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¡Ayúdame, Yahvé, Dios mío,
sálvame según tu bondad!
(Salmos 109, 26) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

עָ֭זְרֵנִי‎(עָזַר)

Hebrew|ˈʕozrēnî|help

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperative
Verbal stem: qal


[H5826] [p.bz.aa] [1598]
[עזר] [GES5774] [BDB6379] [HAL6294]

יְהוָ֣ה‎(יהוה)

Hebrew|[yᵊhwˈāh]|YHWH

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3068] [e.az.ae] [484a]
[יהוה] [GES2969] [BDB3312] [HAL3292]

אֱלֹהָ֑י‎(אֱלֹהִים)

Hebrew|ʔᵉlōhˈāy|god(s)

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H430] [a.dl.ad] [93c]
[אלהים] [GES407] [BDB437] [HAL452]

הֹ֭ושִׁיעֵ֣נִי‎(יָשַׁע)

Hebrew|ˈhôšîʕˈēnî|help

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperative
Verbal stem: hif‘il


[H3467] [j.dy.aa] [929]
[ישע] [GES3351] [BDB3741] [HAL3716]

כְ‎(כְּ)

Hebrew|ḵᵊ|as

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[k.ab.aa] [937]
[כ] [GES3392] [BDB3788] [HAL3764]

חַסְדֶּֽךָ‎(חֶסֶד)

Hebrew|ḥasdˈeḵā|loyalty

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2617] [h.ed.ab] [698a]
[חסד] [GES2530] [BDB2835] [HAL2824]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Salmo 109 (Vg 108): Oración Imprecativa Contra los Impíos.
E l salmista se presenta como perseguido por un enemigo que tiene un cargo público. Después de pedir el auxilio divino para que le saque de la apurada situación en que se halla (1-5), se desahoga en imprecaciones contra él y su familia (6-20); solicitando de nuevo la protección divina (21-29), termina con una promesa de acción de gracias (30-31). El argumento es similar al de los salmos 35, 55, 69 y 70, aunque las imprecaciones son más vehementes y cargadas de tremenda acritud. Para nuestra sensibilidad cristiana resultan intolerables, pero han de entenderse a la luz de la inferior sensibilidad moral de las gentes del A.T. El ideal del amor fraterno y del perdón a los enemigos, predicado en los Evangelios, es característico de una etapa de revelación que supera y corrige las perspectivas del A.T.
El título atribuye la composición a David, pero nada en el salmo insinúa que el salmista sea de posición alta con autoridad, sino, al contrario, más bien da la impresión de pertenecer a la clase de los humildes y despreciados, cuyos derechos son sistemáticamente preteridos. Parece que hay dependencias literarias del libro de Job, lo que nos lleva a una época tardía de composición, ciertamente después del exilio. Discuten los autores sobre el sentido del salmo; así, para unos el salmista es símbolo de la clase oprimida y piadosa; en cambio, para otros el salmo aludiría a la situación de Israel, perseguido y oprimido por otros pueblos; pero nada en la composición sugiere este sentido colectivo. Hay muchas analogías conceptuales de este salmo con el 25 y el 69.

Súplica del auxilio divino (1-5).
1 Al maestro del coro. Salmo de David 1. Dios, alabanza mía, no calles, 2porque la boca del impío y del doloso se abre contra mí. Me hablan con lengua engañosa. 3Rodéanme de palabras de odio y me combaten sin causa2 4En pago de mi amor me acusaban, y yo no hago más que orar2. 5Me vuelven mal por bien, y odio por amor.

El salmista, asediado por múltiples enemigos, acude al único que puede aliviarle de la situación, y así, con toda confianza, le dice que no permanezca mudo ante tantos atropellos, sino que intervenga con sus juicios punitivos para defender su causa, que es la de la justicia 3. Dios es el objeto permanente de su alabanza, y, por tanto, no le puede ahora desamparar. Es el blanco de las calumnias y engaños que amenazan su reputación social4. En su conciencia nada le reprocha, pues siempre ha procurado hacerles bien, y en pago le devuelven una hostilidad sañuda y sistemática 5.

Imprecaciones contra los agresores (6-20).
6 Suscita contra él al malvado y esté a su diestra el acusador6. 7Cuando se le juzgue, salga condenado, y por pecado sea tenida su plegaria. 8Sean pocos sus días y otro ocupe su empleo. 9Sean huérfanos sus hijos, y su mujer viuda. 10Vaguen errantes sus hijos y mendiguen, sean arrojados de sus (casas) arruinadas7. 11Enrede el acreedor cuanto tiene y róbenle extraños (el fruto de) su trabajo. 12No tenga nadie que le favorezca ni quien tenga compasión de sus huérfanos; 13sea dada su posteridad al exterminio, bórrese su nombre en una generación. 14¡Venga en memoria ante Yahvé la culpa de sus padres y no sea borrado el pecado de su madre 15 Estén siempre presentes a Yahvé, y extirpe de la tierra la memoria de ellos. 16Porque no se acordó de hacer misericordia, sino que persiguió al mísero y al desvalido, y al de atribulado corazón para llevarle a la muerte. 17Amó la maldición, venga sobre él; no quiso la bendición, aléjese de él. 18Vista la maldición cual un vestido, penetre como agua en sus entrañas y como aceite en sus huesos. 19Sea para él como vestido que le envuelva y como cinto que siempre le ciña. 20Tal sea la recompensa de Yahvé para los que me acusan y para los que hablan malamente contra mi alma.

Llevado de un arranque de despecho por tan injustas persecuciones, el poeta desea los mayores males a sus enemigos. Las imprecaciones son extremosas y han de medirse conforme al módulo de la hipérbole oriental: que sus enemigos sean llevados al tribunal y allí encuentren un duro acusador, de modo que sean hallados culpables (v.7); que el fin de su vida sea prematura 8, y que les sucedan pronto en su empleo o cargo de autoridad, desde el que persigue a los desvalidos 9; que sea víctima de un usurero despiadado (v.11), y pierda así toda se hacienda10. Las imprecaciones se siguen de modo impresionante, llegando a desear que Dios no les perdone los pecados (v.15). La razón de esto estriba en sus injusticias y atropellos sobre los desvalidos; por ellos se atrajo la maldición divina, y ya es hora de que reciba su merecido. Deliberadamente buscó su perdición, y ahora debe sobrevenir la recompensa a sus obras (v.20). Nuestra sensibilidad cristiana se rebela contra estos desahogos extremosos y apasionados del poeta hebreo, pero no dehemos perder de vista que ante sus ojos no existía aún la esperanza de la retribución en ultratumba, y, por otra parte, las luces evangélicas de la caridad fraterna estaban todavía muy lejos de los espíritus más selectos del A.T.

Nueva súplica del auxilio divino (21-29).
21 Pero tú, Yahvé, mi Señor, obra en mi favor por tu nombre, líbrame según la bondad de tu misericordia; 22 pues yo soy un mísero desvalido, y mi corazón está herido en mi interior. 23Me voy como sombra que declina, soy sacudido como la langosta. 24 Mis rodillas se debilitan por el ayuno, y mi carne, enflaquecida, desfallece11. 25 Soy el oprobio de ellos; me miran y mueven la cabeza. 26¡Ven en mi socorro, Yahvé, Dios mío; sálvame en tu piedad! 27Conozcan que en esto está tu mano, que eres tú, Yahvé, quien lo ha hecho. 28 Maldicen ellos, pero tú bendices; ellos se yerguen, pero serán confundidos, y tu siervo se alegrará. 29Se vestirán de ignominia los que me acusan y se cubrirán de vergüenza como con un manto.

En contraposición a la suerte que les espera a los impíos y opresores, el salmista espera para él la protección divina 12, pues está seguro de su benevolencia, ya que Yahvé tiene predilección por los oprimidos y míseros 13: se siente desfallecer como sombra que se alarga hasta que se oculta el sol en el horizonte 14. Oprimido por el dolor y el sufrimiento moral, se siente desfallecer, sin apetito (v.24). Todos mueven la cabeza con gesto despectivo e irónico, como considerándole maldito de Dios 15. Su esperanza está ahora en el auxilio divino: es la hora de manifestar su predilección por él, mostrando que su mano está a su favor y que es Yahvé el que ha obrado su salvación. En ese caso las maldiciones de sus enemigos quedan compensadas con las bendiciones de Dios, y, a pesar de su altanería e insolencia, serán confundidos y avergonzados cuando les llegue el castigo divino. Será entonces la hora del triunfo de su siervo, que se alegrará al verse rehabilitado y vindicada la justicia divina 16.

Promesa de acción de gracias (30-31).
30 Yo alabaré grandemente a Yahvé con mi boca y le loaré en medio de la muchedumbre; 31 porque se pone a la derecha del pobre, para salvarle de los que le juzgan su alma.

Como es ley en estos salmos deprecativos, el poeta termina su composición prometiendo una solemne acción de gracias, porque con su experiencia ha comprobado que Yahvé no abandona al desvalido cuando se halla ante los tribunales que buscan perder su alma o vida. Dios es su abogado en los momentos difíciles y le salva de los que conspiran contra su vida. El impío, en cambio, se encontrará desamparado ante los tribunales y atacado por un implacable acusador, y así será inexorablemente declarado culpable.

1 En el discurso de San Pedro, relatado en Hec_1:16-20, se atribuye este salmo a David, conforme a la creencia prevalente entonces entre los judíos, sin que esto prejuzgue el problema de su autenticidad crítica. 2 Lit. yo soy una oración. 3 Cf. Sai 35:2j; 39.13; 50:41 83:2. 4 Sal_35:8.19-20; Sal_69:5; Pro_1:11. 5 Cf. Sal_35:13; Sal_38:21; Jer_18:20. 6 Acusador: en hebreo satán, que en Job_1:6 aparece como el ñscal que tiene Dios para acusar y probar la virtud de los hombres. Más tarde designó al demonio. 7 Que se les arroje: así los LXX. El TM: que busquen. 8 Cf. Sal_37:36-37; Sal_55:23. 9 Cf. Isa_22:193. 10 Cf. 2Re_4:1s; Neh_5:1-7. 11.Lit. el TM: Mi carne está debilitada por falta de aceite. Así traduce la Bib. de Jér. Aceite sería en ese caso sinónimo de grasa, de fuerza. 12 Cf. Sal_119:126; Jer 14,? 13 Cf. 40,18; 55:5- 14 Cf. Sal_102:11. 15 Cf. Sal_22:8; Sal_59:12-13; Lam_2:15; Job_16:4. 16 Cf. Sal_71:14; Sal_35:27.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Salmo 109. La Santificacion de la Ira

El Sal. 109, el más mordaz de los Salmos imprecatorios (ver la Introducción), tiene sus críticos. Son muchos los comentaristas que dictaminan que carece de ideales cristianos, que es lo opuesto al espíritu del evangelio. Y algunos tratan de suavizar el rigor del Salmo tratando a los vv. 6– 19 como si fueran una cita de lo que los enemigos del salmista alegan contra él. Los salmos no necesariamente indican dónde comienza un nuevo orador, pero es dudable que sea ese el caso aquí: (i) El cambio de enemigos de plural (2– 5) a singular (6– 19) tiene su paralelo en el Sal. 55; (ii) adjudicar los vv. 6– 19 a los enemigos del salmista no soluciona el problema porque en el v. 20 el salmista mismo repite los mismos pensamientos y, en principio, nada hay en los vv. 6– 19 que no tenga su paralelo en otras partes de la Biblia. (iii) Es más, Hech. 1:16– 20 otorga a este Salmo el honor de una inspiración total y ve al v. 8 como dicho contra Judas. Como en muchos otros salmos, la experiencia de David es un presagio de la de Jesús, el orador definitivo, auténtico y santo de las palabras de maldición.

Entonces, ¿el Salmo no está dentro del espíritu y los ideales del NT? (i) El salmista no niega el deber del amor: los vv. 4, 5 empiezan y terminan con una afirmación de su amor por sus enemigos y el tiempo presente indica que este amor siguió a lo largo de la experiencia de enemistad. Quizá, en lugar de encontrar aquí algo que no concuerde con el principio del amor (Mat. 5:44), tendríamos que preguntar si es correcta nuestra comprensión del amor. ¿Dejará el Señor Jesús de amar a sus enemigos cuando los sujeta a la ira del Cordero (Apoc. 6:16)? (ii) El salmista no es vengativo ni de hecho ni en espíritu. Dice en el v. 4, lit. pero yo soy oración, significando todo mi ser se identifica con el ejercicio de la oración. Por lo tanto, no se vengará. Su reacción al dolor y la malicia es traerlos a Dios en oración y dejarlos con él, una expresión perfecta de Rom. 12:19. Aun si sus oraciones fueran censurables de palabra o espíritu, su camino es preferible al terrorista, pirómano o al comerciante inescrupuloso de la actualidad. (iii) ¿Pero son sus oraciones censurables? Lo que nos choca no es el hecho de que orara, sino el realismo con que expresa su oración. Cuando cualquier hostilidad sacude la comodidad de nuestras vidas nos levantamos para decir: Señor, ayúdame a amar a mis enemigos como Jesús enseñó y, por favor, encárgate de ellos por mí. El salmista era más realista: ¿Cómo se encargará Dios de ellos excepto en las maneras que ha revelado en su palabra? Los falsos acusadores deben recibir lo que ellos se empeñaron en dar (Deut. 19:16– 19, cf. 2 con 6); los que desobedecen no tienen derecho a la tierra (Deut. 4:1, cf. 8); los pecadores acarrean el desastre sobre sus descendientes (Exo. 34:7, cf. 9– 12). Si damos un paso atrás a la realidad con una petición general mientras el salmista se aventuró a expresar realismo escritural, hemos de por lo menos estar apercibidos de lo que estamos haciendo.

Pero volver atrás es comprensible y concuerda con la advertencia de Pablo (Ef. 4:26) de que la ira permisible es vecina cercana del pecado. J. L. McKenzie ( American Ecclesiastical Review, III, 1944, pp. 81– 96) pregunta: Si los Salmos imprecatorios no son un modelo no porque sean menos perfectos sino demasiado elevados para que ... podamos imitarlos sin peligro.

1– 5 Oración pidiendo acción divina. 1 Es notable la espiritualidad del salmista en medio de este terrible momento: mantiene su alabanza (1) y oración (4), el exigente ejercicio del ayuno (24) y su dedicación a la adoración pública (30). Estas son las cosas que nuestra calidad espiritual inferior deja que se evaporen bajo presión. Además, frente a las calumnias, mentiras, animosidades y asaltos activos (3, luchado, guerrear contra), mantiene su amor por sus enemigos (4, 5), sin permitir que su reacción hacia ellos sea determinada por el tratamiento injusto de ellos hacia él.

6– 19 Oración pidiendo justicia divina. Esta sección consta de dos partes. (i) Los vv. 6– 15 son un poema balanceado de cinco estrofas: la primera (6, 7) pide un veredicto de culpabilidad en un tribunal humano, y la última (14, 15), un veredicto de culpabilidad sin perdón delante de Dios; la segunda (8, 9) y la cuarta se unen en un deseo de que pierda la vida tanto el individuo como sus descendientes; la estrofa de en medio (10, 11) es la más terrible: nadie peca solo y nuestros hijos están atados a nosotros en la atadura de la vida, para bien y para mal (Prov. 20:7). Como ya hemos hecho notar, estas oraciones dan expresión a cosas que, según la Biblia, son inevitables: de esto se trata la vida bajo el dominio de un Dios temible y santo. 6 El impío (lit. la boca de un hombre impío). El mal es un bumerán contra el perpetrador. 7 Su oración sea tenida por pecado, lit. que su oración se convierta en pecado; aun el camino de la oración le es negado como una solución. 14 En las Escrituras (cf. Mat. 23:29– 35) nuestra herencia pecaminosa nunca nos excusa, sino que más bien nos coloca bajo el pecado acumulado del pasado. No estamos fatalmente atados (Eze. 18) sino que, a menos que nos arrepintamos y reneguemos de él, somos sus herederos.

(ii) Los vv. 16– 19 se dirigen al propio ofensor: por qué ha de esperar bondad (12) el que nunca fue bondadoso; su corazón, su voluntad (quiso), su vida práctica (manto ... vestido), estaban totalmente manchadas por su malevolencia y ésta rebotaría alcanzándolo, filtrándose en las fibras de su ser ciñéndolo como un cinturón.

20– 31 Oración pidiendo ayuda divina. Para el creyente, en toda situación, opera otra serie de factores. Por más numerosos o malvados que sean los enemigos, por más malas y desastrosas nuestras circunstancias, hay un clamor: Pero tú, oh Señor, el que nunca se desvía de su naturaleza revelada (nombre), y el amor (21) que ha prometido. 22 Pobre ... necesitado expresa con frecuencia nuestro dilema frente a fuerzas más potentes, respectivamente como nos pueden humillar y presionar. Son también usados como términos de piedad, humildad ante Dios y buena disposición hacia su voluntad. 27 Su anhelo no es sencillamente encontrar una solución sino que dicha solución sea sin lugar a ninguna duda un acto de Dios y una reivindicación pública de la realidad espiritual (31).

King James Version (KJVO) (1611)



Psalm CIX.

1 Dauid complayning of his slanderous enemies, vnder the person of Iudas deuoteth them. 16 He sheweth their sinne. 21 Complayning of his owne misery, hee prayeth for helpe. 29 He promiseth thankfulnesse.

[Dauids prayers.]

To the chiefe Musician, A Psalme of Dauid.
1 Hold not thy peace, O God of my praise.
2 For the mouth of the wicked, and the [ Hebrew: mouth of deceit.] mouth of the deceitfull [ Hebrew: haue opened themselues.] are opened against mee: they haue spoken against me with a lying tongue.
3 They compassed mee about also with wordes of hatred: and fought against me without a cause.
4 For my loue, they are my aduersaries: but I giue my selfe vnto prayer.
5 And they haue rewarded me euill for good: and hatred for my loue.
6 Set thou a wicked man ouer him: and let [ Or an aduersary.] Satan stand at his right hand.
7 When he shall be iudged, let him be [ Hebrew: goe out guiltie, or wicked.] condemned: and let his prayer become sinne.
8 [ Act_1:20 .] Let his dayes be few: and let another take his [ Or, charge.] office.
9 Let his children bee fatherlesse: and his wife a widow.
10 Let his children bee continually vagabonds, & begge: let them seeke their bread also out of their desolate places.
11 Let the extortioner catch all that he hath: and let the strangers spoile his labour.
12 Let there be none to extend mercy vnto him: neither let there be any to fauour his fatherlesse children.
13 Let his posteritie be cut off: and in the generation folowing let their name be blotted out.
14 Let the iniquitie of his fathers be remembred with the Lord: and let not the sinne of his mother be blotted out.
15 Let them be before the Lord continually: that he may cut off the memory of them from the earth.
16 Because that he remembred not to shew mercy, but persecuted the poore and needy man: that he might euen slay the broken in heart.
17 As he loued cursing, so let it come vnto him: as hee delighted not in blessing, so let it be farre from him.
18 As he clothed himselfe with cursing like as with his garment: so let it come into [ Hebrew: within him.] his bowels like water, and like oyle into his bones.
19 Let it be vnto him as the garment which couereth him: and for a girdle wherewith he is girded continually.

[Christs Priesthood.]

20 Let this be the reward of mine aduersaries from the Lord: and of them that speake euill against my soule.
21 But do thou for me, O God the Lord, for thy Names sake: because thy mercie is good: deliuer thou me.
22 For I am poore and needie: and my heart is wounded within me.
23 I am gone like the shadow, when it declineth: I am tossed vp and downe as the locust.
24 My knees are weake through fasting: and my flesh faileth of fatnesse.
25 I became also a reproch vnto them: when they looked vpon me, they shaked their heads.
26 Helpe me, O Lord my God: O saue me according to thy mercie.
27 That they may know, that this is thy hand: that thou, Lord, hast done it.
28 Let them curse, but blesse thou: when they arise, let them be ashamed, but let thy seruant reioyce.
29 Let mine aduersaries be clothed with shame: and let them couer them selues with their owne confusion, as with a mantle.
30 I will greatly praise the Lord with my mouth: yea I will praise him among the multitude.
31 For he shal stand at the right hand of the poore: to saue him [ Hebrew: from the iudges of his soule.] from those that condemne his soule.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Es claro el planteamiento judicial, no sólo por la presencia del verbo «juzgar» (7.31), también por la actuación del fiscal que acusa ante el tribunal (6.20.29), y por el puesto que ocupa: a la derecha (6); por la acusación, condena y apelación (7), por la confusión y la infamia, como consecuencia de la derrota (29). Los versículos 21-25 son más propios de la súplica. La articulación del material puede ser la siguiente: presentación de la causa (1-5), imprecaciones de los acusadores (6-15), réplica del acusado (16-20), súplica tradicional (21-25.26-29) y recapitulación (30-31). La demanda es presentada por un hombre bueno que ha sido acusado injustamente. Acaso a continuación se deja constancia del discurso del acusador ante el tribunal (6-15): son veinte terribles impresiones. Resulta hiriente que se pida a Dios, el juez, que nombre a un malvado como acusador. Equivale a pedirle a Dios que sea cómplice. Tal vez sea posible entender el versículo 6 como expresión de un odio atroz por parte del acusador. Las imprecaciones, en este caso, afectan al acusado y a su descendencia, a su vida y sus bienes... Un quiebro sintáctico (16) introduce el alegato del inocente acusado, pidiendo para el acusador la aplicación de la ley de Talión. Que Dios mismo aplique la pena pedida (20). Un nuevo cambio sintáctico abre el poema a la súplica (21). Ahora el poeta se dirige directamente a Dios, con el recurso al triángulo clásico: tú (21.27.29), yo (22.25), ellos (28). Porque el salmista está seguro de que Dios no se ha hecho el sordo ante el himno que acaba de recitarle, se dispone ya a darle gracias. Dios es el abogado y el salvador de los pobres. El versículo 8 es aplicado a Judas por Hch_1:20. Jesús, el acusado, se puso en las manos del que juzga justamente (1Pe_2:23). Si existen jueces corruptos, otros lo pagan. Con este salmo apelamos al tribunal supremo, al Grande, que se pone a la diestra del pobre (31).

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



6. La larga imprecación que comienza en este versículo está dirigida contra un individuo en particular. En cambio, cuando el salmista se refiere a sus enemigos, emplea siempre el plural (vs. 1-5, 20-29). Esta es una de las razones que justifican la atribución de las imprecaciones, no al salmista, sino a sus enemigos.

8. Ver Hec_1:20.

20. Luego de citar las palabras de sus acusadores, el salmista apela a la ley del talión ( Exo_21:23-25) y pide al Señor que devuelva a sus enemigos todo el mal que le desean. Ver nota Gen_4:23-24.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 109.6 Los vv. 6-19 también pueden entenderse como una cita de las palabras que los acusadores dicen contra el salmista.

[2] 109.8 Sus bienes: otra posible traducción: su nombramiento.

[3] 109.10 Que los echen: según la versión griega (LXX). Heb. y busquen.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*109 Lamentación y súplica individual. Un hombre justo y piadoso, acusado injustamente, pone su causa en las manos de Dios, mientras pide para el acusador un tribunal que lo condene.

Torres Amat (1825)



SALMO 109 (108)

[8] Implica la muerte. Hech 1, 20.