Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
26. Respuesta de Job.
L a réplica de Job comprende 26:1-4 y se continúa en 27:13. Los v.5-14 parecen pertenecer al discurso interrumpido de Bildad. Al menos sigue el desarrollo de las ideas expuestas en el c.25.
Reproches de Job a Bildad (1-4).
1
Respondió Job, diciendo: 2
¡Qué ayuda das al desvalido, qué socorro al brazo desmayado! 3
¡Qué bien has aconsejado al ignorante y qué profundo saber has manifestado! 4
¿A quién Vías manifestado las palabras? Qué espíritu ha salido de tu boca?
Irónicamente declara Job que los servicios del amigo han sido muy poco útiles en las circunstancias en que se halla, pues, lejos de animarle y darle fuerzas, le ha llenado de profundo amargor al no comprender su verdadera situación. Esperaba más de su cordura para esclarecer la propia ignorancia sobre su problema personal. En realidad han dado un enfoque trivial al enigma del sufrimiento, y sus argumentaciones de nada sirven al desvalido. Todo lo que ha dicho Bildad no tiene nada que ver con la crisis moral que sufre Job. La sabiduría viene de Dios 1; pero el espíritu de Bildad no lleva el sello de la sabiduría (v.4). Sus palabras son vanas, y, por tanto,
están fuera de lugar proferidas delante del que sufre.
La omnipotencia arrolladura de Dios (5-14).
5
Hasta los manes tiemblan debajo de las aguas y sus habitantes 2
. 6
El seol está desnudo ante El, y sin velos el abad-dón. 7
El tendió el septentrión sobre el vacío, El, colgó la tierra sobre la nada. 8
Encierra las aguas en las nubes, y las nubes no se rasgan bajo ellas. 9
El vela la faz de su trono 3
, extendiendo su nube sobre él. 10
Trazó sobre los mares un círculo, hasta los confines entre la luz y las tinieblas. 11
Las columnas del cielo se tambalean y se estremecen a una amenaza suya. 12
El que con pujanza hiende los mares y con su inteligencia hirió a Rahab. 13
A su soplo brillan los cielos; su mano traspasó a la serpiente huidiza... 14
Y esto es sólo la orla de sus obras, ¡Cuan poca cosa hemos oído de El! Y el trueno de su poder, ¿quién lo podrá entender? Dios no sólo domina soberanamente en los cielos, sino que hasta las sombras espectrales de los muertos los manes se sienten sobrecogidas en lo más profundo de la región subterránea, queA también se extiende debajo de los mares. En hebreo, a los habitantes del seol se les llama refaim 4, denominación que aparece con el mismo sentido en los textos fenicios de Sidón. Dios penetra lo más recóndito de la región tenebrosa de los muertos: el seol y el abaddón denominación sinónima de seol y significa perdición están desnudos ante su escrutadora mirada a pesar de su oscuridad5. La misma idea se repite en
Pro_15:11 : el Seol y el abaddón están delante de Yahvé. ¡Cuánto más los corazones de los hijos de los hombres! 6
Su omnipotencia se manifiesta en el hecho de encerrar las aguas en las nubes como en odres flotantes sin que éstas se rasguen con su desmesurado peso7. Esto resulta liviano en comparación con el hecho de que haya colgado la tierra sobre la nada y haya extendido el septentrión sobre el vacío, disponiendo las estrellas según la cosmogonía antigua alrededor de un punto septentrional vacío y basando en él su estabilidad (v.7). La idea del salmista está en relación con la del poeta latino:
Terra pilae similis, millo fulcimine nixa 8.
La majestad del Omnipotente está velada por las nubes que se extienden en torno a su trono (v.9), pero desde allí gobierna los elementos de la naturaleza como supremo Soberano: señaló un límite a los mares. Los antiguos creían que la tierra estaba rodeada de un círculo de agua, el apsu o caos tenebroso de los babilonios. Allí estaba el fundamento de los cielos, que coincidía con el horizonte. Y de allí salía diariamente el sol 9; es la zona de los confines entre la luz y las tinieblas (v.10).
Es tal la majestad de Dios, que las columnas del cielo las montañas, sobre cuya cúspide se asentaba la bóveda celeste se conmueven y tambalean a un gesto amenazador suyo (v.11). Con su poder domina las fuerzas del mar, hendiéndolo, como el dios babilónico Marduk hendió la cabeza de tiamat, símbolo del caos tenebroso 10. No sólo Dios lo domina con su fuerza, sino que lo amansa y domina con su inteligencia. Rahab simboliza aquí el mar inquieto 11. Dios es aquí, pues, el símbolo del principio ordenador frente al caos, como se relata en el primer capítulo del Génesis. Su omnipotencia se despliega en el brillo de los cielos arriba y en la victoria sobre el Leviatán o serpiente huidiza, monstruo marino que está en las profundidades del océano 12. Es la alusión
al triunfo de Dios ordenador sobre las fuerzas del caos 13.
Todas estas intervenciones maravillosas divinas son sólo una apariencia, la orla de sus obras, de las que apenas se ha oído hablar. Pero su poder brilla particularmente en el trueno, la manifestación airada de Dios en las tormentas (v.14). Todo ello invita a callar sobre los secretos designios de su sabiduría.
1 Cf. 27:2. 2 Así según el TM. Por razones métricas, Dhorme lee: tiemblan bajo la tierra*. 3 Así siguiendo a Driver-Gray. Dhorme corrige: cubre la faz de la luna llena. 4 Cf.
Isa_14:6;
Pro_9:18. En
Gen_14:5;
Gen_15:20, se llama también refaim a una raza de gigantes, 5 Cf.
Job_10:21-22;
Job_14:13;
Job_17:13. 6 Cf.
Sal_139:8;
Job_17:13;
Job_10:21-22;
Job_14:13. 7 Cf.
Pro_30:4. 8 Ovidio , Fast. VI 269. 9 Véase P. Dhorme , Choix des textes religieux assyro-babyloniens p.6o n.g. 10 Cf. id., ibid., p.55-150. 11 Cf. coment. a 3:8; 7:12. 12 Cf.
Isa_27:1;
Job_3:8;
Job_7:12. 13 Cf.
Job_3:8.