Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
2. Salvación milagrosa del Profeta.
Jonas en el vientre del cetáceo (1-11).
1 Yahvé había dispuesto un pez muy grande para que tragase a Jonas, y Jonas estuvo en el vientre del pez por tres días y tres noches. 2 Desde el vientre del pez dirigió Jonas su plegaría a Yahvé, su Dios, diciendo: 3 Clamé a Yahvé en mi angustia y El me oyó. Desde el seno del Seol clamé, y tú escuchaste mi voz. 4 Echásteme a lo profundo, al seno de los mares; envolviéronme las corrientes; todas tus olas y tus ondas pasaron sobre mí. 5 Y dije: Arrojado soy de delante de tus ojos. ¿Cómo volveré a contemplar tu santo templo ? 6 Las aguas me estrecharon hasta el alma, el abismo me envolvió, las algas se enredaron a mi cabeza. 7 Había bajado ya a las bocas del hades, la región cuyos cerrojos (se echaron) sobre mí para siempre 2; pero tú, Yahvé, mi Dios, salvaste mi vida del sepulcro. 8Cuando desfallecía mi ánima, me acordé de Yahvé, y mi súplica llegó a ti, a tu santo templo. 9 Los servidores de fútiles vanidades abandonan su benevolencia. 10 Pero yo te ofreceré víctimas acompañadas de alabanzas, te cumpliré mis votos. De Yahvé es la salvación, 11 Dio Yahvé orden al pez, y éste vomitó a Jonas en la playa. Según el relato, Jonas fue tragado por un pez, sin que se especifique la naturaleza de éste. Los antiguos han pensado en un tiburón o en un cachalote, que se encuentran en el Mediterráneo. Milagrosamente, Jonas permaneció en el vientre del pez tres días y tres noches. Jesucristo alude a este relato al argumentar con los fariseos sobre su resurrección: Como Jonas estuvo tres días y tres noches en el pez, así el Hijo del hombre estará el mismo tiempo en el seno de la tierra para resucitar después.3 Jesucristo, al expresarse así, no pretende esclarecer el hecho de si realmente Jonas estuvo en el pez tres días y tres noches, sino que, conformándose a la interpretación que daban entonces sus oyentes al relato, utiliza el relato bíblico para argumentar en favor de su resurrección.
La oración de Jonas proferida en el vientre del cetáceo tiene todos los visos de ser una composición artificial, de estilo salmódico, redactada por el hagiógrafo. Es una acción de gracias por haberle librado de la muerte. Aparte de la inverosimilitud de que Jonas hubiera compuesto esta oración en el vientre del pez, hay una serie de detalles que indican el carácter convencional de la misma. Así, se supone que las
algas se enredaron en la cabeza de Jonas (v.6), como si el infortunado Jonas hubiera estado vagando por las profundidades del abismo antes de ser tragado por el cetáceo. Es fácil ver en la oración de Jonas un mosaico de citas de salmos4, lo que prueba la tardía composición del libro.
El hagiógrafo procura adaptar la oración a la supuesta situación de Jonas en medio de las olas del mar. El profeta se siente en el seno
del seol (v.3), o en peligro de muerte, cara ya a la región tenebrosa subterránea donde moran los que han dejado esta vida. Y por eso se siente
alejado de los ojos de Yahvé (v.5). El fiel israelita cifraba su máxima felicidad en asistir a las funciones litúrgicas solemnes del templo de Jerusalén; por eso ahora Jonas siente no poder
contemplar su santo templo. El infortunado profeta se considera ya
bajado a las bocas del hades (v.7), la región sin retorno, cuyos
cerrojos se echaron sobre él para no abrirse jamás 5.
Ante esta perspectiva, no cabía sino encomendarse a Yahvé para que lo salvara (v.8). Su deseo fue cumplido, y así probó su omnipotencia, que se manifiesta sólo a sus fieles, ya que los
servidores de fútiles vanidades, o ídolos, se hallan totalmente desamparados (v.8). En consecuencia, Jonas promete
víctimas y votos en acción de gracias (v.10). Tal es la hermosa plegaria puesta en boca de Jonas por el hagiógrafo para dar gracias por su liberación milagrosa. Yahvé oyó su súplica y ordenó al cetáceo que lo arrojara en la orilla del mar.
1 Así según una ingeniosa reconstrucción de Hoonacker, que lee, en vez de
Harim (montes),
Hadis (Hades), que en hebreo tiene una grafía muy similar. El TM dice literalmente: en las raíces de los montes. 2 Hoonacker, con un ligero cambio de letras, lee: La región cuyos cerrojos son
barras eternas (lee
Badey en vez de
bahady). 3 Mt 12:40(Cf.
1Sa_30:128) 4 Cf. v.3 y Sal 18(17),6; 120(119),! v.4: Sal 42(41),8; v.5: Sal 18(17),5; 69(68X2; v.8: Sal 142(141X4; I43(142),4;
Sal_5:8;
Sal_5:18(17),? 88(87X3; v.10:
Sal_50:49X14. 5 Cf.
Job_10:21.22. 6 Cf. Diodoro, II 3· 7 Herodoto, V 53. 8 El estadio griego equivalía a unos 195 metros. 9
Los LXX leen dentro de
tres días. Los números son simbólicos. 10 Jesucristo trae como ejemplo la conversión de los ninivitas (
Mat_12:41;
Lev_11:32), contraponiendo su actitud a la incredulidad de la generación de su tiempo. El valor argumentativo se salva en el supuesto de que los oyentes de Cristo interpretaran la historia del libro de Joñas como algo estrictamente histórico. Jesús, en ese caso, pudo acomodarse a su mentalidad, sin prejuzgar el hecho histórico en sí mismo.