Ver contexto
No admitirá ninguna indemnización,
ni la aceptará, aunque aumentes la oferta.
(Proverbios 6, 35) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

לֹא‎(לֹא)

Hebrew|lō-|not

Part-of-speech: negative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3808] [l.ab.aa] [1064]
[לא] [GES3708] [BDB4137] [HAL4092]

יִ֭שָּׂא‎(נָשָׂא)

Hebrew|ˈyiśśā|lift

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H5375] [n.fm.aa] [1421]
[נשא] [GES5300] [BDB5899] [HAL5792]

פְּנֵ֣י‎(פָּנֶה)

Hebrew|pᵊnˈê|face

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6440] [q.bu.ab] [1782a]
[פנה] [GES6365] [BDB7019] [HAL6956]

כָל‎(כֹּל)

Hebrew|ḵol-|whole

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3605] [k.bn.ab] [985a]
[כל] [GES3499] [BDB3904] [HAL3872]

כֹּ֑פֶר‎(כֹּפֶר)

Hebrew|kˈōfer|ransom

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3724] [k.ct.ab] [1023a]
[כפר] [GES3623] [BDB4038] [HAL4002]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

לֹֽא‎(לֹא)

Hebrew|lˈō-|not

Part-of-speech: negative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3808] [l.ab.aa] [1064]
[לא] [GES3708] [BDB4137] [HAL4092]

יֹ֝אבֶ֗ה‎(אָבָה)

Hebrew|ˈyōvˈeh|want

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H14] [a.ad.aa] [3]
[אבה] [GES16] [BDB17] [HAL22]

כִּ֣י‎(כִּי)

Hebrew|kˈî|that

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3588] [k.bg.aa] [976]
[כי] [GES3481] [BDB3883] [HAL3852]

תַרְבֶּה‎(רָבָה)

Hebrew|ṯarbeh-|be many

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: hif‘il


[H7235] [t.ai.aa] [2103]
[רבה] [GES7200] [BDB7933] [HAL7847]

שֹֽׁחַד‎(שֹׁחַד)

Hebrew|šˈōḥaḏ|present

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7810] [v.cf.ab] [2359a]
[שחד] [GES7765] [BDB8545] [HAL8472]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



6. Advertencias Sobre Temas Varios y e l Adulterio.
E l tema del capítulo 5, la mujer impúdica, se continúa en el v.20 del presente capítulo. Los versos 1-19 interrumpen el tema, lo que podría indicar que se encuentran fuera de su lugar, desplazados tal vez de las secciones de los sabios, con cuyo contenido y estructura tienen más parecido.

La fianza (6:1-5).
1 Hijo mío, si saliste fiador por tu prójimo, si has estrechado la mano del extraño, 2 si te has ligado con tu palabra y te has dejado coger por tu boca, 3 haz esto, hijo mío, para librarte, ya que has caído en manos de tu prójimo: ve sin tardanza y asegúrate de tu amigo; 4 no des sueño a tus ojos, no des reposo a tus párpados. 5 Ponte a salvo como de la mano del cazador el corzo, como el pájaro del lazo del pajarero.

El sabro no intenta aquí condenar el acto de fiar, que en otros libros se recomienda como un acto cíe caridad 1. Intenta sólo dar una norma de prudencia humana frente a deudores insolventes: el que fía ha de tomar las precauciones debidas para evitar que aquel a quien fía pueda jugarle una mala partida, y ello con la debida rapidez, no sea que llegue tarde.
La recomendación se repite varias veces en el libro, lo que indica los peligros que la fianza entraña y tal vez abusos frecuentes en los días del autor 2.

La pereza (6:6-11).
6 Ve, ¡oh perezoso! a la hormiga, mira sus caminos y hazte sabio. 7No tiene capitán, ni inspector, ni señor, 8 y se prepara en el verano su alimento, reúne su comida al tiempo de la mies. O ve a la abeja y aprende cómo trabaja y produce rica labor, que reyes y vasallos buscan para sí y todos apetecen. Y siendo como es pequeña y flaca, es por su sabiduría tenida en mucha estima (LXX). 9¿Hasta cuándo, perezoso, dormirás, cuándo despertarás de tu sueño? 10Un poco dormitar, un poco adormecerse, un poco mano sobre mano descansando, 11 y sobreviene como correo la miseria y como ladrón la indigencia.

Otra cosa que puede ocasionar la ruina familiar si alguna conexión existe entre ésta y la precedente perícopa, sería este peligro común es la pereza. El autor de los Proverbios recomienda con frecuencia la diligencia para el trabajo y condena la pereza y desidia 3, lo que deja entender era otro mal frecuente en el también en que escribe.
Dos animalillos, maravillosos ejemplares de laboriosidad, presenta el sabio al perezoso como modelo y estímulo para que, saliendo de su indolencia, se haga activo y diligente: la hormiga y la abeja. Aquélla no tiene capitán que le imponga y controle su actividad; sin embargo, acumula con un trabajo paciente y laborioso provisiones para el invierno. La literatura antigua y el folklore popular la consideraron siempre como ejemplo de trabajo laborioso y providente. Lo que ella hace por instinto deberá hacer el perezoso por convencimiento y conveniencia personal4. No es modelo inferior de actividad diligente la abeja. Es también pequeña; sin embargo, todos admiramos la sabiduría y diligencia en la confección de sus panales y su miel, que, labrada en la oscuridad, es a todos apetecible 5.
Frente a su trabajo diligente, el sabio describe gráficamente la conducta del perezoso y le advierte las consecuencias de su indolencia. Apenas ha comenzado su trabajo, la pereza y el sueño, sus compañeros inseparables, lo vencen e inutilizan para toda actividad que exija esfuerzo y sacrificio. La consecuencia inevitable es la pobreza y la miseria, que vendrán con la rapidez del que lleva el correo y lo inesperado del ladrón armado, a quien no se puede resistir. Si, por el contrario, eres activo añaden los LXX , tu cosecha será abundante como una fuente y la miseria estará lejos de ti.

La doblez (6:12-15).
12 El hombre malo, el hombre inútil, que camina con la mentira en su boca, 13 hace guiños con los ojos, refriega los pies, habla con los dedos; 14tiene el corazón lleno de maldad y siembra siempre la discordia. 15 Por eso vendrá sobre él de improviso la ruina y será quebrantado súbitamente y sin remedio.

Describe esta pequeña perícopa los gestos que suele emplear el hombre malvado, inútil para toda obra buena, de ánimo doble. El hombre sencillo y sin malicia no capta fácilmente el significado de esas señales, pero al ojo del observador delatan la hipocresía del malvado. Simula amistad y afecto con su prójimo, mientras con las señales indicadas manifiesta a sus compañeros su mala voluntad y les hace entender cuál va a ser la próxima víctima de su perfidia6. Tiene lleno de maldad su corazón y no puede salir de él cosa buena; goza y disfruta sembrando disensiones y discordias entre los demás.
Pero, cuando menos lo piensa, viene a ser víctima de sus engaños y perfidia. El castigo es presentado como una ruina súbita e irremediable 7, sin determinar si el castigo vendrá por una intervención especial de Dios mediante una enfermedad o muerte repentina, por la acción de la justicia pública o la venganza de sus enemigos. Cuan verdadero sea esto comenta A Lapide , lo enseña la experiencia. Vemos muchas veces cómo los hombres inicuos, maquinadores de maldades, perturbadores de la paz pública, son sobrecogidos por adversidades repentinas, inesperadas e inevitables, que no rara vez les causan la muerte presente y la futura. Justa y congrua pena que quienes destruyeron la paz y amistad de los otros se vean a su vez quebrantados... y que, cuando se alegran en sus maldades, súbitamente pasen de un extremo al otro, es decir, del sumo gozo al sumo dolor, lo que aumenta su pena y castigo.8 Muchas veces, sin embargo, la realidad no es así. Los malos mueren sin haber recibido el castigo de sus acciones malas, y los buenos sin haber obtenido la recompensa de su virtud. Ello iría abriendo las mentes israelitas a la revelación posterior sobre el premio y castigo después de la muerte.

Cosas odiosas a Dios (6:16-19).
16 Seis cosas aborrece Yahvé, y aun siete aborrece su alma: 17 ojos altaneros, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, 18 corazón que trama iniquidades, pies que corren presurosos al mal, 19 testigo falso que difunde calumnias y enciende rencores entre hermanos.

El sabio emplea en esta perícopa un género literario especial que recibe el nombre de sentencias numéricas. Se enuncia el número total de cosas a indicar, menos una, que se presenta en seguida con cierto misterio. La manera de enunciar esta última, si no es una mera forma retórica, declara que en ella se verifica en grado mayor la cualidad afirmada de todas. Este procedimiento literario, que se encuentra también en la literatura profana, a la vez que excita la curiosidad, mantiene la atención y facilita su retención en la memoria.
1. Ojos altaneros. La soberbia es el primer pecado capital y fuente de todos los vicios, por lo que el sabio suplica a Yahvé no le haga altivo de ojos 9. Nada tan opuesto a la sabiduría, que exige humildad profunda y docilidad plena a sus enseñanzas. El orgulloso siente demasiado aprecio de sí mismo y desestima de los demás, para poder aceptar y someterse a sus enseñanzas. La Sabiduría encarnada, que tuvo una palabra de aliento y perdón incluso para la adúltera 10, no pudo resistir a los soberbios fariseos n.
2. La lengua mentirosa es uno de los vicios que con más frecuencia recriminan los sabios 12, lo que indica se trata de algo muy detestable. Odiosa a Dios, que es la suma Verdad así se definió a sí mismo también Jesucristo 13 , lo es también a los hombres, porque turba la mutua confianza y la concordia entre ellos.
3. El que derrama sangre inocente. Dios es el autor de la vida del hombre y no está en la facultad de éste quitársela a sí mismo o a su prójimo. Las Sagradas Letras inculcan, a raíz de la muerte de Abel por su hermano Caín, el respeto a la vida del hombre, porque ha sido creado a imagen de Dios 14; prohíbe el homicidio en el Decálogo 15 y proclama que será derramada la sangre de aquel que derrame la de su prójimo 16. Más aún, las mismas fieras debían pagar con su propia vida la sangre del hombre cuya muerte hubieren causado 17. Todo lo cual pone de manifiesto el respeto que Dios quiere sea tenido para con la vida del hombre.
4. El corazón que trama iniquidades, intrigas, conspiraciones contra su prójimo en cuanto a su fama, a sus bienes, resulta también desagradable en extremo al Señor, de cuyo corazón, lleno de bondad, procede todo bien.
5. Pies que corren presurosos al mal hacen a los impíos más odiosos aún a Dios, y también a los hombres, que los anteriores. El malvado que hace una y otra vez el mal, llega a crearse un hábito y a sentir una fuerte inclinación a hacer el mal a los demás 18, que los impulsa a hacerlo tan pronto como se les presenta la ocasión.
6. El testigo falso que difunde calumnias comete un doble pecado, faltando a la verdad y a la caridad contra el prójimo, ocasionándole tal vez un gravísimo daño. La Ley lo prohíbe 19 y los sabios lo condenan con mucha frecuencia 20.
7. El que enciende discordias entre hermanos es en cierto sentido más odioso que los anteriores a los ojos de Dios. Por hermanos se entiende aquí los parientes próximos y quizá también las personas unidas por vínculos de amistad. El que siembra discordias entre los parientes y amigos quita la paz y armonía entre aquellas personas entre quienes más necesaria resultan aquéllas, dando quizá ocasión a que se repitieran la historia de José y sus hermanos, la de Caín y Abel.
Sin duda todas estas enseñanzas de la sabiduría observa Renard tienen un carácter negativo que no alcanza la perfección del Nuevo Testamento. Servirá, sin embargo, de base a las enseñanzas de Jesucristo, que las presentará en un espíritu nuevo: 'Yo no he venido a abrogar la Ley y los Profetas; no he venido a abrogarla, sino a consumarla (Mat_5:17). Los sabios profanos re-prueban estos mismos vicios naturales, pero con un espíritu más formalista y una expresión más material 21.

Huye de la mujer disoluta Actitud peligrosa Castigo del adulterio (Mat_6:20-35).
20 Guarda, hijo mío, los mandatos de tu padre y no des de lado las enseñanzas de tu madre. 21 Ten siempre ligado a ellos tu corazón, enlázalos a tu cuello. 22 Te seguirán de guía en tu camino, velarán por ti cuando durmieres, y cuando despiertes te hablarán; 23 porque antorcha es el mandato, y luz la disciplina, y camino de vida la corrección del que te enseña. 24 para guardarte de la mala mujer, de los halagos de la mujer ajena. 25 No codicies su hermosura en tu corazón, no te dejes seducir por sus miradas; 26 porque, si la prostituta busca un pedazo de pan, la casada va a la caza de una vida preciosa. 27¿Puede alguno llevar fuego en su regazo sin quemarse los vestidos? 28¿Quién andará sobre brasas sin que se le abrasen los pies? 29 Así el que se acerca a la mujer ajena: no saldrá inmune quien la toca. 30 ¿No es tenido en poco el ladrón cuando roba para saciar su hambre, si la tiene? 31Y si es cogido, tendrá que pagar el séptuplo de toda la hacienda de su casa. 32Pero el adúltero es un mentecato; sólo quien quiere arrumarse a sí mismo hace tal cosa. 33Se hallará con palos e ignominia, y su afrenta no se borrará nunca; 34porque los celos del marido le ponen furioso y no perdona el día de la venganza. 35 No se contentará con una indemnización y no aceptará dones, por grandes que sean.

Al renovar el tema del adulterio, vuelve al tono paternal, ahora más insinuante, si cabe, de las exhortaciones precedentes22, y emplea las más expresivas imágenes para inculcar las advertencias de la sabiduría sobre la conducta a seguir frente a los halagos seductores de la mujer disoluta. Si las lleva en su corazón 23, serán luz que le enseñarán el recto camino y le proporcionarán la disciplina y fortaleza para no desviarse de él.
Para no caer en los lazos de la mujer disoluta, el sabio recomienda a sus discípulos la guarda del corazón frente a la impresión que a través de sus ojos pueda ejercer en él la hermosura de la mujer ajena 24 y ponerse en guardia frente a las miradas licenciosas 25, con que fácilmente cautiva el corazón ajeno y lo inducen al pecado. El sentido del v.26, oscuro en el texto hebreo, es discutido. El más probable es que, mientras que la cortesana sólo te despoja de los bienes que te exige para satisfacer tu concupiscencia, el pecado con la casada tiene consecuencias más graves, porque te expone al castigo, que indicará después, quizá a perder la misma vida. Con la comparación del fuego pone de manifiesto lo peligroso que es el trato familiar con la mujer del prójimo. Acercarse con esa actitud a ella y no caer en las seducciones de la licenciosa es como pretender llevar fuego en el regazo sin que se quemen los vestidos o intentar andar sobre brasas sin ser quemado por ellas. Aquí vale más que en ninguna otra cosa la advertencia del sabio de que el que ama el peligro caerá en él 26.
También con una comparación pretende el autor declarar la gravedad del castigo del adúltero. Si un ladrón, llevado del hambre, roba con qué saciarla, tiene cierta excusa. Sin embargo, es severamente castigado, ya que pudo hacerlo con medios lícitos. Lo de séptuplo, que no ha de tomarse al pie de la letra, expresa que ha de restituir en gran cantidad 27. La Ley a veces exigía el quíntuplo28. ¡Cuánto más será castigado el adúltero, que roba al marido un bien tan superior a un poco de alimento y sin necesidad alguna! La Ley, como ya hemos indicado, establecía la pena de muerte para los adúlteros 29; pero en los tiempos del autor parece no se aplicaba, ya que no se hace mención, al menos expresa, de ella en estos capítulos, ni en Eco_23:21-37, en que se trata del mismo tema. Cierto que no se aplicaba en los días de Jesucristo 30. El v.33 parece indicar que en su lugar se aplicaba algún castigo corporal, con la consiguiente ignominia. Sin embargo, el v.34 deja entrever la posibilidad de la pena de muerte, si no por la ley judicial, por la venganza del esposo ofendido. La historia está llena de casos en los que éste, tomando la justicia por su cuenta, no se ha contentado con un precio inferior al de la muerte de su ofensor.

1 Eco_29:1.2.19; Exo_22:25.26. 2 11:15; 17:18; 20:16; 22:26-27; 27:13. 3 10,26; 11:16; 13:4; 15:10; 18:9; 19:15-24; 21:25; 22:13; 24:30-34; 26:13-16; 31:27. 4 La lección se basa en la creencia antigua de que las hormigas carecían de jerarquía y organización social. Los autores modernos sostienen que las hormigas poseen una organización social, a veces con su rey y su reina; incluso alguna vez con una clase esclava, que capturaron y obligan a t ral tajar en beneficio de la comunidad. Cf. Aristóteles, De anima ?,?-??. 5 Eco_11:3. Lo de la abeja falta en el TM. Se encuentra en los LXX y en antiguas versiones. La conocieron varios Padres, entre ellos San Ambrosio, Clemente de Alejandría, San Jerónimo. 6 10:10; Eco_27:25. 7 1:26-32; 2:22. 8 O.C., 9 Eco_23:5. 10 Jua_8:1-11. 11 3:34; 1Pe_5:5. 12 10:18-21; 12:13-25; 18:6-8; 19:9; 26:20-28. 13Jn_1:16 :6. 14 Gen_4:10-16; Gen_9:6. 15 Exo_20:13. 16 Gen_9:6. 17 Gen_9:5; Exo_21:28. 18 4:16-17. 19 éxo_20:16; 23:1. 20 12:17; 14:5.25; 19:5.9.28; 21:28; 24:28; 25:18. 21 O.c., p.68. 22 1:8; 2:1, etc. 23 3:3. 24 Eco_9:9. 25 Eco_26:12. 26 Eco_3:27. 27 24:16; 26:16.25. 28 Exo_21:37; Exo_22:8. 29 2:18; Lev_20:10; Deu_22:22. 30 Jua_8:3-11; Luc_18:11.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter VI.

1 Against suretiship, 6 Idlenesse, 12 And mischieuousnesse. 16 Seuen things hatefull to God. 20 The blessings of obedience. 25 The mischiefes of whoredome.
1 My sonne, if thou bee surety for thy friend, it thou hast stricken thy hand with a stranger,
2 Thou art snared with the words of thy mouth, thou art taken with the wordes of thy mouth.
3 Doe this now, my sonne, and deliuer thy selfe, when thou art come into the hand of thy friend: goe, humble thy selfe, and [ Or, so shalt thou preuaile with thy friend.] make sure thy friend.
4 Giue not sleepe to thine eyes, nor slumber to thine eyelids.
5 Deliuer thy selfe as a Roe from the hand of the hunter, and as a bird from the hand of the fowler.
6 Goe to the Ant, thou sluggard, consider her wayes, and be wise.
7 Which hauing no guide, ouerseer, or ruler,
8 Prouideth her meat in the Summer, and gathereth her food in the haruest.
9 [ Pro_13:4; Pro_20:4; Pro_24:33.] How long wilt thou sleepe, O sluggard? when wilt thou arise out of thy sleepe?
10 Yet a little sleepe, a little slumber, a little folding of the hands to sleepe.
11 So shall thy pouertie come as one that trauaileth, and thy want as an armed man.
12 A naughtie person, a wicked man walketh with a froward mouth.
13 He winketh with his eyes, he speaketh with his feete, hee teacheth with his fingers.
14 Frowardnesse is in his heart, he deuiseth mischiefe continually, he [ Hebrew: casteth forth.] soweth discord.
15 Therefore shall his calamitie come suddenly; suddenly shall hee be broken without remedie.
16 These sixe things doeth the Lord hate; yea seuen are an abomination [ Hebrew: of his soule.] vnto him:

[Adulterie.]

17 [ Hebrew: haughtie eyes.] A proude looke, a lying tongue, and hands that shed innocent blood:
18 An heart that deuiseth wicked imaginations, [ Rom_3:15 .] feet that be swift in running to mischiefe:
19 A false witnesse that speaketh lies; and him that soweth discord among brethren.
20 [ Pro_1:8 .] My sonne, keepe thy fathers commandement, and forsake not the law of thy mother.
21 Binde them continually vpon thine heart, and tie them about thy necke.
22 When thou goest, it shall leade thee; when thou sleepest, it shall keepe thee; and when thou awakest, it shall talke with thee.
23 [ Psa_19:9 ; Psa_119:105 .] For the Commandement is a [ Or, candle.] lampe, and the Lawe is light: and reproofes of instruction are the way of life:
24 [ Pro_2:1 ; Pro_5:3 ; Pro_7:5 .] To keepe thee from the euill woman, from the flatterie [ Or, of the strange tongue.] of the tongue of a strange woman.
25 [ Mat_5:28 .] Lust not after her beautie in thine heart; neither let her take thee with her eyelids.
26 For by meanes of a whorish woman, a man is brought to a piece of bread: and the [ Hebrew: the woman of a man, or a mans wife.] adulteresse will hunt for the precious life.
27 Can a man take fire in his bosome, and his clothes not be burnt?
28 Can one goe vpon hote coales, and his feete not be burnt?
29 So he that goeth in to his neighbours wife; whosoeuer toucheth her, shall not be innocent.
30 Men doe not despise a thiefe, if he steale to satisfie his soule, when hee is hungry:
31 But if he be found, he shall restore seuenfold, he shall giue all the substance of his house.
32 But who so committeth adultery with a woman, lacketh [ Hebrew: heart.] vnderstanding: hee that doeth it, destroyeth his owne soule.
33 A wound and dishonour shall he get, and his reproch shall not be wiped away.
34 For iealousie is the rage of a man: therefore he will not spare in the day of vengeance.
35 [ Hebrew: he will not accept the face of any ransome.] He will not regard any ransome; neither will hee rest content, though thou giuest many giftes.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Un llamado a evitar el adulterio porque es muy costoso

Regresemos a la forma familiar de sermón con su llamado inicial a la atención (20, 21) y promesas asociadas (22, 23). Estas pasan imperceptiblemente a instarnos a evitar el adulterio, siendo cautos de las palabras tentadoras y las miradas atractivas (24, 25; ver sobre 2:16-19; 5). Sigue una extensa presentación de las razones para aquello, que ocupa la mayor parte de esta sección (26-35). Enfoca sobre el costo financiero y la vergüenza pública, y eso sin mencionar la ira del marido ofendido, todo lo cual hace que una aventura amorosa simplemente no valga la pena.

El punto se establece por medio de tres comparaciones. Primera, uno puede comparar el tener una aventura amorosa con el ir a ver a una prostituta; más bien un insulto a alguien que tenga una perspectiva romántica de su aventura (26). Puede ser que la mujer sea llamada una prostituta (aunque lit. no sea eso) o que ella sea desfavorablemente comparada con una prostituta (!), ya que cuesta mucho más; en realidad, todo. Segunda, el tener una aventura amorosa es como jugar con fuego; uno no podrá escapar sin quemarse (27-29). Los versículos juegan con el hecho de que en heb. fuego y mujer son muy similares. Tercera, el tener una aventura amorosa es como un robo (30-35): tomar algo que pertenece a otro porque se tiene hambre. En el robo ordinario uno paga la multa; mucho más al robar la esposa de alguno. Aquí se da por sentado el concepto de propiedad del marido, porque así era como la gente pensaba del asunto, aunque el vigor de la reacción del marido tal vez implica el sentimiento de que el adulterio involucra más que la interferencia con su propiedad.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 6.16-19 Este es un caso de "proverbio numérico", que consiste en hacer una enumeración dando primero una cifra y añadiendo una unidad más al número original. Es un artificio literario característico de los escritos sapienciales (Pr 30.15-33; Ec 4.9-12; Eclo 23.16-17; 25.7; 26.5-6,28; 50.25), aunque también se encuentra a veces en la literatura profética (Is 17.6; Am 1.3,6,9,11,13).

[2] 6.20-21 Pr 1.8-9. Átalos alrededor de tu cuello: cf. Pr 3.3.

[3] 6.26 Esta es la primera referencia directa a la prostituta. La mujer adúltera es más peligrosa que la prostituta, porque esta se contenta con su paga, pero aquella busca la vida (lit. alma ) del hombre.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Siete cosas. La primera parte de este dicho (16-19) es un ejemplo de lo que se conoce como «proverbio numérico»; su finalidad es mostrar de forma panorámica una serie de cosas afines entre sí y que causan impacto en el oyente. En este caso, seis comportamientos irregulares se presentan como abominación al Señor. El resto del dicho invita a no abandonar los consejos de la madre, al tiempo que invita a meditar sobre las ventajas que tiene caminar según la instrucción del padre y de la madre. Los versículos 24-35 previenen contra las relaciones sexuales ilícitas y sus peligros, en concreto, contra las relaciones con una ramera y con la mujer del prójimo.

Torres Amat (1825)



[6] El refrán dice Sigue a la hormiga si quieres vivir sin fatiga.

[21] Deut 6, 6,-8.

[32] Deut 22, 22; Lev 20, 10.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



1. Ver 27. 13.

10. Ver 24. 33-34.