Ver contexto
Si vas a tratarme así, mátame, por favor, si he hallado gracia a tus ojos, para que no vea más mi desventura.»
(Numeros  11, 15) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

אִם‎(אִם)

Hebrew|ʔim-|if

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H518] [a.du.af] [111]
[אם] [GES499] [BDB525] [HAL544]

כָּ֣כָה‎(כָּכָה)

Hebrew|kˈāḵā|thus

Part-of-speech: adverb
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3602] [k.ap.ab] [956]
[ככה] [GES3496] [BDB3901] [HAL3869]

אַתְּ‎(אַתָּה)

Hebrew|ʔat-|you

Part-of-speech: personal pronoun
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H859] [a.er.ab] [189]
[אתה] [GES834] [BDB898] [HAL918]

עֹ֣שֶׂה‎(עָשָׂה)

Hebrew|ʕˈōśeh|make

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: participle
Verbal stem: qal


[H6213] [p.fy.aa] [1708]
[עשה] [GES6129] [BDB6780] [HAL6711]

לִּ֗י‎(לְ)

Hebrew|llˈî|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

הָרְגֵ֤נִי‎(הָרַג)

Hebrew|hārᵊḡˈēnî|kill

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperative
Verbal stem: qal


[H2026] [e.cc.aa] [514]
[הרג] [GES1961] [BDB2192] [HAL2195]

נָא֙‎(נָא)

Hebrew|nˌā|yeah

Part-of-speech: interjection
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4994] [n.ab.aa] [1269]
[נא] [GES4908] [BDB5492] [HAL5375]

הָרֹ֔ג‎(הָרַג)

Hebrew|hārˈōḡ|kill

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: unknown
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: infinitive (absolute)
Verbal stem: qal


[H2026] [e.cc.aa] [514]
[הרג] [GES1961] [BDB2192] [HAL2195]

אִם‎(אִם)

Hebrew|ʔim-|if

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H518] [a.du.af] [111]
[אם] [GES499] [BDB525] [HAL544]

מָצָ֥אתִי‎(מָצָא)

Hebrew|māṣˌāṯî|find

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H4672] [m.db.aa] [1231]
[מצא] [GES4588] [BDB5123] [HAL5026]

חֵ֖ן‎(חֵן)

Hebrew|ḥˌēn|grace

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2580] [h.dz.ab] [694a]
[חן] [GES2497] [BDB2800] [HAL2786]

בְּ‎(בְּ)

Hebrew|bᵊ|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

עֵינֶ֑יךָ‎(עַיִן)

Hebrew|ʕênˈeʸḵā|eye

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: dual
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5869] [p.ck.aa] [1612a]
[עין] [GES5815] [BDB6420] [HAL6340]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

אַל‎(אַל)

Hebrew|ʔal-|not

Part-of-speech: negative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H408] [a.dh.aa] [90]
[אל] [GES401] [BDB423] [HAL439]

אֶרְאֶ֖ה‎(רָאָה)

Hebrew|ʔerʔˌeh|see

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H7200] [t.ab.aa] [2095]
[ראה] [GES7166] [BDB7891] [HAL7810]

בְּ‎(בְּ)

Hebrew|bᵊ|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

רָעָתִֽי‎(רָעָה)

Hebrew|rāʕāṯˈî|evil

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7451] [t.dq.ae] [2191c]
[רעה] [GES7416] [BDB8174] [HAL8092]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



11. Diversos Incidentes en el Camino del Sinai a Cades.
L os relatos sobre estos incidentes contados al vivo parecen proceder de distintas fuentes.

Descontento del Pueblo (1-9).
1Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Yahvé, y, al oírlo Yahvé, ardió en ira, y encendió contra ellos un fuego que abrasó una de las alas del campamento. 2Clamó entonces el pueblo a Moisés, y Moisés oró a Yahvé, y el fuego se apagó; 3y llamaron a aquel lugar Tabera, porque allí se había encendido contra ellos el fuego de Yahvé. 4El vulgo adventicio que en medio de ellos habitaba tenía tantas ganas de comer carne, que aun los hijos de Israel se pusieron a llorar y a decir: ¡Quién nos diera carne que comer! 5¡Cómo nos acordamos de tanto pescado como de balde comíamos en Egipto, de los cohombros, de los melones, de los puerros, de las cebollas, de los ajos! 6Ahora está al seco nuestro apetito, y no vemos sino el maná. 7El maná era parecido a la semilla del cilantro y tenía un color como de bedelio. 8Esparcíase el pueblo para recogerlo, y lo molían en molinos o lo majaban en morteros, y, cociéndolo en una caldera, hacían de él tortas, que tenían un sabor como de pasta amasada con aceite. 9Cuando de noche caía el rocío sobre el campo, caía también el maná.

El ambiente del pueblo ha cambiado. En las páginas que preceden, el texto pone de relieve la devoción y generosidad del pueblo hacia el santuario de Yahvé; aquí se nos presenta otra vez al pueblo de dura cerviz, constante murmurador contra su líder, aunque el autor sagrado atribuye esto a la influencia de los extraños en el pueblo hebreo. En medio del desierto se acuerdan de la abundancia de viandas de que disfrutaban en Egipto. Nada más natural que el hambriento se vuelva a los tiempos en que comía a saciedad. ¿Quiénes son estos extraños que inician la rebelión? Lo ignoramos. El texto sagrado hace mención de ellos en diferentes lugares1. Serían gentes que, no encontrándose satisfechos en el valle del Nilo, aprovecharon la escapada de los hebreos para juntarse a ellos y recobrar la libertad de que allí no gozaban2. ¿Qué significa ese fuego con que Dios abrasó una de las alas del campamento? Lo ignoramos; tal vez alguna descarga eléctrica. El nombre de Tabera significa incendio. Aparece mencionado en Deu_9:22.
Los israelitas y los extranjeros se acuerdan de la comida de Egipto: pescado, cohombros, cebollas, etc., todo lo que constituye la base de la alimentación de los egipcios.3 Y desprecian el mana. Sobre su naturaleza véase el comentario a Exo_16:125. No debía de ser una cosa tan exquisita, cuando los israelitas lo desprecian y añoran otras cosas tan vulgares. Esta opinión de los israelitas sobre el maná parece confirmar la hipótesis de que la famosa comida del desierto era algo parecido al man, secreción de un arbusto de la península arábiga, que preparaban majándolo al mortero (v.8), y aparece por las mañanas como un rocío misterioso (v.9). En Num_21:5 se dice que los israelitas se quejaban de aquel miserable alimento.4 Los hebreos llevaban consigo rebaños de ovejas, pero sin duda que estas reses no eran suficientes para abastecer normalmente a todos durante tanto tiempo, y por eso tenían que vivir habitualmente de productos miserables de la estepa, que tienen pocos ingredientes nutritivos5.

Queja de Moisés (10-15).
10Oyó Moisés las lamentaciones del pueblo, que por familias se reunía a las puertas de las tiendas, encendiendo el ardor de la ira de Yahvé; y desagradó a Moisés,11que dijo a Yahvé: ¿Por qué tratas tan mal a tu siervo? ¿Por qué no ha hallado gracia a tus ojos y has echado sobre mí la carga de todo este pueblo? 12¿Lo he concebido yo o lo he parido para que me digas: Llévale en tu regazo, como lleva la nodriza al niño a quien da de mamar, a la tierra que juraste dar a tus padres? 13¿Dónde tengo yo carne para alimentar a todo este pueblo? ¿Por qué llora a mí clamando: Danos carne que comer? 14Yo no puedo soportar solo a este pueblo. Me pesa demasiado. 15Si así has de hacer conmigo, dame la muerte, te lo ruego; y si es que he hallado gracia a tus ojos, que no me vea ya más así afligido.

Las quejas del pueblo afligen el corazón de Moisés. Pensaba haber realizado una obra grande rescatando a su pueblo de la servidumbre de Egipto, y he aquí que no sólo no lo agradecen, sino que miran esto como una desgracia. Sobre todo, lo que le hubo de herir más fue que con esas quejas desestimaban el favor de Dios, el verdadero Libertador, y además menospreciaban las promesas que les había hecho y hacia las cuales los conducía. Ante esta actitud del pueblo, el ánimo del profeta desfallece, y se queja él también de la misión ingrata que Dios ha echado sobre sus hombros. No se siente con fuerzas para llevar al pueblo en su regazo como la nodriza al niño. Y esta conciencia de Moisés sobre su flaqueza se aviva tanto más cuanto más crecen la impaciencia del pueblo y sus quejas. Como más tarde Elías, pide a Dios, como una gracia, que le lleve de esta vida si no quiere quitarle la pesada carga6.
Los v.7-9 son continuación lógica del v.6, de forma que parecen reflexiones del hagiógrafo sobre las diversas formas de preparar el maná para que el lector se haga cargo de que los israelitas no tenían razón para sus quejas contra Moisés. Este, por su parte, se siente apesadumbrado por su ingrata misión histórica. En realidad es Dios quien ha concebido y criado al pueblo hebreo7, y, por tanto, a El le pertenece llevarlo en su regazo, y no a Moisés. Descorazonado, pide a Dios le quite la vida si no le presenta mejores perspectivas8.

Respuesta de Yahvé (16-23).
16Entonces dijo Yahvé a Moisés: Elígeme a setenta varones de los hijos de Israel, de los que tú sabes que son ancianos del pueblo y de sus principales, y tráelos a la puerta del tabernáculo; que esperen allí contigo. 17Yo descenderé, y contigo hablaré allí, y tomaré del espíritu que hay en ti y lo pondré sobre ellos, para que te ayuden a llevar la carga del pueblo y no la lleves tú solo. 18Y di al pueblo: Santifícaos para la manaría, y comeréis carne, ya que habéis llorado a Yahvé diciendo: ¡Quién nos diera carne que comer! ¡Mejor ciertamente estábamos en Egipto! 19No comeréis un día, ni dos, ni cinco, ni diez, ni veinte; 20la comeréis todo un mes, hasta que se os salga por las narices y os produzca náuseas, por haber menospreciado a Yahvé, que está en medio de vosotros, y haber llorado, diciendo: ¿Por qué hemos salido de Egipto? 21Moisés le dijo: Seiscientos mil infantes cuenta el pueblo en medio del cual estoy, y me dices: Yo les daré carne, y la comerán todo un mes. 22¿Bastará para ello degollar todas las ovejas y todos los bueyes? ¿Se juntarán todos los peces del mar para darles abasto? 23 Yahvé replicó a Moisés: ¿Acaso se ha acortado el brazo de Yahvé? Ya verás si es o no es como yo te he dicho.

Dios quiere aliviar la carga de Moisés, y por ello propone que elija setenta ancianos como auxiliares suyos. En Exo_18:255 se dice que Moisés, por consejo de Jetro, eligió oficiales de diez, de cincuenta, de ciento y de mil, que formasen una verdadera jerarquía para entender en los asuntos menores del pueblo, reservándose el profeta los de mayor importancia. Esto significaba una gran ayuda, tanto más cuanto que en estos oficiales tenía el líder consejeros hábiles con quien comunicar los problemas graves que ocurriesen. Teniendo éstos, ya no podía quejarse el caudillo de quedarse solo. Estos ancianos9 aparecen ya varias veces con ocasión de la salida de Egipto10. Ahora parece que se quiere investirlos de nueva autoridad en nombre de Dios, como intendentes (soterim) a las órdenes de Moisés. Llamados al santuario, Dios les comunica el espíritu de Moisés (v.17), que en el v.26 se define como espíritu profético. La palabra profecía en la Sagrada Escritura tiene un sentido muy amplio. Cualquier manifestación carismática del espíritu de Dios puede recibir el nombre de profecía. En este pasaje podemos suponer que se trata del don de consejo para resolver los conflictos del pueblo y mantenerlo en paz. Participaban, pues, del don del consejo del líder Moisés. El autor sagrado concibe así la mente de Moisés como una lámpara que transmite luz a otras, si bien en menos cantidad y en dependencia de aquélla. La afirmación, pues, de esta comunicación de espíritu indica la situación subordinada de los ancianos respecto del gran profeta-dirigente.
Por otra parte, Yahvé responderá a las quejas del pueblo con un nuevo hecho portentoso. Pero antes deben santificarse (v.18), es decir, ponerse en estado de pureza ritual, pues Dios los va a visitar. Les va a dar tal cantidad de carne, que habrán de sentir náuseas de ella (v.19). Así, Dios les castigará por haberle despreciado, añorando la estancia en Egipto. Moisés siente cierto escepticismo sobre la promesa divina, ya que son 600.000 los israelitas que están necesitados de comida. Según Exo_16:13, Dios envió a los hebreos codornices en gran cantidad en el desierto de Sin antes de llegar al Sinaí. Yahvé, por toda respuesta, recuerda el poder de su brazo omnipotente (v.23), que no se ha acortado en poder. Y por eso ha de responder como en otras ocasiones al sacarlos de los dominios del faraón.

Efusión del Espíritu sobre los Setenta Ancianos (24-30).
24Salió Moisés y transmitió al pueblo lo que había dicho Yahvé; y eligió los setenta varones de entre los ancianos de Israel y los puso en derredor del tabernáculo. 25Descendió Yahvé en la nube y habló a Moisés; tomó del espíritu que residía en él y lo puso sobre los setenta ancianos; y cuando sobre ellos se posó el espíritu, pusiéronse a profetizar, y no cesaban. 26Habíanse quedado en el campamento dos de ellos, uno llamado Eldad y otro llamado Medad; y también sobre ellos se posó el espíritu; eran de los nombrados, pero no se presentaron ante el tabernáculo, y se pusieron a profetizar en el campamento. 27Corrió un mozo a avisar a Moisés, diciendo: Eldad y Medad están profetizando en el campamento. 28Josué, hijo de Nun, ministro de Moisés desde su juventud, dijo: Mi señor, Moisés, impídeselo. 29Y Moisés le respondió: ¿Tienes celos por mí? ¡Ojalá que todo el pueblo de Yahvé profetizara y pusiese Yahvé sobre ellos su espíritu! 30Volvióse Moisés al campamento, y con él los ancianos de Israel.

Moisés salió del tabernáculo, en el que solía tener las comunicaciones de Yahvé11, y reunió a los ancianos y los colocó delante del tabernáculo, sin decir el texto cómo hizo la elección. Y Dios, para investirlos de una misión divina ante el pueblo, descendió en forma de nube. La descripción es antropomórfica: Dios tomó del espíritu de Moisés y se lo comunicó a los ancianos (v.25). Y al punto éstos empezaron a profetizar. Abraham es llamado profeta12 o amigo de Dios, y María, la hermana de Moisés, es llamada también profetisa13. Pero el caso de los ancianos es el primer caso de profetismo colectivo14. Por eso Amos y Jeremías dirán que los profetas existieron en tiempos de Moisés15. El texto sagrado no concreta en qué consistió la manifestación profética de los ancianos; pero podemos suponer que se trata de ciertas manifestaciones de entusiasmo religioso, como discursos enardecidos, cantos sagrados, pulsación de instrumentos músicos estimulantes de estas manifestaciones religiosas16. Así se reanimaba la fe apagada del pueblo. Estas manifestaciones están en consonancia con la mentalidad primitivista del ambiente. De este modo, el pueblo podía comprobar que, en efecto, el espíritu de Dios se había apoderado de ellos. Y el autor sagrado anota el caso curioso de dos ancianos elegidos por Moisés que, a pesar de no estar junto al tabernáculo, se pusieron a profetizar (v.27)17. Algunos dieron a conocer el hecho a Moisés, y Josué, su lugarteniente y fiel compañero18, quiere evitar esa manifestación pro/ética, pues la considera en competencia con la que Moisés acaba de provocar ante el tabernáculo19. Moisés, con buen sentido, declara que esto no compromete su autoridad, y dice que bien quisiera que el espíritu de Yahvé fuera sobre todo el pueblo y que todos se entregaran a manifestaciones proféticas. Joel dirá que en los tiempos mesiánicos habrá una manifestación del espíritu en todas las capas sociales y en todas las edades20. San Pedro ve el día de Pentecostés, en la efusión del Espíritu Santo, el cumplimiento de la profecía de Joel21.

Las Codornices (31-34).
31Vino un viento de Yahvé, trayendo desde el mar codornices, que dejó sobre el campamento, hasta la altura de dos codos sobre la tierra. 32El pueblo estuvo todo el día, toda la noche y todo el día siguiente recogiendo codornices; el que menos, recogió diez jómer, y las pusieron a secar en los alrededores del campamento. 33Aún tenían la carne entre sus dientes, antes de que hubiesen podido acabar de comerlas, y encendióse en el pueblo el furor de Yahvé, y Yahvé hirió al pueblo con una plaga; 34siendo llamado aquel lugar Quibrot-Hat-tawa, porque allí quedó sepultado el pueblo glotón. 35De Quibrot-Hat-tawa partieron a Jaserot y acamparon allí.

Para satisfacer las quejas del pueblo, que apetecía carne en abundancia, Yahvé hizo venir, como la vez primera22, de la parte del mediodía una gran bandada de codornices, que en la primavera suben del sur en busca de clima más fresco y que, cansadas del largo vuelo, vienen a caer en la península del Sinaí. El salmista idealiza imaginativamente: hizo soplar en el cielo el viento solano, y con su poder hizo soplar el austro y caer como polvo sobre ellos la carne, como arenas del mar aves aladas.23 Cubrieron una extensión de un día de camino y con una altura de unos dos codos (un metro)24. De nuevo tenemos que acudir al género literario hiperbólico para justificar estas exageraciones. También aquí parece que nos encontramos ante un hecho natural, si bien preternatural en cuanto a sus circunstancias (quoad modum), en cuanto que aparecen las codornices en el momento querido por Dios y en la cantidad anunciada. Los israelitas llegaron a recoger el que menos diez jómer (unos 3.640 kilos). La exageración es manifiesta, pero con ella el autor sagrado quiere destacar la abundancia de volátiles tomados. Los israelitas extendieron la caza en el campo para secarla, como hacían los egipcios con los peces y aun con las aves25. El autor sagrado relata después el castigo al pueblo glotón, pues estaban aún con la carne en la boca, cuando la ira de Dios se encendió y envió una plaga exter minador a. El texto no concreta en qué consistió el castigo. Quizá una infección general. Por eso se llamó aquel lugar Quibrot-Hat-tawa (sepulcros de la glotonería). Desde este lugar, los israelitas continuaron el viaje hasta un oasis llamado Jaserot, comúnmente identificado con Ain Jadra26, abundante en agua y recogido entre un círculo de colinas, que le resguardaba contra la intemperie.

1 Exo_12:38; Lev_24:10. 2 Exo_16:12s. 3 Véase Herodoto, II 92, y el art. égypte en DBS II 702; Isa_19:8; Exo_7:21. 4 Núm_21:5. El autor del libro de la Sabiduría (Núm_16:20-21) idealiza midráshicamente el alimento del maná: sabía al gusto que cada uno prefería. Cf. Sal_78:24-25; Sal_78:2 Esd_9:21. 5 Flavio Josefo identifica el maná con un alimento natural del Sinaí que se daba en su tiempo: Ant. Jud. III 1,6. Hoy día se suele ver en el maná el producto del tamarix mannifera, que se encuentra en la península sinaítica, si bien podemos suponer que Dios lo multiplicara mila rosamente durante todo el año. Véase Heinisch, Exodus 134-13· 6 Cf. 1Re_19:4. 7 Cf. Exo_4:22; Deu_32:17; Ose_11:1. 8 Cf. Jer_15:10-11. 9 Estos ancianos o ziqne equivalen literalmente a los ãÝñïíôåò de los griegos, a los Paires o Senatus de los romanos y a los cheiks de los árabes 10 Cf. Exo_3:16; Exo_19:7; Exo_24:1. 11 Cf. Num_7:8g. 12 Gen_20:7. 13 Exo_15:20. 14 Cf. 1Sa_10:11-13; 1Sa_19:20-24. 15 Cf. Amo_2:10; Jer_7:25. 16 Cf. 1Sa_10:11-13; 1Sa_19:20-24. 17 En el Pastor, de Hermas, se cita un libro de profecías de Eldad y Medad (vis.11 3; 4)· 18 Es el vencedor de los amalecitas (Exo_17:8-14), el que acompaña a Moisés a la montaña (Exo_24:13; Exo_32:17) y el que guarda el tabernáculo (Exo_33:11). 19 Los discípulos de Jesús sentirán también celo de otros que se dedican a arrojar los demonios en nombre de él (Mar_9:38). 20 Joe_2:28-29. 21 Hec_2:16-21; 1Co_12:4-11. 22 Ex 16:1s. 23 Sal 78:26; 27. 24 La Vg dice que volaban a dos codos de altura. 25 Herodoto, II 77; DBV II 36. 26 M. J. Lagrange, a.c.: RB (1900) 276.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XI.

1 The burning at Taberah quenched by Moses prayer. 4 The people lust for flesh, and loth Manna. 10 Moses complayneth of his charge. 16 God diuideth his burden vnto seuentie Elders. 31 Quailes are giuen in wrath at Kibroth-Hattaauah.

[Manna is loathed.]

1 And when the people [ Or, were as it were complainers..] complained, [ Hebrew: it was euill in the eares of, etc.] it displeased the Lord: and the Lord heard it: and his anger was kindled, and the fire of the Lord burnt [ Psa_78:21 .] among them, and consumed them that were in the vttermost parts of the campe.
2 And the people cried vnto Moses, and when Moses prayed vnto the Lord, the fire [ Hebrew: sunke.] was quenched.
3 And hee called the name of the place [ That is, a burning.] Taberah: because the fire of the Lord burnt among them.
4 And the [ As Exo_12:38 .] mixt multitude that was among them, [ Hebrew: lusted a lust.] fell a lusting, and the children of Israel [ Hebrew: returned and wept.] also wept againe, and said, [ 1Co_10:6 .] Who shal giue vs flesh to eate?
5 We remember the fish which wee did eate in Egypt freely: the cucumbers and the melons, and the leekes, and the onions, and the garlicke.
6 But now our soule is dried away, there is nothing at all, besides this Manna, before our eyes.
7 And [ Exo_16:14 ; Exo_16:31 .] the Manna was as Coriander seed, and the [ Hebrew: eye of it, as the eye of.] colour thereof as the colour of Bdelium:
8 And the people went about, and gathered it, and ground it in milles, or beat it in a morter, and baked it in pans, and made cakes of it: and the taste of it was as the taste of fresh oyle.
9 And when the dew fell vpon the campe in the night, the Manna fell vpon it.
10 Then Moses heard the people weepe throughout their families, euery man in the doore of his tent, and the anger of the Lord was kindled greatly, Moses also was displeased.
11 And Moses said vnto the Lord, Wherefore hast thou afflicted thy seruant? and wherefore haue I not found fauour in thy sight, that thou layest the burden of all this people vpon me?
12 Haue I conceiued all this people? haue I begotten them, that thou shouldest say vnto me, Cary them in thy bosome (as a nursing father beareth the sucking child) vnto the land which thou swarest vnto their fathers?
13 Whence should I haue flesh to giue vnto all this people? for they weep

[Seuenty Elders.]

vnto me, saying, Giue vs flesh, that we may eate.
14 I am not able to beare all this people alone, because it is too heauie for mee.
15 And if thou deale thus with mee, kill me, I pray thee out of hand, if I haue found fauour in thy sight, and let me not see my wretchednesse.
16 And the Lord said vnto Moses, Gather vnto me seuentie men, of the Elders of Israel, whome thou knowest to be the elders of the people, and officers ouer them: and bring them vnto the Tabernacle of the Congregation, that they may stand there with thee.
17 And I will come downe and talke with thee there, and I will take of the spirit which is vpon thee, and wil put it vpon them, and they shall beare the burden of the people with thee, that thou beare it not thy selfe alone.
18 And say thou vnto the people, Sanctifie your selues against to morrow, and yee shall eate flesh: (for you haue wept in the eares of the Lord, saying, Who shall giue vs flesh to eate? for it was well with vs in Egypt:) therfore the Lord wil giue you flesh, and ye shall eate.
19 Ye shall not eate one day, nor two dayes, nor fiue dayes, neither ten dayes, nor twentie dayes:
20 But euen a [ Hebrew: moneth of dayes.] whole moneth, vntill it come out at your nostrels, and it bee loathsome vnto you, because that yee haue despised the Lord which is among you, and haue wept before him, saying, Why came we foorth out of Egypt?
21 And Moses said, The people amongst whome I am, are sixe hundred thousand footmen, and thou hast said, I will giue them flesh, that they may eate a whole moneth.
22 Shall the flockes and the herds be slaine for them to suffice them? or shal all the fish of the sea bee gathered together for them, to suffice them?
23 And the Lord said vnto Moses, [ Isa_50:2 ; Isa_59:1 .] Is the Lords hand waxed short? thou shalt see now whether my word shall come to passe vnto thee, or not.
24 And Moses went out, and tolde the people the wordes of the Lord, and gathered the seuenty men of the Elders of the people, and set

[Eldad and Medad.]

them round about the Tabernacle.
25 And the Lord came downe in a cloude, and spake vnto him, and tooke of the spirit that was vpon him, and gaue it vnto the seuentie Elders: and it came to passe that when the spirit rested vpon them, they prophesied, and did not cease.
26 But there remained two of the men in the campe, the name of the one was Eldad, & the name of the other Medad: and the Spirit rested vpon them, (and they were of them that were written, but went not out vnto the Tabernacle) and they prophesied in the campe.
27 And there ranne a yong man, and tolde Moses, and said, Eldad and Medad doe prophesie in the campe.
28 And Ioshua the sonne of Nun the seruant of Moses, one of his yong men, answered and said, My lord Moses, Forbid them.
29 And Moses said vnto him, Enuiest thou for my sake? Would God that all the Lords people were Prophets, and that the Lord would put his Spirit vpon them.
30 And Moses gate him into the campe, he, and the Elders of Israel.
31 And there went forth a [ Exo_16:13 ; Psa_78:26 .] winde from the Lord, and brought quailes from the sea, and let them fall by the campe, [ Hebrew: as it were the way of a day .] as it were a dayes iourney on this side, and as it were a dayes iourney on the other side round about the campe, and as it were two cubits high vpon the face of the earth.
32 And the people stood vp all that day, and all that night, and all the next day, and they gathered the quailes: he that gathered least, gathered ten homers: and they spread them all abroad for themselues round about the campe.
33 And while the [ Psa_78:31 .] flesh was yet betweene their teeth, yer it was chewed, the wrath of the Lord was kindled against the people, and the Lord smote the people with a very great plague.
34 And he called the name of that place, [ That is, The graues of lust.] Kibroth-Hattaauah: because there they buried the people that lusted.
35 And the people iourneyed from Kibroth-Hattaauah, vnto Hazeroth: and [ Hebrew: they were in, etc.] abode at Hazeroth.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Quejas del pueblo y de Moisés. Ya antes del Sinaí teníamos conocimiento de las quejas y rebeldías del pueblo al iniciar su marcha después de haber salido del lugar de la esclavitud (cfr. ,7), y de cómo el Señor les había respondido. Ahora sucede lo mismo; el pueblo comienza a experimentar la tentación más grave: la nostalgia de Egipto y el deseo de regresar. El comportamiento del pueblo conlleva la ira divina y, al mismo tiempo, el lamento y la súplica de Moisés, quien consigue la compasión del Señor hacia el pueblo.
En este capítulo se entrelazan dos tradiciones sobre las marchas por el desierto: la primera es el alimento que consumió el pueblo aprovechando la presencia de las codornices y del maná, lo cual es leído como una intervención providente de Dios. No hay ninguna indicación -a diferencia de Éx 16- sobre la ración autorizada por persona o por familia, ni sobre el ciclo diario de recolección del alimento; sólo se indica cómo el consumo exagerado por muchos termina con una gran mortandad. Se trata de una crítica, no tanto a la glotonería o a la gula, sino más bien a la avaricia, al afán desmedido por poseer más y más, en fin, a los que acaparan los bienes olvidándose de los demás.
La segunda tradición es la designación de setenta ancianos que comparten la guía y dirección del pueblo con Moisés. En Éxo_18:14-27, esta solución es propuesta a Moisés por su suegro; aquí es el Señor quien decide hacerlo. La expresión «Apartaré una parte del espíritu que posees y se lo pasaré a ellos» (17.25) indica que cada uno tendría frente al pueblo la misma responsabilidad que Moisés: guiar, instruir, interceder.
Los versículos 26-30 subrayan las dificultades que a veces surgen también en nuestras comunidades: no dar crédito a quien obra el bien en favor del pueblo y en nombre de Dios, pero no pertenece a la institución o a «nuestro grupo». La corrección que hace Moisés a Josué (28s) la tiene que hacer también Jesús a sus discípulos (cfr. Mar_9:38-40); muchos retrocesos en nuestras comunidades se podrían evitar si la hiciéramos nuestra. Los versículos 31-35 concluyen la narración.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Una segunda queja. El término heb. para populacho transmite la idea de una asamblea general, y la traducción gr. (epimiktos) conlleva el sentido de una mezcla de gente. Probablemente se refiera a los gentiles que se habían juntado con el pueblo. Por lo tanto, el texto agrega que los hijos de Israel volvieron a llorar. Aquí hay una lección objetiva en cuanto a que el pueblo de Dios puede ser influenciado por quienes le rodean y guiarlos a pecar. Sus palabras muestran que ellos habían menospreciado al Señor: ¡Quién nos diera a comer carne! De pronto el texto se convierte en un menú: pescado, pepinos, melones (v. 5), como si los israelitas estuvieran comparando el maná provisto por Dios con las diferentes comidas que había en Egipto. Ellos se habían olvidado que habían sido rescatados del horno ardiente y despreciaban lo que la bondad divina les enviaba del cielo. El Sal. 78 describe el pecado de Israel detalladamente (cf. Exo. 16:3); no tenían fe, olvidaron lo que Dios había hecho y le mintieron (Sal. 78:22, 32, 36, 42). El asunto esencial tiene que ver con incredulidad y olvido, lo cual guía al descontento y a la queja. Núm. presenta un cuadro bastante exacto de la conducta del pueblo. Se fueron a sus hogares y esparcieron las quejas entre sus familias (v. 10), lo cual fue completamente destructivo. Al provocar el descontento entre sus familias las estaban llevando a su propia muerte. Debemos notar que la palabra queja no es muy común en el NT, pero Juan decide usarla en una ocasión específica: Cuando Cristo les dice a los judíos que él es el pan de vida que ha venido del cielo, y que es superior al maná (Juan 6:35, 41-61). Porque murmuraban de él, estos judíos estaban repitiendo los pecados de sus antepasados registrados en Núm.; y la causa era la misma: incredulidad (Juan 6:64). Estos ejemplos sirven de advertencia a la iglesia actual (1 Cor. 10:10, 11). La murmuración puede conducirnos a caer, y también puede destruir la fe de otros. Quizá muchos jóvenes se han olvidado de la iglesia, y aun hasta perecido, porque oyeron quejas en sus hogares. Es un hecho que el hablar nocivo destruye a quienes escuchan. Ahora Núm. expone la carga que Moisés sentía (v. 11): Israel era como un niño al cual debía cuidarse.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



4. La "turba de los advenedizos" es esa "multitud heterogénea" ( Exo_12:38) que se unió a los israelitas cuando salieron de Egipto. La presencia de estos extranjeros pone de manifiesto que los israelitas no constituían en el desierto un grupo tan homogéneo y bien organizado como los presenta la tradición "sacerdotal" en los caps. 1-4.

6. El "maná": ver nota Éx. 16.

25-27. Las expresiones "hablar en éxtasis" y "profetizar" traducen una misma palabra hebrea, que es la expresión técnica para designar el ejercicio de la actividad profética. El cambio quiere poner de relieve que el espíritu profético se manifestaba frecuentemente con actitudes fuera de lo común, como el frenesí o el éxtasis. Las características de este éxtasis o trance profético aparecen claramente en 1Sa_10:10-13; 1Sa_19:20-24.

Torres Amat (1825)



[1] En este paraje comenzó la murmuración. Num 33, 16; Sal 78 (77), 19-21; 1 Cor 10, 10.

[7] Ex 16, 14; Sal 78 (77), 24; Sab 16, 20; Jn 6, 31.

[18] 1 Cor 10, 1.

[16] Dios le mandó formar un consejo de Setenta Ancianos, que escogió entre quienes habían gobernado al pueblo en Egipto.

[31] Antes el Señor les había enviado una lluvia de codornices para que comieran un día, ahora se las manda para un mes. Ex 16, 13; Sal 78 (77), 26.

[32] El coro equivalía a diez efa, o 220 litros. Cada efa contiene 22 litros. El plural de efa es efi o efí.

[33] Sal 78 (77), 30.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 11.3 En hebreo, Taberá significa quema o incendio.

[2] 11.31 Formando un tendido de casi un metro de altura: también puede traducirse volando como a un metro de altura.

[3] 11.34 En hebreo, Quibrot-hataavá significa tumbas del apetito (o de la gula ).

Biblia Textual IV (Sociedad Bíblica Iberoamericana, 1999)

del todo... TM añade te ruego. Se sigue LXX → §194;
tu mal... 2a enmienda de los Soferim → §006; §008.