Ver contexto
Los tendréis por abominables: no comeréis su carne y tendréis sus cadáveres como abominables. (Levítico 11, 11) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

שֶׁ֖קֶץ‎(שֶׁקֶץ)

Hebrew|šˌeqeṣ|something detestable

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H8263] [v.fu.ab] [2459a]
[שקץ] [GES8221] [BDB9050] [HAL8977]

יִהְי֣וּ‎(הָיָה)

Hebrew|yihyˈû|be

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H1961] [e.bf.aa] [491]
[היה] [GES1888] [BDB2113] [HAL2109]

לָכֶ֑ם‎(לְ)

Hebrew|lāḵˈem|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

מִ‎(מִן)

Hebrew|mi|from

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4480] [m.cl.aa] [1212]
[מן] [GES4398] [BDB4898] [HAL4822]

בְּשָׂרָם֙‎(בָּשָׂר)

Hebrew|bbᵊśārˌām|flesh

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1320] [b.dj.ab] [291a]
[בשר] [GES1218] [BDB1396] [HAL1402]

לֹ֣א‎(לֹא)

Hebrew|lˈō|not

Part-of-speech: negative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3808] [l.ab.aa] [1064]
[לא] [GES3708] [BDB4137] [HAL4092]

תֹאכֵ֔לוּ‎(אָכַל)

Hebrew|ṯōḵˈēlû|eat

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H398] [a.dc.aa] [85]
[אכל] [GES389] [BDB413] [HAL428]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

אֶת‎(אֵת)

Hebrew|ʔeṯ-|[object marker]

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H853] [a.gm.aa] [186]
[את] [GES828] [BDB894] [HAL913]

נִבְלָתָ֖ם‎(נְבֵלָה)

Hebrew|nivlāṯˌām|corpse

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5038] [n.ao.ab] [1286a]
[נבלה] [GES4950] [BDB5538] [HAL5422]

תְּשַׁקֵּֽצוּ‎(NLG)

Hebrew|tᵊšaqqˈēṣû|detest

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: pi“el


[H8262] [v.fu.ac] [2459]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



11. Animales Puros e Impuros.
L os c.11-15 comprenden una serie de leyes sobre las impurezas legales. Son un paréntesis, ya que 16:1 es continuación Deu_10:20. El hagiógrafo ha colocado aquí estas leyes para hacer ver al pueblo el discernimiento que ha de haber entre las cosas y animales puros y los impuros, no sea que se exponga por su ignorancia a un castigo similar al de los dos hijos de Aarón. En 10:10 se dice que los sacerdotes deben discernir lo santo y lo profano, lo puro y lo impuro, y ahora se determina oficialmente cuál es lo puro y cuál lo contaminado. La ley de pureza se divide en cuatro partes: a) sobre los animales puros e impuros (c.11); b) sobre la mujer recién panda (c.12); c) sobre la lepra (0.13-14); d) sobre las impurezas del hombre y de la mujer (c.15).

Los Cuadrúpedos (1-8).
1Yahvé habló a Moisés y Aarón, diciendo: 2Hablad a los hijos de Israel y decidles: He aquí los animales que comeréis entre las bestias de la tierra: 3todo animal de pezuña hendida y casco partido y que rumie, lo comeréis; 4pero no comeréis los que sólo rumian o sólo tienen partida la pezuña. El camello, que rumia, pero que no tiene la pezuña partida, será inmundo para vosotros; 5el conejo, que rumia y no tiene la pezuña partida, es inmundo; 6la liebre, que es rumiante y no tiene la pezuña hendida, es inmunda; 7el cerdo, que tiene la pezuña hendida y no rumia, es inmundo para vosotros. 8No comeréis su carne ni tocaréis sus cadáveres; están inmundos para vosotros.

Puro es equivalente a limpio, y Yahvé, santo, es la fuente de santidad para cuanto a El se refiera. La santidad incluye la idea de pureza y la de trascendencia. Todo lo que de algún modo se relaciona con Dios es santo. Santa es la morada de Dios en el cielo y su santuario en la tierra; santos son los enseres de su casa, y los ministros que le sirven, y el pueblo por El elegido. De aquí la norma general del código: Sed santos, porque yo soy santo. Yo, que moro en medio de vosotros, os santifico.1 En razón de esta santidad, no sólo los sacerdotes y los demás ministros del santuario, sino también el pueblo debía someterse a numerosas observancias, con que guardaba en sí la santidad que había recibido de Dios, y que le servía para vivir separado de los otros pueblos y evitar el peligro de contaminación.
Contraria a la santidad es la impureza, que se halla sobre todo en los espíritus inmundos, y de ellos venía, según una superstición muy extendida, la impureza de muchas cosas, A cuatro capítulos se pueden reducir las cosas impuras según la mentalidad hebraica: las comidas, los cadáveres, los leprosos y todo lo concerniente a la generación humana. ..Cuál es la razón de distinción de alimentos en puros e impuros? Es difícil señalarla, ya que depende de la estimación de los contemporáneos de Moisés. No es la naturaleza misma de las cosas, que Dios, al criarlas, declaró buenas2. San Pablo afirma que todo es limpio para los limpios,3 y Jesucristo dijo que no mancha al hombre lo que entra en él (los alimentos), sino lo que sale del corazón.4 Quiere esto decir que semejante distinción de alimentos no viene del cielo, sino que nace de la tierra. La religión le imprimió luego su sello sagrado, como se lo imprimía a todas las cosas en la antigua organización teocrática de la vida.
No cabe duda que hay ciertos animales que nos causan repugnancia, y por esto nos abstenemos de comerlos; pero éstos no son los mismos en la estimación de todos. Hay quienes miran el perro como plato exquisito, mientras que otros no lo comerían sino en extrema necesidad. Igual se puede decir del cerdo, del gato, etc. No todas las carnes son igualmente digeribles, y esto puede ser otro principio de distinción. Un tercer principio para los hebreos sería, según algunos Padres, la protestación contra las supersticiones paganas. Los hebreos tendrían así por impuros los animales que para los gentiles eran sagrados. En todo caso, en esta discriminación de alimentos hay mucho de atavismo y de mentalidad popular. El legislador hebraico se amoldó a ésta al establecer la distinción entre animales puros e impuros. La lista del Levítico es larga, y no es posible identificar todos los animales señalados.
El capítulo abarca los puntos siguientes: normas sobre los cuadrúpedos (1-8), distinción de los animales acuáticos (9-12), reglas sobre la distinción de aves (13-19), distinción de insectos (20-23), impureza originada por el contacto con algún cadáver (24-40), reptiles inmundos (41-45). La división corresponde a la del relato de la creación de Gén 1.
Respecto de los cuadrúpedos se requieren dos condiciones para ser considerados puros y, por tanto, comestibles: tener el casco partido (y la pezuña hendida) y ser rumiante. Si falta una de estas dos condiciones, es inmundo. Así, pues, los comestibles son el buey, la cabra, el cordero, etc.5 Se excluyen, pues, el caballo, el perro, el asno, etc., que, aunque no podían ser comidos, podían ser utilizados para servicio del hombre. Hemos de observar que el rumiar no ha de ser juzgado científicamente, sino según la estimación popular. Así, la liebre y el conejo son considerados como rumiantes, porque mueven la boca como los rumiantes, pero no lo son en realidad, sino simples roedores. El camello es considerado inmundo, pues aunque sea rumiante y tenga la pezuña hendida, sin embargo, por debajo están como unidas las dos partes de ella. El conejo de que aquí se habla parece ser el daman, que es descrito como pequeño paquidermo de la fauna etiópica (Hyrax syricus), que no es rumiante ni roedor, de la talla de un conejo, que habita entre las rocas6. Es considerado inmundo porque no tiene la pezuña hendida, aunque aparentemente sea rumiante. Por la misma razón es excluida la liebre, que, aunque aparentemente rumiante, no tiene la pezuña hendida, aunque las uñas aparezcan separadas al exterior. El cerdo es excluido porque no es rumiante (v.7). Tácito dice que los judíos se abstenían del cerdo porque éste propaga la lepra7. Entre los griegos y babilonios era considerado como animal sagrado y, como tal, preferido para los sacrificios. Entre las poblaciones cananeas de Palestina parece que tenía este mismo carácter, pues se han descubierto muchos esqueletos de puercos en las excavaciones neolíticas del santuario de Gezer8. Algunos autores insinúan que el cerdo es considerado impuro por razones supersticiosas, pues, como anda hozando, se le ha relacionado con los espíritus malignos subterráneos. No sólo estaba prohibido comer sus carnes, sino aun tocar sus cadáveres.

Animales Acuáticos (9-12).

9He aquí los animales que entre los acuáticos comeréis: Todo cuanto tiene aletas y escamas, tanto en el mar como en los ríos, lo comeréis; 10pero abominaréis de cuanto no tiene aletas y escamas en el mar y en los ríos, de entre los animales que se mueven en el agua y de entre todos los vivientes que en ella hay,11Serán para vosotros abominación; no comeréis sus carnes y tendréis como abominación sus cadáveres. 12Todo cuanto en las aguas no tiene aletas ni escamas, lo tendréis por abominación.

Se prohiben los animales acuáticos que no tienen aletas ni escamas por su semejanza con las serpientes, como las anguilas. También aquí habrá que recurrir a ideas supersticiosas de estimación popular para establecer esta distinción entre los animales acuáticos. Los peces eran venerados por las poblaciones marinas filisteas y púnicas9.
La enumeración es prolija, y muchos de los nombres hebreos, difíciles de identificar al detalle10. No se da razón de la prohibición de comer estas aves. De hecho, pues, sólo se permiten los animales domésticos y algunos más en relación con el hombre, como las palomas.

Los Insectos (20-23).
20Todo volátil que anda sobre cuatro patas lo tendréis por abominación; 21 pero, entre los insectos alados que marchan sobre cuatro patas, comeréis aquellos que tienen más largas las de atrás para saltar sobre la tierra. 22 He aquí de entre éstos los que comeréis: toda especie de langosta: el solam, el jargol, el jagab según las especies. 23 Todo otro volátil de cuatro patas lo tendréis por inmundo, y comiéndolos os haréis inmundos.

De entre los insectos sólo se permite comer los pertenecientes a la familia de la langosta, cuya determinación específica no es fácil traducir. Era corriente entre los orientales ya desde la antigüedad comer las langostas11.

Impureza por Contacto con Cadáveres (24-40).
24Quien tocare uno de sus cadáveres se contaminará, y será inmundo hasta la tarde; 25y si tocare algo de esto muer-to, lavará sus vestiduras, y será inmundo hasta la puesta del sol. 26Todo animal que tenga pezuña, pero no partida ni rumie, será para vosotros inmundo, y quien tocare su cadáver será inmundo. 27 Los que andan sobre la planta de los pies serán para vosotros inmundos, y quien tocare su cadáver será inmundo hasta la tarde, 28y quien transportare su cadáver lavará sus vestiduras y será inmundo hasta la tarde. 29También estos animales serán para vosotros inmundos de entre los que andan por la tierra: la comadreja, el ratón y la tortuga en todas sus especies; 30el musgaño, el camaleón, la salamandra, el lagarto y el topo. 31Estos son los para vosotros inmundos entre los reptiles; quien tocare su cadáver será inmundo hasta la tarde. 32Todo objeto sobre el que cayere uno de estos cadáveres será manchado; y los utensilios de madera, vestidos, pieles, sacos, todo objeto de uso, será puesto en agua y será inmundo hasta la tarde; 33toda vasija de barro donde algo de esto caiga quedará manchada y la romperéis; 34todo alimento preparado con agua quedará manchado, y lo mismo toda bebida, cualquiera que sea el vaso que la contenga; 35todo aquello sobre lo cual caiga algo de estos cadáveres quedará manchado, y por contaminado lo tendréis. 36Las fuentes y las cisternas donde hay cantidad de agua quedarán puras, mas quien tocare el cadáver será impuro. 37Si alguno de estos cuerpos muertos cayere sobre una simiente que ha de sembrarse, la simiente quedará pura; 38pero, si se le hubiere echado agua encima y cae alguno de estos cuerpos muertos, la tendréis por manchada. 39Si muere uno de los animales cuya carne podéis comer, quien tocare el cadáver lavará sus vestidos y quedará impuro hasta la tarde. 40El que de estos cadáveres comiere, lavará sus vestidos y quedará inmundo hasta la tarde; y el que los llevare, lavará sus vestidos y será inmundo hasta la tarde.

La impureza contraída por el contacto de los cadáveres era un obstáculo para que los sacerdotes ejercieran sus funciones 12, y a los israelitas en general les impedía, so pena de excomunión de la comunidad, comer carnes de víctimas ofrecidas a Dios13. El contaminado tenía que purificarse ritualmente. La exégesis rabínica creó a propósito de esto todo un código complicado de purificaciones14.

Los Reptiles (41-45).
41Será para vosotros abominación todo reptil que repta sobre la tierra. 42No comeréis ningún animal que repta sobre la tierra, sea de los que se arrastran sobre su vientre, sea de los que marchan sobre cuatro o sobre muchas patas; los tendréis por abominación. 43No os hagáis abominables por los reptiles que reptan ni os hagáis impuros por ellos; seréis manchados por ellos. 44Porque yo soy Yahvé, vuestro Dios, vosotros os santificaréis y seréis santos, porque yo soy santo, y no os mancharéis con ninguno de los reptiles que reptan sobre la tierra. 45Pues yo soy Yahvé, que os ha sacado de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Santos seréis vosotros, porque santo soy yo.

Este verso sigue al v.23, pues trata de animales que no se han de comer. Aquí bajo el nombre de reptiles están no sólo los que se arrastran sobre su vientre, sino también los que tienen patas, como los lagartos y los gusanos. Entre los semitas había culto a ciertos animales reptiles15. Y había muchas supersticiones sobre estos animales que se esconden en la tierra en relación con los espíritus malignos subterráneos.
Después el hagiógrafo da la razón teológica de todas estas prohibiciones: Yo soy Yahvé..., os santificaréis y no os mancharéis... (v.44). El hecho de pertenecer a Dios como pueblo elegido colocaba a los israelitas en una situación de privilegio que tenía sus exigencias, ya que debían conformarse en su conducta a la santidad de Dios, que era incompatible con toda impureza material y espiritual. Cualquiera que fuera el origen popular que considerara ciertos animales como impuros, el autor sagrado insiste en el hecho de que lo son, y, por tanto, el israelita debe abstenerse de comerlos y de aun tener contacto con sus cadáveres.

Conclusión (46-47).
46Esta es la ley referente a los cuadrúpedos, las aves, todos los seres vivientes que se mueven en las aguas y todos los que reptan sobre la tierra, 47para que distingáis entre lo puro y lo impuro, entre lo que puede y no puede comerse.

El autor sagrado recapitula todo lo precedente insistiendo en la prohibición para recalcar su importancia en la vida social de Israel. Esas leyes de discriminación entre animales puros e impuros sirvieron para aislar a Israel y para salvarle de la absorción en determinados momentos críticos históricos.

1 Lev_18:45; Lev_19:2; Lev_20:26; Lev_21:6. 2 Cf. Gén c.1. 3 Tit 1:15; cf. Hec_10:15. 4 Mat_15:11. 5 cf. Deu_14:5. 6 Cf. Abel. Géog. I 221. 7 Tácito, Anajes V 4. 8 H. Vincent, Canaan p. 188.202. 9 Cf. DBV V 494. 10 Véase al detalle en Abel, Géog. I 2243. 11 Cf. A. Jaussen, Coutumes des árabes p.250; Mat_3:4; Mar_1:6. 12 Cf. Lev_22:2-8. 13 Cf. Lev_7:20. 14 Cf. Mat_15:2; Mat_23:24-25. 15 Cf. Eze_5:10.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XI.

1 What beasts may, 4 and what may not bee eaten. 9 What fishes. 13 What foules. 29 The creeping things which are vncleane.
1 And the Lord spake vnto Moses, and to Aaron, saying vnto them,
2 Speake vnto the children of Israel, saying, [ Deu_14:4; Act_10:14.] These are the beasts which ye shal eat among all the beasts that are on the earth:
3 Whatsoever parteth the hoofe, and is clouen footed, & cheweth cud among the beasts, that shall ye eate.
4 Neuerthelesse, these shall ye not eate, of them that chewe the cud, or of them that diuide the hoofe: as the camel, because hee cheweth the cud, but diuideth not the hoofe, he is vncleane vnto you.
5 And the conie, because he cheweth the cud, but diuideth not the hoofe, he is vncleane vnto you.
6 And the hare, because he cheweth the cud, but diuideth not the hoofe, he is vncleane vnto you.
7 And [ 2; Macc. 6.18.] the swine, though he diuide the hoofe, and be clouen footed, yet hee cheweth not the cud: he is vncleane to you.
8 Of their flesh shall ye not eat, and their carcase shall ye not touch: they are vncleane to you.
9 These shal ye eat, of all that are in the waters: whatsoeuer hath finnes and scales in the waters, in the seas, and in the riuers, them shall ye eate.
10 And all that haue not finnes nor scales in the seas, and in the riuers, of all that moue in the waters, and of any liuing thing which is in the waters, they shalbe an abomination vnto you:
11 They shalbe euen an abomination vnto you: ye shall not eat of their flesh, but you shall haue their carcases in abomination.

[Meates cleane, and vncleane.]

12 Whatsoeuer hath no finnes nor scales in the waters, that shalbe an abomination vnto you.
13 And these are they which ye shall haue in abomination among the foules, they shall not be eaten, they are an abomination: The Eagle, and the Ossifrage, and the Ospray,
14 And the Uulture, and the Kite, after his kinde:
15 Euery Rauen after his kinde:
16 And the Owle, and the nighthauke, & the Cuckow, and the Hawke after his kinde,
17 And the little Owle, and the Cormorant, and the great Owle,
18 And the Swanne, and the Pellicane, and the Gier-eagle,
19 And the Storke, the Heron after her kinde, and the Lapwing, and the Batte.
20 All foules that creepe, going vpon all foure, shalbe an abomination vnto you.
21 Yet these may ye eat, of euery flying creeping thing that goeth vpon all foure, which haue legges aboue their feet, to leape withall vpon the earth.
22 Euen these of them ye may eate: the Locust, after his kinde, and the Bald-locust after his kinde, and the Beetle after his kinde, and the Grassehopper after his kinde.
23 But al other flying creeping things which haue foure feet, shall be an abomination vnto you.
24 And for these ye shalbe vncleane: whosoeuer toucheth the carkasse of them, shall be vncleane vntill the euen.
25 And whosoeuer beareth ought of the carkasse of them, shall wash his clothes, & be vncleane vntill the euen.
26 The carkasses of euery beast which diuideth the hoofe, and is not clouen footed, nor cheweth the cud, are vncleane vnto you: euery one that toucheth them, shalbe vncleane.
27 And whatsoeuer goeth vpon his pawes, among all maner of beasts, that goe on all foure, those are vncleane vnto you: who so toucheth their carkasse, shall be vncleane vntill the Euen.
28 And he that beareth the carkasse of them, shall wash his clothes, and be vncleane vntill the Euen: they are vncleane vnto you.
29 These also shalbe vncleane vnto you, among the creeping things that creepe vpon the earth: the Weasell, and

[Meates cleane, and vncleane.]

the Mouse, and the Tortois, after his kinde,
30 And the Ferret, and the Cameleon, and the Lyzard, and the Snaile, and the Molle.
31 These are vncleane to you among all that creepe: whosoeuer doth touch them when they bee dead, shall be vncleane vntill the Euen.
32 And vpon whatsoeuer any of them, when they are dead, doeth fall, it shalbe vncleane, whether it be any vessel of wood, or raiment, or skinne, or sacke, whatsoeuer vessell it be, wherein any worke is done, it must be put into water, and it shall be vncleane vntill the Euen; so it shalbe cleansed.
33 And euery earthen vessel, whereinto any of them falleth, whatsoeuer is in it shall bee vncleane; and [ Lev_6:28 .] yee shall breake it.
34 Of all meat which may be eaten, that on which such water commeth, shall be vncleane: And all drinke that may be drunkein euery such vessell, shalbe vncleane.
35 And euery thing, whereupon any part of their carkasse falleth, shall be vncleane, whether it be ouen, or ranges for pots, they shalbe broken downe: for they are vncleane, and shall be vncleane vnto you.
36 Neuerthelesse, a fountaine or pit, [ Hebrew: a gathering together of waters.] wherein there is plenty of water, shalbe cleane: but that which toucheth their carkasse shalbe vncleane.
37 And if any part of their carkasse fall vpon any sowing seed which is to be sowen, it shalbe cleane:
38 But if any water be put vpon the seed, and any part of their carkasse fall thereon, it shalbe vncleane vnto you.
39 And if any beast of which ye may eat, die, he that toucheth the carkasse thereof, shall be vncleane vntill the Euen.
40 And hee that eateth of the carkasse of it, shall wash his clothes, and be vncleane vntil the Euen: he also that beareth the carkasse of it, shal wash his clothes, and bee vncleane vntill the Euen.
41 And euery creeping thing that creepeth vpon the earth, shalbe an abomination: it shall not be eaten.
42 Whatsoeuer goeth vpon the bellie, and whatsoeuer goeth vpon all foure, or whatsoeuer [ Hebrew: doth multiply feet.] hath more feet among all creeping things that creepe

[The purification of women.]

vpon the earth, them ye shall not eate, for they are an abomination.
43 Yee shall not make your [ Hebrew: soules.] selues abominable with any creeping thing that creepeth, neither shall ye make your selues vncleane with them, that ye should be defiled thereby.
44 For I am the Lord your God: yee shall therefore sanctifie your selues, and [ Lev_19:2 ; Lev_20:7 ; 1Pe_1:15 .] ye shall be holy, for I am holy: neither shall ye defile your selues with any maner of creeping thing that creepeth vpon the earth.
45 For I am the Lord that bringeth you vp out of the land of Egypt to be your God: ye shal therefore be holy, for I am holy.
46 This is the law of the beasts, and of the foule, and of euery liuing creature that moueth in the waters, and of euerie creature that creepeth vpon the earth:
47 To make a difference betweene the vncleane and the cleane, & betweene the beast that may be eaten, and the beast that may not be eaten.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Ley sobre los animales. Este capítulo puede dividirse en dos partes relacionadas entre sí: 1. Animales puros e impuros (3-23), y 2. Animales que contaminan (24-45). El título general del capítulo y el objeto de estas leyes lo podemos tomar tal cual de los versículos 46s: «Ésta es la ley sobre...». Una vez establecido el sistema sacrificial y consagrados los profesionales del culto, viene el «manual» de alimentos puros e impuros que el sacerdote debe manejar a la perfección, según lo establecido en Lev_10:10 como una de sus funciones.
Los animales se dividen en «puros» e «impuros» y se clasifican en cuatro categorías, cuyo posible criterio de clasificación parte de los miembros del movimiento, sus patas y -en parte- su régimen alimenticio: 1. Animales terrestres (2-8), 2. Acuáticos (9-12), 3. Volátiles (13-23) y 4. Reptiles (29-31.41-44). Se subraya la advertencia de que los animales impuros no sólo no se pueden comer, sino que sus cadáveres causan contaminación ritual, de ahí que de tanto en tanto se den las indicaciones para la necesaria purificación (25.27.32.35.40).
Hasta el momento no se ha ofrecido ninguna explicación convincente para estas medidas que regulan el régimen alimenticio de los israelitas, elevado aquí a carácter de norma divina. Es probable que antes de la redacción de este documento el pueblo ya rechazara en su dieta todos o parte de estos animales, en la mayoría de los casos quizá por repugnancia, de modo irracional. En algunos casos, como el cerdo, que puede transmitir enfermedades mortales al ser humano, puede haber en el fondo preocupaciones sobre la higiene o la salud, pero esta explicación no es válida en todos los casos. En definitiva, el carácter de legislación sagrada viene por el hecho de tratarse de órdenes dadas por Moisés y transmitidas a Aarón y sus descendientes de generación en generación, hasta el día de hoy.
Un rezago de estas preocupaciones por lo puro y lo impuro que probablemente creó problemas de conciencia a los primeros cristianos, en su mayoría provenientes del judaísmo, lo encontramos en forma de teología narrativa en Hch 10, donde se asume definitivamente que no hay animales ni alimentos impuros. En la nueva era imaginada por Jesús, ésta ya no es la preocupación principal, porque Dios ha declarado puro/bueno todo lo creado.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Asuntos relacionados con la comida. El reino animal se subdivide en las tres esferas principales de la historia de la creación: tierra (vv. 2-8), agua (vv. 9-12) y aire (vv. 13-23). En cada caso se dan principios generales en cuanto a lo que podía comerse y lo que debía ser tratado como inmundo o detestable (aquí la palabra es un término técnico en relación con la dieta, no un juicio sobre el animal mismo). De los animales de la tierra, sólo aquellos que tenían pezuñas partidas y masticaban la comida completamente (ya fueran rumiantes o que parecían serlo) podían comerse. Estos serían principalmente animales domesticados. Los animales que no llenaban uno u otro de estos requisitos, o ambos, no debían comerse. De las criaturas acuáticas sólo se permitía comer las que tenían aletas y escamas. Ciertas aves, la mayoría de las cuales eran animales de rapiña o carroña (es decir, que comen animales muertos), no debían comerse; tampoco los enjambres de insectos, excepto aquellos que obviamente tenían patas para saltar.

Torres Amat (1825)



[5] Los Setenta intérpretes explican esta hendidura de manera que la pezuña quede dividida en dos partes iguales, como la del buey, el ciervo, la cabra y la oveja. A diferencia de los que la tienen dividida en uñas o dedos, como el perro, el gato y otros. Los animales que no rumian simbolizan los hombres que olvidan las palabras de la sabiduría o no las meditan. La significación de los nombres de los animales de este y otros capítulos tiene muchas interpretaciones.

[10] Porque están sumergidos en el barro, símbolo de los hombres que no levantan su corazón al cielo.

[20] Como las moscas, abejas y otros.

[22] Las langostas son comestibles en muchos pueblos meridionales y orientales.

[27] Como el oso, el mono y la rana.

[30] Especie mixta de ratón y comadreja.

[44] 1 Pe 1, 16; Mat 5, 48.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*11-15 Los sacerdotes resolvían e instruían sobre los casos de pureza e impureza (Lev 10:10 s). Ejemplo de sus instrucciones son estos capítulos. Que alguien fuera «impuro» significaba que no estaba en condiciones de participar en el culto. La Morada del Dios santo, del Dios puro, fuente de salud y de vida, intolerante con todo lo sucio, nocivo y muerto, está en medio de Israel; los israelitas contaminados de impureza contaminarían, al acercarse para el culto, esa Morada; para que eso no sucediera, la santidad de Dios los destruiría.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



4. "Se abstendrán de comer": los israelitas tenían prohibido comer y ofrecer a Dios como víctimas o primicias ciertos animales considerados impuros. No se puede determinar exactamente los motivos que llevaron a calificar de impuros a esos animales. En algunos casos, la impureza parece provenir del carácter nocivo o repugnante de los mismos; en otros, de su vinculación con prácticas paganas. El cerdo, por ejemplo, era considerado animal sagrado en los cultos sirofenicios.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 11.3 Rumiantes: este término no coincide con el de las especies descritas con ese nombre por la ciencia actual, pues se aplicaba a diversos animales que comían hierba.

[2] 11.20-23 En estos cuatro vv. hemos traducido por y camine una expresión hebrea que significa, literalmente, y camine sobre cuatro patas.