alabadlo con címbalos sonoros,
alabadlo con címbalos y aclamaciones.
(Salmos 150, 5) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)
Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperative
Verbal stem: pi“el
Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperative
Verbal stem: pi“el
Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Doxología final del salterio. Es un himno a toda orquesta. Enmudece la palabra y surge la música. Ella traduce los mejores y más profundos sentimientos del creyente ante Dios. Diez fueron las palabras creadoras de Gn 1. Diez son los imperativos de este último salmo. Se alaba a Dios por todas las obras descritas en el libro que ahora concluimos y que fueron realizadas a lo largo de la historia santa. Se le alaba por su inmensa grandeza. Todo ser creado y redimido ha de unirse a este coro universal de alabanza. Todos los instrumentos musicales han de prestar su sonido para esta solemne alabanza final. La palabra última de todo lo creado y redimido es ésta: «¡Aleluya!». Hemos entrado en la celebración eterna, en el júbilo eterno. Este salmo nos remite a Apo_19:1-10, a los cánticos triunfales en el cielo. Nuestra comunidad, nuestro pueblo anticipa el «Aleluya» celeste cuando entona su alabanza a Dios en la tierra.