Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
Salmo 140 (Vg 139): Oración de un Calumniado y Perseguido.
L os salmos 140-143 constituyen un grupo de características afines. Los cuatro llevan por encabezamiento el nombre de David. Las ideas y el lenguaje son similares, lo que parece indicar que tienen un mismo autor. Abundan las reminiscencias de otras composiciones salmódicas, y no se distinguen por su originalidad. El salmista se siente hostilizado por gentes desaprensivas que no saben valorar lo religioso. Por eso, se dirige a Dios para que le libre de sus pérfidas asechanzas. Se mezcla el tono deprecativo con las imprecaciones, como suele ser usual en estos salmos que reflejan un alma angustiada. Bajo este aspecto, son grandes las semejanzas con las composiciones de las dos colecciones atribuidas a David
l.
Las insidias de los impíos.
1
Al maestro del coro. Salmo de David 2
. 2
Líbrame, ¡oh Yahvé! del hombre malo, presérvame de los hombres violentos, 3
de los que maquinan el mal en el corazón y todo el día excitan contiendas. 4
Afilan su lengua como serpientes, tienen bajo sus labios el veneno del áspid. Seldh. 5
Guárdame, Yahvé, de las manos del impío; protégeme de los hombres violentos, que maquinan tropiezos a mis pasos. 6
Los soberbios, que me ponen ocultos lazos, tienden las ledes a la vera del camino y ponen cepos para mí. Seldh. 7
Pero yo digo a Yahvé: Tú eres mi Dios. Escucha, ¡oh Yahvé! la voz de mis súplicas. 8
Yahvé, Señor, mi fuerza salvadora, tú cubres mi cabeza en el día del combate. 9
No accedas, Yahvé, a las ansias del impío; no permitas que se logren sus dolosos designios. 10
Alzan su cabeza los que me cercan, la malicia de sus labios los aplaste. 11
Lluevan sobre ellos brasas encendidas, caigan en el abismo para no levantarse jamás. 12
El hombre lenguaraz no permanecerá sobre la tierra; el hombre violento será presa del infortunio, que le derribará. 13
Pero yo sé que Yahvé saldrá en defensa del desvalido, a la defensa del pobre. 14
Ciertamente los justos alabarán tu nombre, y los rectos habitarán en tu presencia.
El justo se halla aislado en una atmósfera de incomprensión y hostilidad por parte de gentes desalmadas que no vacilan en
violentarlo hasta la efusión de sangre. Constantemente traman ardides contra los que siguen la ley divina, y con sus lenguas lanzan calumnias que son más perniciosas que el
veneno del áspid 3. Como diestros cazadores, esconden
lazos para hacer caer la ansiada presa 4. Frente a una hostilidad sistemática, no le queda al devoto sino confiar en su Dios, implorando su poderoso auxilio. En los momentos difíciles, Yahvé siempre ha sido su
fuerza salvadora 5,
cubriendo su cabeza con un yelmo protector en el fragor del
combate 6. Por eso, ahora espera que sus enemigos triunfen en sus aviesos designios. Cuando se manifieste la justicia punitiva de Yahvé, sufrirán la suerte de las ciudades malditas de Sodoma y Gomorra, sobre las que llovieron brasas
encendidas para ser anegadas en el
abismo de fuego y azufre, y no volver a aparecer de nuevo7.
Siguiendo la opinión en el A.T., los impíos tendrán que recibir su merecido en esta vida, y su prosperidad en la tierra no puede ser permanente. Cuando menos lo espere,
será presa del infortunio, porque Yahvé vela por la suerte de los justos, particularmente los desvalidos y pobres8. Por eso, los justos terminarán por triunfar, permaneciendo
en presencia de Yahvé para manifestar sus alabanzas. Frente a la inseguridad del malvado está la paz y prosperidad
del recto de corazón 9.
1 Compárese v. 13-16 y Job 10:95. 2 Faulhaber, citado por J. Calés, o.c., II 556. 3 J. Calés, ibíd. 4 Cf.
Jer_17:10;
Sal_127:2;
Deu_6:7. 5 Cf.
Rom_11:33;
Isa_2:11.17;
Isa_12:4. 6
Cf.
Exo_33:14-15;
Jon_1:3.10;
Isa_63:9-10;
Sab_1:73. 7 Cf.
Amo_9:2s;
Jer_23:24. 8 Cf.
Sal_18:11;
Mal_4:2. 9 Cf.
Job_24:13-17. 10 Cf.
Job_10:8-11. 11 Cf.
Job_10:8-11. 12 Cf.
Job_3:1. 13 Cf.
Job_26:14;
Sal_36:8;
Sal_92:5. 14 Cf.
Job_21:7S. 15
Sal_104:35. 16 Cf.
Sal_16:12;
Pro_12:28. 17 Cf.
Isa_59:8. 18 Cf.
Sal_1:7;
Sal_25:4-5;
Jer_21:8. 19 Cf. Sab3:1s.