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Haré tornar a los cautivos de Judá y a los cautivos de Israel y los reedificaré como en el pasado, (Jeremías  33, 7) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

הֲשִֽׁבֹתִי֙‎(שׁוּב)

Hebrew|hᵃšˈivōṯî|return

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: hif‘il


[H7725] [v.bn.aa] [2340]
[שוב] [GES7693] [BDB8470] [HAL8388]

אֶת‎(אֵת)

Hebrew|ʔeṯ-|[object marker]

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H853] [a.gm.aa] [186]
[את] [GES828] [BDB894] [HAL913]

שְׁב֣וּת‎(שְׁבוּת)

Hebrew|šᵊvˈûṯ|captivity

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7622] [v.ao.ae] [2311d]
[שבות] [GES7577] [BDB8352] [HAL8271]

יְהוּדָ֔ה‎(יְהוּדָה)

Hebrew|yᵊhûḏˈā|Judah

Part-of-speech: proper noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3063] [j.av.ai] [850c]
[יהודה] [GES2965] [BDB3308] [HAL3288]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

אֵ֖ת‎(אֵת)

Hebrew|ʔˌēṯ|[object marker]

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H853] [a.gm.aa] [186]
[את] [GES828] [BDB894] [HAL913]

שְׁב֣וּת‎(שְׁבוּת)

Hebrew|šᵊvˈûṯ|captivity

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7622] [v.ao.ae] [2311d]
[שבות] [GES7577] [BDB8352] [HAL8271]

יִשְׂרָאֵ֑ל‎(יִשְׂרָאֵל)

Hebrew|yiśrāʔˈēl|Israel

Part-of-speech: proper noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3478] [u.ce.ab] [2287a]
[ישראל] [GES3364] [BDB3753] [HAL3730]

וּ‎(וְ)

Hebrew|û|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

בְנִתִ֖ים‎(בָּנָה)

Hebrew|vᵊniṯˌîm|build

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H1129] [b.cb.aa] [255]
[בנה] [GES1054] [BDB1202] [HAL1209]

כְּ‎(כְּ)

Hebrew|kᵊ|as

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[k.ab.aa] [937]
[כ] [GES3392] [BDB3788] [HAL3764]

בָ‎(בְּ)

Hebrew|vā|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

‎(הַ)

Hebrew||the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

רִֽאשֹׁנָֽה‎(רִאשֹׁון)

Hebrew|rˈišōnˈā|first

Part-of-speech: adjective
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7223] [t.ad.ad] [2097c]
[ראשון] [GES7188] [BDB7916] [HAL7833]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



33. Promesas de Restauración.
El contenido de este capítulo parece ser una continuación del oráculo anterior, ya que gira en torno a la restauración maravillosa de Jerusalén desolada. La revelación tuvo lugar en el atrio de la guardia, como la anterior. El capítulo se divide en dos partes netas: a) restauración de Judá (1-13); b) porvenir de la dinastía davídica y del sacerdocio levítico (14-26). Esta segunda parte falta en el texto griego, y es muy similar a 31:34-40. Parece, pues, una aplicación a Jerusalén, por un redactor posterior, de lo que en 23:6 se había vaticinado de Israel en general.

Reconstrucción material y moral de la ciudad (1-9).
1 Fue dirigida la palabra de Yahvé a Jeremías por segunda vez mientras estaba preso en el atrio de la guardia, diciéndole: 2 Así dice Yahvé, el que ha hecho la tierra y la ha formado y afirmado; Yahvé es su nombre. 3 Llámame y yo te responderé, y te comunicaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces, 4 pues así dice Yahvé, Dios de Israel, de las casas de esta ciudad y de los palacios de los reyes de Judá, destruidos para servir de baluartes para resistir a los caldeos, 5 llenándose con los cadáveres de los hombres que yo herí en mi furor y en mi indignación, ocultando mi rostro a esta ciudad por todas sus maldades. 6 He aquí que yo les restituiré la salud, los sanaré y les descubriré abundancia de paz y de verdad; 7 yo haré volver a los cautivos de Judá y a los de Israel y los reconstruiré como al principio, y los limpiaré de todas las iniquidades que contra mí cometieron, 8 y les perdonaré todas las culpas y todas sus rebeliones contra mí, 9 y será para mi renombre, alegría, alabanza y magnificencia entre todos los pueblos de la tierra, que oirán todo el bien que yo les haré y temblarán y se turbarán de tanto bien y de tanta paz como yo les daré.

Parece que este vaticinio tuvo lugar, como el anterior, cuando el asedio de Jerusalén era intenso y se preveía el fatal desenlace. La redacción debe de ser de Baruc, secretario del profeta; por eso en el v.1 habla cíe éste en tercera persona: Jeremías estaba preso en el atrio de la guardia. La frase por segunda vez supone la revelación Deu_32:16ss. El ambiente histórico es el mismo. El oráculo ahora recibido se asienta en la veracidad de Yahvé, que ha hecho la tierra, la ha formado y afirmado (v.2). Es la fórmula tradicional para recalcar enfáticamente la certeza de lo que se anuncia *. Lo mismo se ha de decir de la expresión Yahvé es su nombre 2. El te-tragrammaton del Dios libertador del Sinaí era la garantía de su poder para cumplir nuevas maravillas. También ahora quiere comunicar cosas grandes y ocultas (v.3), e.d., el vaticinio que sigue en torno a la restauración de Judá. Yahvé mismo está ansioso de comunicarlas para confortarle a él y a sus oyentes; por eso le invita a que le pregunte sobre las mismas 3. Dios quiere contraponer la situación trágica y desesperada actual y el futuro esplendoroso que espera a la ciudad derruida. Ahora las casas y los palacios están destruidos, y con sus ruinas sirven de baluartes para rechazar a los caldeos, y todo esto por especial permisión divina: llenándose de cadáveres de hombres que yo herí en mi indignación (v.5). Los invasores caldeos no son sino instrumentos de su justicia vengadora y purificadera, Yahvé se ha desentendido temporalmente de Jerusalén, ocultando su rostro por sus maldades (v.5)4. Pero estas ruinas no son definitivas, ya que después llegará la hora de la reconstrucción (v.6). El castigo hará que se purifiquen y hagan penitencia, con lo que Yahvé les perdonará todas sus transgresiones (v.8), quedando limpios para constituir una nueva teocracia, que será causa de renombre, alabanza (para Yahvé) entre todos los pueblos de la tierra (v.9). Como el castigo infligido a Judá había sido objeto de burla y consternación entre los paganos5, así su restauración la hará objeto de bendición y admiración de los mismos6.

Restauración de la vida ciudadana y pastoril (10-13).
10 Así dice Yahvé: Todavía en estos lugares de que vosotros decís: Son un desierto sin hombres y sin bestias; en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, sin habitantes, sin bestias, 11 se oirán voces de júbilo y voces de alegría, los cantos del esposo y los cantos de la esposa, voces que cantarán: Alabad a Yahvé de los ejércitos, porque es bueno, porque es eterna su misericordia, y de los que llevan al templo sus oblaciones, porque yo haré volver a los desterrados de esta tierra como estaban antes, oráculo de Yahvé. 12 Así dice Yahvé de los ejércitos: Todavía habrá en estos lugares desiertos, sin hombres ni bestias, y en todas sus ciudades, majadas, donde los pastores apriscarán a sus rebaños; 13 en las ciudades de la montaña, en las del llano y en las del mediodía, en la tierra de Benjamín y en torno a Jerusalén, y en las ciudades de Jerusalén, todavía pasará el ganado bajo la mano del que lo cuenta, oráculo de Yahvé.

Continúa el pensamiento de restauración de la sección anterior, concretando particularidades de la restauración. Con la venida de los desterrados renacerá la vida y alegría en los lugares que ahora son desiertos, sin hombres ni bestias. (v.10). Se reanudará el culto sincero en el templo (v.11) y se oirán los alegres cantos nupciales (v.11). El grito de alabanza del v.11 es una fórmula litúrgica corriente en los Salmos 7.
Además surgirá de nuevo la vida pastoril (v. 12-13), abundando por doquier el ganado, que pasará bajo la mano del que lo cuenta; alusión a la costumbre del pastor, que diariamente cuenta sus ovejas para ver si falta alguna 8.

Reino eterno y perpetuo sacerdocio (14-26).
14 He aquí que vienen días oráculo de Yahvé en que yo cumpliré la buena palabra que yo he pronunciado sobre la casa de Israel y sobre la casa de Judá. 15 En esos días y en ese tiempo, yo suscitaré a David un renuevo de justicia que hará derecho y justicia sobre la tierra. 16 En esos días será salvado Judá, y Jerusalén habitará confiadamente, y se llamará Yahvé, justicia nuestra. 17 Porque así dice Yahvé: No faltará a David un varón que se siente sobre el trono de la casa de Israel. 18 Y a los sacerdotes levitas no les faltará tampoco varón a mi servicio que ofrezca holocausto y queme la ofrenda y sacrifique todos los días. 19 Y recibió Jeremías palabra de Yahvé, diciendo: 20 Así dice Yahvé: Si rompéis mi pacto con el día y mi pacto con la noche, para que no sea día y noche a su debido tiempo, 21 entonces se romperá mi pacto con David, mi siervo, para que no tenga hijo que reine sobre su trono, y mi pacto con los levitas sacerdotes, mis ministros. 22 Como no pueden contarse las milicias celestes ni las arenas del mar, así multiplicaré yo la descendencia de David, mi siervo, y a los levitas, mis ministros. 23 Y recibió Jeremías palabra de Yahvé, diciendo: 24 ¿No ves lo que dicen estas gentes?: Las dos familias que eligió Yahvé, las dos las ha repudiado, y desprecian a mi pueblo por no ser ya a sus ojos una nación. 25 Así dice Yahvé: Si no he hecho yo pacto con el día y con la noche, ni he dado leyes a los cielos y a la tierra, 26 entonces repudiaré yo a la descendencia de Jacob y de David, mi siervo, prohibiendo tomar de su progenie jefes para la raza de Abraham, de Isaac, de Jacob, pues yo haré volver a mis cautivos, tendré piedad de ellos.

Esta sección tiene el aire de una compilación de textos en torno a dos ideas fundamentales: la reconstrucción y permanencia de la dinastía davídica y del sacerdocio levítico. Parece que un redactor posterior al exilio recogió de la tradición hebrea, y sobre todo del mismo Jeremías, fragmentos en los que se hablaba de la resurrección de las dos instituciones fundamentales de la teocracia israelita. Después del destierro, los israelitas no tuvieron rey hasta la época asmonea, y el mismo sacerdocio levítico no parecía tener el ascendiente e importancia que había tenido antes del destierro. Los fieles yahvistas estaban inquietos y ansiosos porque no llegaba la hora de la plena restauración de las instituciones fundamentales de su pueblo. El redactor recoge fragmentos proféticos diversos para probar que la promesa de Yahvé sobre la perennidad de la dinastía davídica y sobre la permanencia del sacerdocio levítico estaba en pie y que había de cumplirse algún día. Por eso, esta profecía parece insertada en el llamado libro de consolación de Jeremías 9.
En efecto, Yahvé hará surgir de la dinastía davídica un retoño que obrará en todo conforme a su justicia, haciendo prosperar a su reino, de forma que podrá llevar bien el nombre simbólico de Yahvé, nuestra justicia (v.16), porque en todas las manifestaciones de la vida social de la nueva teocracia prevalecerá el sentido de equidad, basada en los derechos de Yahvé. La buena palabra (v.14) o venturosa promesa es la misma Deu_29:10, relativa a la restauración mesiánica, y se refiere a toda la descendencia de Jacob: la casa de Israel y la casa de Judá (v.14), como en 23:6. Pero después la profecía se orienta de modo particular a la suerte de Judá y Jerusalén, trasladando la promesa Deu_23:6 al reino del sur, como primer plano. La expresión en esos días suscitaré. (v.15) es típica para designar los tiempos mesiánicos, anhelados de todos, y por eso son los días por excelencia, sin más determinación. La expresión es, pues, solemne y enfática en boca de los profetas, que quieren llamar la atención sobre la gran realidad de los tiempos objeto de todas las esperanzas.
El renuevo de justicia es paralelo al renuevo justo Deu_23:5, del que parece ser una simple variante. El sentido es el mismo. La mente del profeta se proyecta directamente sobre un personaje ideal de la dinastía davídica, al que llama renuevo, dependiendo literariamente quizá de Isa_11:1, donde se habla del renuevo de la casa de Jesé, la casa de David. Se le llama de justicia porque implantará un reinado de equidad: hará derecho y justicia en la tierra (v.15). De ahí que se le podrá dar el nombre simbólico de Yahvé, nuestra justicia (v.16). Como en Isa_7:14, Emmanuel es el nombre del Mesías, en cuanto que simboliza la protección de Yahvé sobre su pueblo, aquí es llamado Sidquenu (Yahvé es nuestra justicia), en cuanto que inaugurará un reinado de plena justicia 10.
A continuación se anuncia la permanencia de la dinastía davídica como garantía de que aparecerá un día el renuevo de justicia . Y asociada a esta profecía está la relativa a la permanencia de la casta sacerdotal12. La dinastía davídica cesó de reinar sobre Judá en el 586, cuendo fue tomada Jerusalén por los caldeos. Su último rey, Sedecías, fue llevado en cautividad a Babilonia. Después del exilio, el jefe de los primeros repatriados fue Zorobabel, de la familia davídica; pero no tuvo nunca el título de rey, sino que era como un gobernador dependiente de la satrapía persa. El sacerdocio levítico, en cambio, tuvo gran auge después de la cautividad, precisamente porque no había rey que les hiciera contrapeso. Bajo los Macabeos y Asmoneos (s.II a.C.) se unieron los dos poderes. La dinastía davídica, como institución de gobierno temporal, de hecho desapareció de la historia hebrea, y el sacerdocio levítico se extinguió con la destrucción de Jerusalén por Tito en el año 70 d. G. ¿Cómo se cumplió, pues, la profecía de la permanencia de la dinastía davídica y del sacerdocio levítico ? De nuevo aquí tenemos que hablar del empalme del Israel histórico con el Israel de Dios. La grandeza de la dinastía davídica se salvó, y se sublimó en la persona de su máximo representante, el Mesías-Jesucristo. Descendiente de la casa de David 13, inauguró un nuevo reino, del que la historia de Israel había sido una preparación. Cristo es realmente rey, pero en un plano muy superior, no soñado por el mismo Jeremías. Su reino es realmente de justicia, y por eso con todo derecho puede llamarse Jesús-Mesías: Yahvé es nuestra justicia (Sidquenu), como también Emmanuel (Dios con nosotros), nombres todos descriptivos y aproximativos de su excelsa misión. Como siempre, los profetas intuyen horizontes altísimos para su tiempo, pero muy inferiores a la realidad del í. T. Nunca los profetas pudieron comprender la grandeza espiritual de la futura Iglesia fundada por Cristo, aun en su primer estadio de militante.
La cuestión de la continuidad del sacerdocio levítico habrá que resolverla también en un plan análogo. El sacerdocio del A.T. fue sustituido y sublimado por el instituido por Cristo. Pero lo mismo que los sacrificios cruentos del A.T. en el templo de Jerusalén eran tipo y preparación del gran sacrificio eucarístico de la cruz, así también el sacerdocio del A.T. fue la preparación del sacerdocio del í. Ô. Malaquías habla de otro sacrificio universal que sustituirá al de Jerusalén 14. Aquí el profeta también parece tener intuición sobrenatural sobre una etapa más grandiosa del sacerdocio, de la que el levítico es una sombra y preparación. Esta perennidad de la realeza davídica y del sacerdocio levítico es proclamada enfáticamente a continuación. Como existe una ley o pacto constante que dirige el curso del día y de la noche y los movimientos de las milicias celestes o estrellas, así existe un pacto de parte de Yahvé que asegura la permanencia de la dinastía davídica y del sacerdocio levítico (v.21 -22). Así sale al paso del escepticismo de sus contemporáneos respecto del destino de su pueblo. La catástrofe les había hecho pensar que Yahvé se había arrepentido de la elección de Israel y de Judá y que los había desechado definitivamente: Las dos familias que eligió Yahvé las ha repudiado (v.24). En la mente de todos estaba el recuerdo de la catástrofe de Samaría, rendida a las tropas asirías de Sargón II en el 721 a.C., y la deportación en masa de sus habitantes, los cuales, después de más de un siglo, no tenían esperanza de retornar a su hogar patrio. Esta misma suerte espera a Jerusalén y Judá, a las que desprecian por no ser ya nación (v.24). Creen los contemporáneos de Jeremías que el pueblo judío, como colectividad nacional política, ha desaparecido para siempre. Pero Yahvé niega que los haya repudiado definitivamente, y lo afirma con carácter de juramento. Tan seguro está de ello como que ha hecho pacto con el día y la noche (v.25). Y cita a los grandes antepasados: Abraham, Isaac y Jacob, para recordarles las promesas grandiosas a ellos hechas 15. Yahvé se ha empeñado por ellas a mantener la estirpe de Jacob; por eso, después de la catástrofe purificadera, hará volver a los cautivos (v.26), teniendo piedad de ellos. Es una nueva promesa de consolación.

1 Cf. Jer_41:20; Jer_45:11; Jer_46:11; Isa_45:21; Isa_46:10. 2 Cf. Jer_31:35. Es corriente la expresión en el Deutero-Isaías: Isa_42:8; Isa_47:4; Isa_48:2; Isa_51:15. 3 Cf. Job_38:3; Job_38:40, Job_38:2; Job_42:4. El estilo de estos dos versos parece deutero-isaiano. 4 Cf. Isa_54:8; Isa_57:17, Isa_64:7; Eze_39:23.24.29. 5 Cf. Jer_24:9; Jer_25:9; Jer_29:18. 6 Cf. Isa_45:14; Isa_45:60, Isa_45:6.11. 7 Cf. Sal_106:1; Sal_118:1; Sal_136:133. 8 Lev_27:32; Eze_20:37; Jua_10:11. Virgilio, Eglog. 3: alter et haedos. isque die numerant ambo, pecus, 9 Niegan la autenticidad jeremiana del fragmento, entre otros, Notscher, Das Busch Jeremías (Bonn 1934) p.248; Vittonato, 11 íibro di Geremia (Torino 1955) p.418. La sostienen Gondamin, Le livre de Jérémie XXX 251; Dennefeld: DTG 10 (1929) 1452, Ceup-Pens, De prophetiis Messianicis 428. 10 Nótscher, Gelin y otros entienden justicia en el sentido de legítimo jurídicamente, como en Zac_9:9; lit. Sidquenu se aplica a Jerusalén, pero es una clara trasposición Deu_23:6. 11 Cf. 1Re_2:4; 1Re_8:25; 1Re_9:5; 2Sa_7:12; 2Sa_7:2 Grón 6:16; 7:18. 12 La expresión sacerdotes levíticos no se encuentra en Jeremías más que aquí. Muchos autores creen que esta preocupación por la suerte de la casta sacerdotal es ajena a la mente de Jeremías. Pero era sacerdote, y es normal que pensara en el destino de los de su clase. 13 Cf. Mat_1:6. 14 Mal_1:11. 15 Cf. Gen 15; Exo_3:15; Lev_26:42; Sal_89:208; 2Sa_7:12.16.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XXXIII.

1 God promiseth to the captiuitie, a gracious returne, 9 a ioyfull state, 12 a setled gouernment, 15 Christ, the branch of righteousnesse, 17 a continuance of kingdome and Priesthood, 20 and a stabilitie of a blessed seede.
1 Moreouer, the word of the Lord came vnto Ieremiah the second time (while hee was yet [ Jer_32:23.] shut vp in the court of the prison) saying;
2 Thus saith the Lord the [ Isa_37:26.] maker thereof, the Lord that formed it, to establish it, the Lord is his Name.
3 Call vnto me, and I will answere thee, and shew thee great and [ Or, hidden.] mightie things, which thou knowest not.
4 For thus sayth the Lord the God of Israel concerning the houses of this citie, and concerning the houses of the kings of Iudah, which are throwen downe by the mounts, and by the sword.
5 They come to fight with the Caldeans,

[Sinnes forgiuen.]

but it is to fill them with the dead bodies of men, whome I haue slaine in mine anger, and in my fury, and for all whose wickednesse I haue hid my face from this citie.
6 Behold, I will bring it health and cure, and I will cure them, and wil reueale vnto them the abundance of peace, and trueth.
7 And I will cause the captiuitie of Iudah, and the captiuitie of Israel to returne, and will build them as at the first.
8 And I will clense them from all their iniquitie, whereby they haue sinned against mee: and I will [ Jer_21:34 ; Mic_7:18 .] pardon all their iniquities whereby they haue sinned, and whereby they haue transgressed against me.
9 And it shall be to me a name of ioy, a praise and an honour before all the nations of the earth, which shall heare all the good that I doe vnto them: and they shall feare and tremble for all the goodnesse, and for all the prosperitie that I procure vnto it.
10 Thus saith the Lord; Againe there shall be heard in this place (which yee say shalbe desolate without man and without beast, euen in the cities of Iudah, and in the streetes of Ierusalem that are desolate without man and without inhabitant, & without beast.)
11 The [ Jer_7:34 ; Jer_16:19 .] voyce of ioy and the voyce of gladnesse, the voyce of the bridegroome, and the voyce of the bride, the voyce of them that shall say; Praise the Lord of hostes, for the Lord is good, for his mercy endureth for euer, and of them that shall bring the sacrifice of praise into the house of the Lord; for I will cause to returne the captiuitie of the land, as at the first, saith the Lord.
12 Thus saith the Lord of hostes; Againe in this place which is desolate without man and without beast, and in all the cities thereof shalbe a habitation of shepheards causing their flockes to lie downe.
13 In the cities of the mountaines, in the cities of the vale, and in the cities of the South, and in the land of Beniamin, and in the places about Ierusalem, and in the cities of Iudah, shall the flockes passe againe vnder the hands of him that telleth them, saith the Lord.
14 Behold, the dayes come, saith

[Gods couenant.]

the Lord, that I will performe that good thing which I haue promised vnto the house of Israel, and to the house of Iudah.
15 In those dayes, and at that time will I cause the [ Jer_23:5 ; Isa_11:1 ; Isa_4:2 .] branch of righteousnesse to grow vp vnto Dauid, and he shall execute iudgement and righteousnesse in the land.
16 In those dayes shall Iudah be saued, and Ierusalem shall dwell safely, and this is the name wherewith she shall be called, [ Hebrew: Iehoua-tsidkenu.] The Lord our righteousnesse.
17 For thus saith the Lord; [ Hebrew: there shall not be cut off from Dauid.] Dauid shall neuer [ 2Sa_7:16 ; 1Ki_2:4 .] want a man to sit vpon the throne of the house of Israel.
18 Neither shall the priests the Leuites want a man before me to offer burnt offrings, and to kindle meate offrings, and to doe sacrifice continually.
19 And the word of the Lord came vnto Ieremiah, saying,
20 Thus saith the Lord; [ Jer_31:36 ; Isa_54:9 .] If you can breake my couenant of the day, and my couenant of the night, and that there should not be day, and night in their season:
21 Then may also my couenant bee broken with Dauid my seruant, that he should not haue a sonne to reigne vpon his throne; and with the Leuites the priests my ministers.
22 As [ Jer_31:37 .] the hoste of heauen cannot be numbred, neither the sand of the sea measured: so will I multiply the seede of Dauid my seruant, and the Leuites that minister vnto me.
23 Moreouer, the word of the Lord came to Ieremiah, saying;
24 Considerest thou not what this people haue spoken, saying; The two families, which the Lord hath chosen, he hath euen cast them off? thus they haue dispised my people, that they should be no more a nation before them.
25 Thus saith the Lord; If my couenant be not with day and night, and if I haue not appointed the ordinances of heauen and earth:
26 Then will I cast away the seede of Iacob and Dauid my seruant, so that I will not take any of his seede to be rulers ouer the seede of Abraham, Isaac and Iacob: for I will cause their captiuitie to returne, and haue mercie on them.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



11. Sal_106:1; Sal_107:1; Sal_118:1; Sal_136:1. Ver Esd_3:11; 1Cr_16:34; 2Cr_5:13; 2Cr_7:3, 2Cr_7:6; 2Cr_20:21; 1Ma_4:24; Dn. gr. 3. 89.

15-16. Ver 23. 5-6.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Restauración. Continúa el mensaje de los efectos benéficos que traerá al pueblo su merecido castigo. A las imágenes de la devastación, del dolor y del desespero que representa el mal infligido por Babilonia se contraponen las idílicas imágenes de la restauración futura. Los versículos 14-16 sintetizan la promesa de restauración de la descendencia davídica, que se confunde con las promesas mesiánicas. Una vez más, se subraya la fidelidad de Dios en el cumplimiento de la alianza (20-21) y de la promesa de multiplicar hasta el infinito la descendencia israelita (22-26).

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 33.14-16 El Señor es nuestra victoria: Aquí se aplica a Jerusalén el título que antes se le había dado al descendiente de David (Jer 23.5-6).

[2] 33.17 Cf. 1 R 2.4; 8.25; 9.5.

[3] 33.18 Holocaustos... ofrendas de cereales: Cf. Lv 1--2.

[4] 33.21 Mi alianza con mi siervo David: Cf. 2 S 7.16.

[5] 33.21 Mi alianza... descendientes de Leví: Cf. Nm 25.12-13; Neh 13.29; Mal 2.4-9.

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

Jer 29:14+.

Torres Amat (1825)



[11] Esd 3, 11; Sal 118 (117).

[16] Is 9, 6.

[17] Profecía sobre la perennidad de ladinastía davídica. Gen 49, 10.