Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
Reyes vencidos: 1) de Transjordania (12:1-6).
1
He aquí los reyes de la tierra que batió Israel, apoderándose de sus territorios, al otro lado del Jordán, a oriente, desde el torrente del Arnón hasta el monte Hermón, y todo el Araba, a oriente: 2
Seón, rey de los amorreos, residente en Hesebón; su dominio se extendía desde Aroer, a orillas del torrente del Arnón, y desde el medio de este valle, sobre la mitad de Galaad, hasta el torrente de Jacob, en la frontera de los hijos de Amón; 3
sobre el Araba hasta el mar de Queneret, a oriente, y sobre el mar del Araba, el mar de la Sal, a oriente, hacia Betjesimot, y del lado del mediodía, al pie de las pendientes del Pasga. 4
El territorio de Og, rey de Basan, de los restos de los refaím, residentes en Astarot y en Edraí. 5
Su dominio se extendía sobre la montaña de Hermón, sobre Saleja, sobre todo Basan, hasta la frontera de Garur y de Macat y hasta la mitad de Galaad, territorio de Seón, rey de Hesebón. 6
Moisés, siervo de Dios, y los hijos de Israel los batieron; y Moisés, siervo de Yahvé, dio sus territorios en heredad a los rubenitas y gaditas y a media tribu de Manases.
Antes de entrar en la segunda parte de su libro añade el autor sagrado un apéndice sobre los reyes vencidos de TransJordania y de Cisjordania. En la primera parte resume el relato del Pentateuco acerca de los dos poderosos reyes de Transjordania batidos por Moisés (
Deu_1:4;
Deu_3:8-11Deu_3:-1;
Deu_3:16-17), Seón y Og. Su territorio se extendía desde el torrente Arnón (
Num_21:13), al sur, hasta la montaña de Hermón, al norte. No se señalan sus fronteras orientales, que se pierden en la inmensidad del desierto; pero se señala, en cambio, el Araba (
Num_8:15;
Num_11:2) como frontera occidental. El territorio de ambos reyes fue entregado por Moisés a los rubenitas, gaditas y a media tribu de Manases (
Deu_3:12-17;
Deu_29:7).
2) De Cisjordania (Deu_12:7-24).
7
Reyes de la tierra que batió Josué y los hijos de Israel de este lado del Jordán, a occidente, desde Baal Gad, en el valle del Líbano, hasta la montaña desnuda que se alza hacia Seír, cuyos territorios dio Josué en heredad a las tribus de Israel, según sus familias, 8
en la montaña, en la llanura, en el Araba, en las vertientes, en el desierto, en el Negueb; de los jéteos, de los amorreos, de los cananeos, de los fereceos, de los jeveos y de los jebuseos; 9
el rey de Jericó, el rey de Hai, cerca de Betel; 10
el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, 11
el rey de Jerimot, el rey de Laquis, 12
el rey de Eglón, el rey de Guezer, 13
el rey de Dabir, el rey de Gueder, 14
el rey de Jorma, el rey de Arad, 15
el rey de Libna, el rey de Odulam, 16
el rey de Maceda, el rey de Betel, 17
el rey de Tafuaj, el rey de Ofer, 18
el rey de Afeg, el rey de Lasaron; 19
el rey de Madón, el rey de Jasor, 20
el rey de Simerón, el rey de Acsaf, 21
el rey de Tanac, el rey de Mageddo, 22
el rey de Cades, el rey de Janeam, en el Carmelo; 23
el rey de Dor, en las alturas de Dor; el rey de Goyim, junto a Guilgal; 24 el rey de Tirsa. En todo, treinta y un reyes.
Las fronteras norte y sur de Palestina iban, respectivamente, desde Baal Gad (11.16) a la montaña pelada (
Gebel Halaq),
de que habló el texto (
Deu_11:17). En otras ocasiones, para señalar los límites de Palestina se emplea la fórmula clásica desde Dan hasta Bersabé(
1Sa_3:20). Todos los reyes comprendidos dentro de estos límites habitaban, o bien en la montaña (
hahar), o en el Araba en la Sefela y a lo largo de la costa del Mediterráneo.Todos ellos fueron vencidos y entregado su territorio a los israelitas. El balance de la campaña era espléndido, por cuanto quedaban los israelitas dueños virtualmente de todo el territorio de acá del Jordán. No se había realizado el vasto programa previsto en 1:4, pero el resultado de la campaña era tal que podía pensarse en la distribución del territorio entre las tribus. Esta lista de reyes es una prueba del esquematismo histórico del libro de Josué, en el que se consignan los hechos más salientes sucedidos en los largos años (
yamim rabbim)
que duró la entrada de Israel en Canaán1.
1 Y·Yadin, Excavations at Hazor: Biblical Archaeologist, 19 (1956) 2-12; Further Light on Biblical Hazor: ibid., 20 (1957) 34-47; The third Season of Excavation at Hazor 1957: ibid., 21 (1958) 30-47; S. Yeivin, The Israelite Settlement in Galilee and the Wars with Jabín of Hazor: Mélanges Robert (París 1951) 95-104.
2 Los géneros literarios en los libros del Antiguo Testamento llamados históricos, fuera del Pentateuco: en Los, géneros literarios de la Sagrada Escritura (Barcelona 1957) 146.
3 F. M Abel, La question gabaonite et l'onomasticon: RB 43 (1936) 346-373; A. Mala-Mat, Doctrines of Causality in Hittite and biblical Historiography: a paraUell: VT 5 (1955) 1-12.
1 J. A. Knudtson, Die el-Amarna Tafeln II (Leipzig 1915) 287-289.290.
2 J. Lewy, The Sulman Temple in Jerusalem: JBL 49 (1940) 510-522.
3 A. Vanden Oudenpijn, Les fouilles de Lakis et Vétude de VAnden Testament (Friburgo de Suiza 1942); O. Tufnell M. A. Murray-d. Diringer, Lachis III (Tell ed-Duweir). The Iron Age (Oxford 1953); O. Tufnell, Lachis IV, The Bronze Age (Oxford 1958).
Josué 10
4 P. De Vregille, GaWée: Dictionnaire Arolopétíque de la Foi Catholique, II 147-102.
5 H. Lefétre, Josué et fe so eií: Revue Pratioue d'Arologétique. 4 (1007) 351-356; G. lambert Josué á la bataWede Cabaon: NoOvelleFevueThéologique, 76 (1954) 374-391; M. J. Gruenthaner, Two Sun Miracles ofthe Bible: CB 910 (1948) 271-290; A. Van Hoonacker, Das Wunder ostias: Theologie und Glaube, 5 (1913) 454-46i; Veronnet, L'arret du soleil: Revue du Clergé Frangais, 41 (1905) 585-609.
6 Delorme, l.c., 393; Sghildenberger, l.c., 140.
7 Albright, Archaeology of Palestine and the Bible: Basor 17 (1938) 78-79; The Excavations of the Beit Mirsim: Annual of the American Schools of Oriental Research (New Haven 1932-1938).
8 Véase K. Elliger, Josua in Judea: PJB 33 (1934) 47-71