Ver contexto
Donde no hay bueyes, falta el trigo,
con toros robustos hay cosecha abundante.
(Proverbios 14, 4) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

בְּ‎(בְּ)

Hebrew|bᵊ|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

אֵ֣ין‎(אַיִן)

Hebrew|ʔˈên|[NEG]

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H369] [a.cz.aa] [81]
[אין] [GES364] [BDB387] [HAL401]

אֲ֭לָפִים‎(אֶלֶף)

Hebrew|ˈʔᵃlāfîm|cattle

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H504] [a.ds.ab] [108a]
[אלף] [GES486] [BDB512] [HAL533]

אֵב֣וּס‎(אֵבוּס)

Hebrew|ʔēvˈûs|manger

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H18] [a.an.ab] [10a]
[אבוס] [GES18] [BDB20] [HAL25]

בָּ֑ר‎(בַּר)

Hebrew|bˈār|grain

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1250] [H1249] [b.dg.ac] [288b]
[בר] [GES1146] [BDB1317] [HAL1327]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

רָב‎(רֹב)

Hebrew|rov-|multitude

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7230] [t.ae.ae] [2099c]
[רב] [GES7194] [BDB7922] [HAL7839]

תְּ֝בוּאֹ֗ות‎(תְּבוּאָה)

Hebrew|ˈtᵊvûʔˈôṯ|yield

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H8393] [b.ap.ae] [212c]
[תבואה] [GES8354] [BDB9199] [HAL9120]

בְּ‎(בְּ)

Hebrew|bᵊ|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

כֹ֣חַ‎(כֹּחַ)

Hebrew|ḵˈōₐḥ|strength

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3581] [k.bd.ab] [973a]
[כח] [GES3474] [BDB3876] [HAL3846]

שֹֽׁור‎(שֹׁור)

Hebrew|šˈôr|bullock

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7794] [v.cc.ab] [2355a]
[שור] [GES7745] [BDB8527] [HAL8453]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



14. Sabiduría, Prudencia, Religión y Estado.

Sabiduría y Necedad (14:1-14).
1 La mujer prudente edifica la casa; la necia, con sus manos la destruye. 2 El que anda en rectitud teme a Yahvé; el que va por sendas tortuosas le desprecia. 3 En la boca del necio está la vara de la soberbia, mas los labios del sabio son su guarda. 4 Sin bueyes, el granero está vacío; por la fuerza del buey hay pan en abundancia. 5 El testigo fiel no miente; el testigo falso profiere mentiras. 6 Busca el petulante la sabiduría, pero nada; mas para el prudente es fácil alcanzarla, 7 Apártate del necio, pues no hallarás labios de ciencia. 8 La ciencia del cuerdo está en conocer su camino; al necio le engaña su necedad. 9 El necio desprecia el pecado; entre los justos habita la benevolencia. 10 El corazón conoce sus amarguras, pero en sus alegrías no tiene parte el extraño. 11 La casa del malvado será asolada; la tienda del justo florecerá. 12 Hay caminos que nos parecen derechos, pero acaban al fin en la muerte. 13 Aun en la risa hay aflicción de corazón, y a la alegría sucede la congoja. 14 El insensato tendrá el fruto de sus obras, y de él gozará también el hombre bueno.

El primer verso pone de relieve la gran influencia de la mujer en la buena marcha de la casa, y cuyo mejor comentario lo hace el capítulo 31. La felicidad de un hogar depende principalmente de la solicitud de la mujer, y la prosperidad, de su buena administración práctica. Donde hay mujer necia, en cambio, no habrá orden, ni paz, ni economía. En sentido general puede decirse escribe Girotti que la sabiduría de la mujer puede suplir la del marido; pero su necedad puede destruir la casa, no obstante la sabiduría del marido.1
Al principio del libro estableció el autor que el temor de Yahvé es el principio de la sabiduría bíblica, que supone ante todo rectitud de vida. Con razón constata ahora que quien obra bien teme a Dios, y quien va por malos caminos le desprecia, lo cual encierra una profunda observación psicológica: los malvados sienten instintivamente desprecio hacia Dios porque su ley contraría sus instintos. Y por lo mismo desprecia y persigue a los justos, cuya conducta virtuosa supone para ellos una continua reprensión, que su conciencia no logra muchas veces acallar. Ahí está también la razón de por qué se persigue a aquellos cuyo único delito es predicar a todos, como representantes de Dios, su divina ley.
El v.3 presenta otra vez, ésta con expresivas imágenes, las diversas manifestaciones y efectos de la lengua en el soberbio y en el sabio. La de aquél es como un azote para los demás, con sus connaturales desprecios y calumnias. El sabio, en cambio, es prudente; no habla mal de los demás, con lo que no se ve comprometido por sus palabras. Y si otros le comprometen, su inteligencia le pone a salvo de sus críticas. Con una experiencia de la vida agrícola quien quiera llenar sus graneros con abundantes cosechas ha de procurar tener sus bueyes en las condiciones de mayor rendimiento , el sabio enseña que quien pretende conseguir los fines ha de poner en práctica los medios a ello conducentes. El v.5 repite 12:17: el que se acostumbra a mentir, difícilmente se abstiene de hacerlo, sobre todo si está por medio la esperanza de lucro; la costumbre crea como una segunda naturaleza, a la que difícilmente se resiste. Los que aman la verdad, por el contrario, aborrecen instintivamente la mentira y por nada del mundo se dejan vencer por ella.
La sabiduría exige en quienes quieren hacerse sus discípulos ciertas disposiciones, sin las que no es posible alcanzarla: el temor de Dios, la humildad y pureza de corazón, de todo lo cual carece el orgulloso, quien, por lo demás, no busca la sabiduría con rectitud de intención, sino por los beneficios sociales que le reporta. Quien tiene aquellas disposiciones acepta con toda docilidad sus enseñanzas, la misma corrección, incluso, de la sabiduría, que por su parte tiene sus delicias en estar con los hijos de los hombres. Cuando la Sabiduría encarnada apareció en el mundo predicando su mensaje de salvación, los soberbios lo rechazaron, mientras que lo aceptaron sin dificultad los humildes y sencillos de corazón. De ahí la norma del hombre prudente: evitar el trato con el necio,, porque de él no aprenderá sabiduría y, además, participará en su desdicha 2. La verdadera sabiduría, precisa el sabio, consiste no en vanas y ostentosas palabras, sino en conocer el fin a que debemos tender y ordenar la vida en orden a su consecución. Al necio, por lo que a este particular toca, le pierde su propia necedad, que le impide ver lo errado de su camino, haciéndole así víctima de su propio engaño.
El v.9 no está claro en su primera parte y es susceptible de diversas interpretaciones. El término asam puede significar el pecado y también el sacrificio por la falta. El necio, que desprecia a Yahvé y su ley, naturalmente se mofa del pecado y del sacrificio de expiación por el mismo, haciéndose con ello más indigno todavía de la benevolencia de Yahvé, que se derrama sobre los justos 3. Constata en el verso siguiente el sabio lo insondables que resultan los sentimientos de un corazón humano para el de su prójimo. Los demás podrán adivinar nuestras tristezas, entrever nuestras alegrías, pero nadie puede llegar al fondo de nuestro corazón y comprender la profundidad del dolor ante un desastre grave o la intensidad de la alegría al realizarse una profunda ilusión. Nosotros mismos encontramos dificultad para manifestar y hacer partícipes a nuestros prójimos de nuestros más íntimos y personales sentimientos.
El v.11 presenta de nuevo, y con comparaciones ya conocidas, el principio de retribución, ya enunciado en 11:18 y 13:174. Pero las apariencias le son muchas veces opuestas. Dios permite que los malos de momento triunfen, y entonces sus caminos parecen rectos, pero irremisiblemente, lo ha afirmado muchas veces el sabio 5, conducen a la perdición. Otra experiencia respecto del corazón humano es que éste nunca se ve suficientemente satisfecho, pues no hay alegría sin pena, ni gozo al que no suceda la tristeza. San Agustín indicó la razón profunda de esta experiencia cuando, después de haber gustado de los placeres todos de la tierra, exclamó: Señor, has hecho nuestro corazón para ti, el cual no podrá verse satisfecho hasta que no descanse en ti. 6 Concluye con la antítesis clásica del principio de retribución, como siempre, sin precisión alguna.

Prudencia (14:15-25).
15 El simple todo lo cree; el prudente pone atención a sus respuestas. 16 El sabio es cauto y se aparta del mal; el necio se deja llevar de él fácilmente. 17 El que presto se enoja hará locuras, pero el hombre reflexivo no se impacienta. 18 Los simples tienen por herencia la necedad, mientras que el sabio se corona de sabiduría. 19 Los malos se inclinarán delante de los buenos, y los impíos ante la puerta del justo. 20 Aun a los parientes es odioso el pobre, pero el rico tiene muchos amigos. 21 El que desprecia a su prójimo peca; bienaventurado el que tiene misericordia de los pobres. 22 ¿No yerra el que maquina el mal? y el que obra el bien, (no tendrá) misericordia y fidelidad? 23 En toda labor hay fruto, pero la charlatanería empobrece. 24 La cordura del sabio es su corona; la necedad es el collar de los necios. 25 Salva las vidas el testigo veraz, pero el que profiere mentiras es un asesino.

Los versos de esta perícopa, constatando datos de experiencia práctica, recomiendan aquella prudencia que consiste en el justo medio. Al ingenuo, que todo lo cree, y de cuya candidez abusan los impíos, se opone la sensatez del hombre prudente, que da crédito a las palabras de los demás cuando hay motivos suficientes para ello, consciente de que en este mundo, puesto todo él bajo la influencia del maligno7, no toda palabra de nuestros prójimos merece confianza. Lo que no hay que confundir, claro está, con la suspicacia, que en todo ve segundas intenciones. Ni crédulos ni suspicaces, enseña el sabio, sino sencillamente prudentes 8. Observa una vez más la diferente conducta del sabio y el necio frente al mal. Aquél lo prevé, reflexiona y, llevado del temor de Yahvé, lo evita; éste, irreflexivo, o no lo descubre o, si lo descubre, privado del espíritu de sacrificio y disciplina, no tiene fortaleza para evitarlo. Una de las cosas que más determinan esa diferente conducta es la actitud frente a la ira; el necio, que se deja dominar por ella, cometerá muchas locuras, mientras que el sabio, que conserva frente a ella el dominio de sus facultades, dirige sus actos conforme a su razón. La sabiduría requiere inteligencia, reflexión y prudencia, y quien carece de ella tendrá la necedad por compañera inseparable, mientras que quien en aquéllas se ejercita aumenta su caudal de sabiduría y crece su gloria ante los hombres.
A continuación afirma, con una imagen tomada de las costumbres orientales, la superioridad de los buenos respecto de los impíos, admitida sin discusión por los sabios israelitas, si bien no saben precisar toda la naturaleza de esa superioridad, que limitan a la protección por parte de Dios en esta vida y a la inmortalidad ética. En la plenitud de los tiempos, la Sabiduría encarnada haría un buen comentario a este verso con la parábola del rico epulón y el mendigo Lázaro 9. También el rico tiene sus ventajas sobre el pobre: mientras que aquél con sus riquezas se granjea amigos, el pobre no puede, a veces, contar ni con el afecto de los suyos, quienes, como comprueba una triste y frecuente experiencia, se avergüenzan de él. Mientras eres feliz cantaba Ovidio , tendrás muchos amigos; pero cuando los tiempos te fueren adversos, te quedarás solo10, porque, como afirma Ben Sirac, hay amigos que sólo lo son de ocasión, compañeros de mesa, que en el día de la tribulación no permanecen fieles a sus amigos u. Pero no obra conforme a las normas de la sabiduría quien desprecia a los pobres. Quien lo hace peca contra la ley de Dios, que manda numerosas veces en el A.T. tener misericordia con los pobres 12, creados también ellos a imagen de Dios. Es, en cambio, bienaventurado quien practica la misericordia con los necesitados, porque con ello consigue el favor de Dios, que le recompensará tal beneficencia 13. La expresión verdad y fidelidad del v.22 indica la bondad y equidad de Dios con los hombres 14 o de los hombres entre sí15. Aquí significa el favor de Dios, que asegura la paz y fidelidad a quien se conduce con su prójimo con misericordia, y la benevolencia por parte de los hombres, que le premiarán con su amistad el bien que les hace.
El sabio recomienda, una vez más, el trabajo, advirtiendo que quien trabaja siempre obtiene algún rendimiento, y condena otra vez la charlatanería, que lleva lógicamente a la ociosidad, que termina por empobrecer al más rico. Los dos últimos versos repiten ideas ya expresadas. La corona y el collar son imágenes utilizadas con frecuencia para poner de relieve el honor y dignidad que la sabiduría confiere a sus discípulos 16. Las expresiones salva vidas, es un asesino, del v.25, se refieren a todos aquellos bienes que salva con su palabra un testigo veraz, y que pone en peligro o hace perecer el malvado con su mentira, entre los cuales se encuentra con frecuencia la buena fama y a veces incluso la misma vida.

Religión y Estado. Sentencias varias (14:26-35).
26 El temor de Yahvé es la confianza del fuerte, y sus hijos en él hallarán refugio. 27 El temor de Yahvé es fuente de vida, que aleja de los lazos de la muerte. 28El pueblo numeroso es el orgullo del rey; en la falta del pueblo está la ruina del príncipe. 29 Es tardo a la ira el prudente; el pronto a la ira hará muchas locuras. 30 Corazón apacible es vida del cuerpo, y la envidia es la caries de los huesos. 31 El que maltrata al pobre, injuria a su Hacedor; el que tiene piedad del pobre le honra, 32El impío es arrastrado en su maldad; el justo hallará refugio en su inocencia. 33 En el corazón del cuerdo reposa la sabiduría, que se hace sentir aun entre necios. 34 La justicia engrandece a las naciones; el pecado es la decadencia de los pueblos. 35 Al ministro inteligente da el rey su favor; al inepto, su desprecio.

Los dos primeros versos ponen de manifiesto la importancia y utilidad del temor de Dios o práctica de la religión. Los que temen a Yahvé ponen en El su confianza, y el Señor se constituye en su refugio y fortaleza. Así ocurrió con los israelitas 17, cuya historia es el relato de la protección de Dios sobre su pueblo escogido. La razón está en que el temor de Dios inspira los buenos pensamientos y acciones virtuosas, que obtienen la bendición de Dios, que las premia con una vida feliz; son los pecados los que atraen su cólera y su castigo. Como siempre, la naturaleza de la protección divina queda sin precisar.
Sigue una máxima referente al rey, en que constata que la gloria de un rey, más que en la pompa exterior de que rodeaban sus tronos los monarcas orientales, consiste en el número de subditos que le obedecen, y que, en caso de ser atacado por sus enemigos, defenderán su territorio. Los profetas y salmistas exhortaban más bien a los reyes a poner su confianza en Dios, que con su hálito puede aniquilar a los enemigos del pueblo escogido 18. No hay contradicción entre las afirmaciones de los profetas y salmistas y las de los sabios, sino que se complementan mutuamente; aquéllos ponen de relieve la protección de Dios sobre su pueblo; éstos, los valores humanos, de que Dios no quiere se prescinda.
Las sentencias de los versos 29-30 son ya conocidas. La primera, una recomendación de mansedumbre ante los efectos nocivos de la ira, recuerda el í.Àö La segunda opone los efectos diversos que sobre el cuerpo ejercen un carácter apacible y la envidia; aquél, manteniendo las emociones en perfecto equilibrio, contribuye a la salud del cuerpo; ésta, por el contrario, es la caries de los huesos, expresiva metáfora del sabio para designar los efectos de la envidia, que carcome, como un terrible gusano, la satisfacción interior y la alegría exterior, cuya ausencia denotan los ojos del envidioso. El v.3i presenta la actitud respecto del pobre en su relación con Dios. El pobre ha sido creado por Dios, quien ha querido que haya en la tierra ricos y pobres. Quien a éstos maltrata, injuria, en consecuencia, a Yahvé (v.21). Jesucristo, que elegio para sí el camino de la pobreza, dijo que consideraría como hecho a El mismo lo que para con los pobres, bueno o malo, se hiciese.
Siguen dos sentencias con la habitual antítesis entre la impiedad y la justicia en cuanto a sus efectos 19, entre la necedad y la sabiduría, que hace sentir su eficacia aun entre los mismos necios. Es tal la fama de la sabiduría y de la virtud escribe A Lapide , que aun a los mismos necios e impíos ilumina y transforma, haciéndolos sabios y justos. Tan grande a la vez el celo y ardor del sabio y del justo, que, conscientes de que la sabiduría y la justicia les fueron concedidas no sólo para su provecho particular, sino en orden al bien universal, las comunican y hacen partícipes de ellas a todos, especialmente a los necios 20. En las dos últimas, el sabio vuelve al tema del rey y su pueblo. Dijo antes que la grandeza de la nación radicaba en el número de sus habitantes; añade ahora que la justicia, que se opone al pecado y lleva a los ciudadanos al cumplimiento fiel de sus deberes, es lo que atrae esa bendición de Dios que se manifiesta en la paz y prosperidad, que engrandece la nación. La historia de los pueblos enseña, por el contrario, cómo el pecado, especialmente la desobediencia, la soberbia, la lujuria, sumieron en la ruina pueblos florecientes2! El pensamiento es frecuente en los profetas, que ligan la prosperidad nacional al cumplimiento de la ley divina. La última sentencia indica al rey una medida imprescindible que ha de tener en cuenta el buen gobernante que pretenda una nación grande y próspera: escoger ministros inteligentes y sabios consejeros. De ello dependerá el éxito o fracaso de su política. La advertencia vale especialmente para nuestros tiempos, en que el gobierno de las naciones entraña muchos mayores dificultades que en épocas pasadas.

1 O.c., p.64. La expresión la se aplica en 9:1 a la sabiduría, por lo que algunos suplen sabiduría por mujer. Pero todos los manuscritos leen mujer, y en el contexto no hay personificación alguna de la sabiduría como en el c.g. 2 13:20. El TM es dudoso en el v.7, y las versiones antiguas dan diversas interpretaciones, que no permiten una reconstrucción cierta del texto. Los LXX traducen: todas las cosas son contrarias al insensato, pero los labios sabios son armas de ciencia. 3 Como los autores de los Proverbios no prestan mucha atención a las formalidades del culto, algunos prefieren traducir por pecado (renard). Los LXX traducen: las casas de los impíos deben ser purificadas, mas las de los justos son gratas. La Bib de Jér. coincide con nuestro texto. 4 11:18; 13:17; Isa_14:22; Job_18:19; Sal_109:13. 5 2:22; 5:5; 7:27; 9:18;110:3, etc. 6 Cf. Confesiones 1.4 c.10-11. 7 1Jn_5:29. 8 Mat_10:16. 9 Lev_16:19-31. 10 Cf. Eco_6:6-17. 11 6:6-12. 12 Ex 23:11; Lev_19:10; Lev_23:22; Lev_27:8; Deu_15:9.11; Deu_24:14-15; Sal_9:10; Sal_12:6; Sal_35:10, etc. 13 La Vulgata añade: el que cree en el Señor tiene misericordia; pero no se encuentra en texto alguno, ni en los más antiguos manuscritos latinos. 14 2Re_2:6. 15 Jos_2:14. 16 1:9; 4:9- 17 Deu_14:1; Sal 73:15- 18 Isa_7:10-11; Isa_37:20; Eze_39:28; Joe_3:12-16; Sal_33:16. 19 El TM dice: el justo espera aún en su misma muerte, lo que insinuaría la felicidad del más allá. Está más de acuerdo con el contexto del libro la versión de los LXX: el justo confía en su inocencia; leen bethummd (en la inocencia) en lugar de bemóthó (en la muerte). 20 O.c., p.442. 21 Cf. San Agustín, La Ciudad de Dios 5:12; León XIII, ene. Inscrutabili Dei consilio.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XIIII.

1 Euery wise woman buildeth her house; but the foolish plucketh it downe with her hands.
2 [ Job_12:4.] He that walketh in his vprightnesse, feareth the Lord: but he that is peruerse in his wayes, despiseth him.
3 In the mouth of the foolish is a rod of pride: but the lippes of the wise shall preserue them.
4 Where no Oxen are, the crib is cleane: but much increase is by the strength of the Oxe.
5 [ Exo_20:16; Exo_23:1; Pro_6:19; Pro_12:17.] A faithfull witnesse will not lye: but a false witnesse will vtter lyes.
6 A scorner seeketh wisedome, and findeth it not: but [ Pro_8:9.] knowledge is easie vnto him that vnderstandeth.
7 Goe from the presence of a foolish man, when thou perceiuest not in him the lippes of knowledge.
8 The wisedome of the prudent is

[Rash anger.]

to vnderstand his way: but the folly of fooles is deceit.
9 Fooles make a mocke at [ Pro_10:23 .] sinne: but among the righteous there is fauour.
10 The heart knoweth his [ Hebrew: the bitternesse of his soule.] owne bitternesse; and a stranger doth not intermeddle with his ioy.
11 The house of the wicked shall bee ouerthrowen: but the tabernacle of the vpright shall flourish.
12 [ Pro_16:23 .] There is a way which seemeth right vnto a man: but the end thereof are the wayes of death.
13 Euen in laughter the heart is sorrowfull; and the end of that mirth is heauinesse.
14 The backslider in heart shall be [ Pro_1:31 .] filled with his owne wayes: and a good man shall be satisfied from himselfe.
15 The simple beleeueth euery word: but the prudent man looketh well to his going.
16 A wise man feareth, and departeth from euill: but the foole rageth, and is confident.
17 Hee that is soone angry, dealeth foolishly: and a man of wicked deuices is hated.
18 The simple inherite folly: but the prudent are crowned with knowledge.
19 The euill bowe before the good: and the wicked at the gates of the righteous.
20 [ Pro_19:7 .] The poore is hated euen of his owne neighbour: but [ Hebrew: many are the louers of the rich.] the rich hath many friends.
21 He that despiseth his neighbour, sinneth: [ Psa_112:9 .] but he that hath mercy on the poore, happy is he.
22 Doe they not erre that deuise euil? but mercy and trueth shall be to them that deuise good.
23 In all labour there is profit: but the talke of the lippes tendeth onely to penury.
24 The crowne of the wise is their riches: but the foolishnesse of fooles is folly.
25 [ Ver. 5.] A true witnesse deliuereth soules: but a deceitfull witnesse speaketh lyes.
26 In the feare of the Lord is strong confidence: and his children shall haue a place of refuge.
27 [ Pro_13:14 .] The feare of the Lord, is a fountaine of life, to depart from the snares of death.
28 In the multitude of people is the

[The wickeds sacrifice.]

kings honour: but in the want of people is the destruction of the prince.
29 Hee that is slow to wrath, is of great vnderstanding: but hee that is [ Hebrew: short of spirit.] hasty of spirit, exalteth folly.
30 A sound heart, is the life of the flesh: but enuie, the rottennesse of the bones.
31 [ Pro_17:5 ; Mat_25:40 .] Hee that oppresseth the poore, reprocheth his Maker: but hee that honoureth him, hath mercy on the poore.
32 The wicked is driuen away in his wickednes: but the righteous hath hope in his death.
33 Wisedome resteth in the heart of him that hath vnderstanding: but that which is in the midst of fooles, is made knowen.
34 Righteousnes exalteth a nation: but sinne is a reproch [ Hebrew: to nations.] to any people.
35 The Kings fauour is toward a wise seruant: but his wrath, is against him that causeth shame.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Sabiduría e insensatez. Para ponerlo negativamente, la insensatez es destructora (1), autodestructora (3), de autoperpetuidad (6, 18, 24), autoexpresiva (7), autoengañosa (8), obstinada (9), crédula (15), imprudente (16), impopular (17), irascible (29) y finalmente se impone a sí misma (33).

Notas. 9 Los necios no se cuidan de enmendar sus relaciones cuando están equivocados; a los rectos les importa la buena voluntad mutua.

10-15 El ser interior. Corazón es la palabra repetida aquí: ver los vv. 10, 13, 14 (donde lit. es el descarriado de corazón), 30 y 33. Esos ejemplos muestran cómo corazón en el lenguaje bíblico no es meramente el lugar de las emociones sino el centro interior de la persona total, de modo que se conecta con la mente y voluntad (con el pensar y la toma de decisiones) tanto como con los senti mientos (que a menudo en la Biblia son asociados con el estómago y los riñones, p. ej. 23:16a). El corazón está conectado con entendimiento y sabiduría (2:2, 10; 3:5), la obediencia (3:1), la memoria (4:4; 6:21; 7:3) y con la maquinación (6:14, 18). En 6:32; 7:7; 9:4, 16 se traduce por entendimiento, en 7:10 astucia en 8:5 sagacidad. Cuando las traducciones utilizan el vocablo corazón, es sabio por lo general reemplazarlo mentalmente con men te. Así en 4:21, 23 se nos insta a llenar nuestra mente con la enseñanza del sabio y considerar nuestras mentes como la decisiva fuente principal de toda nuestra personalidad (cf. con Rom. 12:2; Ef. 4:23; Heb. 8:10; 1 Ped. 1:13; también Mat. 15:18, 19).

Notas. 10 Hay un sentido en el cual cada uno está solo en sus más profundos sentimientos y experiencias. 11 Cf. con v. 1. 13 Debido a que la risa de una persona a menudo encubre un dolor oculto (o porque hay dolor de alguna clase en el corazón de cada uno; así la mayor parte de las traducciones) su gozo nunca tiene la última palabra. 15 Todo lo cree lit. es confía en cualquier palabra, en cualquier consejo o promesa acerca del futuro (cf. v. 15b).

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*10:1-22:16 Nos encontramos aquí en otro mundo literario. Si en los caps. Pro 1:1-33; Pro 2:1-22; Pro 3:1-35; Pro 4:1-27; Pro 5:1-23; Pro 6:1-35; Pro 7:1-27; Pro 8:1-36; Pro 9:1-18 predominan el discurso y la instrucción, esta parte del libro está hecha de proverbios aislados. En ocasiones pueden aparecer, a lo sumo, racimos de sentencias con variaciones sobre un mismo tema.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

La rectitud del ser humano se pone en relación directa con Dios: obrar rectamente es señal de respeto hacia Él. Pero inmediatamente se sigue que ese respeto a Dios tiene que pasar por la única mediación posible, que es el prójimo; si las relaciones con el prójimo -simbolizadas en la imagen del testigo fiel o testigo falso- son correctas, entonces la relación con Dios es correcta y respetuosa.

Torres Amat (1825)



[5] Y lo hace descaradamente.

[8] Y asegurarse de que es bueno.

[21] La fe va siempre acompañada de la caridad.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



No Comments at this time.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



12. Ver 16. 25.