¡Sí, grandes cosas ha hecho por nosotros
Yahvé, y estamos alegres!
(Salmos 126, 3) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)
Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: hif‘il
Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: unknown
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: infinitive (construct)
Verbal stem: qal
Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: plural
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal
Part-of-speech: adjective
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
La repatriación, sea el retorno del destierro o bien en tiempos de Nehemías, explica el «cambio de suerte». No vale aquí aquella apreciación «los sueños, sueños son»: este sueño es una realidad que motiva una doble reacción; el comentario de los paganos (2d) y el canto jubiloso de los que regresan (2a.5b). Dos imágenes recogen la realidad. La lluvia torrencial caída en los secos cauces del sur (el Negueb) da vida al desierto (cfr. Job_38:25-27). Si la cosecha había sido exigua, la sementera implicaba quitarse el pan de la boca, en espera de una buena cosecha. Algo así fue el destierro y el retorno: los caminos que conducen a la tierra se llenan de gente; la sementera en Babilonia no fue estéril; ahí está la cosecha. Todo se debe a que el Señor ha hecho proezas con nosotros (2d.3a). Jua_16:20-22 habla del paso del llanto a la risa y de la tristeza al gozo. Si queremos transformar el sufrimiento en esperanza, las lágrimas en canciones, podemos orar con este salmo.