Ver contexto
Pero tú, Yahvé, reinas por siempre,
tu memoria alcanza de edad en edad.
(Salmos 102, 13) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

אַתָּ֣ה‎(אַתָּה)

Hebrew|ʔattˈā|you

Part-of-speech: personal pronoun
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H859] [a.er.ab] [189]
[אתה] [GES834] [BDB898] [HAL918]

תָ֭קוּם‎(קוּם)

Hebrew|ˈṯāqûm|arise

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H6965] [s.av.aa] [1999]
[קום] [GES6922] [BDB7618] [HAL7552]

תְּרַחֵ֣ם‎(רָחַם)

Hebrew|tᵊraḥˈēm|have compassion

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: pi“el


[H7355] [t.bz.ad] [2146]
[רחם] [GES7320] [BDB8055] [HAL7969]

צִיֹּ֑ון‎(צִיֹּון)

Hebrew|ṣiyyˈôn|Zion

Part-of-speech: proper noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6726] [r.bt.ad] [1910]
[ציון] [GES6666] [BDB7347] [HAL7279]

כִּי‎(כִּי)

Hebrew|kî-|that

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3588] [k.bg.aa] [976]
[כי] [GES3481] [BDB3883] [HAL3852]

עֵ֥ת‎(עֵת)

Hebrew|ʕˌēṯ|time

Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6256] [p.dt.ac] [1650b]
[עת] [GES6164] [BDB6822] [HAL6754]

לְ֝‎(לְ)

Hebrew|ˈl|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

חֶֽנְנָ֗הּ‎(חָנַן)

Hebrew|ḥˈennˈāh|favour

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: unknown
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: infinitive (construct)
Verbal stem: qal


[H2603] [h.dz.aa] [694]
[חנן] [GES2519] [BDB2823] [HAL2809]

כִּי‎(כִּי)

Hebrew|kî-|that

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3588] [k.bg.aa] [976]
[כי] [GES3481] [BDB3883] [HAL3852]

בָ֥א‎(בֹּוא)

Hebrew|vˌā|come

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H935] [b.ap.aa] [212]
[בוא] [GES919] [BDB997] [HAL1011]

מֹועֵֽד‎(מֹועֵד)

Hebrew|môʕˈēḏ|appointment

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4150] [j.cb.ac] [878b]
[מועד] [GES4077] [BDB4545] [HAL4479]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Salmo 102 (Vg 101): Suplica de Restauración de Sion.
E ste poema se divide en tres partes: a) oración de penitencia de un afligido que está en peligro de muerte y que es objeto de hostilidad por parte de gentes impías (1-13); b) súplica de liberación de la cautividad y de restauración de Sión (14-23); c) continuación de la súplica del afligido pidiendo que no le deje morir a la mitad de sus días (24-29). De este contenido se deduce que la segunda sección ha sido insertada, dando un sentido colectivo a una oración que primeramente tenía una proyección puramente individual. El estilo de la sección individual y el de la colectiva son diferentes: el primero es melancólico y cansino, mientras que el segundo es elocuente y vivo. La parte relativa a la restauración de la nación refleja el estado de ánimo del que está todavía en el destierro y ansia la rehabilitación total de su nación. Esta parte del salmo, pues, está compuesta en los días aciagos del cautiverio babilónico. La primera y última sección parecen ser anteriores, aunque no se puede determinar con exactitud la fecha de su composición.

Queja confiada de un afligido (1-13).
1 Plegaria de un afligido que desfallece y se lamenta ante Yahvé. 2 Escucha, ¡oh Yahvé! mi oración y llegue a ti mi clamor. 3 No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; inclina tus oídos a mí: cuando te invoco, apresúrate a oírme. 4 Pues se desvanecen como humo mis días y se tuestan mis huesos como en horno. 5 Marchitado como hierba se deseca mi corazón, pues me olvido de comer mi pan. 6 Por la voz de mi gemido se pegan mis huesos a la piel. 7 Me asemejo al pelícano del desierto; soy como buho entre las ruinas. 8 Me desvelo y sollozo como pájaro solitario sobre el tejado. 9 Todo el día se burlan de mí mis enemigos, se enfurecen contra mí y me execran. 10 Como el pan como si fuera ceniza, y mi bebida se mezcla con lágrimas. 11 Por tu indignación y tu ira, porque me cogiste y me lanzaste, 12 mis días son como sombra que se inclina, y me seco como hierba. 13 Pero tú, Yahvé, te sientas en tu trono por siempre, y tu memoria permanece por generaciones y generaciones.

El título del v.1 es único en su género en el Salterio. Es adición del compilador para facilitar su recitación entre los piadosos.
El poeta inicia su oración con frases estereotipadas en el género salmódico para atraerse la atención divina 1. Consciente de su debilidad, pide al Todopoderoso que preste oído a su situación angustiosa, pues es el único que puede liberarle de ella. Con bellas metáforas describe su vida triste, cuyos días se desvanecen como humo 2; consumido por la fiebre, sus huesos están como tostados al horno.
El centro de su vida el corazón va perdiendo fuerza y marchitándose como hierba 3. En su dolor se olvida de comer, y a fuerza de gritar se consume su vigor, pegándose sus huesos a la piel (v.6). Apartado de la vida social, se considera como un pelicano, que mora en zonas esteparias y desérticas, y al buho, que habita entre ruinas 4. Desvelado, pasa las noches gimiendo, como pajaro nocturno sobre el tejado. Su desolación aumenta al ser blanco de las burlas de sus enemigos, que le consideran abandonado de su Dios, en el que tanto confiaba 5. Su comida se condimenta con lagrimas y ceniza, símbolo del duelo 6.
Pero esta triste situación tiene por causa al mismo Dios, que se ha dejado llevar de su ira, que le ha cogido y lanzado lejos como un huracán (v.11). Su vida se desliza así triste, y se inclina como sombra al atardecer y pronta a desaparecer cuando el sol se sumerge en el horizonte7. Con un nuevo símil, se presenta como hierba marchitada y seca, que no sirve más que para el fuego 8. Pero, a pesar de esta postración y agotamiento, tiene conciencia de que el Todopoderoso sigue rigiendo el curso de la historia desde su trono celeste, y, por tanto, su huella y memoria permanecerá por siempre. El salmista, en medio de su postración, sabe que la omnipotencia divina puede salvarle, y, por eso, el pensamiento de su Dios le reanima, pues sabe que no le puede abandonar.

Súplica de liberación de la cautividad (14-23).
14 Tú te alzarás y tendrás misericordia de Sión, porque tiempo es ya de que le seas propicio, pues ha llegado el plazo. 15 Porque aman tus siervos sus piedras y se compadecen de sus ruinas. 16 Entonces temerán las gentes el nombre de Yahvé, y todos los reyes de la tierra tu gloria, 17 Cuando reedifique Yahvé a Sión, cuando aparezca en su gloria 18 y, volviéndose a la oración de los despojados, no desprecie su plegaria, 19 esto se escribirá para la generación posterior, y un pueblo nuevo alabará a Yahvé. 20 Pues se ha inclinado desde su excelsa santa morada, mirando Yahvé desde los cielos a la tierra 21 para escuchar el gemido de los cautivos y librar a los destinados a la muerte 9, 22para que sea anunciado en Sión el nombre de Yahvé y sus alabanzas en Jerusalén, 23 cuando se congreguen juntos los pueblos y los reinos para servir a Yahvé.

El v.13 puede considerarse como adición redaccional para empalmar la plegaria individual anterior con la súplica colectiva por la nación que sigue.
La perícopa de los v. 14-23 refleja otra situación del salmista, pues éste aparece preocupado, no de sus problemas angustiosos personales peligro de vida y objeto de la persecución de sus enemigos sino de la triste suerte reservada a la comunidad israelita que está en la cautividad, mientras la ciudad santa de Yahvé, Sión, está en ruinas.
Consciente de la omnipotencia divina y de la fidelidad de Yahvé a sus promesas, el salmista acude a su Dios para que se alce como supremo Juez a hacer justicia a su pueblo humillado. Ha llegado el tiempo propicio para dar cumplimiento a las promesas hechas a su pueblo a través de sus profetas 10. Y, por otra parte, el plazo del exilio se ha cumplido, conforme a los antiguos vaticinios 11. Otra razón de índole sentimental que debe mover a Dios a intervenir en favor de Israel es que sus siervos los judíos sienten veneración por las piedras de la ciudad santa, donde en otro tiempo moraba Yahvé, y se acuerdan compasivamente de sus ruinas, que ansiosamente desean restaurar (v.15). Por otra parte, la restauración de Jerusalén señalará el momento de la conversión de los pueblos gentiles. La manifestación poderosa de Yahvé en favor de su pueblo les abrirá los ojos, y le reconocerán entonces como Dios único. Es éste un pensamiento que aparece reiteradamente en la segunda parte del libro de Isaías 12.
La reedificación de Sión señalará una nueva era en la vida de Israel y de las naciones. Esta restauración de la ciudad santa será la manifestación de la gloria o poder de su Dios, que ha aceptado la plegaria de los despojados, o israelitas humillados y desterrados de su tierra. Este nuevo portento será recordado a las generaciones futuras y dará lugar a la formación o creación de un nuevo pueblo (el texto hebreo dice literalmente: y un pueblo creado alabará...) que estará vinculado permanentemente a su Dios, al que sin cesar alabara. Es la perspectiva de los cielos nuevos y la tierra nueva de que se habla en Isa_65:17. El nuevo orden de cosas traerá una transformación de la naturaleza y délos corazones13. La perspectiva, en el fondo, es mesiánica, ya que el salmista alude a la conversión de los pueblos paganos, que acudirán en masa a Jerusalén, conforme a los antiguos vaticinios 14. La restauración de Sión precedida de la liberación de los cautivos señalará la hora de la atracción de los gentiles para ser incorporados a la nueva teocracia 15.

Nueva plegaria del afligido (24-29).
24 En el camino quebrantó mis fuerzas, abrevió mis días. 25 Yo digo: Dios mío, no me lleves en la mitad de mis días, tú cuyos años son generaciones y generaciones. 26 En tiempos antiguos fundaste la tierra, y obra de tus manos son los cielos; 27 pero éstos perecerán y tú permanecerás, mientras todos se gastan como un vestido. Los mudas como un vestido, y se cambian. 28 Pero tú siempre eres el mismo, y tus años no tienen fin. 29 Habitarán los hijos de tus siervos allí y permanecerá ante ti su posteridad.

El salmista vuelve a su situación personal lo que indica que el fragmento anterior es una incrustación redaccional y se queja a su Dios de que su vida se acorte, cuando aún podía esperar largos días. Confiado en el poder taumatúrgico de su Dios, suplica que le permita continuar normalmente su vida. Esta, en comparación con la existencia de los cielos y de la tierra, resulta ridicula; pero la permanencia de éstos frente a la eternidad de Dios resulta también efímera. Yahvé, en su omnipotencia, cambia los cielos y la tierra con la facilidad con que se muda un vestido. Los cielos y la tierra se gastan como una prenda de vestir; en cambio, Dios permanece para siempre: es siempre el mismo 16. Los años no dejan huella en su existencia.
El v.29 parece desplazado, y encuentra su lugar apropiado después del v.21, donde se habla de la restauración de Jerusalén, con la consecuente repatriación de los cautivos. En la ciudad santa encontrarán los siervos de Yahvé su morada propia y permanente, y su descendencia gozará de la protección divina, sin miedo a ser expulsados de su sagrado recinto.

1 Cf. Sal_39:13; Sal_69:18. 2 Cf. Sal_37:21; Stg_4:14. 3 Cf. Sal_22:16; Jer_20:10. 4 Cf. Isa_34:11; Sofá,14. 5 Cf. Sal_42:11; Sal_44:14. 6 Cf. Sal_43:4; Sal_80:6; Job_2:8; Lam_3:16; Eze_27:30. 7 Cf. Jer_6:4. 8 Cf. Isa_40:7; Stg_1:11. 9 Lit. hijos de la muerte. 10 Cf. Lam_5:19; Isa_30:18; Isa_49:13; Jer_30:18; Jer_31:20; Zac_1:12. 11 Cf. Jer_29:10; Isa_40:2; Hab_2:3. 12 Cf. Is 0.40-48; Hab_59:19; Hab_60:3. 13 Cf. Jer_30:2; Isa_43:21; Sal_22:32. 14 Cf. Isa_2:2-24; Miq 4:1s. 15 Cf. Isa_42:7; Isa_61:1; Sal_79:12. 16 Cf. Deu_32:39; Isa_41:4; Isa_43:10.13; Isa_46:8; Isa_47:12.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Salmo 102. Pedido Rehusado, Oracion Contestada

No existe la oración no contestada. A veces la respuesta es no, pura y sencillamente, cuando, a la luz de la sabiduría perfecta, nuestro pedido es una tontería. Con frecuencia la respuesta es todavía no, cuando nuestros tiempos no concuerdan con los tiempos de Dios. El pedido de Elías de morir ha de haber sido (1 Rey. 19:4) recibido en el cielo con una sonrisa y las palabras: No seas tonto. ¡No morirás ahora ni nunca! El Salmo se desenvuelve dentro de estos parámetros. El pedido del salmista de poder vivir sobre la tierra para ver cumplido su anhelo, recibe un no como respuesta (23, 24); para su confianza de que el momento de recibir respuesta a su oración había llegado (13), la respuesta es todavía no; en cuanto a lo que realmente pidió para Sion la respuesta fue: ¡No seas tonto! ¡Espera y verás!

No sabemos quién fue el autor y cuándo vivió. Muchos comentaristas interpretan que piedras y polvo (14) se refieren a la destrucción babilónica de Jerusalén y ubican al Salmo en el exilio. Pero, hasta donde sepamos, los exiliados en Babilonia no eran prisioneros, ni bajo sentencia de muerte (21); en realidad, las condiciones eran muy tolerables (Jer. 29) y al final, sólo una minoría estuvo dispuesta a partir (Esd. 1). Es difícil, entonces, ver al autor entre los exiliados y resulta más fácil ubicarlo dentro de alguna crisis anterior cuando la ciudad sufrió daños y fue testigo de cómo sus conciudadanos eran llevados a las incertidumbres de la esclavitud. Sea como fuere, frente a lo que él creía sería una muerte prematura (23, 24), y anhelando ver a Sion restaurada en toda su gloria y como centro de toda la tierra (12– 22), dio forma a esta poderosa oración. Es, sin duda, el afligido del título (oprimido, abatido, 6– 8), desmayando al ir abandonándole las fuerzas, pero conociendo a un Dios a quien puede expresar su lamento (sus preocupaciones).

Su grito inicial pidiendo ser escuchado (1, 2) va seguido de una poesía independiente cuyo paréntesis (mis días, 3, 11) anuncia su tema. Nótese la estructura que forma el eje de esta poesía: vv. 3, 11, la vida que se esfuma; vv. 4 y 5, 9 y 10 (conectados con la referencia al pan) describen cómo está desanimado con la vida (4 y 5) y que esto se debe a la ira divina (9, 10); el eje (6– 8) enfatiza soledad, de día y de noche, y aislamiento en medio de los enemigos. No confiesa pecado sino que infiere estar atrapado en un gran enojo de Dios, un cambio de su favor anterior (me levantaste) a su presente humillación (me arrojaste).

En la poesía central del Salmo (12– 22) reflexiona en la grandeza del Señor y en la gloria de sus propósitos. Esta también es una poesía eje. Comienza con el Señor entronizado para siempre (12) y termina con el Señor siendo adorado por todos los pueblos (22); los vv. 13, 21 enfocan a Sion, la ciudad favorecida por el Señor de donde recibirá alabanza; los vv. 14, 20 comparten el tema de la compasión. Sus siervos están actuando con poca preocupación por el estado arruinado de Sion pero la compasión del Señor incluye a los necesitados de la tierra; los vv. 15, 19 comparten el tema de el Señor y la tierra; toda la tierra todavía habrá de reverenciarlo (15) pero esto será el resultado de su estudio interesado por sus necesidades; los vv. 16, 18 afirman que Yahweh edificará a Sion, que estará presente personalmente en gloria y que creará a un pueblo para su alabanza; y el eje (17) adjudica toda la gloria a la oración contestada.

El Señor cumple sus propósitos más selectos e infalibles por medio de las oraciones de su pueblo. El cambio abrupto de la necesidad humana (3– 11) a la gloria divina (12– 22) es típico de los Sal. (p. ej. 74:1– 11, 12– 17). En aquel entonces, al igual que ahora, la manera de encarar las presiones dominantes de la vida es fijar los ojos en Cristo: renovarnos en la visión de Dios (12, 22), en sus intenciones (13– 16, 18– 21) y en el poder y el lugar de la oración (17).

Pero el salmista habla por nosotros también de otra manera: percibe una muerte prematura, lit.: El humilló mi fuerza en el camino (23). Estaba aún caminando vigorosamente por el camino de la vida cuando la acción divina le causó debilidad. En esta circunstancia recurrió a la oración (24), lit. No me levantes (cf. 2 Rey. 2:1, 11). ¡Qué diferente es la vida de Dios! ¿Puede Dios, el Eterno, realmente percibir cuán dolorosamente nos afecta la brevedad de la vida cuando sentimos, como Moisés (Deut. 3:23, 24), que hemos chapoteado apenas en la superficie del plan divino y anhelamos estar allí cuando sea consumado?

Es claro, estaba seguro de que Dios sería fiel a sus propósitos y que al llegar la consumación (28) los hijos de tus siervos allí estarían, disfrutando y establecidos en su presencia. El eterno Dios es eternamente el mismo (27).

Pero ¿y yo? Es aquí donde el Eterno sonrió: ¡No seas tonto! ¡Si lo supieras! Porque las palabras que su siervo decaído le dirigió aunque no lo sabía eran las mismas palabras que el propio Señor había dirigido a su Hijo (Heb. 1:10– 12) al planear juntos una consumación mucho más maravillosa que la que había anhelado el salmista: de que su propia experiencia de debilidad, sufrimiento, enemistad y aun la ira de Dios sería recapitulada cuando el Hijo se hiciera carne y cargara con nuestro pecado y marcara el comienzo del reino que no puede ser sacudido y la Sion auténtica, celestial (Heb. 2:9– 18; 4:15; 5:7, 8; 9:11– 14; 12:22– 24, 26, 27). Cuando el salmista finalmente pudo ver su experiencia y sus palabras a la luz del Hijo de Dios, ¿no se habrá alegrado que el Señor rechazara su pedido pero escuchara su oración?

King James Version (KJVO) (1611)



Psalm CII.

1 The Prophet in his prayer maketh a grieuous complaint. 12 He taketh comfort in the eternitie and mercie of God. 18 The mercies of God are to be recorded. 23 He sustaineth his weakenesse by the vnchangeablenes of God.
A prayer [ Or, for.] of the afflicted when he is ouerwhelmed, and powreth out his complaint before the Lord.
1 Heare my prayer, O Lord: and let my crie come vnto thee.
2 Hide not thy face from me in the day when I am in trouble, incline thine eare vnto me: in the day when I call, answere mee speedily.
3 For my dayes are consumed [ Or, (as some reade) into smoke.] like smoke: and my bones are burnt as an hearth.
4 My heart is smitten, and withered like grasse: so that I forget to eate my bread.
5 By reason of the voice of my groning, my bones cleaue to my [ Or, flesh.] skinne.
6 I am like a Pelican of the wildernes: I am like an owle of the desert.
7 I watch, and am as a sparowe alone vpon the house top.
8 Mine enemies reproch me all the day: and they that are mad against me, are sworne against me.
9 For I haue eaten ashes like bread: and mingled my drinke with weeping.
10 Because of thine indignation and thy wrath: for thou hast lifted me vp, and cast me downe.
11 [ Isa_40:6; Jam_1:10.] My dayes are like a shadow, that

[A prayer of the afflicted.]


eclineth: & I am withered like grasse.
12 But thou, O Lord, shalt endure for euer: and thy remembrance vnto all generations.
13 Thou shalt arise, and haue mercie vpon Zion: for the time to fauour her, yea the set time is come.
14 For thy seruants take pleasure in her stones: and fauour the dust therof.
15 So the heathen shall feare the Name of the Lord: and all the kings of the earth thy glory.
16 When the Lord shall build vp Zion: he shall appeare in his glory.
17 He will regard the prayer of the destitute, and not despise their prayer.
18 This shall be written for the generation to come: and the people which shall be created, shall praise the Lord.
19 For hee hath looked downe from the height of his Sanctuarie: from heauen did the Lord beholde the earth:
20 To heare the groning of the prisoner: to loose [ Hebrew: the children of death.] those that are appointed to death:
21 To declare the Name of the Lord in Zion: and his praise in Ierusalem:
22 When the people are gathered together: and the kingdomes to serue the Lord.
23 He [ Hebrew: afflicted.] weakened my strength in the way: he shortened my dayes.
24 I said, O my God, take me not away in the midst of my dayes: thy yeres are throughout all generations.
25 [ Heb_1:10.] Of old hast thou laid the foundation of the earth: and the heauens are the worke of thy hands.
26 They shall perish, but thou shalt [ Hebrew: stand.] indure, yea all of them shall waxe old like a garment: as a vesture shalt thou change them, and they shalbe changed.
27 But thou art the same: and thy yeeres shall haue no end.
28 The children of thy seruants shal continue: and their seed shall be established before thee.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Lamentación individual con súplica colectiva de confianza. En medio de la lamentación individual (4-12. 24-28) se ha insertado una súplica nacional (13-23); el himno se abre con una invocación inicial (2s). Tanto el poeta como la ciudad están en un grave aprieto: aquél es un mar de penas (4-12); ésta, un cúmulo de ruinas (13-23). La vida humana es transitoria y muy finita; limita con la enfermedad y con la muerte. Un conjunto de comparaciones expresan con lirismo los males de la existencia, sobre todo las dolencias (4-6) y la soledad (7s). Tras estas dolorosas experiencias está la mano de Dios, su ira (11), y el poeta llega a la conclusión de que su vida es tan breve y seca como la del heno (12). Esta experiencia del dolor y de la soledad se agranda y ensancha cuando se contempla la ciudad reducida a polvo, del que se apiada el poeta (15). ¿No deberá compadecerse también Dios, cuya vida no se mide por años, sino que es eterno? (13s). «¡Se ha cumplido el plazo!» (14c). Llega el tiempo del consuelo y de la reconstrucción (17). Cuando esto suceda, cuando Dios se incline desde el cielo (20), para escuchar y actuar, ha de ponerse por escrito la actuación divina (19). Otros leerán lo escrito, respetarán el Nombre del Señor (16), servirán al Señor (23)... En fin, el tiempo y lo eterno, la dimensión individual y la colectiva forman el zurcido de este salmo, que finaliza con una confesión de esperanza (29). Heb_1:10-12 cita los versículos 26-28 del salmo (según los LXX) para exaltar la dignidad del Hijo de Dios. Ante el caos social y ante una muerte prematura podemos orar con este salmo, ratificando nuestra esperanza: «Los hijos de tus siervos tendrán una morada» (29).

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



12. "Como sombras que se agrandan": alusión a la puesta del sol y a la llegada de la noche, cuyas sombras simbolizan la muerte.

19. Ver 22. 31-32.

25. "No me lleves en la mitad de mi vida": la muerte prematura de los justos era un enigma para los antiguos israelitas, que aún no tenían ideas claras sobre la vida futura. Ver Isa_38:9-20.

26-28. Ver Heb_1:10-12.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*102 Lamentación individual con súplica colectiva de confianza. El mal del salmista, semejante al de la ciudad (enfermedad, abandono, acoso, injurias, destrucción), origina la invocación. Heb 1:10-12 cita los v. Sal 102:26-28 del salmo (según los LXX) para exaltar la dignidad del Hijo de Dios.

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

— ya se ha cumplido: El salmista dirige su mirada a Sión (Sal 102:13-22) y pone así de relieve el paralelismo existente entre la situación de la ciudad desolada y su propia desgracia, entre la reconstrucción de Jerusalén y su salvación personal.

Nueva Traducción Viviente (Tyndale House, 2009)

En hebreo Sión; también en Sal 102:16.

Torres Amat (1825)



SALMO 102 (101)

[10] Alude a la ceniza que esparcían sobre su cabeza en señal de penitencia. Sal 42 (41), 4.

[27] Is 51, 6; Hebr 1, 10-12.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



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