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Él les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?» (Lucas 2, 49) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Capitulo 2.

Nacimiento de Cristo, 2:1-7.
1 Aconteció, pues, en los días aquellos, que salió un edicto de Cesar Augusto para que se empadronase todo el mundo. 2 Fue este empadronamiento primero que el del gobernador de Siria, Girino. 3 E iban todos a empadronarse, cada uno en su ciudad. 4 José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y de la familia de David, 5 para empadronarse, con María, su esposa, que estaba encinta. 6 Estando allí se cumplieron los días de su parto, 7 y dio a luz a su hijo primogénito, y le envolvió en pañales, y le acostó en un pesebre, por no haber sitio para ellos en el mesón.

El nacimiento de Cristo en Belén tiene una circunstancia humana inmediata. Cesar Augusto dio un edicto para que todo el mundo, es decir, el ecumenismo romano, se empadronase. De Augusto se conocen varios censos parciales y tres totales. Uno de éstos fue el 746 de Roma, que corresponde a unos ocho años antes de la fecha actual del nacimiento de Cristo 1.
Este empadronamiento crea una dificultad clásica. Se dice de él que fue el primero (????? ??????? ), siendo gobernador de Siria Quirino. Josefo dice que Quirino fue gobernador de Siria del 6 al 12 después de Cristo, y que el 6 d. de C. hizo un censo de Judea 2. Pero el empadronamiento bajo el cual nace Cristo, se hace siendo rey Herodes el Grande. Y no consta que Quirino fuese también prefecto de Siria reinando Herodes.
Además, Tertuliano parece excluirlo, pues dice, tomando los datos de los archivos de la Iglesia romana, que este censo se hizo siendo prefecto de Siria Sentio Saturnino (9 a 6) 3.
Para solucionar esta dificultad se han propuesto varias soluciones:
1) Quirino, sobre el año 9, dio principio al empadronamiento que llevó a cabo Sentio Saturnino (9 a 6 a. C.)· Pero no consta positivamente de otra prefectura de Quirino, y habría además que adelantar acaso demasiado la fecha del nacimiento de Cristo.
2) Se sabe que se simultaneaban a veces los legados imperiales en la misma región. Así, el 73 d. C. había en áfrica un legado al frente de las tropas y otro tenía la misión de hacer el censo. Cabría suponer una simple legación de Quirino simultaneada con la de Saturnino.
3) Siendo Quirino prefecto de Siria, Aemilius Secundus, duxmilitum, hizo por mandato de Quirino el censo de Apamea y combatió a los itureos del monte Líbano. Los legados tenían frecuentemente adscritos como epítropos (procuratores) otros sujetos. Hay varios casos. Cabría que hubiese sucedido esto con uno de los prefectos de Siria que hubiese tenido adscrito a Quirino, ya que la frase (????????????? ) puede tener cierta amplitud 4. De hecho, del 10 al 6 a. C. estuvo en Oriente en una campaña en Cilicia.
4) Otra interpretación que parece lógica es la de dar al numeral primero el sentido de antes (????? ), como lo tiene en muchos casos. Así, el sentido de la frase es: que este empadronamiento, bajo el que nace Cristo, es anterior al que hizo el año 6 d.C. Quirino, siendo gobernador de Siria. Este censo fue sumamente famoso por las revueltas que hubo en Judea con su motivo. Y de él, por lo mismo, se hacen eco los Hechos de los Apóstoles (5:37) 5. Sería preciso diferenciar bien estos censos, y hacer ver en qué relación estaba éste, bajo el que nace Cristo, con el otro, tan famoso en Judea.
Como Roma solía respetar las costumbres locales, este empadronamiento se hace al modo judío, yendo a censarse al lugar de origen. Por eso José, que era de la casa de David, sube a Belén, unos 140 kms.5 ,.lugar originario de la familia davídica. El texto dice que por ser de la casa y familia de David. La frase puede ser simplemente un pleonasmo, para indicar que José era verdaderamente de esta estirpe, o acaso por proceder estos informes de fuentes literariamente distintas. Algunos entendieron casa como equivalente a tribu, y por familia el ser de la misma estirpe davídica.
Para ello sube, frase consagrada para ir de un lugar de Palestina a Jerusalén o cercanías de ésta, ya que topográficamente es siempre una subida. Pero va a empadronarse con María, su esposa (??????? ),.Gramaticalmente, la frase es dudosa: sea que sube para que se empadrone también María, máxime si era hija única y heredera, o simplemente que María le acompaña, pues se ve que pensaban abandonar definitivamente Nazaret (Mat_2:23) 6. Pero el primer caso también estaba en las costumbres, como se ve por el decreto censal del prefecto de Egipto, Cayo Vibio Máximo, en 104 d. C., en el que las mujeres casadas tenían que presentarse también en su lugar de origen. Y María era de la casa de David 6. Por eso, si el verbo ???????? puede significar desposar o casar, es el contexto, aquí casada, el que decide. Si María hubiera sido entonces sólo la. prometida (contra Mat_1:24), hubiera supuesto una clara violación de las buenas costumbres el hecho de emprender juntos el viaje a Belén y convivir allí (José) con ella (Schmid).
Y estando en Belén (Bethlehem: casa de pan, por su fertilidad agrícola) sucedió el nacimiento de Cristo. Es notable la sobriedad con que lo describe el Evangelista.
Dio a luz a su hijo primogénito (?????????? ). El poner primogénito, siendo Cristo unigénito, nada dice en relación a la perpetua virginidad de María. Es término legal, con el que Lc prepara la escena de la presentación en el Templo. En un principio eran los primogénitos los que ejercían el sacerdocio. Pero, cuando este privilegio se adjudicó a la tribu de Leví, quedó la obligación de rescatar, simbólicamente, a los primogénitos (Num_3:12-13; Num_18:15-16; cf. Exo_13:2; Exo_24:19). En 1922 se descubrió en Egipto una estela sepulcral en Tell el-Yeduieh, del año 5 a. C. En ella se dice que una judía de la Diáspora, llamada Arsinoe, murió entre los dolores maternos al dar a luz a su hijo primogénito. 7 Como se ve, el término primogénito no se dice por relación a otros hijos, sino por el sentido legal de la expresión.
Lo fajó (???????????? ) y le acostó en un pesebre. Este debió de ser como los que se utilizan en las grutas de Belén. Unas piedras apiladas junto a la pared, y en cuyo recipiente se echa forraje para los terneros y ganados. Allí fue acostado el Hijo de Dios. El hecho de que ella misma lo faje y atienda podría incluso ser un índice, muchos lo piensan así, del milagroso parto virginal indoloro. Este hecho de fajarlo prepara el signo de la escena de los pastores. Pero el motivo que se da para recostarlo allí, es que no había sitio para ellos en el mesón (?????????? ) Este mesón (???????? ) corresponde al actual tipo de khan, un patio cuadrangular, a cielo descubierto; en el centro se deposita el bagaje, y en los cobertizos se acomodan los viajeros. Por eso es extraño que no hubiese sitio para ellos, ya que en Oriente la hospitalidad es sagrada, máxime para una mujer que acusaba los signos de próxima maternidad. Además no es creíble que todos los descendientes de David coincidiesen para empadronarse en aquellos mismos días, ya que el empadronamiento podía durar hasta más de dos años 8. Ni sería improbable que hubiese familiares que le ofreciesen allí hospedaje. Ni es creíble (Gaechter) que María fuese rechazada de todas partes por impurificar legalmente todo lo que tocaba después que diese a luz. Por encima de todo esto está la ley natural de convivencia social, más que sagrada en Oriente, máxime ante el caso de parientes, en el momento de su maternidad. Hecho que no contaba en los alumbramientos en el hogar. Todo esto hace ver que el motivo es otro. Se piensa en la pobreza. Esta era una realidad, y con riqueza hubiesen obtenido un hospedaje adecuado. Por eso, la frase no había lugar para ellos debe de tener un valor enfático. Eran razones de pureza exquisita. María no podía evitar en su parto las asistencias que otras mujeres le iban a prestar. Y esto es lo que desea evitar. Si no es que sabía que su parto iba a ser virginal, por lo que esta reserva se imponía por un doble motivo 8.
La localización del lugar del nacimiento de Cristo está arqueológicamente bien lograda. Ya habla de ella San Justino, nacido sobre el año 100 en Palestina, señalándola y llamándola cueva (???????? ). El emperador Adriano, para profanarlo, instaló un bosquecillo sacrílego. Y con ello vino a lograr la perpetuidad de su identificación 9.
Cristo debió de nacer en la noche, pues se ve relación entre el anuncio del ángel a los pastores y el nacimiento del Niño. En cuanto a la fecha, hay un error en el cálculo. El monje escita Dionisio el Exiguo (t 544), basándose en la plenitud de los tiempos, que dice San Pablo de la venida de Cristo (Gal_3:19), dividió la cronología de la Historia universal en dos épocas: antes y después del nacimiento de Cristo. Y fijó éste en el año 754 de la fundación de Roma. Pero por Josefo se sabe que Herodes murió en la Pascua del año 750 10. Y Cristo nació bajo Herodes. Es ya un error de unos cuatro años. Pero como, en la escena de los Magos, Herodes, teniendo en cuenta la fecha del nacimiento de Cristo, da orden de matar a todos los niños de dos años para abajo, y, sobre todo, no muestra señales de su grave y larga enfermedad que lo alejó de Jerusalén; habrá que suponer aún unos dos años antes o más. Por eso, la fecha del nacimiento de Cristo debe de estar entre el 747 y 749 de la fundación de Roma. Sobre unos seis años de la fecha actualmente fijada.
En Oriente se fijaba esta fecha el 20 de mayo, el 20 de abril o 17 de noviembre (Clemente R.). Pero llegó a prevalecer el 6 de enero la fiesta de las Epifanías (manifestaciones) del Señor: conmemoración de su nacimiento, Magos y el bautismo. Esto vino a ser bastante general en el siglo IV. Las iglesias de Occidente no conocían en un principio la fiesta de las Epifanías, aunque se va introduciendo posteriormente. Pero en 336, en la Depositio Martyrum filocaliana, se cita la Navidad de Cristo en 25 de diciembre (VII Callan.). ¿Por qué Roma fijó esta fecha? Aún no se sabe.
Como hipótesis muy probable, dentro de la pedagogía de la Iglesia primitiva para desarraigar los restos paganos 11, está que el 25 de diciembre se celebraba la fiesta pagana Natalis Invicti, del Sol que nace. Son los cultos de Mitra, que tanto influjo tuvieron en aquella época. Así se sustituiría esta festividad pagana del Sol por la de Cristo, como luz del mundo. En Roma, en ocasión parecida, para desarraigar las fiestas paganas robigalia, del 25 de abril, se sustituyó el cortejo que iba al puente Milvio por un cortejo cristiano que iba al Vaticano, para celebrar la misa en el sepulcro del Apóstol 12.

Los pastores,Gal_2:8-20.
8 Había en la región unos pastores que moraban en el campo y estaban velando las vigilias de la noche sobre su rebaño. 9 Se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió con su luz, y quedaron sobrecogidos de temor. 10 Díjoles el ángel: No temáis, os anuncio una gran alegría que es para todo el pueblo: 11 Os ha nacido hoy un Salvador, que es el Cristo Señor, en la ciudad de David. 12 Esto tendréis por señal: encontraréis al Niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. 13 Al instante se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, alabando a Dios, diciendo: 14 Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. 15 Así que los ángeles se fueron al cielo, se dijeron los pastores unos a otros: Vamos a Belén a ver esto que el Señor nos ha anunciado. 16 Fueron con presteza y encontraron a María, a José y al Niño acostado en un pesebre, 17 y viéndole, contaron lo que se les había dicho acerca del Niño. 18 Y cuantos les oían se maravillaban de lo que decían los pastores. 19 María guardaba todo esto y lo meditaba en su corazón. 20 Los pastores se volvieron alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían oído y visto, según se les había dicho.

Belén se llamaba antes Efrata, la fértil, y Bethlehem, casa de pan, por sus cereales. La pequeña ciudad es un oasis en aquella región desértica.
Había allí unos pastores acampados (???????????? ), que guardaban sus ganados de ladrones y animales de rapiña. El texto dice que estaban velando las vigilias de la noche sobre sus rebaños. Al modo militar, los judíos dividían la noche en cuatro vigilias.
Estos pastores no eran de Belén, sino trashumantes, ya que los ganados de las gentes de los pueblos los volvían a la noche a sus establos 13, mientras que los de los trashumantes suelen estar allí hasta las primeras lluvias, que pueden venir de mediados de noviembre a mediados de enero. La temperatura puede ser suave. El 26 de diciembre de 1912 había, a la sombra, 26° sobre cero 14.
Los pastores no gozaban de buena fama, pues se los tenía por ladrones 1S. Un fariseo temería comprarles lana o leche por temor a que proviniesen del robo. Pero, si éste era el concepto, real o ficticio, debía de haber también entre ellos almas sencillas, como las de estos pastores.
Inesperadamente, se les apareció un ángel del Señor. La frase griega usada (?????? ) indicaría que el ángel quedó cercano a ellos, pero suspendido en el aire.
Al mismo tiempo, el evangelista dice que la gloria del Señor (???? ?????? ) los rodeó iluminándolos (????????? ). Es una teofanía. Alude a la presencia de Dios en el tabernáculo, sensibilizada en forma de una nube (Exo_16:10-20; Num_14:10) o de fuego (Exo_24:17). Por eso aparece aquí, en la noche, luminosa (Mat_17:5). Al rodearlos de su luz, es por lo que temieron grandemente. Era el temor ante la presencia de Dios, que así acreditaba al ángel y su anuncio: el hallarse encarnado en Belén.
El anuncio del ángel es el Evangelio: la Buena Nueva (????????????? ). Es la palabra que se usa en los Setenta para comunicar dichas, y, sobre todo, la Buena Nueva mesiánica. Les anuncia a ellos esta nueva, pero es para todo el pueblo. El pueblo que aquí se considera es directamente Israel. Es el vocabulario del A.T., y el pueblo a quien se había prometido que en él nacería el Mesías.
Hoy os ha nacido en la ciudad de David, Belén, donde según Miqueas (Mat_5:2), había de nacer el Mesías, un niño, que lo va a describir con los siguientes rasgos; es:
Un Salvador (????? ). Aunque va sin artículo, está referido a Cristo. Es el Salvador, pues, por antonomasia. Es la traducción conceptual griega de Jesús: Yahvé salva. Este título sólo es usado por Lc para aplicarlo a Cristo. Salvador/salvación es uno de los temas principales de Lc. Es el único de los sinópticos que emplea este título y el concepto de sotería. Utiliza el verbo salvar (???? ) treinta veces en el evangelio y Actos: más que Mt y Mc juntos 15. En el A.T. generalmente se aplica sólo a Dios, sobre todo en los Salmos y Profetas, aunque puede aplicarse en algún sentido a aquellos a quienes Dios confía una misión liberadora (Jue_3:9-15). Este nombre responde al uso de las dinastías griegas, que tomaban este nombre acompañado de la apoteosis. También se llamaban así los dioses gentiles en la época helenística, y a los héroes de la República 16. Pero ya dentro del judaísmo, en la literatura mesiánica, es título que se reserva a Dios. En los Hechos de los Apóstoles tiene también sentido divino (Jue_3:15). San Pablo también lo usa en este sentido (Efe_5:23; Flp_3:20), como se ve en los contextos. Después que Lc relata la anunciación, en la que dice que el Mesías se llamará Jesús Salvador y expresando en aquel pasaje su divinidad (v.35b; cf. v.17), esta expresión está evocando también la divinidad. Y para precisar bien quién sea, se lo identifica:
Es el Cristo (??????? ), es decir, el Ungido, el Mesías. Y este Cristo es el Señor (?????? ). Se duda si es original o una posible glosa cristiana, por ser la única vez se dice que salen unidos así estos nombres en el ? . ? . Lo cual, en el fondo, tampoco es cierto (Hec_2:36). Por eso querían algunos entenderlo por el Cristo del Señor (v.26). Pero críticamente la lectura primera es cierta. En la época helenística se ponía este nombre delante de los emperadores divinizados. San Pablo lo usa frecuentemente como expresión de la divinidad de Cristo. Era la palabra con que en el A.T. se traducía el nombre de Yahvé 17. Su aplicación ahora a Cristo por el procedimiento de traslación hace ver su divinidad. San Pablo, en Filipenses, después de decir que Cristo es Dios, lo proclama, en síntesis, como el ?????? (Hec_2:11). Es la expresión con la que la primitiva comunidad cristiana profesaba la divinidad de Cristo 18. San Pedro, después de decir de El que está sentado en los cielos a la diestra de Dios, dice que Dios lo hizo Señor y Cristo (Hec_2:34-36) 19.
Los pastores comprendieron que el Mesías había llegado. Los pobres son evangelizados. Y se les dio una señal para encontrarlo. Era necesidad, pero era garantía. Es la descripción que antes hizo: un niño fajado y reclinado en un pesebre. El signo es frecuentemente usado en la Biblia. El signo no es para que encuentren al Niño, sino para garantía de la comunicación sobrenatural (Exo_3:12). Posiblemente hubo otras indicaciones para señalarles el lugar donde se hallaba. Pero ya esto era suficiente. El Mesías no había nacido en un palacio, ni con el esplendor humano y pompa esperados. Y el hecho de estar reclinado en un pesebre les indicaba que no había que buscarlo entre gentes de Belén, ya que allí habría nacido en su casa. Acaso supieron de esta familia llegada hacía poco, y ella con los signos de la maternidad, a la que acaso habían visto y sabían que se guardaban en una gruta; allí podían encaminarse.
Terminado el anuncio del ángel, se juntó con él, allí en el campo de los pastores, una multitud del ejército celestial, es decir, de ángeles. Ya en el libro de Daniel (Exo_7:10) se habla de una multitud casi infinita de ellos, lo mismo que aparecen en la Escritura alabando a Dios (Sal_148:2; Job_38:7). Todo este coro entona allí una alabanza a Dios, diciendo:

Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad.

Discuten los autores sobre la división de este cántico. Para algunos tiene tres miembros:

Gloria a Dios en las alturas,
en la tierra paz,
buena voluntad a los hombres (de parte de Dios).

Por crítica textual se impone la primera lectura, ya que la expresión buena voluntad (???????? ) está en genitivo en los mejores códices 20, lo que supone afectar a hombres. Además, haría falta la conjunción (??? ) en los dos miembros últimos, o que faltase al comienzo del segundo. Lo mismo que la buena voluntad (???????? ) después de hombres afecta a éstos, y debe entenderse de un sentimiento humano, según el sentido más ordinario de un genitivo de cualidad; si se refiriese a Dios (la buena voluntad que Dios causase en los humanos), hubiese sido preciso añadir ????? 21. Por eso no parece probable la hipótesis de Vogt, basada en los documentos de Qumrán, según la cual esta buena voluntad sería la de Dios sobre los seres humanos que El ha elegido 22.
Al menos tal como está en el texto. Si el substractum es otro, cabría. Se puede percibir en este dístico un terceto, pues se ven las contraposiciones: gloria-paz / en las alturas en la tierra / Dios-hombres. Si ei substractum fuese paz a los hombres, entonces éste sería:

Gloria / a Dios / en las alturas
Paz /.../ en la tierra
/.../ a los hombres.

En lo que hay que suponer algo en la frase Paz ... en la tierra. Y en a los hombres hay que suponer que esta ??????? es de Dios a ellos. ¿Quiénes son éstos? Los del beneplácito divino: su pueblo, Israel. ¿Acaso se modificó en la versión griega esto por razón del tema universalista de Lc?
El sentido del cántico es la glorificación que tiene Dios 23, que se lo supone viviendo en el cielo, al comenzar la obra redentora, con el Mesías en la tierra, y por lo cual se sigue la paz, que para el judío es la suma de todos los bienes 24, y aquí es la suma de todos los bienes mesiánicos, que se van a dispensar a los hombres de buena voluntad. 25 para aquellos que van a tomar partido por Cristo cuando aparezca en su vida pública, como señal de contradicción.
Los pastores fueron con presteza 26. A media hora de camino estaba Belén. El signo se cumple al encontrar lo que los ángeles les anunciaron. Los pastores, aquellos días fuertemente impresionados, lo divulgaron, y la gente se maravilló. ¿Los creyeron? ¿Cómo compaginar aquel relato con la creencia de un Mesías de padres desconocidos y presentado ostentosamente por el profeta Elías? Los pastores glorificaron a Dios por la obra que les hizo. ¿Acaso fueron de los primeros cristianos? ¿O fue una impresión que se desvaneció con el tiempo al volver a sus lugares? (cf. Mar_5:19-20).
Lc, en todo caso, destaca la firmeza de todas estas cosas en el corazón de María, confrontándolas, (??????????? ) comparándolas, meditándolas. Era María que observaba, admirada, el modo como Dios iba preparando y realizando la obra de su Hijo, el Mesías.

La circuncisión,Mar_2:21.
21 Cuando se hubieron cumplido los ocho días para circuncidar al Niño, le dieron por nombre Jesús, impuesto por el ángel antes de ser concebido en el seno.

La circuncisión era el signo de incorporación al pueblo de Israel 27. Tenía lugar al octavo día del nacimiento y dispensaba el reposo sabático 28. El rito no era de oficio sacerdotal y podía realizarlo cualquier persona (Exo_5:25; 1Ma_1:63; 2Ma_4:16). Podía realizarse en casa o en la sinagoga, ante diez testigos. Al hacerse la circuncisión se pronunciaba una fórmula, ya hecha, de bendición a Dios 29. En la época neotestamentaria solía imponerse en este día el nombre al niño (Gen_17:5-15). Era la incorporación real y nominal a Israel 30. José, de acuerdo con María, debió de ser el que le impuso el nombre. Ya el ángel lo había anunciado. Y se le llamó Jesús, forma apocopada de Yehoshúa: Yahvé salva. Era la misión salvadora que tenía (Mat_1:21). Y con la dolorosa circuncisión, Cristo derramó ya la primera sangre redentora.

Presentación y purificación en el templo,Mat_2:22-40.
22 Así que se cumplieron los días de la purificación, conforme a la ley de Moisés, le llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, 23 según está escrito en la ley del Señor que todo varón primogénito sea consagrado al Señor, 24 y para ofrecer en sacrificio, según la ley del Señor, un par de tórtolas o dos pichones. 25 Había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, justo y piadoso, que esperaba la Consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba en él. 26 Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Cristo del Señor. 27 Movido del Espíritu Santo, vino al templo, y al entrar los padres con el Niño Jesús, para cumplir lo que prescribe la ley sobre él,28 Simeón le tomó en sus brazos, y, bendiciendo a Dios, dijo: 29 Ahora, Señor, puedes dejar ir a tu siervo en paz, según tu palabra; 30 porque han visto mis ojos tu Salud, 31 la que has preparado ante la faz de todos los pueblos, 32 luz para iluminación de las gentes, y gloria de tu pueblo, Israel. 33 Su padre y su madre estaban maravillados de las cosas que se decían de El. 34 Simeón los bendijo, y dijo a María, su Madre: Puesto está para caída y levantamiento de muchos en Israel y para blanco de contradicción; 3S y una espada atravesará tu alma, para que se descubran los pensamientos de muchos corazones. 36 Había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, muy avanzada en años; casada en los días de su adolescencia, vivió siete años con su marido, 37 y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro. No se apartaba del templo, sirviendo con ayunos y oraciones noche y día. 38 Como viniese en aquella misma hora, alabó también a Dios, y hablaba de El a cuantos esperaban la redención de Jerusalén. 39 Cumplidas todas las cosas según la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a la ciudad de Nazaret. 40 El Niño crecía y se fortalecía lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba en El.

Según la Ley, la madre que daba a luz quedaba legalmente impura por cuarenta días si lo nacido era hijo, y ochenta si era hija (Lev_12:28). No podía en este tiempo tomar parte en los actos religiosos públicos. Cumplido este período, debía ir al templo y, en el atrio de las mujeres, recibir la declaración de estar legalmente pura, por el sacerdote de turno. Por su purificación debía ofrecer un cordero de un año y una tórtola o paloma; pero, si era pobre, se podía sustituir el cordero por una paloma o una tórtola (Lev_12:8). Este es el caso de María; era pobre 31. Estas ofrendas, una era sacrificada en holocausto de adoración, y la otra por el pecado (Lev_12:6-8; Lev_5:7-10). Este no es pecado mortal, sinolegal, por el hecho del alumbramiento (Lev_12:5; ct. Lev 5:1ss.) en donde se habla de estos sacrificios de expiación por haber transgredido algo prohibido legalmente (ritualmente), v.g. tocar un cadáver o un reptil prohibido, y si lo hiciese incluso sin darse cuenta (Lev_5:2.4) confesará su pecado (Lev_5:4-5).
Aunque no era obligatorio, María aprovechó para llevar consigo al Niño y hacer que José, seguramente, pagase allí el rescate por el mismo, consistente en cinco siclos. Como en un principio los primogénitos estaban destinados al culto (Exo_13:2.12.15), cuando más tarde se sustituyó este sacerdocio por la tribu de Leví (Num_3:12ss; Num_18:2ss), quedó establecido el simbólico rescate de estos primogénitos (Num_18:15.16). Para ello no hacía falta ir al templo. Nada había legislado sobre esto. Bastaba pagar los cinco siclos de plata, después del mes (Num_18:16), a un sacerdote del distrito, excepto si se tenía alguna deformidad corporal legal. 32
Pero el texto, para indicar esta purificación, pone textualmente: Así que se cumplieron los días de la purificación de ellos (????? ). ¿? qué se refiere este plural? Aunque se dice que sus padres le llevaron a Jerusalén, los que están en situación son el Niño, al que hay que rescatar, y su madre, que va a obtener la declaración legal de su purificación. Por eso, el plural para la purificación de ellos se ha de referir a ambos. Ya Lc, para hablar de la purificación de María, no usa la palabra que usan los Setenta como término técnico para esto (???????? ), sino otra (????????? ), que tiene mucha mayor amplitud. Por eso, con ella quiere abarcar tanto la purificación de María como el rescate del Niño como primogénito. 33
El término usado para presentarlo (?????????? ) al Señor es término usado en los actos culturales, sacrificiales; término litúrgico-sacerdotal para llevar las víctimas al altar.
Lc presenta en escena un hombre 34 santo: justo (??????? ), que cumplía los preceptos de Dios, y piadoso (??????? ), hombre de fe viva, religioso. Estos adjetivos acusan esmero por cumplir los deberes morales (cf. Hec_22:12). Vivía en Jerusalén, y se llamaba Simeón, nombre usual judío. Era un hombre que debía de pertenecer a los círculos religiosos jerosolimitanos, que animaban su esperanza con la próxima venida del Mesías, tan acentuada por entonces en aquel medio ambiente. El Espíritu Santo estaba sobre él (? '????? ): gozaba de carismas sobrenaturales. Debía de ser de edad avanzada. Y tenía la promesa del Espíritu Santo el texto griego pone ??????????????? , hebraísmo que lo mismo puede significar responder que recibir una comunicación de que no moriría sin haber visto al Cristo del Señor, al Mesías, es decir, la consolación de Israel, que él esperaba 35.
Impulsado por el Espíritu, vino al templo cuando los padres traían al Niño. Nada se dice, como en los apócrifos, de que fuese sacerdote. Era un hombre santo, que gozaba de carismas. Y tomándolo en sus brazos, bendijo a Dios con el cántico Nunc dimittis 36.
Los rabinos tomaban a los niños en brazos para bendecirlos (Strack-B. 11:131).
Conforme a la revelación tenida, Simeón ha visto al Mesías. Su vida sólo aspiró a esto: a gozar de su venida y visión, que era el ansia máxima para un israelita. Por eso lo puede dejar ya ir en paz, es decir, con el gozo del mesianismo, en el que estaban todos los bienes cifrados. El Mesías es tu salvación (?? ???????? ??? ), la que Dios envía: Jesús (Isa_40:5).
Pero este Mesías tiene dos características: es un Salvador universal: para todos los pueblos; es el mesianismo profético y abrahámico; y es un mesianismo espiritual, no de conquistas políticas, sino luz para iluminar a las gentes en su verdad. Pero siempre quedaba un legítimo orgullo nacional: el Mesías sería siempre gloria de tu pueblo, Israel, de donde ha salido. También San Pablo, en Romanos, mantendrá este privilegio de Israel 37.
Sus padres se maravillaron ante esto. Era la admiración ante el modo como Dios iba revelando el misterio del Niño, y la obra que venía a realizar. De nadie sino del Espíritu le podía venir este conocimiento profético.
Simeón los bendijo. Con alguna fórmula, invocó la bendición de Dios sobre ellos. No es extraño este sentido de bendición en un anciano y un profeta. Pero, dirigiéndose especialmente a su madre, le dijo proféticamente: el Niño está puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel. Pensaron muchos autores que aludiría aquí a la piedra isayana de tropiezo para Israel (Isa_8:14, Isa_28:16). Pero aquí se habla también del levantamiento de muchos en Israel. Va a ser signo (Isa_8:18) de contradicción. La vida de Cristo ha sido esto: desde tenerlo por endemoniado hasta confesarlo por Mesías. Como dirá San Pablo, su doctrina fue escándalo para los judíos (1Co_1:23) 38.
El v.34c es, sin duda, un paréntesis. El v.34d se entronca con la finalidad que va a seguirse de esa contradicción de Cristo: que se descubran los pensamientos de muchos corazones. Habrá de tomarse partido por El o contra El: hay que abrir el alma ante la misión de Cristo.
De todo ello se va a seguir para su madre algo muy trágico: Una espada de dolor atravesará tu alma. No será sólo para ella el dolor de una madre por la persecución, calumnia y muerte de su hijo. En el texto debe de haber más. ¿Por qué no se dirige a San José (Luc_2:27; cf. v.33.48), que, sin duda, está allí presente, pues Simeón los bendijo, y dijo a María (v.34.35), y también ha de sufrir luego, cuando el Niño se quede en el templo? También a él le debería afectar el dolor paterno de Cristo. El Evangelista, después del plano en que presentó en el evangelio a María, esta profecía, dirigida personal y exclusivamente a ella, debe de tener un mayor contenido. Se diría que se ve a la Madre especialmente unida al Hijo en esta obra. ¿No podría pensarse que el concepto de la maternidad espiritual de María, que Jn consignará en su evangelio (Jua_19:26-27), y que había de estar divulgado en los círculos joanneos, y por ellos a su vez divulgada con contactos en el ambiente literario de Lc , se intentaba reflejar en este anuncio la compasión maternal de María? Si María es presentada en estos capítulos de Lc como la Hija de Sión, entonces lleva dentro de sí el destino espiritual de su pueblo, destacándose aquí el dolor de sus entrañas por lo que significaba Cristo, signo de contradicción. Se expondrá esto en Jua_19:26-27.
Lc también cita en esta escena a una profetisa, es decir, mujer inspirada por el Espíritu Santo (Exo_15:20; Jue 4; 2Re_22:14). Se llamaba Ana. Y da una nota genealógica sobre ella, lo que indica su tradición histórica. Después de siete años, mantuvo siempre su viudez, hasta los ochenta y cuatro. Su vida estaba totalmente dedicada a Dios: no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con oración y ayuno. Moriría a los 104 años, teniendo en cuenta la época ambiental de casarse, los años que estuvo casada y los de su viudez (cf. Jdt_16:23). Esta viudez religiosa estaba en gran estima, tanto en Israel (Strack-B. II, 141) como en el cristianismo primitivo (1Ti_5:9ss).
También esta mujer se encontraba en el templo en esta hora. La frecuencia con que asistía a él, sin ser necesario interpretarlo de tener su morada en alguna cámara del mismo, no explica, en la perspectiva de Lc, este encuentro providencial. También ella tuvo revelación de aquel Niño y de su misión mesiánica. Este encuentro le hizo alabar a Dios por el privilegio incomparable de encontrarse en la presencia del Mesías, y hablaba (????? ) de este Niño a cuantos esperaban la redención de Jerusalén (Isa_52:9; Isa_40:2). Jerusalén está por Israel, como capital. El vocabulario hace pensar directamente en una liberación de la opresión herodiana y romana, pero por obra de este Niño Mesías. En el fondo late el mesianismo espiritual, ya que esta opresión es por castigo a la conducta moral de Israel, y la liberación es por obra del Mesías, ejerciendo una purificación. Es ya tema-eje en el A.T. En Jerusalén debía de haber no sólo almas aisladas con estas aspiraciones, sino círculos en los que se cultivaban y activaban estas esperanzas. La obra apostólico-mesiánica de Ana no se debe de referir sólo al momento del encuentro, sino que hablaba de ello a todas estas personas y círculos en otros momentos. Simeón y Ana son representantes del resto fiel de Israel: a caso eran anawim.
El relato termina diciendo que, cumplidas estas obligaciones, la Sagrada Familia se fue de Jerusalén a Nazaret, en Galilea. Se omite el tiempo que están en Belén, unos dos años, y la estancia en Egipto (Mt). Esto se debe a que en la fuente de Lucas faltaba el relato de Mateo, o a que en su esquema le interesa unir este relato con la estancia en Nazaret.
Preparando el relato siguiente, sólo dice, como con un clisé, que el Niño crecía y se fortalecía en su cuerpo, al tiempo que aparecía lleno de sabiduría. No sólo la que pudiera obtener por su ciencia experimental, sino por la manifestación, paralela y proporcionada a su edad, de toda ciencia sobrenatural. Por eso se veía que la gracia de Dios, todo don de Dios, estaba en El.

El niño Jesús en el templo, 2:41-52.
41 Sus padres iban cada año a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. 42 Cuando era ya de doce años, al subir sus padres, según el rito festivo, 43 y volverse ellos, acabados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo echasen de ver. 44 Pensando que estaba en la caravana, anduvieron camino de un día. Buscáronle entre parientes y conocidos, 45 y al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en busca suya. 46 Y al cabo de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores, oyéndoles y preguntándoles. 47 Cuantos le oían quedaban estupefactos de su inteligencia y de sus respuestas. 48 Cuando sus padres le vieron, se maravillaron, y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? Mira que tu padre y yo, apenados, andábamos buscándote. 49 Y les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que es preciso que me ocupe en las cosas de mi Padre? so Ellos no entendieron lo que les decía. 51 Bajó con ellos y vino a Nazaret, y les estaba sujeto, y su madre guardaba todo esto en su corazón. 52 Jesús crecía en sabiduría y edad y gracia ante Dios y ante los hombres.

Este episodio histórico es una historia de proclamación. Los varones judíos tenían obligación de subir a Jerusalén en las tres fiestas de peregrinación: Pascua, Pentecostés y Tabernáculos (Exo_23:14-17; Exo_24:23; Deu_16:16). Aunque en la práctica, estando lejos sólo solían asistir a una. Las mujeres no estaban obligadas a ello, ni los niños hasta los trece años, aunque a los doce se los solía hacer cumplir las prácticas de la Ley, para acostumbrarlos 40.
José y María subían cada año a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Era costumbre en ellos. Y esto puede ser un índice de la virginidad de María. Pues si hubiese tenido más hijos pequeños, no hubiese podido subir cada año a Jerusalén; sus cuidados la hubiesen retenido.
Cuando el Niño tenía doce años, subió con sus padres; probablemente era costumbre el llevarlo antes. Terminados los ritos pascuales aunque no era obligatorio quedarse toda la semana pascual, era obligatoria la estancia allí los dos primeros días , se vuelven.
Ya de vuelta con la caravana nazaretana, no se dieron cuenta de su ausencia hasta que transcurrió el primer día de viaje. Un niño de doce años en Oriente tiene gran libertad de movimientos. Era natural que fuese entre alguno de los grupos, un poco desordenados y distanciados de la caravana. La aglomeración en Jerusalén era grande. Josefo da una cifra fantástica, 2.700.000 personas, para hacer ver la aglomeración que se reunía y lo nutrido de las caravanas. Pensaron que estaría en la caravana. Al notar su ausencia al cabo de un día, retornan a buscarlo, preguntando, sin duda, por todas partes. Al cabo de tres días, probablemente contados a partir del comienzo de su retorno, le encontraron en el templo. Estaba en medio de los doctores, sentado, y estaba oyéndoles y preguntándoles.
Los doctores solían enseñar en alguna cámara que daba a los atrios o en los atrios mismos. A veces había reunión de varios doctores, para discutir puntos de la ley, y se admitían a ellas discípulos u oyentes, y se permitía el interrogarles. Enseñaban sentados en un escabel, y los discípulos también estaban sentados en torno suyo (Hec_22:3). El que estuviese en el medio indica sólo entre ellos. Conforme, a las costumbres, no sólo oía las explicaciones, sino que también podía preguntar. El evangelista destaca que los que le oían se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas. Rabí Kananya, escuchando un día una sabia respuesta de su discípulo Gamaliel, le besó, y le anunció que sería un oráculo en Israel 41.
Cuando María y José le encontraron, se maravillaron del hecho de estarse entre los doctores, y acaso escucharon alguna de aquellas respuestas maravillosas que daba a las preguntas de un rabí. María, llevada por el impulso afectivo de madre, le manifestó la pena que tenían por ver su ausencia e ignorar su paradero. Pero su respuesta es de una dificultad clásica y de un gran contenido teológico.
¿Por qué me buscabais? Se sobrentiende por las casas de los parientes y amigos en la ciudad 42. ¿No (??? ) sabéis que debo ocuparme.? La interrogación negativa (??? ) supone en ellos respuesta afirmativa. Ellos, pues, sabían que El, aunque niño, debía ocuparse. ¿En qué? El texto griego pone: ?? ???? ??? ?????? ??? . De esta frase se han dado dos interpretaciones:
1) En la casa de mi Padre. Así en los Setenta (Est_7:9; Job_18:19).
2) En las cosas de mi Padre. Tal se ve en varios casos (Mat_16:23; Mat_20:15; Mar_8:33; 1Co_7:32-34; Jua_8:29; Jua_9:4; Jua_14:31).
El primer sentido es el que pide el contexto, ya que Cristo está en el templo, donde lo encontraron. Aparte que el templo es un tema caro a Lc en todo su evangelio (Luc_2:22; Luc_19:45). Allí es donde debían, sin más, haberle buscado. Pero, si está allí, este sentido se entronca con el segundo: está ocupado en las cosas de su Padre, aunque en el contexto no se destaque esto.
Pero, en cualquier caso, Cristo se presenta llamando a Dios su Padre mi Padre con una propiedad y una exclusividad únicas. María le dice que tu padre y yo te buscábamos, y El responde que ellos deben saber, saben, que su obligación es estar ocupado en las cosas y misión de mi Padre. Por eso estaba en el Templo, porque allí moraba Dios, su Padre. Es un pasaje sinóptico que entronca con las enseñanzas del evangelio de Jn, en donde Cristo se muestra como el Hijo de Dios. Por lo que los judíos querían matarle, porque decía a Dios su Padre, haciéndose igual a Dios (Jua_5:18).
El evangelista resalta que ellos (sus padres) no entendieron lo que les decía. Pero Cristo les dice, aunque en forma interrogativa, que sabían que tenía que ocuparse era su misión en las cosas templo de su Padre. Después del relato de la anunciación, de Lc, esto sería incomprensible. Esta ignorancia se refiere al desarrollo de la obra mesiánica: al plan concreto cómo Dios lo iba realizando, y que ellos ignoraban.
Pero, sabiendo ellos, como se ve en Lc (c.l), que su hijo era el Hijo de Dios, esta respuesta de Cristo, llamando en forma tan excepcional a Dios su Padre, es la proclamación que Cristo hace a sus padres, con un motivo circunstancial y concreto, que El es el Hijo de Dios 43.
Dupont destaca que este es preciso (??? ) de la respuesta de Cristo, las otras seis veces que sale esta expresión en Lc (Jua_13:33; Jua_24:26; Jua_24:44, etc.) está siempre en relación con la Pasión, como complemento de profecías. Por lo que Laurentín cree que aquí también significa esto. Y traduciendo la frase con mi Padre, indicaría Cristo el retorno al mismo, a través de su pasión y resurrección. Ve una confirmación en lo que encuentran después de tres días (Luc_24:7), con su alusión parcial. Y cómo, perdido, lo encuentran (a los tres días), que sería como un aparecérseles de nuevo. A esto se une el pasaje de Jn, cuando anunciando a los apóstoles su ida al Padre, les dice: Y sabéis (?????? ) a donde voy. Dícele Tomás: No sabemos (?????? ) a dónde vas (Jua_14:4.5). En Lc el Niño dice: ¿No sabíais (??? ????? ); el ??? . supone respuesta afirmativa) que me debo de ocupar en la casa (cosas) de mi Padre? Y en Jn se dice que va a la casa de su Padre (Jua_14:2). Esto sería, precisamente, lo que sus padres no entendieron 44.
Vueltos a Nazaret, el Niño, que había manifestado su conciencia divina, les estará sujeto. Era el plan de su Padre hasta su aparición pública.
Otra vez Lc hace saber que María guardaba todo esto en su corazón, confrontándolo, meditándolo, viviéndolo. A la luz de la teología mariana se comprende bien toda esta actitud de María (Luc_2:19). ¿Fue María la fuente directa de todos estos conocimientos a Le? Probablemente no. Si por razón de coincidencias cronológicas sería posible, Lc utiliza fuentes semitas. Y esta afirmación tiene, no el estilo de Lc, sino la estructura literaria semita de los dos primeros capítulos.
Lc termina con una frase que prepara la hora de la presentación de Cristo a Israel.
Crecía en sabiduría (ciencia experimental y en la manifestación de su misma sabiduría sobrenatural proporcional a su edad), en edad o estatura, ya que ambas cosas significa la palabra griega usada (?????? ), ? mejor aún, todo lo que implicaba su desarrollo físico (Luc_1:80), y gracia, todo favor divino, ante Dios y ante los hombres. Todo esto se manifestaba externamente, y proporcionalmente, para con Dios y para con los seres humanos. Esta descripción evoca la niñez de Samuel (1Sa_2:26), y el tema de la Sabiduría en los libros sapienciales 44.

El
Midrash base de los dos primeros capítulos de Lucas.
Los dos primeros capítulos de Lc, aparte de su redacción en forma de dísticos, para destacar paralelamente con ellos la superioridad de Cristo sobre la del Bautista, y la de María sobre los padres del mismo, están redactados desde 1:5 en forma de midrash haggádico.
La línea fundamental de su redacción es la profecía de Malaquías (3:1ss; 4:1. 5-6). Y luego sobre este tema-base se elaboran las diversas partes de estos capítulos con nuevas estructuraciones midráshicas. Todo este procedimiento enriquecerá la línea general de estos capítulos y sus diversas partes con un contenido teológico excepcional.
Malaquías anuncia una venida escatológica de Yahvé a su pueblo. Pero antes enviará su Mensajero (Mal_1:4-5), que tiene la misión de preparar el camino delante de mí (Mal_3:1). Este Mensajero en la creencia judía, era el profeta Elias (Mal_4:5). Y luego de esta preparación, pero en seguida, vendrá a su templo el Señor a quien buscáis (Mal_3:1). Con ello comenzará una nueva era de santidad.
Sobre este esquema fundamental están redactados los dos primeros capítulos de Lc. No solamente en Lc se citan pasajes de Malaquías (Luc_1:17), sino que el ángel le dice al padre del Bautista que su hijo caminará delante del Señor (Cristo) en el espíritu y poder de Elias (Luc_1:17; Mal_4:31 =Mal_4:5; cf. Lc 17:10-12:13). Después que el Bautista apareció preparando al pueblo para recibir al Mesías, apareció Cristo en su ministerio público. Pero Lc lo retrotrae para hacer ver esto también en las escenas de la infancia de Cristo. El nacimiento e infancia del Bautista tenía la misión de Precursor del Mesías. Y luego de presentar la misión del Bautista, aparece, en la infancia, Cristo-Dios, viniendo dos veces al templo, en el que tiene una doble epifanía: la primera, en su presentación en el templo, y en el que proclaman su grandeza mesiánica Simeón y Ana, y la segunda, al hallarlo a los doce años en el templo, entre los doctores, y proclamándose él mismo el Hijo de Dios.
Las diversas escenas que tejen los relatos intermedios de este tema-eje están confeccionados también con elementos y redacción midráshica, prestándoles así una riqueza doctrinal incomparable. Se destacan los más importantes.
Los relatos sobre el Bautista. Estos son un midrash post facta, para engrandecer al Bautista como Precursor de Cristo. Pero su historicidad está muy comprometida. Pues si los hechos hubieran sido así, el Bautista tenía que haberlo sabido, y tener ya un conocimiento familiar de Cristo como Mesías. Pero, en los evangelios se ve, ignora el hecho de que Cristo es el Mesías. Desde la cárcel le envía un mensaje exponiendo su duda sobre su mesianismo; y siendo su misión el preparar al pueblo para recibirle como Mesías, ni él ni sus discípulos se pasan al grupo de Cristo, sino que siguen con su propio bautismo. De ahí la necesidad de valorar determinados pasajes, en los que Cristo habla con el Bautista, y la paloma y otras escenografías que se ponen en juego en su exacto valor didáctico. Véase esto en los lugares correspondientes del Comentario (Mat_1:1ss y par.; Jua_1:29ss; Jua_3:25ss; Jua_4:1-2).
En la anunciación a Mana el ángel tiene dos discursos a ella. El primero está todo él redactado por el procedimiento de alusión; con él se remite a las profecías mesiánicas del A.T. más características, como se puede ver en el Comentario a Lc (Jua_1:31-33). En el segundo hay, por el procedí miento alusivo, una referencia al A.T. sobre las teofanías de la Sheqinah en el Tabernáculo y en el Templo, en las que Dios sensibilizaba su presencia (????????? ), como Tabernáculo, Arca o Templo (cf. Comentario a Luc_1:35), en el que Dios mora. María, pues, es templo, por lo que Cristo es Dios.
Este pasaje está también mezclado en su redacción con elementos proféticos, concretamente de Sofonías (Luc_3:14-17; cf. Luc_1:28.33).
El ángel dice a María:

Luc_1:28-33
Alégrate, llena de gracia... (v.28).
No temas, María, porque has hallado. (v.30).

Concebirás en tu seno (?? ? ????? ) y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús (=Salvador; v.31).
... le dará el Señor Dios el trono de David, su padre, y reinará. (v.32-33).Sof_3:14-17.
Exulta, hija de Sión. (v.14).
.... El. rey de Israel, Yahvé, está en medio de ti (qereb; v.15).
En aquel día se dirá a Jerusalén: No temas, Sión.
...Que está en medio (qereb) de ti
Yahvé como poderoso Salvador (=Jesús; v.16)
La semejanza esquemática y conceptual es acusada. La palabra usada por Sofonías para expresar en medio (qereb) de ti, lo mismo puede significar en medio que en (tu) seno. Aquí por el procedimiento de traslación se dice de Cristo en el seno de María lo que se dice de Yahvé en medio de Sión. María, la nueva Hija de Sión, guarda en su seno a Yahvé, a Dios; Cristo es Dios.
La visitación a Isabel (Luc_1:39-45) está trazada con elementos alusivos al traslado del Arca desde la casa de Obededón, en Gat, hasta Jerusalén (2Sa_6:9-15). Se ponen en sinopsis los conceptos de ambos relatos.

Luc_1:39-45
María va a una ciudad de Judá (v.39).
María, nueva Arca, entró en casa de Zacarías (v.40).
María permaneció con ella (en casa de Zacarías) como unos tres meses (v.56).
La llegada de María a casa de Isabel se acoge con exultación del Niño y de su madre (v.41.42.44).
La presencia de María en casa de Zacarías trajo la bendición sobre Isabel (v.41.44), sobre el Bautista (v.41.42) y sobre su casa.
Isabel, ante la presencia de María, que lleva en su seno a Dios encarnado Arca del ? . ? . , dice: ¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? (v.43).
El Bautista, en el seno de Isabel, al oír la voz de María, Arca que traía en el suyo al Dios encarnado, exultó de gozo (v.44) ante Cristo en el seno de María2Sa_6:9-15
Sube el Arca. a la ciudad de David (= Jerusalén; v.6), en Judá.
El Arca se llevó a casa de Obededón (v.ll).
Estuvo el Arca de Yahvé tres meses en casa de Obededón (v.ll).
La subida del Arca a Jerusalén se realiza con júbilo de cortejo y pueblo (v.12.14.15).
La presencia del Arca en casa de Obededón hizo que Yahvé le bendijo a el y a toda su casa (v.ll. 12).
David se pregunta a sí mismo ante el proyecto de llevar a su palacio el Arca: ¿Cómo voy a llevar a mi casa el Arca de Yahvé? (v.9).
David danzaba con toda su fuerza delante de Yahvé (v.14), en homenaje religioso, en el traslado del Arca
En este relato midráshico por alusión se ve cómo el autor está presentando a María como Arca del ? . ? . y a Cristo como Dios, en paralelismo con el Arca aquí, María , en la cual Dios habitaba. Y esto sólo es un cuadro sobre la líneaeje del midrash de Malaquías, en el que Cristo es Dios.
La salutación de Isabel a María está tomada del libro de Judit.

Luc_1:42.
Bendita (?????????? ) tú entre las mujeres y bendito (??????????? ) es el fruto de tu seno (v.42).
Jdt_13:18.
Bendita tú. sobre todas las mujeres de la tierra y bendito (??????????? ) es el Señor Dios (v.18).

El Bendito en Judit es Yahvé, que ahora por el procedimiento de traslación se lo predica de Cristo, con procedimiento sustitutivo: aquí el Señor Dios (Jdt) = al Fruto de tu seno (Lc). Cristo es Dios; aparte de exigir esto el midrash de base de Malaquías.
El Magníficat está todo él redactado con elementos literarios del A.T. Por su situación en estos capítulos ha de valorarse dentro de la unidad midráshica de estos capítulos de Lc. De ahí el valor de interpretación que cobra con esta perspectiva. En su situación literaria, se piensa que María habla como la Hija de Sión Jerusalén , que tiene en ella el templo, las ?????? la gran maravilla que Dios hizo en ella.
En la narración del nacimiento hay también un importante elemento midráshico: la gloria del Señor que rodeó a los pastores con su luz. Es una teofanía que alude o traslada aquí el símbolo de la presencia de Dios en el tabernáculo, sensibilizado en forma de nube (Exo_16:10-20; Num_14:10) o de fuego (Exo_24:17). Ella indica aquí que Dios está encarnado, muy cerca de ellos (Luc_2:9). No en vano lo presenta el ángel a los pastores como el Cristo-Señor (?????? ), título este último con que el cristianismo primitivo proclamaba la divinidad de Cristo.
Presentación del Niño en el templo. Esta escena cumple, terminalmente, el midrash de Malaquías, Dios viene a su templo. Es la primera epifanía de Cristo en el mismo. Simeón y Ana son los que proclaman al Niño como Mesías (Luc_2:29-32.38); Mesías que en el contexto, al que hay que valorar sobre el midrash base de Malaquías, aparece como Mesías-Dios.
En este relato acaso haya otros elementos midráshicos. Podrían ser Luc_2:27.28 = Mal_3:1; Luc_2:25 = Mal_3:17; Luc_1:78 = Mal_3:12. Pero estos contactos midráshicos son más discutibles.
En este pasaje de la presentación hay otra frase utilizada por el procedimiento de alusión. Simeón hace una profecía a María sobre su hijo. Literariamente está en dependencia conceptual midráshica de Isaías.

Luc_2:34
Puesto está (Cristo) para caída y levantamiento de muchos en Israel y para signo de contradicción.
Isa_8:14
El (Yahvé) será piedra de escándalo y piedra de tropiezo para las dos casas de Israel, lazo y red para los habitantes de Jerusalén.
A propósito de la guerra siro-efraimita, Yahvé vendrá a ser tropiezo y escándalo para Israel, a causa de la desconfianza protectora, por su mala conducta, en El. La vida de Cristo también fue escándalo para muchos. Pero al equiparar alusivamente estas situaciones se identifica el sujeto Yahvé = Cristo. Cristo es Dios, máxime con todo el Midrash de fondo de Malaquías.
El Niño hallado en el templo es la segunda epifanía terminal del Midrash sobre Malaquías. Viene a los doce años a su templo, y en él se proclama, abiertamente, el Hijo de Dios (Luc_2:49). Dios niño viene a su templo, Dios Niño está en su templo.
Y hasta hay un dato lexicográfico de interés. Malaquías dice que vendrá a su templo el Señor (Dios) a quien buscáis (Mal_3:1). Y en Lc se destacará cuatro veces la palabra buscar: sus padres, angustiados, Lc buscan. En Malaquías, Dios, al que buscan, viene a su templo. María y José buscan en su templo a su Hijo-Dios.
Naturalmente esta estructuración midráshica en nada afecta a la historicidad de estos capítulos. Los enriquece por alusión o traslación de expresiones del A.T., de las que recoge su contenido. El midrash no es por necesidad ficción. Es la evocación de un pasaje o tema del A.T. sobre un hecho actual, para ver la aplicación, adecuación o virtualidad del mismo sobre un dato presente. En cada caso se ha de matizar la intención del autor y la valoración del tipo concreto de midrash.
Sentada en Lc la línea-eje de Malaquías con el Mensajero precursor y Yahvé, en equivalencia aljiautista y Cristo-Dios, el resto de los elementos midráshicos se desenvuelve, aparte de su valor autónomo de adecuación Cristo-Dios, complementariamente, en esta línea de la divinidad de Cristo. Máxime a la hora de la composición de los Evangelios, sería increíble no darle esta interpretación, con una redacción tan calculada.
Es tema de gran importancia el valorar en Lc, como se hizo a propósito de los c.1-2 de Mt, el valor histórico-midráshico que puedan tener en Lc sus dos primeros capítulos, exceptuados los v. 1:1-4, que son el prólogo del evangelio.
Valoración del midrash. Procede, etimológicamente, del hebreo da-rash, en el sentido de investigar, penetrar, buscar. Es una narración libre y adornada generalmente con fondo histórico, y con la que se explana y comentan pasajes del A.T., ordinariamente, en orden a actualizarlos, en función de un propósito determinado. No es un tema que esté por los autores totalmente investigado. Tiene diversas formas. Pero ciertamente no exige, de suyo, ser ficción o fábula. Puede tener un fondo, núcleo o determinados puntos históricos, que son amplificados, ornamentados, rellenados. El midrash, si es doctrinal, se llama haggádico; si es legal, halákico, y si profético, pesher. Unas veces se realiza por un procedimiento antológico, en el que se reúnen citas bíblicas, con trazos de unión y hasta de amplificación y comentario; a veces resulta casi un mosaico; otras se hace a partir de un texto bíblico, comentándolo. Varios autores también admiten el midrash hecho sobre libros no canónicos. Hay multitud de procedimientos, en reglas para realizarlos, algunos increíbles; todo ello debido a ciertos conceptos a veces de tipo cabalístico que se tenían de la Biblia. Su florecimiento aparece, sobre todo, en la literatura postexílica (Bloch).
La lectura del evangelio de la infancia en Lc da la impresión de que más que depender directamente de un esquema midráshico preciso, como se expondrán algunos casos, parece ser un reflejo o reminiscencia ambiental, sin basarse específicamente en ningún calco concreto.

Una especie característica de
midrash: las anunciaciones.
Genero literario de anunciaciones: el esquema de Lucas. Al leerse los c.1-2 de Lc se ve una redacción hecha en dísticos sobre la anunciación del Bautista y Cristo, lo mismo que se establece un paralelo contrapositivo sobre el nacimiento de ambos. El esquema es igual. Después de presentar a los personajes (Lc 1:Luc_5:7; Luc_5:26-27) se ve la continuación de este paralelismo así:
1) Aparición de un ángel (Luc_1:8; Luc_1:28).
2) Turbación que experimenta la persona a quien el ángel se aparece (Luc_1:13; Luc_1:29) y palabras tranquilizadoras del ángel (Luc_1:13; Luc_1:30).
3) Mensaje del ángel: anuncio de la concepción, del nombre del niño y de la misión a la que está destinado (Luc_1:13-17; Luc_1:31-33).
4) Objeción del que recibe el mensaje (Luc_1:18; Luc_1:34).
5) Respuesta confirmatoria del ángel y concesión de una señal prodigiosa como prueba (Luc_1:19-20; Luc_1:35-36).

El paralelismo es manifiesto en la estructura sólo del esquema fundamental, pues hay otros elementos intermedios y de amplitud entre estas líneas maestras. Pero lo más interesante es el ver que este esquema no es exclusivo de esta binaria anunciación lucana, sino que aparece en la Escritura al hablar de anunciación de personajes importantes que en ella se refieren. Se citan los siguientes:
a) Anunciación de Isaac (Gen c.17-18). Basta leer estos capítulos para percibir en ellos este esquema indicado de cinco puntos. Como elementos de interés a este propósito se citan además los siguientes:
Cambio de nombre de Abraham y Sara.
Imposición divina del nombre del niño Isaac que nacerá de la anciana Sara.
Diversas expresiones que muestran el agrado de Dios a los padres: hallar gracia a los ojos de Dios.
La omnipotencia divina que interviene en esta obra: ¿Acaso hay para Dios cosa imposible? (Gen_18:4).
b) Anunciación de la misión de Moisés (Ex c.3-4). Incluso en el anuncio de una misión se percibe este esquema:
1) Dios se aparece a Moisés en la zarza (Exo_3:1-6).
2) Moisés reacciona con gran temor: se cubrió el rostro, pues temía mirar a Dios (Exo_3:6).
3) Yahvé Lc anuncia su determinación de enviarle (mensaje) para salvar a Israel. (Exo_3:7ss).
4) En el diálogo que sigue Moisés opone hasta cinco objeciones a Yahvé (Exo_3:11; Exo_3:13; Exo_4:1; Exo_4:10; Exo_4:13).
5) Yahvé responde confirmando su propósito estaré contigo y le ofrece un signo (Exo_3:12). Y aún más adelante en el relato le mandará realizar tres signos confirmatorios ante una nueva objeción de Moisés (Exo_4:9ss).

c) Anuncio de la misión de Gedeón (Jue c.6):
1) Aparición a Gedeón del ángel de Yahvé, que le dice: El Señor contigo, valiente héroe (Jue_6:12).
2) Hay algo parecido a la turbación (Jue_6:22ss).
3) El ángel le propone claramente el objeto de su venida (Jue_6:14).
4) Objeción de Gedeón ante la propuesta (Jue_6:15).
5) El ángel le confirma en su misión y le ofrece, a petición de Gedeón, un signo (Jue_6:17.21). Este signo es muy complicado y no tiene la menor relación con el relato de la narración de Lc. Sólo al comenzar se dice: Si he hallado gracia a tus ojos Que 6:17), frase, por otra parte, usual.
Es en este relato en el que se aprecian, aparte del esquema general de los cinco puntos, más semejanzas con el relato de Lc.
La descripción de la aparición del ángel a Gedeón se hace con palabras equivalentes a la descripción de la aparición del ángel a Zacarías (Jue_6:12 = Luc_1:11). Incluso, contra los LXX, Lc, conforme al texto hebreo, pone ángel sin artículo.
El saludo del ángel no nombra a Gedeón, sino que le da un título: Yahvé contigo, valiente héroe (gibor hehayil). El ángel saluda a María sin citar su nombre, sino con Alégrate, llena de gracia (???????????? ), y le dice también: El Señor contigo (Luc_1:28). A Gedeón se le da este apelativo en vista de su futura misión. Además, un sustantivo con un adjetivo de la misma o semejante raíz, o dos sustantivos sinónimos, pueden ser equivalentes a un superlativo hebreo (Joüon). Por tanto, el título sería el de o Valerosísimo o Fortísimo. Y hasta se piensa, como hipótesis, si el traductor griego del original semita de Lc no habría encontrado en el original una frase binaria semejante y la hubiese traducido por un participio de un verbo de plenitud (Muñoz Iglesias). De ahí el ???????????? . Sin embargo, los verbos en -oo son factitivos, pero no es seguro que sean por naturaleza de plenitud.
En ambos relatos Gedeón y Lc se dice que hallaron gracia (Jue_6:17). Pero el ????? en Lc parece depender de clisé profético (Sof_6:17-21; Joe_2:21-27; Zac_9:9). Las palabras con que el ángel tranquiliza a Gedeón (Jue_6:23): no temas, aparecen en Lc: no temas, María (Luc_1:30), mas en Jueces están en un contexto muy raro. Pero hay el clisé contrapuesto en los profetas de alégrate no temas.

d) Anuncio del nacimiento de Sansón (Jue c.13):
1) La aparición del ángel en este relato es doble (Jue_13:3.9).
2) No hay turbación. Aunque más tarde los padres futuros temen por haber visto a Dios.
3) El mensaje del ángel se repite tres veces:
a) Eres estéril, pero vas a concebir., y le anuncia que el hijo será nazireo (Jue_13:3-5).
b) Lc manda a la madre que ella no beba licor ni coma nada inmundo, porque el hijo será nazireo (Jue_13:6ss). Y lo será desde el vientre de su madre hasta el día de su muerte (Jue_13:6ss).
c) Cuando el ángel habla con el padre le repite lo mismo que a la mujer: que ésta se abstenga de lo dicho, porque su hijo será nazireo (Jue_13:13ss).
4) La madre no pone objeción (Jue_13:8.12).
5) El ángel confirma su anterior mensaje y, tras una señal prodigiosa, desaparece (Jue_13:19-21).
Esta narración tiende a expresar que Sansón será nazireo (Num_6:1-21), hombre especialmente consagrado a Dios. Tenían prohibido tomar bebidas embriagantes, cortarse el cabello y tocar cadáveres. Para la descripción, como se ve en otros pasajes, basta citar alguna de estas condiciones.
Lo será desde el vientre de su madre., con lo que significa que es una segregación y dedicación a Dios, pero sin que se incluya, de suyo, una santificación personal. Así Jeremías (Num_1:5), el Siervo de Yahvé (Isa_49:1), San Pablo (Gal_1:15), el Bautista (Luc_1:15).
La manifestación del Espíritu Santo en Gedeón es la acción de Dios ad extra. Es el vocabulario del A.T. sobre los profetas. Probablemente tiene el mismo valor en Luc_1:15 (Isabel); Luc_1:67 (Zacarías); Hec_4:8 (Pedro); Hec_4:31 (fieles reunidos con Pedro y Juan); Hec_9:17 (Pablo); Hec_13:9 (Pablo). Es el sentido de una efusión carismática.
e) El anuncio del nacimiento de los doce patriarcas. No se ve en estos relatos un paralelo directo con Lc en las anunciaciones y nacimientos de los patriarcas. Pero hay motivos literarios y alusiones semejantes a algunos puntos de estos capítulos de Lc. Es debido, posiblemente, a un cierto paralelismo interno por tratarse de los personajes más importantes de Israel. Los puntos destacables a este propósito son los siguientes:
1) Esterilidad de las madres (Gen_29:31; Gen_30:1.22; Gen_29:35; cf. Gen_30:17-20).
2) Lía, gozosa de su fecundidad frente a la esterilidad de Raquel, dice: ? i??? ??? ?????? ??? ????? '????? (Gen_29:32; LXX).
3) Cuando la esclava Zilpa da a luz a Aser, Lía dice: ???????????? ?? al ???????? (LXX).
4) Cuando Raquel da a luz a José, después de prolongada esterilidad, manifiesta los mismos sentimientos que refleja Isabel en Lc (Gen_30:23): ??????? ó ???? ??? ?? ??????? (LXX); Lc pone: ??????? ??????? ??????? ??? . La falta de artículo en Lc refleja una traducción del texto hebreo.

Historia y
midrash en estos relatos de Lucas.
Los relatos de las anunciaciones del Bautista y Cristo en Lc. Es conveniente, antes de tratar de valorar históricamente estos pasajes del evangelio de la infancia en Lc, hacer unas observaciones previas:
1) No parece baste para garantizar la historicidad de estos relatos la garantía que de todo el evangelio ofrece Lc como historiador escrupuloso en el prólogo del mismo (Luc_1:1-4), ya que estos dos primeros capítulos son probablemente incrustación de mano ajena a Lc, excepto el prólogo; y aun de haberlos insertado él, cabe en su historicidad, por el género que reflejan, toda la amplitud que puedan tener los diversos géneros literarios, incluido aquí preferentemente el midrash.
2) Se advierte en ellos que casi todo lo relatado es verosímil y que el maravillosismo es muy sobrio. Lo cual puede abonar la historicidad o como hechos maravillosos de excepción el milagro no se niega , o como elementos ornamentales y didácticos que resalten más los valores estrictamente históricos.
3) Es moralmente cierto que la infancia de Cristo no pudo ser indiferente ya desde primera hora a los fieles cristianos. Es una interrogante que surge espontánea por justo deseo informativo y por contraste con el Mesías ambiental oculto. Máxime en círculos familiares primeros obispos de Jerusalén eran familiares del Señor , en los círculos apostólicos, máxime San Juan, que tiene el cuidado temporal de María, y en otros círculos especialmente piadosos o críticos.
4) La frase de Lc repetida dos veces: María guardaba todas estas cosas confiriéndolas en su corazón (Luc_2:19), y su madre (de Jesús) guardaba todas estas cosas en su corazón (Luc_2:51b), hace ver que María fue fuente de algunas de estas noticias.
El relato de la anunciación del Bautista (Luc_1:5-25). Dejando a un lado diversas teorías sobre el posible origen de estos relatos-fuente hipotéticos , lo que se percibe es el esquema clásico indicado. Los datos, salvo algunos, son verosímiles y ambientales. Ciertamente se nota un desarrollo midráshico en paralelo literario con el nazireísmo del Bautista y su misión descrita con elementos literarios de Malaquías (Luc_3:1; Luc_4:6). Parece que pueda considerarse como histórica, pues era cosa controlable, la concepción del Bautista en la senectud de su madre, lo mismo que la mudez temporal de su padre. En cambio, es extraño maravillosismo la aparición del ángel en el Sancta a la hora del culto. Burrow cree que hay contacto literario con las setenta semanas de Daniel. De él podría provenir el nombre de Gabriel, pues sólo sale en el profeta citado, y cuyo nombre falta en el pasaje del anuncio a San José en Mt. Para el autor citado habría una cronología precisa alusiva intentada por el redactor de estos capítulos. Setenta semanas irían simbólicamente, con una cronología precisa, desde la aparición del ángel a Zacarías hasta la purificación de María (Laurentin, p.49). Y Laurentin ha subrayado semejanzas de interés entre Dan_10:7.12 (LXX) y Luc_1:12.13; Dan_9:20.21 (LXX) y Luc_1:19; Dan_10:16.17 (LXX) y Luc_1:64.65, que responden al temor que cae sobre ambos ante una visión; la descripción de Gabriel como cortesano de Dios; sobre el fin de la mudez de Zacarías. Pero también otro pasaje es de importancia: Gabriel se aparece a Daniel a la hora del sacrificio de la tarde (Dan_9:21), y Gabriel se aparece a Zacarías cuando éste fue a poner el incienso. a la hora del incienso (Luc_1:9.10). Que acaso es en ambos a la hora del sacrificio de la tarde. Si la aparición así descrita es elemento midráshico, la mudez de Zacarías debería ser elemento de este tipo. Aunque dada la importancia que luego tiene, acaso haya un fondo histórico, que no se precisa, que podría ser controlable, y que fue relacionado y todo ello plastificado en esa escena. Varios datos de esta narración deben de proceder de los círculos familiares y de los círculos bautistas, ya que éste tuvo discípulos (Mat_11:2; Luc_7:18; Jua_1:35; Jua_3:25.28; Hec_18:25; Hec_19:3).
Pero si esto hubiese sido historia, el Bautista tendría que haberlo sabido por información familiar; pero no se explicaría entonces que el Bautista, estando ya en la cárcel, dude del mesianismo de Cristo (Mat_11:2-6; par.), y, sobre todo, que no se hubiese pasado con sus discípulos al grupo de Cristo, cuando su misión era preparar la recepción de Cristo en el pueblo, sino que seguía con sus discípulos y su bautismo contra el bautismo de los discípulos de Cristo (Jua_3:22ss). ¿Acaso es esta escena una plastificación, conforme a los gustos ambientales, de magnificar los orígenes del Precursor del Mesías, con visión post facta y ya cristiana?
El relato de la anunciación a Maria (Luc_1:26-38). De máxima importancia es este relato, porque en él juegan incluso datos dogmáticos. ¿Cuál sería el mínimum de historia que en él ha de admitirse? ¿Qué es lo probablemente histórico fuera de lo dogmático y lo probablemente midráshico?
a) Datos históricos prelucanos en este relato. Antes de tratar de valorar el pasaje hay que dejar asentados una serie de datos históricos prelucanos. Recuérdese lo que se dijo al valorar el Evangelio de la infancia en Mt. Estos datos son aquí los siguientes:

una virgen de nombre María;
desposada (o casada) con un varón de nombre José;
de la estirpe de David;
concibió milagrosamente, virginalmente, por obra del Espíritu Santo un hijo;
éste se llamó Jesús;
éste es el Mesías y verdadero Hijo de Dios;
residían en Nazaret;
y nacerá en Belén.

La coincidencia de estos datos entre los evangelios de la infancia de Mt-Lc, que son independientes entre sí en la composición de sus obras, y confirmados luego por el resto de la narración de los evangelios, hacen ver que son hechos provenientes de una tradición anterior a ambos, y que es histórica.
b) La anunciación por el ángel Gabriel. El nombre del ángel Gabriel puede provenir del pasaje de Daniel, que es el único autor que lo cita. Este anuncio a María exige históricamente una comunicación sobrenatural y acaso una aparición angélica. Se ha de recordar la evolución angelológica en la teología judía. ángel significa enviado. En el A.T. estos anuncios unas veces los hace el ángel del Señor (cf. Mt), otras Yahvé mismo, o el ángel citado como personificación de Yahvé, u otro ángel. Incluso en el libro apócrifo de la Ascensión de Isaías (c. 100:50), el Hijo de Dios y el E.S. son llamados ángeles en sus manifestaciones. Cuando en el A.T. se dice que se aparece Dios mismo, esto ha de tener otra valoración. En la angelología judía ha habido una gran evolución por obra de los apocalípticos y literatura midráshica. Se percibe bien en los libros de Tobías y Daniel. La intervención de los ángeles con los hombres vino a ser una cosa casi natural, frecuente; casi normal. Pero la personificación de Dios por un ángel ya se distingue; éste se individualizó. Y una moción iluminación o revelación divina se personificó, frecuentemente, en un ángel. Respondía a la psicología judía imaginativa, que usa de la imagen en lugar de la idea abstracta. Prefiere la plastificación de la idea. Por eso, en principio, no repugnaría el que la comunicación a la Virgen del mensaje angélico hubiese sido una comunicación sobrenatural interna, íntima, y que se plastificase, conforme a los gustos ambientales, en un ángel, y en concreto en Gabriel, si en el esquema de Lc hay influjos del libro de Daniel, como lo parece, ya que además en Daniel tiene este ángel una misión escalólogica. Sin embargo, se puede notar que las gentes, ante actuaciones sorprendentes, piensan en esta época en intervenciones de ángeles (cf. Jua_5:4; Jua_12:29; Hec_12:15; Hec_23:9). Si en este ambiente la presencia de un ángel se va a tomar como realidad, ¿intentaría aquí el autor sólo personificarlo? El nombre de Gabriel y su relación escatológica con el libro de Daniel es otra cosa.
Es también histórica la aceptación del mensaje por parte de la Virgen. Si no, ¿cómo hubiera sido? Aparecería un día con la concepción de un niño. ¿Había que pensar en la fecundación sobrenatural? Sin duda. Pero era extraño. ¿Qué hubiera pensado la Virgen, sin saber nada, y el mismo San José? ¿Qué explicación le daría la Virgen? ¿Era, así supuesto, creíble? Por ello piensa abandonarla (Mat_1:19) y por eso tiene él una comunicación sobrenatural (Mat_1:20.21). Y si José hubiese ido al matrimonio en plan normal, ¿aceptaría aquel nuevo estado que le exigía vivir célibe? Si María, no entonces, sino luego de esa hipotética concepción sobrenatural por sorpresa, hubiese tenido una revelación para decírselo, ¿no era lo lógico que ésta hubiese sido antes? El más elemental buen sentido exige esto. María tenía que saber que iba a ser madre del Mesías-Dios y, en consecuencia, aceptar libremente este anuncio. El concilio Vaticano II lo enseña abiertamente (Lc 56), junto con su adhesión de cooperadora con Cristo a la obra de la salvación. Esto, que es un presupuesto histórico a la obra redaccional evangélica, no pudo faltar en el mismo como proveniente de información histórica. María sabía muy bien todo lo que guardaba en su corazón sobre la infancia de su hijo (Luc_2:19.5Ib).
c) Saludo y turbación (Luc_1:28-29). El saludo tiene varios aspectos en su redacción literaria. El ????? = alegría, como se dijo en la exposición exegética, alude a la alegría de los días escatológicos que van a llegar por medio de su maternidad. El alégrate no temas es un clisé de tipo profético ya registrado, y con sentido escatológico.
El ???????????? encuentra paralelos redaccionales en Jueces (Gedeón) y en Daniel. Al primero, en lugar de su nombre, se le saluda con el título de Valiente héroe o Fortísimo (gibor hehayil), y a Daniel ( Dan_9:23; Luc_10:11 = LXX) se lo llama ??????? = hombre que alcanzó misericordia, hombre favorecido, elegido. ¿Acaso este participio con que saluda el ángel a la Virgen es una redacción influida por estos elementos literarios ambientales en uso, aunque sólo, a veces, en este tipo de esquemas?
La turbación aparece en este relato de Lc. En los esquemas aparece igualmente, aunque con motivos diversos: por la aparición sobrenatural; por respeto o adoración a la aparición (divina); libremente elegida por el redactor; en Zacarías por ver al ángel (Luc_1:12); en María por el saludo del ángel (Luc_1:29).
d) Los discursos del ángel (Luc_1:30-33.35). Manifiestamente estos discursos tienen una redacción midráshica. El primero es de tipo antológico: agrupación de textos de profecías mesiánicas, para expresar con ello que el nacimiento del niño que anuncia es el Mesías. En la exposición exegética hecha antes se expone su contenido; el segundo es de tipo midráshico por alusión: con él se expresa la divinidad del mismo. Es la alusión a la Sheqinah del tabernáculo, sensibilización de la presencia de Dios en él, y que ahora morará realmente en María-tabernáculo. María es la Madre de Dios. A la hora de la composición del evangelio esto era perfectamente comprensible para sus lectores.
La historicidad fundamental de estos dicursos es clara, pues no es más que una formulación paleotestamentaria pospentecostal, y con el cristianismo bien evolucionado, del anuncio y comunicación, acaso íntima, que de la concepción y nacimiento de su Hijo hubo de tener María.
e) La objeción: el voto (Luc_1:34). Es otro de los puntos puestos a amplia discusión. La objeción del voto ¿es histórica o responde aquí a un procedimiento redaccional conforme a los esquemas citados? La hipótesis de Audet sobre el valor del ¿??? , que habría que traducirlo por puesto que (en este caso) no he de conocer varón, no es satisfactoria. Filológicamente se esperaría mejor una forma perifrástica. Supone además que la Virgen iba al matrimonio en plan normal, cuyo curso cambiaría entonces Dios. Supone también ello que la Virgen se acordaría entonces de la profecía de la almah, de Isaías (Luc_7:14). Pero esta profecía era casi desconocida en la tradición rabínica de los días de Cristo. Por otra parte, si fuese un simple recurso literario correspondiente a uno de los elementos normales del esquema de las anunciaciones, ¿por qué utilizar un motivo propósito de celibato prácticamente (salvo esenios, Qumrán) desconocido en el ambiente judío? La concepción virginal no tiene tampoco paralelos bíblicos ni extrabíblicos asequibles a este ambiente. Si sólo se admite un recurso literario, se puede no exigir una lógica verdadera (pasajes de Moisés y Gedeón), pero queda lo insólito de este motivo en aquel ambiente judío. En cambio, la castidad, en general, era exigida para las proximidades o consagraciones a la divinidad, v.gr., los sacerdotes en los días de su ministerio debían observar castidad; rabí Natán comentará que Moisés dejó a su mujer Séfora a causa de la presencia de Dios en la zarza ardiendo; la leyenda del sacerdote Nir, que se separó de su mujer cuando Dios le hizo sacerdote.
A todo esto se han de hacer algunas preguntas: Si María está desposada o casada según opiniones -, ¿cómo presenta esta objeción? ¿Cómo va en esta situación al desposorio o matrimonio? Y si ella tiene hecho este voto, ¿qué pensar de San José, que va con ella, en esa situación, al desposorio matrimonio? Gran parte de la tradición y, hoy mismo, exegetas de nota Lagrange, M. Zerwick, S. Lyonnet , sostienen que María había hecho voto de perpetua virginidad. Que José y María históricamente están animados de este propósito matrimonial, es innegable. Y la perpetua virginidad de María es doctrina de fe. El problema teológico de esta armonización es previo y al margen, estrictamente, de la exégesis.
La solución que parece, exegéticamente, más lógica es contemplar el género literario de anunciaciones en el que este tema está encuadrado. Son los discursos midráshicos del ángel, el primero, de tipo antológico alusivo y el segundo, de tipo alusivo; más el elemento objeción, clásico en este género bíblico de anunciaciones. Admitido esto, en esos discursos va el contenido histórico, literariamente enriquecido, del anuncio histórico o metahistórico, que se le hizo a María de que iba a ser Madre del Mesías-Dios.
Pero la objeción que se pone del voto histórico o literario lleva, igualmente, una riqueza histórica de contenido virginal. Aparte de lo que ella y José hayan podido comunicar a este propósito a gentes íntimas o en círculos íntimos pues era una necesidad saberse el verdadero y total origen de Cristo , había un hecho histórico a todos perceptible: María no tuvo más hijos, y Cristo era el primogénito.
Por eso, conociéndose no se olvide lo que María guardaba en su corazón (Lc), y que para saberse lo que guardaba hubo de abrirse, y ya estaba abierto antes de la composición de este evangelio, aparte que la concepción y parto virginales son ya prelucanos, y siendo su virginidad post partum, patente y controlable, ¿podría pensarse que en esa objeción iba, por parte de Lc o del autor hebraico/aramaico de estas secciones un simple recurso literario para preparar un nuevo desarrollo conceptual, y no una total condensación histórica no conozco varón, frase de tipo indefinido de su perpetua virginidad?
La señal que suele darse en estos esquemas es varia: espontáneamente por el mensajero o a petición del vidente (Zacarías), y cuya petición va o no acompañada de castigo. Es como garantía (Exo_3:12; Jue_6:16; Exo_4:1.10.13-16). Se les suele responder que yo (Dios) estaré contigo (Exo_3:12; Jue_6:16), y que para Dios no hay nada imposible (Gen_18:13ss; Luc_1:3ss).
Observaciones. Ante este pasaje de la anunciación y dígase proporcionalmente de los otros de la infancia tan importante, reflejando un esquema literario tradicional y de gusto ambiental, y tratando de precisarse su posible valorización histórica, cabe hacer algunas observaciones conjugadas con lo anteriormente expuesto, para contribuir a un mayor conjunto de elementos positivos de juicio.
1) En absoluto, no repugnaría el que este relato sea un marco literario para encuadrar artificiosamente, conforme a estilos ambientales, una serie de verdades históricas antes indicadas.
2) Pero ¿no pesará en su interpretación puede verse en estos pasajes una inmensa riqueza de la verdad.
3) La infancia de Cristo y la anunciación de María no pudieron ser ya se dijo ajenos al interés de los círculos familiares, entre los que se citan los hermanos y hermanas (parientes) del Señor (Mat_13:55.57), a Santiago, el hermano del Señor (Gal_1:19), y al grupo apostólico con San Juan, que tiene la custodia de la Virgen. Los orígenes de Cristo es algo que no podía menos de interesar y buscarse por la primera generación cristiana.
El concepto ambiental del Mesías reclamaba una explicación sobre los orígenes de Cristo.
4) El que María guardaba todo esto en su corazón (Luc_2:19.51b) es índice del valor fontal de María en el relato de muchos de los episodios de la infancia de Cristo.
5) En esta época la creencia en la existencia de ángeles era un hecho. Un lector del evangelio de Lc iba a recibirlo probablemente como un hecho histórico, máxime tratándose de la vida de Cristo-Dios. El autor del relato, ¿habrá abstraído de esto? Las gentes de este ambiente piensan siempre en el hecho de haber hablado un ángel (Jua_12:29; Hec_23:9).
6) La teología mariana tiene hoy una valoración de la Virgen que no se puede olvidar. En concreto, la creencia en la dedicación virginal perpetua de María. También es verdad que el autor del relato no tenía esta actual valoración y podía dar una visión no errónea, pero sí más restringida, de su grandeza. Pero conociendo, a la hora de la redacción de este relato, por la tradición prelucana la concepción y nacimiento virginales de Cristo, ¿podría presentar en esa objeción un simple recurso literario?
La visitación: el Magníficat (Luc_1:39-56). La escena de la visitación es histórica. Es sumamente verosímil ante la concepción de Isabel. María pudo saber esto al tiempo de su revelación (Luc_1:36) o por comunicación familiar. No tiene tampoco un paralelo que haga ver en él una posible imitación. El midrash, ya expuesto, del traslado del arca no puede crear este relato. En cambio, siendo histórico, se ve la utilización midráshica que ha podido tener.
El saludo de Isabel y la profecía, con la que se da por enterada de la concepción mesiánica de María, puede ser debida a la atmósfera sobrenatural que debió de haber en aquellos sucesos íntimos. También Isabel podía saber la concepción de María por comunicaciones familiares o vecinales, y ser desarrollado midráshicamente a la hora de la redacción de los evangelios y a la luz de los hechos posteriores.
El salto fetal del Bautista se puede explicar históricamente como una reacción orgánica ante una emoción fuerte de su madre. También podría tener un valor redaccional para expresar el gozo por la presencia escatológica del Mesías (cf. Sal_114:4). Aparte de lo histórico, la redaccción está hecha en época y con perspectiva cristiana. Como elemento ambiental está el caso de Esaú y Jacob (Gen_25:22) luchando en el seno de su madre como recurso literario de expresión etiológica sobre sus pueblos.
El Magníficat (Luc_1:46-55). Es un tema muy discutido su origen mariano. En su forma actual es un midrash antológico elaborado con pasajes del A.? . ? con reminiscencias del mismo. Nestlé hace ver en su edición crítica del ? .? . que de 102 vocablos de que consta, en 60 se ven vestigios del A.T. Se pueden citar por versículos:

v.47; cf. Sal_33:4; Sal_94:1; 1Sa_2:1; Sal_94:1; Hab_3:18.
v.48; cf 1Sa_1:11; Sal_30:8; Gen_30:13.
v.49; cf. Deu_10:21; Sal_70:19; Isa_57:15; Sal_110:19; Sal_98:3.
v.50; cf. Sal_102:7.
v.51; cf. Sal_117:16; Sal_88:11; Sal_128:11
v.52; cf. Eco_10:17-18; Sal_146:6.
v.53; cf. 1Sa_2:5.
v.54; cf. Miq_7:20; Sal_110:5.

Esta elaboración antológica hace ver una redacción no original. Además, el canto es incoloro. Se esperaría de la Virgen una elevación muy concreta. Ya Lagrange advierte que la calidad literaria del Magníficat ha sido frecuentemente exagerada. C. Stuhlmueller dice: Este empleo masivo de alusiones escriturísticas ha producido una pieza de escasa originalidad o imaginación. Sin embargo, expresa una profunda emoción y un fuerte convencimiento. Además el análisis del mismo lleva a ver en él un canto colectivo más que individual. De ahí que sus expresiones se refieran a María en un sentido diverso del original del A.T. de donde se toman o inspiran. Sin olvidar que era usual poner cánticos artificiosos en boca de personajes, v.gr. Moisés, Ana.
El grupo de versículos que habla de la providencia de Dios (v.51-53) es debido a la vinculación tradicional, que exigía que se tocara esta contrapropuesta acción divina respecto a las diversas categorías de hombres
Harnack sostiene que el Magníficat es obra de Lc, lo mismo que los dos capítulos primeros. Pero esta tesis no es posible, ya que estos capítulos son hebreo-árameos. Si algún término griego pudiera ser lucano se explica por efecto de la versión.
Para otros autores es un canto judío precristiano adaptado (Hillmann, Hilgenfeld, Spitta). Sería un canto compuesto por un judío piadoso para agradecer a Dios algún beneficio, y adaptado, luego, a esta circunstancia. Parece además incrustado. Si se suprimiese del contexto, empalmaría perfectamente el v.56 con el 45. P. Winter (Magníficat and Benedictus Machabean Psalms), en Bull. J. Ryland's Library (1954) p.328-347) lo quiere hacer al igual que el Benedictus un salmo macabeo, de los que componían para entrar en batalla (1Ma_4:29-33) o para dar gracias después de ellas (cf. 2Ma_15:28ss). Cantos de este tipo son conocidos en la literatura bíblica en abundancia, v. gr. Cántico de Moisés, etc., diversos salmos, Rev_15:3; Rev_4:11; Rev_11:17; Rev_19:1-2.5-7 (son fragmentos); lo mismo que se conocen extrabíblicamente: Qumrán, Guerra de los hijos.; Cantos macabaicos colectivos; cf. Filón, De vita contemplativa XI,79-Rev_80:83-84; De agricultura XVII,79; cf.4 Esd 10 (20) 21-23; 2 Bar_10:6-11. Sobre todo parece que está influenciado por el Cántico de Ana (1 Sam c.2).
Otros piensan en un canto cristiano. Mas, en este caso, la elaboración del mismo, aun en ambiente y estructura judía, hubiese sido otra, insistiendo y destacando y aquí apenas se percibe la persona del Mesías. Ni hubieran faltado probablemente, conforme al uso, profecías mesiánicas puestas en boca de María, para hacer ver su cumplimiento.
Algunos autores (Ladeuze, Gaechter) admiten el origen mariano, pero dicho el canto en otra circunstancia, v. gr. en Belén (Gaechter) o en una asamblea cristiana litúrgica (Ladeuze).
La tradición lo refiere como genuino de María. Pero parece no ser otra cosa que una simple afirmación de lo que materialmente se dice en el texto (v.64).
¿Qué se puede decir a todo esto? Lo primero, que tal como está escrito, no es de María. Esto, exegéticamente, es claro. Todas las posiciones, tanto de un exclusivo canto judío o judeocristiano, todas tienen el gran fallo conceptual de su estructura incolora, sin acusar, destacadamente, el punto central del Mesías, y el impacto insoslayable en ella de eso único que era la maternidad divina, la llegada del Mesías.
Esto lleva a dos cosas o complementarias o sustitutivas. Aquellos días de la encarnación amplio período tuvieron que tener un reflejo psicológico-religioso profundísimo en María. Probablemente no pudo faltar externamente alguna elevación a Dios en casa de Isabel. Aquella elevación aquella suite de elevaciones marianas aun sin ser recogidas in situ, sí se trasmitirían la noticia con algo de su contenido a aquellos círculos cristianos de primera hora, que deseaban saber los orígenes humanos del Mesías-Jesús. Y en ello se hallaba implicada María. ¿Alguien, luego, quiso aludir a esto con un canto? Sería lógico. Pero dada la estructura, incoloramente cristiana, y asépticamente mariana del mismo, se piensa que se incrustó en el pasaje un canto, ya hecho, acaso algo adaptado, y puesto en boca de María, con el que se quería evocar, y sintetizar aquellas horas-período de elevaciones de María, para hacerla proclamar a ella, su Madre ¿quién sino ella podía entonces saberlo? , que el Mesías estaba en el mundo.
También parece percibirse en la profecía, que se pone en su boca (v.48), de que todos la llamarán bienaventurada, la veneración y culto a la Madre de Dios, en la Iglesia primitiva, en una hora composición de estas fuentes prelucanas en que María ya estaba asunta en el cielo.
El nacimiento del Bautista: el Benedictus (Luc_1:57-79). El pasaje en su línea fundamental es un relato histórico, que procede seguramente del círculo familiar y probablemente recogido más tarde también de los círculos bautistas.
Del Benedictus, con dos partes muy marcadas: v.57-75 y v.76-79, se ha de decir algo análogo al Magníficat. Literariamente se encuentra elaborado artificiosamente con manifiestas resonancias bíblicas del A.T. y, en ocasiones, calcadas sus expresiones sobre plegarias judías, que se pronunciaban especialmente en la ceremonia de la circuncisión (Cf. Th. Maertens, Lc Messie Est La [1954] P.94) Y En La Oración Shemoné Esré (Cf. J. Schmid, Ev. S.S.Luc [1973] P.87). Aparece además incrustado en su contexto. Si se omitiese en el mismo, se uniría, lógicamente, el v.80 con el v.66. Tiene dos partes muy marcadas: a) v.68-75; y b) v.76-79, por contenido y gramática. En la primera se bendice a Dios por un beneficio, acaso guerrero, y en la otra, se celebra al Bautista como preparador del pueblo a la vía de la santidad, pero sin precisarse una situación histórica concreta. Ni se dice explícitamente claro que será el Precursor mesiánico, pues el v.76 podría tener, en absoluto, dos interpretaciones. Es el amplio contexto de este relato el que concretamente lo determina a favor de Cristo.
La primera parte (v.68-75) está compuesta con una mentalidad y literatura paleotestamentaria y rabínica. Es un himno con el que se dan gracias a Dios por un beneficio determinado ya pasado (aoristos), y acaso de tipo nacional, pues se destacan mucho las promesas hechas a Abraham y a la casa de David; y acaso también guerrero, pues se habla de la liberación de nuestros enemigos. Pero no debe de ser un salmo mesiánico. Pues aparte que en esta hipótesis no habría llegado aún, el rasgo con el que se aludiría a que Dios levantó un poder de salvación sin duda contra esos enemigos parciales del v.74 , no está puesto en forma perfectamente determinada determinándole a él como poder (=cornu) por excelencia, el Poder de Salvación =el Mesías , sino que está puesto en una forma genérica e indeterminada: un poder de salvación (?????? ???????? ?? ,?? ). El himno, en absoluto y aislado de este contexto, tiene un valor genérico, sin ningún matiz preciso relativo al Mesías.
Pero por correlatividad literaria se lo incrusta aquí y se lo adapta en orden al Mesías. Y acaso para esa hipotética adaptación sufrió en su estructura primitiva algún retoque. De esta manera, y post factum, se puede ver en él, con una concreción gratuita, un himno de gratitud a Dios por la venida mesiánica de Cristo.
Si se admiten algunos retoques cristianos para su adaptación han de ser de una hora cristiana muy primitiva, por falta de más explícitas concreciones cristianas, como puede compararse con los primeros capítulos de Actos de los Apóstoles. En esta hipótesis, ¿acaso procedería de círculos judeocristianos jerosolimitanos de anawím? (cf. Luc_2:38).
La segunda parte debe proceder de círculos bautistas cristianos (!). Esta parte está añadida a la primera, sean todos sus versículos 76-78, sean especialmente los v.76-77 (Dibelius, Bultmann, Benoit), puesto que no tienen una conexión lógica conceptual-literaria con lo anterior. Aparte que se repiten conceptos filológicamente están en contraste con los aoristos, una ación pasada y terminada de la primera parte, con los tiempos de la segunda, que están en futuro. Ni los v.78-79, con un futuro (v.78) tienen relación real ni con la primera ni con la segunda parte. Ni parece suficiente pensar en esta redacción futura por querer situárselo, literariamente, en su momento histórico. Los v.76-77 evocan en su estructura literaria una misión profética en Israel, sin más. Es lo que acusa una redacción original primitiva de círculos bautistas, en los que se consideraba a éste con la grandeza que tuvo en Israel, y que hasta el mismo Josfo recoge (cf.Jn 1:19ss;par.) Sin duda, proceden ambas partes de fuentes distintas, y son acopladas y acaso retocadas aquí por el redactor judeocristiano de estos capítulos.
El nacimiento de Cristo (Luc_2:1-20). Se aprecian en el relato hechos históricos y una amplificación haggádica. Como elementos históricos están:
La cronología del censo de Quirino, que es propio de Lc o del redactor.
El nacimiento en Belén. Al hablar del midrash de la infancia de Cristo en Mt se notó que no puede ser elaboración nacida de la profecía de Malaquías (Luc_5:2), y que, además de pertenecer a la tradición cristiana prelucana, está testificada extrabíblicamente, v.gr., por el Protoevangelio de Santiago (s.II) y la Ascensión de Isaías (s.I), que es una apocalipsis judeo-cristiana.
El nacimiento en una gruta, el fajarlo y reclinarlo en un pesebre.
La escena de los pastores, que además no tiene paralelo ni prejuicio coactivo para su creación. Una cierta analogía que Laurentin quiere establecer con Miqueas (Luc_5:1-5) no puede producir la escena de los pastores. Sólo supuesta la escena histórica, podría establecerse un cierto midrash alusivo.
Desde un punto de vista puramente hipotético y natural cabría pensar si el fondo estricto de esta escena no pudiera ser así: Los pastores de aquel contorno conocían a aquel matrimonio venido al censo, que llevaban allí una temporada, pues no iban a ponerse en camino con un parto inminente, y que se albergaban en una cueva. Hablarían con ellos en varias ocasiones, y veían la maternidad de María que cada vez se acusaba más. Cuando esto sucedió fueron a visitarlos. Con la cordialidad de los pobres y orientales, les llevaron obsequios. Y hasta incluso, ¿no podrían albergarse algunos pastores en cuevas próximas o contiguas? Esta escena como producto de sensibilidad humana es muy verosímil. A la hora de la redacción del evangelio, ¿no pudo redactársela con los matices y enriquecimientos de un midrash? Así se cumpliría de una manera acusadamente plástica el que los pobres son evangelizados, que cita Lc en su evangelio (Luc_7:22). Además, dada la valoración especialísima, en esta mentalidad, de causa y efecto, se podía atribuir sin más a Dios aquella ida de los pastores a la gruta, que el ángel les anuncia.
Pero de que todo esto, en estos procedimientos judeo-literarios, sea posible, no se sigue que sea cierto. Parece que resolvería muchos problemas. Pero sólo se lo presenta como una hipótesis.
Posiblemente hay que admitir una comunicación sobrenatural de anuncio a ellos, y probablemente angélica. Era ya creencia clara la existencia individual de los ángeles. La synkatábasis podría jugar aquí un papel oportuno. Si se admite la historicidad de la escena, aun quitados ciertos elementos midráshicos, ¿cómo podrían saber si no el nacimiento del Mesías?
Pero ¿es fácil admitir esta revelación angélica tan clara, aunque no fuese más que mesiánica, a aquellos pastores, de los que no se sabe más, ni de lo que ellos pudieron creer/obrar con aquel mensaje, cuando Cristo va revelando su misterio tan lentamente, y lo van captando tan paulatina y casi tan confusamente, en su vida pública? (cf. Jua_1:49, donde hay un adelanto de este tipo).
Como ya se repitió tantas veces, la transmisión de estos datos probablemente se debe a María (Luc_2:1.19), que se la cita, parece que como fuente, al término de este pasaje; a los mismos pastores en lo que valiese su testimonio , y luego al círculo de familiares y otros, ya citados. Una evidencia que nos impone el estudio del judeo-cristianismo original es el lugar excepcional ocupado por los parientes de Jesús en la comunidad primitiva. Los primeros obispos de Jerusalén son familiares de Cristo (Daniel 11, p.65).
Los elementos midráshicos, son:

La descripción del ángel del Señor que se aparece a los pastores (Luc_2:9).
La descripción paleo testa mentaría de la gloria del Señor (???? ?????? ).
La palabra evangelizar (????????????? ; ? . 10), del vocabulario isaiano (Isa_60:6; Isa_61:1), de Lc (Isa_1:19; Isa_4:17-19) y eclesial.
La redacción literaria del mensaje a los pastores: la alegría mesiánica (Isa_66:10; cf. Luc_1:14).
El nacimiento hoy (cf. Luc_23:43) con sentido enfático-escatológico.
La expresión Salvador (????? ; Luc_2:11), tan ordinaria en Lc, y del vocabulario también de Pablo (Tit_1:3; Tit_2:13; Tit_3:6; 2Ti_1:10) y de la comunidad primitiva (Hec_5:31; Hec_13:23).
Lo es también el título de Cristo-Señor. En el A.T. aparece el Cristo del Señor (Lam_4:20), lo mismo que en Lc (Lam_2:26). La transformación de la frase en el Cristo-Señor (??????? ?????? ) se debe seguramente a la comunidad cristiana, en evocación del Kucaoc,-Yahweh, para evitar confusiones en sus lectores gentiles y proclamar con ello era forma ordinaria el ?????? la divinidad de Cristo.
Sin duda también lo es el v.13: la multitud de ángeles que alababan a Dios. y (luego) se retiran al cielo (Luc_2:13.15). Qumrán ha aportado datos de interés a este propósito: el tema de la participación de la alabanza de la comunidad a Dios y la alabanza de los ángeles. Se querría expresar con ello una presencia de Dios en la comunidad que alaba. Sería un modo de expresar la presencia de Dios en la cuna del Niño: la corte de los ángeles está donde está Dios; por eso ellos alaban en aquel contorno celestial al Dios nacido, allí presente (K. L. Schmidt). ¿Quién los vio?
También lo es el himno que se pone en boca de los ángeles. Era un modo de traducir la alabanza a Dios ante el hecho escatológico. El Gloria (Luc_2:14) encuentra alguna semejanza en otro pasaje (Luc_19:38b). También en Qumrán se encuentra algo parecido. Naturalmente, estas cosas no están tomadas en magnetófono. Se piensa provengan aquí de la liturgia, de las plegarias de la comunidad primitiva. El final a los hombres de buena voluntad o a los hombres del querer (del beneplácito) divino que sería Israel es discutido. En esta forma última aparece en Qumrán (Luc_1:9 VIII 6). También puede ofrecer la forma en tres miembros. Se piensa por algunos que ésta fuese la forma original y que corresponde a un targum de Isaías (Luc_6:3), sobre el trisagion de los serafines (David Flusse). En la redacción griega en Lc se impone a los hombres de buena voluntad.
María guardaba todas estas cosas (Luc_2:19.5I). Dos veces aparece citada esta frase aunque no con igual matiz estratégicamente en dos perícopas, probablemente por traerlas en ellas sus fuentes. Pero no sólo se dice que María conservaba (????????? ) estos hechos de Cristo, sino que también los confrontaba (??????????? ), los comparaba, para valorarlos y, con ello, ver el cursus del desenvolvimiento histórico de su Hijo. Y también se podría pensar, salva su historicidad, si no pueden estar influidas literariamente por algunas expresiones remotas, pero significativas del A.T., v.gr., Ex 13:Exo_9:10.16; Deu_6:6; Dan_7:28; etc., y muy especialmente por Dan_7:28. En estos textos lo que se conservaba eran palabras, visiones, de Yahvé. ¿Podría haber aquí una sugerencia intentada para indicar que estos hechos habían de valorarse como las palabras-obras (?????? ) de Yahvé? En este caso, ¿no sería una sugerencia de la divinidad de Cristo?
Como antes se dijo, no parece que María sea la fuente directa de estos informes de la infancia de Cristo a Lc. Tienen una estructura literaria semita que Lc no iba a intentar ni posiblemente lograr como se ha sostenido. María fue fuente primera, y acaso José también. Pero Lc lo recoge de otras fuentes. Basta ver el fuerte contraste literario de estos capítulos con el resto de su evangelio, y aquí mismo, con su prólogo (Luc_1:1-4).
La Circuncisión (Luc_2:21-40). El v.21, la circuncisión, es un hecho histórico redactado en función del nombre de Jesús, anunciado por el ángel. El nombre es máximamente oportuno: con él aparece en la historia evangélica. Se piensa que posiblemente pertenezca a la comunicación sobrenatural a María (cf. Mat_1:21-23). Es dato ciertamente de la tradición prelucana.
La Purificación (Luc_2:22-24). La escena de la purificación es histórica. Toda mujer debía realizarla. Pero hay elementos midráshicos, aparte del midrash de base de Malaquías, antes estudiado, y otros históricos en esta escena. Toda mujer, después del alumbramiento, debía realizar su purificación en el templo (Lev c.12). También había de redimirse al hijo varón primogénito (Exo_13:1.12-15). Pero no se decía que hubiese que redimir al primogénito llevándole al templo; bastaba pagar dos siclos de plata (Num_18:16) al sacerdote del distrito (Strack.). Es histórica la ofrenda de pobres que hacen por la purificación (Lev_12:8) de María. El hecho de estar en Belén como transeúntes explica bien históricamente el que no dejen al Niño solo y lo lleven con ellos. Lc dice que lo trajeron a Jerusalén, conforme a la Ley de Moisés, para presentarle al Señor (v.22). Y para dar la ofrenda de la mujer que había alumbrado (v.24). E introdujeron al niño Jesús sus padres en el templo, para hacer con él conforme a la costumbre de la Ley (v.27). Y el v.22 pone: como se cumplieron los días de la purificación de ellos (????? ). La lectura en plural es dudosa, pero es la mejor sostenida críticamente (Nestlé). Lc por purificación de ellos de María y de Jesús no pone el término técnico de ???????? , sino ?????????? , que tiene mayor amplitud. Con ello quiere englobar la purificación de María y el rescate del Niño pagado en el templo. No es, pues, fallo histórico. Sobre estos datos históricos, el redactor quiere darle un especial valor. Por presentar pone el verbo ?????????? , al Señor. Es término usado en el A.T. (LXX) a propósito de los sacerdotes que ministran en el templo (Deu_17:12; Deu_18:5). Acaso quiera aludir a Cristo sacerdote-víctima, pues designa también este término la presentación de una ofrenda (Rom_12:1).
Simeón (Luc_2:25-35). Personaje histórico. Qumrán tiene algo muy parecido. El Maestro de Justicia tuvo una revelación (?) y su grupo vivía de ella, y esperaba al Mesías inminentemente. Así, el Pesher sobre Habacuc. Simeón era piadoso (??????? ) y esperaba la Consolación de Israel, término del judaísmo tardío (Eco_48:27b) para expresar la venida escatológica del Mesías. Son dos rasgos que caracterizaban la espiritualidad sadocita de Qumrán. Los círculos jerosolimitanos esperaban y animaban esta venida. ¿Acaso Simeón pertenecía o estaba en contacto con ellos? Lc lo presenta como hombre carismático. A. Cutler ha sostenido recientemente que este Simeón fuese el hijo del gran maestro Hillel, del que se sabe esperaba esta venida escatológica del Mesías inminentemente. Y ciertas tradiciones judeo-cristianas favorecen esta identificación.
Pero hay en esta escena elementos histórico-midráshicos. El hecho de que Simeón bendiga a José y María no sería inverosímil en un anciano, pero otra cosa es en el Templo. Sobre todo aquí aparece como gesto litúrgico, acaso prestado por la comunidad; como el vocabulario, en general, es litúrgico. Presentado como profeta (Hec_13:1, etc.), se explica el oráculo que va a pronunciar.
El Nunc dimittis. Este himno parece reflejar una elaboración litúrgica. El contexto del mismo parece acusarlo. El tomar al Niño y bendecir en el Templo son gestos litúrgicos, y el primero, de ofrenda.
Se piensa que Lc lo tome de la tradición y lo ponga en boca de Simeón, como en género literario usual. Debe de ser un himno literario judeo-cristiano arcaico, algo adaptado, pero que acusa en su contenido no se olvide el género profetice con sus características difuminadas la fe de la Iglesia pospentecostal. Es además himno típico de los midrashim judeo-cristianos (Daniélou). Está redactado con expresiones o influjos del A.T. (Isa_40:5; Isa_40:1; Isa_40:3-5; Isa_49:6; Isa_62:2), y más en concreto con textos profetices que describen la salud escatológica. La elaboración acusa un carácter muy universalista, y una época cristiana desarrollada con proyección apostólica muy abierta. Es un himno de acción de gracias por la visita escatológica de Cristo.
La escena de Simeón con María, con el desarrollo y elaboración posteriores, tiene un núcleo histórico; pero, de no ser así, no se vería el porqué se dirigiese a María, y exclusivamente a ella, ya que tan oculta está en los evangelios en la vida pública de Cristo, excepto en estos evangelios de la infancia. En todo caso, ¿por qué se dirige a María sólo y no también a José, allí presente, si sólo se tratase de dolores paternos? El texto dice que los bendijo (a sus padres) y luego sólo se dirige a María. En el Comentario se expuso el porqué.
La profecía es un midrash de tipo casi antológico, o mejor, alusivo. La caída y el levantamiento podría evocar lo primero la piedra de escándalo (Isa_8:14). En Isaías es Yahvé; acaso esta alusión o traslación sea una alusión a la divinidad de Cristo. Esto fue la vida de Cristo: una división de actitudes ante él. Puede la historia evangélica reflejarse en la redacción.
La profecía de la espada que traspasará el alma de María tendrá por finalidad el que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones. ¿En qué relación están estos extremos? El alma de María va a ser víctima del dolor, por su amor de madre, ante la actitud de Israel ante su Hijo. Los corazones del pueblo se manifestarán ante él, partidarios u hostiles, hasta llevarlo a la muerte. El corazón de su madre será eco y tendrá compasión en todo ello. Si hay influjos recordatorios de Jn-María (Jua_19:26-27), se piensa en un mayor alcance soteriológico en este dolor. En realidad, la profecía de la espada es un inciso entre el v.34b-e y el 35b.
Esta espada puede aludir a Ezequiel (Jua_14:17): Una espada pasará a través de la tierra (Israel). Simeón miraría a Israel a través de María, símbolo de Israel, por presentársela como símbolo de la Hija de Sión (Stahlin, Black). Pero se duda ante tanta sutileza (Laurentin). En el sentido de espada que destruye y discierne (cf. Sab_18:15; Rev_19:15).
Ana, la profetisa (Luc_2:36-38). Lc da de ella datos precisos familiares. Sin duda, es figura histórica. La misma misión borrosa con que aparece no tendría razón de introducírsela si no fuese figura histórica. Pertenece a los círculos jerosolimitanos. Es profetisa, es decir, mujer, acaso mejor que con este específico carisma, dada a la piedad y a la animación de estos días escatológicos. Este profetismo caracteriza el medio apocalíptico tipo Qumrán y los Pobres de Israel. Su viudez parece un celibato consagrado con paralelos también en Qumrán (Regla de la Comunidad). Su obra no fue al menos exclusivamente, en el templo, pues ella hablaba (?????? ) a todos sin duda círculos que esperaban la liberación por obra mesiánica. Debió de recibir un fuerte impacto en aquel episodio del templo. Los círculos familiares del Señor, los apostólicos y cristianos, debieron de ser la fuente del relato, junto con la divulgación que le prestaron en otros circuios expectantes (Luc_2:38b).
El Niño en el templo (Luc_2:41-50). Escena histórica y completamente verosímil. Procede de las fuentes ya indicadas. Precisamente al terminar este pasaje (Luc_2:51b) se dice que María guardaba todos estos recuerdos, lo mismo que se dijo al terminar la escena del nacimiento de Cristo (Luc_2:19). Las objeciones contra la historicidad no tienen razón de ser: las leyendas de Buda, de Ciro o de Alejandro son extrabíblicas, desemejantes y extraambientales, y los midrashim sobre Moisés, Samuel o David no tienen paralelo.
La catequesis no sólo recoge este recuerdo como una anécdota, sino también por su portada teológica. Se pueden percibir en el relato diversos motivos a este propósito, aparte de ser la primera palabra que aparece de Cristo en los evangelios, y el tema tan caro a Lc del Templo. Tanto que hasta hay una inclusión semita en su evangelio con este tema (Luc_1:5ss.9; cf. Luc_24:53).
En primer lugar, es la inteligencia de Cristo sobre las Escrituras. Lc dirá también luego que Cristo crece en sabiduría. Produce esta escena admiración. Es Cristo Doctor y Exegeta. El género literario, nuclearmente histórico, que se ve en los evangelios de discusión de Cristo con fariseos y doctores haciéndoles callar, tiene aquí su preludio y justificación al estar demostrando su saber bíblico ante los doctores de la Ley en sus mismas escuelas del templo (Luc_4:32). Ellos le rinden allí, imparcialmente y aun sin prejuicios, homenaje a su saber (Luc_2:46.47).
Un segundo aspecto es su independencia mesiánica ante sus padres como Hijo de Dios. Y, sin embargo, Lc confirmará también su sumisión y obediencia a sus padres al estarles sujeto (Luc_2:51).
También la palabra que no entienden sus padres puede tener un significado especial, acaso debido o matizado por el redactor. Véase en la exposición exegética. Sería su alusión a estar retorno con el Padre por su obra pascual.
Esto lleva anejo otro tema que aparece en Lc (Luc_9:45; Luc_18:34; Luc_24:25): la incomprensión. Esta forma velada de hablarles justifica bien la incomprensión de sus padres ante su respuesta.
También es de interés destacar, ya desde los comienzos, la divinidad de Cristo, en estas mismas palabras formulada, contra las tendencias heréticas, como hace Juan en su evangelio, que ponían el origen de la divinidad de Cristo en el bautismo 1.

1 S. Muñoz Iglesias, El Evangelio De La Infancia En S. Lucas Y Las Infancias De Los Héroes Bíblicos: Estbibl. (1957); Los Evangelios De La Infancia Y Las Infancias De Los Héroes: Estbibl. (1957). (Estos Artículos, Como Los De A. Ibáñez Sobre Este Tema En Mt, Nos Han Sido De Positiva Utilización En La Aportación Española.) J. P. Audet, L'annonce A Mane: Revbibl. (1956); H. Stahlin, Der Messias Und Das Gottesvolk (1954); E. Bu-Rrows, The Cospel Of The Infancy Ander Other Biblical Essay (1940); R. Bloch, En Dict-Bibl Suppl. 5:1271; A. Robert, Art. Litteraires (Genres): Dictbibl Suppl. 5; B. Brod-Mann, Mariens Jungfraulichkeit Nach Luc_1:34 In Der Ausennandersetzung Von Heute: An-Tonianum (1955); Paul Wlnter, The Proto-Source Of Luke 1: En Novtest (1956); Magníficat Ond Benedictus-Macabean Psalms?: Bulletin Of The John Rylands Library (1954); M. Villanueva, Nueva Controversia En Torno Al Voto De Virginidad De Señora: Estbibl (1957); Paul Gaechter, Mana Im Enderleben, V.E. (1959); J. Da-Niélou, Theologie Du Judéo-Christianisme (1958); Les Evangiles De Venfance (1967); R. Laurentin, Structure Et Theologie De Lúe 1-2 (1957); Je'sus Au Temple (Luc_2:48; Luc_2:1966); Bultmann, Die Geschichte Der Synoptischen Tradition (1957); Herbert Braün, Qumran Und Das Nene Testament (1966); K. Sendahl, Peace Among Men Of Gods Good Pleasure: The Scrolls And New Testament (1958); David Flusser. Sanctus Et Gloria: Abraham Unser Vater (Festschrift Otto Michel; 1963); A. Cvtler,Does The Simeón Of Luhe 2 Referí To Simeón Son Ofhillel?: JBR (1966); Dom Wlnandy, La Prophe-Tie De Simeón: Revbibl (1965); Ñ. ÂÅíÏéÔ, Un Glaive Te Transpercera L'ame: Cathbibl-Quart (1963).

Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)



CAPÍTULO 02

2. NACIMIENTO DE JESÚS (2,1-20).

En tiempos del emperador romano Augusto, que reinaba en todo el mundo de entonces, nace Jesús en Belén, como lo había anunciado el profeta Miqueas ( Mic_5:1; Luk_2:1-7). En una notificación solemne anuncian ángeles del cielo quién es este niño recién nacido y qué importancia tiene la hora de este nacimiento en la historia de la salvación (Luk_2:8-14). Los pastores anuncian y propagan la fe que había surgido en ellos gracias al mensaje, a los signos y lo que habían visto (Luk_2:15-20).

Pablo nos transmitió un antiguo himno sobre la encarnación, la muerte y la resurrección de Jesús, que se cantaba en la celebración litúrgica: «Cristo Jesús, siendo de condición divina, no hizo alarde de ser igual a Dios, sino que se despojó a sí mismo, tomando condición de esclavo, haciéndose semejante a los hombres. Y presentándose en el porte exterior como hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios, a su vez, lo exaltó y le concedió el nombre que está sobre todo nombre, para que, en el nombre de Jesús, toda rodilla se doble... y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre» (Phi_2:6-11). La historia de la infancia de Jesús está sostenida por los mismos pensamientos que este himno. Jesús se despojó y se humilló cuando nació, pero Dios exaltó a este niño mediante la solemne notificación de los ángeles, y en el punto culminante de la narración (Phi_2:10) resuena la confesión: «Un Salvador, que es el Mesías, el Señor.» Como a la cruz del despojo de sí y de la humillación siguió la proclamación de Dios por los ángeles, así al nacimiento en la pobreza sigue la solemne notificación por mensajeros celestiales de Dios. Ahora bien, la exaltación del Crucificado fue acompañada de la proclamación del Evangelio por los apóstoles por todo el mundo; la exaltación del niño recién nacido fue dada a conocer por los testigos de la proclamación divina; aunque, como corresponde a la historia de la infancia, no al mundo entero, sino únicamente a un pequeño grupo. La historia de navidad lleva el sello del Evangelio, del que dice Lucas: «Entonces (antes de la ascensión al cielo) les abrió la mente para que entendieran las Escrituras; y les dijo: Así está escrito: que el Mesías tenía que padecer, que al tercer día había de resucitar de entre los muertos, y que, en su nombre, había de predicarse la conversión para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto» (Phi_24:45-49).

Lucas, historiógrafo de Dios, tenía el mayor empeño en situar el nacimiento de Jesús, con la notificación divina, en las circunstancias históricas concretas, en pintarlo con colores de la época y en referirlo a la historia del mundo. Así como la historia de la pasión y de la resurrección pertenece, como hecho histórico, a la historia del mundo, así también la historia del nacimiento. El pesebre y la cruz son los puntos cardinales del hecho salvador en Cristo; hay correspondencia mutua entre ambos. Lo que allí sucedió cumplió lo que había preanunciado la Escritura. «Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, fue sepultado y al tercer día fue resucitado según las Escrituras» (ICor í5,3). También nació según la Escritura. Hay detalles en el relato de navidad que dejan algunas cuestiones en suspenso. Lucas no escribe conforme al exacto método moderno de la ciencia histórica. Su objetivo principal no era describir el marco histórico en que tuvo lugar el nacimiento de Jesús; lo que le importaba en primer lugar era el Evangelio, la buena nueva encerrada en este acontecimiento. Una vez más hay que remitir al punto culminante del relato (2,10). Allí se dice: Os traigo una buena noticia de gran alegría. También aquí es el relato del nacimiento una anticipación del anuncio de la pasión y de la resurrección. «Os recuerdo... el evangelio que os anuncié (como buena nueva).... porque os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió...» (1Co_15:1-3). A datos menos claros no queremos dar más importancia que la que les dio san Lucas. El Evangelio que presenta el nacimiento histórico de Jesús es también para nosotros el punto decisivo del relato de navidad. De lo contrario podría suceder que nos contentáramos con un marco vacío.

a) Nacido en Belén (Lc/02/01-07).

1 Sucedió, pues, que por aquellos días salió un edicto de César Augusto para que se hiciera un censo del mundo entero. 2 Este primer censo tuvo lugar mientras Quirinio era gobernador de Siria. 3 Y todos iban a empadronarse, cada cual a su propia ciudad.

El historiador Lucas sitúa la historia de la salvación en el transcurso de la historia universal. El emperador romano Augusto (30a.C.-14 d.C.) reina sobre la tierra entera, sobre los países comprendidos en el imperio romano. La inscripción de Priene (del año 9 a.C.) celebra el nacimiento de Augusto. Se dice que Augusto «dio nuevo aspecto al mundo entero: éste se habría arruinado si en él, que ahora nace, no hubiese brillado una suerte común. Rectamente juzga quien en este natalicio reconoce el comienzo de la vida y de toda fuerza vital... La Providencia que gobierna toda vida colmó a este hombre de tales dotes para bien de los hombres, que nos lo envió como salvador a nosotros y a las generaciones venideras... En su aparición se han colmado las esperanzas de los antepasados; él no sólo ha sobrepujado a todos los pasados bienhechores de la humanidad, sino que hasta es imposible que surja uno mayor. El nacimiento del Dios ha introducido en el mundo la buena nueva que con él se relaciona. Con su nacimiento debe comenzar un nuevo cómputo del tiempo». El año 27 a.C. Augusto recibió del senado el título honorífico de Sebastos, es decir, Augusto, con lo cual fue declarado digno de adoración.

Mediante una disposición suya, el emperador Augusto, que reina sobre el mundo, se pone, sin tener conciencia de ello y conforme al designio de la divina Providencia, al servicio del verdadero Salvador del mundo, en quien se cumple lo que los hombres habían esperado de Augusto y que él pudo dar hasta cierto grado, pero no en toda su plenitud. Augusto ordenó que se constituyera un censo (*). éste abarcaba dos cosas: un registro de la propiedad rústica y urbana (para fines del catastro) y una estimación de sus valores para el cálculo de los impuestos. La orden del emperador alcanzó a Palestina por medio del gobernador de Siria, Quirinio. Herodes el Grande, que entonces reinaba todavía en Palestina, hubo de aceptar aquella disposición, pues era rey por gracia del emperador. Aquel censo fue el primero que se hacía entre los judíos. Tuvo lugar en tiempo de Quirinio, gobernador de Siria. ¿Por qué hace notar Lucas todos estos detalles? Quería sin duda determinar exactamente el tiempo. Pero con ello se pone también de relieve que Palestina había perdido su libertad. Todos fueron a empadronarse. Según noticias que se hallaron en Egipto, gentes que estaban fuera del país, tuvieron que ir a inscribirse a su lugar de residencia; también las mujeres debían comparecer con sus maridos ante los funcionarios (**). Cada cual se dirigió a su ciudad, en la que tenía alguna propiedad. Así, José tuvo que ir a Belén.

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* Según el Monumentum Ancyranum, Augusto ordenó hacer tres veces el cómputo de los ciudadanos romanos. Indicaciones de diversas fuentes históricas permiten deducir que hacia el año 8 a.C. se hicieron censos de la población en diversas partes del imperio romano, por ejemplo, en las Galias el año 9 a.C. Aun prescindiendo de Luk_2:1, de las fuentes históricas resulta más que verosímil un registro de la población de todo el imperio romano. El procurador de Judea dependía del gobernador de Siria. Publio Sulpicio Quirinio, siendo gobernador de Siria, llevó a cabo el censo de la población hacia el año 6 d.C., lo cual dio lugar a una sublevación del pueblo. Fuera de Luk_2:2, nadie informa sobre un censo en Palestina por Quirinio en tiempo anterior a.C. Es cosa demostrada que Quirinio actuaba ya en Siria a.C.; no aparece claro si era gobernador. Desde allí dirigió un censo en Apamea. Parece que tenía un puesto directivo en todos los asuntos del Próximo Oriente en colaboración con las autoridades provinciales romanas. En las palabras de Luk_2:2 ¿se ha de ver una «inexactitud cronológica de un escritor distante de los hechos narrados»? Aunque se pueden hacer objeciones, la solución del problema parece ser la siguiente: el censo que emprendió Quirinio el año 6 d.C. parece haber comenzado ya antes de C. (el año 8 a.C.). Los trabajos del censo duraron bastante tiempo. En Egipto, donde los censos de la población eran ya práctica antigua, duraban todavía cuatro años por los tiempos de Cristo. En Palestina se llevaba a cabo por primera vez, por lo cual se hizo más lentamente. La primera etapa consistió en el registro de la propiedad rústica y urbana, la segunda en la estimación que fijaba los impuestos que se habían de pagar efectivamente. La primera etapa del registro tuvo lugar por el tiempo del nacimiento de Jesús; de ella habla Luk_2:1s; la segunda etapa, que era mucho más desagradable para el pueblo y provocó la sublevación por tratarse de la estimación de los impuestos, tuvo lugar el año 6 d.C.

** El papiro procede del año 104 d.C. y fue hallado en Fayyum; muestra condiciones análogas a las que presupone Lc, y también los mismos términos técnicos. En él se lee: «Gayo Vibio Máximo, gobernador de Egipto, dice: Dado que se avecina la tasación de la propiedad, tenemos que ordenar a todos los que por alguna razón se hallan fuera de su circunscripción que regresen a su hogar patrio a fin de efectuar la tasación de vigor y de aplicarse al debido cultivo del campo».

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4 También José, por ser de la casa y familia de David, subió desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, 5 para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta.

José fue con María a Belén. Sin duda tenía allí alguna posesión. En tiempos de Domiciano había en Belén parientes de Jesús, que eran labradores. Los descendientes de David habían poseído tierras en Belén. Lucas no hace mención de esto. A él le interesa más el que María y José tuvieran que ir a Belén. Llama a este lugar la ciudad de David; José era de la casa y familia de David. Todo esto suscita recuerdos religiosos. El Mesías tiene que nacer en Belén; procede de la casa de David y poseerá el trono de su padre. El profeta Miqueas lo había predicho: «Pero tú, Belén de Efrata, pequeña para ser contada entre las familias de Judá, de ti me saldrá quien señoreará en Israel, cuyos orígenes serán de antiguo, de días de muy remota antigüedad» (Mic_5:1). Dios pone la historia del mundo al servicio de la historia de la salvación; subordina a sus eternos designios la orden de Augusto.

A María se la llama esposa de José; éste la había llevado ya a su casa, pues de lo contrario, según la usanza galilea, no habría podido viajar sola con José. José convivía con María, pero sin llevar vida conyugal. Estaba encinta: era virgen y futura madre. Con ello se expresa lo que el relato de la anunciación había ocultado con el velo del misterio.

6 Y mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del alumbramiento. 7 Y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, por no haber sitio para ellos en la posada.

El relato del nacimiento es introducido solemnemente en el estilo de la Biblia. Mientras María y José estaban en Belén, llegó el tiempo del alumbramiento. Jesús está sujeto a la ley de Augusto y a la ley de la naturaleza. Era obediente.

El nacimiento se refiere con sobriedad, con sencillez, objetivamente, en pocas palabras. Dio a luz a su hijo. María trajo al mundo a su hijo con verdadera maternidad. De Isabel se dice: Dio a luz un hijo (Mic_1:57); de María: Dio a luz a su hijo.

La concepción virginal resuena en todas partes. Dio a luz a su hijo primogénito. ¿Se dice esto porque fuera Jesús el primero de varios hijos varones? La palabra no exige necesariamente esta interpretación. Una inscripción funeraria del año 5 d.C. hallada en Egipto da buena prueba de ello. Una mujer joven difunta, llamada Arsinoe, se expresa así: «En los dolores de parto del primogénito me condujo el destino al término de la vida». El hijito único, primogénito, de Arsinoe, era a la vez el unigénito. Lucas elige este título porque Jesús tenía los deberes y derechos del primogénito (Mic_2:23) y porque era el portador de las promesas.

María presta a su hijo los primeros servicios maternos. Lo envolvió en pañales. Los niños recién nacidos se envolvían fuertemente en jirones de tela a fin de que no pudieran moverse; se creía que así crecerían derechas las extremidades. Lo acostó en un pesebre, como en el que comen los animales. Este detalle de que el niño recién nacido tuviera como primera cuna un pesebre lo explica el evangelista con estas palabras: Por no haber sitio para ellos en la posada. María y José, llegados a Belén, habían buscado alojamiento en un albergue de caravanas (un khan). Era éste un lugar, por lo regular al descubierto, rodeado de una pared con una sola entrada. En el interior había a veces alrededor un pórtico o corredor de columnas, que en algún tramo podía estar cerrado con pared, formando un local algo grande o varios pequeños. En medio, en el patio, estaban los animales; las personas se cobijaban en el pórtico, estando reservados los espacios cerrados a los que podían permitirse aquel «lujo». Cuando María sintió que se acercaba su hora, no había allí lugar para ella. Se fue a un sitio que se utilizaba como establo; en efecto, donde había un pesebre debía de haber un establo (*)15. El Señor prometido es un niño pequeño, incapaz de valerse por sí mismo, acostado en un pesebre. Se despojó, se humilló y tomó la forma de esclavo. «Conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo: cómo por nosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros fuerais enriquecidos con su pobreza» (2Co_8:9). En el albergue no había sitio para él. «El Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza» (2Co_9:58). «Vino a los suyos, y los suyos no le recibieron» (Joh_1:11).

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* Según una antigua tradición (Justino +165; Orígenes +254) nació Cristo en una gruta: «En Belén se muestra la gruta; allí nació, y el pesebre en la gruta, allí fue envuelto en pañales.» Esta gruta fue profanada con el culto de Tammuz-Adonis, lo cual se debió seguramente al hecho de ser el lugar sagrado para los cristianos. Bajo el reinado de Constantino se edificó sobre la gruta la iglesia del Nacimiento. ORÍGENES, Contra Celsum 1,51 (PG 11, 756); JUSTINO, Diálogo con Trifón 78,5 (PG 6, 657).

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b) Dado a conocer por el cielo (Lc/02/08-14).

8 Había unos pastores en aquella misma región que pasaban la noche al aire libre, vigilando por turno su rebaño.

Los pastores eran gentes despreciadas. Tenían la mala fama de no tomar muy a la letra lo tuyo y lo mío; por esto mismo no se aceptaba su testimonio en los tribunales. Los pastores, los recaudadores de impuestos y los publicanos eran tenidos por incapaces, entre otras cosas, de actuar como jueces y como testigos, ya que eran sospechosos en cuestiones de dinero. Dios elige a los despreciados y a los pequeños; son capaces, aptos para recibir la revelación y para la salvación.

El ganado menor -contrariamente al ganado mayor- pasaba todo el tiempo, de día y de noche, en los pastos desde la fiesta de pascua hasta las primeras lluvias de otoño, es decir, desde marzo hasta noviembre. Por la noche se llevaba a los animales a apriscos o majadas para que estuvieran protegidos contra los ladrones y contra las bestias feroces. Del cuidado y protección del ganado se encargan los pastores, que se hacían cabañas con ramas para protegerse contra la intemperie y para el reposo nocturno. Los pastores, en su calidad de vigilantes, son de esas personas que observan lo que pasa a su alrededor, que están preparados a cada hora del día y de la noche. Precisamente esa actitud es decisiva en el tiempo final. «¡Y aun si llega (el señor) a la segunda o a la tercera vigilia de la noche, y los encuentra así (en vela), ¡dichosos aquellos!» (12,38).

9 Y un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los envolvió en claridad. Ellos sintieron un gran temor. 10 Pero el ángel les dijo: No tengáis miedo. Porque mirad: os traigo una buena noticia que será de grande alegría para todo el pueblo. 11 Hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. 12 Y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.

Dios mismo da a conocer a los pastores por medio de su ángel lo grande de la hora del mundo que ha comenzado con el nacimiento de Jesús. De repente e inesperadamente aparece el ángel en medio de una luz deslumbradora. Con resplandores de luz se manifiesta la gloria de Dios (Exo_16:10). Los pastores se ven envueltos en ese resplandor que dimana de los ángeles y que tiene su origen en Dios. En el ángel les está cercano Dios y su revelación. El temor es la reacción de los hombres ante la proximidad de Dios.

El ángel anuncia a los pastores un mensaje de alegría y de victoria (evangelium). Juan Bautista toma a su cargo este anuncio del ángel. «Anunciaba el Evangelio al pueblo» (Exo_3:18). Jesús continuará este anuncio: Tiene que anunciar a otras ciudades el Evangelio del reino de Dios (cf. 8,1), pues para ello le ha ungido Dios, «para anunciar el evangelio» (4,18). A Jesús suceden los apóstoles en el encargo de «anunciar el Evangelio de Jesucristo» (Act_5:42). La hora del nacimiento de Jesús es el comienzo de la buena nueva de gozo y de victoria, del Evangelio. Es traído al mundo de parte de Dios; en él se manifiesta la gloria de Dios.

El Evangelio del ángel no produce temor, sino gran alegría. Lo que ha asomado ya dondequiera que se ha anunciado el tiempo de la salvación (Act_1:14.46s.48.68) se produce ahora todavía en mayor abundancia. Estalla la alegría. Los pastores son los primeros que reciben esta gran alegría. ésta acompañará siempre a la predicación del Evangelio; porque el Evangelio anuncia y trae la salvación y con ella la alegría. «Volvieron, pues, los setenta llenos de alegría diciendo: ¡Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre!» (Act_10:17). Incluso la persecución por este Evangelio desencadenará la alegría: «Y llamando a los apóstoles (los miembros del sanedrín), después de azotarlos, les ordenaron que no volvieran a hablar del nombre de Jesús, y los soltaron. Ellos, pues, salían gozosos de la presencia del sanedrín, porque habían sido dignos de padecer afrentas por el nombre de Jesús» (Act_5:40s). Esta alegría alcanzará, no sólo a los pastores, sino a todo el pueblo. Los pastores son las primicias de los que reciben la alegría del tiempo de salvación; su gozo es fuente de una oleada de alegría que se extenderá a Israel y al mundo entero. ¿Cuál es el objeto de esta buena nueva de gran alegría? Hoy ha nacido... A éste hoy han mirado todas las promesas; hoy se ven cumplidas. Hoy se ha cumplido la Escritura» (Act_4:21). El tiempo del cumplimiento y del fin ha comenzado.

El niño que ha nacido es el Salvador, el Mesías, el Señor. El título fundamental es Salvador. Jesús, después de su exaltación, es anunciado por Pedro como Señor y Mesías. «Sepa, por tanto, con absoluta seguridad toda la casa de Israel que Dios ha hecho Señor y Mesías a este Jesús a quien vosotros crucificasteis» (Act_2:36). Jesús («Yahveh es salvación») es Salvador, el Señor es el Señor divino, el Mesías es el ungido, el rey. El núcleo de la profesión de fe de la cristiandad: «Jesucristo es Señor» ( Phi_2:11), viene de Dios por boca de los ángeles. Esta profesión conviene ya a Jesús desde el día mismo de su nacimiento.

En la ciudad de David. Es significativo que el lugar del nacimiento de Jesús no se designe con su nombre corriente, Belén, sino con el nombre de dignidad de la historia de la salvación. Para que naciera Jesús en la ciudad de David, subió José de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén (Phi_2:4). Allí tenía David su patria, y José su ciudad, porque era de la casa y familia de David. Jesús es «hijo de David», en él se cumplen las promesas de que se había hablado desde la anunciación (Phi_1:32s).

El mensaje del ángel está compuesto de tal forma que trae a la memoria la inscripción de Priene. Augusto es enviado como salvador. Pone término a todas las querellas. El natalicio del Dios emperador era para el mundo el comienzo de las buenas nuevas de alegría; las que siguen son las noticias de la declaración de mayor edad del príncipe heredero y sobre todo de la subida al trono del emperador. Al mensaje del culto al emperador contrapone el Nuevo Testamento el solo Evangelio del nacimiento de Jesús.

Habla el lenguaje de su tiempo, pues quiere hablar en forma realista y al alcance de todos. Conoce la expectación y la esperanza de los hombres, y responde con el Evangelio del nacimiento del niño en el estado y en el pesebre.

Los pastores reciben signos, por los que podrán reconocer la verdad del mensaje: un niño pequeño, envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Por estos tres signos reconocerán al Señor Jesucristo. Todo esto está en contradicción con la expectación judía, en contradicción con lo que dice el mensaje. ¿Un niño desvalido, Salvador del mundo? ¿El Mesías, un niño envuelto en pañales? ¿El Señor, acostado en un pesebre? Al recién nacido se aplica lo que se dijo del Crucificado: Es escándalo para los judíos y necedad para los gentiles (1Co_1:23). Pero «lo necio de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios, más poderoso que los hombres» (1Co_1:25).

13 Y de repente, apareció con el ángel una multitud del ejército celestial que alababa a Dios, diciendo: 14 Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres, objeto de su amor.

Al mensaje se añade la alabanza; el anuncio termina en un responsorio hímnico de una multitud de los ejércitos celestiales. Numerosos ángeles rodean al único que anuncia la buena nueva. Los ejércitos celestiales son -según la concepción de los antiguos- las estrellas, ordenadas en gran número en el cielo y trazando sus órbitas, pero también los ángeles que las mueven. Los ángeles forman la corte de Dios, que es llamado también Dios Sebaot (Dios de los ejércitos). Al introducir al primogénito en el mundo, dice Dios: «Adórenlo todos los ángeles de Dios» (Heb_1:6). Los ángeles se interesan vivamente en el acontecer salvífico. Son «espíritus al servicio de Dios, enviados para servir a los que van a heredar la salvación» (Heb_1:14).

El canto de los ángeles es una aclamación mesiánica. No es deseo, sino proclamación de la obra divina, no es ruego, sino solemne homenaje de gratitud. En dos frases paralelas se expresa lo que el nacimiento de Jesús significa en el cielo y en la tierra, para Dios y para los hombres. Dado que el cielo y la tierra están afectados por este nacimiento, tiene éste un significado de alcance universal. Con el mensaje de navidad cobra nuevo giro el universo. El cielo y la tierra son reunidos por Jesús.

Gloria a Dios en las alturas. «Dios habita en las alturas.» En el nacimiento de Jesús, Dios mismo se glorifica. En el da a conocer su ser. Jesús es revelación acabada de Dios, reflejo de su gloria (Heb_1:3); él anuncia la soberanía de Dios, la trae y la lleva a la perfección; en él se hace visible el amor de Dios ( Joh_3:16). Al final de su vida podrá decir: «Yo te he glorificado sobre la tierra, llevando a término la obra que me habías encomendado que hiciera» (Joh_17:4).

En la tierra paz a los hombres, objeto de su amor. En la tierra viven los hombres. Por el recién nacido reciben paz. Jesús es príncipe de la paz. «Porque nos ha nacido un niño, nos ha sido dado un hijo, que tiene sobre su hombro la soberanía y que se llamará maravilloso consejero, Dios fuerte, Padre sempiterno, Príncipe de la paz, para dilatar el imperio y para una paz ilimitada, sobre el trono de David y sobre su reino, para afirmarlo y consolidarlo en el derecho y en la justicia desde ahora para siempre. El celo de Yahveh Sebaot hará esto» (Isa_9:5). La paz encierra en sí todos los bienes salvíficos. La paz es restauración con creces de todo lo que los hombres habían perdido por el pecado; la paz es fruto de la alianza que había concluido Dios con Israel y que es renovada por Jesucristo. «La alianza es alianza de paz» (Isa_50:10). La fe es reconciliación, gozo consumado; la predicación de Jesús es «Evangelio de la paz» (Eph_6:15). él mismo es la paz.

Los hombres reciben paz porque Dios les ha mostrado su complacencia, su favor, su amor. Jesús garantiza a los hombres la complacencia y el amor de Dios. Sólo por éste puede salvarse el hombre. En un salmo de la secta de Qumrán se cantaba: «En tu cólera están (fundados) todos tus castigos, y en tu bondad la plenitud del perdón y de la misericordia con todos los hijos de tu complacencia». El himno angélico extiende la complacencia divina a todos los hombres. Por razón de Jesús puede alcanzar a todos la voluntad salvífica de Dios, con tal que muestren deseo de salvarse. «Porque así dice el Altísimo, cuya morada es eterna, cuyo nombre es santo: Yo habito en la altura y en la santidad, pero también con el contrito y humillado, para hacer revivir los espíritus humillados y reanimar los corazones contritos... Por la iniquidad de su violencia, me irrité, y ocultándome, le castigué sañudo. El rebelde seguía por los caminos de su corazón. Sus caminos los conozco yo, y le sanaré y le conduciré y le consolaré. Yo pondré cantos en los labios afligidos. Paz, paz al que está lejos y al que está cerca, dice Yahveh; yo le curaré. Pero los malvados son un mar proceloso, que no puede aquietarse, y cuyas olas arrojan cieno y lodo. No hay paz, dice Yahveh, para los impíos» (/Is/57/15-21).

El anuncio solemne del ángel exaltó al niño recién nacido como rey Mesías, el canto de los coros de ángeles lo celebra como príncipe de la paz, Salvador y sacerdote, que reconcilia y reúne el cielo con la tierra. El niño en el pesebre es sacerdote y rey del tiempo de la salvación.

El canto de los ángeles tiene relación con la aclamación del pueblo, que acompañaba a Jesús en su entrada en Jerusalén al comienzo de la semana de su pasión; el pueblo clamaba: «¡Bendito d que viene, el rey, en el nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!» (Eph_19:38) (*). La paz y la gloria que reinan en el cielo deben realizarse también en la tierra por Jesús. La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, donde le aguardan la muerte y Ia exaltación, se consuma como obra salvífica: se da a los hombres la paz y la gloria del cielo. Esta aclamación del pueblo se entiende como grito de oración, así como decía el orante judío: «La paz que reina en sus alturas, nos proporcionará paz a nosotros y a todo el pueblo de Israel.» Lo que comenzó por el nacimiento de Jesús, será llevado a término por su muerte. La entrada de Jesús en el mundo tiene su consumación en la entrada en Jerusalén y en la parusía. Belén, Jerusalén y mundo son las grandes etapas de la redención. Jerusalén está en medio con la «elevación» (Eph_9:51) en la cruz y la ascensión al cielo...

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* La tradición del texto dice: «En el cielo», pero quizá debiera decir: «en la tierra»; la falta se debe probablemente a una falsa resolución de abreviaturas.

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c) Anunciado por los pastores (/Lc/02/15-20).

15 Y cuando los ángeles los dejaron y se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: Pasemos a Belén, a ver eso que ha sucedido, lo que el Señor nos ha dado a conocer. 16 Fueron con presteza y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.

El mensaje que transmitió Dios no es sólo palabra, sino, al mismo tiempo, acontecimiento: Mensaje que sucedió. Al acontecimiento sigue la palabra notificante. Pablo confiesa: «A mí, el menor de todo el pueblo santo, se me ha dado esta gracia: la de anunciar a los gentiles el Evangelio de la insondable riqueza de Cristo y dar luz sobre la economía del misterio escondido desde los siglos en Dios» (Eph_3:8s). La misma ley vige para Pablo que para los pastores. «A mí, el menor... el Evangelio de la insondable riqueza de Cristo... la economía del misterio» (la salvación que se da en Cristo); esto se aplica a todos los mensajeros que dan a conocer la economía y la realización de los divinos designios salvadores.

Una vez que los pastores hubieron recibido la buena nueva, habían de ser también testigos de lo que vieron. Creyeron y pudieron luego ver con sus propios ojos lo que habían creído. «Bienaventurada tú, que has creído...» Van con presteza, como María, a cumplir el encargo de Dios. La oferta de la salvación no sufre dilaciones. Los hombres comienzan a volverse hacia el niño en el pesebre. En Jesús está la salvación y la gloria de Dios.

Los pastores encontraron lo que buscaban conforme al signo y mediante la guía de Dios, que siempre guía de tal manera, que el hombre encuentra. Lo que vieron con los ojos fue a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Esto y nada más: nada de la madre virgen, nada de las grandezas que había expresado acerca de este niño el mensaje del ángel. Pero vieron a este niño, iluminados por la revelación de Dios. El signo de que la revelación de Dios se ha hecho realidad histórica, está delante de ellos en María y José, y en el niño acostado en el pesebre. El esplendor del Evangelio de navidad viene de la interpretación divina del nacimiento histórico de Jesús, pero el portador de este esplendor es el niño que ha nacido.

17 Al verlo, refirieron lo que se les había dicho acerca de este niño. 18 Y todos los que lo oyeron quedaron admirados de lo que les contaban los pastores. 19 María, por su parte, conservaba todas estas palabras en su corazón y las meditaba.

¿Qué efecto produce la vista con fe del hecho salvador? Los pastores han visto y refieren, dan a conocer lo que han visto. El contenido de su anuncio es éste: Lo que se les había dicho acerca de este niño; el hecho histórico del nacimiento de Jesús y las palabras que se les habían dicho acerca de este niño. Así se efectúa siempre el anuncio, la proclamación del Evangelio: «Os doy a conocer... el Evangelio..., que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras» (1Co_15:1-5).

No todos pueden ver con sus ojos el acontecimiento: sólo los testigos predestinados por Dios (Cf. Act_10:40-43). Los otros oyen el mensaje de estos testigos. Como fruto inmediato del oír se recoge la admiración. Lucas es el evangelista que con más frecuencia hace notar que los hechos y palabras de Jesús despertaban admiración. El que experimenta la revelación de lo divino, se admira, sea que con fe y temor reverencial se asombre ante lo divino, o que admire lleno de presentimientos, o que rechace con crítica y sin comprensión. El que se asombra cuando se le presenta la revelación divina, todavía no cree: está en el atrio de la fe: ha recibido un impulso que puede suscitar fe, pero también provocar duda. ¿Puede originar más que asombro la predicación de los mensajeros de la fe? La decisión de creer es asunto personal de cada uno.

También María recibe de los pastores un mensaje sobre su hijo. Lo que le había dicho al ángel Gabriel y había sido confirmado por Isabel, es ahora profundizado por los pastores. No sólo se asombra, sino que conserva todas estas palabras en el corazón. Oyó la palabra de la manera que Dios quiere. En ella cae la semilla en buena tierra. La semilla que cae en «la tierra buena son los que oyen la palabra con un corazón noble y generoso, la retienen y por su constancia dan fruto» (8,15). Constantemente oye María algo nuevo sobre su niño. ¿Quién puede decir de una vez todas las riquezas que encierra este niño, de modo que el hombre comprenda? La riqueza que está contenida en la revelación de Cristo, sólo puede comunicarse cada vez por partes. Pero las partes deben compararse y combinarse. La fe madura combina los diferentes elementos, ordena y encuadra lo nuevo en lo que ya se posee. Lo que experimentó María en la anunciación, en la visita a Isabel y en el momento del nacimiento, fue para ella fuente inagotable de meditación, de sus decisiones, de oración, de alabanza, de gratitud, de gozo y de fidelidad. María es el prototipo de todos los que perciben la palabra y la acogen como es debido, el prototipo de los creyentes y consiguientemente el prototipo de la Iglesia, que acoge a Cristo con la fe y lo lleva en sí.

20 Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído, tal como se les había anunciado.

Dios había elegido a éstos, los más pobres de todos, que estaban en vela, para que recibieran el mensaje del nacimiento del Salvador. Los constituyó en testigos del Mesías recién nacido y los pertrechó para que fueran heraldos de la buena nueva. Ahora los hace volver a su vida cotidiana. Los pastores se volvieron.

A partir de entonces glorifican y alaban al Señor. Dios actúa mediante la venida y la acción de Jesús; pues Dios está con él. Realiza prodigios, milagros y signos por medio de Jesús. El asombro por los grandes hechos de Dios acompaña la entera vida de Jesús, en quien se reconoce la acción de Dios. Cuando Jesús recorre Palestina erumpe un júbilo de alabanza de Dios (Luk_5:25s; Luk_7:16; Luk_9:43; Luk_13:13; Luk_17:15; Luk_18:42s). Incluso cuando muere en la cruz y clama con gran voz: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu», glorifica a Dios el centurión que lo había oído (Luk_23:47). Con tal glorificación de Dios comienza y termina el Evangelio. Después de la ascensión volvieron los discípulos a Jerusalén llenos de alegría y glorificaban a Dios continuamente en el templo (Luk_24:53). Cuando en la primitiva liturgia cristiana se hacían presentes los hechos de Jesús mediante la palabra y la fracción del pan, los creyentes terminaban respondiendo con alabanzas a Dios (Act_2:47).

Una vez más se dejan notar los efectos de esta liturgia de la alabanza y de la glorificación. Lo que habían visto y oído, tal como se les había anunciado. Los hechos salvíficos y su interpretación divina, que forman el centro del culto cristiano, llevan a la glorificación y a la alabanza de Dios. Para esto se escribió el Evangelio de Lucas: para que Teófilo y con él la Iglesia se persuadan de la certeza de aquello sobre lo que se les había instruido y que en el culto cristiano se hace presente y se celebra: Dios que causa la salud por Jesús.

3. IMPOSICIÓN DEL NOMBRE Y PRESENTACIÓN DE JESÚS (Act_2:21-40).

Con el niño Jesús se procede conforme a las disposiciones de la ley (Cf.2,21.22-24.27.39). «Nació de mujer, nació bajo la ley» (Gal_4:4). En la observancia de la obediencia a la ley se hace patente su gloria en la circuncisión (Gal_2:21) y en el templo (Gal_2:22-39).

El camino del niño Jesús en el seno de su madre va de Nazaret, la pequeña e insignificante ciudad de Galilea, donde fue concebido, a Belén, la ciudad de David, donde nació -en pobreza y gloria-, y de allí a Jerusalén, a la ciudad de su «elevación» (Gal_9:51). Con esto se llega al punto culminante del relato de la infancia. La actividad pública de Jesús seguirá el mismo camino: de Galilea a Jerusalén, donde muere y es glorificado.

Como Juan, en el momento de la imposición del nombre, es celebrado en las palabras proféticas de su padre, así también Jesús adquiere todavía mayor esplendor gracias al Espíritu Santo, que habla por boca del profeta y de la profetisa. Juan es celebrado en casa de Zacarías, Jesús, en cambio, en el templo. Jesús es mayor que Juan.

a) Imposición del nombre (Lc/02/21).

21 Cuando se cumplieron ocho días y hubo que circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de ser concebido en el seno materno.

Con su nacimiento fue introducido Jesús en la existencia humana («lo envolvió en pañales»), en la estirpe de José, en el pueblo israelita, en la historia de los pobres y de los pequeños, en la obligación de la ley...

La ley mosaica regula la vida del israelita, por días, semanas y años. Cuando se cumplieron ocho días y hubo que circuncidar al niño, recayó sobre Jesús por primera vez la obligación de la ley: Jesús era «obediente» (Phi_2:8).

El Evangelio no dice expresamente que se efectuó en Jesús la circuncisión. El orden de la ley y su cumplimiento es el marco en que se desarrolla la vida entera de Jesús. Con él se cumple la ley, se realiza su pleno sentido. Con esta obediencia erumpe lo nuevo y grande. A la circuncisión está ligada la imposición del nombre. Dios mismo fijó el nombre de este niño pequeño. Se le llamó como había dicho el ángel. Con el nombre fija Dios también la misión de Jesús: Dios es Salvador. En Jesús trae Dios la salvación. «Jesús pasó haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él» (Act_10:38).

b) Presentación en el templo (Lc/02/22-24).

22 Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, 23 conforme a lo que está escrito en la ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor; 24 y para ofrecer un sacrificio, como lo dice también la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones.

La ley de la purificación establecía: «Cuando dé a luz una mujer y tenga un hijo, será impura durante siete días (estará excluida de los actos del culto); será impura como en el tiempo de su menstruación. El octavo día será circuncidado el hijo, pero ella quedará todavía en casa durante treinta y tres días en la sangre de su purificación; no tocará nada santo ni irá al santuario hasta que se cumplan los días de su purificación» (Lev_12:1-4). También con Jesús se practicó la purificación. Se dice, en efecto: Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos. «Purificación» tal vez signifique aquí consagración. La ley ordena acerca del primogénito: «Cederás a Yahveh todo ser que sea el primero en salir del seno materno, así como el primogénito de los animales que tengas; los machos pertenecen a Yahveh» (Exo_13:12). Esta prescripción de la ley tenía por objeto recordar la acción salvadora con que Dios sacó maravillosamente a Israel de la miseria de Egipto. «Y cuando tu hijo te pregunte mañana: ¿Qué significa esto?, le dirás: Con su poderosa mano nos sacó Yahveh de Egipto, de la casa de la servidumbre. Como el faraón se obstinaba en no dejarnos salir, Yahveh mató a todos los primogénitos de la tierra de Egipto, desde los primogénitos de los hombres hasta los primogénitos de los animales; por eso yo sacrifico a Yahveh todo primogénito de los animales y redimo todo primogénito de mis hijos» (Exo_13:14s). Los animales debían ofrecerse en sacrificio; el hijo primogénito varón era rescatado. El precio del rescate era de cinco siclos (*). Este precio podía pagarse en todo el país a cualquier sacerdote. María hizo la oferta prescrita para la purificación. Esta consistía en un cordero de un año en holocausto y un pichón o una tórtola como sacrificio expiatorio.

Los que no disponían de medios para ofrecer una cabeza de ganado menor, ofrecerían un par de tórtolas o dos pichones, uno en holocausto y otro como sacrificio expiatorio (Cf. Lev_12:6 8). María hizo la oblación de los pobres. Dios había mirado a su humilde esclava. María, José y Jesús contaban entre los pobres.

En el Evangelio no se dice expresamente que Jesús fue rescatado con la suma prevista. Fue llevado al templo para ser presentado. Mediante la presentación es consagrado a Dios y declarado posesión suya. Ana, madre de Samuel, llevó al templo el niño que había concebido, aunque era estéril, y lo consagró al servicio de Dios. Dijo: «Quiero yo dárselo a Yahveh, para que todos los días de su vida esté consagrado a Yahveh» (lSam 1,28).

Samuel era un hombre consagrado a Dios, Juan Bautista estaba consagrado a Dios, por lo cual no bebía nada inebriante. Jesús está todavía más consagrado a Dios. Es santo, porque nació de la virgen por la virtud del Espíritu Santo (1,35). Es siempre el Santo de Dios, enteramente consagrado a Dios, entregado al servicio de Dios. La presentación en el templo pone de manifiesto lo que hasta entonces estaba oculto acerca de él.

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* Num_3:47; Num_18:16. El siclo es una moneda judía que recibió su nombre del sistema de pesos. Según el sistema monetario fenicio, que fue introducido en Israel probablemente en tiempos de Salomón, un siclo de plata pesaba 1/15 del siclo de oro (109g/15); esta moneda servía de norma para las contribuciones que se pagaban al santuario (cf. Exo_30:13).

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c) Testimonio del profeta (Lc/02/25-35).

25 Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón; que era hombre honrado y piadoso, que esperaba el consuelo de Israel; el Espíritu Santo residía en él; 26 y le había sido revelado por el Espíritu Santo que no moriría sin ver antes al ungido del Señor.

Como los pastores en Belén, instruidos por el ángel de Dios, publican la grandeza del niño recién nacido, así también en el templo dos figuras de profetas, Simeón y Ana, iluminados por el Espíritu Santo, dan testimonio del significado salvífico de este niño. En Simeón produjo abundantes frutos la piedad veterotestamentaria. Simeón era fiel a la ley y temeroso de Dios. La ley y la sabiduría, cuyo principio es el temor de Dios habían dado la impronta a su conducta. él aguarda el consuelo de Israel, la salud mesiánica, y a aquel que la ha de traer. Dios anuncia para el futuro: «Cantad, cielos; tierra, salta de gozo; montes, que resuenen vuestros cánticos, porque ha consolado Yahveh a su pueblo, ha tenido compasión de sus males» (Isa_49:13). Dios consolará a su pueblo consumando la salvación mesiánica. Simeón es profeta. Dios le ha dado el Espíritu Santo, y así su palabra es revelación divina. Simeón tiene esta ventaja respecto a los demás profetas: antes de morir verá todavía al Ungido del Señor, al Mesías. Los otros profetas lo anuncian para un futuro remoto, él goza ya de su presencia.

27 Movido, pues, por el Espíritu, fue al templo, y cuando entraban los padres con el niño Jesús para cumplir la disposición de la ley con respecto a él, 28 Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios.

Simeón, movido y guiado por el Espíritu, fue al templo en el momento en que era introducido Jesús. Mientras se cumple con la ley antigua, viene Simeón a conocer al Mesías, y los padres reciben la revelación profética acerca del niño. El templo y la ley, el culto y la revelación de la antigua alianza apuntan hacia el Mesías y conducen a él.

Allí está Simeón, iluminado por el Espíritu y penetrado de fe; toma al niño en sus brazos y bendice a Dios. Es la imagen del que ha recibido la salud. Simeón acoge al niño como se acoge a un huésped amigo, con todo respeto y amor. Así también deben ser acogidos los enviados de Dios. En los apóstoles viene Jesús mismo, en su palabra está él presente (Mat_10:40). El comienzo de tal acogida respetuosa y amante es la fe, y el fin es la alabanza de Dios, la bendición de aquel que ha dado toda bendición.

Y dijo:

29 Ahora, Señor, según tu promesa puedes dejar irse en paz a tu siervo; 30 porque vieron mis ojos tu salvación, 31 la que preparaste a la vista de todos los pueblos: 32 luz para iluminar las naciones y gloria de tu pueblo Israel.

La alabanza del profeta es el eco que responde a la revelación acerca del niño que tiene el anciano en sus brazos. Su cántico, el canto vespertino de su vida, está sostenido por las palabras y el espíritu del libro de Isaías (Cf. acerca del v. 30: Isa_40:5; Isa_52:10; acerca del v. 32: Isa_42:6; Isa_46:13; Isa_49:6). Los hombres iluminados por el espíritu saben interpretar rectamente la Escritura y juzgar acerca de los acontecimientos salvíficos.

Dios es Señor, el hombre es siervo. La vida es una dura servidumbre. Quizá hubo de soportar Simeón cosas duras por razón de sus esperanzas mesiánicas. La muerte acabará ahora con esta relación de servidumbre. Se ha realizado el anhelo de una vida. Le es dado ver con los ojos del cuerpo al Salvador y Redentor, sin tener que contentarse con reconocerlo de lejos en las visiones proféticas. «Dichosos los ojos que ven lo que estáis viendo» (Isa_10:23). Puede partir de la vida en paz, con el corazón satisfecho, agraciado con la salvación que trae Jesús. Su vida es una vida llena, porque ha visto a Jesús...

Jesús es el Mesías enviado por Dios para la salvación. Es lo que dice su nombre: Salvador. En él ha preparado Dios la salvación a la vista de todos los pueblos. Ahora se cumplen las palabras de Isaias: «Yahveh alza su santo brazo a los ojos de todos los pueblos, y los extremos confines de la tierra ven la salvación de nuestro Dios» (Isa_52:10). Con esto no se dice todavía que todos los pueblos participen en la salvación. Pero cuando el Señor muestre la salvación a la vista de todos los pueblos, ¿qué sucederá entonces? El niño que lleva Simeón en brazos es una luz para iluminar las naciones. Ahora se cumple lo que se había preanunciado: «Levántate y resplandece, que ya se alza tu luz, y la gloria de Yahveh alborea para ti, mientras está cubierta de sombras la tierra y los pueblos yacen en tinieblas. Sobre ti viene la aurora de Yahveh y en ti se manifiesta su gloria. Las gentes andarán a tu luz, y los reyes, a la claridad de tu aurora» ( Isa_60:1-3). «Yo te hago luz de las gentes para llevar mi salvación hasta los confines de la tierra» (Isa_49:6; d. 42,6). En Israel alborea la luz que es Jesús, pero más allá de Israel ilumina también a los pueblos gentiles. Atraídos por esta luz acuden las naciones al pueblo de Dios iluminado, en el que habita el Mesías.

Era también inevitable que Israel recibiera gloria por Jesús. De él dimana por Jesús el resplandor de Dios y los pueblos glorifican a Israel. Lo que ya se había insinuado en el cántico de María y en el cántico de los ángeles, lo publica ahora el anciano profeta en toda su amplitud, apoyándose en la predicción de Isaías: Dios otorga en Jesús la salud al mundo entero. «Todos han de ver la salvación de Dios» (3,6). «Sabed pues, que a los gentiles ha sido ya transferida esta salvación de Dios, y ellos la escucharán» (Act_28:28).

33 Su padre y su madre estaban maravillados de las cosas que se decían de él.

También María y José, los más próximos a Jesús entre todos los hombres, tienen necesidad de la palabra reveladora para poder comprender lo que Dios ha hecho en Jesús para los hombres, «el Evangelio de la insondable riqueza de Cristo» (Eph_3:8). Por mucho que sea lo que se perciba de esta riqueza, todavía es más lo que se sustrae a la comprensión.

También los padres de Jesús se maravillan y se asombran. Sin embargo, no están en el atrio de la fe, sino que creen. Su fe descubre y reconoce las profundidades de la sabiduría y del amor divinos. Se maravillan, penetrados de respeto y reverencia. De las profundidades de su corazón emocionado brota alabanza a Dios y vida religiosa.

34 Simeón los bendijo; luego dijo a María, su madre: Mira: éste está puesto para caída y resurgimiento de muchos en Israel, y para señal que será objeto de contradicción, 35 y a ti una espada te atravesará el alma, para que queden patentes los pensamientos de muchos corazones.

María y José llevaron bendición a Simeón por medio del niño. «Bendito Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los cielos, en Cristo» (Eph_1:3). El anciano profeta bendice, en cambio, a los padres.

Jesús es una figura en que se cifra la decisión, la división de los campos. «él será piedra de tropiezo para las dos casas de Israel, lazo y red para los habitantes de Jerusalén. Y muchos de ellos tropezarán, caerán y serán quebrantados, y se enredarán en el lazo y quedarán cogidos» (Isa_8:14s). Pero también se aplica a Jesús: «Yo he puesto en Sión por fundamento una piedra, piedra probada, piedra angular, de precio, sólidamente asentada. El que en ella se apoye, no titubeará» (Isa_28:16). Para esto destinó Dios a Jesús: para que todo Israel tome en él su decisión. El que es uno con él, se ve levantado, salvado; en cambio, el que está en contradicción con él, cae en la perdición. No por ser Israel el pueblo elegido de Dios recibe la salud y logra la salvación, sino porque toma su decisión optando por Jesús. Lo que salva en el juicio no es la pertenencia a Israel, sino la decisión por el signo erigido por Dios. Sólo el que se decide por Jesús pertenece verdaderamente al pueblo de Dios.

Jesús es signo, señal, porque sitúa al hombre ante la decisión. Es objeto de contradicción. La entera historia de la revelación está llena de contradicción. San Pablo lo expresa con la frase profética: «Todo el día estuve con las manos extendidas hacia un pueblo indócil y rebelde» (Rom 10-21; cf. Isa_65:2). San Esteban, después de compendiar la historia de la salud, saca esta conclusión: «¡Gentes de dura cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos! Siempre estáis resistiendo al Espíritu Santo. Como vuestros padres, igual vosotros» (/Hch/07/51). Toda contradicción contra Dios se recoge en la contradicción contra Jesús.

María, madre de Jesús, está incorporada a la suerte de su Hijo. Y a ti... Simeón se dirige a ella. El oráculo profético, según el cual Jesús es una señal que será objeto de contradicción, se dirige en primer lugar a María. La contradicción de que será objeto Jesús, le afectará también a ella. Una espada te atravesará el alma. Por los ataques contra Jesús, ella misma sentirá dolor en el alma. María es la madre dolorosa que está en pie junto al Crucificado. Todavía no se habla de la cruz, pero ésta es la última consecuencia de la contradicción.

La contradicción de que es objeto Jesús y el dolor que experimenta María tiene una finalidad fijada por Dios: para que queden patentes los pensamientos de muchos corazones. La decisión que se toma ante la señal que es Jesús, descubre las profundidades ocultas de los sentimientos humanos. Por Jesús, que está ligado con María, se formula un juicio contra la humanidad. «Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque las obras de ellos eran malas» (/Jn/03/19). El Dios encarnado es señal que sería objeto de contradicción, pero aún lo será más el Crucificado. María, la madre que lo engendró como hombre sujeto al sufrimiento, sufre con él de la contradicción. La unión con ella es la señal, objeto de contradicción; el escándalo es la humanidad de Jesús (Cf. Luk_4:22; Luk_7:23; Luk_23:35).

María y Jesús no se deben separar. Esta inseparabilidad continúa en la Iglesia y en Jesús. Ambos juntos son la señal de la decisión, de la manifestación del estado interior del hombre, de si uno es hombre de obediencia o de desobediencia, hombre de contradicción o de entrega.

d) Testimonio de la profetisa (Lc/02/36-38).

36 También estaba allí una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. ésta era ya de edad muy avanzada. Casada desde jovencita, había vivido con su marido siete años; 37 Y era una viuda que llegaba ya a los ochenta y cuatro. No se apartaba del templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones.

Al profeta se añade la profetisa. Israel tuvo siempre también mujeres dotadas de espíritu. La teología rabínica cuenta siete de ellas. Está anunciado que en los últimos tiempos profetizarán los hijos y las hijas de Israel. «Aun sobre vuestros siervos y siervas derramaré mi espíritu en aquellos días, y hablarán proféticamente» (Joh_3:2; Act_2:18). A la grave palabra del juicio, de la contradicción y de la espada siguen palabras de consolación y de aliento. El nombre de la profetisa y los de sus antepasados significan salvación y bendición. Ana quiere decir: Dios se ha compadecido; Fanuel, Dios es luz; Aser, felicidad. Los nombres no carecen de significado. Lo que significan estos nombres emana de las personas y de sus palabras y lo sumerge todo en el resplandor de la alegría, de la gracia y del favor de Dios. El tiempo mesiánico es un tiempo de profusión de luz. Ana está, como Simeón, formada por la piedad veterotestamentaria. Su avanzada ancianidad demuestra la complacencia de Dios que reposa en ella; en el momento del encuentro con Jesús tenia Ana más de cien años. Su vida era ordenada y casta. Había casado todavía jovencita, su matrimonio duró siete años, y su casta viudez doce veces más: ochenta y cuatro años en total (Cf. Jdt_8:4 ss.; Jdt_16:22s.). Su vida estaba dedicada a la oración, a las visitas al templo (asistencia al culto) y al ayuno, noche y día. Vivía completamente para Dios, en la presencia de Dios. Ana es presentada como modelo luminoso de las viudas cristianas. «La viuda de verdad, la que está desamparada, tiene su esperanza puesta en Dios y se dedica a las súplicas y oraciones, día y noche» (1Ti_5:5).

38 Presentándose en aquel mismo momento, glorificaba a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.

Ana es testigo de la gran hora de gracia del templo. Con la luz del Espíritu Santo reconoce al Mesías en el niño que llevaba María al templo. Glorificó a Dios, como alternando en un responsorio con Simeón. Como había reconocido la venida del Mesías y quedó llena de gozo, se convirtió en apóstol. No cesaba de hablar de él a todos los que esperaban al Redentor. Su mensaje halla límites en la mayor o menor disposición para aceptarlo. La palabra de la revelación debe aceptarse, como se acoge a un huésped... Jesús es la liberación de Jerusalén. Con la aparición de Jesús en el templo se inicia la liberación de todos los enemigos (1Ti_1:68.71): mediante la gracia de Dios que perdona. Jesús mismo es la liberación, la redención (1Ti_24:21). En él está presente la salvación escatológica. La historia de la infancia ha llegado a su punto culminante. En el templo de Jerusalén se revelan dos cosas: la contradicción contra Jesús y la aceptación creyente, condenación y salvación, caída y resurgimiento. Se cumple lo que había predicho Malaquías: «En seguida vendrá a su templo el Señor a quien buscáis, y el ángel de la alianza que deseáis. Ved que viene ya» (Mal_3:1). Este día es día de juicio: «¿Y quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién podrá mantenerse firme cuando aparezca? Porque será como fuego de fundidor y como lejía de batanero» (Mal_3:2). El día es también día de salvación. «Entonces agradará a Yahveh el sacrificio de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados y como en los años antiguos» (Mal_3:4). De Jerusalén, donde se erige en el templo la señal, irradia la luz para la iluminación de los gentiles, se pone de manifiesto la gloria de Israel. Esto sucede ahora que Jesús es llevado al templo, esto sucederá todavía más cuando sea «elevado» en Jerusalén, es decir, cuando sea exaltado a la gloria. Entonces será reunido el nuevo pueblo de Dios, y sus mensajeros partirán de Jerusalén al mundo a fin de reunir a los pueblos en torno a la señal de Cristo.

e) Regreso a Nazaret (Lc/02/39-40).

39 Y después de cumplirlo todo según lo que mandaba la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.

Jesús fue manifestado en Jerusalén a la sazón en que cumplía obedientemente con la ley. «Nacido bajo la ley» (Gal_4:4), Dios lo glorificó por los profetas. La obediencia lo exaltará y lo glorificará de tal modo que el universo confiese que Jesucristo es Señor (Phi_2:11).

Pasada la gran hora de Jerusalén, es llevado Jesús de nuevo a Galilea, a su ciudad. De la gloria de Dios vuelve otra vez a la ciudad que había pasado sin pena ni gloria por la historia de Israel. Nazaret era su ciudad, la ciudad de María y de José. Jesús sigue a su madre, y ésta a José, su esposo. Una vez más está Jesús bajo la obediencia. «Nacido de mujer» (Gal_4:4), su vida es un despojarse de la gloria de Dios mediante la vida de obediencia.

40 EI niño crecía y se robustecía, llenándose de sabiduría, y la gracia de Dios residía en él.

El hombre completo necesita fuerzas corporales y espirituales, la sabiduría y la gracia de Dios. Pablo desea a los Tesalonicenses: «Vuestro espíritu, vuestra alma y vuestro cuerpo sea custodiado irreprochablemente para la parusía de nuestro Señor Jesucristo» (1Th_5:23). Jesús iba creciendo en fuerzas físicas y se robustecía en el espíritu. Está colmado de sabiduría a fin de poder vivir conforme a la voluntad de Dios.

La dinámica del crecimiento y del desarrollo mental es también un signo en la infancia de Jesús. Sobre su vida reposa la gracia, el favor de Dios, que es el sol que brilla sobre todo crecimiento, la fuerza que origina toda dinámica. También del niño Juan se dijo que crecía corporal y espiritualmente (1Th_1:80), pero no se habló de sabiduría y gracia de Dios. Jesús es más grande que Juan ya desde la infancia.

4. EL NIÑO DE DOCE AÑOS (1Th_2:41-52).

a) Jesús en el templo (Lc/02/41-52).

41 Iban sus padres todos los años a Jerusalén por la fiesta de pascua.

El clima religioso en que creció Jesús era el de la piedad veterotestamentaria. Parte importante de ésta eran las peregrinaciones al templo. «Tres veces cada año celebraréis fiesta solemne en mi honor. Guarda la fiesta de los ácimos... También la solemnidad de la recolección, de las primicias de tu trabajo, de cuanto hayas sembrado en tus campos...

También la solemnidad del fin del año y de la recolección, cuando hubieres recogido del campo todos sus frutos. Tres veces en el año comparecerá todo varón ante Yahveh, tu Dios» (Exo_23:14-17). La sagrada familia hacía más de lo que exigía la ley. En efecto, también María hacía la peregrinación, aunque ésta no obligaba a las mujeres. El niño los acompañaba para irse acostumbrando al cumplimiento de la ley. Según la prescripción de los doctores de la ley, el muchacho que había cumplido los trece años estaba obligado a cumplir con todos los preceptos de la ley.

42 Y cuando cumplió los doce años, subieron a la fiesta, según la costumbre, 43 Y, terminados aquellos días, al regresar ellos, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo notaran sus padres. 44 Creyendo ellos que estaría en la caravana, hicieron una jornada de camino. Luego se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; 45 pero, como no lo encontraron, se volvieron a Jerusalén en busca de él.

La fiesta pascual de los ácimos duraba siete días. La vuelta sólo se podía emprender pasado el segundo día de la fiesta; la sagrada familia se quedó allí la semana entera. Al final emprendieron la vuelta María y José. Se viajaba en una caravana. La fila no era compacta: iba dividida en grupos de parientes y conocidos. Esta manera de peregrinar juntos aumentaba la seguridad y daba a la vez cierta libertad de movimientos. El niño Jesús se desprendió de la guía y solicitud materna, con que María lo rodeaba durante la infancia. Se quedó en Jerusalén.

Había terminado la primera jornada de viaje. Las familias se reunieron. Se echó de menos a Jesús. Comenzó la búsqueda. La decisión de Jesús es un enigma...

46 Y resultó que a los tres días lo encontraron en el templo, sentado ante los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47 Todos los que le oían, se quedaban asombrados de su talento y de sus respuestas.

Los pórticos del atrio exterior del templo eran utilizados por los doctores de la ley para dar lecciones. El método didáctico de los rabinos era la discusión. Según un dicho judío, se llega al conocimiento de la ley mediante la investigación de los colegas, mediante la discusión de los discípulos. Se pregunta y se responde, se escucha y se añade algo. Jesús está probablemente sentado en el suelo en medio de los doctores. El asombro de los doctores de la ley confirma el conocimiento de la misma que tiene Jesús. Más tarde se le interpelará como a maestro y por tal se le tendrá (Exo_10:25). Entonces se admirará el pueblo de su doctrina y asegurará que enseña con autoridad y no como los doctores de la ley (Mat_7:28s). Sus adversarios preguntarán extrañados: «¿Cómo sabe éste de letras, sin haber estudiado?» (Joh_7:15). él proclama la voluntad de Dios en forma nueva y directa; reivindica ser el único maestro de la voluntad divina. «Uno sólo es vuestro maestro» (Mat_23:8), a saber, Cristo. Algo de esta vocación docente asoma ya en el templo en Jerusalén.

48 Al verlo, se quedaron profundamente impresionados; entonces su madre le dijo: Pero, hijo: ¿Por qué lo has hecho así con nosotros? Mira que tu padre y yo, llenos de angustia, te estábamos buscando.

Las palabras de María son expresión espontánea del dolor y de la angustia durante las largas horas de la búsqueda. María es una verdadera madre. La exposición tan sencilla y tan natural en nada disimula los sentimientos humanos.

Jesús ha obrado por su cuenta. María le habla como a niño, aunque ya es un muchacho. Hasta ahora no había hecho nada a espaldas de su padre y de su madre; por eso lo buscan ahora con tanta aflicción. En él hay enigmas. ¿Por qué lo has hecho así con nosotros? La relación del niño con su padre y su madre parece ser como la de todos los niños. Cuando el niño se va haciendo mayor, surgen enigmas. La seguridad de sí con que se expresa Jesús es algo que consterna a los padres. Jesús los sitúa constantemente ante nuevos misterios, más que los otros niños. Es que la conciencia que tiene de sí supera a la de cualquier ser humano.

49 Pero él les contestó ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que tenía que estar en las cosas de mi Padre? 50 Ellos, sin embargo, no comprendieron lo que les había dicho.

Las primeras palabras que los Evangelios ponen en boca de Jesús nos muestran una profunda conciencia de sí mismo; son unas palabras que desligan a Jesús de toda dependencia humana y lo ponen por encima de toda inteligencia limitada, unas palabras que indican ya el rumbo de su vida. También en esto supera Jesús a Juan. Mientras que éste es ya hombre cuando siente su vocación (Mat_1:80), Jesús conoce ya la suya en los umbrales de la juventud. No sin razón se sitúa la narración entre las dos menciones de la sabiduría de Jesús (Mat_2:40.52); Jesús tiene sabiduría porque es Hijo de Dios. «El justo pretende tener la ciencia de Dios y llamarse hijo del Señor» (Wis_2:13).

Jesús tiene que estar en las cosas de su Padre. Con esta expresión se refiere Jesús al templo. El templo está consagrado a Dios, en él está Dios presente. Jesús llama Padre a Dios, en su lengua materna Abba. Así llaman los niños pequeños a su padre carnal. También más tarde conservará Jesús esta designación de Dios. De esta expresión filial hace el fundamento de sus relaciones, y de las de los suyos, con Dios (Cf. Rom_8:15; Gal_4:6). Sobre la vida de Jesús se cierne una necesidad que rige su actuación (Gal_4:43), que lo lleva al sufrimiento y a la muerte y por tanto a su gloria (Gal_9:22; Gal_17:25). Esta necesidad tiene de ser en la voluntad de Dios consignada en la Sagrada Escritura, voluntad que él sigue incondicionalmente.

Jesús debe estar en las cosas de su Padre. Se refiere al templo, pero no lo menciona. Con su venida, el antiguo templo pierde su posición en la historia de la salud. Un nuevo templo viene a ocupar su lugar; el templo está allí donde se realiza la comunión de Padre e Hijo. En la vida de Jesús ocupa Jerusalén un puesto destacado. En Jerusalén ha puesto él la mira. Allí se cumple la voluntad del Padre en su muerte y en su exaltación. Así se edifica una nueva Jerusalén con un nuevo templo. «Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo de parte de Dios... y oí una gran voz que procedía del trono, la cual decía: Aquí está la morada de Dios con los hombres, y morará con ellos, y ellos serán su pueblo, y Dios mismo con ellos estará» (Rev_21:2s).

Tampoco María y José entendieron estas palabras. A lo largo de la historia de la infancia recibe María revelación sobre su hijo por ángeles, profetas y por la Sagrada Escritura. Las palabras que se le dirigen las combina ella para formar una imagen cada vez más completa. Aun después de la revelación y de la meditación quedan enigmas. Sólo gradualmente se levantan los velos que encubren los abismos del amor de Dios y de su ungido. A cada descubrimiento sigue un nuevo enigma: El nacimiento en el establo, su infancia, su vida con los parientes y con el pueblo, sus fracasos, su muerte en cruz...

Nosotros tenemos constantemente necesidad de la palabra revelada y de la meditación sobre Jesús y sobre el acontecer salvífico. Por muy familiar que se nos hiciera Jesús, aun entonces nos quedarían obscuridades y enigmas. El acceso a Jesús será siempre en la tierra la fe. Ahora bien, la fe no es todavía visión.

b) De nuevo en Nazaret (Rev_2:51-52).

51 Bajó con ellos y regresó a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Pero su madre conservaba todas estas palabras en su corazón.

La gran vivencia había pasado; él estaba en lo que es de su Padre, de este mundo de su comunión con el Padre se proyecta un rayo de luz sobre sus palabras de revelación. Ahora comienza un nuevo descenso. Nazaret es la ciudad a la que tiene que bajar: en la predicación, ahora al comienzo de su actividad...

Estaba sujeto a ellos: a José y a María. Guardaba la verdad de su filiación divina mostrándose obediente. Con la obediencia se prepara para su glorificación después del bautismo. «Testigos de estas cosas somos nosotros y el Espíritu Santo que Dios ha concedido a los que le obedecen» (Act_5:32).

Los acontecimientos de la historia de la infancia tienen carácter de revelación; son hechos y palabras. María los conservaba en su corazón (cf. 2,19). Llenaban su espíritu y se convertían en luz de su vida. Nadie, fuera de su madre, podía ser testigo de la historia de la infancia. Ella era el testigo fidedigno, pues conservaba en el corazón todo lo sucedido. Lucas menciona estos hechos porque lo investigó todo comenzando desde el principio.

52 Y Jesús iba progresando en sabiduría, estatura y gracia ante Dios y los hombres.

Lo que se dice con las palabras lo confirma también la elección de los términos: según el texto original, Jesús pasa de infante (2,12.16) a niño (2,17.27.40) y a muchacho (2,43). Ahora ocupa el primer puesto el crecimiento en sabiduría. No sólo Dios le otorga gracia, sino también los hombres. Jesús crece en el sentido de la comunión con los hombres. Del joven Samuel se dice que iba creciendo y se hacía grato tanto a Yahveh como a los hombres» (lSam 2,26). Lucas habla de Jesús con palabras de la historia de Samuel. Con este hombre comienza la serie de los profetas: «Y todos los profetas, desde Samuel en adelante, cuantos hablaron, anunciaron también estos días (de Jesucristo)» (Act_3:24; cf. 13,30). Jesús tiene que esperar hasta que llegue la hora en la que el crecimiento alcance la meta; entonces se presentará como profeta que superará a todos los profetas por la sabiduría de su conocimiento de Dios.

Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento (Verbo Divino, 2004)



27 (B) Discurso de los ángeles sobre el significado del niño Jesús recostado en el pesebre (2,1-20). Esta sección es un compendio de la maestría artística de Lucas. Asume las tradiciones de que María y José eran naturales de Nazaret y de que Jesús nació en Belén (cf. nn. 9-11.13 supra). Relaciona estos hechos con Herodes el Grande, César Augusto y Cirino, bajo cuyo gobierno se realizó un censo. Y, en torno y, a través de estas tradiciones y personajes, entreteje ocho de sus temas preferidos (alimento, gracia, alegría, humildad, paz, salvación, actualidad, universalismo) para elaborar un exquisito tapiz teológico.

28 Esta sección puede estructurarse como sigue: 2,1-7 (escenario y nacimiento de Jesús); 2,8-14 (discurso angélico sobre el significado de Jesús); 2,15-20 (reacciones al discurso de los ángeles). La clave para descubrir el significado de 2,1-20 está en 2,11-14. En estos versículos podemos oír la voz de Lucas. En 1,51-53 y 1,69-71, recogía tradiciones que presentaban a Jesús como un Mesías davídico de tipo militar. Con su modo típico de yuxtaponer y hacer resaltar, de este modo, el valor permanente de las diversas comprensiones de Jesús y de su ministerio (cf. H. Flender, St. Luke [Filadelfia 1967] 8-35; E. Schweizer, Luke [Atlanta 1982]), Lucas presenta ahora a Jesús como el Mesías davídico que trae el don escatológico de la paz. Hacia el final de su relato del ministerio pacífico de Jesús, Lucas evocará en 19,38 lo que el coro de ángeles dijo sobre Jesús en su nacimiento (2,14). Desde la impotencia de su infancia, Jesús es quien salva y trae la paz a todos, en fuerte contraste con el poderoso gobernante romano, César Augusto, a quien el culto imperial celebraba como artífice de la paz. La revelación angélica del significado de Jesús es aceptada por humildes pastores y es meditada por María, modelo para los creyentes de la necesidad de la reflexión y de la integración de la paz. Cf. Schneider, Lukas 64-68.

29 1-3. En los vv. 1-3 aparecen ciertos problemas de índole histórica. Cirino fue gobernador de Siria en los años 6-7 d.C., y no durante el reinado de Herodes (cf. 1,5), quien reinó desde el 37 al 4 a.C.; no hay evidencia extralucana de que, en tiempos de Augusto, se realizase un ceso mundial o que la gente fuera obligada a inscribirse en la población de sus antepasados. Como también muestra en Hch 5,37, Lucas no poseía una buena memoria sobre el censo. En todo caso, con la mención del censo Lucas no pretendía seguir los cánones del orden histórico, sino los de la promesa-cumplimiento (cf. 1,1-4). El evangelista lo utiliza para que María y José viajen desde Nazaret a Belén, la ciudad de David, donde nacería el prometido heredero al trono (Miq 5,1). Cf. BBM 547-56. 1. César Augusto: Lucas establece un sutil contraste entre este gobernante romano (27 a.C.-14 d.C.), que fue mitificado como artífice de la paz, y Jesús, el que salva (2,11) y trae la paz (2,14). La inscripción de Priene alaba a Augusto como «[un salvador] que ha hecho cesar la guerra y que pondrá todo en [pacífico] orden» (F. VV. Danker, Benefactor [St. Louis 1982] 217). Cuando Lucas escribió su evangelio 70 años después de la muerte de Augusto, el culto imperial y el calendario asiático, cuyo año nuevo coincidía con el día del nacimiento de Augusto (23 de septiembre), mantenían viva la memoria de Augusto como el benefactor del mundo entero. Cf. S. R. F. Price, Rituals and Power (Cambridge 1984) 54-56.61.106. 4. Se resalta la procedencia davídica de Jesús; cf. 1,27.32-33.69-71.7. primogénito: Se ha sugerido (E. LaVerdiere, Emmanuel 89 [1983] 544-48) que prótotokos sería más afín al contexto cristológico de 1,5-2,52 si fuese traducido por «primogénito» (de Dios). Véanse los paralelos en Col 1,15.18; Heb 1, 6; Ap 1,5. Sin embargo, esto parece menos sutil que comprenderlo como un modo con el que Lucas prepara la escena de la presentación del «primogénito» en 2,23. pañales: cf. Sab 7,4: como el rey Salomón, su predecesor en el trono davídico, Jesús viste las galas de la humanidad. pesebre: En sintonía con el gran interés lu(-)cano en el tema del alimento (cf. Karris, Luke 47-48), el pesebre, que de nuevo aparece en 2,12.16, debe interpretarse como el símbolo de que Jesús es el sustento del mundo, posada: No parece haber ninguna diferencia significativa entre la palabra gr. (katalyma), empleada aquí y en 22,11, y el también término gr. (pandocheion), que se encuentra en 10,34. La «posada» parece referirse a un albergue, de 13 x 21 m, que tenía dos plantas. Los animales se encontraban en el patio interior. La cocina y las otras habitaciones de servicio se hallaban en el primer piso. Los dormitorios, algunos bastante amplios, estaban en el segundo piso. Cf. L. Casson, Travel in the Ancient World (Toronto 1974) 197-218. Para crear y subrayar el importante valor simbólico que atribuye al pesebre, que menciona tres veces (2,7.12.16), Lucas dice que no había ninguna habitación disponible en la posada. Aunque nacido en humildes circunstancias y sin apenas hospitalidad, Jesús será el único anfitrión para una humanidad hambrienta. Ya crecido, y a punto de entregar su vida como siervo, Jesús será quien organice, en una posada (22,11), una comida, que sus discípulos continuarán en su memoria.

30 8. pastores: Se evoca el origen humilde de David como pastor (cf. 1 Sm 16,1-3) al describir a los que son los destinatarios privilegiados de una visión de su sucesor. Pero más ampliamente, y en línea con el tema lucano de la pobreza, se trata también de aquellos hu(-)mildes «sarnosos, malolientes y sucios pasto(-)res, que, por su impureza ritual, son un estímulo para todos los que carecían de una posición religiosa» (Danfcer, Jesús and the New Age 27). Cf. también Marshall, Gospel 96. 10. Vuelve a sonar el tema lucano de la alegría ante la intervención salvífica de Dios en la historia humana (cf. 1,28.46.58). hoy: La salvación de Dios no pertenece a un futuro distante, sino que está ya realizándose. Este tema lucano se desarrolla a lo largo y ancho de todo el evangelio: 4,21; 5,26; 12,28; 13,32.33; 19,5.9; 22,34.61; 23,43. Salvador: El Salvador de la humanidad es Jesús, no el pacificador César Augusto. Este tema lucano ha sido bien estudiado por I. H. Marshall, Luke: Historian and Theologian (Grand Rapids 1971). Para Lucas, la salvación significa el restablecimiento de la integridad, la liberación del pecado y el final de la lejanía de Dios (cf. FEL, I, 373-75); pero también incluye su dimensión inmanente: En Jesús, Dios está con los pecadores (19,5.10; 23,43); Jesús salva (8,36) del aislamiento autodestructivo para devolver a la persona a la comunión humana. Cf. R. J. Karris, CurTM 12 (1985) 346-52. 12. De nuevo aparece el signo del pesebre. 14. gloria: Dios ha dado en Jesús el don escatológico de la paz. Los signos de la paz y no los de las armas mundanas adornan el escudo del Rey Jesús. Cuando Jesús llegue a Jerusalén, será aclamado con un saludo de paz (19,38). hombres y mujeres favorecidos por Dios: El tema lucano de la gracia de Dios hacia los seres humanos saca a relucir otra dimensión del nacimiento davídico.

31 15. Los pastores responden con entusiasmo a la buena nueva de los ángeles. 16. pesebre: Los pastores hallan el signo dado por el ángel (v. 12). Pero este «signo» no sólo atestigua la veracidad del mensaje del ángel, sino que, más bien, corrobora y ejemplifica el mensaje de que Jesús es el Salvador (v. 11). «El que ha nacido es también un salvador. A esto se refiere su presencia significativa en el pesebre, el signo de que Dios es quien alimenta a su pueblo» (C. H. Giblin, CBQ 29 [1967] 100). 17. dieron a conocer: Los pastores cuentan a los demás, María y José incluidos, la buena nueva, que completa la que se anunció a María en 1, 31-33 y la que ella misma y Zacarías anunciaron, respectivamente, en 1,46-55 y 1,68-79. El sentido y destino del niño Jesús es como un diamante cuyos lados ilumina Lucas desde diferentes perspectivas. 19. meditaba: María da vueltas en su cabeza a los acontecimientos, esp. a la buena nueva angélica, intentando dar con su sentido. No capta inmediatamente el significado completo de la acción de Dios en Jesús. El v. 19 se convierte en un estribillo en 2,51 y en la expresión del proceso de fe de María (cf. 8,19-21; 11,27-29; Hch 1,14). María es la creyente modelo.

32 (C) Discurso de Simeón sobre el significado del niño Jesús al ser presentado en el templo (2,21-40). Junto al «Nunc Dimittis» (2,29-32), Lucas utilizó como fuente para esta sección el relato de Ana y Elcaná de 1 Sm 1-2. A Elcaná y su estéril mujer Ana les nace Samuel, que es presentado al Señor. El anciano sacerdote, Eli, acepta la consagración de su hijo al santuario de Siló, y bendice a los padres. Lucas ha ampliado estas fuentes con sus temas del cumplimiento de la promesa, templo, universalismo, rechazo, testimonio y mujeres. Estructura su relato como sigue: 2,21-24 es el escenario para el doble testimonio de Simeón y Ana en 2,25-38; 2,39-40 constituye la conclusión. El centro teológico del conjunto se encuentra en 2,29-32. Como resulta evidente en su composición de los discursos en Hechos, Lucas manifiesta un gran talento en la mezcla de la tradición con su propia teología y en la relación entre discursos. Cf. P. Schubert, JBL 87 (1968) 1-16. Este mismo talento se manifiesta en los contrastes y desarrollos de los discursos de 1,5-2,52 (1,46-55; I, 68-79; 2,14; 2,29-32): el Mesías davídico, Jesús, no es sólo el Salvador de unos pocos, aunque sean los elegidos, sino de todos; vence a sus enemigos mediante la paz. En 2,29-32 resuena el tema lucano del universalismo, que es su sello distintivo.

33 21. para circuncidarle: Jesús es circuncidado, como Juan, su precursor (1,59), y así es «formalmente marcado como miembro del pueblo de Dios, mediante el que el mundo obtendría la salvación» (C. Stuhlmueller, JBC, art. 44 §21). Lucas remite a 1,31 y al nombre de Jesús («Dios salva»), 22. la ley de Moisés: cf. también 2,23.24.27.39. «La intención de Lucas es subrayar la fidelidad a la ley mosaica. La gran novedad de la actuación salvífica de Dios entra en la historia humana a través de una aceptación de su palabra, expresada en la ley» (FEL, II, 245-46). La ley sobre la purificación se encuentra en Lv 12,2-8: 2,22 alude a Lv 12,6, y 2,24 a Lv 12,8. La ley sobre la consagración del varón primogénito se halla en Ex 13,1-2. Al tener el niño 5 meses, debía ser rescatado con cinco siclos (Nm 3,47-48; 18,15-16). Lucas no menciona esta última ley, sino que, en su lugar, introduce la presentación de Jesús, sobre la que no existe regulación alguna en el AT. Parece que el evangelista subraya la presentación del consagrado para evocar la presentación de Samuel en 1 Sm 1,22-24, y dos de sus favoritos pasajes interpretativos del AT: El Señor entra en su templo (Mal 3,1-2); Jesús entra en el templo como el Santísimo que tenía que venir al término de las setenta semanas de años (Dn 9,24). Cf. BBM 445-46. Jerusalén: Lucas emplea aquí la forma Hierosolyma, que utilizará también en 13,32; 17,28; 23,7, y 25 veces en Hechos. En 2,25 utiliza el gr. lerousalém, una forma que utilizará 26 veces en el evangelio y 39 en Hechos. Los intentos de precisar la distinción teológica entre estos dos términos gr. no han tenido éxito. La yuxtaposición de las dos formas diferentes en 2,22.25 y Hch 1,4.8 puede revelamos la intención literaria de Lucas. Al utilizar la forma indirecta de la etimología estándar en el mundo mediterráneo antiguo, Lucas muestra, por vía de yuxtaposición, que Hierosolyma, que es más original y significa «Santa Salem» o «santo lugar», es el origen etimológico de la voz secundaria lerousalém. Cf. D. D. Sylva, ZNW 74 (1983) 207-21. Jerusalén es un tema importante en Lucas, un símbolo de la bendición de Dios y de la continuidad entre promesa y cumplimiento, entre judaismo y el Israel reconstituido, que se extiende desde Jerusalén hasta los confines de la tierra (Hch 1,8).

34 25. Simeón: Este anciano, cuyo nombre significa «Dios ha escuchado», es presentado de forma similar a los padres del Bautista (1,6). consolación de Israel: El trasfondo de esta expectación de una acción salvífica de Dios se halla en Is 40,1 (LXX) y 66,12-13 (LXX). Espíritu Santo: El don de esta vida creativa «no produce satisfacción religiosa, sino hambre y sed de consumación... La inminencia del cumplimiento domina la vida de Simeón y la de aquellos que lo oyen» (Schweizer, Good News 56). 27. templo: Aunque Simeón no es sacerdote, tanto él como Ana personifican la esencia del culto del templo: el servicio a Dios. La escena está ya preparada para el «Nunc Dimittis» de Simeón, pues tanto «la ley, como el espíritu profético y el culto en el templo, tienen como función preparar la escena donde aparece la grandeza de Jesús» (BBM 53). 29. El vocabulario de los vv. 29-32 parece proceder del profeta Isaías: 59,9-10; 49,6; 46,13; 42,6; 40,5 (ibid. 458). 30. salva(-)ción: Este tema ya ha resonado a través de los discursos de 1,5-2,52; en ocasiones con cierta tensión teológica: 1,47; 1,71.77; 2,11. 31-32. La salvación de Dios en Jesús se extiende abarcando a Israel, el pueblo de Dios, y, posteriormente, a las otras naciones (cf. 24,44-47). Las naciones no pueden ser meramente consideradas como gobiernos que hay que derribar (1,51-53) o como enemigos a los que vencer (1,69-71); también son herederas de las promesas de Dios. 34. Como anticipación de un extenso tema de su evangelio, Lucas indica que muchos miembros del pueblo elegido por Dios rechazarán a Jesús (cf. 4,16-30). Indirectamente anuncia también el tema de la cruz. 35. espada: El paralelo más claro del AT es Ez 14,17, la espada discriminante. «La imagen es la de una espada de juicio selectivo, que destruye a unos y perdona a otros, una espada para discriminar y no solamente para castigar...» (BBM 464). También María, la creyente modelo, tendrá que decidirse a favor o en contra de la revelación de Dios en Jesús; los vínculos familiares no suscitan la fe. 36. Ana: Su nombre significa «gracia, favor». Como Simeón, personifica la espera del Señor. Ella ofrece su silencioso testimonio del sentido de Jesús para quienes anhelan la redención. La pareja formada por Simeón y Ana se relaciona con la formada por Zacarías e Isabel en el cap. 1, y anticipa un tema fundamental de Lucas: «Lucas expresa mediante esta estructuración que el hombre y la mujer están juntos, uno junto a otro, en la presencia de Dios. Son iguales en honor y gracia, poseen los mismos dones y tienen las mismas responsabilidades (cf. Gn 1,27; Gál 3,28)» (Flender, Luke [?28 supra] 10). A lo largo de evangelio encontraremos también otras parejas: la viuda de Sarepta y Naamán (4,25-28), la curación del endemoniado y la suegra de Pedro (4,31-39), el centurión de Cafarnaún y la viuda de Naín (7,1-17), Simón y la mujer pecadora (7,36-50), las mujeres en la tumba y los discípulos de Emaús (23,55-24,35), Lidia y el carcelero de Filipos (Hch 16,13-34). 39. Nazaret: Lucas concluye su desarrollo temático del sentido de la presentación de Jesús en el templo de Jerusalén con el viaje de la sagrada familia a Nazaret. De nuevo volverán al templo en 2,41-52. 40. se fortalecía: Véase la descripción de Juan en 1,80. favor de Dios: Ecos de 1 Sm 2,21.26, la historia de Samuel, que tanto ha influido en el relato lucano de 2,21-40.

35 (D) Pasaje de transición: Conclusión de la obertura de Lucas; declaración de Jesús sobre sí mismo; anticipación del futuro viaje de Jesús, Hijo de Dios, desde Galilea a Jerusalén (2,41-52). La fuente de este pasaje parece ser un relato de declaración prelucano que desconocía la concepción virginal de Jesús, y cuyo centro es la declaración de Jesús sobre su relación con el Padre en el v. 49. El núcleo del relato sería 2,41-43.45-46.48-50. Las modificaciones se encuentran en los vv. 44.47.51-52, y el tema del «deber» del v. 49. Cf. MNT 157-62. El relato puede haber tenido su origen en la tendencia humana a proyectar el hombre adulto en el niño que una vez fue. Un provechoso paralelo se encuentra en Josefo, Ant. 5.10.4 §348, donde se presenta a Samuel, el hijo de Elcaná y Ana, profetizando a los 12 años, aunque 1 Sm 3 no mencione específicamente la edad que entonces tenía. Lucas usó este relato porque le permitía profundizar en sus temas sobre la cruz, la fe, la paternidad, el deber, el templo y el camino/viaje.

36 41. pascua: Las normas para la fiesta de la Pascua se encuentran en Éx 23,17; 34,23; Lv 23,4-14. Percibimos también una alusión a las peregrinaciones anuales de Elcaná y Ana (cf. 1 Sm 1,3.21; 2,19). 42. subieron a Jerusalén, según la costumbre: El acento recae en la familia de Jesús y su devota observancia de la ley, que constituyen el ambiente propio en el que creció. Este relato anticipa el «posterior viaje de Jesús a Jerusalén» (9,51-19,27) con sus discípulos, revelando con palabras y obras la relación con su Padre. Cf. La Verdiere. Luke 39. 44. Este versículo parece ser un recurso literario mediante el que Lucas realza ante sus lectores la ansiedad de los padres. 46. en el templo: Lucas comenzó su obertura en el templo de Jerusalén (1,5-25), y, de igual modo, la concluye en el templo. Esta gran inclusio nos prepara para el final del evangelio, que presenta a los discípulos en el templo alabando a Dios. 47. Conexión con el motivo sapiencial de 2,40. 49. Todo el relato ha ido preparando el terreno para esta «frase clave» en la que Lucas recoge las primeras palabras de Jesús. Ya no son Gabriel, ni María, ni Zacarías ni los ángeles o Simeón quienes declaran quién es Jesús, sino que es él mismo quien lo hace, debo: La palabra gr. dei connota la idea de necesidad, que aparece frecuentemente en el evangelio (18 veces) y en Hechos (22 veces); «expresa un sentido de obligación divina, considerada como obediencia a un mandato o profecía de la Escritura, o como conformidad de los acontecimientos a la voluntad de Dios. En este contexto, la necesidad reside en la inherente relación de Jesús con Dios, que exigía una obediencia total» (Marshall, Gospel 129). Cf. además C. H. Cosgrove, NovT 26 (1984) 168-90. en la casa de mi Padre: Éste parece ser el significado de la difícil frase gr. en tois tou patros mou, que también podría significar «(comprometido) en los asuntos de mi Padre» o «entre los que pertenecen a mi Padre» (cf. FEL, II, 286-88). Jesús no demuestra el significado de estas palabras mediante milagros, como sí ocurre en los evangelios apócrifos, esp., en el Evangelio de la infancia de Tomás. Todo lo contrario, las corrobora ocultándose, participando en la vida cotidiana de su familia «en el casi totalmente inimaginable ambiente limitado y primitivo de un pequeño pueblo del Próximo Oriente» (Schweizer, Good News 64). 50. no comprendieron: Los padres de Jesús no entienden que su relación con Dios tenga prioridad sobre la relación familiar. La espada discriminante, de la que habló Simeón en 2,35, entra en acción. 51. vivió sujeto a ellos: El Hijo de Dios, voluntariamente, se somete a obediencia. Así, este relato «prefigura la cruz, insistiendo en que Jesús mantuvo su identidad en su condición de Siervo» (R. E. Brown, Worship 51 [1977] 485). María, la creyente modelo, continúa, en su proceso de fe, meditando sobre el sentido y destino de su hijo (cf. 2,19). 52. Véase el estribillo de 2,40.

37 (III) Preparación del ministerio público de Jesús (3,1-4,13). Tras una sección dedicada a Juan Bautista (3,1-20), en la que Lucas muestra que las respuestas que se dieron a su ministerio son similares a las del ministerio de Jesús, Lucas consagra tres secciones a la pregunta sobre quién es este Jesús que realiza su ministerio en Galilea, en el camino hacia Jerusalén y, finalmente, en Jerusalén. Él es el Hijo amado de Dios y agente del Espíritu Santo (3,21-22); la culminación del plan divino sobre la creación (3,23-28); el Hijo fiel que vence a las potencias del mal (4,1-13).

Catena Aurea (S.Tomás de Aquino ,1269. Tr. Dr. D. Ramón Ezenarro, 1889)



Teniendo el Niño ya doce años cumplidos, habiendo subido a Jerusalén, según solían de aquella solemnidad; acabados aquellos días así que se volvían, se quedó el niño Jesús en Jerusalén sin que sus padres lo advirtiesen. Antes bien creyendo que venía con alguno de los de su comitiva, anduvieron la jornada entera buscándole entre los parientes y conocidos. Y como no le hallasen, se volvieron a Jerusalén en busca suya. Y al cabo de tres días de haberle perdido, le hallaron en el templo sentado en medio de los doctores, que ora los escuchaba, ora les preguntaba; y cuantos le oían, quedaban pasmados de su sabiduría y sus respuestas. Al verle, pues, sus padres, quedaron maravillados. Y le dijo su Madre: "Hijo ¿por qué te has portado así con nosotros? Mira cómo tu padre y yo, llenos de aflicción, hemos andado buscándote". Y El les respondió: "¿Cómo es que me buscabais? ¿No sabíais que yo debo emplearme en las cosas que miran al servicio de mi Padre?" Mas ellos no entendieron el sentido de su respuesta. (vv. 42-50)

San Cirilo
Como había dicho el evangelista que el niño crecía y se fortificaba, confirma estas palabras diciendo que Jesús subió a Jerusalén juntamente con la Santísima Virgen con estas palabras: "Y siendo el Niño ya de doce años cumplidos", etc.

Griego, o Geómetra
La manifestación de su sabiduría no pasó más allá de lo que permitía su edad, porque entramos por lo general a los doce años en el dominio de la razón, y a esa edad fue cuando se manifestó la sabiduría de Jesús.

San Ambrosio, in Lucam, 2
También puede decirse que a los doce años empezó la controversia del Señor y en verdad que este número de doce debía ser el de aquellos que habían de predicar la fe evangélica.

Basilio
También podemos decir que, como el número doce tiene cierta analogía con el siete -puesto que es producto de los factores tres y cuatro, que sumados hacen siete y multiplicados doce- expresa la universalidad y perfección de las cosas y de los tiempos. Por tanto la luz de Cristo, que había de llenar todo lugar y todo tiempo, empieza con razón por dicho número.

Beda
La ida del Señor con sus padres a Jerusalén todos los años por la Pascua, es una señal de humana humildad. Porque es deber del hombre acudir a ofrecer sacrificios al Señor y hacérsele propicio por medio de oraciones. Hizo, pues, el Señor entre los hombres, habiendo nacido hombre, lo mismo que Dios había mandado a los hombres por medio de sus ángeles. Por lo que dice: "Según solían en aquella solemnidad". Sigamos, pues, el camino de su vida humana, si nos deleita la idea de ver la gloria de su divinidad.

Griego, o Geómetra
Una vez celebrada la fiesta, cuando todos se volvían, Jesús se quedó sin que nadie lo notara, según estas palabras: "Acabados aquellos días, así que se volvían, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que sus padres lo advirtiesen". Dice, pues: "Acabados aquellos días", porque la solemnidad duraba siete días. Permanece oculto para que sus padres no le impidan disputar con los doctores de la ley. O tal vez para evitar que pareciese que menospreciaba a sus padres, si no obedecía sus mandatos. Se queda, en conclusión, sin que nadie lo note, para que no se lo estorben y para no ser desobediente.

Orígenes, in Lucam, 19
No debe llamar la atención que se designe con el nombre de padres a aquellos que merecieron, una el nombre de Madre por haberle dado a luz, y otro el de padre, como protector suyo que era.

Beda
Pero alguno preguntará, cómo el Hijo de Dios, objeto de tanto cuidado por parte de sus padres, pudo quedar olvidado. A lo que se debe responder que era costumbre entre los israelitas, en los tiempos de las fiestas, bien cuando acudían a Jerusalén, o ya cuando volvían a sus casas, el ir separados los hombres de las mujeres, que los niños podían ir indiferentemente con el padre o con la Madre. Por tanto que San José y la Santísima Virgen, no viendo al niño a su lado, creyeron cada uno por su parte que iría en compañía del otro. Por lo cual sigue: "Antes bien, creyendo que venía con alguno de los de su comitiva", etc.

Orígenes, in Lucam, 19
Así como cuando le ponían asechanzas los judíos, se salió de en medio de ellos y ya no apareció, así es de creer que el niño Jesús se quedó ahora, y que sus padres no supieron en dónde se había quedado, según lo que sigue: "Y como no le hallasen, se volvieron a Jerusalén en busca suya".

Glosa, ordin
El primer día se alejan de Jerusalén, el segundo lo buscan entre los parientes y los conocidos, y, no encontrándolo, en el tercer día volvieron a Jerusalén, y allí lo encontraron. Por lo cual prosigue: "Y al cabo de tres días de haberle perdido, le encontraron", etc.

Orígenes, in Lucam, 19
No lo encontraron inmediatamente después que lo buscaron, porque Jesús no está entre los parientes y deudos, según la carne; ni entre los que están unidos a El por los lazos del cuerpo; ni puede encontrarse mi Jesús entre la muchedumbre. El lugar en que lo encontraron los que buscaban no es un lugar cualquiera -fijémonos bien en ello- sino el templo. Busquémoslo también nosotros, por tanto, en el templo de Dios. Busquémoslo en la Iglesia, busquémoslo entre los doctores que se hallan en el templo, porque si así lo hacemos, lo encontraremos.

Orígenes, in Lucam, 19
No lo encuentran entre los parientes, porque el parentesco humano no podía contener al Hijo de Dios, ni entre los conocidos, porque está sobre el conocimiento y la ciencia humana: ¿en dónde lo encuentran, pues? En el templo. Si, pues, nosotros lo buscásemos también alguna vez, busquémoslo en el templo. Apresurémonos a ir allí, que allí sí encontraremos a Cristo, palabra y sabiduría. Esto es, al Hijo de Dios.

San Ambrosio
Después de tres días se le encuentra en el templo, para indicar que tres días después del triunfo de su pasión, y cuando se lo creía muerto, resucitaría y se mostraría a nuestra fe en trono celestial y en honor divino.

Glosa, ordin
O porque no encontraron a Cristo los patriarcas buscándolo antes de la ley, ni lo encontraron los profetas y los justos buscándolo bajo la ley, y lo han encontrado las naciones buscándolo bajo la gracia.

Orígenes, in Lucam, 19
Porque era Hijo de Dios, se encuentra en medio de los doctores instruyéndolos con su sabiduría. Porque era niño, se encuentra en medio de ellos, no enseñándoles, sino preguntándoles, por lo cual dice: "Sentado en medio de los doctores, que, ora los escuchaba, ora les preguntaba". Por su misericordia nos enseña de este modo que corresponde a los niños (aun cuando sean sabios e instruidos) más bien oír a sus maestros que desear enseñarles y jactarse con vana ostentación. Preguntaba, no para aprender, sino para ilustrar preguntando; que el preguntar y responder con sabiduría nacen de una sola fuente de doctrina. De donde, prosigue: "y cuantos le oían quedaban pasmados de su sabiduría", etc.

Beda
Para manifestar que era hombre, oía humildemente a maestros que al fin eran hombres. Para probar que era Dios, les respondía de una manera sublime cuando le preguntaban.

Griego, o Geómetra
Pregunta de una manera razonable, oye de una manera prudente, y responde de una manera todavía más prudente, lo cual llenaba de estupor a los que lo oían. Por lo cual, sigue: "Al verle, pues, sus padres, quedaron maravillados".

San Juan Crisóstomo, super Ioannem, hom. 20
El Señor no hizo ningún milagro durante su niñez. Solamente hizo esto, como refiere San Lucas, en el cual se mostró admirable.

Beda
Manifestaba, pues, su lengua una sabiduría divina, pero su edad manifestaba la debilidad humana, por lo que los judíos, turbados y admirados, dudan entre la sublimidad de lo que oyen y la humildad de lo que ven. Nosotros, sin embargo, no debemos admirarnos de ningún modo, porque sabemos por el profeta (Isa_9:5) que, aun cuando ha nacido niño para nosotros, siempre es el Dios fuerte.

Griego, o Geómetra
Admiremos a la Madre de Dios, afectada en sus maternales entrañas, que manifiesta como con lamentos sus dolorosas pesquisas, y expresa lo que siente con la confianza, la humildad y la ternura de una madre. Por lo cual sigue: "Y le dijo su Madre: Hijo, ¿por qué te has portado así?", etc.

Orígenes, in Lucam, 19
Sabía la Santísima Virgen que Jesús no era hijo de San José, y sin embargo llama padre del niño a su esposo, por la creencia de los judíos que suponían que Jesús había sido concebido como los demás hombres.

Origenes, in Lucam, 17
Se podría decir sencillamente, que el Espíritu Santo le honró con el nombre de padre, y que él educó al niño Jesús. O hablando de una manera más ingeniosa, que, habiendo dado la genealogía de José hasta David, no quiso se censurara como superflua.

Origenes, in Lucam, 19
Pero ¿por qué lo buscaban? ¿Creían que había perecido o que se había perdido? ¡Lejos de nosotros tal presunción! ¿Podían temer, acaso, que se perdiese un niño que sabían era Dios? Pero así como nosotros al leer la Sagrada Escritura buscamos con dolor el sentido de ella, no porque creemos que las Escrituras vayan fuera de camino, o porque contengan algún error, sino porque deseamos encontrar la verdad intrínseca de ellas, así también buscaban ellos a Jesús, temiendo los dejase para volverse al cielo, y bajar otra vez cuando quisiera. Conviene, pues, que el que busca a Jesús no pase de una manera negligente y perezosa, como lo buscan muchos y no lo encuentran, sino con trabajo y con dolor.

Glosa, ordin
También podía ser que temiesen que lo que Herodes había tratado de llevar a cabo en su infancia, ahora, encontrada la ocasión oportuna, lo ejecutasen otros matándolo en su edad infantil.

Griego, o Geómetra
Pero el mismo Señor responde a todo, y corrigiendo en cierto modo lo que se había dicho del que era reputado por su padre, manifiesta al que lo es verdaderamente, enseñando no a caminar por la tierra, sino a levantarse hasta el cielo, por lo que continúa: "Y El les respondió: ¿Cómo es que me buscabais?".

Beda
No los reprende porque lo buscan como hijo, sino que les hace levantar los ojos de su espíritu para que vean lo que debe a Aquel de quien es Hijo eterno. Por esto sigue: "No sabíais que yo debo emplearme", etc.

San Ambrosio
Hay en Jesucristo dos generaciones: una paterna, otra materna. La paterna es divina, y la materna es por la que bajó hasta nuestra vida y nuestras miserias.

San Cirilo
Dice esto, pues, para manifestar que El está por encima de la naturaleza humana, y dando a entender que la Santísima Virgen es un instrumento de la redención, dándolo a luz, pero que por naturaleza El es verdaderamente Dios e Hijo del excelso Padre. Avergüéncense, pues, aquí los sectarios de Valentino, de decir, después de haber oído que era el templo de Dios, que el Creador y el Dios de la ley y del templo no es el mismo Padre de Jesucristo.

San Epifanio, contra Haer., lib. 2, haer. 30
Observe Ebión que Jesucristo es admirable en sus discursos a los doce años de edad, y no a los treinta. Lo cual no quiere decir que después que vino el Espíritu Santo sobre El cuando fue bautizado, fue convertido en Cristo, esto es, ungido del Señor, sino que desde su infancia reconoció el templo y a su Padre.

Griego, o Geómetra
Esta es la primera manifestación de la sabiduría y de la virtud del niño Jesús, porque lo que llaman sus puerilidades, no lo dicen inocentemente como pueril, sino que lo consideramos diabólico y mal intencionado, puesto que pretenden falsear lo que se encuentra en el Evangelio y en las divinas Escrituras, a no ser que las tomemos en el sentido en que son creídas por muchos, y que no es contrario a nuestras creencias. Antes bien, está en un todo conforme con lo dicho por los profetas, porque era el más hermoso de los hijos de los hombres, obediente a su Madre, complaciente en sus costumbres, no menos venerable y agradable en su aspecto, fecundo en la palabra, dulce y próvido, de un valor notable como el que estaba lleno de la gracia divina. Y así como sucede en otro, su conversación y su locución, aunque sobrehumanas, tenían su límite y su razón, habiendo elegido para sí la mansedumbre el lugar principal. En todas estas cosas, nada ni nadie le dirigió, excepto la mano de su Madre. En esto podemos aprender cosas de gran utilidad. Respondiendo el Señor a María porque lo ha buscado entre sus parientes, nos sugiere el desprendimiento de la sangre, manifestando que el que se halla ocupado de las cosas corporales, no puede llegar al término de la perfección, de la cual se separa el hombre por el afecto de los parientes. Prosigue: "Mas ellos no entendieron", etc.

Beda
Porque les hablaba por cierto de su divinidad.

Orígenes, in Lucam, 20
No sabían si diciéndoles "en las cosas de mi Padre", quería decirles "del templo", o de otra más elevada y edificante, porque cada uno de nosotros, si es bueno, es asiento de Dios Padre, y si alguno de nosotros es asiento de Dios Padre, tiene consigo a Jesús su Hijo.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter II.

1 Augustus taxeth all the Romane Empire: 6 The natiuitie of Christ: 8 one Angel relateth it to the shepherds: 13 many sing praises to God for it. 21 Christ is circumcised. 22 Mary purified: 28 Simeon and Anna prophecie of Christ: 40 who increaseth in wisdome, 46 questioneth in the Temple with the doctours, 51 and is obedient to his parents.
1 And it came to passe in those dayes, that there went out a decree from Cesar Augustus, that all the world should be [ Or, inrolled.] taxed.
2 (And this taxing was first made whe Cyrenius was gouernor of Syria)
3 And all went to bee taxed, euery one into his owne citie.
4 And Ioseph also wet vp fro Galilee,

[Christ is borne.]

out of the citie of Nazareth, into Iudea, vnto the [ Joh_7:42 .] citie of Dauid, which is called Bethlehem, (because he was of the house and linage of Dauid,)
5 To be taxed with Mary his espoused wife, being great with child.
6 And so it was, that while they were there, the dayes were accomplished that she should be deliuered.
7 And she brought foorth her first borne sonne, and wrapped him in swadling clothes, and laid him in a manger, because there was no roome for them in the Inne.
8 And there were in the same countrey shepheards abiding in ye field, keeping [ Or, the night watches.] watch ouer their flocke by night.
9 And loe, the Angel of the Lord came vpon them, and the glory of the Lord shone round about them, and they were sore afraid.
10 And the Angel said vnto them, Feare not: For behold, I bring you good tidings of great ioy, which shall be to all people.
11 For vnto you is borne this day, in the citie of Dauid, a Sauiour, which is Christ the Lord.
12 And this shall be a signe vnto you; yee shall find the babe wrapped in swadling clothes lying in a manger.
13 And suddenly there was with the Angel a multitude of the heauenly hoste praising God, and saying,
14 Glory to God in the highest, and on earth peace, good wil towards men.
15 And it came to passe, as the Angels were gone away from them into heauen, the shepheards said one to another, Let vs now goe euen vnto Bethlehem, and see this thing which is come to passe, which the Lord hath made knowen vnto vs.
16 And they came with haste, and found Mary and Ioseph, and the babe lying in a manger.
17 And when they had seene it, they made knowen abroad the saying, which was told them, concerning this child.
18 And all they that heard it, wondered at those things, which were tolde them by the shepheards.
19 But Mary kept all these things, and pondered them in her heart.
20 And the shepheards returned, glorifying & praising God for all the things that they had heard and seene, as it was told vnto them.
21 [ Gen_17:12 .] And when eight dayes were accomplished

[Simeons song.]

for the circumcising of the childe, his name was called [ Mat_1:21 .] Iesus, which was so named of the Angel before he was conceiued in the wombe.
22 And when the dayes of her purification according to the law of Moses, were accomplished, they brought him to Hierusalem, to present him to the Lord,
23 (As it is written in the law of the Lord, [ Exo_13:2 ; Num_18:16 .] Euery male that openeth the wombe, shalbe called holy to the Lord)
24 And to offer a sacrifice according to [ Lev_12:2 ; Lev_12:6 .] that which is said in the Law of the Lord, a paire of turtle doues, or two yong pigeons.
25 And behold, there was a man in Hierusalem, whose name was Simeon, and the same man was iust and deuout, waiting for the consolation of Israel: and the holy Ghost was vpon him.
26 And it was reuealed vnto him by the holy Ghost, that he should not see death, before he had seene the Lords Christ.
27 And hee came by the spirit into the Temple: and when the parents brought in the child Iesus, to doe for him after the custome of the Lawe,
28 Then tooke hee him vp in his armes, and blessed God, and said,
29 Lord now lettest thou thy seruant depart in peace, according to thy word.
30 For mine eyes haue seene thy saluation.
31 Which thou hast prepared before the face of all people.
32 A light to lighten the Gentiles, and the glory of thy people Israel.
33 And Ioseph and his mother marueiled at those things which were spoken of him.
34 And Simeon blessed them, and said vnto Marie his mother, Behold, this child is set for the [ Isa_8:14 ; Rom_9:32 .] fall and rising againe of many in Israel: and for a signe which shall be spoken against,
35 (Yea a sword shall pearce thorow thy owne soule also) that the thoughts of many hearts may be reuealed.
36 And there was one Anna a Prophetesse, the daughter of Phanuel, of the tribe of Aser; she was of a great age, and had liued with an husband seuen yeeres from her virginitie.
37 And she was a widow of about fourescore and foure yeeres, which departed

[Christ obedient, Iohns preaching, and baptisme.]

not from the Temple, but serued God with fastings and prayers night and day.
38 And she comming in that instant, gaue thankes likewise vnto the Lord, and spake of him to al them that looked for redemption in [ Or, Israel.] Hierusalem.
39 And when they had performed all things according to the Lawe of the Lord, they returned into Galilee, to their owne citie Nazareth.
40 And the child grew, and waxed strong in spirit filled with wisedome, and the grace of God was vpon him.
41 Now his parents went to Hierusalem [ Deu_16:1 .] euery yeere, at the feast of the Passeouer.
42 And when he was twelue yeeres old, they went vp to Hierusalem, after the custome of the feast.
43 And when they had fulfilled the dayes, as they returned, the childe Iesus taried behind in Hierusalem, and Ioseph and his mother knew not of it.
44 But they supposing him to haue bene in the company, went a daies iourney, and they sought him among their kinsefolke and acquaintance.
45 And when they found him not, they turned backe againe to Hierusalem, seeking him.
46 And it came to passe, that after three daies they found him in the Temple, sitting in the midst of the Doctours, both hearing them, and asking them questions.
47 And all that heard him were astonished at his vnderstanding, and answeres.
48 And when they sawe him, they were amazed: and his mother said vnto him, Sonne, why hast thou thus dealt with vs? Behold, thy father and I haue sought thee sorrowing.
49 And he said vnto them, How is it that ye sought me? Wist yee not that I must bee about my fathers businesse?
50 And they vnderstood not the saying which he spake vnto them.
51 And he went downe with them, and came to Nazareth, and was subiect vnto them: But his mother kept all these sayings in her heart.
52 And Iesus increased in wisedom and [ Or, age.] stature, and in fauour with God and man.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Visita de Jesús al templo durante la Pascua

La edad de doce años era la normal para instruir a un niño para que ingresara a la comunidad del judaísmo, y por lo mismo para una significativa visita a Jerusalén. La ley requería que los judíos varones cumplieran con tres fiestas anuales en Jerusalén, pero sólo la pascua era observada estrictamente. Las familias enteras iban a Jerusalén, de modo que estimativamente entre 60.000 y 100.000 vi sitantes se apretujaban en una ciudad cuya población normal quizá no sería mayor de 25.000. La gente viajaba en grandes grupos por compañerismo y seguridad en el camino, y no es sorprendente que María y José no se preocuparan indebidamente por Jesús en el primer día del viaje de regreso. Después de desandar el camino que habían recorrido para volver a Jerusalén, lo encontraron en el templo, que era el lugar cuyos patios y edificios eran usados no sólo para ofrecer sacrificios sino también para enseñanzas y debates religiosos (cf. Hech. 5:25). Su inteligente discusión con los maes tros era una indicación de la sabiduría que demostraría en el futuro. La historia no dice que Jesús estaba tratando de enseñarles, sino más bien que estaban impresionados por la gran promesa que era como alumno.

La respuesta de Jesús a sus padres efectivamente fue: Deberíais saber dónde encontrarme, o sea en la casa de mi Padre. (La traducción en los asuntos de mi Padre es menos adecuada.) Muestra que, desde una edad temprana, Jesús tenía conciencia de una relación íntima con su Padre de un modo que iba más allá de la conciencia religiosa de un judío devoto (cf. 10:21, 22), y que estaba poniendo esa relación en el primer lugar de su vida, aunque tenía cuidado de obedecer a sus padres. Pero el episodio les mostró que su hijo tenía un carácter y un papel que iba más allá de lo que podían entender. Su crecimiento perfecto como muchacho continuó durante la adolescencia y juventud (como Samuel, 1 Sam. 2:26 y Juan, Luc. 1:80).

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



1. "Augusto" fue emperador romano desde el año 27 a. C. hasta el 14 d. C.

9. La "gloria del Señor", en el lenguaje bíblico, es la manifestación luminosa que acompaña las apariciones divinas. Ese resplandor es el signo visible de la santidad y el poder de Dios. Ver Exo_40:34-35; Isa_6:3; Eze_1:28.

22. La purificación de la madre tenía lugar cuarenta días después del nacimiento de los hijos varones ( Lev_12:2-5).

23. Exo_13:2.

24. Lev_5:7; Lev_12:8. Esta era la ofrenda de los pobres.

25. "Consuelo de Israel": así se designaba al Mesías en la literatura rabínica. Ver Hec_3:20.

49. Jesús reivindica -como lo hará en su vida pública- su plena independencia con respecto a todo vínculo humano cuando está de por medio la voluntad de su Padre y la misión que él le ha encomendado. Ver Mat_12:46-50; Jua_2:4.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

El niño Jesús en el Templo. La centralidad de este relato está en el doble diálogo entre Jesús y los ancianos del templo y el de Jesús con sus padres. La ocasión sirve para que Lucas defina dos cosas, una: la paternidad divina de Jesús, primeras palabras de Jesús en el evangelio de Lucas, «mi Padre»; y segunda: la declaración por parte de Jesús del destino que dará a su vida: «los asuntos de mi Padre». Aunque ésta no es precisamente la ocasión para que Jesús se lance a su ministerio público, ya Lucas anticipa desde aquí lo que moverá a su protagonista a la acción: los asuntos del Padre, el plan o proyecto del Padre. Nadie entiende nada, nadie discute nada, ni siquiera sus propios padres; María guardaba todo esto en su corazón; algún día entenderá... por lo pronto, queda un primer pincelazo del modelo de discípulo dócil a la Palabra que Lucas quiere dibujar desde la figura de María; pero por ahora regresan a Nazaret donde Jesús seguirá creciendo «en el saber, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres» (52).

Comentario al Nuevo Testamento (EUNSA, 2008)

Tras cumplir los doce años, Jesús, como todos los varones de Israel, tiene que acudir en peregrinación a Jerusalén. El evangelista narra las circunstancias de ese viaje con sobriedad, porque quiere detenerse en el diálogo de Jesús con su Madre. En efecto, sus padres lo encuentran «escuchando y preguntando» a los doctores (cfr v. 46), de tal manera que los presentes están «admirados de su sabiduría y de sus respuestas» (v. 47). Es un modo de preparar lo que se leerá a continuación: Jesús no es un niño cualquiera, sino el Hijo de Dios. El diálogo de Jesús con su Madre sorprende por su aparente desapego, pero no hay que olvidar que la mentalidad semita es aficionada a los contrastes y a las antítesis.

De hecho, el centro de la escena es la frase de Jesús (v. 49) no comprendida por sus padres (v. 50): «El hallazgo de Jesús en el Templo es el único suceso que rompe el silencio de los Evangelios sobre los años ocultos de Jesús. Jesús deja entrever en ello el misterio de su consagración total a una misión derivada de su filiación divina» (CCE 534).


Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

2:49 Otros traducen: «en las cosas de mi Padre». En cualquier caso, Jesús afirma, delante de José, v. Luc_2:48, que tiene a Dios por Padre, ver Luc_10:22; Luc_22:29; Jua_20:17, y vindica para con él relaciones que son superiores a las de la familia humana, ver Jua_2:4. Primera manifestación de su conciencia de ser «el Hijo», ver Mat_4:3+.

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


NOTAS

2:49 Otros traducen: «en las cosas de mi Padre». En cualquier caso, Jesús afirma, delante de José, v. Luc_2:48, que tiene a Dios por Padre, ver Luc_10:22; Luc_22:29; Jua_20:17, y vindica para con él relaciones que son superiores a las de la familia humana, ver Jua_2:4. Primera manifestación de su conciencia de ser «el Hijo», ver Mat_4:3+.

Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)



EN CASA DE MI PADRE: tal es la interpretación que mejor ata con el contexto. Sonriendo amablemente, diría el Niño a la Madre: ¿Por qué me buscabais en otra parte, sabiendo que yo había de estar en mi casa? Otros interpretan: «¿No sabíais que yo había de ocuparme de las cosas de mi Padre?»

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 2.22 Cf. Lv 12.2-4.

[2] 2.23 Ex 13.2,12.

[3] 2.24 Cf. Lv 12.6-8.

[4] 2.42 Dt 16.16.

[5] 2.49 ¿... tengo que estar en la casa de mi Padre?: otra posible traducción: ¿... tengo que ocuparme en las cosas de mi Padre?

Biblia Peshitta en Español (Holman, 2015)

a Jua 5:36

Biblia Latinoamericana (San Pablo, 1995)



[o] El texto podría traducirse: en las cosas de mi Padre, pero es un modismo del hebreo que significa: donde mi Padre.

Nueva Traducción Viviente (Tyndale House, 2009)

O ¿No se dieron cuenta de que debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?

Torres Amat (1825)



[23] Lev 12, 8; Num 8, 16.

[24] Lev 12, 8.

[34] Is 8, 14.