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Jonás respondió: «Soy hebreo y creo en Yahvé, Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra.» (Jonás 1, 9) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יֹּ֥אמֶר‎(אָמַר)

Hebrew|yyˌōmer|say

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: qal


[H559] [a.ea.aa] [118]
[אמר] [GES535] [BDB564] [HAL587]

אֲלֵיהֶ֖ם‎(אֶל)

Hebrew|ʔᵃlêhˌem|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H413] [a.di.aa] [91]
[אל] [GES400] [BDB422] [HAL438]

עִבְרִ֣י‎(עִבְרִי)

Hebrew|ʕivrˈî|Hebrew

Part-of-speech: adjective
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5680] [p.ah.ad] [1556b]
[עברי] [GES5632] [BDB6223] [HAL6142]

אָנֹ֑כִי‎(אָנֹכִי)

Hebrew|ʔānˈōḵî|i

Part-of-speech: personal pronoun
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H595] [a.ei.aa] [130]
[אנכי] [GES573] [BDB606] [HAL626]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

אֶת‎(אֵת)

Hebrew|ʔeṯ-|[object marker]

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H853] [a.gm.aa] [186]
[את] [GES828] [BDB894] [HAL913]

יְהוָ֞ה‎(יהוה)

Hebrew|[yᵊhwˈāh]|YHWH

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3068] [e.az.ae] [484a]
[יהוה] [GES2969] [BDB3312] [HAL3292]

אֱלֹהֵ֤י‎(אֱלֹהִים)

Hebrew|ʔᵉlōhˈê|god(s)

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H430] [a.dl.ad] [93c]
[אלהים] [GES407] [BDB437] [HAL452]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

שָּׁמַ֨יִם֙‎(שָׁמַיִם)

Hebrew|ššāmˈayim|heavens

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H8064] [v.dy.ab] [2407a]
[שמים] [GES8018] [BDB8822] [HAL8760]

אֲנִ֣י‎(אֲנִי)

Hebrew|ʔᵃnˈî|i

Part-of-speech: personal pronoun
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H589] [a.eg.aa] [129]
[אני] [GES567] [BDB598] [HAL620]

יָרֵ֔א‎(יָרֵא)

Hebrew|yārˈē|fear

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: participle
Verbal stem: qal


[H3372] [H3373] [j.df.aa] [907]
[ירא] [GES3257] [BDB3637] [HAL3605]

אֲשֶׁר‎(אֲשֶׁר)

Hebrew|ʔᵃšer-|[relative]

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H834] [a.gk.aa] [184]
[אשר] [GES812] [BDB872] [HAL890]

עָשָׂ֥ה‎(עָשָׂה)

Hebrew|ʕāśˌā|make

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H6213] [p.fy.aa] [1708]
[עשה] [GES6129] [BDB6780] [HAL6711]

אֶת‎(אֵת)

Hebrew|ʔeṯ-|[object marker]

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H853] [a.gm.aa] [186]
[את] [GES828] [BDB894] [HAL913]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

יָּ֖ם‎(יָם)

Hebrew|yyˌom|sea

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3220] [j.br.ab] [871a]
[ים] [GES3112] [BDB3474] [HAL3452]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

אֶת‎(אֵת)

Hebrew|ʔeṯ-|[object marker]

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H853] [a.gm.aa] [186]
[את] [GES828] [BDB894] [HAL913]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

יַּבָּשָֽׁה‎(יַבָּשָׁה)

Hebrew|yyabbāšˈā|dry land

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3004] [j.aj.ad] [837b]
[יבשה] [GES2906] [BDB3249] [HAL3228]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



1. Orden divina de predicar a los ninivitas.

Desobediencia de Jonas (1-3).
1 Llegó a Jonas, hijo de Amitay, palabra de Yahvé, diciendo: 2 Levántate y ve a Ninive, la ciudad grande, y predica contra ella, pues su maldad ha subido ante mí. 3 Levantóse Jonas para huir lejos de Yahvé a Tarsis, bajó a Jope y halló un barco que estaba para ir a Tarsis. Pagó el pasaje y entró en él para irse con ellos a Tarsis, lejos de Yahvé.

La narración se abre sin concretar la época y patria del protagonista, Jonas, hijo de Amitay. Conocemos un profeta de este nombre que profetizó en tiempos de Jeroboam II (787-756 a.C.) l. Es la época de la dominación incipiente asiría. El hagiógrafo bien pudo escoger este personaje como protagonista de una historia que se había de centrar en torno a la gran metrópoli de Ninive. Jonas recibe la orden de ir a predicar la penitencia en la ciudad grande de Ninive, símbolo del paganismo desenfrenado y símbolo también de la hostilidad contra Israel.
La misión de Jonas era realmente desconcertante para un judío, que creía sólo que su pueblo tenía derecho a gozar de la benevolencia y misericordia de Yahvé, su Dios. Como veremos, la tesis central del libro es el universalismo religioso. Para probarla, nada mejor4 que presentar a la capital del imperio asirio como acogida a la misericordia divina, después de haber manifestado claros signos de arrepentimiento y de penitencia. Yahvé no sólo se preocupa de los israelitas, sino que también tiene providencia de los paganos, y por eso quiere ofrecer una oportunidad de penitencia a los ninivitas, cuya maldad había subido hasta El (v.2).
Esta amplitud de miras y esta magnanimidad no es comprendida por el espíritu mezquino del judío Jonas, que no quiere saber nada de la conversión de los paganos, enemigos de su pueblo. Por eso, en vez de secundar la orden recibida, encaminándose hacia Mesopotamia, toma el camino contrario, hacia occidente, esperando huir lejos de Yahvé. En su estrecha mentalidad cree que fuera de Palestina, la tierra de Yahvé, se encontrará libre de la influencia de su Dios, que concibe como divinidad nacional, si bien le reconoce como el Creador de los cielos y de los mares (v.9).
En su afán de huir de Yahvé, toma en Jope (la actual Jáfá, junto a Tel-Aviv) un barco para dirigirse a Tarsis, la región más lejana y occidental de entonces. Generalmente se identifica a Tarsis con la Tartessos de los griegos y romanos, en la desembocadura del Guadalquivir, en España. Los fenicios tenían grandes relaciones con la costa meridional de España, y de hecho Tarsis llegó a significar la península Ibérica, el extremo occidental del mundo clásico conocido2. Por ello, las naves de gran tonelaje eran llamadas naves de Tarsis, pues eran las que solían hacer el recorrido de una punta a otra del Mediterráneo. Es interesante cómo el autor sagrado destaca la voluntad rebelde de Jonas al no querer obedecer, buscando una ruta totalmente opuesta a la debida. Más tarde (4:2) Jonas lamentará no haber podido llegar efectivamente al objetivo de su viaje, hacia Tarsis, para verse libre de la ingrata misión de predicar a los ninivitas.

La tormenta en el mar (4-9).
4 Yahvé levantó en el mar un violento huracán, y fue tal la tormenta en el mar, que creyeron se rompería la nave. 5 Llenos de miedo, los marineros invocaban cada uno a su dios, y echaron al mar lo que llevaban en la nave para aligerarla de ello. Jonas, que había bajado al fondo de la nave, se había acostado y dormía profundamente. 6 Llegóse a él el patrón del barco y le dijo: ¿Qué estás ahí tú durmiendo? Levántate y clama a tu Dios. Quizá se cuidará de nosotros y no pereceremos. 7 Dijéronse unos a otros: Vamos a echar suertes a ver por quién nos viene este mal. Echaron suertes, y la suerte cayó en Jonas. 8 Entonces le dijeron: A ver, ¿de dónde vienes, cuál es tu tierra y de qué pueblo eres? 9 El les respondió: Yo soy hebreo y sirvo a Yahvé, Dios de los cielos, que hizo los mares y la tierra.

El hagiógrafo destaca cómo, a pesar de la decisión de Jonas, Yahvé le obligará a la fuerza a cumplir su orden. Para ello levanta un huracán que hace imposible el viaje (v.4). La situación de la nave es desesperada. Para salvarla, los marineros arrojan las mercancías al mar. Irónicamente, el autor sagrado contrapone la actitud piadosa de los marineros paganos, que invocan a sus dioses respectivos, a la del hebreo Jonas, que, despreocupado, duerme tranquilo en el fondo de la nave (v.5). El patrón del barco le despierta y le invita a orar también a su propio Dios para que los libre de la muerte. En la mentalidad sincretista y mercantil de los fenicios, cada pueblo tenía su dios y su poder particular. Al invitar a Jonas, no sabía que el Dios de éste era el Señor del universo, como lo declara el propio Jonas.
Los marineros, supersticiosos, creyeron que había entre ellos alguno que había ofendido a su dios, contra el que éste descargara su ira. Por suertes, como era usual, decidieron buscar al culpable, y la suerte cayó precisamente en el indolente hebreo que dormía en el fondo de la nave. Designado Jonas, le preguntaron por su procedencia y origen para descubrir su culpabilidad respecto a su Dios. El viajero hebreo declara su patria y religión, y paladinamente confiesa que su Dios es el Señor de los cielos y de los mares, insinuando así que El ha tenido que enviar la espantosa tormenta.
La trama del relato es perfecta, no exenta de artificialidad literaria. El hagiógrafo contrapone bien las situaciones y las conductas de los respectivos personajes en orden a hacer resaltar su idea teológica sobre la omnipotencia divina y sus designios sobre Jonas, que, contra su voluntad, tendrá que rendirse a la tesis del universalismo religioso que late en toda la narración del libro.

Joñas es arrojado al mar (10-16).
10 Aquellos hombres se atemorizaron sobremanera, y le dijeron: ¿Por qué has hecho esto? Pues sabían que iba huyendo de Yahvé, porque él se lo había declarado. 11 Dijéronle: ¿Qué vamos a hacer contigo para que el mar se nos aquiete? Porque el mar iba embraveciéndose cada vez más. 12 El les respondió: Agarradme y echadme al mar, y el mar se os aquietará, pues bien sé yo que esta gran tormenta os ha sobrevenido por mí. 13 Aquellos hombres hicieron por volver la nave a tierra, mas no pudieron, pues el mar cada vez más se embravecía. 14 Entonces clamaron a Yahvé, diciendo: ¡Oh Yahvé! Que no perezcamos nosotros por la vida de este hombre y no nos imputes sangre inocente, pues tú, ¡oh Yahvé! has hecho como te plugo. 15 Y agarrando a Jonas, le echaron al mar, y el mar se aquietó en su furia. 16 Temieron aquellos hombres a Yahvé y le ofrecieron sacrificios y le hicieron votos.

Los marineros quedan consternados al saber lo que había hecho Jonas con su Dios, y le preguntan por qué ha desobedecido. Llevados de su profundo sentimiento religioso, sabían que no se podía desafiar la ira de ningún Dios. En este caso, Jonas había sido un loco, y ahora insinúan que deben deshacerse de él para aplacar a Yahvé, aunque no se atreven a proponerlo claramente: ¿qué vamos a hacer contigo.? (v.11). El mar seguía cada vez más encrespado, sin duda porque el Dios de Jonas sigue terriblemente enojado. No se atreven a tomar la iniciativa contra Joñas, y es éste quien se ofrece a ello, pues reconoce noblemente que ha sido la causa de la desesperada situación de la nave. Quiere aplacar a Yahvé para que se salven los inocentes marineros.
Los marineros, sin embargo, hacían lo posible por acercar la nave a tierra, por si podían salvarse sin acudir al extremo de atentar contra la vida de Jonas (v.15). Pero todo fue inútil, y, decididos a deshacerse del infortunado hebreo, piden a Dios perdón por la acción que se ven obligados a cumplir; piden al Dios de Jonas que no se les impute la sangre de Jonas, al que consideran inocente por no haber cometido ninguna acción a sabiendas contra ellos (v.14); pero se someten a sus designios, pues ha dispuesto que sucediera así. Decidieron, pues, arrojar a Jonas al mar, y al punto la tempestad cesó. Reconocieron la omnipotencia del Dios de Jonas y trataron de ganar su benevolencia haciendo sacrificios y votos en acción de gracias (v.16).

1 Cf. 2Re_14:25. - 2 Cf. Isa_66:19; Sal_72:10; Eze_27:12.


King James Version (KJVO) (1611)



Chapter I.

[By lot, Ionah is cast into the sea.]

1 Ionah sent to Nineueh, fleeth to Tarshish. 4 He is bewrayed by a tempest, 11 throwen into the sea, 17 and swallowed by a fish.
1 Now the word of the Lord came vnto [ Called, Mat_12:39 , Ionas.] Ionah the sonne of Amittai, saying,
2 Arise, goe to Nineueh that [ Gen_10:11-12 ; Jon_3:3 .] great citie, and cry against it: for their wickednes is come vp before me.
3 But Ionah rose vp to flee vnto Tarshish, from the presence of the Lord, and went downe to Ioppa, and he found a ship going to Tarshish: so he payed the fare thereof, and went downe into it, to goe with them vnto Tarshish from the presence of the Lord.
4 But the Lord [ Hebrew: cast foorth.] sent out a great winde into the sea, and there was a mightie tempest in the sea, so that the ship [ Hebrew: thought to be broken.] was like to be broken.
5 Then the Mariners were afraid, and cried euery man vnto his god, and cast foorth the wares that were in the ship, into the sea, to lighten it of them: but Ionah was gone downe into the sides of the ship, and hee lay, and was fast asleepe.
6 So the shipmaster came to him, and said vnto him; What meanest thou, O sleeper? Arise, call vpon thy God, if so be that God wil thinke vpon vs, that we perish not.
7 And they said euery one to his fellow; Come, and let vs cast lots, that we may know for whose cause this euil is vpon vs. So they cast lots, and the lot fell vpon Ionah.
8 Then said they vnto him, Tel vs, we pray thee, for whose cause this euill is vpon vs: What is thine occupation? and whence commest thou? What is thy countrey? and of what people art thou?
9 And hee said vnto them, I am an

[By lot, Ionah is cast into the sea.]

Hebrew, and I feare the Lord the God of heauen, which hath made the sea, and the dry land.
10 Then were the men [ Hebrew: with great feare.] exceedingly afraid, and saide vnto him; Why hast thou done this? (for the men knew that he fled from the presence of the Lord, because he had told them.)
11 Then said they vnto him, What shall we doe vnto thee, that the sea [ Hebrew: may be silent from vs.] may be calme vnto vs? (for the sea [ Or grew more and more tempestuous. Hebrew: went.] wrought and was tempestuous.)
12 And he said vnto them, Take me vp, and cast mee foorth into the sea; so shall the sea be calme vnto you: for I know that for my sake this great tempest is vpon you.
13 Neuerthelesse the men [ Hebrew: digged.] rowed hard to bring it to the land, but they could not: for the sea wrought, and was tempestuous against them.
14 Wherefore they cried vnto the Lord, and said, We beseech thee, O Lord, We beseech thee, let vs not perish for this mans life, and lay not vpon vs, innocent blood: for thou, O Lord, hast done as it pleased thee.
15 So they tooke vp Ionah, and cast him foorth into the sea, and the sea [ Hebrew: flood.] ceased from her raging.
16 Then the men feared the Lord exceedingly, and [ Hebrew: sacrificed a sacrifice, and vowed vowes.] offered a sacrifice vnto the Lord, and made vowes.
17 Now the Lord had prepared a great fish to swallow vp [ Mat_12:40 ; Mat_16:4 ; Luk_11:30 .] Ionah, and Ionah was in the [ Hebrew: bowels.] belly of the fish three dayes, and three nights.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Una Tormenta Enviada Por Dios Le Impide a Jonas Huir de Su Mision

4-6 El profundo sueño de Jonás, que tal vez reflejaba cansancio después de su apresurado viaje desde la región montañosa israelita hasta la costa, o depresión ante la perspectiva de un exilio autoimpuesto, le chocó al capitán. El, como su politeísta tripulación, asumía que algún dios estaba enojado con ellos y que ese dios (o algún otro) podía detener la tormenta si le rogaban.

7-9
Echando suertes (lanzaban pequeñas piedras de un recipiente, y según la forma en que caían, indicaban respuestas de sí o no) en forma típica, en un proceso de eliminación, los marineros concluyeron correctamente que la relación de Jonás con su dios era el problema. El Dios verdadero estaba claramente detrás de los resultados (cf. Hech. 1:26). Debe hacerse notar que Prov. 16:33 (las suertes se echan en el regazo, pero a Jehovah pertenece toda decisión) es una manera de decir que Dios, y no nuestras técnicas de adivinación, controlan los eventos de la vida, y no es una promesa que el uso de las suertes siempre dirá la voluntad de Dios. No obstante, si él decide hacerlo así, Dios puede, en un caso dado, usar suertes, o cualquier otro medio de predicción, para revelar su verdad, aunque las suertes estén en manos de paganos. Jonás se identificó como un hebreo lo haría con extraños, y mostró en sus palabras que él ya estaba aceptando el hecho de que el Señor, como Creador de todo, no estaba limitado en su influencia a ninguna región geográfica.

10 Todas las narraciones del AT son concisas y condensadas en estilo, y a través del libro de Jonás debemos recordar que muchas palabras y acciones no se mencionan, como realmente se explicó aquí. De la misma manera no se menciona el límite completo de la predicación de Jonás, resumida en 3:4 con solamente unas palabras clave. Aquí: ¿Por qué has hecho esto? es retórico, con el significado esencial de: ¡Fíjate qué cosa tan horrible has he cho! Esto indica el reconocimiento de los marineros de que el pecado merecía un castigo severo.

11-13 Jonás propuso su propia muerte, un fin para la tristeza de haber dejado su hogar y su subsistencia para probar un escape que ahora había fracasado, y también como una solución para el pe ligro del barco. Los marineros, siguiendo una ruta costera como lo hacían casi todas las embarcaciones antiguas, esperaban en vano remar a la costa porque la alternativa, matar a Jonás, no les gustaba.

14-16 Sin otra opción, ellos obtuvieron los resultados deseados arrojando a Jonás a su muerte. Co mo sincretistas (creyentes de que todos los dioses de los pueblos realmente existen y deben ser temidos y necesitados) no tuvieron problema al orar al dios de Israel, a Jehovah, y más tarde, después de llegar a la playa, ir a uno de las altares del Jehovah israelita para ofrecerle sacrificios de gratitud y de paz, aunque ellos eran filisteos, no israelitas. (Jope era en ese tiempo una ciudad filistea.) En esta épo ca, desafortunadamente, muchos sacerdotes israelitas aceptaban alegremente ofrendas de extranjeros no ortodoxos. El hecho de que ellos no eran israelitas de raza no era un problema. En 1 Rey. 8:41-43, en la oración de Salomón en la dedicación del templo de Jerusalén, se refleja la esperanza de que los extranjeros pudieran adorar allí a fin de que ... conozcan tu nombre, te teman como tu pueblo Israel. ... Sin embargo, el texto no dice que se convirtieron ni que hayan adorado en Jerusalén. Por causa de que Jope colindaba con el te rritorio israelita (en el norte), no con Judea, es muy probable que los marineros adoraron en uno de los altares del norte que existían contrariando la ley bíblica (Deut. 12; cf. 1 Rey. 12:25-33). La adoración por extranjeros no convertidos era impropia hasta en Jerusalén (Exo. 12:43-49); Lev. 22:25) aunque la adoración por extranjeros convertidos era bienvenida sobre la misma base que lo era la adoración de los israelitas (cf. Núm. 9:14; 15:14).

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

En el barco. De entrada, encontramos el sello característico de la profecía: el impulso, el botón de arranque del profeta, es la Palabra que el Señor le dirige. El nombre del profeta y del libro, Jonás, hijo de Amitay, aparece idéntico en 2Re_14:25; sin embargo, no se trata del mismo personaje, pues aquel Jonás vivió en el s. VIII a.C., bajo el reinado de Jeroboán II, mientras que el profeta que nos presenta el libro es un personaje ficticio. La gran mayoría de críticos y comentaristas afirman en la actualidad que la trama de la obra, y por ende su aventura y «ministerio», son también ficción. La época del relato revela un estadio muy tardío en la historia de Israel. Algunos, basados en el estilo, la lengua y la problemática teológica, se aventuran a fecharlo hacia el s. IV a.C.; en cualquier caso es anterior al s. II a.C., pues el Eclesiástico o Sirácida, que es más o menos de esta época, ya lo da por supuesto entre los doce profetas (cfr. Sir_49:10).
Con intención de dirigirse a Tarsis para huir del Señor, es decir, para no contradecirse a sí mismo ni contradecir a quienes pensaban como él, Jonás se embarca en Jafa. Una tremenda tempestad llena de terror a los marineros que invocan cada uno a su divinidad, sin ser escuchados. Sólo Jonás duerme como si no pasara nada. Al descubrir las causas divinas de la tormenta, Jonás mismo sugiere el remedio, que funciona perfectamente. Esto se convierte en motivo para que unos paganos reconozcan e invoquen a Dios, le teman, le ofrezcan sacrificios y votos (14-16). La escena del Jonás que duerme es una manera de decir que evitó intencionalmente invocar a su Dios por temor a «contaminarlo» entre paganos. El final de este capítulo registra el primer «éxito» misionero de Jonás, ironías de la vida, que el autor maneja con sobrada maestría.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



2. "Nínive" era la capital de Asiria, el imperio que había arrasado al antiguo reino de Israel ( 2Re_17:5-6). Cuando fue escrito el libro de Jonás, ese imperio ya había desaparecido varios siglos antes. Pero el nombre de Nínive seguía evocando para los israelitas el colmo de la crueldad, de la violencia y de la hostilidad al Pueblo de Dios. VerNah.3.

3. Es difícil determinar con exactitud dónde estaba situada la colonia fenicia de "Tarsis". Pero este lugar tiene aquí un valor simbólico: Jonás quiere huir hasta el otro extremo del mundo, haciendo así exactamente lo contrario de lo que debe hacer un profeta. "Jope" era el puerto del Mediterráneo más cercano a Jerusalén. Ver nota Sal_48:8.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 1.1 Jonás, hijo de Amitai: Cf. 2 R 14.25.

[2] 1.2 La gran ciudad de Nínive: Era la capital de Asiria, el imperio que en el 721 a.C. destruyó el reino del norte (Israel) y envió al exilio a muchos israelitas (cf. 2 R 14.1-23). Los profetas Nahúm (1.14--3.19) y Sofonías (2.13-15) anunciaron su destrucción, hecho que tuvo lugar en el año 612 a.C. Cuando se redactó el libro de Jonás, esa ciudad era símbolo de crueldad, de violencia y de hostilidad hacia el pueblo de Dios. Cf. Nah 1.1; 2.13--3.19.

[3] 1.9 Dios del cielo: 2 Cr 36.23; Esd 1.2; 5.11; 7.12; Neh 1.4-5; 2.4; Dn 2.18-19.

[4] 1.17 Cf. Mt 12.38-40; 16.1-4; Lc 11.29-32.

Torres Amat (1825)



[5] El narrador cuenta con ironía el caso de Jonás, quien hace lo contrario de lo que debe hacer un profeta, huye en vez de obedecer, duerme cuando se espera que ore o que ayude.