Ver contexto
Así dice Yahvé:
Al proceder de los gentiles no os habituéis,
ni de los signos celestes os espantéis.
¡Que se espanten de ellos los gentiles!
(Jeremías  10, 2) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

כֹּ֣ה‎(כֹּה)

Hebrew|kˈō|thus

Part-of-speech: adverb
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3541] [k.ap.aa] [955]
[כה] [GES3436] [BDB3831] [HAL3806]

אָמַ֣ר‎(אָמַר)

Hebrew|ʔāmˈar|say

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H559] [a.ea.aa] [118]
[אמר] [GES535] [BDB564] [HAL587]

יְהוָ֗ה‎(יהוה)

Hebrew|[yᵊhwˈāh]|YHWH

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3068] [e.az.ae] [484a]
[יהוה] [GES2969] [BDB3312] [HAL3292]

אֶל‎(אֶל)

Hebrew|ʔel-|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H413] [a.di.aa] [91]
[אל] [GES400] [BDB422] [HAL438]

דֶּ֤רֶךְ‎(דֶּרֶךְ)

Hebrew|dˈereḵ|way

Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1870] [d.ci.ab] [453a]
[דרך] [GES1783] [BDB1999] [HAL2009]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

גֹּויִם֙‎(גֹּוי)

Hebrew|ggôyˌim|people

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1471] [c.ba.ag] [326e]
[גוי] [GES1367] [BDB1562] [HAL1569]

אַל‎(אַל)

Hebrew|ʔal-|not

Part-of-speech: negative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H408] [a.dh.aa] [90]
[אל] [GES401] [BDB423] [HAL439]

תִּלְמָ֔דוּ‎(לָמַד)

Hebrew|tilmˈāḏû|learn

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H3925] [l.bq.aa] [1116]
[למד] [GES3847] [BDB4285] [HAL4239]

וּ‎(וְ)

Hebrew|û|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

מֵ‎(מִן)

Hebrew|mē|from

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4480] [m.cl.aa] [1212]
[מן] [GES4398] [BDB4898] [HAL4822]

אֹתֹ֥ות‎(אֹות)

Hebrew|ʔōṯˌôṯ|sign

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: plural
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H226] [a.bt.ab] [41a]
[אות] [GES220] [BDB236] [HAL249]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

שָּׁמַ֖יִם‎(שָׁמַיִם)

Hebrew|ššāmˌayim|heavens

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H8064] [v.dy.ab] [2407a]
[שמים] [GES8018] [BDB8822] [HAL8760]

אַל‎(אַל)

Hebrew|ʔal-|not

Part-of-speech: negative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H408] [a.dh.aa] [90]
[אל] [GES401] [BDB423] [HAL439]

תֵּחָ֑תּוּ‎(חָתַת)

Hebrew|tēḥˈāttû|be terrified

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: nif‘al


[H2865] [h.hf.aa] [784]
[חתת] [GES2764] [BDB3108] [HAL3081]

כִּֽי‎(כִּי)

Hebrew|kˈî-|that

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3588] [k.bg.aa] [976]
[כי] [GES3481] [BDB3883] [HAL3852]

יֵחַ֥תּוּ‎(חָתַת)

Hebrew|yēḥˌattû|be terrified

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: nif‘al


[H2865] [h.hf.aa] [784]
[חתת] [GES2764] [BDB3108] [HAL3081]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

גֹּויִ֖ם‎(גֹּוי)

Hebrew|ggôyˌim|people

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1471] [c.ba.ag] [326e]
[גוי] [GES1367] [BDB1562] [HAL1569]

מֵ‎(מִן)

Hebrew|mē|from

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4480] [m.cl.aa] [1212]
[מן] [GES4398] [BDB4898] [HAL4822]

הֵֽמָּה‎(הֵמָּה)

Hebrew|hˈēmmā|they

Part-of-speech: personal pronoun
Gender: masculine
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1992] [e.bs.aa] [504]
[המה] [GES1925] [BDB2150] [HAL2144]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



10. Inanidad de los ídolos.
El Exilio.
Este capítulo es bastante heterogéneo por su contenido. Primero se dan unos consejos a los desterrados para que no se dejen llevar por el culto de los ídolos, que son nada y vanidad, mientras que sólo Yahvé es grande y poderoso. Después viene un fragmento conminatorio anunciando el destierro, con una lamentación sobre la futura ruina del pueblo, prevista por el profeta. Finalmente, se inserta una oración a Yahvé para que modere su rigor para con el pueblo pecador y descargue su ira sobre las naciones paganas que afligieron a Israel.

Inanidad de los ídolos (1-5).
1 Oíd, casa de Israel, lo que os dice Yahvé. 2 Así dice Yahvé: No os acostumbréis a los caminos de las gentes, no temáis los signos celestes,pues son los gentiles los que temen de ellos, 3pues los estatutos de esos pueblos son vanidad; leños cortados en el bosque, obra de las manos del artífice con la azuela, 4se decoran con plata y oro, y los sujetan a martillazos con clavos para que no se muevan. 5Son como espantajos de melonar, y no hablan; I hay que llevarlos, porque no andan; no les tengáis miedo, pues no pueden haceros mal, ni tampoco bien.

El fragmento tiene un carácter apologético y parece dirigido a los israelitas, que vivían entre gentiles con peligro de imitar sus cultos idolátricos. En concreto, en Babilonia, las grandes procesiones y ostentosos ritos externos eran ocasión de admiración y atracción para gentes de una mentalidad sencilla que se dejaban fascinar por las apariencias. Sobre todo les previene contra los cultos astrales y supersticiones astrológicas, que estaban muy de moda en Mesopotamia.
El profeta se dirige enfáticamente a la casa de Israel. Su preocupación se extiende a todos los israelitas, que están en peligro de ser fascinados por los pomposos cultos idolátricos. Les previene contra los caminos de las gentes, es decir, sus creencias y conducta, totalmente ajena a la tradición de Israel. Los signos celestes (v.2) eran los meteoros, eclipses y demás fenómenos extraordinarios siderales, cuya aparición daba ocasión a cabalas sobre el futuro de los pueblos. En Babilonia la astrología estaba en todo su apogeo, y sus cultivadores eran los árbitros de la sociedad, pues desde los cortesanos hasta las gentes sencillas acudían a ellos para resolver sus problemas particulares. Además, la vida política y militar de la misma nación dependía de ese lenguaje misterioso del mundo astral, cuyo sentido sólo captaban los magos y astrólogos. Los fenómenos siderales eran expresión de la voluntad de las divinidades, y por eso era muy importante conocer esta escritura del cielo. Los presagios buenos o malos dependían de determinadas apariciones o conjunciones de los astros. Si el presagio que daba el astrólogo era malo, entonces el interesado procuraba aplacar a los dioses con encantos mágicos. De este modo, el pueblo vivía siempre en tensión, auscultando los signos celestes. En la política, la marcha de la nación dependía de ellos también, pues si se daban ciertos signos, se podía o no declarar la guerra, iniciar determinadas obras, etc. 1 El profeta declara a sus compatriotas que nada deben temer de esto, pues Yahvé está por encima de todo el curso de los astros. Los astros, pues, no tienen ninguna virtud especial benéfica o maléfica en sí mismos, sino que sólo Yahvé es al que hay que temer y suplicar 2.
Todas esas creencias de los paganos no tienen consistencia: los estatutos de los pueblos son vanidad (v.3). Aquí estatutos es sinónimo de doctrina (v.8) y caminos (v.2). Por tanto, no deben preocupar a los israelitas, que tienen otros estatutos o creencias más sólidos, pues saben que Yahvé es omnipotente. Y para probar esto les recuerda que las imágenes de los ídolos son leños cortados del bosque.
En Isa_44:12 encontramos una apreciación irónica semejante. Y en Bar_6:7, la carta de Jeremías se expresa en el mismo sentido. Es un género literario apologético que se había generalizado. El desprecio culmina en la frase son como espantajos de melonar, que no tienen otro fin que ahuyentar los pájaros. También con fuerte ironía alude a las procesiones solemnes, en que los ídolos eran transportados a hombros: hay que llevarlos, no andan (v.5). En la legislación mosaica se prohibía toda representación sensible de Yahvé para evitar que el pueblo se formara un concepto material y grosero de El.

Grandeza de Yahvé y nulidad de los ídolos (6-16).
6 No hay semejante a ti, oh Yahvé! tú eres grande, y grande y poderoso es tu nombre. 7 ¿Quién no te temerá, Rey de las naciones? Pues a ti se te debe el temor, y no hay entre todos los sabios y en todos sus reinos nadie como tú. 8Todos a uno son estúpidos y necios, doctrina de vanidades, (son) un leño3; 9plata laminada venida de Tarsis, oro de Ofir4, obra de escultor y de orfebre, vestida de púrpura y jacinto; obra de diestros (artífices) son ellos. 10Pero Yahvé es verdadero Dios, el Dios vivo y Rey eterno. Si El se aira, tiembla la tierra, y todas las naciones son impotentes ante su cólera. 11 Así, pues, habéis de decirles: Dioses que no han hecho ni los cielos ni la tierra, desaparecerán de la tierra y de debajo de los cielos. 12 El con su poder ha hecho la tierra, con su sabiduría cimentó el orbe y con su inteligencia tendió los cielos. 13A su voz se congregan las aguas en el cielo; El hace subir las nubes desde los confines de la tierra, convierte los rayos en lluvia y saca los vientos de sus escondrijos. 14Embrutecióse el hombre sin conocimiento; todo orífice se avergüenza de su ídolo, porque es mentira su estatua fundida i y no hay aliento en ellos, 15son nada, obra ridícula. En el tiempo de su castigo perecerán. 16 No es ésta la herencia de Jacob, pues El es el Hacedor de todo, e Israel es su tribu hereditaria; su nombre es Yahvé de los ejércitos.

Los v.6-7 faltan en el texto griego, y parecen ser una glosa. Son un canto a la grandeza de Yahvé de estilo salmódico. Se le llama Rey de las naciones (v.7) en cuanto que domina también sobre los otros pueblos. El monoteísmo estricto sobresale en las enseñanzas proféticas 5. Los sabios de las naciones idolátricas, que enseñan el culto a ídolos sin consistencia, no son nada en comparación con Yahvé y sus leyes. Enseñan doctrina de vanidades, es decir, predican la adoración de ídolos vanos, que no son más que un leño. Plata de Tarsis: generalmente se identifica con la Tartessos de los romanos, en España, en la desembocadura del Guadalquivir, cercana a Huel-va6. Oro de Ofir: localidad en la Arabia meridional o en Etiopía (Punt). Sabemos que los egipcios explotaban minas de oro en esta zona. Salomón traía oro de estas partes orientales del mar Rojo 7. El v.10 parece ser una respuesta a los que creían en las señales celestes (v.2). No se ha de temer a supuestas fuerzas misteriosas de los astros, pues sólo Yahvé es el verdadero Dios, el Dios vivo (v.10), que rige todo el universo, ante quien tiembla la tierra. El í. 11 en prosa tiene todos los visos de glosa aramea aclaratoria, pues interrumpe el ritmo. Es considerada como una fórmula imprecatoria, que sería usada por los exilados para expresar el deseo de que desaparecieran los ídolos: dioses que no han hecho ni los cielos.,., desaparecerán (v. 11). En realidad es Yahvé el que permanecerá, porque El cimentó el orbe (v.12). En la mentalidad hebraica, el mundo estaba asentado sobre unas columnas que se hundían en el gran abismo 8. También los cielos eran concebidos como una masa sólida o bóveda que separaba la parte superior, en la que estaba el trono de Dios y los ángeles, y la parte inferior, donde revoloteaban los pájaros: tendió los cielos (v.12). Las aguas en el cielo (v.13) son las que están sobre el firmamento, que Dios deja caer cuando abre las cataratas del cielo 9. Las nubes, en cambio, están cargadas de aguas inferiores, que caen en forma de lluvia no torrencial. Yahvé hace subir las nubes desde los confines de la tierra (v.13) en cuanto que aparecen a lo lejos en el horizonte, formándose y condensándose cerca de la tierra. La frase convierte los rayos en lluvia debe entenderse de los royos, que en la tormenta acompañan a la lluvia, o, sencillamente, que hace que los royos o relámpagos, que dominan al principio una tempestad, desaparezcan, resolviéndose ésta en lluvia. A una voz suya, la tempestad queda reducida a una lluvia bienhechora. El dominio de Yahvé se extiende también a las fuerzas misteriosas de los vientos: soca los vientos de sus escondrijos (v.15b). Según la mentalidad popular de la época, en el cielo había depósitos de granizo, de vientos, que Yahvé soltaba a voluntad 10.
Esta omnipotencia y majestad de Yahvé no es reconocida por el hombre, que es sin conocimiento (v.14), y en su lugar da culto a cosas que son obra de sus manos. El orífice que ha hecho la estatua se avergüenza de su ídolo (v.14) al ver que esa obra exclusivamente suya es el ídolo objeto de veneración, y sabe que es mentira su estatua fundida, pues bien sabe que no es una divinidad, ni siquiera tiene vida: no hay aliento en ellos (v.14b). En contraposición a la inanidad de los ídolos está Yahvé, la herencia de Jacob, pues por una alianza especial se ha ligado a Israel para ser suyo corno herencia. Yahvé es la herencia de Jacob u, e Israel o Jacob es la herencia de Yahvé12. Por la alianza han quedado obligados mutuamente y se deben entre sí: Israel es su tribu hereditaria (v.16b). Pues este Yahvé, herencia de Israel, es el Hacedor de todo, y, como tal, dueño de los mundos y de los destinos de la humanidad, en contraposición a la impotencia e inanidad de las estatuas idolátricas adoradas por los gentiles, Y para más resaltar el poder de Yahvé, el profeta le da su nombre temeroso: su nombre es Yahvé de los ejércitos. Es el señor de los ejércitos estelares de los cielos, del ejército de los seres, y también Señor de las batallas en pro de Israel. Por ello es la mejor garantía para los exilados, acobardados por los cultos pomposos de los gentiles.

La ruina del pueblo, objeto de dolor para el profeta (17-22).
17 Recoge de la tierra tu hato, moradora de la ciudad asediada, 18 pues así dice Yahvé: He aquí que voy a lanzar a los habitantes del país esta vez para ponerlos en angustia y que me encuentren. 19 Ay de mí por mi quebranto! ¡Doloroso es mi golpe! Pero yo digo: Ciertamente es mi dolencia, debo soportarlo. 20Mi tienda está devastada, y todas mis cuerdas rotas; mis hijos me han abandonado, no existen ya; hay quien despliegue mi tienda y levante mis lonas. 21 Pues fueron unos insensatos los pastores, y no buscaron a Yahvé; por eso no prosperaron, y todos sus rebaños han sido dispersados, 22 He aquí que llega el rumor de una noticia, viene gran alboroto de la tierra del septentrión para reducir las ciudades de Judá a desolación, a guarida de chacales.

El profeta invita a los habitantes de Jerusalén a prepararse para ir al destierro babilónico: recoge tu hato, moradora de la ciudad asediada (v.17). Jerusalén es personificada en una pobre prisionera, que debe llevar consigo el ajuar más elemental para sus necesidades primarias. En los bajorrelieves aparecen las mujeres llevadas en cautividad cargadas con sus enseres domésticos y ánforas sobre su espalda. Yahvé ha decidido enviar al cautiverio a su pueblo: voy a lanzar a los habitantes del país (v.18). Pero en sus designios punitivos y justicieros hay intenciones de misericordia. El castigo de Judá será el único medio de que recapacite en sus torcidos caminos y vuelva a su Dios: para ponerlos en angustia y que me encuentren (v.15b).
El profeta siente al vivo la tragedia de su pueblo: ¡Ay de mí por mi quebranto! Algunos autores creen que aquí el que habla es el pueblo mismo que experimenta el castigo. En este caso, sus deseos de expiación son el mejor medio de conciliar la amistad divina: Es mi dolencia, debo soportarlo (v.16b). En el caso de que sea Jeremías el que habla, la frase tendría un sentido de plena aceptación por la parte de su misión de anunciar estragos y castigos a su pueblo, que es su dolencia, a la que no puede renunciar, porque está impuesta por Yahvé: debo soportarlo. El profeta se lamenta porque su pueblo ha sido arruinado: mi tienda esta devastada, y todas mis cuerdas, rotas (v.20); y contempla con tristeza a Jerusalén arrasada, como el beduino que ve que su tienda ha sido llevada por el viento con las cuerdas rotas 12. Es el caso de la nación judía, arrancada en sus fundamentos por el turbión de la guerra. Sus habitantes han desaparecido por la espada o en el cautiverio: no existen ya (v.20b). El exterminio ha sido total, y no hay quien pueda empezar la restauración de la nación: No hay quien despliegue mi tienda y levante mis lonas (v.20c). El símil de la tienda resulta muy exacto para reflejar la tragedia de la situación. Para el beduino, la tienda, sus cuerdas y lonas es todo su tesoro. Pero ahora todo se ha ido abajo y no hay esperanza de poder volverla a levantar: le faltan sus hijos y parientes de clan.
Después el profeta da la razón de la catástrofe: los dirigentes no han sabido gobernar a la nación, a la que han llevado a la ruina total (v.21). En lugar de confiar en Yahvé y seguir sus preceptos, base de una sana vida social, han buscado alianzas extrañas y se alejaron de la Ley de su Dios: no buscaron a Yahvé. Han obrado sólo según sus puntos de vista meramente humanos 13, halagando las pasiones de la masa. Al no darse cuenta del estado privilegiado de la nación israelita entre todos los pueblos, por ser objeto de la elección del mismo Yahvé, han sido unos insensatos. La consecuencia ha sido trágica: todos sus rebaños han sido dispersados (v.21c). La cautividad de Judá ha sido la culminación de su proceder egoísta y materializado. De nuevo el profeta asiste en espíritu a la invasión que viene del norte: llega el rumor., gran alboroto del septentrión. Los soldados de Nabucodonosor avanzan implacables a través de Siria y Fenicia, para caer como una inundación sobre la tierra de Judá, convirtiéndola en desolación, en guarida de chacales (v.22) 14.

Humilde sumisión a los designios divinos (23-25).
23 Bien sé, Yahvé, que no está en mano del hombre trazarse su camino, no es dueño el hombre de caminar ni de dirigir sus pasos. 24 Corrígeme, Yahvé, pero conforme a juicio, no con ira, no sea que me aniquiles. 25 Derrama tu furor sobre las gentes que te desconocen y sobre los pueblos que no invocan tu nombre, que han devorado a Jacob, le han consumido y han devastado su morada.

Este fragmento es de tipo sapiencia, según el módulo de ciertos salmos. Por eso es considerado como adición posterior. Expresaría el estado de ánimo de la comunidad judía después de la catástrofe, cuando ya se hallaba en medio de los gentiles. Con todo, puede entenderse en labios de Jeremías, que ante la catástrofe hace una confesión humilde de la impotencia humana, y pide que el furor de Yahvé, en vez de cargar sobre su pueblo, se derrame sobre las gentes que no le conocen y ofenden. Confiesa primero que el curso de la vida del hombre está en manos de Dios y es inútil que el hombre quiera trazarse un camino fuera de su Dios: no es dueño el hombre de caminar (v.23). Los profetas, profundamente religiosos, destacan siempre la intervención de Dios en la vida, y prescinden muchas veces de las causas segundas. Naturalmente, estas frases del profeta no se han de entender literalmente, como si el hombre careciera de libertad. Son expresiones radicales para destacar más la omnipotencia divina. El pueblo reconoce su mal proceder e implora la misericordia divina: corrígeme, Yahvé, pero conforme a juicio (v.24), no mirando a los pecados, por los que era el pueblo merecedor de la ira divina, sino fijándose en su actitud actual de arrepentimiento y en las promesas que ha hecho a sus antepasados. Por otra parte, el pueblo (o el profeta) pide que Yahvé considere también la conducta de las gentes que no le invocan (v.26), y que, además, han devorado a Jacob (Israel), sembrando la devastación y la ruina en su morada 15. La catástrofe de Israel no ha servido sino para hacer más audaces y despectivos a los paganos frente al pueblo elegido. Aquí el autor clama por los derechos de la soberanía divina, que no es reconocida por los pueblos gentiles, y, además, recuerda a Yahvé que Israel es un pueblo bajo su protección especial y que ha sido pisoteado por la insolencia de las naciones paganas.

1 Cf. Meissner, Babylon und Assur II p.247ss. 2 Cf. Deu_4:19; Isa_47:12-13. 3 El texto está oscuro. Pirot-Clamer: (su doctrina) es vanidad, madera. La Bible de Jérusalem: la instrucción que dan los que son nada (ídolos) no tiene sentido. 4 El TM lee Ufar, que es desconocido; los LXX leen Mofar. El Targum, la Sir., Tood., leen Ofir, lugar famoso en la Biblia por el oro. 5 Cf. Isa_40:6-8; Isa_9:1-8; Zac_6:1-8; Zac_9:1-8; Eze_5:6-7; Eze_21:235; Isa_23:11; Jer_10:10; Amo_1:2; Amo_1:4:12 6 Cf. Isa_23:1; E¿ 27:12; 1Ma_8:3. 7 Cf. Dan_10:5; 1Re_9:28; 1Re_10:11; 2Cr_8:18; 2Cr_9:10. 8 Cf. 1Cr_16:30; Sal_24:2; Sal_48:9; Sal_93:1; Sal_96:10. 9 Cf. Gen_1:3. 10 Cf. Job_38:22. En la Eneida de Virgilio (Job_1:52) encontramos una concepción análoga: Eolo suelta los vientos encadenados en una caverna. 11 Cf. Dt32.9. 12 Cf. Deu_4:19.20; Lam_3:24; Sal_16:5; Num_18:20. 12 Cf. Jer_4:20; Jer_49:29; Isa_54:2. 13 Cf. Jer_2:8; Jer_4:9; o; 8:8-n. 14 Cf. Jer_1:14; Jer_4:6-15; Jer_5:15; Jer_6:23; Jer_8:16; Jer_9:10. 15 Este versículo es idéntico a Sal_79:6-7. Muchos críticos lo consideran como glosa. 1 Cf. 2Re_22:13; Jer_11:7-8.10; 2Re_22:16-17, y Jer_11:8.10-17.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter X.

[Of idolatry.]

1 The vnequall comparison of God and idoles. 17 The Prophet exhorteth to flie from the calamitie to come. 19 Hee lamenteth the spoyle of the Tabernacle by foolish pastours. 23 He maketh an humble supplication.
1 Heare ye the word which the Lord speaketh vnto you, O house of Israel.
2 Thus sayeth the Lord, Learne not the way of the heathen, and be not dismayed at the signes of heauen, for the heathen are dismayed at them.
3 For the [ Hebrew: statutes or ordinances are vanity.] customes of the people are vaine: for one cutteth a tree out of the forrest (the worke of the handes of the workeman) with the axe.
4 They decke it with siluer and with golde, they fasten it with nayles, and with hammers that it mooue not.
5 They are vpright as the palme tree, [ Psa_115:5 .] but speake not: they must needes bee [ Isa_46:1 ; Isa_46:7 .] borne, because they cannot goe: be not afraid of them, for [ Isa_41:28 .] they cannot doe euil, neither also is it in them to doe good.
6 Forasmuch as there is none [ Psa_86:8 ; Psa_86:10 .] like vnto thee, O Lord, thou art great, and thy Name is great in might.
7 [ Rev_15:4 .] Who would not feare thee, O King of nations? for [ Or, it liketh thee.] to thee doeth it appertaine: forasmuch as among all the wise men of the nations, and in all their kingdomes, there is none like vnto thee.
8 But they are [ Hebrew: in one, or at once.] altogether [ Isa_41:29 ; Hab_2:18 ; Zec_10:1 .] brutish and foolish: the stocke is a doctrine of vanities.
9 Siluer spread into plates is brought from Tarshish, and gold from Uphaz, the worke of the workeman, and of the hands of the founder: blue and purple is their clothing: they are all the worke of cunning men.
10 But the Lord is the [ Hebrew: God of trueth.] true God, he is the liuing God, and an [ Hebrew: King of eternity.] euerlasting King: at his wrath the earth shal tremble, and the nations shall not be able to abide his indignation.
11 Thus shal ye say vnto them, The Gods that haue not made the heauens, & the earth, euen they shall perish from the earth, & from vnder these heauens.
12 Hee [ Gen_1:6 ; Jer_51:15 .] hath made the earth by his power, he hath established the world by his wisedome, and hath stretched out the heauens by his discretion.
13 When he vttereth his voice, there is

[Brutish pastours.]

a [ Or, noise.] multitude of waters in the heauens, and hee causeth the vapours to ascend from the ends of the earth: hee maketh lightnings [ Or, for raine.] with raine, and bringeth forth the wind out of his treasures.
14 Euery man is [ Or, is more brutish, then to know.] [ Jer_51:17-18 .] brutish in his knowledge, euery founder is confounded by the grauen image: for his moulten image is falsehood, and there is no breath in them.
15 They are vanity, and the worke of errours: in the time of their visitation they shall perish.
16 [ Jer_51:19 .] The portion of Iacob is not like them: for he is the fourmer of all things, and Israel is the rod of his inheritance: the Lord of hostes is his Name.
17 Gather vp thy wares out of the land, O [ Hebrew: inhabitresse.] inhabitant of the fortresse.
18 For thus saith the Lord, Behold, I will sling out the inhabitants of the land at this once, and will distresse them, that they may find it so.
19 Woe is mee for my hurt, my wound is grieuous: but I sayd, Truely this is a griefe, and I must beare it.
20 My Tabernacle is spoyled, and all my cordes are broken: my children are gone foorth of me, and they are not: there is none to stretch foorth my tent any more, and to set vp my curtaines.
21 For the Pastours are become brutish, and haue not sought the Lord: therefore they shall not prosper, and all their flockes shall be scattered.
22 Behold, the noise of the bruit is come, and a great commotion out of the [ Jer_1:15 ; Jer_5:15 ; Jer_6:22 .] North countrey, to make the cities of Iudah desolate, and a [ Jer_9:11 .] denne of dragons.
23 O Lord, I know that the [ Pro_16:1 ; Pro_20:44 .] way of man is not in himselfe: it is not in man that walketh, to direct his steps.
24 O Lord, [ Psa_6:1 ; Psa_38:1 ; Jer_30:11 .] correct mee, but with iudgement, not in thine anger, lest thou [ Hebrew: diminish me.] bring me to nothing.
25 [ Psa_79:6 .] Powre out thy fury vpon the heathen that know thee not, and vpon the families that call not on thy Name: for they haue eaten vp Iacob, and deuoured him, and consumed him, and haue made his habitation desolate.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



2. Los "signos del cielo" son esos fenómenos más o menos extraordinarios, como los meteoros, eclipses o cometas, a los que se atribuía el carácter de presagios favorables o funestos. Babilonia era célebre en la antigüedad por sus conocimientos y prácticas astrológicas.

12-16. Estos versículos aparecen reproducidos textualmente en 51 . 15-19.

11 1-14. Este pasaje contiene numerosas expresiones propias del Deuteronomio, cuyo hallazgo en el 622 a. C. inspiró la reforma religiosa del rey Josías (2 Rey. 22. 3 - 23. 27). Según algunos intérpretes, aquí tendríamos un testimonio de las esperanzas (vs. 1-8) y de las decepciones (vs. 9-14) que aquella reforma suscitó en el espíritu de Jeremías. Pero esto puede ponerse en duda, porque no sabernos en qué medida el profeta aprobó y apoyó dicha reforma.

19. Ver Isa_53:7.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

El Señor y los ídolos. Este mensaje contra quienes confiaban en seres de hechura humana presupone una época en la cual la idolatría y las prácticas religiosas de otros pueblos eran demasiado comunes y frecuentes en Israel. El profeta llama la atención mediante la sátira y la ironía para que se abandonen esas prácticas. El pueblo puede juzgar la validez o la falsedad de sus ídolos teniendo en cuenta que esas divinidades a quienes rinden culto nada tienen que ver con los signos del cielo (2); no caminan por sí mismos al lado de sus fieles, hay que fijarlos con clavos para que no caigan y transportarlos (4s); no pueden ostentar el título de «rey de las naciones» (7), ni mucho menos pueden atribuirse ninguna obra de creación (10-13), gobierno o providencia sobre esa misma obra creada. Los israelitas tienen que aprender a distinguir, entonces, cuáles son los atributos del Dios que los creó para que decidan seguir a Él.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*10:1-16 Se contrapone la idolatría (y su crítica) a la grandeza del Señor y su poder creador. Se crítica la astrología, practicada por los pueblos paganos (los astros, según Gén 1:1-31, son solo criaturas a las órdenes de Dios), así como la idolatría, ya vista en Jer 2:27 (véase Isa 44:9-20).

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 10.11 Este v. del libro de Jeremías no está escrito en hebreo sino en arameo.

[2] 10.17 En estado de sitio: Posiblemente se trata del asedio que precedió a la caída de Jerusalén, en el año 586 a.C. Cf. 2 R 25.1.

[3] 10.22 País del norte: Véase 1.14-15 n.

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

— no los asusten los signos celestes: Pues no se trata de fuerzas descontroladas y amenazadoras, sino de criaturas sometidas a la voluntad del Creador.

Torres Amat (1825)



[6] Miq 7, 18.

[7] Ap 10, 4.

[9] Gen 2, 11.

[12] Jer 51, 15.

[13] Job 38, 22.

[24] Sal 6, 1.

[25] Sal 79 (78), 6-7.

Biblia Latinoamericana (San Pablo, 1995)



[=] *Is 8:12 *Rom 12:2

Jünemann (1992)


2 a. Reverencian, adoran.