Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento (Verbo Divino, 2004)
101 1-4. Una expresión de pesar inicia el cap. 10, al afirmar Pablo que Israel no ha re(-)conocido que la rectitud viene a través de Cris(-)to, el fin de la ley.
1 .para que se salven: La ora(-)ción de Pablo incluye explícitamente a los judíos dentro de la perspectiva que el apóstol tiene del plan de salvación de Dios (cf. 1 Tes 5,9; Rom 1,16).
2. celo de Dios: Pablo podría hablar por experiencia (Gál 1,13-14; Flp 3,9; cf. 1 Mac 2,26-27).
no inteligente: Lit., «no según conoci(-)miento» (
epignósis), es decir, un verdadero co(-)nocimiento que reconozca la relación real de la humanidad con Dios tal como se ha revela(-)do ahora en Cristo Jesús.
3. en su ignorancia de la rectitud de Dios: Esto se ha entendido a menudo referido a una comunicación de recti(-)tud a los seres humanos; es decir, los judíos no se dan cuenta de que la auténtica condición de rectitud ante Dios no se alcanza con sus es(-)fuerzos, sino que es conferida por Dios como don. Este es el sentido de Flp 3,9, «una recti(-)tud (que viene) de Dios» (cf. 2 Cor 5,21; -Teo(-)logía paulina, 82:39). Pero Pablo no utiliza en este caso la locución prep. y habla más bien de una mala interpretación de «la rectitud de Dios», el atributo divino (como en otros luga(-)res de Rom: 1,17; 3,5.21-26). Los judíos no han captado el verdadero significado del poder ab(-)solutorio de Dios, y por tanto se han negado a someterse a él.
4. el fin de la ley es Cristo: El significado de esta oración es muy discutido. El
telos gr. puede significar (1) «terminación», «cese», (2) «última parte», «conclusión», o (3) «meta», «propósito», «
finis» (BAGD 811). El significado (2) no hace al caso, y la disputa se centra en si Cristo es la «terminación» de la ley o la «meta» o «propósito» de la ley. En el primer sentido,
telos se entiende temporal(-)mente, el «fin» del período de
tórá Cristo sería la terminación de todo esfuerzo humano por alcanzar la rectitud ante Dios mediante la ob(-)servancia de la ley mosaica (así
NEB, Bultmann, Kasemann, Pesch, Robinson). Aun cuando Pablo nunca utiliza esta frase en Gál, este sentido se ajustaría a Gál 4,2-6 (- Teolo(-)gía paulina, 82:96-97). Pero cabe preguntarse si se ajusta al análisis de Rom, y por eso otros comentaristas prefieren el tercer sentido: Cris(-)to sería la meta de la ley, meta a la que ésta iba encaminada en sentido intencional o final (así Cerfaux, Cranfield, Flückiger, Howard). Este sentido final se basa en la conexión entre 10,4 y 9,31-33, donde la «búsqueda» de la rectitud por parte de los gentiles presupone una «me(-)ta». También el «celo» de 10,2 presupone ese sentido, y ésta es probablemente la razón por la cual Pablo insiste en 3,31 en que su evan(-)gelio de justificación por gracia mediante la fe «consolida» o «confirma» la ley. Pues una comprensión correcta de la fe paulina, «que se realiza a sí misma mediante el amor» (Gál 5,6) , que es «el cumplimiento de la ley» (Rom 13,10; -Teología paulina, 82:98), explica có(-)mo Pablo no sólo podía mirar a Cristo como la meta de la ley, sino también considerar la rec(-)titud por medio de la fe en él como una mane(-)ra de cumplir la ley como tal y de consolidar todo aquello que ésta representaba,
para la rectitud de quien quiera que tenga fe: La pre(-)ciada condición de rectitud ante Dios es ahora accesible a todos mediante la fe (véase 1,16).
(Campbell, W. S., «Christ the End of the Law: Romans 10:4»,
Studia bíblica III [JSOTSup 3, Shef(-)field 1978] 73-81. Cranfield, C. E. B., «St. Paul and the Law»,
SJT 17 [1964] 43-68. Flückiger, F. «Christus, des Gesetzes
telos», TZ 11 [1955] 153-57. Ho(-)ward, G. E., «Christ the End of the Law»,
JBL 88 [1969] 331-37. Refoulé, F., «Romains, X,4: Encoré une fois»,
RB 91 [1984] 321-50. Rhyne, C. T,, «
No(-)mos dikaiosynés and the Meaning of Romans 10:4»,
CBQ 47 [1985] 486-99.)
102 5-13. El nuevo camino de rectitud, abierto a todos, es fácil, como demuestra la Escritura.
5. Moisés escribe: Lv 18,5, también citado en Gál 3,12, promete vida a quienes se esfuercen por alcanzar la rectitud legal. La ob(-)servancia práctica de las prescripciones de la ley era una condición necesaria para la vida así prometida. Queda sobreentendido en la ci(-)ta el carácter arduo de dicha condición. En contraste con tal exigencia, el nuevo camino de rectitud no pide a los seres humanos nada tan arduo. Para ilustrar esta idea, Pablo alude a las palabras de Moisés en Dt 30,11-14. Lo mismo que Moisés intentó convencer a los is(-)raelitas de que la observancia de la ley no re(-)quería escalar las alturas ni descender a las profundidades, Pablo juega con las palabras de Moisés, aplicándolas en sentido acomodati(-)cio a Cristo mismo. Las alturas han sido esca(-)ladas y las profundidades han sido sondeadas, pues Cristo vino al mundo de la humanidad y fue resucitado de entre los muertos. A nadie se le pide que realice una encarnación o una re(-)surrección; sólo se le pide que acepte con fe lo que ya ha sido hecho por la humanidad y que se identifique con Cristo encamado y resucita(-)do. En su explicación midrásica de Dt, Pablo añade una alusión a Sal 107,26. En esa expli(-)cación, «Cristo» sustituye a la «palabra» de la Torá.
9. si confiesas: Hay que pronunciar la confesión básica de la fe cristiana y decirla en serio. Pablo pasa a citar la fórmula confesio(-)nal (quizá incluso kerigmática) de la primitiva Iglesia palestinense,
Kyrios Iésous, «Jesús es Señor» (cf. 1 Cor 12,3; Flp 2,11). Se requiere una fe interior que guíe a la persona entera; pero esa fe incluye también un asentimiento a una expresión de dicha fe. Pablo vuelve a afir(-)mar la actividad del Padre en la resurrección de Cristo
(-Teología paulina, 82:58-59).
10. Este versículo formula retóricamente la re(-)lación existente entre la rectitud y salvación humanas y la fe y su expresión. El balance subraya aspectos diferentes del único acto bá(-)sico de adhesión personal a Cristo y de su efec(-)to. No conviene hacer demasiado hincapié en las diferencias entre justificación y salvación.
11. nadie que crea en él quedará avergonzado: Se utiliza otra vez Is 28,16; cf. 9,33. Pablo mo(-)difica la cita añadiendo
pas, «todo», poniendo así de relieve la universalidad de la aplicación: «no... todo» = «nadie». En Is, las palabras ha(-)cían referencia a la preciosa piedra angular puesta por Yahvé en Sión; Pablo las adapta a la fe en Cristo y las utiliza como garantía de salvación para el creyente cristiano. La adi(-)ción de
pas prepara para el versículo siguien(-)te.
12. no hay distinción entre judío y griego: Todos tienen la oportunidad de participar igualmente en la nueva rectitud por la fe (3,22-23).
el mismo Señor: En principio,
Kyrios pa(-)rece referirse a Yahvé, puesto que Pablo utili(-)za expresiones judías, «el Señor de todos» (Josefo,
Ant. 20.4.2 § 90), «invocan el nombre de» (1 Sm 12,17-18; 2 Sm 22,7), y se refiere ex(-)plícitamente en el v. 13 a Jl 3,5. Pero dentro del contexto (esp. tras 10,9)
Kyrios sólo puede re(-)ferirse a Jesús, que es el Señor resucitado de judíos y griegos (cf. 9,5; Flp 2,9-11). En el AT, lo de «invocan el nombre del Señor» designa(-)ba a los israelitas sinceros y piadosos; en el NT, eso mismo pasa a decirse de los cristianos. Los vv. 12-13 son testimonio elocuente del cul(-)to a Cristo como
Kyrios en la Iglesia primitiva.
103 14-21. Israel, sin embargo, no apro(-)vechó la oportunidad que le brindaron los pro(-)fetas y el evangelio; por consiguiente, la culpa es suya. La oportunidad de creer en Cristo se brindó a todos, pero especialmente a Israel; no puede decir que no oyó su evangelio. Pablo se plantea cuatro dificultades u objeciones, quizá haciéndose eco de comentarios sacados de sermones misioneros pronunciados entre ju(-)díos, y a cada una de ellas le da una respuesta breve citando la Escritura: (1) ¿Cómo puede la gente creer en el evangelio si no ha sido predi(-)cado enteramente? (10,14-15). (2) ¡Pero no ha sido aceptado por todos! (10,16-17). (3) ¡Pero quizá los judíos no lo oyeron! (10,18). (4) ¡Qui(-)zá no lo entendieron! (10,19-21).
104 14. no han creído: La primera dificul(-)tad es múltiple y parte del supuesto de que el culto a Cristo se debe fundar sobre la fe en él.
a quien no han oído: La pregunta no alude a los judíos de Palestina, que podrían haber sido testigos del ministerio de Jesús, sino a quienes no le habían oído directamente,
si no se lo pre(-)dica alguien: La fe se funda en una predicación autorizada, en el testimonio de aquellos a quienes se les ha encomendado la misión de dar a conocer la palabra de Dios. En este tex(-)to, lo mismo que en el v. 17, el primer paso de toda fe es «oír» el mensaje propuesto; así, el objeto de la fe, formulado en proposiciones, primero es presentado (-Teología paulina, 82:109).
15. si no son enviados: Una predica(-)ción autoritativa, base de la fe, presupone una misión. Al expresar esto último, Pablo utiliza el vb.
apostellein, aludiendo al origen apostóli(-)co del testimonio de la Iglesia cristiana y de su predicación autorizada del acontecimiento Cristo. A esta objeción Pablo responde con Is 52,7 (en una forma más próxima al TM que a los LXX).
los que traen buenas noticias: En Is, el texto hace referencia a la buena noticia anunciada a los judíos que habían quedado en una Jerusalén en ruinas: estaba a punto de lle(-)gar la liberación de la cautividad babilónica y la restauración de Jerusalén se hallaba muy próxima. En el uso que Pablo hace de él, el tex(-)to adquiere las tonalidades de su buena noti(-)cia, el «evangelio». Su respuesta a la primera dificultad es, pues, citar a Isaías y demostrar que el «evangelio» ciertamente ha sido predi(-)cado a Israel.
16. no todos han hecho caso de la buena noticia: Segunda dificultad. Pablo repli(-)ca citando Is 53,1. Indirectamente declara que el hecho de que no todos los judíos hayan aceptado la buena noticia no significa que no les haya sido predicada, pues Isaías previo en su propia misión una equiparable negativa a creer.
17. mediante el mensaje de Cristo: Esta vaga expresión se puede interpretar de diver(-)sas maneras, y Pablo no la explica. Podría sig(-)nificar el mensaje que trajo Cristo mismo o (más probablemente dentro de este contexto) el mensaje acerca de Cristo. Véase R. R. Rickards,
BT 27 (1976) 447-48.
18. ¿no han oído?: Tercera dificultad, cuyo sentido es: tal vez no hayan tenido la oportunidad de oír la buena noticia; tal vez los predicadores apostólicos no hayan hecho su trabajo. Pablo responde con Sal 19,5. En el original, el salmista canta a la naturaleza que proclama por doquier la gloria de Dios. Pablo adapta esas palabras a la predi(-)cación del evangelio. De hecho, niega que Israel no haya tenido la oportunidad de creer en Cristo.
19. ¿es que Israel no comprendió?: Cuarta dificultad: tal vez los predicadores apostólicos hablaran de manera ininteligible, e Israel no comprendiera su mensaje. Pablo responde de nuevo con la Escritura, citando Dt 32,21 e Is 65,1-2, primero la Torá, luego los Profetas. Las palabras de Dt están sacadas del cántico de Moisés, con el cual Yahvé -por me(-)dio de Moisés intenta educar a Israel y anun(-)cia que será humillado por los paganos. Al ci(-)tar así Dt, Pablo insinúa una comparación entre la situación actual de Israel y lo ocurri(-)do en la época del exilio. Si fue humillado en(-)tonces, cuánto mayor será su humillación ahora; los gentiles entienden el mensaje evan(-)gélico, pero Israel se queda sin comprender.
20. En el contexto original de Is 65,1-2, las pa(-)labras del profeta de los vv. 1 -2 tienen en men(-)te a la misma gente, sean samaritanos, judíos apóstatas o simplemente judíos (acerca de es(-)to hay división de opiniones entre los comen(-)taristas del AT). Pero Pablo, influenciado por los LXX, que hablan de
ethnos, «nación», en el v. 1 y de
laos, «pueblo», en el v. 2, desdobla la referencia de los dos versículos. El primero se aplica a los gentiles; el segundo, a los judíos. Resulta evidente el contraste entre los gentiles, «la nación necia», que acepta a Cristo con fe, y los judíos, «pueblo desobediente y obstina(-)do», que se niega a creer en él. Así termina la severa crítica a Israel por parte de Pablo.
(Black, M., «The Christological Use of the Oíd Testament in the New Testament»,
NTS 18 [1971-72] 1-14. Delling, G., «Nahe ist dir das Wort»,
TLZ 99[1974] 401-12. Howard, G. E., «The Tetragram and the New Testament»,
JBL 96 [1977] 63-83. Lindemann, A., «Die Gerechtigkeit aus dem Gesetz»,
ZNW 73 [1982] 231-50. Suggs, M. J. «The Word is Near You: Romans 1:6-10 within the Purpose of the Let(-)ter»,
Christian History and Interpretation [Fest. J. Knox, ed. W. R. Farmer et al., Cambridge 1967] 289-332.)