Feliz quien se apoya en el Dios de Jacob,
quien tiene su esperanza en Yahvé, su Dios,
(Salmos 146, 5) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)
Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Este himno a Dios, creador del universo y defensor del pobre, contrapone la fe en el hombre (3s) con la fe en Dios (5-10). Comienza con una introducción (1s) y a lo largo de la segunda estrofa desfilan «doce» bellísimos títulos divinos. Es una fe operante, que da paso a la esperanza. Nada podemos esperar del ser humano; por muy poderoso que sea, es incapaz de salvar (3); es tan efímero como nosotros. Dios, por el contrario, tiene recursos para todo. Tenerlo como protector es una auténtica dicha (5). Es el Dios fiel y justo, eterno y duradero, sus proyectos no son caducos, porque su amor es eterno. Muestra la fidelidad de su amor con todos los que son débiles y pudieran buscar su salvación en los poderosos. Quienes están en situación de inferioridad por causa de otros (oprimidos, hambrientos y cautivos) o por enfermedad (ciegos y desfallecidos) o por circunstancias de la vida (emigrantes, huérfanos y viudas) se benefician de la fidelidad amorosa de Dios. También a los justos llega el amor de Dios. La realidad divina suscita una reacción alborozada: «Alabad al Señor» (¡Aleluya!). El discurso programático de Jesús en la sinagoga de Nazaret (cfr. Luc_4:17-22) actualiza la temática de este salmo. Los proyectos humanos pueden ser ambiciosos y desafiantes; no por ello anularán el proyecto divino. Si confiamos totalmente en Dios, si de verdad creemos en Él, podemos orar con este salmo.
En hebreo de Jacob. Ver nota en Sal 44:4.