Ver contexto
Yahvé, mi roca y mi baluarte,
mi libertador y mi Dios;
la roca en que me amparo,
mi escudo y mi fuerza salvadora,
mi ciudadela y mi refugio.
(Salmos 18, 3) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

מְ֭הֻלָּל‎(הָלַל)

Hebrew|ˈmhullol|praise

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: participle (passive)
Verbal stem: pu“al


[H1984 ] [e.bp.aa] [500]
[הלל] [GES1916] [BDB2141] [HAL2134]

אֶקְרָ֣א‎(קָרָא)

Hebrew|ʔeqrˈā|call

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H7121 ] [s.cy.aa] [2063]
[קרא] [GES7087] [BDB7790] [HAL7719]

יְהוָ֑ה‎(יהוה)

Hebrew|[yᵊhwˈāh]|YHWH

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3068 ] [e.az.ae] [484a]
[יהוה] [GES2969] [BDB3312] [HAL3292]

וּ‎(וְ)

Hebrew|û|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

מִן‎(מִן)

Hebrew|min-|from

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4480 ] [m.cl.aa] [1212]
[מן] [GES4398] [BDB4898] [HAL4822]

אֹ֝יְבַ֗י‎(אָיַב)

Hebrew|ˈʔōyᵊvˈay|be hostile

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: participle
Verbal stem: qal


[H340 ] [H341 ] [a.cx.aa] [78]
[איב] [GES333] [BDB356] [HAL366]

אִוָּשֵֽׁעַ‎(יָשַׁע)

Hebrew|ʔiwwāšˈēₐʕ|help

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: nif‘al


[H3467 ] [j.dy.aa] [929]
[ישע] [GES3351] [BDB3741] [HAL3716]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Salmo 18 (Vg 17): Canto Triunfal de Liberación.
E ste himno de acción de gracias, puesto en boca de David, tiene el aire de una antología salmódica. Podemos dividirlo en tres partes principales, en las que no faltan incrustaciones más o menos artificiales de pensamientos que se repiten a través de todo el Salterio: a) Después de una breve introducción, el salmista describe la situación apurada en que se hallaba por efecto del ataque de sus enemigos. Una intervención milagrosa de Dios descrita con los tonos estereotipados de las teofanías bíblicas, en medio de conturbaciones cósmicas le salva del peligro, entregando en sus manos a sus enemigos (2-31). b) Yahvé le protege, porque siempre ha sido fiel a sus preceptos (21-31). c) Descripción del triunfo sobre los enemigos con la ayuda de Dios, al que da gracias (32-51).
Según el título, el salmo fue compuesto por el propio David cuando se vio libre de todos los enemigos, sobre todo de Saúl, que sañudamente le persiguió por el desierto de Judá l. Esta misma pieza poética la encontramos en 2Sa_22:2, donde se pone también en boca del Profeta Rey como himno de acción de gracias a Yahvé por los beneficios que le dispensó en su azarosa vida. Como rompe la ilación de 2Sa_21:15-22 y 23:85, comúnmente creen los autores que es una incrustación artificial y postiza para cerrar la vida del glorioso rey con un himno, como se cerró la de Moisés con el himno de Dt 32. Así, pues, parece que el salmo 18 ha sido adaptado al texto de 2Sa_22:2, después de haber tenido existencia literaria por separado.
Los críticos modernos distinguen diversos elementos y estratos literarios en la composición del salmo, que ciertamente tiene el aire de himno antológico, compuesto en general a base de tópicos literarios del Salterio. Pero esto no quita la gran belleza de conjunto y la gran elevación espiritual de la composición. Sobre todo, la descripción de la teofanía (8-16) tiene un aire dramático de epopeya, en la que abundan los crudos antropomorfismos conforme a la mejor tradición bíblica; se nota el eco de la teofanía del Sinaí, con sus explosiones huracanadas y la evocación de convulsiones atmosféricas, corno aparecen en el salmo 29. Desde el punto de vista rítmico se pueden distinguir ocho estrofas. No pocos autores creen que el salmo actual resulta de la yuxtaposión de dos composiciones poéticas diversas: la primera, del 2 al 28, y la segunda, lo restante.
Por razones de estilo y por las dependencias ideológicas que parece tiene el salmo respecto de la tradición deuteronómica, se supone que este ha sido compuesto después del siglo VIII. Un poeta de corte pondría en boca del rey un himno triunfal de acción de gracias similar al cántico de Moisés de Dt 32 2.

Exordio deprecativo (1-4).
l Para el maestro del coro. Del siervo de Yahvé, David, que dirigió a Yahvé las palabras de este cántico cuando le hubo librado Yahvé de las manos de todos sus enemigos y de la mano de Saúl. 2 Dijo, pues: Yo te amo, Yahvé, fortaleza mía. 3 Yahvé es mi roca, mi ciudadela, mi libertador, mi Dios, mi roca, a quien me acojo; mi escudo, mi fuerza salvadora 3, mi asilo. 4 Alabándole, invoco a Yahvé, y de mis enemigos seré salvo.

En el título se llama a David siervo de Yahvé, denominación que en el A.T. se da a los personajes especialmente vinculados a Dios, como Abraham, Moisés, Josué, Job 4.
El salmista expresa su confianza total en Dios, que es su refugio y fortaleza en las adversidades. Los símiles están tomados de la estrategia militar. Si el compositor es el propio David, como se afirma en el título, se entienden bien estos símiles en un poeta-guerrero que pasó gran parte de su vida luchando a la intemperie, aprovechando las irregularidades del terreno contra las incursiones de sus enemigos, más organizados, como eran las huestes de Saúl5; roca, cindadela, escudo... son nombres que encuentran su explicación en el trasfondo geográfico de la atormentada geografía del desierto de Judá 6. Estos símiles son corrientes en la literatura sal-módica 7. Yahvé es su fuerza salvadora o cuerno de salvación, expresión que encontramos en Sal_28:7.8. El cuerno es símbolo de poder 8. Las primitivas divinidades mesopotámicas llevan una tiara formada a base de cuernos enroscados hacia arriba, tomados del uroc o toro salvaje primitivo, símbolo cié la fortaleza física incontrolada.
Consciente del poder omnímodo de Yahvé, el salmista le alaba e invoca, pues sabe que en él está la salvación contra sus enemigos 9. Esta confianza está basada en la experiencia, como lo demuestra la descripción siguiente.

Yahvé, protector del justo en los momentos de peligro (5-7).
5 Ya me rodeaban las olas de la muerte l0 y me aterrorizaban los torrentes de belial; 6 me aprisionaban las ataduras del seol 11, me habían sorprendido las redes de la muerte. 7 Y en mi angustia invoqué a Yahvé y lancé hacia mi Dios el ynto. El oyó mi voz desde su palacio, y mi clamor llegó a sus oídos.

El salmista, con todo dramatismo, acumulando imágenes tradicionales en la literatura poética bíblica, describe el peligro de muerte en que se halló en otras circunstancias, del que le salvó siempre la mano omnipotente de Yahvé. Los peligros son poéticamente descritos como olas y torrentes que amenazan con inundarle y arrastrarle a la muerte. Son los torrentes de belial, o de la destrucción. En el lenguaje bíblico, belial significa principio de destrucción y de maldad moral. Por eso, la Vg, siguiendo a los LXX, traduce iniquitatis12. En el contexto aparece en paralelismo sinónimo con la muerte; por tanto, se ha de tomar en el primer sentido: las oías de la muerte y los torrentes desbordados de belial amenazan con anegar la vida del salmista. La misma idea se continúa con las metáforas siguientes: las ataduras del seol y las redes de la muerte conspiran contra su vida. Aquí el seol y la muerte son comparados a cazadores que tienden sus redes y lazos o ligaduras para hacer caer la presa, que es la vida del salmista 13. Según la concepción mesopotámica, la región subterránea del arallu (sinónima del seol hebreo), morada de los muertos, tenía sus emisarios, que eran las pestes y enfermedades, para coger en redes a los vivos, poblando así dicha región sometida a Nergal14. Aquí parece que el salmista juega con una concepción similiar, si bien desprovista de implicaciones politeístas.
El salmista, angustiado ante el mortal peligro, invocó a Yahvé, quien le oyó desde su palacio, es decir, desde su casa en los cielos 15. En los salmos encontramos constantemente este contrabalanceo del peligro y la salvación obrada por Yahvé.

La teofanía de Yahvé (8-10).
8 Conmovióse y tembló la tierra, vacilaron los fundamentos de los montes, se estremecieron ante Yahvé airado. 9Subía cíe sus narices humo, y de su boca fuego abrasador, carbones por El encendidos. 10 Abajó los cielos y descendió, negra nube tenía bajo sus pies.

Es común en el A.T. describir las teofanías de Yahvé al modo de la famosa del Sinaí, en que Yahvé se manifestó en medio de fuego, relámpagos, humo y truenos 16, a las que se asocian convulsiones cósmicas, como terremotos y conmociones atmosféricas 17. Aquí el salmista, pues, trabaja con todos estos elementos poéticos tradicionales y presenta a Yahvé manifestándose para salvarle, de un modo airado y majestuoso, como en los momentos críticos de la nación israelita. Naturalmente, en toda esta descripción hay que ver una gran parte de hipérbole y despliegue de las cualidades poéticas del autor, que quiere impresionar a sus lectores acumulando símiles y frases estereotipadas de la literatura poética hebrea. Así, habla de un terremoto en el que se conmovieron hasta los fundamentos de los montes, símbolo de la máxima estabilidad 18. Según la concepción hebrea, la bóveda celeste descansaba sobre las cimas de los montes, que a su vez se asentaban sobre pilares inconmovibles sobre el mismo abismo 19. Toda la conmoción de la tierra se debe a la manifestación airada de Yahvé, que viene a hacer justicia a su siervo ultrajado 20. Para expresar la ira divina, presenta a Yahvé antropomórficamente, respirando aceleradamente y echando humo por sus narices y fuego por su boca (V.9). Este símil está calcado de la respiración entrecortada y humeante de los animales furiosos. Job nos presenta al cocodrilo resoplando, haciendo hervir el abismo como olla y espumar como vasija de ungüentos, dejando en pos de sí blanco su camino, cual si fuese una cana cabellera 21. La ira de Dios se manifestaba tradicionalmente bajo el símil del fuego, que lo consume todo 22. Aquí el salmista hace salir de su boca carbones encendidos, los rayos y relámpagos, que llevan la consternación por doquier, son los mensajeros de su venganza 23. Yahvé, rodeado de huracanadas y negras nubes, que sirven como de pavimento a sus pies 24, desciende majestuosamente para juzgar a los hombres: Abajó los cielos.,, negra nube tenia bajo sus pies (v.10). La oscuridad de la nube oculta su radiante majestad para no deslumbrar a los seres humanos 25.

Yahvé en medio de la tempestad (11-16).
11 Subió sobre los querubes y voló; voló sobre las alas de los vientos. 12 Hizo de las tinieblas un velo, formando en torno * a sí su tienda: calígine acuosa, densas nubes. 13 Ante el resplandor de su faz, las nubes se deshicieron: granizo y centellas de fuego. 14 Tronó Yahvé desde los cielos, el Altísimo hizo sonar su voz 26. 15 Lanzóles sus saetas y los desbarató, fulminó rayos y los consternó. 16 Y aparecieron arroyos de aguas 27, y quedaron al descubierto los fundamentos del orbe ante la ira increpadora de Yahvé, ante el soplo del huracán de su furor.

El salmista, conforme a la tradición literaria poética, presenta a Yahvé volando sobre los querubes o seres celestiales, que aquí aparecen en paralelismo con las alas de los vientos 2ä. Los querubes cubrían con sus alas el arca de la alianza, símbolo de la presencia de Yahvé en el tabernáculo del desierto29. En Gen_3:24, los querubes son los guardianes del paraíso; en las visiones proféticas son como los asistentes de Dios 30. En Eze_1:1s, los querubes tienen una cuádruple forma: de hombre, de león, de toro y de águila, abarcando el reino animal y el humano. Estos querubes están calcados de las kariku, o genios tutelares que guardaban los palacios babilónicos. En el salmo, como en Eze_1:1, los querubes son como el trono movible de Dios, que se traslada sobre las alas de los vientos 31. Los símiles son puramente poéticos y reflejan bien la extrema movilidad de Dios en su providencia. Yahvé avanza cubierto de tinieblas como de un velo protector que le sirve de tienda 32. Las comparaciones son bellísimas y plásticas para realzar el misterio de la presencia divina: la calígine acuosa y las densas nubes velan su majestad radiante (v.12) hasta el momento de su manifestación airada, que se traduce en granizo y centellas de fuego. Es la descripción de una tormenta, que poco a poco se va preparando, cargándose de negras nubes, para deshacerse en relámpagos, rayos y truenos. Ningún fenómeno atmosférico se prestaba mejor para simbolizar la manifestación airada y majestuosa del Dios de justicia. El granizo fue una de las plagas de Egipto 33 y contribuyó a la derrota de los cananeos en tiempos de Josué 34. En el salmo va acompañado de rayos y truenos, que son la voz del Altísimo (v.14) 35. A Yahvé se le llama aquí Altísimo para resaltar su majestad; pero este nombre divino es raro en el Salterio 36.
Por efecto de la tormenta vino la inundación con arroyos de aguas y se descubrieron los fundamentos del orbe (v.16), hipérbole que refleja bien la conmoción causada por la manifestación airada de Yahvé. Al removerse las aguas, aparecieron las bases de las montañas, que son los fundamentos del orbe, pues le dan estabilidad. El huracán desencadenado ha cambiado todo, poniendo al descubierto los cimientos de las montañas, que se tambalean por efecto del furor divino 37.

La liberación (17-20).
17 Y extendió desde lo alto su mano, y me cogió, me sacó de la muchedumbre de las aguas. 18 Me arrancó de mi poderoso enemigo, de los que me aborrecían y eran más fuertes que yo. 19 Querían asaltarme en día para mí fatal, pero fue Yahvé mi fortaleza 20 y me sacó a lugar holgado, salvándome, porque se agradó en mí.

Descrita la manifestación airada de Yahvé en medio de una conmovedora tempestad, el salmista deja el tono heroico y dramático de la teofanía, para hablar de su prodigiosa liberación de las insidias de sus enemigos. Se presenta como anegado por muchedumbre de aguas; tal es el cúmulo de adversidades que han caído sobre él 38. Pero Yahvé extendió desde el cielo su mano y le levantó de lo profundo de sus angustias. A pesar de que Yahvé habita en lo alto, en los cielos, sin embargo, vela por la suerte de sus fieles perseguidos y temporalmente sumergidos en la adversidad. La intervención divina le liberó de los enemigos que ferozmente le asaltaban, saliendo él de la estrechez angustiosa a lugar holgado, es decir, a la libertad y seguridad. Y todo ello porque encontró en él su complacencia (v.20).

La liberación es el premio a la virtud del justo (21.-24)
21 Me ha remunerado Yahvé según mi justicia, conforme a la pureza de mis manos me ha pagado. 22 Porque yo he guardado los caminos de Yahvé, y no me había impíamente apartado de mi Dios, 23 pues tenía ante mí todos sus juicios y no apartaba de mí sus estatutos, 24 sino que con El fui íntegro y me guardé de la iniquidad.

Después de afirmar que Yahvé le ha salvado, el salmista declara por qué ha mostrado tanta benevolencia con él. En realidad, Dios no abandona a los que viven según su ley, y el salmista no tiene conciencia de haberse separado de sus estatutos. Las afirmaciones del salmista reflejan sentencias de estilo sapiencial. La justicia o rectitud del justo consiste en guardar los caminos de Yahvé, sus juicios y estatutos, lo que implicaba apartarse de la iniquidad para vivir íntegro en el temor de Dios.

Yahvé corresponde a la conducta de sus fieles (25.-28)
25 Y me retribuyó Yahvé conforme a mi justicia y según la limpieza de mis manos a sus ojos. 26 Con el piadoso muéstrase piadoso, íntegro con el íntegro, 27 sincero con el sincero, y sagaz con el perverso astuto. 28 Pues tú salvas al humilde y humillas los ojos altaneros.

Existe una justa reciprocidad entre las acciones del ser humano y las de Dios para con él. El salmista cree que la salvación que le otorgó obedece a su conducta de justicia o rectitud, pues siente sus manos limpias ante Dios. Aunque no especifica, en esta frase se incluye su conducta recta con el prójimo y con Dios. Yahvé será piadoso y benevolente con el piadoso, sincero con el sincero, pero sagaz con el de caminos tortuosos, frustrando sus planes inicuos y castigando su maldad 39. Dios está siempre dispuesto a prestar auxilio al humilde, que reconoce su dependencia de Dios y se ajusta a sus caminos, mientras qur humilla al soberbio, de los altaneros. El orgullo es una de las siete cosas abominables para Dios, según declara el sabio40. Los profetas hablan en el mismo sentido 41.

Yahvé es la fortaleza del salmista (29-35).
29 Pues tú haces lucir mi lámpara, joh Yahvé! tú, mi Dios, que iluminas mis tinieblas. 30 Gracias a ti puedo embestir a un tropel (de enemigos); y con mi Dios traspaso la muralla. 31 Irreprochable es el camino de Dios, acrisolada es la palabra de Yahvé. 32 Porque ¿qué Dios hay fuera de Yahvé? ¿Qué roca fuera de nuestro Dios? 33 Es el Dios que me ciñó de vigor e hizo irreprochable mi camino; 34 que me igualó mis pies a los del ciervo y me ha reafirmado sobre las alturas; 35 que adiestró mis manos para la batalla y mis brazos para entesar el arco de bronce.

Yahvé era para el salmista como una lampara luminosa que le señalaba el camino de la esperanza en las tinieblas de la opresión y de la angustia en que se hallaba. La metáfora parece estar tomada de la costumbre de tener siempre una lámpara encendida en la tienda del beduino. Aquí la lámpara es símbolo de luz y de bienestar. La presencia de Yahvé en su alma es la fuente de todos sus íntimos bienes espirituales42. El salmista se siente seguro con la compañía de Yahvé, y con El se atreve a hacer frente a un tropel o escuadrón de enemigos que están dispuestos a asaltarle. Si el autor del salmo es David, se explican bien estos símiles guerreros; él ha logrado escalar y traspasar los muros de la fortaleza de Sión43: con mi Dios traspaso la muralla (v.30). Esta fortaleza superada por el salmista puede ser una metáfora para expresar en términos bélicos el cúmulo de dificultades y adversidades que tiene que vencer frente a sus enemigos, que le hostigan incesantemente por doquier 44. La fuerza del justo está en Dios, que no puede faltar a sus promesas de ayuda, pues su conducta o camino es irreprochable, y sus palabras, fieles, acrisoladas, de forma que no hay en ellas ninguna doblez45.
La seguridad del salmista radica en que Yahvé es el Dios único (v.32) y, como tal, es la única roca segura46; como tal, le ha dado vigor para vencer todos los obstáculos en su marcha en la vida, para que no se tercíese, siendo así su camino irreprochable 47. Su buena conducta se debe, pues, principalmente a Yahvé, que le ha dirigido e iluminado como una lámpara en su vida, dándole fuerza y vigor para hacer frente a sus enemigos. En la lucha le ha dado la agilidad del ciervo, y le ha colocado en situación de privilegio para la lucha al afirmarlo sobre las á/turas48. El salmista juega con las metáforas de la guerra para declarar la lucha espiritual que ha tenido que mantener por ser fiel a sus principios de fidelidad a Yahvé. En una guerra, la ocupación de los altozanos que dominan el campo de batalla son ya una garantía de victoria49. El salmista sigue con el símil de la guerra, y declara que es Yahvé quien le ha aleccionado en el camino de la virtud, en la lucha por mantener su integridad moral y espiritual: adiestro mis manos para la batalla. Si es David el autor del salmo, estas palabras tienen un sentido histórico real, ya que toda su vida fue un despliegue guerrero, primero para llegar a ser rey y después para defenderse de los enemigos exteriores e interiores. No pocos autores modernos creen que el salmista canta las victorias guerreras de un rey posterior al propio David. El estilo de la última parte del salmo es heroico, obra quizá de un poeta áulico que exaltaría las proezas de su rey.

Victoria sobre los enemigos (36-40).
36 Tú me entregaste tu salvador escudo, tu diestra me fortaleció y tu solicitud me engrandeció. 37 Me hacías correr a largos pasos, sin que se cansaran mis rodillas. 38 Perseguía a mis enemigos, y los alcanzaba, y no volvía sin haberlos desbaratado. 39 Los machacaba sin que pudieran resurgir; caían bajo mis pies. 40 Me ceñiste de fortaleza para la guerra, sometiste a los que se alzaban contra mí.

En los momentos de la lucha, Yahvé ha sido su defensor y le ha dado fuerzas para acelerar sus pasos en persecución de los enemigos. Los términos con que se describe la victoria sobre los enemigos son duros y en consonancia con la rudeza de costumbres de los tiempos del A.T. El salmista se halla todavía lejos de la sensibilidad moral exigida por la revelación evangélica.

Sometimiento total de los enemigos (41-46).
41 Obligaste a mis enemigos a darme la espalda, a los que me odian los exterminaste 50. 42 Vociferaban, pero nadie los libraba; (clamaban) a Yahvé, pero no los oía, 43 y los dispersaba cual polvo cara al viento, y cual lodo de las plazas los hollaba. 44 Me libraste de las sediciones del pueblo y me pusiste a la cabeza de las gentes; pueblos que tío conocí 45, me servían. 45 Al oír hablar me obedecían. Los extraños me lisonjeaban. 46 Los extranjeros palidecían y salían temblorosos de sus fuertes.

La descripción cíe la victoria sobre los enemigos y su sometimiento general tiene su mejor explicación en David victorioso sobre todos sus enemigos, reinando pacíficamente sobre su pueblo después de haber vencido sediciones internas51 y haber sometido a los enemigos exteriores: filisteos, amonitas y moabitas52. Por eso puede decir que fue constituido en cabeza de las gentes (v.44) 53. No pocos extranjeros, al conocer las victorias de David, ofrecían su alianza 54. Sus enemigos vencidos palidecían (v.46), entregándose incondicionalmente a la generosidad del vencedor: salían temblorosos de sus fuertes55.

Acción de gracias (47-51).
47 ¡Viva Yahvé y bendita sea mi Roca, sea ensalzado Dios, mi Salvador! 48 E1 Dios que me otorga la venganza y me somete los pueblos. 49 E1 que me libra de mis enemigos, el que me hace superar a los que se alzan contra mí, el que me libra del hombre violento. 50 Por eso te alabaré, ¡oh Yahvé! entre las gentes, y cantaré salmos en tu honor. 51 El que da grandes victorias a su rey, el que hace misericordia a su ungido, a David, y a su descendencia por siempre.

La exposición de las victorias se cierra con un himno de acción de gracias al que se las otorgó de modo tan munificente. Yahvé es, en realidad, su Roca y fortaleza, y confiando en El ha logrado la plena victoria sobre sus enemigos. David logró vengarse de sus enemigos 56 y ser reconocido como rey. Esta venganza es atribuida a Dios, que le dio la victoria. La perspectiva es en consonancia con la sensibilidad espiritual ruda del A.T. Con todo, se nota la confianza total en Yahvé y la gratitud hacia El. En su mentalidad netamente religiosa, el salmista atribuye las victorias exclusivamente a Yahvé. Por eso le alabará entre las gentes (v.50). La sumisión de los pueblos extranjeros sirve para que éstos conozcan las proezas del único y verdadero Dios. Las victorias de Yahvé proclaman su poder. San Pablo trae estas palabras para probar que la admisión de los gentiles al mensaje de salvación estaba anunciada en el A.T.57 El rey de Israel es su ungido (meshijó). Esta expresión se aplicaba a los sacerdotes y reyes que habían recibido la unción de Yahvé 58. En el salmo 2 se aplica al Ungido por excelencia o Mesías, que iba a ser el lugarteniente de Yahvé y la culminación de la dinastía davídica.

1 Cf. Sam 24:1s. 2 Véase E. Podeci-Iard, o.c., 90. 3 Lit. cuerno de mi salvación. El cuerno es símbolo del poder y de la divinidad en la literatura antigua oriental. 4 Cf. Gen_26:24; Deu_9:27; Num_12:7; 2Sa_7:8; Ez 34:23; 37:24; Zac_3:8. 5 Cf. Sam 22:4; 23:14.19.29; 24.22; 1Cr_11:15. 6 Cf. Sam 24:2. 7 Cf. Sal_19:14; Sal_28:1; Sal_94:22; Sal_33:17; Sal_28:7. 8 Cf. Deu_33:17; Lev_1:69; Sal_28:7.8. 9 Cf. Sal_56:9; Sal_48:1; Sal_96:4; Sal_13:3; 145:3- 10 Así según la recensión de 2 Saín 22, El TM del salmo dice 'lazos de muerte·. 11 Los LXX y Vg: dolores mortis, confundiendo hébel (dolor) con jebe/ (cuerda). 12 Cf. Sam 1:16; 2:12; 2Sa_16:7; 1Re_21:10. 13 Cf. Sal_32:6; Sal_66:12; Sal_69:25; véase RB (1907) 64. 14 Cf. E. Dhorme, Choix des textes religieux assyro-babyloniennes p,321; Ep. Gilga-mesh t.i2 col.II 29. 15 Cf. Sal_11:4. 16 Cf. Exo_19:16-18; Exo_24:15-18; Sal_68:8-9; Sal_77:17-20; Sal_77:114; Jue_5:4-5; 1Re_19:11-12; Isa_24:18-20; Isa_29:6; Isa_29:3, Isa_29:27-30; 63:19-64:3; 66:15-16; Joe_2:10-11; Joe_4:16; Nah_1:3-7; Hab_3:6; Sal_50:3; Sal_97:2-5; Eco_16:16. 17 Cf. Sal_68:7.8-Sal_68:16-18. 18 Cf. Isa_24:18; Hab_3:6. 19 Cf. Job_26:11. 20 Cf. Rev_6:16.17. 21 Job 41:19-21. 22 Cf. 15:7-Deu_32:22; Sal_107:3; Mal. 11 23 Ct. Sal_140:10. 24 Nah_1:3; Gen_11:7; Gen_15:31; Isa_64:1. 25 Cf, Ex ig.ió; Sal_20:21; 1Re_8:12; Sal_197:25, 26 El TM añade granizo y carbones de fuego, que no aparece en 2 Sam 22 ni en los LXX; lo que indica que es glosa. 27 Lit. en heb. lechos de aguas*, pero en 2 Sam 22 lechos del mar, seguido por muchos autores. Entonces la idea sería que, al conmoverse los cimientos del orbe, se secó el mar, pareciendo desnudo su lecho, como se dice del mar Rojo en Exo_15:8. Cf. Sal_106:9; Nah_1:4. 28 Cf. Sal_82:2; Sal_82:99, 1Sa_4:4; 2Sa_6:2. 29 Cf. Exo_25:17-22; Exo_26:1; 1Re_6:235; 1Re_7:29.36. 30 Cf. Eze_10:1s; 1Sa_6:1s; Ap 4:1s. 31 Cf. Deu_28:49; Jer_48:40; Jer_49:22. 32 Cf. Exo_19:9; Deu_4:1 ; Job_22:135; Sal_97:2. 33 Cf. Exo_9:23s. 34 Cf. Jos 10 ,11. 35 Cf . Job_37:2-5; Sal_29:35. 36 Cf . Núrn 24:16; Deu_32:8; Sam 2:10. 37 Cf . Job_38:4-6; Sal_75:4; Sal_104:5; Sal_46:3-4; éxo_20:4. 38 Cf, Sal 32Cr_1:6; 2Cr_66:12; 69:2Cr_2:3. 39 Cf. Lev_26:23.24; Job_5:12.13; Isa_29:95; Pro_3:34; Rom_1:28; Rev_22:11. 40 Cf. Pro_6:17. 41 Cf. Isa_2:11.12.17- 42 Cf. Job_18:6; Pro_13:9. 43 Cf. 2Sa_5:6-8. 44 Cf. Job_19:81 ha amurallado mi camino y no puedo pasar; sobre mis senderos ha derramado tinieblas; Lam_3:7 : ha puesto un muro en torno a mí y no puedo pasar. 45 Cf. Deu_32:4; Sal_19:7; Sal_119:40. · 46 Cf. Deu_33:31; Sam 2:3; 7:22, 47 Cf. Sal_93:1. 48 Cf. Deu_32:13; 2Sa_1:23. 49 Cf. Hab_3:19. 50 Así según los LXX y Vg. El TM: los exterminé. 51 Cf. 2 Sam 8:95. 52 Cf. 2 Sam 10:1s. 53 Cf. 2Sa_8:6; éxo_10:19. 54 Cf. 2Sa_8:9s. 55 Cf. Sam 14:11; Miq_7:17. 56 Cf. Sam 24:12; 25:39. 57 Cf. Rom_15:9; Deu_32:43; Sal_117:1; Isa_11:10. 58 Cf. Sam 12:3; 17:51; 1Re_1:39; Lev_8:1s; Is 45.


King James Version (KJVO) (1611)



Psalm XVIII.

Dauid praiseth God for his manifold and marueilous blessings.
To the chiefe musicion, a psalme of Dauid, the seruant of the Lord, who spake vnto the Lord the words of [ 2Sa_22:] this song, in the day that the Lord deliuered him from the hand of all his enemies, and from the hand of Saul: And he said,

[His confidence.]

1 I will loue thee, O Lord, my strength.
2 The Lord is my rocke, and my fortresse, and my deliuerer: my God, [ Hebrew: my rocke.] my strength in whome I will trust, my buckler, and the horne of my saluation, and my high tower.
3 I will call vpon the Lord, who is worthy to be praised: so shall I be saued from mine enemies.
4 [ Psa_116:3.] The sorrowes of death compassed me, and the floods of [ Hebrew: Belial.] vngodly men made me afraid.
5 The [ Or, coards.] sorrowes of hell compassed me about: the snares of death preuented me.
6 In my distresse I called vpon the Lord, and cryed vnto my God: hee heard my voyce out of his temple, and my crie came before him, euen into his eares.
7 Then the earth shooke and trembled; the foundations also of the hilles mooued and were shaken, because hee was wroth.
8 There went vp a smoke [ Hebrew: by his.] out of his nostrils, and fire out of his mouth deuoured, coales were kindled by it.
9 He bowed the heauens also, and came downe: and darkenesse was vnder his feet.
10 And he rode vpon a Cherub, and did flie: yea he did flie vpon the wings of the wind.
11 He made darkenes his secret place: his pauilion round about him, were darke waters, and thicke cloudes of the skies.
12 At the brightnes that was before him his thicke clouds passed, haile stones and coales of fire.
13 The Lord also thundered in the heauens, and the highest gaue his voyce; hailestones and coales of fire.
14 Yea, he sent out his arrowes, and scattered them; and he shot out lightnings, and discomfited them.
15 Then the chanels of waters were seene, and the foundations of the world were discouered: at thy rebuke, O Lord, at the blast of the breath of thy nostrils.
16 He sent from aboue, he tooke me,

[Dauids righteousnes.]

he drew me out of [ Or, great waters.] many waters.
17 He deliuered me from my strong enemie, and from them which hated me: for they were too strong for me.
18 They preuented me in the day of my calamitie: but the Lord was my stay.
19 He brought me forth also into a large place: he deliuered me, because he delighted in me.
20 The Lord rewarded me according to my righteousnesse, according to the cleannesse of my hands hath hee recompensed me.
21 For I haue kept the wayes of the Lord, and haue not wickedly departed from my God.
22 For all his iudgements were before me, and I did not put away his statutes from me.
23 I was also vpright [ Hebrew: with.] before him: and I kept my selfe from mine iniquity.
24 Therefore hath the Lord recompensed me according to my righteousnesse, according to the cleannesse of my hands [ Hebrew: before his eyes.] in his eye-sight.
25 With the mercifull thou wilt shew thy selfe mercifull, with an vpright man thou wilt shew thy selfe vpright.
26 With the pure thou wilt shewe thy selfe pure, and with the froward thou wilt [ Or, wrestle.] shew thy selfe froward.
27 For thou wilt saue the afflicted people: but wilt bring downe high lookes.
28 For thou wilt light my [ Or, lampe.] candle: the Lord my God will enlighten my darkenesse.
29 For by thee I haue [ Or, broken.] run through a troupe? and by my God haue I leaped ouer a wall.
30 As for God, his way is perfect: [ Psa_12:6; Psa_119:140; Pro_30:5.] the word of the Lord is [ Or, refined.] tried: he is a buckler to all those that trust in him.
31 [ Deu_32:33; 1Sa_2:2; Psa_86:8; Isa_45:5.] For who is God saue the Lord? or who is a rocke saue our God?
32 It is God that girdeth mee with strength, and maketh my way perfect.
33 Hee maketh my feete like hindes feete, and setteth me vpon my high places.
34 He teacheth my hands to warre, so that a bow of steele is broken by mine armes.
35 Thou hast also giuen me the shield of thy saluation: and thy right hand hath holden me vp, and thy [ Or, with thy meekenesse thou hast multiplied me.] gentlenesse hath made me great.

[His deliuerance.]

36 Thou hast enlarged my steppes vnder me; that [ Hebrew: mine ankles.] my feete did not slippe.
37 I haue pursued mine enemies, and ouertaken them: neither did I turne againe till they were consumed.
38 I haue wounded them that they were not able to rise: they are fallen vnder my feete.
39 For thou hast girded mee with strength vnto the battell: thou [ Hebrew: ceased to bow.] hast subdued vnder me, those that rose vp against me.
40 Thou hast also giuen mee the neckes of mine enemies: that I might destroy them that hate me.
41 They cried, but there was none to saue them: euen vnto the Lord, but he answered them not.
42 Then did I beate them small as the dust before the winde: I did cast them out, as the dirt in the streetes.
43 Thou hast deliuered me from the striuings of the people, and thou hast made mee the head of the heathen: a people whom I haue not knowen, shall serue me.
44 [ Hebrew: at the hearing of the eare.] As soone as they heare of mee, they shall obey me: [ Hebrew: the sonnes of the stranger.] the strangers shall [ Or, yeeld fained obedience. Hebrew: lie.] submit themselues vnto me.
45 The strangers shall fade away, and be afraid out of their close places.
46 The Lord liueth, and blessed be my rocke: and let the God of my saluation be exalted.
47 It is God that [ Hebrew: giueth auengements for me.] auengeth mee, and [ Or, destroyeth.] subdueth the people vnder me.
48 He deliuereth me from mine enemies: yea thou liftest mee vp aboue those that rise vp against me; thou hast deliuered me from the [ Hebrew: man of violence.] violent man.
49 [ Rom_15:9.] Therfore will I [ Or, confesse.] giue thankes vnto thee, ( O Lord ) among the heathen: and sing prayses vnto thy name.
50 Great deliuerance giueth he to his King: and sheweth mercy to his Annointed, to Dauid, and to his seede for euermore.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Salmo 18. Dios en Las Sombras: Dios en Control

Leyendo primero el título y luego el Salmo decimos: ¡No fue así como sucedieron las cosas! ¿Cuándo, en la historia de David, vino arrolladoramente el Señor para socorrerlo, cabalgando sobre un querubín (10)? Envió tormentas (12) para librar (Jos. 10:11) pero no en el relato de David; el viento del Señor (15) abrió paso por el mar Rojo (Exo. 14:21; 15:10), pero no se registra tal incidente en el caso de David. El fue librado por otros medios: un ataque sorpresivo de los filisteos (1 Sam. 23:26 s.), lo desierto del terreno (1 Sam. 24:1– 3), la conciencia impresionable de Saúl (1 Sam. 24; 26) y por su huida (1 Sam. 27:1).

Pero este aparente contraste entre los términos del Salmo y los de la historia es de hecho lo que quiere expresar. Cuando David reflexionaba sobre el pasado, después de haber sido librado (Título) sabía que sólo podía haberlo hecho el Señor del Sinaí (7, 8; cf. Exo 19:18), de los juicios sobre Egipto (9– 12; cf. Exo. 9:13 ss.; 10:21 ss.) y del mar Rojo (15), respectivamente el Señor actuando en santidad, juicio y liberación. Este es el significado de estas vívidas imágenes: Detrás de todas sus circunstancias está el obrar sobrenatural de Dios. David se refugió en la cueva de Adulam (1 Sam. 22:1) y entre las rocas de las cabras salvajes (1 Sam. 24:2), pero en su retrospección vio que había sido siempre el Señor su roca y su refugio (2, 46), escondiendo su gloria, seguramente, detrás del oscuro velo de las circunstancias, pero reinando desde su trono a favor de su siervo.

Sin embargo, esto no es todo. Existía una conexión entre su necesidad desesperante y el poder liberador del Señor: 3 Invocaré ... librado; 6 lit. Seguí invocando ... seguí clamando ... mi clamor pidiendo ayuda siguió llegando a él. 16 Envió desde lo alto ... la oración fue lo que cambió todo. ¿Habrá reflexionado alguna vez David en que este Señor todopoderoso con la misma facilidad lo hubiera protegido si se hubiera quedado en el ojo de la tormenta del palacio de Saúl (1 Sam. 19:9, 10), evitando así todos esos áridos años en el desierto?

El propósito de los vv. 1– 19 es que podamos captar la visión del poder soberano esperando empezar a andar por la oración. En los vv. 20– 45 David se propone expresar claramente las lecciones de esta experiencia pasada, porque la Biblia nos enseña por medio del pasado para que podamos vivir teniendo un anticipo del futuro. Estos versículos se dividen en cuatro secciones, distinguiéndose por diferencias en su terminología: El Señor y yo (20– 24, 30– 34) y tú y yo (25– 29, 35– 45). En general, los primeros dicen cómo obra el Señor y los últimos cómo dichas obras se aplican a David. Declara el principio de que el Señor recompensa la rectitud (20– 24), y David descubrió que en una situación donde podía con justicia afirmar su justicia, el Señor convirtió su oscuridad en luz (25– 29). No debemos, entonces, simplemente dar por sentado que el Señor nos bendecirá, sino activamente proponernos andar por la senda de justicia para así poder heredar su bendición (Hech. 5:32). En los vv. 30– 34 vemos que el Señor cuyo camino es perfecto (30) se propone hacer perfecto mi camino (32). David comparte cómo esto se cumplió en él al darle poder y victoria en medio de sus luchas (35– 45). Pero en todas las cosas el Señor está obrando para que seamos como él (cf. Rom. 8:28; Heb. 12:7– 11). El Salmo termina (46– 50) como empezó (1– 3) con una declaración de alabanza a la Roca y al Salvador divino.

Este Salmo es prácticamente igual a 2 Sam. 22. El Salmo incluye, en el título, las significativas palabras siervo del Señor, sugiriendo que es posterior que la forma en 1 Sam. y que las palabras fueron agregadas, editorialmente, en devoción a David (o en su memoria).

1, 2 (A1) Resumen: Devoción personal al Dios que salva. 1 Amo, amor apasionado (cf. 1 Rey. 3:26, sus entrañas se conmovieron), usado con frecuencia para referirse al amor de Dios por su pueblo (p. ej. 103:13, compadece), sólo que aquí se trata del amor humano a Dios. 2 Roca, acantilado, risco, peña ... baluarte, máxima seguridad (9:9), todos sugieren igualmente ser colocado en alto, fuera del alcance de los enemigos. Poder, fuerza ofensiva, contrastando con escudo, fuerza defensiva. Kidner: En esta abundancia de metáforas y David recuerda vivamente sus escapadas y victorias ... analiza sus significados. Me refugiaré. No tiene sentido tener un baluarte si no corremos a él para encontrar seguridad.

3– 19 (B1) Los caminos secretos de Dios. En cada circunstancia (ver la Introducción) el poder de Dios estaba obrando a favor de David, aunque la gloria divina estaba escondida. Aun cuando la vida parece de lo más monótona, está con nosotros la presencia sobrenatural de Dios. 3– 6 La eficacia infalible de la oración. Invocaré ... seré librado (3). El tiempo presente de indicativo expresa un principio que no cambia. 4, 5 La crisis mortal; 6 La eficacia particular de la oración al enfrentar la crisis reside en que va dirigida al Dios del pacto (Señor), conocido íntimamente (Mi Dios), que se hace accesible (templo) y me escucha personalmente (oídos). 7– 15 La oración llama a nuestro lado al maravilloso Dios, quien responde con ira (7, 8), en persona (9– 12) y en poder (13– 15). Vea la Introducción para el uso de los ejemplos de la plaga en Egipto, del Sinaí y del mar Rojo. 16– 19 Todo esto porque una persona era preciada e importante para él; note como me/mí ocurre dos veces en cada versículo.

20– 45 (B2) Los caminos revelados de Dios. 20– 29 Las palabras clave (20, 24) conforme a mi justicia ... conforme a mi justicia son el marco dentro del cual aparece la primera estrofa de la sección. Esto luego es generalizado (el misericordioso ... misericordioso ... el íntegro, 25) y particularizado (mi lámpara ... mis tinieblas, 28) en la segunda estrofa. En otras palabras, somos enseñados a reconocer la rectitud moral de nuestro Dios y a colocarnos deliberadamente en el camino de bendición por hacer lo que a él le complace. Esto no es salvación por obras, porque David ya es del Señor, sino la bendición por medio de la obediencia, que todavía es la posición de los redimidos. 20 Me ha pagado conforme, me ha pagado completamente con (completamente suplió mi necesidad), o me trajo una recompensa total. 21– 23 La recompensa no ha sido dada sin una consagración consecuente y determinada a la santidad, positivamente (he guardado ... delante de mí ... íntegro) y negativamente (no me he apartado ... no me he apartado ... me guardé de). Mi maldad, algún pecado que era una tentación especial para David. 25 Integro, perfecto. 27 Humilde, con frecuencia, como aquí, el pueblo de Dios es víctima de la arrogancia opresiva. 28, 29 El Señor garantiza su continuidad personal (lámpara), la transformación de las circunstancias (tinieblas ... ilumina), poder sobre el pueblo (ejércitos) y sobre cosas (murallas). 30– 45 Presentan otra verdad sobre los caminos revelados del Señor. Aquel que actuó con justicia (20– 29) también actúa con propósito: Perfecto en sus caminos (30). Su meta es hacer perfecto mi camino (32).

El Salmo ahora alterna entre lo que el Señor hace (30, 31, 35, 39, 43) y lo que David hace según recibiera el poder del Señor (32– 34, 36– 38, 40– 42). En otras palabras, para poder entrar en la perfección que es el propósito del Señor, es necesario vivir con sensibilidad referente a la obra de él a nuestro favor (cf. Fil. 2:12, 13). Esto explica la referencia a la palabra del Señor, probada (pura) con la cual comienza esta sección (30). Así como el Señor revela su voluntad, así también somos llamados a obedecer. 37– 45 Abarcan más que el episodio de Saúl, porque en aquella situación David no persiguió, no contestó a una agresión, etc. Es más probable que los tiempos perfectos en todo este pasaje sean perfectos de certidumbre, mirando hacia adelante desde su incipiente reinado después de haber sido liberado de Saúl, hasta su camino victorioso y su culminación.

46– 50 (A2) Resumen: Devoción personal al Dios salvador. Las grandes afirmaciones del seguro reinado victorioso no se cumplieron ni en él ni en su línea, no serán totalmente cumplidas hasta que el Hijo más grande del gran David regrese en su triunfo universal (Fil. 2:9– 11).

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

La introducción hímnica del salmo (2-4) tiene su paralelo en la conclusión doxológica (47-50 -el versículo 51 ha sido añadido posteriormente-). La lamentación (5-7) desemboca en la liberación (17-20). Ante la teofanía, que es simultáneamente epifanía (8-16), el salmista hace protesta de su inocencia (21-28). La acción marcial se inicia con una antífona introductoria (29) y se desarrolla en tres actos: Dios y las armas (30-37), los enemigos (38-43) y los extranjeros (44-46). El amor visceral con el que se inicia el salmo: «Yo te amo...» (2) se expande en los posesivos que vienen a continuación (2s): reflejan un amor enamorado. Dios responde a ese amor: se muestra teofánicamente (8-16) para librar a aquel a quien ama (20). Existe una complicidad y complementariedad entre ambos amores. Porque Dios ama a quien le ama apasionadamente, lo libra de las aguas mortales (5-7.10-17), le enseña el arte de la guerra (33-36), le somete los pueblos (44-46)... Y el salmista prorrumpe en una acción de gracias ante todos los pueblos (47-50). El versículo añadido (51) permite aplicar este salmo al Ungido, a Cristo, triunfador de la muerte y del abismo. Rom_15:9 cita el versículo 50 del salmo. Quien ama enamoradamente no se cansa de acuñar nuevos epítetos para proclamar su amor. El Dios, así amado, «con-desciende» para estar con nosotros como Roca segura de nuestra existencia.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



3. Ver 144. 2. "Mi Roca": esta imagen, que simboliza la estabilidad y la firmeza de Dios, se encuentra con frecuencia en la Biblia, sobre todo en los Salmos. Ver Deu_32:4; Isa_26:4.

5-6. Estas imágenes se refieren a los enemigos del rey. En realidad, no se trata de una descripción puramente metafórica, ya que según el Antiguo Testamento, todo lo que amenaza a la vida es una irrupción del reino de la Muerte -"Abismo"- en el mundo de los hombres. Ver nota 6. 6.

8-16. Ver 50. 3; 68. 8-11; 77. 17-19; 97. 3-5; 144. 5-6.

17-18. Ver 144. 7.

51. "Ungido": ver nota 2. 2.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 18.10 Ser alado: lit. querubín. Los antiguos israelitas se representaban a los querubines como seres alados que sostenían el trono invisible del Señor (Ez 10.1-22). Véase 80.1 n.

[2] 18.15 Las bases del mundo: Los antiguos hebreos se imaginaban el mundo como una masa de tierra seca asentada sobre unas bases o fundamentos que se hundían en las profundidades del gran océano subterráneo. Cf. Sal 24.2.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*18 Salmo de acción de gracias. Desde el último verso añadido, el salmo se convierte para el cristiano en un himno a Cristo, el nuevo y definitivo Mesías davídico, triunfador de la muerte y del abismo, y glorificado por el Padre.

Torres Amat (1825)



SALMO 18 (17)

[1] 2 Sam 22.