cuya boca profiere falsedades
y su diestra es diestra de mentira.
(Salmos 144, 8) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)
Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: pi“el
Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Es muy difícil clasificar este salmo. Tiene piezas de todos los colores y citas de otros salmos. Por ejemplo, Sal 18 está citado en los versículos 1.2.5a.6.7.10. En el versículo 3 se cita el Sal_8:5. El versículo 4 combina Sal_39:6 con Job_14:2... Pese a todo, el salmo tiene su coherencia interna procedente de la figura de David. Claro está que no se trata del David histórico, puede ser el David mesiánico, del que hablan otros libros bíblicos (cfr. Amó_9:11; Miq_5:1; Eze_37:23s; Zac_12:8). La secuencia de guerra y de victoria, con la consiguiente prosperidad del pueblo (12-14), está vinculada a la figura y actuación del rey mesías. Él es el portador de las esperanzas mesiánicas; es una figura ejemplar: así como libró a David (10), del mismo modo librará a su pueblo (7-8.11). «¡Dichoso el pueblo al que esto le sucede!» (15). El cielo nuevo y la tierra nueva nos llevan más allá del salmo (cfr. Apo_21:1-4; 2Pe_3:13; Rom_8:19-23). El pueblo de Dios que espera el nuevo reino se va formando en el seno de la historia. Será bueno que no olvidemos las vidas ejemplares; nos darán aliento, y sobre todo que pongamos nuestra mirada en el Señor que es el iniciador y consumador de nuestra fe.
[b] cuando … en falso. Lit. su diestra es diestra de engaño; también en v. Sal 144:11.