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que ilumine Yahvé su rostro sobre ti y te sea propicio;
(Numeros  6, 25) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

יָאֵ֨ר‎(אֹור)

Hebrew|yāʔˌēr|be light

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: hif‘il


[H215] [a.cd.aa] [52]
[אור] [GES211] [BDB226] [HAL238]

יְהוָ֧ה‎(יהוה)

Hebrew|[yᵊhwˈāh]|YHWH

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3068] [e.az.ae] [484a]
[יהוה] [GES2969] [BDB3312] [HAL3292]

פָּנָ֛יו‎(פָּנֶה)

Hebrew|pānˈāʸw|face

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6440] [q.bu.ab] [1782a]
[פנה] [GES6365] [BDB7019] [HAL6956]

אֵלֶ֖יךָ‎(אֶל)

Hebrew|ʔēlˌeʸḵā|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H413] [a.di.aa] [91]
[אל] [GES400] [BDB422] [HAL438]

וִֽ‎(וְ)

Hebrew|wˈi|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יחֻנֶּֽךָּ‎(חָנַן)

Hebrew|yḥunnˈekkā|favour

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H2603] [h.dz.aa] [694]
[חנן] [GES2519] [BDB2823] [HAL2809]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



6. Ley del Nazareato.
E sta institución persistió durante toda la historia de Israel, y así la encontramos en tiempo de los jueces1 y aun en los tiempos de Cristo2.

Obligaciones del Nazareato (1-8).
1Habló Yahvé a Moisés, diciendo: 2Habla a los hijos de Israel: Si uno, hombre o mujer, hiciere voto de consagración, consagrándose a Yahvé, 3se abstendrá de vino y de toda bebida embriagante; no beberá vinagre ni bebida de vino ni bebida embriagante; ni comerá uvas frescas ni secas; 4durante todo el tiempo de su nazareato no comerá fruto alguno de la vid, desde la piel hasta los granos de la uva. 5Durante todo el tiempo de su voto de nazareo no pasará la navaja por su cabeza; hasta que se cumpla el tiempo por que se consagró a Yahvé, será santo y dejará libremente crecer su cabellera. 6Durante su tiempo de consagración a Yahvé no se acercará a cadáver alguno; 7no se contaminará ni por su padre, ni por su madre, ni por su hermano, ni por su hermana, si muriesen; porque lleva sobre su cabeza la consagración a su Dios. 8Todo el tiempo de su nazareato está consagrado a Yahvé.

El nazareato era una consagración especial a Yahvé, que imponía ciertas normas de abstinencia. Los datos de la Escritura nos dicen que había varias formas de hacer esta consagración; pero son insuficientes para darnos a conocer su naturaleza precisa y el desarrollo histórico de esta institución, que sin duda no fue siempre igual. Cuando el ángel anuncia a la madre de Sansón el nacimiento de su hijo, le ordena abstenerse de toda bebida inebriante y de comer cosa inmunda; le añade que la navaja no tocará la cabeza del hijo, porque será nazareo de Dios desde el vientre de su madre3. Ana, madre de Samuel, pide a Dios un hijo y promete consagrarlo a Yahvé todos los días de su vida y que la navaja no tocará su cabeza4. El profeta Amos enumera entre los favores hechos por Dios a Israel, después de la salida de Egipto, haber suscitado profetas de entre sus hijos y nazareas de entre sus mancebos, y, no obstante, obligaban a callar a los profetas y forzaban a beber vino a los nazareos5. Según el profeta, Yahvé, Dios de Israel, tenía derecho a enviar profetas y suscitar nazareos consagrados a El; pero el pueblo no corresponde e induce a éstos a quebrantar sus votos. El voto de nazareo es, pues, aquí símbolo de fidelidad y entrega a Dios.
El nazareato podía ser vitalicio o temporal. La devoción inducía a los fieles a buscar la unión más estrecha con Dios durante algún tiempo. Para ello se abstenían del fruto de la vid y de toda cosa impura, y no se cortaban el cabello. El día que terminaba el voto, el cabello se cortaba en el santuario y se echaba al fuego, que consumía el sacrificio. Si el nazareo asistía a una muerte repentina, debía raparse la cabeza y empezar de nuevo el voto de nazareato. El término del voto se cerraba con unos sacrificios en el templo, aunque en casos excepcionales se realizaban fuera de él6. Esta práctica de consagración a la divinidad por la conservación del cabello no era exclusiva de Israel. San Cirilo de Alejandría dice que los hebreos lo tomaron de los egipcios. En los árboles de Palestina y Transjordania aún se pueden ver mechones de pelo consagrados al genio del árbol, y en el Carmelo las madres ofrecen los cabellos de sus hijos en honor del profeta Elías. Por razones especiales para nosotros desconocidas, los antiguos hebreos atribuían al cabello del nazareo una fuerza sobrehumana7. La palabra nazareo viene del hebreo nazir, que significa separado en el sentido de consagrado, y supone la abstención de determinadas cosas, como el vino8. El vino y las bebidas alcohólicas en general estaban prohibidas a los sacerdotes mientras están en funciones9. Los recabitas, en tiempo de Jeremías, se abstenían sistemáticamente de toda bebida fermentada10. Diodoro de Sicilia dice lo mismo de los árabes nabateos11. Esto parece indicar que es una reacción de las poblaciones nómadas contra las de las regiones sedentarias, como las cananeas, donde abundaba la vid. Así, los nazareos eran como un recuerdo viviente entre los hebreos establecidos en Canaán de otro género de vida menos corrompido moral y religiosamente en el desierto12. El rito de no cortarse los cabellos quizá sea también un recuerdo de costumbres del desierto, como reacción contra el refinamiento de la cultura cananea. A los sacerdotes se les prohíbe rasurarse el pelo y parte de la barba en señal de duelo13.
Por ser un consagrado a Dios, el nazareo no podía tener contacto con un cadáver, aun de sus parientes más próximos.

Interrupción del Voto de Nazareato (9-12).
9Si ante él muriese alguno repentinamente, manchándose así su cabeza consagrada, se raerá la cabeza en el día de su purificación; se la raerá el séptimo día, 10y al octavo presentará al sacerdote dos tórtolas o dos pichones a la entrada del tabernáculo de la reunión.11El sacerdote ofrecerá uno en sacrificio por el pecado y otro en holocausto, haciendo por él la expiación de su pecado por el muerto. 12Este día el nazareo consagrará otra vez su cabellera, la consagrará de nuevo a Yahvé por el tiempo de su nazareato, y ofrecerá un cordero primal en sacrificio de expiación; el tiempo precedente no le será contado, por haberse contaminado su nazareato.

Tan esencial es para el nazareo el no tener contacto con un cadáver, que, si repentinamente muriese alguno ante él, su voto quedaba interrumpido y debía comenzar de nuevo. Debía cortar su cabellera el día séptimo después de haberse contaminado14. Estas costumbres existían en otros pueblos de la antigüedad. Así, en Hierápolis no podía entrar en el templo de Astarté el que hubiera visto un cadáver; sólo podía hacerlo al día siguiente después de haberse purificado. Según Luciano, los parientes no podían llevar alimentos al santuario sino treinta días después de la muerte del familiar, y habiéndose cortado la cabellera15. En la India, el final del duelo se cerraba con el acto de cortar uñas y cabellera16.
El nazareo debía ofrecer un sacrificio de dos pichones o tórtolas al octavo día17, uno en sacrificio por el pecado y otro en holocausto. Así, su cabeza quedaba consagrada de nuevo y debía empezar su voto. Como víctima de consagración, ofrecerá un cordero primal en reparación (asam: pro delicto) por su falta ritual.

Fin del Período de Nazareato (13-21).
13Esta es la ley del nazareo: el día en que se cumpla el tiempo de su nazareato, se presentará a la entrada del tabernáculo de la reunión para hacer su ofrenda a Yahvé: 14un cordero primal, sin defecto, para el holocausto; una oveja, sin defecto, para el sacrificio por el pecado; un carnero, sin defecto, para el sacrificio pacífico, 15y un cestillo de panes ázimos, de tortas de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda y libación. 16El sacerdote los presentara a Yahvé y ofrecerá su sacrificio por el pecado y su holocausto, 17Después presentará a Yahvé el carnero de su sacrificio pacífico, con el cestillo de panes ázimos, y hará la oblación y la libación. 18El nazareo raerá a la entrada del tabernáculo de la reunión su cabeza consagrada, y, tomando los cabellos de su cabeza consagrada, los echará al fuego que arde bajo el sacrificio pacífico. 19Luego el sacerdote tomará la espalda ya cocida del carnero, un pan ázimo del cestillo y una torta ázima, y se las pondrá en las manos del nazareo después que se haya raído la cabeza consagrada; 20y el sacerdote lo agitará ante Yahvé. Es la cosa santa del sacerdote, además del pecho mecido y del brazuelo reservado. Después ya podrá el nazareo beber vino. 21Esta es la ley del nazareo, que hace voto, y de su ofrenda a Yahvé por su nazareato, fuera de aquello que sus posibilidades le consientan añadir. Hará de conformidad con su voto, según la ley del nazareato.

Al terminar el plazo de su voto, el nazareo debe ofrecer un triple sacrificio: un cordero en holocausto en honor de Dios18, una oveja por los pecados cometidos durante el tiempo de su voto y un carnero en acción de gracias19. Además debe hacer la ofrenda de un cestillo de panes ázimos (v.15), como en los sacrificios pacíficos20. Después el nazareo se cortará su cabellera a la entrada del tabernáculo y la quemará en el fuego del sacrificio pacífico (v.18). La razón de ello radica en que los cabellos del nazareo son algo sagrado, y, por tanto, no deben profanarse. No se trata de un sacrificio a Dios de la cabellera, como en otros pueblos primitivos. El sacerdote pondrá en manos del oferente la espalda del carnero y hará el balanceo ante Yahvé21, símbolo de entrega a Dios. Después seguía el banquete eucarístico con los familiares, a base de las partes de la víctima no quemadas ni reservadas al sacerdote.

La Bendición Sacerdotal (22-27).
22Yahvé habló a Moisés, diciendo: 23Habla a Aarón y a sus hijos, diciendo: De este modo habréis de bendecir a los hijos de Israel: 24Que Yahvé te bendiga y te guarde. 25Que haga resplandecer su faz sobre ti y te obligue su gracia. 26Que vuelva a ti su rostro y te dé la paz. 27Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo les bendeciré.

Esta perícopa no tiene relación alguna con lo que precede y lo que sigue22. Pero es uno de los pasajes más hermosos del Pentateuco. Por la mañana y por la tarde, el sacerdote ofrecía el incienso en el altar de los perfumes, y al salir bendecía al pueblo23. La fórmula de bendición no pide los bienes materiales, que en Lev_26:1ss se prometen a los observantes de la Ley; lo único que se pide es la gracia de Dios, la benevolencia y la paz y la bendición24. En estos bienes están comprendidos todos los que a Dios podemos pedir. Nos traen a la memoria las palabras de San Pablo: él reino de Dios no consiste en comida ni en bebida, sino en la justicia, la paz y el gozo del Espíritu Santo.25 La fórmula de la bendición26 recalca la idea de plenitud y perfección al repetirse tres veces el nombre de Yahvé. Pero no hay alusión al misterio de la Trinidad, como han supuesto algunos Santos Padres. La faz de Yahvé que resplandece sobre el fiel israelita equivale a su benevolencia27, y consecuencia de ella la paz, que es el resumen de todas las otras bendiciones materiales y espirituales; por eso el reino mesiánico es presentado ante todo como un reino de paz28. El nombre de Yahvé debe ser invocado por los sacerdotes sobre el pueblo (v.27), no como mágico talismán, sino como símbolo de las buenas relaciones de Yahvé con su pueblo, que es su posesión29. Por otra parte, el nombre simboliza la persona, y así el nombre de Yahvé es el símbolo de lo que el Dios de Israel ha sido en la historia para su pueblo.

1 Jue 16:17. 2 Hec_21:23-26. 3 Jue 13; 45. 4 1Sa_1:11s. 5 Amo_2:11s. 6 1Ma_3:49. 7 Véase M. J. Lagrange, Le livre des Juges 259-260. 8 Otros prefieren relacionarla con nadar (ofrecer un voto). 9 Lev_10:9. 10 Jer_35:6. 11 diodoro de sicilia, XIX 94. 12 Véase L. Desnoyers, Histoire du peuple hébreu I 313. 13 Lev_21:5. Sobre estas costumbres en otros pueblos véase la obra de J. G. Frazer, The Golden Bough I 241-242. 14 Cf. Núm_19:11. 15 Luciano, De dea Syria 53. 16 Véase Frazer, o.c., I 387-389. 17 Es el mismo sacrificio de la mujer que ha dado a luz (Lev_12:8) y del leproso curado (Lev 15.14). Es el menos oneroso de todos. 18 Cf. Lev_1:10. 19 Lev_4:32; Lev_5:6. 20 Lev_3:1.6. 21 Cf. Lev_7:34; Exo_29:24· 22 Cf. Lev_9:22. 23 Cf. Luc_1:10. 24 Cf. 2Co_13:13. 25 Rom_14:17. 26 Se ha hecho notar la semejanza de bendición en un himno al dios asirio Samas: Que Ea se digne otorgarte gracia; que Damkina, la reina del océano, haga brillar su faz sobre ti... (Hehen, Sieben zahal und Sabbat bei de Babyloner und in A.T. p.65). Véase A. Clamer, Nombres 275. 27 Sal_66:2; Sal_30:17; Sal_118:135. 28 Cf. Isa_9:6. 29 Cf. Deu_28:10; Jer_14:9.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



La bendición sacerdotal. Esta bendición se encuentra en el lugar apropiado. Israel había sido organizado y consagrado al Señor, y ahora Dios provee la bendición después de que ellos habían obedecido. La bendición no es un irreflexivo cliché de simples repeticiones; la misma está llena de significado. Se divide en seis partes.

1. Jehovah te bendiga. La bendición reúne todos los beneficios del pacto que Dios manifiesta a su pueblo (Deut. 28:1-14). Los hijos esperaban una bendición de su padre (p. ej. Gén. 27:27-29, 38; 49:1-28). Las bendiciones de Dios fueron impartidas a Adán, a quien Lucas llama el hijo de Dios (Gén. 1:28; 5:1-3; Luc. 3:38). A causa de la caída de Adán vino la maldición (Gén. 3:14-19), pero de nuevo se prometió la bendición a Abraham y a sus descendientes (Gén. 12:1-3). La bendición acarrea fecundidad (descendientes, rebaños, cosechas), pero estos beneficios sólo son muestra de la verdadera bendición, la relación con Dios. Sólo si Dios es nuestro Padre somos realmente bendecidos (Gén. 17:16; 22:17, 18; Lev. 26:3-13; Deut. 28:2-14).

2. Y te guarde. El propósito de la protección era guardar a Israel en su relación de pacto con Dios. El Señor era el guardador de Israel (Sal. 121:7, 8; cf. Heb. 13:6). Cristo, el buen pastor, guardó a sus ovejas y no perdió ninguna, excepto Judas Iscariote (Juan 6:37-40; 10:11-16; 18:9).

3. Jehovah haga resplandecer su rostro sobre ti. Su rostro significa su presencia, revelada en la nube de fuego (Exo. 40:34 ss.); resplandecer ... sobre ti significa que Dios se complace en su pueblo y los salva (Prov. 16:15; Sal. 31:16; 67:1 ss.; 80:3, 7, 19).

4. Y tenga de ti misericordia. El resultado de la complacencia de Dios es su gracia; su misericordia revelada en el pacto. Para la salvación es fundamental reconocer que el favor de Dios es inmerecido. No se merece de ninguna manera; al contrario, Dios manifiesta misericordia debido a su propio amor y fidelidad para con su juramento (Deut. 7:7, 8). Este principio puede trazarse por toda la Escritura (Eze. 16:1 ss.; Rom. 5:1-11; 9:10-13, 18; 11:5; 1 Cor. 1:26 ss.).

5. Jehovah levante hacia ti su rostro. Esto es más enfático y pide que Dios preste atención a Israel. Puede reflejar el hecho que él los ha escogido a ellos y no a otra nación. Si Dios escondía su rostro, Israel hubiera sufrido y perecido (Sal. 30:7; 44:24; 104:29).

6. Y ponga en ti paz. Paz significa entereza y bienestar. Desde hace mucho éste ha sido reconocido como lenguaje del pacto. Los pactos se hacían para asegurar la paz por medio de una relación apropiada. Pero cuando Dios otorga paz, esta se extiende a la vida entera; aun los enemigos, humanamente hablando, se aquietan (Lev. 26:6; Prov. 16:7). Más tarde estas palabras fueron vistas como una promesa relacionada con el Mesías, el Príncipe de Paz (Isa. 9:6), y encuentran su verdadero significado en Cristo (Juan 14:27; Ef. 2:14-18).

Debemos observar dos puntos en cuanto a la forma de esta bendición. Primero, es poética, teniendo tres líneas divididas en dos partes. Cada línea es más larga que la anterior, haciendo que la bendición sea más fuerte y enfática. Segundo, usa repetición. Dos veces habla del rostro de Dios (presencia); la meta de toda redención es que podamos entrar a la presencia de Dios. Repite el nombre divino de Señor (heb. YHWH) tres veces. Algunos piensan que esto anticipa la trinidad (ver Rom. 10:9; 2 Cor. 3:17). Los eruditos consideran esto como poesía bastante antigua. En 1979 se desenterraron en Jerusalén dos rollos pequeños de plata provenientes del siglo VII a. de J.C. Se descubrió que contenían las palabras de Núm. 6:24-26 en forma casi idéntica al texto heb.

La influencia de estas palabras corre a través de toda la Biblia (Sal. 67; 121; 122; 124; 128). Las cartas de Pablo comienzan con un saludo, el cual siempre usa las palabras gracia y paz (p. ej. Rom. 1:7; 1 Cor. 1:3; y 2 Tim. 1:2 agrega misericordia). En la mayoría de casos Pablo dice que la gracia y paz provienen de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo, y sin lugar a duda él está tomando el pensamiento de la bendición sacerdotal.

Dios dice: Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel (v. 27), lo cual es una marca de propiedad. Esta idea aparece nuevamente en dos lugares clave en las Escrituras. Primero, en las profecías de Isaías en cuanto a la restauración de Israel: Este dirá: Yo soy de Jehovah ... y aquél escribirá sobre su mano: De Jehovah (Isa. 44:5). Ese era un período de mucha bendición, cuando Judá e Israel fueron restaurados de la cautividad. Segundo, en la última reunión del pueblo de Dios, profetizada en Apoc.: Verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes (Apoc. 22:4; ver 2:17; 14:1). La Biblia cierra con un vislumbre del estado bendito final de los santos (Apoc. 22:1-5), profetizado en un lenguaje que refleja la bendición sacerdotal: Ya no habrá más maldición (Apoc. 22:3; cf. Núm. 6:24, 27); el Señor Dios alumbrará sobre ellos y no necesitarán ni del sol ni de lámpara (Apoc. 22:5; cf. Núm. 6:25). Así, estas antiguas palabras contienen la promesa de esa rica bendición del pacto que han anhelado los hijos de Dios en todos los tiempos, y la cual será concedida en su perfección en el día que Dios ha designado.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter VI.

1 The Law of the Nazarites. 22 The forme of blessing the people.
1 And the Lord spake vnto Moses, saying,
2 Speake vnto the children of Israel, and say vnto them, When either man

[The law of the Nazarites.]

or woman shall [ Or, make themselues Nazarites .] separate themselues to vow a vow of a Nazarite, to separate themselues vnto the Lord:
3 Hee shall separate himselfe from wine, and strong drinke, and shal drinke no vineger of wine, or vineger of strong drinke, neither shal he drinke any liquor of grapes, nor eate moist grapes, or dried.
4 All the dayes of his [ Or, Nazariteship.] separation shall he eat nothing that is made of the [ Hebrew: Vine of the wine.] vine tree, from the kernels euen to the huske.
5 All the dayes of the vow of his separation, there shall no [ Jdg_13:5 ; 1Sa_1:11 .] rasour come vpon his head: vntill the dayes bee fulfilled in the which hee separateth himselfe vnto the Lord, he shall be holy, and shall let the lockes of the haire of his head grow.
6 All the dayes that he separateth himselfe vnto the Lord, hee shall come at no dead body.
7 Hee shall not make himselfe vncleane for his father, or for his mother, for his brother, or for his sister, when they die: because the [ Hebrew: separation.] consecration of his God is vpon his head.
8 All the dayes of his separation he is holy vnto the Lord.
9 And if any man die very suddenly by him, and he hath defiled the head of his consecration, then he shall shaue his head in the day of his cleansing, on the seuenth day shall he shaue it.
10 And on the eight day he shal bring two turtles or two yong pigeons to the Priest, to the doore of the Tabernacle of the Congregation.
12 And the Priest shall offer the one for a sinne offering, and the other for a burnt offering, and make an atonement for him, for that hee sinned by the dead, and shall hallow his head that same day.
12 And hee shall consecrate vnto the Lord the dayes of his separation, and shall bring a lambe of the first yeere for a trespasse offering: but the dayes that were before shall be [ Hebrew: fall.] lost, because his separation was defiled.
13 And this is the Lawe of the Nazarite: when the dayes of his separation are fulfilled, he shall be brought vnto the doore of the Tabernacle of the Congregation.
14 And he shall offer his offring vnto the Lord, one hee lambe of the first yeere without blemish, for a burnt

[The law of the Nazarites.]

offering, and one ewe lambe of the first yeere without blemish, for a sinne offering, and one lambe without blemish for peace offerings,
15 And a basket of vnleauened bread, cakes of fine flowre mingled with oyle, and wafers of vnleauened bread anointed with oyle, and their meate offering, and their drinke offerings.
16 And the Priest shall bring them before the Lord, and shall offer his sinne offering, and his burnt offering.
17 And he shall offer the ramme for a sacrifice of peace offerings vnto the Lord, with the basket of vnleauened bread: the Priest shall offer also his meate offering, and his drinke offering.
18 [ Act_21:24 .] And the Nazarite shal shaue the head of his separation, at the doore of the Tabernacle of the Congregation, and shall take the haire of the head of his separation, and put it in the fire which is vnder the sacrifice of the peace offerings.
19 And the Priest shall take the sodden shoulder of the ramme, and one vnleauened cake out of the basket, and one vnleauened wafer, and shall put them vpon the hands of the Nazarite, after the haire of his separation is shauen.
20 And the Priest shall waue them [ Exo_29:27 .] for a waue offring before the Lord: this is holy for the Priest, with the waue breast, and heaue shoulder: and after that, the Nazarite may drinke wine.
21 This is the Law of the Nazarite, who hath vowed, and of his offering vnto the Lord for his separation, besides that, that his hand shall get: according to the vow which he vowed, so he must do after the law of his separation.
22 And the Lord spake vnto Moses, saying,
23 Speake vnto Aaron, and vnto his sonnes, saying, On this wise ye shall blesse the children of Israel, saying vnto them:
24 The Lord blesse thee, and keepe thee:
25 The Lord make his face shine vpon thee, and be gracious vnto thee:
26 The Lord lift vp his countenance vpon thee, and giue thee peace.
27 And they shall put my Name vpon the children of Israel, and I will blesse them.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*6:22-27 Bello texto poético con triple invocación del nombre divino. Se usa en la liturgia cristiana de Año Nuevo. El rostro luminoso del Dios benévolo ilumina la existencia del pueblo de Israel y de todo buen israelita, lo colma de bienes, lo guarda de todo peligro; en una palabra, le concede la paz (véase Sal 80:3; Sal 80:7; Sal 80:19). En textos antiguos, los padres bendicen a sus hijos (Gén 27:1-46; Gén 48:1-22; Gén 49:1-33), los reyes a sus súbditos (2SRe 8:55akura; 1Re 8:55), los hermanos a sus hermanas (Gén 24:60). En la tradición sacerdotal, la bendición corresponde al sacerdote (véase también Lev 9:22-23).

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Legislaciones varias. Estos dos capítulos están dedicados a la legislación sobre aspectos varios de la vida del pueblo. El motivo fundamental de estas leyes es la preocupación por lograr un culto lo más perfecto posible, que implica necesariamente la pureza de la asamblea. Recordemos que en la mentalidad de la escuela teológico-literaria sacerdotal (P) Israel es, ante todo, una comunidad cultual que hace posible la presencia permanente de Dios entre ellos mediante la pureza en todos sus órdenes. De ahí que las leyes y normas para el culto y la disposición personal afecten a todos los aspectos de la vida humana: aspecto físico o salud corporal (5,1-4); aspecto social, en lo referente a las relaciones de propiedad (5,5-10); aspecto familiar, en lo relativo a las relaciones de pareja (5,12-31); finalmente, el aspecto religioso (6,1-21), concerniente a la costumbre de consagrarse al Señor mediante un voto, llamado «voto de Nazireato».
Como puede verse, son leyes y exigencias propias de un determinado modo de pensar, de la llamada escuela teológico-literaria sacerdotal (P). Los sacerdotes son los que juzgan, determinan y realizan los distintos ritos de normalización y restablecimiento del orden que había sido roto; son los únicos que tienen la potestad de bendecir al pueblo según una fórmula establecida (6,22-26).

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

— te mire con benevolencia: Lit. que haga brillar su rostro sobre ti. La cara brillante de Dios es un signo de protección (ver Sal 4:5; Sal 31:16; Sal 44:2; Sal 80:2).

Biblia Peshitta en Español (Holman, 2015)

a Sal 80:3; Sal 80:7; Sal 80:19

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 6.2 Nazareo: del heb. nazir, que significa puesto aparte y consagrado (al Señor). El nazareo era una persona que se consagraba al servicio de Dios y exteriormente se distinguía de los demás porque no se cortaba el cabello y no bebía vino ni otras bebidas alcohólicas.

[2] 6.16 Véase Lv 1.3 n.

[3] 6.17 Véase Lv 3.1 n.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



9. El contacto con un cadáver, aunque fuera involuntario, ponía a la persona en un estado de impureza legal, incompatible con la consagración del nazireo.

Nueva Versión Internacional (SBI, 1999)

[a] te mire con agrado. Lit. haga resplandecer su rostro sobre ti.