Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
3. El ángel Precursor.
El día de Yahvé (1-5).
1 He aquí que voy a enviar a mi mensajero, que preparará el camino delante de mí, y luego enseguida vendrá a su templo el Señor a quien buscáis, y el ángel de la alianza que deseáis. He aquí que llega, dice Yahvé de los ejércitos, 2 y ¿quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién podrá mantenerse firme cuando aparezca? Porque será como fuego de fundidor y como lejía de batanero, 3 y se pondrá a fundir y depurar la plata i y a purgar a los hijos de Leví, y los acriso Jará corno al oro y la plata, para que ofrezcan a Yahvé oblaciones en justicia,4 Entonces agradará a Yahvé la oblación de Judá y de Jerusalén, como en los días antiguos, los años pasados,5 Y vendré con vosotros a juicio y seré testigo pronto contra los hechiceros, contra los adúlteros y los perjuros y contra los que oprimen al jornalero,a la viuda y al huérfano, y agravan al extranjero sin temor de mí, dice Yahvé de los ejércitos. A la pregunta de por qué los impíos prosperan, el profeta contesta que se acerca el día de la justicia divina. La manifestación del Señor será precedida de su
mensajero o
ángel, que en 4:23 es identificado con
Elías. El
ángel de la alianza es el mismo
Señor o Yahvé, que realizará el juicio discriminador sobre los pecadores. El título de
ángel de la alianza hay que relacionarlo con las expresiones del A.T., donde aparece un
ángel como instrumento de la alianza del Sinaí. Por otra parte, la expresión es paralela a la de
ángel de Yahvé, que muchas veces equivale a Yahvé mismo, manifestándose en la historia 1. En nuestro texto de
Mal_3:1, la expresión
ángel de la alianza es paralela al
Señor, y ha de entenderse como un epíteto explicativo aplicado a Yahvé, que va a hacer una
nueva alianza con su pueblo.
El profeta anuncia la llegada de Dios, que viene a
purificar a su pueblo para entrar de nuevo en relaciones más íntimas con él (v.2). Su obra depuradora se ejercerá, sobre todo, en la clase sacerdotal,
los hijos de Leví (v.3), contra los que había lanzado los mayores reproches por su infidelidad. Yahvé va a actuar como
fuego y como
lejía para lavar y acrisolar los valores de la clase sacerdotal, de forma que subsistan sólo los que son dignos y fieles a su ministerio. Sólo así podrán presentar sus oblaciones
en justicia, e.d., con las debidas disposiciones morales en consonancia con su misión.
La purificación de la clase sacerdotal será seguida de la purificación de toda la sociedad judía, que estaba llena de
hechiceros, adúlteros y perjuros y de opresores de los débiles y desvalidos. Es la contestación a las impaciencias de los fieles que se quejaban del triunfo de los pecadores e impíos.
Los diezmos y primicias para el templo (6-12).
6 Porque yo, Yahvé, no me he mudado, y vosotros, hijos de Jacob, no habéis fenecido, 7 Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis preceptos, no los habéis guardado. Volveos vosotros a mí y yo me volveré a vosotros, dice Yahvé de los ejércitos. Pero vosotros decís: ¿En qué hemos de volvernos? 8 ¿Puede el hombre robar a Dios? Pues vosotros me estáis robando y decís: ¿En qué te robamos? En los diezmos y en las primicias. 9 Malditos seréis de maldición, porque me estáis robando la nación toda entera, 10Traed íntegramente los diezmos al alfolí para que haya alimentos en mi casa, y probadme en esto, dice Yahvé de los ejércitos, a ver si no abro yo las esclusas del cielo y no derramo sobre vosotros la bendición sin medida. 11 Å impediré que la langosta os aflija, devorando los frutos de la tierra; y las viñas de los campos no os serán estériles, dice Yahvé de los ejércitos. 12 Todas las gentes os llamarán dichosos, porque seréis una tierra de delicias, dice Yahvé de los ejércitos.
El profeta pone en boca de Dios su carácter inmutable respecto de su pueblo en cuanto a mantener las promesas y a castigar a los culpables. Yahvé es el mismo de las promesas antiguas,
pero también el controlador de su justicia (Yo no he mudado); y prueba de que Yahvé no abandona sus promesas es que los israelitas, como nación, a pesar de las muchas prevaricaciones, no han
fenecido (v.6). Toda su historia ha sido una historia de prevaricación; sin embargo, Yahvé los invita a la penitencia (v.7).
Pero es necesario que cambien de conducta y no defrauden a su Dios, negándole los
diezmos y primicias del templo. Las contribuciones obligatorias para el culto constituían la
parte de Yahvé 2, y, por tanto, al no entregarlas, era defraudarle en sus derechos (v.8).
Es necesario que enmienden su conducta si aspiran a participar de las bendiciones de su Dios. Si de veras cumplen sus obligaciones cultuales, la tierra se verá favorecida con la lluvia y libre de las plagas de langostas, y todos los habitantes serán llamados
dichosos por las gentes, ya que habitarán en una
tierra de delicias (v. 10). En la nueva alianza en tiempos de Nehemías, la comunidad se comprometió a cumplir sus obligaciones de aportar los
diezmos y primicias 3.
Dios retribuirá á los que le son fieles (13-18).
13 Vuestras palabras contra mí son insoportables, dice Yahvé. Decís: ¿Qué hemos hablado contra ti?14 Dijisteis: Por demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha guardar sus preceptos y caminar en duelo en presencia de Yahvé de los ejércitos? 15 Ahora llamáis dichosos a los soberbios y prosperan los malhechores, y los que provocan a Dios quedan impunes! 16 He aquí lo que unos a otros se dicen los que temen a Yahvé. Y Yahvé ha prestado atención y ha oído, y ha sido presentado ante El un memorial en favor de los que temen a Yahvé y reverencian su nombre. 17 Será para mí, dice Yahvé de los ejércitos, el día en que yo me ponga a hacer posesión propia, y me llenaré de indulgencia hacia ellos, como indulgente es uno para el hijo que le sirve. 18 Entonces mudaréis de parecer, y echaréis de ver la diferencia entre el justo y el malvado, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve. De nuevo el profeta sale al paso de las consideraciones insultantes de los que se quejaban de la providencia de Dios al permitir la prosperidad de los impíos.
Llegará pronto el día en que se hará justicia al bueno y justo, que será tratado por Dios como un hijo predilecto. La prosperidad actual de los pecadores es engañosa, porque no conocen lo que les espera. La situación actual tendrá pronto fin,
y Dios retribuirá a cada uno según sus obras. Entonces los buenos mudarán de parecer sobre las permisiones de la providencia de Yahvé.
1 Sobre el sentido de
ángel de Yahvé en el A.T. véase F. ceuppens,
Theologia Bibli~ ca: II.
De Sanctissima Trinitate (Roma 1949) p.105. El P. Lagrange cree que la expresión
ángel de Yahvé aplicada a Dios es una redundancia, debida a retoques eruditos teológicos posteriores para salvar la trascendencia de Yahvé. Véase su artículo
L'ange de Yahvé: RB
2 Cf.
Num_18:83.20;
Deu_18:1s.
3 Cf.
Neh_10:383.