Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento (Verbo Divino, 2004)
122 (B) Los fuertes están obligados a la caridad con los débiles (14,1-15,13). La
segunda parte de la sección parenética se ocupa de manera inmediata de cuestiones menores tales como el consumo de carne y la observancia de los días santos. Pero más fundamentalmente trata el viejísimo problema de la relación entre la conciencia escrupulosa y la bien informada, o entre la conservadora y la progresista. Pablo parece haber oído algo acerca de la Iglesia romana, y en esta parte de Rom aborda un problema local (-6 supra). Sin embargo, lo trata sólo en términos genéri(-)cos, probablemente debido a que no conoce a fondo esta Iglesia. Aunque dicho problema en sí mismo carece de importancia, brinda a Pa(-)blo la oportunidad de formular principios pru(-)dentes basados en la convicción (14,1.22.23), el amor (14,15), el ejemplo de Cristo (14,9.15;
15,3.7-8) y la lealtad del cristiano a él (15,13).
El análisis de Pablo termina con un llama(-)miento a la unidad basado en ideas importan(-)tes de la sección doctrinal.
1. acoged al que es débil en la convicción: Pa(-)blo probablemente ha oído hablar de judeocristianos escrupulosos cuyos juicios se basan en una fe insuficientemente informada. Tales personas no han captado realmente lo que sig(-)nifica la rectitud por la fe, y han procurado, por el contrario, encontrar seguridad median(-)te usos añadidos. Sin embargo, incluso esas personas pertenecen a la comunidad cristiana. Sobre
pistis, «convicción», véase el comenta(-)rio a 14,23.
sin debatir cuestiones menores: Lit., «no con el fin de discutir acerca de opi(-)niones». Se debe acoger a la persona «débil» como la acogería Dios; no debe ser sometido a disputas ociosas, puesto que dichas disputas socavan la confianza en todas partes.
2. verdu(-)ras: El primer ejemplo de Pablo atañe a un ta(-)bú alimentario. Mientras que los «fuertes» co(-)men alimentos de todas clases, los «débiles» comen sólo verduras, quizás debido a su trasfondo precristiano (cf. Dn 1; Jdt 8,6). Una vez que se ve que tal cuestión no está relacionada con los puntos esenciales de la fe cristiana, queda clara la obligación de la caridad mutua. Cada uno debe aceptar al otro como Dios lo haría.
4. criticar al siervo de otro: Se hace una advertencia al cristiano «débil»: la persona a la que uno tal vez considere laxa es en realidad miembro de la casa de Dios. Sólo Dios, en ca(-)lidad de amo de esa persona, juzgará su fraca(-)so o su éxito. De Dios proceden, tanto la acep(-)tación del débil, como la situación del fuerte.
123 5. distingue un día de otro: Otro ejem(-)plo de escrupulosidad tiene que ver con la ce(-)lebración de los días santos o días de ayuno (véanse Zac 7,5; 8,19). Los cristianos primiti(-)vos ayunaban los miércoles y los viernes (
Did 8,1;
Herm[s] 5.3.7). En cualquier caso, los cris(-)tianos «débiles» de Roma seguían distinguien(-)do tales días de los días ordinarios, mientras que los cristianos «fuertes» no se preocupaban por ellos. No hay mal alguno en mantener di(-)ferentes convicciones acerca de tales asuntos, y Pablo excluye tajantemente las disputas o los juicios críticos acerca de ellos. 6
. por el Señor: Lo que importa en todo esto es la motivación, se observen o no los días, siempre y cuando de ese modo se sirva al Señor. Obligación de un miembro de la casa del Señor es servir a su Se(-)ñor.
7. ninguno de nosotros vive para sí mismo: El acto liberador de Cristo, que libertó a los se(-)res humanos del cautiverio respecto a la ley, el pecado y la muerte (8,2), permitió a aquéllos vivir para Dios (6,10-11; Gál 2,19). Esto supo(-)ne servir a Dios en todas las cosas, y ésta es la base de la vida en la sociedad cristiana. 8
. so(-)mos del Señor: Los cristianos pertenecen a Cristo resucitado como
Kyrios y deben reco(-)nocer su relación con él (véanse 1 Cor 6,20; 7,23; 8,6).
9. Señor de muertos y vivos: Pablo formula la finalidad de la pasión, muerte y exaltación de Cristo subrayando la soberanía de éste sobre muertos y vivos, que pasaron a ser suyos a raíz de la resurrección. Es un do(-)minio universal propio del
Kyrios de todo (cf. 1 Tes 5,10; Flp 2,11). El cristiano, que tiene parte en esa redención mediante la fe y el bau(-)tismo, compartirá finalmente la gloria del Se(-)ñor resucitado (2 Cor 5,14-15).
10. juzgas: El cristiano no debe juzgar a los demás cristia(-)nos, sean débiles o fuertes,
todos hemos de comparecer ante el tribunal de Dios: Se intro(-)duce otro argumento que se hace eco del sen(-)tir de 14,4.
11. Se apoya con una combinación de citas del AT, tomadas de Is 49,18 y 45,23 (LXX). Esta última se usó en Flp 2,10-11 de manera muy cercana al significado del origi(-)nal, pues Pablo confiesa a Cristo como
Kyrios. Pero en este caso el vb.
exomologésetai se toma en el sentido de «admitir», «confesar» ante Dios como juez lo que uno ha hecho: doblar la rodilla y confesar los pecados es lo que los cristianos hacen ante Dios. Así las cosas, nin(-)guno de ellos debe atreverse a juzgar a los de(-)más.
124 14,13-15,6. Llegamos a la parte prin(-)cipal de la exhortación de Pablo, dirigida a los «fuertes». Los principios enunciados, sin em(-)bargo, son genéricos y se pueden aplicar a to(-)dos.
14. nada es de suyo impuro: Este versícu(-)lo es algo parentético y expone un principio que sigue vigente en el resto de la discusión. Tal principio se puede relacionar con el de 14,6. Tal vez se haga eco del dicho de Jesús (Mt 15,11) acerca de la distinción farisaica entre cosas «puras» e «impuras» («que contaminan» o «que no contaminan») (cf. Lv 17,15; Str-B 1. 718). De suyo, la realidad creada no es ni una cosa ni otra, pero la valoración que de ella hace la persona se convierte en la guía de sus actos.
15. tu conducta ya no está regida por el amor: Este versículo retoma la idea de 14,13, pero en este momento Pablo introduce la principal consideración, la caridad o el amor. Aunque para los fuertes ningún alimento es impuro, el interés por el «hermano» (= otro cristiano) hará que los fuertes tengan en cuen(-)ta los aspectos sociales de su opinión y sus ac(-)tos.
no destruyas con tu comida a uno por quien murió Cristo: El «hermano» débil, que sigue los dictados de su conciencia, tal vez se apene al ver a cristianos que aceptan ciertas clases de alimentos. Los fuertes, al alardear ante los dé(-)biles de sus conciencias bien informadas o emancipadas, no están dando muestras de ca(-)ridad. Pablo invita a los cristianos a renunciar a su legítima pretensión de libertad por el bien del que es débil (véase 14,20).
16. no dejéis que vuestro privilegio sea criticado como malo: Lit., «no dejéis que vuestro bien sea calificado de malo». El «bien» es la libertad cristiana, que Pablo reconoce plenamente, aunque se niega a permitir su afirmación a costa del sufrimiento de otro. Podría perder su preciada cualidad y quedar desacreditada.
125 17. rectitud, paz y gozo en el Espíritu Santo: La esencia del reino no consiste en la li(-)bertad respecto a cosas tales como las reglas alimentarias, sino en la libertad del cristiano para reaccionar ante las mociones del Espíri(-)tu que habita en él. Tres cualidades -dos de las cuales se hacen eco de ideas clave de la sec(-)ción doctrinal de Rom, rectitud (caps. 1-4) y paz (5,1; 8,6) proceden de las mociones del Espíritu y son los requisitos de la conducta cristiana en el reino. En Gál 5,13 Pablo acon(-)seja a los cristianos que sean esclavos unos de otros con amor debido a su recién hallada li(-)bertad cristiana (véanse 1 Cor 8,1; 10,23).
20. por un alimento: Pablo repite en sustancia el v. 15b. Más importante que el derecho a comer o a celebrar es la obligación del cristiano de no destruir la «obra de Dios» haciendo que un hermano débil tropiece. Dentro del contexto, la «obra de Dios» probablemente hace refe(-)rencia al hermano débil, pero también puede referirse a la unidad de la comunidad cristia(-)na, que podría quedar deshecha por una insis(-)tencia en exageradas reivindicaciones de liber(-)tad carentes de respeto por los demás (cf. 1 Cor 3,9).
21. Véase 1 Cor 8,13.
22. mantén la convicción que tienes entre tú y Dios: La clara percepción y la convicción que el cristiano «fuerte» tiene de la bondad moral de una de(-)terminada obra debe guiarle cuando quiera que examine su conducta ante Dios. Esta es la norma cuando un acto se considera entre uno mismo y Dios. Pero las consideraciones socia(-)les pueden obligarle a modificar su conducta ante los demás,
quien no tiene razones para condenarse por lo que aprueba: Se pronuncia una bienaventuranza sobre quien no tiene car(-)gos de conciencia por una decisión práctica, la de comer o no comer.
23. todo lo que no pro(-)cede de la convicción es pecado: Lit., «todo lo que no es de convicción». En este caso,
pistis tiene el mismo valor que en los vv. 1.22. Pese a E. Kasemann (
Romans 379), no denota la fe que justifica. Se debe entender más bien como «convicción» (con O. Bardenhewer, E. Best, Cranfield, Lietzmann, Sanday-Headlam). Ade(-)más, «todo» se ha de entender en sentido res(-)tringido, referido a los ejemplos mencionados por Pablo en este párrafo. La
pistis es, pues, la perspectiva que en esos casos permite al cris(-)tiano juzgar ante Dios los actos. Cualquier co(-)sa que se haga en contra de la convicción de la propia conciencia será pecaminosa (- 9 su(-)pra).