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¿Por qué os querelláis conmigo,
si todos vosotros me habéis traicionado?
—oráculo de Yahvé—.
(Jeremías  2, 29) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

לָ֥מָּה‎(לָמָה)

Hebrew|lˌāmmā|why

Part-of-speech: interrogative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4100] [m.an.aa] [1149]
[למה] [GES3848] [BDB4286] [HAL4241]

תָרִ֖יבוּ‎(רִיב)

Hebrew|ṯārˌîvû|contend

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H7378] [t.cm.aa] [2159]
[ריב] [GES7343] [BDB8082] [HAL7996]

אֵלָ֑י‎(אֶל)

Hebrew|ʔēlˈāy|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H413] [a.di.aa] [91]
[אל] [GES400] [BDB422] [HAL438]

כֻּלְּכֶ֛ם‎(כֹּל)

Hebrew|kullᵊḵˈem|whole

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3605] [k.bn.ab] [985a]
[כל] [GES3499] [BDB3904] [HAL3872]

פְּשַׁעְתֶּ֥ם‎(פָּשַׁע)

Hebrew|pᵊšaʕtˌem|rebel

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H6586] [q.dy.aa] [1846]
[פשע] [GES6516] [BDB7180] [HAL7113]

בִּ֖י‎(בְּ)

Hebrew|bˌî|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

נְאֻם‎(נְאֻם)

Hebrew|nᵊʔum-|speech

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5002] [n.ad.ab] [1272a]
[נאם] [GES4913] [BDB5499] [HAL5384]

יְהוָֽה‎(יהוה)

Hebrew|[yᵊhwˈāh]|YHWH

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3068] [e.az.ae] [484a]
[יהוה] [GES2969] [BDB3312] [HAL3292]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



2. La apostasía de Israel, Causa del estado desgraciado Actual.
En este capítulo encontramos diversos fragmentos profetices, unidos posteriormente por cierta ilación lógica. Parecen de la primera época de su ministerio. En 2:28 se alude a Asiría como centro de atracción de los judíos, lo que quiere decir que es de antes de la caída del imperio asirio, que sufrió el primer colapso con la muerte de Asurbanipal en 625, y definitivamente en 612 con la caída de Nínive. No es, pues, esta profecía posterior a esta época. Por otra parte, en 2:36 aparece Egipto como centro de atracción de un sector de opinión judía, y como Egipto fue derrotado por Nabucodonosor en el 604 y expulsado de Palestina, síguese que este fragmento no puede ser posterior a esta fecha.

Israel, esposa de Yahvé (1-3).
1 Vínome la palabra de Yahvé, diciéndome: 2 Anda y clama a los oídos de Jerusalén: Así habla Yahvé: Me acuerdo en favor tuyo del afecto de tu adolescencia, del amor de tus desposorios, de tu seguirme en el desierto, tierra donde no se siembra, 3 (Era) Israel lo santo de Yahvé, la primicia de sus frutos. Quien de ella comía, pecaba , y caía sobre él la desgracia, oráculo de Yahvé.

Encontrarnos aquí por primera vez el símil del matrimonio para reflejar las relaciones amorosas de Yahvé con Israel. Un siglo antes, Oseas había hecho girar todos sus oráculos en torno a este símil, que se convirtió después en un tópico en la literatura profética y sapiencial. Jeremías debe proclamar a los oídos de Jerusalén sus infidelidades, contraponiéndolas a las buenas relaciones que en otro tiempo tuvo su pueblo con Yahvé. La época del desierto había quedado como la era ideal de las relaciones de Israel con su Dios. Aislados en la estepa, sin infiltraciones de los cultos sensuales cananeos, aquella generación del desierto tenía una mentalidad más sencilla, y, formada en un ambiente de milagrosa providencia divina, tenía una psicología ruda e infantil, pero sabía corresponder mejor a las exigencias de la religión. Naturalmente, toda esta concepción era fruto de una idealización del pasado hecha por los representantes del yahvismo, que estaban hastiados del materialismo reinante en su época. Reiteradamente los profetas acuden al pasado como época ideal de las relaciones entre Yahvé y su pueblo. 2 Yahvé mismo tiene nostalgia de aquellos tiempos en que Israel se entregaba virginalmente a su providencia: me acuerdo. del afecto de tu adolescencia, del amor de tus desposorios (v.2b). Israel entonces se entregaba ilusionada a la solicitud de su Dios, esperándolo todo en una tierra inhóspita, donde no se siembra (v.2c). Cuando Israel se instaló en Canaán y se dedicó a trabajar una tierra más feraz, se olvidó de Yahvé, atribuyendo la feracidad de la región a la bendición de los dioses cananeos, con lo que desertó de su primera vocación religiosa.
Israel en su primera etapa del desierto era lo santo de Yahvé (í·3); e.d., 1a propiedad sagrada de Yahvé, a quien le pertenecía la primicia de los frutos (v.3). Era la porción que se había reservado entre todos los pueblos. Según la ley levítica, las primicias de todos los frutos pertenecían a Yahvé, y el que se atrevía a apropiárselos estaba sujeto al castigo. 3 Es el caso de Israel: quien se atrevía a tocarle como nación, deseando apropiarse de ella, estaba sujeto al castigo divino: quien de ella comía pecaba, o debía recibir el pago (v.3b). 4

Infidelidad de Israel (4-6).
4 Oíd la palabra de Yahvé, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel. 5 Así dice Yahvé: ¿Qué injusticia hallaron en mí vuestros padres para alejarse de mí e irse en pos de la vanidad de los ídolos, para hacerse vanos? 6 Y no dijeron: ¿Dónde está Yahvé, el que nos subió de la tierra de Egipto, el que nos condujo a través del desierto, tierra de estepas y de barrancos, tierra árida y tenebrosa 5, tierra por donde no transita nadie y donde nadie habita?

Después de consignar la nostalgia de Yahvé por los tiempos del desierto, el profeta se dirige enfáticamente a la casa de Jacob, o Israel, encarándose con su ingratitud. ¿A qué obedece la actual apostasía? ¿Es que creen que el Dios actual de ellos no es el de antes? ¿Es que ven en El algo injusto o desleal? (v.5). El hecho es que le han abandonado para ir en pos de la vanidad de los ídolos, para hacerse vanos ellos mismos (v.5b). La expresión de vanidad (cosa hueca, sin valor) aplicada a los ídolos es muy característica de Jeremías 6. Los ídolos no tienen vida, en contraposición a Yahvé, el Dios viviente por excelencia. Como no son nada, no pueden ayudar a sus fieles, que terminan haciéndose vanos como ellos, engañándose a sí mismos.
En realidad, este vicio ya es antiguo, pues sus padres abandonaron a Yahvé, sin querer acordarse de sus beneficios en el desierto, cuando Israel estaba naciendo a la vida como pueblo organizado. En el fondo de esa conducta está una inmensa ingratitud, pues se olvidaron de los beneficios que Yahvé había hecho a su pueblo en los momentos más críticos de su existencia (v.6). El profeta se complace en destacar el carácter estepario e inhóspito del desierto, para resaltar más la especialísima providencia que Yahvé ha tenido con ellos. Ezequiel dirá que encontró a Israel como un niño recién nacido abandonado y que tuvo que prestarle los primeros y elementales cuidados7.

La profanación de la heredad de Yahvé (7-9).
7 Yo os introduje en tierra fértil para que comierais sus frutos y sus bienes, y en cuanto en ella entrasteis, contaminasteis mi tierra e hicisteis abominable mi heredad. 8Tampoco los sacerdotes preguntaron: ¿Dónde está Yahvé? los depositarios de la Ley me desconocieron y los pastores se insurreccionaron contra mí. También los profetas se hicieron profetas de Baal y se fueron tras de los que nada valen. 9Por eso todavía he de entrar en juicio con vosotros, oráculo de Yahvé, y con los hijos de vuestros hijos contenderé.

La providencia especial de Yahvé sobre Israel continuó después de la peregrinación en el desierto, pues fue El quien los introdujo en la tierra fértil (v.7) de Canaán, la cual, en comparación con las estepas del Sinaí, era un verdadero edén. Pero, lejos de agradecer tal beneficio, la contaminaron con sus idolatrías, haciendo abominable la heredad de Yahvé, su verdadero propietario. Los israelitas eran sólo usufructuarios, pero se entregaron a otros dioses, como si fueran los propietarios del país.
Y en esta apostasía general intervienen en primer término los sacerdotes, que no se preguntaron: ¿Dónde esta Yahvé? (v.8). Abdicaron de su condición privilegiada de depositarios de la Ley. Con ellos, los dirigentes o pastores del pueblo se alejaron de Yahvé, sin que faltaran entre esos desertores los profetas, que tenían por misión despertar las inquietudes espirituales del pueblo; se pasaron al culto de Baal, considerando más lucrativo ejercer su profetismo en dichos cultos licenciosos. Baal es un nombre genérico que se aplica a cualquier ídolo. Significa dueño, y existían dueños o baales en cada localidad. El profeta les arguye desde el punto de vista utilitario, ya que esos que se entregan a los ídolos sólo buscan prosperar en sus negocios materiales; pero aun en esto se equivocan, pues nada valen.
Pero esta situación no puede seguir así. Yahvé va a iniciar un proceso judicial: he de entrar en juicio con vosotros., y con vuestros hijos contenderé (v.9). El pecado es demasiado grave, y por ello el castigo afectará aun a las generaciones venideras. Es una frase para encarecer la magnitud del pecado de idolatría. Por otra parte, en la teología del A.T. se destaca mucho el principio de la solidaridad en el mal y en el bien. 8 Este principio parecerá modificado después del destierro, como lo expresará el mismo Jeremías.9

Magnitud del crimen de idolatría (10-13).
10 Pasad, pues, hasta las islas de Kittim y ved, mandad a Ce-dar e informaos bien, a ver si jamás sucedió cosa como ésta. 11 ¿Hubo jamás pueblo alguno que cambiase de dios, con no ser dioses ésos? Pues mi pueblo ha cambiado su gloria por lo que nada vale. 12 Pasmaos, cielos, de esto y horrorizaos, estupefactos, sobremanera, oráculo de Yahvé. 13 Pues un doble mal ha cometido mi pueblo: dejarme a mí, la fuente de aguas vivas, para excavarse cisternas agrietadas, incapaces de retener el agua.

El estilo es ahora más solemne. Se invita a hacer una visita a los pueblos paganos desde el oriente al occidente, para ver si algún pueblo ha cambiado de divinidad. Kittim es la Kittion de los documentos antiguos, la actual Larnaca, en Chipre. 10 Cedar es la conocida tribu en la Biblia que tenía su asiento en el desierto siro-arábigo, al este de Palestina, confinando con la actual Jordania, vecina de los antiguos nabateos. Muchas veces en la Biblia suele ser sinónima de árabe o de hombre de la estepa. El profeta invita a sus oyentes a que visiten países paganos para ver si son tan ingratos como los israelitas, que abandonaron a su Dios nacional: ¿Hubo jamás pueblo que cambiase de dios? (v.11a). Todo pueblo es reacio a abandonar sus tradiciones religiosas, que considera como el mejor patrimonio del pasado, su gloria. Israel, en cambio, ha cambiado su gloria (v.11b). Yahvé, que le había sacado milagrosamente de Egipto, había mostrado su omnipotencia, y debía constituir un timbre de gloria estar vinculado a tan excepcional protector. Ningún pueblo podía presentar una historia semejante ni una divinidad tan excelsa. Yahvé era realmente la gloria de su pueblo con su majestad y esplendor 12. El profeta recalca que los dioses de otros pueblos no son dioses (v.11a), para evitar el equívoco a que pudiera dar lugar la frase anterior. 13 La conducta de Israel ha sido un mal negocio: ha cambiado su gloria (Yahvé) por lo que nada vale, es decir, los impotentes ídolos.
Enfáticamente, el profeta toma a los cielos como testigos de esta enorme maldad y equivocación desde el punto de vista del cálculo lucrativo (v.12). Al abandonar su gloria, se han labrado la ruina: han dejado a Yahvé, fuente de aguas vivas, para excavarse cisternas agrietadas, incapaces de retener el agua (v.13). El pecado ha sido doble: abandonar a Yahvé, omnipotente, y buscar otros dioses que no puedan ayudarlos. Yahvé era como una fuente de agua viva, es decir, un pozo manantial, que siempre se renueva cristalino, dando por eso la impresión que el agua está viva. En cambio, los ídolos a quienes acuden son míseras cisternas agrietadas para recoger al agua de lluvia, siempre inferior a la de manantial.14

Israel, castigado y humillado (14-19).
14 ¿Es por ventura Israel un siervo, un siervo nacido en casa? ¿Cómo, pues, ha venido a ser presa? Cachorros de león rugieron sobre él, dieron su rugido. 15Han hecho de su tierra un desierto, han quemado y despoblado sus ciudades. 16Hasta los habitantes de Menfis y de Tafnis te quebrantaron la coronilla. 17¿Todo esto no lo ha traído sobre ti el haberte apartado de Yahvé, tu Dios? 18 Y ahora ¿qué es lo que buscas camino de Egipto? ¿Beber las aguas del Sijor? ¿Y qué es lo que buscas camino de Asiría? ¿Beber las aguas del río? 19 Sírvante de castigo tus perversidades, y de escarmiento tus apostasías. Reconoce y advierte cuan malo y amargo es apartarte de Yahvé, tu Dios, y no poseer mi temor, oráculo del Señor, Yahvé de los ejércitos.

Como en los v.2-3, contrasta el profeta la situación del Israel actual, entregado a los ídolos como siervo (v.14a), y el estado de plena libertad de hijo en que se hallaba al ser elegido por Yahvé en el desierto. Era lo santo de Yahvé, las primicias entre todos los pueblos, objeto de las complacencias de Dios, en tal forma que nadie podía tocarle sin incurrir en castigo. Ahora, por su idolatría, ha sido castigado y convertido en esclavo de todas las naciones paganas. Israel por vocación no es un siervo, ni siervo nacido en casa, sino un ser libre. La Ley distinguía dos clases de esclavos: a) los que habían sido privados de su libertad después de haber sido libres, por una acción de guerra o por una deuda que no pudieron saldar; b) los nacidos en casa (el verna de los romanos), e.d., los hijos nacidos como tales, hijos de un esclavo. La condición de estos últimos era más degradante, pues no tenía esperanza de emancipación, mientras que el simple siervo, si era israelita, debía ser dejado en libertad a los seis años de esclavitud, 16 o antes si era rescatado o dejado en libertad por su dueño. En la interrogación, pues, del profeta hay un climax o avance de pensamiento: Israel ni era siervo simplemente ni siervo nacido en casa, sino que en los planes de Dios era su primogénito. 17
Pero ahora ha perdido su libertad: ¿Cómo ha venido a ser presa? (v.14b); alusión a su sometimiento político a Asiría y a la política de otras naciones más fuertes. Sus enemigos han caído sobre Israel como cachorros de león (v.14b). Quizá en la imagen hay una alusión al emblema de león que empleaban los asirios como señal de su imperialismo. 18 El paso del invasor ha dejado la devastación y la ruina: han quemado y despoblado las ciudades (v.15). ¿A qué hecho concreto alude el profeta? En el 701, Senaquerib había invadido Judá, pero éste quedaba muy lejano en la mente de los contemporáneos de Jeremías. Quizá aluda a la derrota de Josías en Megido, a manos de Necao II, en el 609. Puede el profeta aludir a incursiones de otros pueblos invasores, como moabitas y edomitas, que constantemente amenazaban sus fronteras. En todo caso, el pensamiento del profeta es claro: en otro tiempo, Israel era algo santo y las primicias ante Dios, que no permitía que le tocaran; en cambio, ahora todas las naciones abusan de él como si fuera un siervo, y Yahvé se desentiende de su suerte.
En esa humillación ha tenido parte principal Egipto: Los habitantes de Menfis y Tafnis te quebrantaron la coronilla (v.16), probable alusión a la derrota de Megido antes mencionada. Necao II humilló a Judá después de haber muerto Josías, deponiendo a su hijo Joacaz, elegido por los judíos, y nombrando en lugar de él a su hermano Eliaquim, al que cambió el nombre en Joaquim, para mostrar insolentemente su poder. 19 Egipto es aquí mencionado con el nombre de sus dos capitales: Menfis, 20 capital del bajo Egipto, junto a El Cairo actual, y Tafnis, la Dafne de los griegos, actualmente llamada Tell-Defenne, al sudeste de Pelu-sium, fortaleza en el delta oriental, en la ruta caravanera de Egipto a Asiría. La expresión quebrantaron la coronilla (v.16), que indica humillación y subyugación, es traducida por algunos: rasuraron la coronilla, signo de humillación y oprobio, ya que la rasuración era signo de duelo para los judíos y otros pueblos orientales. 21
El profeta da la razón teológica de esta humillación y esclavitud de Israel: ¿Todo esto no lo ha traído sobre ti el haberte apartado de Yahvé, tu Dios? (v.17). Los dirigentes de Judá habían hecho cálculos políticos humanos, y desoyeron los consejos de los profetas, que predicaban volver a Yahvé como mejor medio de conciliar su protección contra los peligros de invasión. Por eso se opone Jeremías a toda política humana de acercamiento a Egipto y a Asiría. Fustiga la posición de los dos partidos: el egiptófilo y el asirófilo, que se dividían la opinión desde hacía un siglo. Nada tienen que esperar de Egipto ni de Asiría. Lo mejor es neutralidad y confiar en Yahvé, Señor de todo: ¿Qué es lo que buscas de Egipto? ¿Beber las aguas del Sijor? (v.15a). Sijor era uno de los canales del Nilo en el extremo norte oriental, 22 y aquí es sinónimo de Egipto. El profeta no quiere tampoco que se acerquen a Asiría: ¿Qué es lo que buscas camino de Asiría? ¿Beber las aguas del río? El río sin artículo en hebreo designa al Eufrates, el río por excelencia. Aquí es sinónimo de Asiría. 23

Las infidelidades de Israel (20-25).
20 Porque desde antiguo quebrantaste tu yugo, rompiste tus coyundas y dijiste: No serviré; pues sobre todo collado alto y bajo todo árbol frondoso te acostaste y prostituíste. 21 Y yo te planté de vid generosa, toda ella de legítimos plantones. ¿Cómo, pues, te me has convertido en sarmientos degenerados de vid ajena?24. 22Pues aunque te laves con nitro, por mucha lejía que emplees, permanecerá marcada tu iniquidad ante mí25, oráculo del Señor, Yahvé. 23 ¿Cómo dices: No estoy manchada, no me he ido en pos de los baales? Repara en tu conducta en el valle, reconoce lo que hiciste, camella joven, ligera, titubeante en sus caminos. 24 Asna salvaje, habituada al desierto, en el ardor de su pasión olfatea el viento26; su celo, ¿quién lo reducirá? 27El que la busque no tendrá que fatigarse, la hallará en su mes (de celos). 25Evita que tus pies estén descalzos28, que tus fauces estén sedientas. Pero tú dices: Es en vano, no29; pues amo los extranjeros y tras ellos me voy.

Sigue la diatriba con la enumeración de las infidelidades de Israel. En el fondo, toda su historia ha sido una constante rebelión contra Dios (v.20). La Ley de Yahvé era un yugo para Israel, pero que había de reportarle muchos beneficios. El culto a los ídolos era de momento más atrayente, pero iba a traerle la catástrofe. La imagen de Israel como novilla indómita era la más propia para expresar su permanente espíritu de rebelión contra su Dios 30: no serviré (v.20b). Israel se prostituyó, entregándose a los ídolos. Israel estaba desposada con Yahvé con una alianza 31; al abandonarle, yéndose tras de otros dioses, se entregó a una prostitución espiritual: te acostaste. (v.20c). Y los lugares de esa prostitución son sobre todo collado alto y bajo todo árbol frondoso, lugares tradicionales de culto a los ídolos: los lugares altos 32 y los jardines llenos de árboles frondosos 33, lugares de culto cananeo, símbolo de la fecundidad otorgada por divinidades licenciosas, como Astarté (la Isthar me-sopotámica) y Adonis (el Tammuz asiro-babilónico).
De nuevo el recuerdo del elevado origen de Israel como pueblo: Yo te planté de vid generosa., de legítimos plantones (v.21a). Esta comparación es muy similar a la famosa alegoría de la viña de Isaías 34. Israel es como una viña plantada con los mejores plantones 35. Dada su calidad selecta, era de esperar que diera buenos frutos, pero se ha degenerado, convirtiéndose en sarmientos de vid ajena (v.21b). Supuesta su buena naturaleza, hubiera debido dar frutos de santidad y de justicia; pero ha dado frutos de apostasía, de injusticia y de infidelidad. Esta es la terrible realidad. Como en la alegoría de Isaías, dio agrazones, indignos de las cepas de calidad de origen.
Ese proceso de degeneración ha hecho que Israel aparezca manchada ante los ojos de su Esposo, Yahvé: Aunque te laves con nitro., con lejía., permanecerá marcada tu iniquidad ante mí (v.22a). También esta imagen parece estar tomada de Isa_1:18.25. Con estas palabras el profeta quiere destacar la enormidad de los pecados de Israel, acumulados durante su historia. Ha sido una rebeldía constante, y por eso a los ojos de Dios aparece como un vestido tan manchado, que es muy difícil dejarlo en su limpieza primitiva. No quiere esto decir que sus pecados sean imperdonables, sino que quiere destacar el grado de degeneración a que ha llegado Israel, acumulando infidelidades que le fueron alejando de su Dios.
La obcecación de Israel es tal, que no reconoce su conducta alejada de Yahvé. El pueblo creía lícito un culto sincretista, es decir, reconocer oficialmente a Yahvé, asistiendo al culto en el templo; pero, al mismo tiempo, participar en cultos licenciosos de los baales. Por eso dice: No estoy manchada, no me he ido en pos de los baales (v.23a). El profeta concreta al punto sus acusaciones: Repara en tu conducta en el valle. (v.23b), probable alusión al culto de Moloc en el valle que resulta de la confluencia del Cedrón y el Ge-Hinnom o Gehenna, famoso por sus cultos idolátricos 36. Israel se parece en sus galanteos con los ídolos a la camella joven, ligera, titubeante en sus caminos (v.23b) cuando está en época de celos y anda inquieta buscando satisfacer su instinto erótico con el macho. Es el asna salvaje, habituada al desierto; en el ardor de su pasión olfatea el viento (v.24a). El asno salvaje es considerado en la Biblia como símbolo del que quiere vivir libre 37. Israel se parece en este aspecto a una asna salvaje, que no quiere coyundas y que al mismo tiempo desea entregarse a los cultos de los ídolos, satisfaciendo sus instintos sensuales. La comparación está jugando con la idea de prostitución religiosa, expresada con crudo realismo, y al mismo tiempo parece aludir a la causa de frecuentar estos cultos, participar de ritos orgiásticos licenciosos. En esa época de su celo, ¿quién la reducirá? es decir, ¿quién será capaz de sujetarla y hacerla volver a su dueño? El profeta insiste más en la locura de Israel siguiendo el símil de la camella o asna salvaje: el que la busque no tendrá que fatigarse, la hallará en su mes (de celos); es decir, sus amantes no tendrán que fatigarse en hacerle la corte, pues ella misma se ofrecerá en la época del celo para satisfacer su sensualidad con el primero que encuentra. La inclinación de Israel por la idolatría, por sus amantes los ídolos, es tal, que, en vez de buscarla éstos a ella, ésta los buscará ansiosamente.
El profeta irónicamente dice a Israel que ande menos aprisa, no sea que pierda el calzado y se haga daño en los pies: Evita que tus pies estén descalzos (v.25a). Anda tan loca tras de sus amantes, que corre peligro de hacerse daño en los pies. Por otra parte, tanto andar le va a resecar la garganta: evita que tus fauces estén sedientas. Es demasiado caminar tras de los ídolos. Pero la respuesta de Israel no se hace esperar: Es en vano, no, pues amo los extranjeros. (v.25b). Confiesa que es tal la pasión que tiene por los ídolos extranjeros, que no puede contenerse.

Degradación idolátrica de Israel (26-30).
26 Corno queda confundido el ladrón al ser sorprendido, así será confundida la casa de Israel. Ellos, sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes y sus profetas, 27 que dicen a un leño: Tú eres mi padre, y a una piedra: Tú me engendraste. Pues vuelven hacia mí la espalda, y no su rostro, pero al tiempo de su desgracia dicen: álzate y sálvanos, 28 ¿Dónde están tus dioses que te hiciste? ¡Que se alcen ellos si pueden salvarte al tiempo de tu desventura! Pues tantos son tus dioses cuantas tus ciudades, ¡oh Judá! y cuantas son las calles de Jerusalén, tantos son los altares a Baal38. 29¿Por qué pretendéis litigar conmigo? Todos os habéis rebelado contra mí,oráculo de Yahvé. 30En vano os he castigado; vuestros hijos no aceptaron la corrección, La espada ha devorado a vuestros profetas como león devastador.

La apostasía de Israel es un mal negocio, pues le va a acarrear la confusión y el deshonor como ladrón sorprendido in fraganti (v.26). La infidelidad ha comenzado por las altas clases, que tenían especial obligación de velar por los intereses religiosos de su pueblo. Los reyes, príncipes, sacerdotes y profetas son los principales culpables de la idolatría; Tú eres mi padre (v.27), dicen a un simple leño. Alusión a los cultos de árboles sagrados. Aún hoy día entre las gentes incultas beduinas se cree que los árboles tienen especiales geniecillos y poderes. Son restos de la religión animista. En el culto cananeo se daba mucho realce al árbol como símbolo de la fecundidad; y aun se daba culto a leños secos llamados asera, relacionándolos con Astarté, la diosa de la fecundidad. Además, estaba el culto a la piedra o estela llamada massebah. Los templos cananeos eran al aire libre: bosques naturales o artificiales (troncos dispuestos verticalmente) o piedras en forma de menhires; por eso aquí se dice que el devoto dice a una piedra: Tú me engendraste (v.27a). Quizá en estas expresiones del profeta sólo haya una simple alusión al material de que estaban hechos los ídolos en general. La ironía es sangrante: los hombres reconociendo como progenitores suyos a los seres inanimados, la vida proporcionada por objetos que no la tienen. Isaías desarrolla esta idea del modo más sarcástico39. Los israelitas abandonan al Dios-Yahvé, trascendente, santísimo, que los ha elegido como pueblo, para entregarse a la más crasa idolatría. No cabe mayor degradación religiosa.
Esta conducta, no obstante, es sólo en épocas de bonanza, pues cuando llega la desgracia y la adversidad, vuelven a Yahvé, diciendo: álzate y sálvanos (v.27c). La expresión hebrea usada para sálvanos es el hoshianna (hosanna), que después quedará estereotipado en el uso litúrgico como exclamación de júbilo y esperanza. Yahvé responde con ironía a este grito de socorro in extremis, diciendo que, puesto que tienen tantos ídolos cuantas ciudades. (v.28b), que acudan a ellos para que les ayuden40.
Pero, además, la hipocresía de estos israelitas idólatras llega a tal término, que se atreven a pedir cuentas al mismo Yahvé. Se creen inocentes, y se atreven a acusar a Yahvé de demasiado susceptible y severo. ¿Por qué pretendéis litigar conmigo? (v.29). La historia de Israel ha sido una constante rebelión contra su Dios. Yahvé les recuerda los castigos que ha enviado a sus hijos. Los israelitas han tenido que sufrir los rigores de la ira divina con el fin de hacerles entrar en buen camino, pero ha sido todo en vano: no aceptaron la corrección. Parece que Jeremías alude a alguna matanza general debida a un levantamiento popular en el que hubieran caído los falsos profetas del pueblo: La espada ha devorado a nuestros profetas (v.30b). No obstante, no sabemos que en estos tiempos hubiera habido una matanza de profetas como la había habido en tiempos de Elias y de Jehú, rey de Israel41, en el reino del Norte. Por eso, algunos autores prefieren ver aquí una alusión a los verdaderos profetas de Yahvé muertos en alguna rebelión popular. Sabemos que Manases años antes había llenado Jerusalén de sangre inocente 42, especialmente de profetas. Pero el contexto parece insinuar la primera interpretación.

Ingratitud de Israel para con Yahvé (31-37).
31 Oíd los de esta generación la palabra de Yahvé43: ¿Por ventura soy yo para Israel un desierto o una tierra tenebrosa ? ¿Por qué dice mi pueblo: 1 Somos libres 44, no iremos más en pos de ti? 32 ¿Se olvida por ventura la doncella de sus galas, y de su ceñidor la esposa? Pues mi pueblo se ha olvidado de mí ya desde días sin cuento. 33 ¡Qué bien amañas tus caminos para buscar el amor! También a las maldades avezaste tus caminos. 34 Hasta en tus palmas de la mano se descubre sangre de vidas de pobres inocentes 45, no de sorprendidos en conatos de robo46. 35Y dices: Soy inocente, su cólera se ha apartado ya de mí. Heme aquí para juzgarte por decir: No he pecado. 36¿Cómo te apresuras sobremanera a cambiar tus caminos? 47 También de Egipto serás avergonzada, como lo fuiste de Asiría. 37También de ahí saldrás con las manos en la cabeza, porque Yahvé ha rechazado aquellos en quien confías, y no tendrás éxito con ellos.
La conducta de Israel ha sido inexplicable, pues Yahvé no ha sido para ellos precisamente un desierto o una tierra tenebrosa (v.14). Yahvé no ha sido en la historia tan hosco como para huir de El como si fuera un lugar inhóspito, lleno de tinieblas. El desierto era símbolo de terror, que había de evitar el viajero, ya que, aparte de su carácter estepario y sin vida, era lugar de salteadores y guarida de fieras, amparadas en la oscuridad. En realidad, Yahvé ha sido en la historia como un lugar atractivo, lleno de vida y vegetación, pues le ha protegido y ayudado siempre. Y, sobre todo, la religión yahvista era mucho más luminosa y elevada que las idolátricas48. Sin embargo, Israel dice despectivamente: somos libres, no queremos ir en pos de ti (v.31c). Esta conducta es inexplicable, como lo sería la de una doncella que olvidara sus galas (v.32a), que son su adorno y le dan prestancia ante los hombres. Yahvé es, en realidad, el mejor adorno que puede tener Israel. En Oriente aún hoy día mujeres pobrísimas lucen joyas de mucho valor, que han recibido por tradición en herencia y de las que no se desprenden aun en la mayor necesidad. Saben que ello forma parte de su personalidad. Israel, en cambio, se ha olvidado de su adorno y ceñidor, que es Yahvé. En Isaías encontramos un símil semejante: el buey y el asno saben ir a su pesebre, mientras que Israel no sabe volver a su Dios, del que todo lo recibe49. Y este proceso de apostasía es antiguo, de días sin cuento (v.32b).
De nuevo el tono irónico recriminatorio: ¡Qué bien amañas tus caminos para buscar el amor (v.33a) de los dioses extranjeros! Israel tiene una predisposición especial para apartarse de su Dios y entregarse a su amor, su obsesión de los cultos idolátricos. Es como una mujer que está experta en probar amores bastardos. Pero su proclividad es a algo más que a los cultos idolátricos, pues se ha familiarizado con los mayores crímenes (v.33b). Y especifica estas maldades: Hasta en tus palmas de la mano se descubre sangre de vidas de pobres inocentes (v.34a). El profeta parece aludir a los sacrificios cruentos de niños a Moloc. Es una explicación de lo dicho en v.22-23. Esa sangre está presente a los ojos de Yahvé, que sabe ver en las mismas palmas de la mano que levantan hipócritamente para orar en las épocas de angustia. Y esta sangre que ve en las manos de los israelitas no es precisamente de ladrones que han sido cogidos atacando el muro de una casa: No de sorprendidos en conatos de robo (v.34b). Según esta versión, se aludiría aquí a la ley mosaica, según la cual, cuando se mataba a un ladrón en el acto de atacar, no había culpa alguna50. Esta idea de que los israelitas tienen las manos manchadas en sangre se encuentra a menudo en Jeremías51.
A pesar de estos horrendos crímenes, Israel no admite su culpabilidad (v.35a). Israel parece aquí presumir de inocencia, precisamente porque se siente próspera. Según la mentalidad de la época, el mal provenía de algún pecado, como castigo de Dios. De ahí la ecuación de justicia y prosperidad, desgracia y pecado. Yahvé ahora quiere castigar a Israel por esta presunción hipócrita, pues no quiere reconocer sus pecados: Heme aquí para juzgarte por decir: No he pecado (v.35b). El castigo le hará recapacitar reconociendo su culpabilidad.
Y de nada le han de valer las alianzas políticas para evitar la manifestación justiciera de Yahvé: ¿Cómo te apresuras sobremanera a cambiar tus caminos? (v.36a); alusión a su nerviosismo buscando aliados en Egipto y en Asiría. Parece que había una facción fuerte egiptófila, que buscaba en Egipto protección contra el peligro babilonio, encarnado en Nabucodonosor. Pero de nada le servirá esta alianza, pues los egipcios serán derrotados por Nabucodonosor en 604, siendo definitivamente arrojados de Palestina. Y entonces se volverá a repetir la historia de la alianza anterior con Asiría, cuando Josías salió a defender a ésta contra Necao II en Megiddo, y la suerte fue la muerte trágica del piadoso rey Josías: También de Egipto serás avergonzada, como lo fuiste de Asiría. No hay más que una política realista según el profeta: reconocer los pecados y volver a Dios, el único salvador de Israel.
Todo lo que sea meterse en alianzas con potencias extranjeras será ir al fracaso, teniendo que volver con las manos sobre la cabeza (v.37a), gesto de confusión y desesperación52. La suerte ya está echada, y el profeta lo anuncia en nombre del que dirige los hilos misteriosos de la historia (v.37b).

1 Otros traducen: quien de ella comía debía pagan, es decir, recibir el pago de su atrevimiento. 2 Cf. Ose_2:15(17). 3 Cf. Exo_23:19; Num_8:8; Lev_22:9. 4 Cf. Ex i9:5ss; Deu_7:6; Deu_14:2. 5 En heb. sombra de muerte. 6 Cf. Jer_8:19; Jer_10:1-16; Jer_14:22; Jer_16:19; cf. también 1Sa_12:21; Is 44>9s; Deu_32:21; 2Re_17:15. 7 Cf. Ez 16. 8 Cf. Exo_34:7. 9 Cf. Jer_31:29; Ez 0.28; Deu_24:16. 10 Cf. Flavio Josefo, Ant. I 6:1. Los Kftttm aparecen en Gen_10:4 como descendientes de Yaván o Grecia. En Dan_11:30 se refiere a las naves romanas. En 1Ma_1:1; 1Ma_1:8, 1Ma_1:5, se refiere a Macedonia. Cf. Deu_11:30. 11 Kedar o Cedar era el segundo hijo de Ismael (Gen_25:13). Cf. Isa_42:11; Isa_42:60, Isa_42:7; Isa_21:17; Eze_27:21; Can_1:5. Son los Cedraei de Plinio, Htst. Nat. V 11:12. 12 Cf. Deu_10:21; 1Sa_4:21; Sal_106:20. 13 Cf. Deu_32:21; Isa_37:19; 1Co_8:4; Jer_16:20. 14 Cf. Sal_36:10; Jua_4:10ss; Jua_7:38. Dussaud ve en estas palabras una alusión al Bahal fenicio patrono de la lluvia. Cf. Les découvertes de Ras Shamra et V Anden Testament (París 1937) P-74- 15 Así según el hebreo. El griego dice: te conocieron y te ultrajaron. 16 Cf. Exo_21:2-4; Exo_34:10. 17 Cf. Exo_4:22. 18 Cf. Nah_2:12; Jer_4:7; Jer_5:6; Jer_25:38; Jer_25:49, iQ; So.i?· 19 Cf. Jer_22:10-12; 2Re_23:315. 20 En egipcio Men-Ofer. 21 Cf. Isa_15:2; Isa_22:12; Isa_3:17.24. 22 Cf. Jos_13:3; 1Cr_13:5; Isa_23:3. Los LXX traducen Geón, identificando al Nilo con el Geón del paraíso. Cf. Flavio Josefo, Aní. I 1:3. 23 Cf. Isa_8:7. 24 El texto es oscuro en el detalle, pero claro en la idea general. La Bible de Jérusalem traduce: planta degenerada, viña bastarda. Dennefeld: plantas degeneradas y bastardas. 25 Así según la Bible de Jérusalem. Dennefeld: la mancha de tu iniquidad permanecerá ante mí. 26 Frase oscura. La traducción arriba expuesta es la seguida por la Bible de Jérusalem, Dennefeld, Streane. 27 La Bible de Jérusalem: su ruta, ¿quién la frenará? Streane: En su ocasión, ¿quién puede volverla? 28 Bible de Jérusalem: ¡Ten cuidado! Tu pie va a descalzarse. 29 Bible de Jérusalem: No, qué importa. Dennefeld: Imposible. 30 Cf. Ose_10:1-1; Jer_31:18. 31 Cf. Jer_2:2; Ose_4:13s; Amo_2:7. 32 Cf. Deu_23:18; 1Re_1:14.24; 1Re_22:47; 2Re_23:7. 33 Cf. Jer_3:6ss; Jer_17:2; Isa_1:21; Isa_57:5; Ose_4:13.14; Eze_6:13. 34 Cf. Is s.iss. 35 En hebreo dice de Soreq, que es una localidad llamada hoy Kh. Surik, junto al actual Beit-Dgebrim. En Jue_16:4 es la patria de Dalila. Quizá fuera famoso por sus vinos, y de ahí el nombre de esas cepas excepcionales. 36 Cf. Isa_57:9. 37 Cf. Job_39:5ss. La traducción de los LXX es muy diferente: alargo sus caminos hacia el agua del desierto, llevada del viento en el ardor de su alma; ¿existe vía determinada para hacerla volver? 38 Este último estico falta en el TM. 39 Cf. Isa_44:11-17. 40 Aparece de nuevo en Jer_1:13. 41 Cf. 1Re_18:40; 2Re_10:18-27. 42 Cf. 2Re_21:6; Luc_11:47; Hec_7:52. 43 El texto es inseguro. 44 Bibl. de Jérus.: corremos aquí y allá. 45 Así según G., pero el H. dice: en los bordes de tu vestido hallóse sangre. 46 Frase muy oscura, aunque el sentido general es claro. La Bible de Jérus.: A éstos no los habías sorprendido forzando puertas. 47 Bible de Jérus.: ¡Cómo frivolamente cambias de camino! Dennefeld: ¡qué poco te cuesta cambiar de caminos! 48 Cf. Deu_30:11s; Isa_45:19. 49 Cf. Isa_1:3. 50 Cf. Exo_22:2. La versión de los LXX difiere bastante: Sobre tus manos se ha encontrado sangre de almas inocentes; no la encontraste en las fosas, sino bajo toda encina. Con-damin deduce de esto que aquí se aludiría a sacrificios de niños bajo los árboles en los que había ritos idolátricos. 51 Cf. Jer_5:26; Jer_22:13.17; Isa_1:15; Isa_8:15; Eze_34:23. 52 Cf. 2 Sam 13:19.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter II.

1 God hauing shewed his former kindnesse, expostulateth with the Iewes, their causelesse reuolt, 9 beyond any example. 14 They are the causes of their owne calamities. 20 The sinnes of Iudah. 31 Her confidence is reiected.
1 Moreouer, the word of the Lord came to me, saying;
2 Goe, and crie in the eares of Ierusalem, saying; Thus sayth the Lord, I remember [ Or, for thy sake.] thee, the kindnesse of thy [ Eze_16:8; Jer_12:14.] youth, the loue of thine espousals, when thou wentest after me in the wildernesse, in a land that was not sowen.
3 Israel was holinesse vnto the Lord, and the first fruites of his increase: all that deuoure him, shall offend, euill shall come vpon them, sayth the Lord.
4 Heare ye the word of the Lord, O house of Iacob, and all the families of the house of Israel.
5 Thus sayth the Lord, What iniquitie haue your fathers found in me, that they are gone farre from mee, and haue walked after vanitie, and are become vaine?
6 Neither sayd they, Where is the Lord that [ Isa_63:9; Isa_63:11; Isa_63:13; Hos_13:4.] brought vs vp out of the land of Egypt? that led vs through the wildernesse, through a land of deserts and of pittes, through a land of drought, and of the shadow of death, through a land that no man passed thorow, and where no man dwelt.
7 And I brought you into a plentifull countrey, to eate the fruit thereof, and the goodnesse thereof; but when ye entred yee [ Psa_78:58; Psa_106:38.] defiled my land, and made mine heritage an abomination.
8 The Priests said not, Where is the Lord ? and they that handle the [ Rom_2:20.] Law knew me not: the pastours also transgressed against mee, and the Prophets prophecied by Baal, and walked after things that doe not profit.
9 Wherefore, I will yet pleade with you, sayth the Lord, and with your childrens children will I pleade.
10 For passe [ Or, ouer to.] ouer the yles of Chittim, and see; and send vnto Kedar and

[The backsliding of Gods people.]

consider diligently, and see if there be such a thing.
11 Hath a nation changed their Gods, which are [ Jer_16:20 .] yet no Gods? but my people haue changed their glory, for that which doth not profit.
12 Be astonished, O yee heauens, at this, and be horribly afraid, be yee very desolate, saith the Lord.
13 For my people haue committed two euils: [ Jer_17:13 ; Jer_18:14 ; Psa_36:9 .] they haue forsaken me, the fountaine of liuing waters, and hewed them out cisternes, broken cisternes that can hold no water.
14 Is Israel a seruant? is he a home-borne slaue? why is he [ Hebrew: become a spoile.] spoiled?
15 The young lyons roared vpon him and [ Hebrew: gaue out their voyce.] yelled, and they made his land waste: his cities are burnt without inhabitant.
16 Also the children of Noph and Tahapanes haue [ Or, feede on thy crown, Deu_33:12 Isa_8:8 .] broken the crowne of thy head.
17 Hast thou not procured this vnto thy selfe, in that thou hast forsaken the Lord thy God, when he led thee by the way?
18 And now what hast thou to doe in the way of Egypt, to drinke the waters of Sihor? Or what hast thou to doe in the way of Assyria, to drinke the waters of the riuer?
19 Thine owne [ Isa_3:9 ; Hos_5:5 .] wickednesse shall correct thee, and thy backslidings shall reproue thee: know therefore and see, that it is an euill thing and bitter that thou hast forsaken the Lord thy God, and that my feare is not in thee, saith the Lord GOD of Hostes.
20 For of old time I haue broken thy yoke, and burst thy bands, and thou saidst; I will not [ Or, serue.] transgresse: when vpon euery high [ Isa_57:5 ; Isa_57:7 .] hill, and vnder euery greene tree [ Jer_3:6 .] thou wandrest, playing the harlot.
21 Yet I had [ Mat_21:23 ; Mar_12:1 ; Luk_20:9 .] planted thee a noble [ Exo_15:17 ; Psa_44:3 ; Psa_80:9 ; Isa_5:2 .] vine, wholy a right seede: How then art thou turned into the degenerate plant of a strange vine vnto me?
22 For though thou [ Job_9:30 .] wash thee with nitre, and take thee much sope, yet thine iniquitie is marked before me, saith the Lord GOD.
23 How canst thou say, I am not polluted, I haue not gone after Baalim? see thy way in the valley, know what thou hast done: [ Or, O swift dromedarie.] thou art a swift dromedarie trauersing her wayes.
24 [ Or, O wild asse, etc.] A wild asse [ Hebrew: taught.] vsed to the wildernesse,

[The backsliding of Gods people.]

that snuffeth vp the wind at [ Hebrew: the desire of her heart.] her pleasure, in her occasion who can [ Or, reuerse it.] turne her away? all they that seeke her will not wearie themselues, in her moneth they shall find her.
25 Withhold thy foote from being vnshod, and thy throte from thirst: but thou saidst, [ Or, is the case desperate?] There is no hope. No, for I haue loued strangers, and after them will I goe.
26 As the thiefe is ashamed, when he is found: so is the house of Israel ashamed, they, their kings, their princes, and their priests, & their prophets,
27 Saying to a stocke; Thou art my father, and to a stone; Thou hast [ Or, begotten me.] brought me forth: for they haue turned [ Hebrew: the hinder part part of the necke.] their backe vnto me, and not their face: but in the time of their [ Isa_26:16 .] trouble, they will say; Arise and saue vs.
28 But where are thy Gods that thou hast made thee? let them arise if they [ Isa_45:20 .] can saue thee in the time of thy [ Hebrew: euill.] trouble: for [ Jer_11:13 .] according to the number of thy cities, are thy Gods, O Iudah.
29 Wherefore will yee plead with me? yee all haue transgressed against me, saith the Lord.
30 In vaine haue I [ Isa_9:13 ; Jer_5:3 .] smitten your children, they receiued no correction: your owne sword hath [ Mat_23:29 , etc.] deuoured your prophets, like a destroying lyon.
31 O generation, see yee the word of the Lord: [ Jer_2:5 .] haue I beene a wildernesse vnto Israel? a land of darkenesse? wherefore say my people; [ Hebrew: we haue dominion.] We are Lords, we will come no more vnto thee?
32 Can a maide forget her ornaments, or a bride her attire? yet my people haue forgotten me dayes without number.
33 Why trimmest thou thy way to seeke loue? therefore hast thou also taught the wicked ones thy wayes.
34 Also in thy skirts is found the blood of the soules of the poore innocents: I haue not found it by [ Hebrew: digging.] secret search, but vpon all these.
35 Yet thou sayest; Because I am innocent, surely his anger shall turne from me: behold, I will plead with thee, because thou sayest, I haue not sinned.
36 Why gaddest thou about so much to change thy way? thou also shalt bee ashamed of Egypt, as thou wast ashamed of Assyria.
37 Yea thou shalt goe forth from him, and thine hands vpon thine

[God calleth to repentance.]

head: for the Lord hath reiected thy confidences, and thou shalt not prosper in them.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



1-3. El profeta Ezequiel presenta una visión menos idealizada de las relaciones del Señor con Israel en los tiempos del Éxodo y de la marcha por el desierto ( Eze_20:13-17). También las tradiciones del Pentateuco ( Exo_17:3; Exo_32:1-29; Núm. 14; 16) y algunos Salmos ( Exo_78:17-42; Exo_106:13-33) insisten en la propensión a la idolatría y en las constantes rebeldías del pueblo recién salido de Egipto. Por otra parte, el mismo Jeremías afirma en otros pasajes que Israel ha sido infiel al Señor "desde su juventud" ( Exo_3:25; Exo_22:21; Exo_32:30).

8. La misión de los "sacerdotes" no consistía únicamente en ejercer las funciones cultuales. Como depositarios e intérpretes de la "Ley", ellos eran los principales responsables de instruir al pueblo sobre sus obligaciones religiosas y morales. Ver Lev_10:11; Deu_31:9-13; Ose_4:4-6; Miq_3:11; Sof_3:4; Eze_22:26; Mal_2:4-9.

10. "Quitím" designa a la isla de Chipre y a todas las islas y costas del Mediterráneo oriental. "Quedar" era una tribu nómada del norte de Arabia (49. 28).

16. "Nof" es el nombre hebreo de Menfis, ciudad egipcia situada en la ribera occidental del Nilo. "Tafnes" era otra ciudad egipcia, que estaba ubicada en el límite oriental del Delta del Nilo.

18. "Sijor" es uno de los nombres bíblicos del Nilo. El "Río" por excelencia es el Éufrates, llamado a veces el "Gran Río" ( Gen_15:18; Deu_1:7; Jos_1:4). El texto alude a la política fluctuante de Judá, que busca apoyo en los grandes imperios en lugar de poner toda su confianza en el Señor. Ver Isa_30:1-3; Isa_31:1; Ose_7:11; Ose_12:2.

21. Ver Isa_5:2.

23. "Valle": se trata del valle de Ben Hinnóm, al sur de Jerusalén, donde se ofrecían sacrificios de niños ( 2Re_23:10).

34. Si el ladrón era sorprendido en el momento de abrir un boquete en el muro, se lo podía matar impunemente ( Exo_22:1 ). Pero esta excusa no vale para los crímenes cometidos por Judá.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

¿Por qué me entablan pleito? El Señor continúa acusando a Israel y haciéndole ver todas las infidelidades que ha cometido al irse detrás de otros dioses, es decir, imitando la manera como otros pueblos rinden culto a sus ídolos y rigen su destino político. La infidelidad de la cual Dios les acusa tiene tres connotaciones: 1. La idolatría en la que han caído reyes, príncipes, sacerdotes y profetas; esto es, los que debían ser guías y luz para el pueblo. 2. La denuncia de la sangre de los pobres con la cual están untadas las manos de quienes dirigen al pueblo. Sabemos que los profetas son especialmente sensibles al tema de la injusticia social (cfr. Isa_1:17.23; Jer_5:28; Jer_7:26; Jer_22:3; Ose_4:1-3; Amó_2:6-8; Amó_4:1; Amó_5:24; Hab_3:14; Zac_7:10), la cual denuncian abiertamente y ponen como obstáculo para la realización del verdadero culto que Dios quiere. 3. La tentación de hacer pactos o alianzas con otros pueblos, lo cual es un rechazo de la única alianza posible para Israel que es exclusiva con Dios.
Es también muy importante que ya desde aquí se reclame al pueblo la incapacidad de reconocer sus culpas alegando que es inocente; esa posición lo hace cada vez más culpable.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 2.2 Esta visión idealizada de la época del desierto contrasta con la que presentan el Pentateuco (Ex 17.1-7; 32; Nm 20.1-13) y el profeta Ezequiel (Ez 16; 20.13).

[2] 2.11 En el lenguaje bíblico, la gloria del Señor suele describirse como una manifestación luminosa que hace percibir de manera sensible la presencia divina en la creación (cf. Sal 19.1; Is 6.3), en el templo (Is 6.3-4; Ez 10.4) o en medio de su pueblo (Ex 40.34-38; Ez 1.27-28; Jn 1.14).

[3] 2.20 Loma alta: alusión a los lugares altos, donde se rendía culto a Baal y a los dioses cananeos de la fertilidad (cf. 1 R 3.2).

[4] 2.23 En el valle: probable alusión al valle de Ben-hinom, en las afueras de Jerusalén, donde se practicaban ritos paganos, incluido el sacrificio de niños. Cf. 7.31-32; 19.5-6.

[5] 2.27 Un árbol: quizá se trata de los postes sagrados que simbolizaban a la diosa Aserá, madre de Baal (Jue 3.7); la piedra parece referirse a los pilares que representaban al dios cananeo de la fertilidad.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*2:1-25:14 Toda esta amplia y heterogénea sección se caracteriza, en líneas generales, por la temática del juicio. En ocasiones, la división de algunas de las secciones no es del todo segura.

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

— pleitean conmigo: No se menciona el contenido del pleito que pretende entablar el pueblo contra el Señor su Dios, aunque puede suponerse que lo acusan de abandono, de no ser sensible a sus desgracias.

Torres Amat (1825)



[5] Miq 6, 3.

[8] 1 Re 18, 22; 2 Re 21, 3.

[10] Países de Oriente.

[11] Rom 2, 11-14.

[20] Jer 3, 6.

[21] Is 5, 1; Mat 19, 33.

[27] Jer 32, 33.

[28] Jer 11, 13.

[37] 2 Re 23, 29.