Ver contexto
Ordenó que llegara la langosta
y el pulgón en número incontable;
(Salmos 105, 34) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

אָ֭מַר‎(אָמַר)

Hebrew|ˈʔāmar|say

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H559] [a.ea.aa] [118]
[אמר] [GES535] [BDB564] [HAL587]

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יָּבֹ֣א‎(בֹּוא)

Hebrew|yyāvˈō|come

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: qal


[H935] [b.ap.aa] [212]
[בוא] [GES919] [BDB997] [HAL1011]

אַרְבֶּ֑ה‎(אַרְבֶּה)

Hebrew|ʔarbˈeh|locust

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H697] [t.ai.ab] [2103a]
[ארבה] [GES683] [BDB724] [HAL748]

וְ֝‎(וְ)

Hebrew|ˈw|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יֶ֗לֶק‎(יֶלֶק)

Hebrew|yˈeleq|locust

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3218] [j.bq.ab] [870a]
[ילק] [GES3109] [BDB3471] [HAL3449]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

אֵ֣ין‎(אַיִן)

Hebrew|ʔˈên|[NEG]

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H369] [a.cz.aa] [81]
[אין] [GES364] [BDB387] [HAL401]

מִסְפָּֽר‎(מִסְפָּר)

Hebrew|mispˈār|number

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4557] [o.ck.ah] [1540f]
[מספר] [GES4474] [BDB4987] [HAL4905]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Salmo 105 (Vg 104): Fidelidad de Dios a la Alianza.
E n este salmo se trata de cantar la fidelidad de Dios al pacto contraído con Abraham relativo a la posesión de la tierra de Canaán por su descendencia l. El poeta señala las diversas vicisitudes del pueblo hebreo desde los tiempos patriarcales hasta la instalación en la tierra prometida, pasando por la dura esclavitud de Egipto y su maravillosa liberación bajo la égida de Moisés. Pero la posesión de la tierra de Ganaán no constituye más que las primicias de otro dominio más amplio sobre los pueblos por parte de la progenie de Abraham. Esta historia privilegiada exige por parte de los israelitas una fidelidad extrema a los preceptos de su Dios. El salmista no relata los castigos que a través de los siglos sufrió la comunidad hebrea, como aparece en otras composiciones del Salterio, sino que se limita a destacar la benevolencia y protección divina hacia el pueblo elegido. Así, pues, este salmo es fundamentalmente de acción de gracias y de instrucción para los israelitas. El salmo siguiente, en cambio, es de penitencia. Es como el reverso de éste, pues en él se describen las rebeldías contra Yahvé del pueblo a través de la historia, las infidelidades a su vocación excepcional. En el salmo 105 prevalece un acento didáctico-admonitorio, juntamente con un tono eucarístico.
Los 15 primeros versos aparecen en 1Cr_16:8-22, donde se habla de la organización del culto por David bajo la dirección de Asaf. Como salmo 96, también éste parece una inserción en dicho capítulo relativo al traslado del arca a Jerusalén. Generalmente se sostiene entre los comentaristas la fecha de composición postexílica para el salmo 106. Podemos dividirlo en cuatro secciones: a) invitación a los descendientes de Abraham a alabar a Yahvé por su fidelidad a la alianza (1-12); b) protección sobre los patriarcas, particularmente sobre Jacob en Egipto al encumbrar a José (13-24); c) castigo de los egipcios por oprimir a los israelitas: las plagas (25-36); d) protección de los israelitas en el desierto e instalación en Canaán (37-45).

Invitación a alabar a Yahvé por su fidelidad (1-11).
1 Alabad a Yahvé, invocad su nombre, dad a conocer entre los pueblos sus proezas. 2 Cantadle y entonadle salmos, referid todas sus maravillas, 3 Gloriaos en su santo nombre, alégrese el corazón de los que buscan a Yahvé. 4 Buscad a Yahvé y su poder, buscad siempre su rostro. 5 Recordad las maravillas que ha obrado, sus prodigios y las sentencias de su boca. 6 Vosotros, descendencia de Abraham, su siervo; hijos de Jacob, su elegido. 7 El es Yahvé, nuestro Dios, y sus juicios (prevalecen) en toda la tierra. 8 Se acordó siempre de su alianza y de la promesa decretada por mil generaciones; 9 el pacto hecho con Abraham, y su juramento a Isaac; 10 y confirmó a Jacob como ley firme, y a Israel como alianza eterna 11diciendo: Yo te daré la tierra de Canaán como lote de vuestra heredad.

Los LXX colocan el aleluya del salmo anterior al principio de éste, exactamente como en el salmo 106. De este modo, ambos salmos empezarían y terminarían por la palabra aleluya, que significa alabad a Yahvé. El v.1 está tomado de Isa_12:4 y refleja el estado eufórico del poeta, que quiere recordar los portentos de Yahvé en favor de su pueblo. Insistentemente invita a sus compatriotas a alegrarse en el Señor y a vivir vinculados a El, pues forman la porción selecta entre todos los pueblos. Las sentencias de su boca son los decretos punitivos que ha decidido contra los enemigos de Israel a través de la historia. Esta conducta no es sino la confirmación de la alianza que había hecho con el gran antepasado Abraham, en la que iba implicada una promesa de protección y bendición a través de las generaciones (v.8). Pero, además, en el pacto con Abraham le prometió dar a sus descendientes la tierra de Canaán 2. Esta promesa fue confirmada a Isaac 3 y a Jacob al ir y volver de Padán Aram 4.

Protección a los patriarcas (12-24).
12 Aunque eran pocos en número, casi como nada, y extranjeros en ella, 13 pasaron de una a otra nación y de un reino a otro pueblo. 14 No dejó que nadie los oprimiera, y castigó por ellos a reyes: 15 No toquéis a mis ungidos, no hagáis mal a mis profetas. 16 Llamó al hambre sobre aquella tierra, hizo que faltara todo mantenimiento 5 17 y mandó delante de ellos a un varón, a José, vendido como esclavo. 18 Fueron puestos en el cepo sus pies, y fue encadenado con hierros; 19 hasta que se realizó su presagio y le acreditó la palabra de Yahvé. 20 Mandó el rey que lo soltasen; el dominador de pueblos le dejó en libertad; 21 y le hizo señor de su casa y soberano de todas sus posesiones, 22para instruir a su agrado a los príncipes y enseñar sabiduría a los ancianos. 23Y vino Israel a Egipto, habitó Jacob en la tierra de Cam; 24 y multiplicó grandemente su pueblo e hizo que fuesen más fuertes que sus opresoras.

El salmista recalca cómo el pequeño clan de los abrahámidas se fue multiplicando en una vida trashumante de nación en nación, siempre en calidad de extranjeros y despreciados de las poblaciones sedentarias por donde atravesaban. Con todo, no permitió Dios que los oprimieran, castigando incluso a los reyes que se atrevieron a usurpar la esposa de Abraham 6. Ellos eran sus ungidos consagrados a El con un pacto solemne y sus profetas, pues eran sus íntimos, a los que comunicaba sus secretos. Abraham es llamado por ello profeta por el mismo Dios en el sueño de Abimelec7.
Después el salmista recuerda la historia de José en Egipto y las circunstancias que movieron a los hijos de Jacob para establecerse en la tierra de los faraones. La narración sigue, en todo, el relato bíblico conocido: José providencialmente vendido, encarcelado y encumbrado en Egipto para ser después protector de su familia 8.

Las plagas de Egipto (25-36).
25 Cambió su corazón para que odiaran a su pueblo y para vejar dolosamente a sus siervos. 26 Mandó a Moisés, su siervo, y a Aarón, su elegido. 27 E hizo por medio de ellos sus prodigios y sus portentos en la tierra de Cam. 28 Mandó a las tinieblas, y se hizo oscuro; pero se rebelaban contra sus órdenes; 29 convirtió en sangre sus aguas, y mató sus peces. 30 Hormigueó de ranas su tierra, hasta en las cámaras de sus reyes. 31 Mandó, y vinieron los tábanos y los mosquitos a todas sus regiones. 32 Les dio granizo en vez de lluvia, y llamas de fuego sobre su tierra. 33 Y abatió sus viñas y sus higuerales, destrozando los árboles de su territorio. 34 Mandó, y vino la langosta y el pulgón en gran número, 35 que royeron toda la hierba de su país y devoraron los frutos del campo. 36 E hirió a todos los primogénitos en su tierra, las primicias de su vigor viril.

Conforme a la mentalidad semita, atribuye el salmista directamente a Dios la persecución de los hebreos, pues cambió su corazón para que odiaran a su pueblo. Los hagiógrafos prescinden de lo que nosotros llamamos causas segundas, y, sin distinguir entre voluntad permisiva y positiva, atribuyen todo a Dios, pues sin su beneplácito nada tiene lugar en este mundo. Después narra el salmista la historia de las intervenciones milagrosas de Moisés y de Aarón en favor de su pueblo y lo relativo a las plagas de Egipto según el relato del éxodo 9. La plaga de las tinieblas ocupa en el relato del éxodo el noveno lugar, mientras que aquí se pone la primera. No se mencionan la quinta (enfermedad sobre los animales) y la sexta (pústulas eruptivas sobre animales y hombres). También se invierte el orden de la tercera y la cuarta. El poeta, pues, con cierta libertad, va describiendo los portentos, sin sujetarse literalmente a la narración del éxodo, pero insistiendo en su carácter punitivo sobre los enemigos del pueblo elegido.

Protección de los israelitas en el desierto e instalación en Canaán (37-45).
37 Y sacólos con plata y oro, y no había entre sus tribus ningún rezagado. 38 Alegróse Egipto de su partida, porque se había apoderado de ellos su terror. 39 Les tendió como cubierta una nube, y un fuego para alumbrarlos en la noche. 40 A su petición hizo venir las codornices, y los sació de pan del cielo. 41 Hendió la roca y brotaron las aguas, que corrieron como un río por el desierto. 42 Porque se acordó de su santa promesa y de Abraham, su siervo. 43 Así sacó a su pueblo en alegría y a sus elegidos llenos de gozo. 44 Y les asignó las tierras de las gentes, y se posesionaron de las haciendas de los pueblos, 45 para que guardaran sus preceptos y observaran sus leyes. Aleluya.
Sigue la narración de los portentos del éxodo, también conforme al relato bíblico conocido: la salida de los israelitas cargados con riquezas de los egipcios
10. Ya en marcha por la inhóspita estepa, Yahvé los siguió protegiendo, acompañándolos en forma de nube de día, y de fuego por la noche n. Los milagros se sucedieron constantemente: las codornices 12, el maná 13, el agua de la piedra 14; y todo ello lo hizo Yahvé para cumplir la promesa que había hecho a Abraham 15. Por fin, los asentó en la tierra de Ganaán que les tenía destinada 16. Pero todo esto estaba condicionado al cumplimiento de sus preceptos. Sólo en el supuesto de que fueran fieles a sus leyes les enviaría bendiciones y los protegería 17.

1 Cf. Gen 15.ts. 2 Cf. Gen I7:2s; 15:18; 12:7; 13:145. 3 Cf. Gen_26:3. 4 Cf. Gen_28:135; Gen_35:95. 5 Lit. el TM: Rompió todo sostén de pan 6 Amonestó al faraón (Gen_12:10s) y a Abimelec (Gén_20:15; Gen_26:15). 7 Cf. Gen_20:7. 8 Cf. Gen 44:1-45:7. 9 Cf. Ex 0.7-11. 10 Cf. Exo_12:35-36. 11 Cf. Exo_13:21-22; Exo_14:19-20. 12 Cf. Ex ió:1s; Sal_78:183. 13 Cf. Exo_16:143; Sal_78:24-25; Neh_9:15. 14 Cf. Exo_17:1; Núm 2O,8s. 15 Cf. Ex 2:24- 16 Cf. Deu_6:10-11. 17 Cf. Deu_4:1-40; Deu_26:17-18; Sal_78:7.

King James Version (KJVO) (1611)



Psalm CV.

1 An exhortation to praise God, and to seeke out his workes. 7 The story of Gods prouidence ouer Abraham, 16 Ouer Ioseph, 23 Ouer Iacob in Egypt, 26 Ouer Moses deliuering the Israelites, 37 Ouer the Israelites brought out of Egypt, fed in the wildernesse, and planted in Canaan.

[Gods wisedome, and prouidence.]

1 O giue [ 1Ch_16:8 ; Isa_12:4 .] thankes vnto the Lord, call vpon his name: make knowen his deeds among the people.
2 Sing vnto him; sing Psalmes vnto him: talke yee of all his wondrous workes.
3 Glory yee in his holy name: let the heart of them reioyce, that seeke the Lord.
4 Seeke the Lord, and his strength: seeke his face euermore.
5 Remember his maruellous workes, that hee hath done: his wonders, and the iudgements of his mouth,
6 O yee seede of Abraham his seruant: yee children of Iacob his chosen.
7 He is the Lord our God: his iudgements are in all the earth.
8 He hath remembred his couenant for euer: the word which he commanded to a thousand generations.
9 [ Gen_17:2 ; Gen_22:16 ; Gen_26:3 ; Gen_28:13 ; Gen_35:11 ; Luk_1:7 ; Luk_1:73 ; Heb_6:17 .] Which couenant he made with Abraham, and his oath vnto Isaac:
10 And confirmed the same vnto Iacob for a law: and to Israel for an euerlasting couenant:
11 [ Gen_13:15 ; Gen_15:10 .] Saying, Unto thee will I giue the land of Canaan: [ Hebrew: the corde.] the lot of your inheritance.
12 When they were but a few men in number: yea very few, & strangers in it.
13 When they went from one nation to another: from one kingdome to another people.
14 He suffred no man to doe them wrong: yea he reproued kings for their sakes:
15 Saying, Touch not mine anointed; and doe my Prophets no harme.
16 Moreouer hee called for a famine vpon the land: he brake the whole staffe of bread.
17 Hee sent a man before them: [ Gen_37:28 .] euen Ioseph, who was sold for a seruant.
18 [ Gen_39:20 .] Whose feete they hurt with fetters: [ Hebrew: his soule came into yron.] he was layd in iron.
19 Untill the time that his word came: the word of the Lord tried him.
20 [ Gen_41:14 .] The king sent and loosed him: euen the ruler of the people, and let him goe free.
21 [ Gen_41:40 .] Hee made him lord of his house:

[Plagues of Egypt.]

and ruler of all his [ Hebrew: possession.] substance:
22 To binde his princes at his pleasure: and teach his Senatours wisedome.
23 [ Gen_46:6 .] Israel also came into Egypt: and Iacob soiourned in the land of Ham.
24 And hee increased his people greatly: and made them stronger then their enemies.
25 [ Exo_1:8 .] He turned their heart to hate his people: to deale subtilly with his seruants.
26 [ Exo_3:10 .] Hee sent Moses his seruant: and Aaron whom he had chosen.
27 [ Exo_7:9 .] They shewed his [ Hebrew: words of his signes.] signes among them: and wonders in the land of Ham.
28 [ Exo_10:22 .] Hee sent darknesse, and made it darke: and they rebelled not against his word.
29 [ Exo_7:20 .] Hee turned their waters into blood: and slew their fish.
30 [ Exo_8:6 .] The land brought foorth frogs in abundance: in the chambers of their kings.
31 [ Exo_8:17 ; Exo_24: ] He spake, and there came diuers sorts of flies: and lice in all their coasts.
32 [ Exo_9:23 .] [ Hebrew: he gaue their raine, haile.] Hee gaue them haile for raine: and flaming fire in their laud.
33 Hee smote their Uines also, and their figge trees: and brake the trees of their coastes.
34 [ Exo_10:4 .] He spake, and the locusts came: and catterpillers, and that without number,
35 And did eate vp all the herbes in their land: and deuoured the fruite of their ground.
36 [ Exo_12:29 .] Hee smote also all the first borne in their land: the chiefe of all their strength.
37 [ Exo_12:29 .] Hee brought them foorth also with siluer and gold: and there was not one feeble person among their tribes.
38 [ Exo_12:33 .] Egypt was glad when they departed: for the feare of them fell vpon them.
39 [ Exo_13:21 .] He spread a cloud for a couering: and fire to giue light in the night.
40 [ Exo_16:12 .] The people asked, and he brought quailes: and satisfied them with the bread of heauen.
41 [ Exo_17:6 ; Num_20:11 ; 1Co_10:4 .] He opened the rocke, and the waters gushed out: they ranne in the dry places like a riuer.
42 For he remembred his holy promise: and Abraham his seruant.
43 And he brought forth his people

[Confession of sinnes.]

with ioy: and his chosen with [ Hebrew: singing.] gladnesse:
44 [ Jos_13:17 ; Deu_6:10 .] And gaue them the lands of the heathen: and they inherited the labour of the people:
45 That they might obserue his statutes, and keepe his Lawes, Praise ye the Lord.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Salmo 105. no Solo con Nuestros Labios Sino con Nuestras Vidas

La Biblia no contiene poesía narrativa en el sentido común de la palabra, contando una historia en un estilo poético. Los Sal. como el 78, 105, 106, 136 no parecen en realidad interesarse en la narración como tal y son más bien una serie de recordatorios alusivos a eventos conocidos, diseñados para mostrar un significado en particular. El Sal. 105 cubre la historia del trato del Señor con su pueblo en tres etapas: primera, el período patriarcal (Gén. 12– 50), aludiendo a la institución del pacto (7– 11), el período como nómadas en Canaán (12– 15) y la historia de José en Egipto (16– 22); segunda, el tiempo del éxodo (Exo. 1– 12): Israel entrando en Egipto (23– 25), Moisés y las plagas (26– 36), Israel saliendo de Egipto (37, 38); tercera, la peregrinación por el desierto (39– 43, Exo. 13– 19) y la entrada en Canaán (44, Jos.). El resumen cubre muchos años pero presenta un cuadro: un Dios fiel que hace promesas y las cumple, misterioso en sus caminos pero siempre atento a su pueblo, siempre planeando por adelantado lo que es para su bien, siempre supliendo sus necesidades.

7– 11 El Señor prometiendo. Como sucede con frecuencia, lo que el Señor hace por su pueblo aparece en el contexto de su poder universal. Si va a cumplir su promesa a Abraham (Gén. 15:18– 21) debe ser también el Señor sobre los amorreos. Pero es aun más, porque toda la tierra está bajo sus órdenes. 8 Anticipa el poder de la historia que cubre el Salmo. Mira hacia el pasado (lit. él ha recordado) a través de los siglos y afirma, como lo hiciera Josué con respecto al mismo periodo, no falló ninguna palabra de todas las buenas promesas del Señor ... todo se cumplió (Jos. 21:45; 23:14). Pacto, un compromiso libremente asumido por Dios, no un regateo ni un quid pro quo, una intención soberana, declarada de que él es Dios, a Abraham y sus descendientes, y que ellos son su pueblo. De allí que el pacto se define como la palabra que mandó ... su juramento (8, 9). Se trata de su promesa y él la cumplirá. 9 Hizo, lit. cortó, la palabra técnica para la inauguración oficial del pacto (Gén. 15:18). Con Abraham, por lo tanto con nosotros, los descendientes de Abraham (Rom. 4:11, 12, 16, 23– 25; Gál. 3:6– 9; 4:28– 31), cuya historia es nuestra historia, cuyo llamado es nuestro llamado y de cuyas promesas somos herederos. 10 Estatuto, un compromiso inmutable. 11 El pacto se expresó en múltiples promesas (Gén. 17:1– 7) y de esas se escoge una, la promesa de la tierra, como un caso que prueba la fidelidad del Señor. Con esta nota triunfante de su cumplimiento termina el examen del Salmo (44).

12– 15 El Señor protegiendo. Estos versículos abarcan el mismo período que Heb. 11:8– 10, 13. La tierra era de ellos pero vivían en ella como forasteros, extraños (12). Su existencia nómada, sin organización, los llevó del dominio de un rey a otro (13) y la única tierra que poseían era la de la tumba (Gén. 23). ¡Cuán misteriosas son las providencias de Dios con su pueblo! ¡Prometerles tierra y dejarlos sin ella! Pero nunca desprotegidos; ni aun cuando sus propias necedades parecen haber acabado con su buena voluntad (Gén. 12:10– 20; 20:1– 18; 26:1– 11), ni cuando enfrentaban los poderes masivos del mundo (Gén. 14). 15 Ungidos, apartados para Dios en su posición y función. Profetas (cf. Gén. 20:7) donde Abraham es el primero en la Biblia a quien se le llama profeta.

16– 22 El Señor anticipando. El Señor no sólo domina toda la tierra (7) sino que ordena ejecutivamente los eventos de ella (16). Nuevamente nos encontramos frente a un misterio, porque no podemos seguirle el rastro a los caminos y modalidades de la divina providencia. Pero donde no podemos comprender por qué él trajo esta o aquella experiencia, o por qué las necesidades de la vida nos han sido quitadas, podemos estar seguros de que sigue en su trono (trajo ... cortó) y que ha hecho provisión para nuestro futuro (había enviado delante de ellos a un hombre, 17). Pero aunque vemos que José fue una providencia anticipada, el elemento de misterio permanece; el misterio público del v. 16 vuelve a suceder a nivel individual: Si José fue el hombre de Dios en el lugar de Dios para el tiempo de Dios (Gén. 45:5– 8; 50:20), ¿por qué tuvo que sufrir tanto (18)? A vosotros no os toca saber dijo el Señor Jesús sobre otra cuestión (Hech. 1:7) pero su respuesta debe bastar para esto también. Todo lo que se nos permite saber es que el Señor está obrando según su sabiduría eterna para cumplir su palabra (19) y para tener un gobernante en Egipto que recibiera y alimentara a su pueblo necesitado.

23– 38 El Señor redimiendo. Nótese cómo esta larga sección se encuentra dentro del paréntesis de Israel entrando (23) y saliendo de (38) Egipto. No fue por ningún pecado de ellos que entraron a Egipto, sino bajo un mandato divino y una promesa divina (Gén. 46:3, 4); ni fue por ningún pecado de ellos que fueron objeto de hostilidad de parte de los egipcios. ¡Fue en verdad (25) por un acto de Dios! Una vez más nos encontramos frente al misterio de la divina providencia. Sus pensamientos no son los nuestros, nuestros caminos no son los de él (Isa. 55:8). ¡Pero qué maravillosos son sus caminos (Rom. 11:33– 36)! Les hizo pasar por peligros y sufrimientos (25) y luego reveló el esplendor de su poder redentor. Preparó a un hombre (26), un poder suficiente contra todo el poder del enemigo (27– 36) y una liberación gloriosa (37, 38).

Nótese la estructura de los vv. 28– 36. El relato empieza con la novena plaga y el resultado de toda esa actividad. Luego vuelve a mencionar los pasos que llevaron a ese resultado (29– 35); la primera (29; Exo. 7:14 ss.), segunda (30; Exo. 8:1 ss.), cuarta y tercera (31; Exo. 8:20 ss., 16 ss.), séptima (32, 33; Exo. 9:13 ss.) y octava (34, 35; Exo 10:1 ss.) plagas, llegando así nuevamente al clímax, esta vez en la terrible décima plaga (36, Exo. 11, 12). 37 (Exo. 11:2, 3) 38 (Exo. 12:30– 33).

39– 42 El Señor proveyendo. Esta sección lleva a su conclusión tanto al repaso histórico como al Salmo mismo. La revelación del Señor se completa al verlo atendiendo las necesidades cotidianas de los peregrinos. Provee (39) dirección (Exo. 13:21, 22) y seguridad (Exo. 14:19) y contesta oraciones (aun sus quejas) al abastecerles de comida (40; Exo. 16:12 ss.) y agua (41; Exo. 17:1– 7). Pero todo esto lo hizo porque había dado su palabra a Abraham (42, cf. 8, se acordó ... palabra; 9); ¡un Dios fiel que cumple sus promesas!

¿Cómo respondemos a un Dios así y su gran demostración de cómo cumple sus promesas, protege, anticipa las necesidades, libera y provee? En la gozosa respuesta de gratitud y canto (1, 2), gloriándonos verbalmente en lo que el Señor ha revelado de sí (nombre), cultivando dedicadamente su presencia (3, 4 buscad ... buscad, no como buscando algo perdido sino viniendo una y otra vez, asiduamente, donde sabemos que lo podemos encontrar), recordando bien sus grandes obras (5) y compartiendo en todo el mundo la noticia de sus acciones (1): un programa para la lengua en alabanza y testimonio, para el corazón en buscar al Señor y para la mente en cuidadosa recordación.

Pero hay más. Los vv. 43, 44 forman una conclusión que hace pareja con el comienzo lleno de alabanza del Salmo. Los que habían vivido por experiencia lo que el Señor había hecho por ellos se regocijaban y estaban alegres. Dios había sido bueno con ellos, coronando el registro de sus promesas cumplidas con el regalo de la tierra (44), tal cual se lo había prometido a Abraham hacía más de 400 años (Gén. 15:7– 16). Sin esto, la alabanza es sólo un ruido religioso (Amós 5:23, 24).

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Himno a Dios salvador, a continuación del himno al Creador. Se inicia con un largo invitatorio (1-7) y, a continuación, despliega un gran credo histórico en cinco cuadros: Los patriarcas (8-15), José (16-22), las plagas de Egipto (23-36: cuatro estrofas: 23-27.28-30.31-33 y 34-36), el éxodo y el desierto (37-43), y el don de la tierra (44s). El gran protagonista de esta historia es Dios, a cuyo cargo corren la casi totalidad de las acciones a partir del versículo 11: da órdenes que se cumplen (31.34), envía personajes (17), hiere y golpea (33.36)... La acción humana es muy limitada a lo largo del poema. La dinámica del salmo se pone en marcha con el recuerdo de la «alianza» o del «pacto», que forma una inclusión (8.42). No es la alianza bilateral del Sinaí, que obligaba al pueblo a cumplir determinados preceptos, sino la «alianza» unilateral de Dios con Abrahán; es una alianza «eterna» (8a) o un «pacto santo» (42). Es más una promesa que una alianza. El contenido de la promesa se explicita en el versículo 11: «Te daré el país cananeo como tu lote hereditario». El recorrido por toda la historia santa tiende hacia el cumplimiento de esa promesa, que acaece en el versículo 44: entrada en la tierra y posesión de la misma. El final añade la tarea: ahora es cuando el pueblo liberado de Egipto ha de cumplir las cláusulas de la alianza dada en el Sinaí, acontecimiento que ni siquiera se evoca en el salmo. La promesa hecha a los padres continúa vigente (cfr. Rom_4:16). Pablo clarifica a quién se hizo la promesa: a «tu estirpe» en singular (cfr. Gál_3:16s.26-29). Somos los continuadores y beneficiarios de esta historia santa. Aún estamos de camino hacia la tierra. Al orar con este salmo podemos unir nuestra historia a la historia santa, y recordar que, si bien la alianza es tarea, también es Palabra de Dios, y por ello es una alianza eterna y santa. Si somos infieles, Dios es fiel.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



4. "Busquen constantemente su rostro": ver nota 24. 3-6.

6. Ver Isa_45:4; Isa_51:2.

9-11. Ver Gen_15:7-21; Gen_15:17.

15. Ver Gen_26:1-11.

17-22. Ver Gn. 39; 41 - 45.

23. Ver Gn. 46 - 48.

24-38. Ver Éx. 1 - 12.

39. Ver Exo_13:21-22.

40. Ver Exo_16:2-36.

41. Ver Exo_17:1-7.

42-43. Ver Éx. 14 - 15.

44-45. Ver Deut. 7.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 105.5 Las obras grandes y maravillosas son, principalmente, los milagros del éxodo. Cf. Ex 7.1--17.7.

[2] 105.9 Gn 12.7; 17.8.

[3] 105.9 Gn 26.3.

[4] 105.10-11 Gn 28.13.

[5] 105.12-13 Gn 23.4; 47.9; Dt 26.5.

[6] 105.15 Gn 12.14-19; 20.1-18; 26.7-11.

[7] 105.16 Gn 41.53-57.

[8] 105.17 Gn 37.28; 45.5.

[9] 105.20 Gn 41.14.

[10] 105.21 Gn 41.39-41.

[11] 105.23 Gn 46.6; 47.11.

[12] 105.24-25 Ex 1.7-14.

[13] 105.26 Ex 3.1--4.17.

[14] 105.28 Ex 10.21-23.

[15] 105.28 Desatendieron: texto probable. Heb. no se rebelaron.

[16] 105.29 Ex 7.17-21.

[17] 105.30 Ex 8.1-6.

[18] 105.31 Ex 8.16-24.

[19] 105.32-33 Ex 9.22-25.

[20] 105.34-35 Ex 10.12-15.

[21] 105.36 Ex 12.29.

[22] 105.37-38 Ex 12.33-36.

[23] 105.39 Ex 13.21-22.

[24] 105.40 Ex 16.2-15.

[25] 105.41 Ex 17.1-7; Nm 20.2-13.

[26] 105.44 Jos 11.16-23.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*105 Himno a Dios salvador. La historia santa es un camino hacia el cumplimento de la palabra/promesa de Dios. La promesa continúa vigente (véase Rom 9:6). Pablo clarifica a quién se hizo la promesa: a «tu descendencia» en singular (véase Gál 3:16 s, Gál 3:26-29; Rom 4:16).

Torres Amat (1825)



SALMO 105 (104)

[1] 1 Cro 16.

[15] Ungidos y profetas son títulos dados a los patriarcas, asimilándolos a los futuros sacerdotes y reyes. 1 Cro 16, 22.

[21] Gen 41, 14-40.

[23] En Egipto, Misraim, hijo de Cam, propagó su linaje.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Éxo_10:1-20

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Éxo_10:1-20