Ver contexto
Pero ignora que allí habitan los fantasmas
y que sus huéspedes están en el fondo del abismo.
(Proverbios 9, 18) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וְֽ‎(וְ)

Hebrew|wᵊˈ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

לֹא‎(לֹא)

Hebrew|lō-|not

Part-of-speech: negative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3808] [l.ab.aa] [1064]
[לא] [GES3708] [BDB4137] [HAL4092]

יָ֭דַע‎(יָדַע)

Hebrew|ˈyāḏaʕ|know

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H3045] [j.au.aa] [848]
[ידע] [GES2952] [BDB3292] [HAL3272]

כִּֽי‎(כִּי)

Hebrew|kˈî-|that

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3588] [k.bg.aa] [976]
[כי] [GES3481] [BDB3883] [HAL3852]

רְפָאִ֣ים‎(רְפָאִים)

Hebrew|rᵊfāʔˈîm|ghosts

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7496] [t.dx.ae] [2198c]
[רפאים] [GES7447] [BDB8209] [HAL8124]

שָׁ֑ם‎(שָׁם)

Hebrew|šˈām|there

Part-of-speech: adverb
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H8033] [v.dv.aa] [2404]
[שם] [GES7990] [BDB8788] [HAL8727]

בְּ‎(בְּ)

Hebrew|bᵊ|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

עִמְקֵ֖י‎(עֹמֶק)

Hebrew|ʕimqˌê|depth

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6011] [H6012] [p.dm.ac] [1644b]
[עמק] [GES5938] [BDB6561] [HAL6487]

שְׁאֹ֣ול‎(שְׁאֹול)

Hebrew|šᵊʔˈôl|nether world

Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7585] [v.ag.ai] [2303c]
[שאול] [GES7541] [BDB8311] [HAL8231]

קְרֻאֶֽיהָ‎(קָרָא)

Hebrew|qᵊruʔˈeʸhā|call

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: participle (passive)
Verbal stem: qal


[H7121] [s.cy.aa] [2063]
[קרא] [GES7087] [BDB7790] [HAL7719]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



9. Invitaciones de la Sabiduría.
E ste capítulo comprende tres estrofas, claramente distintas por su diverso contenido, de seis versos cada una. La primera presenta una personificación de la sabiduría; la tercera, de la necedad. Ambas hacen una invitación a sus respectivos banquetes; aquélla, bajo la forma de una rica y virtuosa matrona; ésta, bajo la de una mujer atrevida y procaz. Vienen a ser estas invitaciones como un apéndice a las precedentes descripciones de la mujer adúltera y la sabiduría, y así la conclusión a la primera parte o amplia introducción al libro.
Entre una y otra invitación hay unos versos segunda estrofa cuyo contenido el sabio y el petulante frente a los consejos no tiene relación alguna con el tema del capítulo. Para unos (Renard) son la transición de la invitación de la sabiduría a la de la necedad. Otros (p.ej., Gemser) opinan que han sido tomados de otro lugar y trasladados aquí por un redactor posterior, lo que podría confirmar el hecho de que muchos manuscritos hebreos o los han suprimido o los han trasladado a otra parte.

El banquete de la sabiduría (9:1-6).
1 La sabiduría se ha edificado su casa, labró sus siete columnas. 2 Mató sus víctimas, mezcló su vino y aderezó la mesa. 3 Mandó sus doncellas a invitar desde lo alto de la ciudad: 4 El que es simple venga acá; al que no tiene sentido hablo. 5 Venid y comed mi pan y bebed el vino que he mezclado. 6 Dejaos de simplezas y viviréis, y andad por la senda de la inteligencia.

Como en el capítulo precedente, se presenta aquí la sabiduría personificada, sumamente activa, preparando un suntuosa morada. Las siete columnas darían una idea de su esplendidez y lujo o tal vez significan la plenitud de los dones de la sabiduría (el número siete se usa con mucha frecuencia tratándose de cosas sagradas), si es que no están requeridas por la construcción arquitectónica del tiempo 1.
Construida la casa, prepara el banquete: hace matar las víctimas y mezcla el vino. Ninguna de las dos cosas puede faltar en un banquete. Este, que simboliza a veces en la Sagrada Escritura el reino de los cielos, es aquí figura de los bienes que comunica la sabiduría. Probablemente los judíos no comían carne todos los días, sino sólo en ocasiones especiales, que tenían carácter religioso. Era costumbre entre los orientales el mezclar el vino con agua para atenuar su fuerza, o con especias aromáticas para hacerlo más gustoso 2. El lujo de la habitación y la abundancia de víctimas y vino quieren poner de manifiesto las riquezas de la sabiduría y son, como advierte Renard, símbolo de los bienes mesiánicos 3.
Hechos los preparativos, la sabiduría envía a sus doncellas a hacer la invitación desde lo más alto de la ciudad, con el fin de que pueda ser oído por todos 4. Son aquí todos aquellos que tienen la misión de instruir a los demás para comunicarles las enseñanzas de la sabiduría, haciéndolos así aptos para recibir sus dones. La invitación de la sabiduría, como se ve por los capítulos anteriores, se dirige a todos, pero son los simples, los que no tienen experiencia ni formación moral, sus más indicados alumnos. San Gregorio interpreta en este lugar simples conforme a los sentimientos interiores de humildad, necesarios para aceptar las directrices de la sabiduría 5.
Los últimos versos dan la clave para la interpretación de la alegoría: el pan y vino que ofrece la sabiduría son la instrucción que enseña al arte de ser feliz 6, contenida en las sentencias del libro.
Esta alegoría, cuyo sentido literal queda expuesto, se presta, más que ninguna otra, a acomodaciones y sentidos místicos, ya que el paralelismo con realidades del Nuevo Testamento no puede ser mayor. Los Padres han hecho muchas acomodaciones de sus diversos elementos. Basados en ellas, podemos proponer las siguientes: la casa, en un sentido místico, puede significar el cuerpo que Jesucristo tomó en la encarnación (San Atanasio, San Agustín, San Gregorio Magno), el seno virginal de María, que le sirvió de tabernáculo, sentido íntimamente unido con el primero (San Gregorio Niseno, Teodoreto, San Bernardo). Siguiendo la línea de los versos siguientes, podríamos decir que la gran casa edificada por la Sabiduría es el Cuerpo místico de Jesucristo, la Iglesia. Las siete columnas podrían ser tipo de los siete dones del Espíritu Santo, con que enriquece las almas, o de los siete sacramentos, por medio de los cuales da la vida a las almas. Algunos se complacen en aplicarlas a las tres virtudes teologales y las cuatro cardinales, que son fundamento y sostén de la vida de las almas; y otros a los apóstoles 7 y sus sucesores, los obispos y doctores. De las víctimas comenta Lesétre: Esta inmolación es principalmente la del Hijo de Dios sobre la cruz de modo cruento; en el cenáculo y en el altar, de modo incruento... La Iglesia, observa, adoptando y repitiendo este paso en el Oficio del Santísimo Sacramento, no hace más que reproducir el pensamiento general de los Padres 8. Con la víctima inmolada en la casa de su humanidad, Lesétre ve las víctimas inmoladas en la casa de su Iglesia, que son los mártires. Estos son también víctimas que con sus merecimientos para el Cuerpo místico y con su ejemplo heroico sostienen con Cristo la vida de los cristianos. El vino mezclado evoca el que, mezclado con agua, utilizó Jesús en la noche de la cena y el que, con las gotas de agua, se utiliza cada mañana en nuestros altares para la consagración. La mesa evoca el altar, sobre el que se coloca el pan y el vino, que, convertidos en el cuerpo y sangre de Cristo, sirve de alimento a las almas que se acercan a él para participar del banquete eucarístico. El pan y el vino, en la nueva alianza, son la palabra de Dios contenida en la Sagrada Escritura, alimento espiritual de la inteligencia, y el cuerpo y sangre de Jesucristo, alimento real del alma, sin el cual ésta no puede vivir. Las doncellas enviadas a hacer la invitación prefiguran a los apóstoles y, después de ellos, a los ministros de la iglesia, que han de llamar a los fieles al doble banquete de la instrucción cristiana y a la Eucaristía. Los simples, a quienes en particular se dirige la invitación de la sabiduría, nos hace pensar en la preferencia de Jesucristo por los sencillos, los ignorantes, los pobres, los pecadores 9.

Actitud del petulante y del sabio frente a los consejos (9:7-12).
7 El que corrige al petulante se acarrea afrenta, y el que te reprende al impío ultraje. 8 No reprendas al petulante, que aborrecerá; reprende al sabio y te lo agradecerá. 9 Da consejos al sabio y se hará más sabio todavía; enseña al justo y crecerá su saber. 10 El principio de la sabiduría es el temor de Yahvé; conocer al santo, eso es inteligencia. 11Pues por mí se aumentarán tus días y se te añadirán años de vida. 12 Si eres sabio, para ti lo serás; si eres petulante, tú lo pagarás.

Los versos 7-9 tratan de la corrección en un estilo semejante a las sentencias de los sabios contenidas en 22:17-24. La razón por la que esta perícopa ha sido colocada aquí puede ser ésta: la sabiduría ha dirigido a todos su invitación, especialmente a los simples; esta estrofa señala una clase de personas poco menos que incapaces de aceptar y poner en práctica las correcciones de la sabiduría.
Y en Verdad nada más inútil que corregir al petulante, porque le falta la humildad y sencillez de corazón, precisas para recibir enseñanzas y correcciones ajenas. Más aún, su orgullo, que se siente herido, se irrita fácilmente y hasta llega a sentir odio y aversión a quien le hizo una advertencia, e incluso no perderá ocasión de ultrajar a quien tuvo el atrevimiento de corregirle a él10. Con este género de personas, muchas veces es mejor omitir la corrección. El sabio, por el contrario, recibe los consejos y advertencias que se le hagan, y esa actitud, que mata el orgullo y el amor propio, acrecienta su virtud. Ama la verdad y la virtud, y por ello aprovecha cuantas ocasiones se le presentan para acrecentarlas; reconoce la contribución que a ello pueden prestar las correcciones ajenas, por lo que se siente incluso agradecido con quien le cor rigió. Sabio y justo se equivalen: el auténticamente sabio en la mente de los autores sapienciales es el que practica las enseñanzas de la sabiduría, que se confunden con las prescripciones de la Ley.
Como en 1:7, el sabio afirma que el temor de Dios es el principio de la sabiduría, añadiendo que el conocimiento del santo es la inteligencia (v.10). La sabiduría bíblica tiene un doble cometido; uno especulativo, y en él, como objeto primordial, el conocimiento de Dios, y otro práctico, y en éste, como parte fundamental, el cumplimiento de los deberes religiosos, a que lleva el temor de Dios. El conocimiento de Dios escribe Dyson es el principio y lo principal en la sabiduría, y el reconocerle prácticamente en la vida por el cumplimiento de los deberes religiosos es sabiduría perfecta 11. El término santo designa a Yahvé mismo. El profeta Isaías y el judaísmo posterior lo emplean con mucha frecuencia para denominar a Dios, tres veces santo 12. Fruto de la sabiduría son la vida larga y feliz, el premio varias veces ya mencionado 13. El sabio gozará de ella, pero el petulante, que rechaza sus enseñanzas, se verá privado de la misma. Los sabios enseñan que cada uno recibirá premio o castigo conforme a su conducta personal14.

El banquete de la necedad (9:13-18).
13 Señora necedad es alborotadora, es ignorante, no sabe nada 14 Se sienta a la puerta de su casa o en una silla, en lo más alto de la ciudad. 15 Para invitar a los que pasan, a los que siguen recto su camino. 16 El que es simple venga acá, y al que no tiene sentido dice: 17 Son dulces las aguas hurtadas, y el pan de tapadillo el más sabroso. 18 Y no se dan cuenta de que allí está la muerte y que sus invitados van al profundo del averno.

Al llamamiento de la sabiduría se opone el llamamiento de la necedad. También ésta se presenta personificada en una dama activa, pero en distinción a la sabiduría, que es pacífica y está llena de inteligencia y buenos consejos, la necedad es alborotadora, ignorante del bien, hasta el punto de no saber nada bueno 15, porque carece en absoluto de las enseñanzas de la sabiduría. En su banquete no ofrece otra cosa que las vanidades, placeres e injusticias, que halagan la naturaleza humana, que heredó del pecado original una fuerte inclinación al egoísmo. La necedad procura encubrirlo bajo una apariencia de bien o de justicia, cuando no ciega la inteligencia ante las fatales consecuencias de placeres prohibidos, y el incauto con facilidad se asocia a su banquete.
La sabiduría envió sus doncellas a invitar a los sencillos. La necedad es muy atrevida y altanera; ella misma se coloca a la puerta de su casa o sube a lo más alto de la ciudad. Se conforma con invitar a los que pasan. Los atractivos del mal son más fuertes que los del bien; éste exige sacrificio y esfuerzo; para aquél basta dejarse llevar. Por eso, una palabra basta muchas veces para inducir al mal. Los sujetos a quienes se dirige el llamamiento son los mismos a quienes se dirigió la sabiduría (v.4).
De momento, los frutos que la necedad ofrece son dulces y agradables. Su banquete no es suntuoso, pero tiene el misterioso atractivo del fruto vedado. El Mal escribe Girotti ha tenido siempre para el hombre atractivos incomprensibles, atractivos que resultan extremadamente poderosos cuando el mal significa las pasiones de la carne. También los paganos advirtieron esta anomalía de nuestra naturaleza, que es una confirmación de la caída original, porque el estado connatural de un ser inteligente y libre perfecto no puede ser la inclinación al mal.16 Algunos quieren ver en el pan oculto una alusión a la inmoralidad sexual (Dyson).
Los que tomaban parte en el banquete de la sabiduría obtenían como fruto la vida larga y feliz. Los que se dejan seducir por las engañosas promesas de la necedad sufrirán como consecuencia la muerte prematura y las profundidades del seol, que antes señaló como castigo de los adúlteros, y ahora, al final de la introducción, declara como sanción a todo insensato.

1 Staerk, Die sieben Sdulen del Welt und des Hauses der Weisheit: 35 (1936) 232-261; Skehan, The Seven Columns of Wísdom's Home in Pwv 9:1: CBQ.9 (1947) 190-198. 2 Isa_5:22; Sal_74:9. 3 Isa_25:6. Hay cierto sabor litúrgico en estos dos versos, especialmente en el 2. 4 Mat_22:1-14; Luc_14:15-22. 5 Mat_11:25. 6 4:13. 7 Gal_2:9; Efe_2:20. 8 Le lime des Proverbes (París 1879) a este pasaje. 9 Cf. San Atanasio, Disput. contra Arium; San Agustín, De civitate Dei 17:20; San Jerónimo, In cap. VII Is. 10 13:1. 11 O.c., n.308. 12 Isa_6:3. Los LXX y la Vulgala h.iduo-n servilmente el plural qedosím, que es un plural mayestátíco análogo a 'elohim. 13 3:2.16.18; 4:10. 14 Ez 18. 15 La afirmación no sabe nada no parece muy de acuerdo con el poder que se le atribuye en el contexto. Los LXX interpretaron no sabe qué sea vergüenza; pero el término hebreo, que se emplea con frecuencia, no tiene esa significación (18:13; Isa_50:6; Jer_51:51; Sal_35:26). Sería mejor la interpretación del Targum: no sabe nada bueno. 16 O.c,, p.49.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter IX.

1 The discipline, 4 and doctrine of wisedome. 13 The custome, 16 and error of folly.
1 Wisedome hath builded her house: she hath hewen out her seuen pillars.
2 She hath killed [ Hebrew: her killing.] her beastes; she hath mingled her wine: she hath also furnished her table.
3 She hath sent forth her maidens; she cryeth vpon the highest places of the citie.
4 Who so is simple, let him turne in hither: as for him that wanteth vnderstanding, she sayth to him:
5 Come, eate of my bread, and drinke of the wine, which I haue mingled.
6 Forsake the foolish, and liue; and goe in the way of vnderstanding.
7 He that reproueth a scorner, getteth to himselfe shame: and he that rebuketh a wicked man, getteth himselfe a blot.
8 [ Mat_7:16.] Reproue not a scorner, lest hee hate thee: rebuke a wise man, and hee will loue thee.
9 Giue instruction to a wise man, and he will be yet wiser: teach a iust man, and he will increase in learning.
10 [ Job_28:28; Psa_111:10; Pro_1:7.] The feare of the Lord is the beginning of wisedome: and the knowledge of the holy is vnderstanding.
11 [ Pro_10:7.] For by me thy dayes shall be multiplied: and the yeeres of thy life shalbe increased.
12 If thou be wise, thou shalt be wise for thy selfe: but if thou scornest, thou alone shalt beare it.
13 [ Pro_7:11.] A foolish woman is clamorous: she is simple, & knoweth nothing.

[The iust blessed.]

14 For she sitteth at the doore of her house on a seate, in the high places of the Citie:
15 To call passengers who go right on their wayes:
16 Who so is simple, let him turne in hither: and as for him that wanteth vnderstanding, she saith to him;
17 Stollen waters are sweet, and bread [ Hebrew: of secrecies.] eaten in secret is pleasant.
18 But hee knoweth not that the dead are there, and that her guests are in the depths of hell.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Las invitaciones idénticas de la señora Sabiduría y la señora Insensatez

El último sermón tiene una estructura delicadamente equilibrada: una invitación de la señora Sabiduría, una invitación de la señora Insensatez que imita sus palabras, y entre ellas una colección de observaciones, todo lo cual reitera implicaciones de los sermones como un total.

La última invitación de la señora Sabiduría (1-6) nuevamente recuerda a Isa. 55. Aquí ella deja el papel de profeta y toma el de anfitrión, de modo que sus criadas, no ella misma, extienden el llamado. El retrato de Prov. de la sabiduría ha tomado muchas formas: Ella es tan aterradora como una diosa, tan juguetona como un niño pequeño, tan con fortable como los brazos de una madre, tan desafiante como un profeta, tan satisfactoria como una mesa cargada de alimentos, tan misteriosa como un amante escondido entre los lirios (Camp).

No es una oferta a la abnegación la que ella hace: el alimento es rico, el vino es bueno (mezclado con especias), y el escenario espléndido (1; el significado de las siete columnas es asunto de conjeturas). Pero hay tal vez una ironía en los vv. 4-6, que los faltos de entendimiento están destinados a menospreciar su invitación.

El interludio (7-12), por lo tanto, comienza con una nota más bien resignada. La experiencia sugiere que el maestro no tendrá éxito con mucha gente, y es aconsejable (¡sabio!) ser realista acerca de esto (7, 8). Pero un maestro sí tiene experiencias más felices (9). Ese comentario recuerda la introducción a los sermones (ver 1:5, también 1:3 para la introducción de asuntos morales). También conduce a la reiteración del texto lema (10, cf. 1:7), con la acostumbrada promesa de la señora Sabiduría agregada (11), y el énfasis familiar sobre la responsabilidad personal (12).

El interludio da a la señora Insensatez tiempo para preparar su débil imitación de la cena de la señora Sabiduría. Así como la señora Sabiduría está modelada con un profeta, la señora Insensatez lo está con la mujer extraviada. Los vv. 13-18 han de compararse con 7:10-17, y aguas hurtadas también con 5:15, 16: la actividad sexual ilícita a menudo ha parecido más excitante que las alternativas más convencionales. Pero la señora Insensatez también lleva a la gente al mismo destino que la mujer intencionada (18). Esta sección concluye así dramáticamente al presentar ante los lectores una elección entre vida y muerte.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



1-6 . La imagen del banquete es figura de los bienes comunicados por la Sabiduría. En los Evangelios, esta misma imagen simboliza el Reino de Dios ( Mat_22:1-14; Luc_14:15-24).

13-18. Al banquete ofrecido por la Sabiduría, se contrapone esta invitación que hace la "Necedad" personificada. Esta contraposición prepara la colección de los proverbios salomónicos, que va a oponer constantemente la conducta del "sabio" a la del "necio".

"Sombras" y "Abismo": ver nota 2. 18.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Banquete de la Necedad. También el polo opuesto de la sabiduría, en este caso la insensatez o la necedad, se manifiesta como una entidad viva capaz de proponerse a las personas como alternativa o senda de vida, pero se trata de una caricaturización de la sabiduría. Utiliza términos semejantes y escenarios semejantes para «seducir» a los seres humanos, pero mientras la auténtica sabiduría ofrece vida, la insensatez o necedad sólo puede ofrecer muerte.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Núm_16:33+

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Núm_16:33+

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

— abismo: Ver nota a Pro 1:12.

Biblia Peshitta en Español (Holman, 2015)

a Pro 7:27

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 9.1 Siete columnas: El número siete es símbolo de plenitud y perfección.

Jünemann (1992)


18 f. = Ahí.
g. Sin beberla. Agua ajena = mujer ajena.


Torres Amat (1825)



[8] La sabiduría y la necedad van en direcciones opuestas.

Nueva Traducción Viviente (Tyndale House, 2009)

En hebreo en el Seol.