Ver contexto
Después les habla irritado,
los espanta lleno de cólera:
(Salmos 2, 5) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

אָ֤ז‎(אָז)

Hebrew|ʔˈāz|then

Part-of-speech: adverb
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H227] [a.ce.ac] [54]
[אז] [GES222] [BDB238] [HAL250]

יְדַבֵּ֣ר‎(דָּבַר)

Hebrew|yᵊḏabbˈēr|speak

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: pi“el


[H1696] [d.ai.aa] [399]
[דבר] [GES1602] [BDB1811] [HAL1822]

אֵלֵ֣ימֹו‎(אֶל)

Hebrew|ʔēlˈêmô|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H413] [a.di.aa] [91]
[אל] [GES400] [BDB422] [HAL438]

בְ‎(בְּ)

Hebrew|vᵊ|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

אַפֹּ֑ו‎(אַף)

Hebrew|ʔappˈô|nose

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H639] [a.em.ab] [133a]
[אף] [GES615] [BDB652] [HAL673]

וּֽ‎(וְ)

Hebrew|ˈû|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

בַ‎(בְּ)

Hebrew|va|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

חֲרֹונֹ֥ו‎(חָרֹון)

Hebrew|ḥᵃrônˌô|anger

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2740] [h.fo.ab] [736a]
[חרון] [GES2638] [BDB2964] [HAL2946]

יְבַהֲלֵֽמֹו‎(בָּהַל)

Hebrew|yᵊvahᵃlˈēmô|disturb

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: pi“el


[H926] [b.ak.aa] [207]
[בהל] [GES908] [BDB984] [HAL1000]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Salmo 2. El Ungido de Yahvé.
T ampoco este salmo tiene indicaciones cronológicas ni personales, y, sin embargo, es uno de los más importantes y vigorosos de todo el Salterio, porque en él encontramos la primera mención de un Mesías personal (la única vez en todo el A.T. en que al Príncipe de los tiempos mesiánicos se da el título de Mashiaj: Ungido: ×ñéóôüs), lugarteniente de Yahvé con dominio pleno sobre todos los pueblos y príncipes de la tierra. La persona del salmista desaparece por completo para dejar hablar en estilo profético-oracular al Vicario de Yahvé en la tierra. San Pedro conformándose con la opinión judaica corriente de su tiempo atribuye la composición del salmo al propio David, y conforme a este supuesto arguye para probar el carácter mesiánico del mismo1. Críticos modernos convienen en que esta composición es anterior al exilio, cuando Sión era el centro de la teocracia en todo su esplendor. Se señalan, no obstante, algunos arameísmos que empañan la pureza de la lengua de los tiempos davídicos y salomónicos 3. Como, por otra parte, el salmo tiene algunas expresiones de índole apocalíptica, no pocos autores procuran retrotraer la composición del mismo hasta los tiempos de los Macabeos 4.
El estilo de esta composición salmódica es dramático y vigoroso, con una distribución en cuatro estrofas de siete esticos, con tres acentos cada una. El género literario es el profético-oracular. El salmista comienza ex abrupto presentando una insurrección general de todos los, pueblos contra el Ungido de Yahvé (1-3). Esto resulta ridículo, porque Dios, que está en los cielos, se ríe de ellos y da el decreto de la entronización solemne de su Mesías (4-6), el cual, por ello mismo, adquiere una especial filiación respecto del propio Dios. Bajo este título se le da el dominio absoluto del universo (7-9)· En consecuencia, se invita a los reyes de la tierra que vuelvan a la cordura y se plieguen a la autoridad de su representante en la tierra (10-12); de lo contrario, tendrán que sufrir los rigores de su justicia implacable. El lenguaje es enérgico y entrecortado, para impresionar al lector, que realmente queda como sobrecogido ante la majestad de Dios y de su Ungido.

La confabulación de los reyes de la tierra contra el Ungido de Yahvé (1-3).
l ¿Por qué se amotinan las gentes y trazan los pueblos planes vanos? 2 Se reúnen los reyes de la tierra, y a una se confabulan los príncipes contra Yahvé y contra su Ungido. 3 ¡Rompamos sus coyundas, arrojemos de nosotros sus ataduras!

En tono dramático, el salmista presenta a los poderes de la tierra confabulados para oponerse a los designios mesiánicos del propio Dios, el cual ha determinado poner un representante suyo en la tierra. Esta insurrección es totalmente insensata, ya que no podrán contender contra la omnipotencia del que ha decretado establecer a su Ungido en la tierra. De ahí que el salmista pregunte asombrado: ¿Por qué se amotinan las gentes? (v.1). En realidad, las gentes no saben con quién van a contender, y por eso su actitud es insensata y suicida. Los profetas conciben la historia como el despliegue de dos ejércitos en lucha, el del bien y el del mal, el de los intereses de Yahvé representado en su pueblo elegido y el de los pueblos gentiles, que se oponen al triunfo de aquél en los tiempos mesiánicos. Los imperios se suceden, y en realidad son meros instrumentos de la justicia divina para preparar el advenimiento de los tiempos futuros, en los que triunfarán la justicia y la equidad bajo la égida de un Príncipe al que se le llama Admirable Consejero, Dios fuerte, Príncipe de paz5. En la perspectiva de Isaías, este Príncipe ideal dotado de cualidades excepcionales por recibir la fuerza carismática de Dios en su múltiple manifestación de espíritu de inteligencia, de ciencia, de sabiduría, de consejo, de fortaleza y de temor6 se sobrepondrá a los invasores asirios, que son los que en aquellos tiempos (s.VIII a.C.) comprometían los destinos histórico-mesiánicos de Israel. Daniel hablará de una sucesión de imperios babilónico, medo-persa, griego y seléucida que se oponen a la implantación del reino de los santos.7 El salmista abarca en su perspectiva las insurrecciones periódicas que todos los reinos de la tierra organizan contra el establecimiento de los designios mesiánicos de Dios sobre su pueblo, y particularmente su mente se dirige al momento solemne en que se decide la inauguración de los tiempos mesiánicos.
Por primera vez en la Biblia encontramos el término Mashiaj (ungido), del que se derivará el vocablo Mesías, aplicado al lugarteniente de Yahvé en los tiempos mesiánicos. No es raro el término aplicado a los reyes 8, a los sacerdotes 9, es decir, a los personajes que, para ejercer una función especial, eran ungidos con el óleo del Señor. Incluso se aplica en sentido metafórico a algún rey extranjero, como Ciro, el cual cumple una misión especial de la Providencia divina en beneficio de su pueblo 10. Fundándose en este texto, la literatura apócrifa judaica, a partir de los Salmos de Salomón (s.II a.C.), reservó este título de Mashiaj al esperado representante de Yahvé en los tiempos de su manifestación mesiá-nica. En el ánimo de todos los israelitas estaba la creencia de que el Mesías recibiría una especial unción o consagración solemne de parte de Dios, y de ahí que el término mashiaj quedara reservado a El en un sentido especial mesiánico y aun escatológico. Así, el nombre común de mashiaj se convirtió en nombre propio aplicado a su persona. Es el Ungido, el Cristo del Señor. Conforme a esta acepción específica, el ángel anunció a los pastores de Belén que había nacido el Cristo Señor 11.
Los pueblos y príncipes de la tierra conspiran contra la denominación del que va a ser declarado enfáticamente Ungido e Hijo de Yahvé, como representante suyo, con plenos poderes delegados. Sienten ya sobre ellos su yugo, sus coyundas y ataduras, que quieren sacudir para seguir libres en sus planes de gobierno al margen de la Ley divina, que ha de imponer el Ungido de Yahvé (v.3). El salmista, para expresar esta conspiración universal, pudo inspirarse en los esfuerzos que los estados vasallos de Israel realizaron en los tiempos gloriosos de la dinastía davídica para lograr su plena libertad política12; pero su panorama ahora es más amplio, y concierne a los tiempos del dominio universal del Mesías en los tiempos futuros anhelados.

Esterilidad de los esfuerzos de los insurrectos contra el Ungido (4-6).
4 El que mora en los cielos se ríe, el Señor se burla de ellos. 5 A su tiempo les hablará en su ira y los consternará en su furor. 6 Yo he constituido mi rey 13 sobre Sión, mi monte santo.

El salmista presenta a Yahvé morando en las alturas de los cielos1 y riéndose de los vanos y alocados planes de los que se confabulan contra su Ungido. En realidad, no tardarán en comprender sus despropósitos cuando hable manifestando su ira y siembre la consternación con su furor (v.5). Yahvé es el Señor de los ejércitos, y, como tal, mueve los hilos secretos de la historia. Los reyes de la tierra son meros instrumentos de sus designios históricos sobre Israel, como pueblo elegido, y después sobre toda la humanidad, que había de ser bendecida en la descendencia de Abraham 14. Yahvé es el trascendente, el santo, y desde los cielos contempla majestuoso los azares de la vida de los hombres y de los pueblos. Como Señor de los tiempos, en su perspectiva de eternidad, aguarda paciente e impasible el momento de sus manifestaciones justicieras, que pongan las cosas en su debido lugar, dando a cada hombre y a cada pueblo lo suyo: Asiéntase Yahvé en su trono, firme por toda la eternidad. Establemente fundó su trono para juzgar, para regir justamente el orbe de la tierra, para gobernar con equidad15. Haciendo uso de su poder omnímodo para establecer la justicia en la tierra, establece su rey sobre Sión, el monte santo. Allí está su santuario, donde tiene su especial residencia en la tierra, además de la propia en los cielos de los cielos16. Cerca del santuario está la morada del rey, su representante. El Ungido surgirá de la dinastía davídica, según promesa hecha por Dios a Natán 17, y se sentará en el monte santo, llamado así porque está santificado por la presencia del que es por excelencia Santo 18. En Sión tiene Yahvé su trono 19, y su colina sagrada será como un faro esplendente al elevarse sobre todos los montes para que todos los pueblos se dirijan y orienten hacia ella para ser instruidos en su Ley 20. Ahora Yahvé proclama que va a establecer a su Ungido-Mesías como Rey sobre la colina santa para inaugurar la nueva teocracia mesiánica. Para que se enteren todos los pueblos confabulados contra El, Yahvé va a pronunciar un decreto solemne, sellado por su boca, por el que se declara su especial vinculación con el Ungido.

El Mesías, Hijo de Yahvé y Señor del universo (7-9).
7 Voy a promulgar un decreto de Yahvé. El me ha dicho: 8 Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy. Pídeme, y haré de las gentes tu heredad, te daré en posesión los confines de la tierra. 9 Los regirás con cetro de hierro 21 y los romperás como vasija de alfarero.

El salmista pone en boca del Mesías la promulgación del decreto de Yahvé por el que es constituido no sólo Rey sobre su monte santo, sino Hijo suyo de un modo particular. La expresión Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy, puede entenderse en sentido metafórico, en cuanto que el Ungido, el día de su entronización como lugarteniente de Yahvé, adquiere una filiación moral particular respecto del mismo Dios. En el A.T., la frase hijo de Dios se aplicaba al pueblo israelita, al que se le llamaba primogénito de Yahvé 22; a los reyes de la dinastía davídica 23 y al propio David 24. Los mismos ángeles son llamados hijos de Dios. 25 En estos textos, la filiación equivale a vinculaciún especial con Dios por estar más cerca de El en el sentido afectivo. Por tanto, en el salmo que comentamos, la frase Tú eres mi Hijo puede tener este sentido de filiación moral conforme a la mentalidad común teológica de la revelación viejotestamentaria. Si se toma en este sentido amplio, la frase siguiente, Yo te he engendrado hoy, tendrá el mismo sentido de filiación metafórica moral. El Ungido, al ser declarado representante de Yahvé por el decreto divino, adquiere públicamente como una nueva naturaleza, en cuanto que desde ese momento es el Vicario de Dios y, como tal, goza de su especialísima protección. En la concepción teocrática oriental, el rey era especialmente hijo de Dios. Aquí, pues, el salmista parece conformarse con esta mentalidad teocrática, y así concibe al Mesías como especialmente vinculado al Dios a quien representa 26.
No obstante, no pocos autores creen que en la expresión del salmo hay una insinuación de una verdadera filiación divina del Mesías en sentido natural. Así dice el P. Lagrange: El Mesías será Hijo de Dios en un sentido natural 27. Pero, de hecho, en la tradición judaica nunca se da esta interpretación de filiación en el sentido de que el Mesías participara de la naturaleza divina de Yahvé. Por eso, más bien parece que aquí nos encontramos con una filiación moral del Mesías 28, pues éste es engendrado justamente el día de su entronización como Ungido de Yahvé. Se hace Hijo de Yahvé al ser declarado Rey y sucesor de la dinastía davídica, adoptada por Yahvé 29. Se trata, pues, de una filiación adoptiva del Mesías el día de su entronización real 30.
La perspectiva mesiánica del salmista se declara en el anuncio de que Yahvé da las gentes por heredad al Ungido, y en toda su extensión, pues abarca los confines de la tierra (v.8b). Si el Mesías es el representante único de Yahvé, se sigue que todos los pueblos le serán sometidos como patrimonio propio 3l. No sabemos el alcance de los conocimientos geográficos del salmista, que pone en boca de Dios la expresión confines de la tierra; pero, aunque esta frase se aplica no pocas veces en la Biblia a los límites ideales del reino de Israel32, sin embargo, en la tradición de las profecías mesiánicas la palabra gentes tiene un sentido amplísimo, conforme a la promesa hecha a Abraham de que en su descendencia serían bendecidas todas las gentes 33. Así, pues, podemos sospechar que la panorámica del salmista es amplísima y abarca todas las naciones que se confabulan contra el Ungido, es decir, todos los pueblos que, fuera del alcance de la elección de Israel, se afanan por impedir la manifestación de los tiempos mesiánicos.
Como Vicario de Yahvé, el Mesías será el Señor de las naciones y las someterá y gobernará con fortaleza, con cetro de hierro, pues se obstinan en mantener su actitud de rebeldía. Isaías presenta al Príncipe ideal hiriendo al tirano con los decretos de su boca y matando con su soplo al impío 34. Las expresiones rudas y vigorosas han de interpretarse conforme al módulo literario de la hipérbole oriental, salpicada siempre de afirmaciones radicales y extremosas. Esta imagen del Mesías autocrático y violento contrasta con la del Príncipe de paz del libro de Isaías 35, y sobre todo con la descripción del Siervo de Yahvé, que triunfa por el sufrimiento y la muerte 36. Son facetas diversas bajo las cuales se presenta al futuro Mesías, que tendrá el don de fortaleza, pero también el espíritu de justicia y de equidad. El salmista aquí en medio de la confabulación violenta de las naciones y reyes gentiles presenta al Ungido de Yahvé tratando duramente a los que no se sometan a su dominio ni quieran reconocer sus derechos de lugarteniente único de Yahvé.
El cumplimiento del vaticinio fue conforme al módulo de la última etapa de la revelación en el A.T., es decir, según la estampa del Siervo doliente, que es llevado al matadero como cordero sin protestar 37. Así, Jesús ante Pilato declara que su reino no es de este mundo 38. Pero San Pablo desentraña el sentido profundo de su humillación hasta la muerte, pues por ella Dios le ensalzó y le dio un nombre sobre todo nombre, para que ante El doblen la rodilla los cielos, la tierra y los infiernos, y toda lengua confiese que Jesús es el Señor para gloria del Dios Padre 39. Al despedirse de los Apóstoles, Jesús confiesa que es el Señor del universo: Me fue dado todo poder en el cielo y en la tierra40. San Pablo ve en la resurrección de Jesús el cumplimiento de la frase del salmo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy41. La humanidad glorificada de Jesús es el cumplimiento en su sentido pleno del oráculo del salmo.

Invitación a la sumisión al Ungido (10-12).
10 Ahora, pues, ¡oh reyes! obrad prudentemente; dejaos persuadir, rectores todos de la tierra. 11Servid a Yahvé con temor, rendidle homenaje con temblor 42. 12 No se aire y caigáis en la ruina, pues se inflama de pronto su ira. ¡Venturosos los que a él se confían!

Esta invitación a la cordura la hace el salmista, el cual amonesta a los insurgentes, ya que es inútil mantenerse frente al que tiene poderes delegados del Omnipotente, Rey de las naciones y Juez de los pueblos43. Yahvé tiene arrebatos de ira cuando son conculcados sus derechos (v.12), y, por tanto, es peligroso incurrir en la ruina que pueda acarrear a los obstinados en la rebelión.
El salmista termina declarando que la verdadera felicidad está en entregarse confiadamente a la Providencia divina y a sus misteriosos designios sobre la tierra.

Sentido mesiánigo del salmo.
El P. Lagrange declara que esta composición es el salmo mesiánico por excelencia y el primer documento hebreo que contiene el término técnico de Mesías, aunque unido a Yahvé bajo la forma de su Ungido.44 El ungido era el sumo sacerdote y el rey de Israel. Ahora se aplica el término al que iba a ser Sacerdote-Rey en la nueva teocracia, aunque no se afirme explícitamente esta doble dimensión sacral y cívica- del futuro Mesías, como se hará en el salmo no, que por su sentido mesiánico es paralelo a éste. Con todo, la tradición judía ha considerado el salmo 2 como eminentemente mesiánico, como lo declara el rabí Rashi: Nuestros doctores han entendido este salmo del Rey-Mesías, pero en sentido literal, y para responder a los herejes (cristianos) es preferible interpretarlo del propio David.45
Los Apóstoles utilizaron el salmo en sentido mesiánico en sus argumentaciones apologéticas46, aplicándolo a Cristo resucitado y triunfador. Los Santos Padres aducen con frecuencia el pasaje de la filiación divina del Mesías en las disputas arrianas47.
Por el contexto interno de la composición se ve que el salmista tiene una perspectiva mesiánica, pues habla del dominio del Ungido sobre todas las gentes hasta los confines de la tierra. La composición forma parte de la colección literaria llamada salmos regios, porque giran en torno al reino mesiánico, o especialmente sobre el Rey-Mesías. En el vaticinio de Jacob se anuncia que un descendiente de la tribu de Judá empuñará el cetro, dominando sobre las gentes48. A David se promete la perpetuidad de su dinastía49. Amos concibe los tiempos mesiánicos como una resurrección de la casa caída de David50; en el mismo sentido, a favor de la dinastía davídica se expresa Oseas51. Isaías presenta al Emmanuel naciendo de una virgen, adornado de cualidades excepcionales y procediendo de la casa de Jesé, padre de David52. Miqueas vaticina que ej Dominador en Israel nacerá en Belén, patria chica de David 53. Jeremías habla de un nuevo Pastor vinculado al propio David54; en el Sal_132:11 se alude a la promesa hecha a David de que habrá un retoño suyo sobre el trono de Judá. En este ambiente de expectación mesiánico-davídica debemos interpretar estos salmos regios. Los salmistas haciéndose eco de esta convicción tradicional muchas veces en el rey de su tiempo ven el eslabón de la cadena que desembocará en el Rey por excelencia, el Mesías, y en ese sentido, glorifican a la monarquía israelita y a los reyes históricos en función de su proyección hacia el futuro, en que se colmarán las ansias de felicidad y prosperidad del pueblo elegido, tantas veces probado por la adversidad. Otras veces, llevados de la inspiración divina, su mente se proyecta directamente sobre el personaje futuro ideal, síntesis de todas las ilusiones de todo buen israelita. Es el caso del salmo 2, en el que se destaca el poder omnímodo del Ungido de Yahvé.

1 Hec_4:25. 2 EB 344- 3 Suponen la composición antes del exilio Sellin, Kittel, Gunkel, Kónig y, en general, lios autores católicos. 4 Mantienen esta opinión, entre otros, Duhm, Bertholet, Zapletal y Lagrange. Véase KB 14 (1905) 41-42. 5 Isa_9:6-7. 6 Is 11:1s. 7 Dan e.? 8 Cf. Sam 12:3; 17:51; Rev_1:39. 9 Cf. Lev 8:1s. 10 Cf. Isa_45:1. 11 Luc_2:1 1. 12 Cf. 2 Sam 5:1s. 13 Así según el TM. Los LXX leen en pasivo nisakti, en vez de nasakti (kal), y la Vg sie esta lección: constituías sum rex. Siguen la lección de los LXX Lagrange (RB 14 [1905] ), Peters Dnnf gue esta lección: constituías sum rex. Siguen la lección de los LXX Lagrange (RB 14 [1905] 40), Peters, Dennefeld, Ceuppens. Siguen el texto masorético Vaccari, Zorell, Desnoyers, Kigaux, Schmidt. 14 Gen 12:1s. 15 Sal_9:8-9. 16 Sal_68:34. 18 Isa_6:3. 17 2Sa_7:11-17. 19 Sal_47:9; Isa_8:18. 20 ls 2:2s; Miq 4:1s. 21 Así según los LXX, leyendo tir'em en vez de tero'em: los romperás. 22 Cf. Exo_4:22; Deu_26:19; Deu_28:1. 23 Cf. 2Sa_7:14. 24 Sal_89:28. 25 Job_1:6; Job_38:7; Sal_29:1; Sal_89:7. 26 Así interpretan Geuppens, Podechard, Knabenbauer, Peters, Dennefeld, Desnoyers. 27 M. J. Lagrange, Le Judaisme avant Jesús Christ (1931) 365; cf. RB (1905) 43. 28 Cf. 2Sa_7:14; Sal_89:27-28. 29 Cf. 2Sa_7:14; 2Sa_23:5. 30 Véase E. Dhorme, La Religión assyro-babylonienne (París 1668). 31 Cf. Gal_4:7; Mat_21:38. 32 Cf. Deu_33:17; Sal_72:8; Eco_44:21; Zac_9:10. 33 Gen_12:3. 34 Isa_11:4. 35 Isa_9:43. 36 Isa_42:1-7; Isa_49:1-7; Isa_50:4-9; 52:13-53:12. 37 Is 53:7- 38 jn 1836. 39 Flp_2:8s. 40 Mat_28:18. 41 Hec_13:33. 42 En el TM se añade besad al hijo. Los LXX y Vg: Apprehendite disciplinam. Símaco: adorad puramente. Como recarga el ritmo y hay una palabra aramea para designar hijo (bar en vez del heb. ben), Lagrange y otros críticos creen que es glosa marginal. Cf. RB (1905) 40. Gunkel hace una ingeniosa trasposición de letras hebreas, y por razones de paralelismo lee: besad los pies con temblor. En ese supuesto, se invita a prestar un homenaje al Mesías, besándole los pies, como signo de acatamiento y de deposición de la actitud hostil anterior. 43 Cf. Sal_76:13. 44 M. J. Lagrange: RB (1905) 41. 45 Citado por J. Calés, Le livre des Psaumes I (París 1936) 104. 46 Cf. Hec_4:25-28; Heb_1:5; Rev_2:27; Rev_19:15. 47 Cf. San Justino, Dial, cum Tryph. c.88: PG 6:687; Lactancio, Divin. Instit. 4:15: PL 6:491; San Hilario, De Trin. 8:25: PL 10,255; San Agustín, Confess. l.n c.is: PL 32, 815; San Juan Crisóstomo, Contra lud.: PG 48:818-819. 48 Gen_49:4-12. 49 2Sa_23:1.5. 50 Amo_9:11s. 51 Ose_3:5 52 Isa_11:18. 53 Miq 5:1-4; Mat_2:3. 54 Jer_37:21-28.


Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Salmo 2. El Rey Del Mundo

El tema se desarrolla en cuatro secciones balanceadas: los reyes quienes se oponen al Señor y su ungido (1– 3) son invitados a refugiarse, sirviendo al Señor y honrando al hijo (10– 12). Entremedio se oyen dos voces: El Señor habla del nombramiento de su Hijo para reinar (4– 6) y el Hijo habla de la promesa divina de un reinado mundial (7– 9). El Salmo tiene sus raíces en 2 Sam. 7, la promesa a Da vid de un hombre supremo, una relación de hijo con el Señor, y una línea que perduraría. Es posible que el Salmo se usara para recibir a cada rey davídico sucesivamente al ascender al trono como un recordatorio del ideal, pero su cumplimiento fue en el más grande de los hijos del gran David (ver Luc. 1:31– 33), justo cuando la siempre constante negativa del mundo en el sentido de que éste reine sobre nosotros (Luc. 19:14) llegaba a su clímax en el Calvario (Hech. 4:25, 26; 1 Cor. 2:8). La era en que vivimos, por más blanda y comprensiva que a veces parezca, esencialmente odia, se opone y se rebela contra Dios en Cristo. Históricamente, el rey davídico siempre estaba amenazado por el mundo que lo rodeaba; en su esencia, esto refleja la rebelión del mundo contra Dios; proféticamente, el salmo se refiere al rechazo de Jesús.

1– 3 Traman cosas vanas (lit.) murmuran. La descripción aquí puede que no sea tanto de rebelión como de inquietud. ¿Qué es lo que le quita la paz al mundo? El v. 2 responde: No puede haber paz mientras el Señor y su ungido sean rechazados. La enemistad contra Dios es el centro de la naturaleza caída (Col. 1:21). Ungido (cf. 1 Sam. 16:13; 24:6; Isa. 11:1– 9). Ataduras ... cuerdas. Es el engaño de Satanás (Gén. 3:1– 5) el representar a las condiciones divinas de bendición como restricciones hostiles que reprimen a la humanidad negándole la verdadera libertad. 4– 6 El Señor no negocia con los rebeldes, ni cambia para poder cumplir con sus demandas, sino que simplemente reafirma su plan real: Su rey ha sido instalado y punto final; ¡así como en Gén. 3 la gran rebelión no alteró para nada la soberanía divina! Ira ... furor, respectivamente la expresión de la ira (ira sentida) y el ardiente poder de la ira (ira expresada). Sion, lit. la sede de la monarquía davídica; proféticamente el centro de la nueva creación de Dios en Cristo (Heb. 12:22– 24). 7– 9 Una relación de hijo, una promesa de heredad y una dote de poder. Mi hijo. Dios figuradamente adoptaba a los reyes de la línea de David. Hoy, el día de su ascensión, el principio de la relación. Cuando se usa para referirse a Jesús en el momento de su resurrección (Hech. 13:32– 37) el significado es más bien que Dios ha aclarado públicamente lo que siempre ha sido el caso. Pídeme ... A diferencia del rey rebelde, el Hijo vive por su confianza sumisa al Padre. En este aspecto fue tentado (Mat. 4:8– 10) y prevaleció (Mat. 26:39). Vara de hierro ... como a vasija, el contraste entre poder absoluto e impotencia total. 10– 12 Servid ... Besad. ¡No puede haber servicio al Señor sin sumisión al Hijo! Temor ... alegraos ... temblor. Hay una diferencia entre confianza y presunción. Los que besan al Hijo conservan siempre el temor que por derecho le corresponde y la ira que es inseparable de su santidad. Bienaventurados (ver 1:1). Se refugian. No hay refugio contra él: sólo en él (Kidner).

King James Version (KJVO) (1611)



Psalm II.

1 The kingdome of Christ. 10 Kings are exhorted to accept it.
1 Why [ Act_4:25.] do the heathen [ Or, tumultuously assemble?] rage, and the people [ Hebrew: meditate.] imagine a vaine thing?
2 The Kings of the earth set themselues, and the rulers take counsell together, against the Lord, and against his Anoynted, saying,

[Christs kingdome.]

3 Let vs breake their bandes asunder, and cast away their cords from vs.
4 [ Pro_1:26 .] Hee that sitteth in the heauens shal laugh: the Lord shall haue them in derision.
5 Then shall hee speake vnto them in his wrath, and [ Or, trouble.] vexe them in his sore displeasure.
6 Yet haue I set [ Hebrew: anointed.] my King [ Hebrew: vpon Sion, the hill of my Holinesse.] vpon my holy hill of Sion.
7 [ Act_13:33 ; Heb_1:5 .] I will declare [ Or, for a decree.] the decree: the Lord hath said vnto mee, Thou art my sonne, this day haue I begotten thee.
8 [ Psa_72:8 .] Aske of me, and I shall giue thee the heathen for thine inheritance, and the vttermost parts of the earth for thy possession.
9 [ Rev_2:27 ; Rev_19:15 .] Thou shalt breake them with a rod of iron, thou shalt dash them in pieces like a potters vessell.
10 Bee wise now therefore, O yee Kings: be instructed ye Iudges of the earth.
11 Serue the Lord with feare, and reioyce with trembling.
12 Kisse the Sonne lest he be angry, and ye perish from the way, when his wrath is kindled but a little: [ Pro_16:20 ; Isa_30:18 ; Jer_17:7 ; Rom_9:33 ; Rom_10:11 ; 1Pe_2:6 .] Blessed are all they that put their trust in him.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



1. "¿Por qué se amotinan...?": la rebelión de los reyes vasallos era un hecho común en el Antiguo Oriente, cuando el trono quedaba vacante por la muerte del soberano. La primera preocupación del nuevo monarca era restablecer el orden en sus dominios.

2. El "Ungido" del Señor es el rey (18. 51; 20. 7) porque el ritual de su coronación incluía, como una de sus partes esenciales, la unción con el óleo sagrado. Esta unción -además de consagrarlo- le confería un carisma especial para el ejercicio de sus funciones ( 1Sa_16:13). Ver notas 92. 11; 133. 2.

4. Ver 37. 13; 59. 9.

7. Ver Hec_13:33; Heb_1:5; Heb_5:5. El "decreto del Señor" era un documento escrito, que el nuevo rey aducía para legitimar su ascensión al trono, y en el que estaban consignadas sus prerrogativas.

"Tú eres mi hijo": en el momento de su entronización -"hoy"- el rey era constituido "hijo de Dios". La profecía de Natán (2 Sam. 7) y la versión poética de la misma ( Heb_89:20-38) especifican que ese privilegio le correspondía en virtud de la Alianza que el Señor estableció con David y su dinastía. La filiación divina del rey tenía el carácter de una "adopción" por parte de Dios.

9. El "cetro", además de ser una insignia del poder real, era también un arma de guerra. Ver 110. 2.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

El pórtico al salterio se completa con este salmo real. El Ungido ocupa el puesto de la Ley. Los malvados son los reyes rebeldes. El justo denuncia. Dios no juzga, sino que se ríe y se enfurece. El soberano ha elegido a un rey vasallo para que lo represente. Rebelarse contra el vasallo es una rebeldía contra el soberano: en este caso Dios mismo; es una intentona llamada al fracaso. El soberano reacciona ante la consigna de los rebeldes -«rompamos sus ataduras»- con la risa, con la ira y con la palabra. El Ungido proclama personalmente el protocolo del nombramiento: como «hijo» se le ha entregado el poder. Las medidas represivas afianzan el poder de la autoridad. Si los rebeldes no se atienen al ultimátum, serán destruidos sin remedio. Quien se refugie en Dios, por el contrario, será dichoso. Este salmo es muy citado en el Nuevo Testamento (cfr. Hch_4:25s; Hch_13:3; Heb_1:5; Heb_5:5; etc.). Depuesta toda rebeldía, aceptamos la invitación a adorar al Señor: «temblando ríndanle homenaje», porque el Mesías es el Señor.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] Salmo 2 Salmo real, utilizado originariamente en la ceremonia de entronización o de ascensión al trono de un nuevo rey, perteneciente a la dinastía davídica. Sobre los ritos de entronización, cf. 1 R 1.28-53; 2 R 11.12.

[2] 2.6 Sión era el nombre de la fortaleza que David arrebató a los jebuseos para hacerla capital de su reino (2 S 5.7). Luego, ese mismo nombre se aplicó a la colina situada un poco más al norte, donde Salomón construyó el templo del Señor (cf. Sal 78.68-69), y también pasó a designar toda la ciudad de Jerusalén (cf. Sal 48.12-14). Los salmos aluden constantemente a Sión y a su templo, y lo llaman monte santo porque el Señor lo ha elegido para vivir allí (Sal 132.13).

[3] 2.7 En el día de su elevación al trono, el rey era constituido hijo de Dios por adopción, de acuerdo con la promesa de 2 S 7.14: "Yo le seré un padre, y él me será un hijo" (cf. Sal 89.26-27).

[4] 2.11-12 Adoren al Señor... con temblor: traducción probable. El texto hebreo dice lit.: Y alégrense con temblor. Besen al hijo.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*2 Salmo real que sirve como una introducción histórica al Salterio. De nada sirve que los vasallos conspiren y se rebelen contra el Señor y su Mesías. La filiación proclamada en el v. Sal 2:7 suena en el bautismo de Jesús (Mat 3:12 par) y en su transfiguración (Mat 17:5 par), como también en la proclamación de la resurrección (Hch 13:33) o de su dignidad sacerdotal (Hch 2:7; Hch 5:5).

Torres Amat (1825)



SALMO 2

[4] Y de sus vanos proyectos. La necedad de la rebelión queda en claro ante la presencia de Dios.

[7] Hebr 1, 5; 5, 5; Hech 13, 33.