad llamada Madián. 5 Los códices Alej. y Sinaít. añaden piedras preciosas. Sobre Saba cf. Gén_10:7; 1Re_10:2; Sal_72:15. 6 Cf. 21:16; Gen_25:13. Flavio Josefo sostiene dicha identificación. Plinio habla de los nabateos y cedreos como habitantes de esta zona. 7 Cf. comentario a Isa_2:16. 8 Probablemente el estico está tomado de Zac_14:16-19; cf. skinner, o.c., II 0.200. 9 Cf. Eze_43:7; Is66,i; 57:15- 10 Cf. Skinner, o.c., II 201. 11 La versión griega, para evitar la crudeza de la metáfora, traduce: comerás la riqueza de los reyes. 12 Lit. el texto hebreo lee: retoño de su plantación. Pero el Targ., Pesh. y Vg. leen el sufijo en primera persona: de mi plantación. La traducción dada arriba, siguiendo a Duhm, Gondamin, etc., se obtiene considerando el sufijo final como inicial del nombre de Yahvé en abreviatura. 13 Cf. Rev_21:23; Eze_43:2. En Isa_30:26 se dice que, en los tiempos mesiánicos, el sol y la luna se harán siete veces mayores. Son hipérboles apocalípticas, que nunca pueden tomarse a la letra. Expresan realidades teológicas: Yahvé, nuevo Sol de justicia, iluminando a la nueva Jerusalén.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter LX.

1 The glory of the Church, in the abundant accesse of the Gentiles, 15 and the great blessings after a short affliction.
1 Arise, [ Or, be enlightened: for thy light commeth.] shine, for thy light is come, and the glory of the Lord is risen vpon thee.
2 For behold, the darknesse shall couer the earth, and grosse darknesse the people: but the Lord shall arise vpon thee, and his glory shall be seene vpon thee.
3 And the [ Rev_21:24.] Gentiles shall come to thy light, and kings to the brightnesse of thy rising.
4 [ Isa_49:18.] Lift vp thine eyes round about, and see: all they gather themselues together, they come to thee: thy sonnes shall come from farre, and thy daughters shalbe nourced at thy side.

[The increase of the Church.]

5 Then thou shalt see, and flow together, and thine heart shall feare and be inlarged, because the [ Or, noise of the Sea shalbe turned toward thee.] abundance of the Sea shalbe conuerted vnto thee, the [ Or, wealth.] forces of the Gentiles shall come vnto thee.
6 The multitude of camels shall couer thee, the dromedaries of Midian and Ephah: all they from Sheba shall come: they shal bring [ Isa_61:6 .] gold and incense, and they shall shew forth the praises of the Lord.
7 All the flockes of Kedar shall be gathered together vnto thee, the rams of Nebaioth shall minister vnto thee: they shall come vp with acceptance on mine altar, and I wil glorifie the house of my glory.
8 Who are these that flie as a cloude, and as the doues to their windowes?
9 Surely the yles shall wait for me, and the ships of Tarshish first, [ Gel. 4.26.] to bring thy sonnes from farre, their siluer and their gold with them, vnto the Name of the Lord thy God, and to the Holy One of Israel, because he hath glorified thee.
10 And the sonnes of strangers shall build vp thy walles, and their kings shal minister vnto thee: for in my wrath I smote thee, but in my fauour haue I had mercie on thee.
11 Therefore thy gates [ Rev_21:25 .] shal be open continually, they shall not bee shut day nor night, that men may bring vnto thee the [ Or, wealth.] forces of the Gentiles, and that their kings may be brought.
12 For the nation and kingdome that will not serue thee, shall perish, yea those nations shall be vtterly wasted.
13 The glory of Lebanon shal come vnto thee, the Firre tree, the Pine tree, and the Boxe together, to beautifie the place of my Sanctuarie, and I will make the place of my feete glorious.
14 The sonnes also of them that afflicted thee, shall come bending vnto thee: and all they that despised thee shal [ Rev_3:9 .] bow themselues downe at the soles of thy feet, and they shall call thee the citie of the Lord, the Zion of the Holy One of Israel.
15 Whereas thou hast bene forsaken and hated, so that no man went thorow thee, I will make thee an eternall excellencie, a ioy of many generations.
16 Thou shalt also sucke the milke of the Gentiles, and shalt sucke the brest of kings, and thou shalt know that I

[The increase of the Church.]

the Lord am thy Sauiour and thy Redeemer, the mightie One of Iacob.
17 For brasse I will bring gold, and for yron I will bring siluer, and for wood brasse, and for stones yron: I will also make thy officers peace, and thine exactours righteousnesse.
18 Uiolence shall no more be heard in thy land, wasting nor destruction within thy borders, but thou shalt call thy walles saluation, and thy gates praise.
19 [ Rev_21:22 ; Rev_22:5 .] The Sunne shall be no more thy light by day, neither for brightnesse shall the moone giue light vnto thee: but the Lord shall be vnto thee an euerlasting light, & thy God thy glory.
20 Thy Sunne shall no more goe downe, neither shall thy moone withdraw it selfe: for the Lord shall bee thine euerlasting light, and the dayes of thy mourning shall be ended.
21 Thy people also shall be all righteous: they shal inherit the land for euer, the branch of my planting, the worke of my hands, that I may be glorified.
22 A litle one shall become a thousand, and a small one a strong nation: I the Lord will hasten it in his time.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



La estrella de las naciones. Los tu, los ti y los tus de este capítulo son femeninos y singulares, y se refieren a Sion, la ciudad madre (ver sobre 49:14-23; 51:17-23; 54:1-10), cuyos hijos ... e hijas (v. 4) pertenecen a todas las nacionalidades, no sólo a la dispersión israelita (cf. Sal. 87:3-6; Gál. 4:26). De modo que las naciones (v. 3) y los de las costas (v. 9) son más que meros transportistas de este movimiento hacia la tierra natal: ellos son, en gran medida, parte componente de los que buscan tu (de Sion) luz (v. 3) y esperarán expectantes al Señor (v. 9) dirigiéndose a su hogar como palomas hacia sus palomares (v. 8). Ver también sobre los vv. 10-16. El oro e incienso (v. 6) recuerdan al lector cristiano de los precursores de esta migración en Mat. 2, cuyo homenaje, sin embargo, fue peligroso y cuyos dones incluían la mirra enigmática (cf. Mat. 15:23; Juan 19:39), indicadores de la lucha que aún quedaba por delante.

Sobre el escenario y el simbolismo de, especialmente, los vv. 6-9 (de los cuales el v. 7 es crucial para entender el capítulo) ver los comentarios a la introducción de la sección 60:1-62:12 anteriores. Los términos sacerdotales del v. 7 excluyen una interpretación puramente lit. de la profecía, desde el momento en que el NT insiste en que no puede haber un retorno al culto basado en sacrificios de carnero ... altar ... y templo, los cuales eran solamente la sombra de los bienes venideros (Heb. 10:1; cf. Heb. 13:10-16; Juan 4:21-26). Sobre Tarsis ver sobre 6:16.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

La luz de la nueva Jerusalén. Desde este capítulo -y hasta el 62- encontramos una sucesión de imágenes que describen el esplendor y el gozo de Jerusalén, que de nuevo está habitada por quienes habían sido desterrados. Hay quienes atribuyen estos poemas al Segundo Isaías de los capítulos 40-55 o por lo menos a un fiel discípulo suyo que asimiló muy bien su estilo. Sobresale el aspecto de la luz como símbolo de salvación y del amanecer como una nueva época, nueva etapa en la historia.
El versículo 5 evoca el tráfico comercial tan común en Canaán. De hecho Canaán era camino obligado de todas las caravanas que se dirigían de norte a sur y de sur a norte. El profeta pone como destino final de todo ese tráfico la nueva Jerusalén.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Gén_25:13

NOTAS

60:7 Quedar, ver Isa_21:16-17+. Nebayot, pueblo árabe, ver Gén_25:13; Gén_28:9; Gén_36:3.

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Gén_25:13

NOTAS

60:7 Quedar, ver Isa_21:16-17+. Nebayot, pueblo árabe, ver Gén_25:13; Gén_28:9; Gén_36:3.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*60 En los v. Isa 60:1-3; Isa 60:19-22 dominan los términos relativos a la luz, motivo central del poema (luz, iluminar, resplandor, amanecer y aurora, sol y luna), a los cuales se contraponen noche, oscuridad y tinieblas. El Señor y su gloria son la luz perpetua de Jerusalén, que se levanta de las tinieblas (véase Isa 9:1) y se extiende a todas las naciones y a sus leyes.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 60.1 En todo el AT la luz es el símbolo de la salvación (Sal 27.1; Is 9.2; 58.8,10). En los vv. 19-20 esta luz eterna se identifica con el mismo Dios (cf. Ap 21.23).

[2] 60.7 Según Gn 25.13; 1 Cr 1.29 (cf. Gn 28.9, 36.3), Nebaiot era el hijo mayor de Ismael. Algunos autores piensan que se trata de los antepasados de los nabateos, tribu nómada que tenía su centro en Petra, a unos 80 km. al sudeste del Mar Muerto. Cf. 1 Mac 5.25; 9.35.

[3] 60.16 El Poderoso de Jacob: Véase Sal 132.5 n.

Biblia Textual IV (Sociedad Bíblica Iberoamericana, 1999)

Nebaiot... Prob. se refiere a los nabateos, pueblo de origen árabe situado al SE del Mar Muerto.

Torres Amat (1825)



[1] La presencia de Dios dentro de la ciudad la hace resplandeciente.

[11] Ap 21, 25.

[19] Ap 21, 4-23.