Ver contexto
Más se puede esperar de un necio
que del ligero al hablar.
(Proverbios 29, 20) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

חָזִ֗יתָ‎(חָזָה)

Hebrew|ḥāzˈîṯā|see

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H2372] [h.bp.aa] [633]
[חזה] [GES2307] [BDB2577] [HAL2576]

אִ֭ישׁ‎(אִישׁ)

Hebrew|ˈʔîš|man

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H582] [H376] [a.ep.ab] [136a]
[איש] [GES369] [BDB392] [HAL406]

אָ֣ץ‎(אוּץ)

Hebrew|ʔˈāṣ|urge

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: participle
Verbal stem: qal


[H213] [a.cc.aa] [51]
[אוץ] [GES209] [BDB224] [HAL235]

בִּ‎(בְּ)

Hebrew|bi|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

דְבָרָ֑יו‎(דָּבָר)

Hebrew|ḏᵊvārˈāʸw|word

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1697] [d.ai.ab] [399a]
[דבר] [GES1603] [BDB1811] [HAL1822]

תִּקְוָ֖ה‎(תִּקְוָה)

Hebrew|tiqwˌā|hope

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H8615] [s.aq.ag] [1994e]
[תקוה] [GES8585] [BDB9451] [HAL9361]

לִ‎(לְ)

Hebrew|li|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

כְסִ֣יל‎(כְּסִיל)

Hebrew|ḵᵊsˈîl|insolent

Part-of-speech: adjective
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3684] [k.cj.ad] [1011c]
[כסיל] [GES3582] [BDB3998] [HAL3963]

מִמֶּֽנּוּ‎(מִן)

Hebrew|mimmˈennû|from

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4480] [m.cl.aa] [1212]
[מן] [GES4398] [BDB4898] [HAL4822]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



29. Buen y Mal Gobierno, Educación, Mansedumbre y Humildad.

Buen y mal príncipe. El justo y el impío (29:1-14).
1 El que reprendido endurece su cerviz, de repente será quebrantado sin remedio. 2 Bajo el gobierno de los justos está contento el pueblo; cuando mandan los impíos, el pueblo suspira. 3 El que ama la sabiduría alegra a su padre; el que frecuenta rameras pierde su hacienda. 4 El rey con la justicia mantiene el Estado, pero el venal lo lleva a la ruina. 5 El que adula a su prójimo tiende un lazo a los pies de éste. 6 Bajo los pies del malvado hay una trampa, pero el justo canta alegremente. 7 El justo reconoce el derecho de los humildes, pero al impío no se le da nada de él. 8 Los petulantes sublevan la ciudad; los sabios calman la ira. 9 Si un sabio disputa con un necio, que se enoje, que se ría, no tendrá reposo. 10 Los hombres sanguinarios odian al justo, pero a los justos no les da cuidado. 11El necio desfoga toda su ira, pero el sabio acaba por calmarla. 12El príncipe que da oídos a la mentira, tendrá ministros todos malos. 13El pobre y el usurero se encuentran; es Yahvé quien hace brillar los ojos de entrambos. 14 El rey que hace justicia a los humildes hace firme su trono para siempre.

Comentamos el v.1 juntamente con 28:29. La sentencia del v.2 es ya conocida 1. El buen gobernante busca el bien de sus subditos, hace justicia en su reino, premiando a los buenos ciudadanos y castigando a los transgresores de las leyes (v.4); tiene cuidado especial y defiende los derechos de los débiles frente a la ambición de los poderosos. Con ello hace estable su reino, y los subditos se sentirán contentos en él. El mal gobernante busca sólo sus propios intereses y pretende enriquecerse a costa de sus subditos, a quienes tiraniza y grava de innecesarios impuestos. Esto lleva al descontento, y como la codicia del avaro no tiene límites, no queda a aquéllos más remedio que las huelgas y las sublevaciones, que llevan al país a la ruina 2. Hay reyes que dan oídos a la mentira, y entonces sus ministros la utilizarán como medio para ganarse su favor y benevolencia. Los honrados tienen que retirarse por la acción subversiva de los malos, y muy pronto el rey estará rodeado totalmente de ministros mentirosos 3.
El v.3 reúne dos sentencias que han sido afirmadas por separado ya varias veces. La primera expresa la alegría que siente el padre ante un hijo sabio 4. La segunda, las consecuencias que para su hacienda tiene el entregarse a las rameras5. La parábola del hijo pródigo es el mejor comentario 6. Numerosas veces el sabio ha puesto en guardia frente a la adulación. Afirma ahora que la lisonja es un lazo para el adulado. Dado nuestro amor propio y la sobreestima que de nosotros tenemos, fácilmente tomamos como realidad lo que tal vez no es más que fantasía del adulador y accedemos después a las sugestiones y deseos que con su adulación intentaba conseguir 7. Con una nueva metáfora, el v.6 afirma una vez más la alegría y seguridad con que vive el que confía en Dios y el peligro a que continuamente está expuesto su corazón en la maldad. Muy diversa es la actitud del justo y la del impío para con los humildes: el justo los ama, como los ama también Dios, respeta sus derechos e incluso los defiende; el impío, como carece de sentimientos de caridad y compasión hacia los demás y, por otra parte, no puede esperar beneficio alguno de ellos, no les presta consideración alguna y, si llega el caso, no tiene inconveniente en oprimirlos. Diversa es también la actitud y efectos que consigue en la ciudad el petulante y el varón sabio: aquél enciende contiendas que turban la paz y solivianta las pasiones humanas, que llevan a la rebelión; por eso dijo ya el autor: arroja al petulante y cesará la contienda 8. El sabio, por el contrario, con su inteligencia y prudencia logra calmar los ánimos excitados, hace entrar en razón a los ciudadanos y devuelve a la ciudad su paz y armonía.
El V.9 constata la incorregibilidad del necio; cualquier procedimiento para hacerle entrar en razón te dará un mismo resultado negativo, y deja entender la conducta prudente a seguir respecto de él: declinar con cautela tales discusiones con el mismo como cosa completamente inútil. El v.10 presenta otro dato de experiencia: el aborrecimiento que los impíos sienten hacia el justo. La razón es clara: la conducta del justo deja a las claras y reprocha la maldad del malvado. Por ello quisieran desapareciese de la faz de la tierra. Sus pensamientos fueron expuestos en 1:11-14 y los repite el libro de la Sabiduría 9. La segunda parte del verso es oscura 10. En la lección que escogemos se expresa la confianza de los justos frente al odio de lo impíos, porque su vida está en las manos de Dios, que proclama bienaventurados a quienes son perseguidos por su causa 11.
Uno de.los sentimientos que con frecuencia afloran en las relaciones con el prójimo es la ira, defecto capital; el. necio, sin mente o voluntad para imponerse a ella, desfoga su indignación; el sabio, reflexivo y prudente, tiene calma y serenidad y la contiene dentro de sí. El v.13 expresa la idea Deu_22:2 : el pobre y el usurero se encuentran frente a frente, uno cargado de bienes, el otro oprimido por la miseria. Es Dios quien ha hecho a los dos y quien les conserva la vida. Ni el rico debe ensoberbecerse, como si de nadie dependiera y a nadie tuviera que dar cuenta de su conducta, ni el pobre desalentarse, teniendo por creador y Padre a Dios, que vela por él.

Educación (Deu_29:15-21).
15 La vara y el castigo dan sabiduría; el muchacho consentido es la vergüenza de su madre. 16 Con el crecer de los malos crece la iniquidad, pero los justos verán su caída. 17 Corrige a tu hijo y te dará contento, y hará las delicias de tu alma. 18 Sin profecía el pueblo va desenfrenado; pero el que guarda la ley, dichoso él. 19 No con solas palabras se corrige el esclavo, porque entiende bien, pero de obedecer, nada. 20 ¿Has visto un hombre precipitado en el hablar? Más esperanza que en él hay en el necio. 21 El que acaricia a su siervo desde su infancia, al fin tendrá que arrepentirse.

Varias sentencias de la perícopa insisten en una norma educativa ya muchas veces inculcada 12: la corrección mediante el castigo, el cual, aplicado con la debida moderación, como también hacen notar los sabios 13, es a veces un indispensable medio de educación para los hijos, y más todavía para los siervos.
El hijo a quien todo se consiente se hace indisciplinado. Llegado a mayor, no sabrá controlar sus pasiones, y vendrá a ser la vergüenza de su madre. La mención de ésta por parte del autor, si no es debida a una variación literaria, tendría su razón de ser en que es a ella, más bien que al padre, a quien corresponde la educación del hijo en los primeros años de su infancia. También insisten los sabios en poner de manifiesto a los padres la alegría y gozo que les proporcionará un hijo sabiamente educado, lo que deberá servirle de estímulo para poner en práctica cuantos medios sean necesarios para conseguirlo, aunque resulten tan desagradables como el tener que imponerles serios castigos (v.17).
Tampoco para con el siervo bastan las palabras. Entiende muy bien lo que se le dice, las órdenes que se le dan; pero unas veces es remiso en cumplirlas y otras no las cumple si no está el castigo por medio (v.15). Los sabios recomiendan que se trate al siervo como a sí mismo, que no se maltrate al siervo fiel, que se ame al inteligente y no se le niegue la libertad, pero que se trate con rigor y dureza al que se da a la ociosidad 14. El v.21 hace una importante observación al amo: si desde su infancia haces demasiado familiar a tu siervo y condesciendes con sus caprichos, se hará altivo y soberbio, y se mostrará rebelde cuando quieras imponerle el trabajo de siervo. Entonces te arrepentirás de tu comportamiento para con él15. Los autores de vida espiritual aplican este pensamiento al cuerpo, siervo del alma: quien lo trata con excesiva condescendencia y no lo acostumbra al sacrificio, no conseguirá después dominar sus instintos.
La idea del í. 16 es también muy conocida. Los malos se ayudan en su común causa unos a otros. Ello los hace más audaces, y la maldad crece. Pero los justos verán su caída, pues como pasa el huracán, deja de ser el impío, mientras que el justo permanece para siempre (Deu_10:25). Una vez más, el sabio anuncia el castigo prematuro de los impíos; pero, como siempre, sin determinar la naturaleza del castigo 16.
En la primera parte del v.18 se constata una experiencia de la historia de Israel: cuando pasaba una larga época sin que Dios enviase un profeta a su pueblo, el pueblo faltaba a la alianza, apartándose del cumplimiento de la ley. Guando el ministerio de la palabra divina viene a faltar escribe Girotti por descuido o por ignorancia, las malas costumbres en seguida levantan cabeza. 17 Mas quienes cumplen la ley percibirán los frutos prometidos a su observancia: la posesión pacífica de la tierra prometida. De hecho, cuando bajo los reyes piadosos el pueblo cumplía la ley, vivía felizmente; pero, cuando bajo los impíos se apartaba de ella, en seguida surgía amenazante el castigo. Siguiendo la misma línea de pensamiento, los sabios prometen la protección de Dios a las personas en particular que cumplan las enseñanzas de la sabiduría, y el castigo a quienes las rechazan 18.
Comparando el precipitado en el hablar con el necio, el sabio afirma que la condición del primero es todavía peor que la del segundo. Pudiera ser que alguna vez el necio, a fuerza de razones, saliera de su necedad, sobre todo si ésta es debida a la ignorancia más que a otra cosa. Para el precipitado en el hablar no parece quedar ni esa última posibilidad, pues no sabe callarse nada, con lo que todo lo echa a perder. Es un grave defecto la necedad escribe San Beda , pero no lo es menor la verbosidad. Sucede muchas veces que un necio recibe las palabras de corrección más pronto que aquel que, precipitado en el hablar, prefiere hablar con jactancia las cosas que él conoce, o cree conocer, a escuchar los dichos de los sabios 19.

Suavidad y humildad. Temor de Dios (29:22-27).
22JE1 iracundo levanta contiendas, y el furioso muchas veces peca. 23 La soberbia trae al hombre la humillación, pero el de humilde corazón es ensalzado. 24 El encubridor del ladrón a sí mismo se odia, oye el conjuro y no lo denuncia. 25 El temor del hombre es un lazo, pero el que teme a Yahvé está seguro. 26 Muchos son los que buscan el favor del príncipe, pero el juicio de cada cual viene de Yahvé. 27 El inicuo es horror para el justo, y horror para el malvado es el que obra rectamente.

El autor recomienda la mansedumbre en forma negativa, indicando los efectos a que llevan los vicios opuestos 20. Dice San Efrén que la ira perturba la mente, debilita los sentidos, y los pensamientos de venganza brotan a semejanza de una fuente. 21 Santiago dice que el hombre debe ser tardo para airarse, porque la cólera del hombre no obra la justicia de Dios 22. La máxima del v.23 se acerca en su forma a la conocida enseñanza del Salvador: Quien se humillare será ensalzado, y quien se ensalza será humillado. 23 Nada más verdadero que esta sentencia escribe San Bernardo , pero nada también más difícil en la práctica. Sabemos y creemos todos cuantos somos fieles a Salomón y a Cristo que afirman que el camino verdadero y seguro para la gloria es la humildad, y, por el contrario, el camino para la ignominia la soberbia. Y, sin embargo, nos esmeramos en buscar la gloria, engrandeciéndonos a nosotros mismos y nuestras cosas, y en humillar a nuestros émulos para proporcionarles ignominia. ¡Qué error tan grande este de los hijos de Adán!24
Quien encubre al ladrón para que no sea descubierto, afirma el sabio, se hace cómplice del robo y se hace digno de castigo. Si es llamado por el juez y miente ante la abjuración de éste a que diga la verdad, aumenta su culpabilidad. Es un perjuro e impío que se atrae la maldición divina que pesa sobre los malvados 25. El temor del hombre a que se refiere el v.25 son, sin duda, los respetos humanos, por los que tantas veces se deja de hacer el bien que había que hacer y se practica el mal que había que evitar. A él se opone el temor de Dios, que lleva a una conducta conforme a los mandamientos de Dios, que por lo mismo allana todos los caminos del justo, el cual puede así caminar seguro a través de la vida 26.
El v.26 contiene una hermosa recomendación a buscar el favor de Dios más bien que el de los hombres. De ordinario se busca con mucho interés la benevolencia de los príncipes de la tierra, esperando recibir beneficios de su mano 27. Es más prudente la conducta señalada por el salmista cuando exclama: En ti confío yo, ¡oh Yahvé! Yo digo: Tú eres mi Dios, en tus manos están mis días.28 Porque el hombre propone, pero Dios dispone, y sólo si El quiere se realizan los designios de los hombres. Por lo que afirma también el salmista: Mejor es acogerse a Yahvé que fiar en los príncipes 29. Concluye la segunda colección salomónica poniendo ante los ojos la impresión que mutuamente se causan los justos y los malvados: aquéllos son horror para éstos, porque su conducta es una recriminación para quienes no obran rectamente; los malvados lo son a su vez para los justos por su conducta temeraria, que los expone al castigo divino cuando menos lo esperan.

1 28:12. 2 16:12. 3 Sal 101:7; Eco_10:2. 4 10,1. 5 6:5-7. 6 Luc_15:11-32. 7 6:16; 25:27; 26:23.28; 28:23; Job_18:8-10; Sal_55:22. 8 22:10. 9 I:I2-20. 10 El TM en lob dice: y los hombres justos buscan la vida. Algunos corrigen wíy^shdrím (justos) por úreshá'im (malvados) y traducen: y los malvados buscan su vida (atentan). 11 Mt 5:12. 12 10:1; 13:24; 17:21; 19:18; 22:15; 23:13-14; Eco_30:8. 13 19:18. 14 Eco_7:22-23; Eco_33:25-32. 15 El TM de 21b es dudoso. La última palabra (mánón) no se encuentra en ninguna otra parte. Unos interpretan hijo, y traducen terminará por creerse un hijo (renard). Otros contumaz, y entienden: después le será contumaz (Vulg.). 16 1:9; 2:22; 5:22-23; Sal_37:35-36; Sal_112:8. 17 O.c., p11s 18 Si tomarnos ley y profecía en sentido estricto, tendríamos aquí enumerados los tres grandes movimientos bíblicos: legislativo, profético y sapiencial. Otros dan a ley el sentido de instrucción de los sabios y entienden o sustituyen profecía por guía (Renard, Toy). Cf. Robert, Le sens du mot Loi: RB 34 (1937) 196. 19 Citado en A Lapide, o.c., t.2 p.407; cf. S. Gregor., 1.8 Moral II. 2 20 15:8. 21 Tr. De virt. et vitiis: De iracundia. 22 1:19-20. 23 Mt 23:12. 24 Citado en A Lapide, o.c., t.2 p.41o. 25 Lev_5:1; Jue_17:2; Jue_3:33. 26 3:23; 18:10. 27 19:6. 28 31:15-162Cr_29 118:9.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XXIX.

1 Obseruations of publike gouernement, 15 And of priuate. 22 Of anger, pride, the euery, cowardize, and corruption.
1 [ Hebrew: a man of reproofes.] He that being often reproued, hardeneth his necke, shal suddenly be destroied, and that without remedy.
2 [ Pro_11:10; Pro_28:28; Ecc_10:5.] When the righteous are [ Or, increased.] in authoritie, the people reioyce: but when the wicked beareth rule, the people mourne.
3 [ Pro_10:1; Pro_15:20; Pro_27:11.] Whoso loueth wisedome, reioyceth his father: [ Luk_15:13; Pro_5:9; Pro_28:7.] but hee that keepeth company with harlots, spendeth his substance.
4 The king by iudgement stablisheth the land: but [ Hebrew: a man of oblations.] he that receiueth gifts, ouerthroweth it.
5 A man that flattereth his neighbour, spreadeth a net for his feet.
6 In the transgression of an euill man there is a snare: but the righteous doth sing and reioyce.
7 [ Job_29:16.] The righteous considereth the cause of the poore: but the wicked regardeth not to know it.
8 Scornefull men [ Or, set a citie on fire.] bring a citie into a snare: but wise men turne away wrath.

[Correct children.]

9 If a wise man contendeth with a foolish man, whether hee rage or laugh, there is no rest.
10 [ Hebrew: men of blood.] The bloodthirstie hate the vpright: but the iust seeke his soule.
11 A foole vttereth all his mind: but a wise man keepeth it in till afterwards.
12 If a ruler hearken to lies, all his seruants are wicked.
13 [ Pro_22:2 .] The poore and the [ Or, the vsurer.] deceitful man meet together: the Lord lightneth both their eyes.
14 [ Pro_20:28 .] The King that faithfully iudgeth the poore, his throne shall be established for euer.
15 [ See ver. 17.] The rod and reproofe giue wisedome: but a [ Pro_10:1 ; Pro_17:21 ; Pro_17:25 .] child left to himselfe bringeth his mother to shame.
16 When the wicked are multiplied, transgression increaseth: [ Psa_37:36 ; Psa_58:11 ; Psa_91:8 .] but the righteous shall see their fall.
17 [ Pro_13:24 ; Pro_22:15 ; Pro_23:13-14 .] Correct thy sonne, and hee shall giue thee rest: yea he shall giue delight vnto thy soule.
18 Where there is no vision, the people [ Or, is made naked.] perish: but he that keepeth the Law, happy is he.
19 A seruant will not be corrected by words: for though hee vnderstand, hee will not answere.
20 Seest thou a man that is hasty [ Or, in his matters.] in his words? there is more hope of a foole then of him.
21 He that delicately bringeth vp his seruant from a child, shall haue him become his sonne at the length.
22 [ Pro_15:18 ; Pro_26:21 .] An angry man stirreth vp strife, and a furious man aboundeth in transgression.
23 [ Pro_15:33 ; Pro_18:12 ; Job_22:29 ; Luk_14:11 ; Mat_23:12 .] A mans pride shall bring him lowe: but honour shall vpholde the humble in spirit.
24 Who so is partner with a thiefe, hateth his owne soule: hee heareth cursing, and bewrayeth it not.
25 The feare of man bringeth a snare: but who so putteth his trust in the Lord, [ Hebrew: shalbe set on high.] shall be safe.
26 [ Pro_19:6 .] Many seeke the [ Hebrew: the face of a ruler.] rulers fauour, but euery mans iudgement commeth from the Lord.
27 An vniust man is an abomination to the iust: and he that is vpright in the way, is abomination to the wicked.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Una vez más, la sabiduría llama al discernimiento y a la vida organizada e íntegra. No importa que no haya profetas ni quién instruya: ahí está la Ley del Señor y el sentimiento natural de respeto por sí mismos y por los demás. En época de crisis, la recta conciencia nos ayuda a mantenernos firmes.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 29.24 Aunque oye maldiciones: Cuando alguien hacía una declaración bajo juramento, quedaba expuesto, en caso de mentir, a maldiciones que unas veces se formulaban expresamente y otras se daban por sobreentendidas. Cf. Jue 17.2.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] = Pro_26:12

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] = Pro_26:12

Torres Amat (1825)



[3] Luc 15, 13.

[10] Sal 141 (140), 5.

[23] Job 22, 29; Luc 14, 11.