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Salió Bagoas de la presencia de Holofernes, entró en la tienda de Judit y dijo: «Que esta bella esclava no se niegue a venir donde mi señor, para ser honrada en su presencia, para beber vino alegremente con nosotros y ser, en esta ocasión, como una de las hijas de los asirios que viven en el palacio de Nabucodonosor.» (Judith 12, 13) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

Times New Roman ;;

Agasajos y atenciones (12:1-4).

1 Mandó Holofernes que la alojaran en donde guardaba su vajilla de plata, y dispuso proveerle la mesa de sus propios manjares y darle a beber de su vino. 2 Pero Judit dijo: No comeré de tus manjares, pues podrían ser para mí tropiezo; comeré de lo que traigo conmigo. 3 Holofernes le contestó: Y cuando se agoten las provisiones que traes, ¿de dónde podremos traer otras semejantes para darte? Porque no hay entre nosotros ninguno de tu nación. 4 A lo que contestó Judit: Juro por tu vida, mi señor, que no consumirá tu sierva las provisiones que consigo trae antes que Dios realice por mi mano lo que tiene resuelto.

Había llegado la hora de retirarse a descansar después de una noche de ajetreo. En la tienda de Holofernes había muchos aposentos (10:20-22). Por deferencia, Judit fue alojada en la cámara de los tesoros (Vulgata), en la cual se guardaba la vajilla de plata. Se le señala una habitación con carácter permanente, porque opina Holofernes que Judit será su huésped por muchos días. Ella aceptó el alojamiento, pero rehusó los ofrecimientos que le hacía respecto de los alimentos y de la bebida para que no haya escándalo. Los manjares impuros serían un tropiezo para ella. Sabía Judit que, aun en el supuesto de comerlos inconscientemente, transgredía con ello una regla que concernía a la pureza legal, y que, por consiguiente, Dios se alejaría de ella (Dan_1:8; Tob_1:12; 2 Mac 6:18-7:2). La simple transgresión material de una prohibición era ya un pecado, una ofensa hecha a Dios.

Judit inicia su plan de vida (12:5-9).

5 La introdujeron los servidores de Holofernes en la tienda y durmió hasta medianoche; y se levantó hacia la vigilia matutina. 6 Y mandó recado a Holofernes, diciendo: Ruego a mi señor ordene que sea permitido a tu sierva salir a hacer oración. 7 Y ordenó Holofernes a los de la guardia que no la estorbasen. Permaneció tres días en el campamento, saliendo cada noche al valle de Betulia para bañarse en el agua de la fuente que estaba dentro del campamento. 8 Y en cuanto subía del baño, oraba al Señor, Dios de Israel, que encaminase sus pasos para exaltación de los hijos de su pueblo. 9 Luego que entraba limpia, permanecía en la tienda hasta que le traían la comida, a la caída de la tarde.

Los acontecimientos se suceden rápidamente; era necesario aprovechar el tiempo para cumplir su misión antes del plazo fijado para la rendición de Betulia (7:31). Judit se entrevistó con Holofernes a altas horas de la madrugada. Una vez hecha la presentación, tanto Holofernes como ella fuéronse a sus respectivas cámaras a descansar. Judit durmió hasta media noche. No se concibe que durmiera hasta esta hora y que, al despertar, mandara recado a Holofernes para que le autorizara a salir al campo. Algunos solucionan la dificuitad traduciendo el aoristo apésteilen en sentido de pluscuamperfecto: Había enviado a decir. Alega Judit motivos religiosos para salir a bañarse a aquellas horas intempestivas y en un sitio vecino a Betulia. En el v.7 se dice que salía para bañarse, y de esta manera purificarse de las impurezas que pudo haber contraído en el trato con los gentiles (Exo_30:17-21; Sal_26:6; Hec_16:13). Es curioso ver a una viuda joven y de extremada belleza deambular sola, de noche, por el campamento asirio y tomar sus baños en la fuente custodiada por cinco mil asirios (Hec_7:17). No se comprende tampoco cómo Holofernes accedió a una petición que podía poner en peligro su estrategia. Esta circunstancia del baño fue creada para realzar más el puritanismo de Judit y para facilitar el regreso de la misma a Betulia después de la muerte de Holofernes.

Bagoas el anfitrión (Hec_12:10-14).
10 Al cuarto día dio Holofernes un banquete sólo a sus servidores, sin invitar a ninguno de sus oficiales. ð Õ al eunuco Bagoas, que tenía la intendencia de todas las cosas, le dijo: Ve y persuade a esa mujer hebrea que tienes encomendada que venga acá a comer y beber con nosotros. 12 Sería vergonzoso que despidiéramos a tal mujer sin tener comercio con ella; porque, si no la conquistáramos, se iría riendo de nosotros. 13 Salió Bagoas de la presencia de Holofernes y vino a Judit, diciéndole: No vacile esta hermosa sierva en venir a mi señor, para ser honrada de él y alegrarse bebiendo vino con nosotros, haciéndose este día como una hija de los asirios que asisten en el palacio de Nabucodonosor. 14 Judit le contestó: ¿Quién soy yo para contradecir a mi señor? Todo lo que fuere grato a sus ojos lo haré con presteza, y será esto motivo de alegría para mí hasta el fin de mi vida.

Entre los antiguos orientales se encomendaba a los eunucos la custodia del harén, y no pocas veces se les conferían cargos de gran responsabilidad. A Holofernes le hastiaba la vida cenobítica de la joven judía y no veía la hora de poseerla. Buscando una ocasión propicia, pensó en celebrar un gran banquete, al cual se invitaría a Judit y a los íntimos colaboradores del general. Pudo excluir del banquete tanto a los oficiales del ejército como a los de los servicios auxiliares, y admitir tan sólo a los de su guardia personal. Judit acepta sin titubear, convencida de encontrar en este festín la ocasión propicia para acabar con Holofernes. Coincidía aquel banquete con la noche del cuarto día. Terminaba al día siguiente el plazo señalado por Ocias (Hec_7:31). Nótese que también en este libro como en el de Ester juegan un gran papel los banquetes, que deciden situaciones muy comprometidas.

En la sala del festín (Hec_12:15-20).
15 Y, levantándose, se atavió Judit con su traje y con todo su aderezo juvenil. Su sierva fue y le preparó en el suelo, enfrente de Holofernes, las pieles que para su uso cotidiano había recibido de Bagoas, para comer recostada sobre ellas. 16 Entrando Judit, se recostó. El corazón de Holofernes, fuera de sí, iba tras ella; su espíritu se turbó y abrigaba un deseo ardiente de unirse a ella. Desde el día que la vio estaba aguardando una ocasión para seducirla. 17 Díjole Holofernes: Bebe y alégrate con nosotros. 18 Y contestó Judit: Beberé, sí, señor, porque desde los días de mi nacimiento no había apreciado tanto la vida como hoy. 19 Tomó lo que la sierva le había preparado, y comió en presencia de Holofernes, 20el cual se alegró sobremanera con ella, y bebió tanto vino cuanto jamás lo había bebido desde el día que nació.

Debía Judit en este momento crucial herir el corazón de Holofernes con sus encantos juveniles. Asiste al banquete, pero, a pesar del ambiente sensual, supo mantenerse digna de su misión. Se recuesta sobre las pieles de su uso y come y bebe de lo que trajo consigo. Esta manera de instalarse en la mesa era considerada como un lujo en Israel antes del exilio (Eze_23:41). Antiguamente, los judíos se sentaban para comer (1Sa_20:24). Ester se tendió en un diván durante el banquete (Est_7:8). Holofernes se halla en el paroxismo de la pasión, que iba in crescendo, enardecida por la presencia de la hermosura de la joven (paidíske e halé). Con la pretensión de quebrantar su entereza con el vino, Holofernes la invitaba a beber, lo que hizo él copiosamente. Mientras él acariciaba el pensamiento de poseerla en breve, se alegraba ella pensando que su misión salvadora estaba para realizarse de un momento a otro. Los sendos vasos de vino que ingería Holofernes serían el principio de su ruina.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XII.

2 Iudeth will not eate of Olofernes meate. 7 She taried three dayes in the campe, and euerie night went forth to pray. 13 Bagoas doth moue her to be merry with Olofernes, 20 who for ioy of her companie drunke much.
1 Then hee commaunded to bring her in, where his plate was set, and bad that they should prepare for her of his owne meats, and that she should drinke of his owne wine.
2 And Iudeth said, [ Gen_43:32; Dan_1:8 Tob_1:11.] I will not eat thereof, lest there bee an offence: but prouision shall be made for mee of the things that I haue brought.
3 Then Olofernes said vnto her, If thy prouision should faile, howe should we giue thee the like? for there be none with vs of thy nation.
4 Then said Iudeth vnto him, As thy soule liueth, my lord, thine handemaid shall not spend those things that I haue, before the Lord worke by mine hand, the things yt he hath determined.
5 Then the seruants of Olofernes brought her into the tent, and shee slept til midnight, and she arose when it was towards the morning watch,
6 And sent to Olofernes, saying, Let my lord now command, that thine handmaid may goe forth vnto prayer.
7 Then Olofernes commaunded his guard that they should not stay her: thus she abode in the camp three dayes, and went out in the night into the valley of Bethulia, and washed her selfe in a fountaine of water by the campe.
8 And when she came out, shee besought the Lord God of Israel to direct her way, to the raising vp of the children of her people.
9 So she came in cleane, and remained in the tent, vntill shee did eate her meat at euening.
10 And in the fourth day Olofernes made a feast to his owne seruants only, and called none of the officers to the banquet.
11 Then said he to Bagoas the Eunuch, who had charge ouer all that he had: Goe now, and perswade this Ebrewe woman which is with thee, that she come vnto vs, and eate and drinke with vs.
12 For loe, it will be a shame for our person, if we shall let such a woman go, not hauing had her company: for if we draw her not vnto vs, she will laugh vs to scorne.
13 Then went Bagoas from the presence of Olofernes, and came to her, and he said, Let not this faire damosell feare to come to my lord, and to bee honoured in his presence, and drink wine, and be merry with vs, and be made this day as one of the daughters of the Assyrians, which serue in the house of Nabuchodonosor.
14 Then said Iudeth vnto him, Who am I now, that I should gainesay my lord? surely whatsoeuer pleaseth him, I will doe speedily, and it shall bee my ioy vnto the day of my death.
15 So she arose, and decked her selfe with her apparell, and all her womans attire, and her maid went and laid soft skinnes on the ground for her, ouer against Olofernes, which she had receiued of Bagoas for her daily vse, that she might sit, and eate vpon them.
16 Now when Iudeth came in, and sate downe, Olofernes his heart was rauished with her, and his minde was moued, and he desired greatly her company, for hee waited a time to deceiue her, from the day that he had seene her.
17 Then said Olofernes vnto her, Drinke now, and be merry with vs.
18 So Iudeth saide, I will drinke now my lord, because my life is magnified in me this day, more then all the dayes since I was borne.
19 Then she tooke and ate and dranke before him what her maide had prepared.
20 And Olofernes tooke great delight in her, & dranke much more wine, then he had drunke at any time in one day, since he was borne.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*8-16 Judit, que es viuda, representa la inesperada e imprevisible acción de Dios cuando, según lo narrado en Jdt 1:1-16; Jdt 2:1-28; Jdt 3:1-10; Jdt 4:1-15; Jdt 5:1-24; Jdt 6:1-21; Jdt 7:1-32, no queda ninguna esperanza. La viuda es prototipo de la debilidad y símbolo del Israel sufriente. Como en el resto de la Sagrada Escritura, la debilidad del instrumento realza la intervención de Dios.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

La noche decisiva. La noche fatal para Holofernes, noche de salvación para Judit y su pueblo, se enmarca en un banquete ofrecido por el general, ocasión para invitar a la huésped y oportunidad para poseerla. Hay un diálogo en el cual Judit, una vez más, va realizando una de las intenciones que contenía su plegaria: engañar con sus palabras. Esas palabras engañosas (12,4.14.18), únicas intervenciones de Judit, son suficientes para mantener a su enemigo tranquilo y confiado, lo demás será obra de la comida y el vino... Por su parte, Judit espera confiada.
El autor no revela aún en qué consiste el plan de la protagonista, pero ella sabe que este momento es decisivo, que es ahora o nunca que debe proceder, y se dirige al Señor interiormente para pedirle fuerzas en esta acción que, por demás, la hará famosa como irónicamente había vaticinado ya Holofernes (cfr. 11,23d). El plan de Judit se describe en 13,6-9. Con esto Judit ha cumplido una acción en la cual ha puesto en peligro su vida, pero sabe que es una acción de Dios el que haya tenido la valentía y el arrojo suficiente para hacerlo.

Torres Amat (1825)



[7] Cara, manos y pies, según el rito.