Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
5. Contra los Sacerdotes y los Príncipes.
Nueva denuncia de la idolatría en Israel (1-7).
1 Oíd esto, sacerdotes. Escucha, ¡casa de Israel! Presta oído, ¡casa del rey! ¡que es contra vosotros la sentencia, pues habéis venido a ser un lazo para Mispá y una red tendida en el Tabor. 2 Los perseguidores llevaron la perversidad al extremo! pero yo los castigaré a todos ellos. 3 Yo conozco a Efraím, e Israel no se me oculta. Pues ahora te has prostituido, Efraím; se ha contaminado Israel. 4 No dirigen sus obras a volver hacia Dios, porque un espíritu de fornicación hay en su interior y desconocen a Yahvé. 5 La arrogancia le sale a Israel a la cara, pero tropezarán Israel y Efraím en su iniquidad, y con ellos tropezará también Judá. 6 Con sus ovejas y sus vacadas irán en busca de Yahvé, pero no le hallarán, porque Yahvé se ha retirado de ellos. 7 Han hecho traición a Yahvé, engendrando hijos extraños. Ahora un conquistador los devorará con sus campos.
El profeta se encara con las clases dirigentes, anunciándoles la
sentencia dictada por Yahvé. Tanto los
sacerdotes como los
profetas y cortesanos de la
casa del rey, con su pésima conducta idolátrica, han sido un
lazo en la colina de
Mispá 2 y una
red tendida en el Tabor, pues al frecuentar estos lugares de culto a los ídolos han dado ocasión al pueblo para caer en la idolatría. Por otra parte, en sus abusos sociales se han portado como
perseguidores3 del pueblo sencillo, colmando su
perversidad, lo que está reclamando la intervención de la justicia divina:
los castigaré a todos ellos (v.2), Yahvé conoce perfectamente las disposiciones internas de Efraím-Israel, con su propensión a la idolatría (v.3). Están ciegos en sus caminos, porque llevan dentro de sí un
espíritu de fornicación (v.4),
es decir, una inclinación innata a todo lo que sea apartarse de Yahvé y seguir a los ídolos.
Esta conducta resulta insolente ante Dios, pues es un desprecio manifiesto de parte de Israel:
la arrogancia le sale a Israel a la cara (v.5)4 pues se considera segura fuera de la protección de su Dios. Pero les llegará la hora del castigo y
tropezaran Israel y Efraím para caer irremisiblemente. A ellos se unirá en su desgracia la ingenua
Judá, que no hace sino imitar los pasos de su hermana mayor. El prestigio y riquezas del reino de Samaría bajo Jeroboam II hacían que el pequeño reino de Judá buscara imitar en todo al reino de Israel en su política y en sus costumbres. Por eso el castigo alcanzará a ambos 5, pues cuando llegue el momento de la catástrofe de nada les servirán sus muchos sacrificios para aplacar a Yahvé airado:
Con sus ovejas y vacadas irán en busca de Yahvé, pero no le hallaran (v.6). Es demasiado tarde para aceptar estos medios de expiación, que no responden a disposiciones internas del corazón:
Yahvé se ha retirado de ellos. La frase del profeta es amenazadora en extremo, pues sin Yahvé nada podrán hacer.
Anuncio de la invasión inminente (8-15).
8 ¡Tocad la bocina en Guibá! ¡Tocad la trompeta en Rama ! ¡Sonad alarma en Bet-Aven! ¡Benjamín está aterrado! 6 9 Efraím será campo de devastación el día del castigo; en las tribus de Israel anunció cosas ciertas. 10 Los príncipes de Judá se han hecho como los que mudan los linderos; sobre ellos derramaré mi ira como agua. ll Efraím está oprimido, conculcado el derecho, porque se esfuerza en seguir la regla. 12 Yo seré, pues, como polilla para Efraím y como carcoma para la casa de Judá. u Efraím ve su debilidad, y ve Judá su llaga. Y Efraím se vuelve a Asiría, y mandó embajadores al rey grande 7, pero no podrá curaros ni sanar la llaga, 14 Porque yo seré como león para Efraím y como cachorro de león para la casa de Judá. Yo, yo mismo cogeré la presa y me iré; yo la arrebataré, y nadie la salvará. 15 Me iré, mas volveré a mi lugar hasta que hayan expiado su pecado y busquen mi rostro. En su angustia ya me buscarán. Es inminente la invasión en la perspectiva del profeta, que manda a los centinelas que den la voz de alerta en
Guibá y en
Bet-Aven, en la tribu de Benjamín, al sur del reino de Israel, en las fronteras de Judá. La devastación será general, tanto para Efraím como para Judá (v.8). La expresión tribus
de Israel se refiere a los dos reinos, de Samaría y de Judá, originarios del mismo padre Jacob. La depravación ha sido general, y, sobre todo, las clases dirigentes han hecho caso omiso de la ley de Dios: Los
príncipes de Judá se han comportado con Yahvé de un modo fraudulento, como los que secretamente
mudan los linderos (v.10) de las posesiones y campos 9. Han estado jugando con su Dios, y por eso su
ira se derramará
como agua. El ejército invasor, instrumento de la justicia divina, lo anegará todo como un torrente impetuoso de aguas desbordadas. Los del reino del norte (simbolizados en su principal tribu,
Efraím)
no se han portado mejor, ya que ha sido
conculcado el derecho, siguiendo sólo
la regla de sus cultos idolátricos 10. Por eso Yahvé actuará contra Efraím y Judá como un agente disolvente (
yo seré como polilla., como carcoma para la casa de Judá, v.12). En vez de protegerlos y ayudarlos, trabajará por su destrucción como naciones en castigo a sus prevaricaciones de todo género. Y de nada les servirá entonces pedir auxilio a grandes reinos como Asiría, porque no lo podrán remediar 11. No sabemos a qué embajada concreta alude el profeta, pero podemos suponer que refleja el estado psicológico de los pequeños reyes de la costa fenicia y cananea, que en sus luchas constantes buscaban el apoyo del coloso asirio, que amenazaba caer como una inundación sobre el occidente semítico, como lo hizo Teglatfalasar III poco tiempo después, al invadir la parte septentrional del reino de Israel.
El profeta, aunque vive en los tiempos prósperos de Jeroboam II con su perspectiva profética, anuncia la ruina del reino de Samaría y de Judá en tiempos no lejanos. La ruina de Samaría y de Judá será segura, ya que es efecto de la justicia divina, que los va a asaltar
como un león para Efraím y como cachorro de león para Judá (v.14). Nadie podrá librarlos de sus potentes garras. La copa de la ira divina está colmada, y ha pasado el tiempo de la misericordia.
No obstante, esta ruina de Judá e Israel no es definitiva, ya que, en los designios divinos, el castigo no tiene otra finalidad que purificarlos y hacerlos reflexionar y volver al buen camino. Yahvé se retirará momentáneamente de Israel (
me iré, v.16)
y se volverá a su
lugar, que es su morada de los cielos, abandonando al pueblo
hasta que hayan expiado su pecado. El desamparo en que quedarán los hará sentir una orfandad glacial, y entonces se acordarán de su verdadero bien y protector y buscarán
el rostro de Yahvé. La hora de la angustia será la hora de la sinceridad y de la reflexión, que les hará ir en busca de su Dios.
La prueba es el mejor medio de hacerlos volver al buen camino.
1 Así según una reconstrucción hecha a base de la versión de los LXX, propuesta por Hoonacker. El TM literalmente parece decir: han profundizado la fosa de la aberración. 2 Hoonacker traduce esta palabra por
vigía en vez del nombre de localidad. Y, en ese caso, el sentido sería: las clases dirigentes están maquinando contra el
vigía (el propio Oseas), tendiéndole
lazos y
redes cuando él se halla en las alturas del Tabor en su oficio de
vigía, anunciando los peligros a su pueblo. 3 El TM: los de Sttíim cavaron una fosa profunda. Esto aludiría a la defección idolátrica en Baal-Peor (
Num_25:1). Sería, pues, un nombre despectivo dado por Oseas a sus enemigos. 4 La
Bible de Jérusalem: la arrogancia de Israel testimonia contra él. 5 Algunos autores, como Harper y Martí, consideran la emoción de
Judá como adición de un glosista. 6 La traducción Benjamín está aterrado se obtiene por un ligero cambio de consonantes. En el TM se dice literalmente tras de ti Benjamín, que también hace sentido. 7 El TM dice rey belicoso o pendenciero. Suprimiendo un
yod, tenemos la lección de
rey grande, seguida por gran parte de comentaristas y por la
Bible de Jérusalem. 8
Bet-Aven aparece junto a
Bet-El en
Jos_7:2;
Jos_18:12;
1Sa_13:5; por tanto, situada en la tribu de Benjamín, al norte de Jerusalén. 9 Estaba rigurosamente prohibido cambiar los mojones o linderos que delimitaban las posesiones (cf.
Deu_19:14). 10 Los LXX traducen van detrás de las vanidades o ídolos. Así la versión siríaca y el Targum, lo que supone que leían
shau en vez de
sau. 11 Cf.
Ose_10:6.