Ver contexto
¿Quién me guiará a la plaza fuerte,
quién me conducirá hasta Edom?
(Salmos 60, 11) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

הָֽבָה‎(יָהַב)

Hebrew|hˈāvā-|give

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperative
Verbal stem: qal


[H3051] [j.av.aa] [849]
[יהב] [GES2958] [BDB3299] [HAL3277]

לָּ֣נוּ‎(לְ)

Hebrew|llˈānû|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

עֶזְרָ֣ת‎(עֶזְרָה)

Hebrew|ʕezrˈāṯ|help

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5833] [p.bz.af] [1598b]
[עזרה] [GES5778] [BDB6383] [HAL6301]

מִ‎(מִן)

Hebrew|mi|from

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4480] [m.cl.aa] [1212]
[מן] [GES4398] [BDB4898] [HAL4822]

צָּ֑ר‎(צַר)

Hebrew|ṣṣˈār|adversary

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6862] [r.ea.ab] [1974a]
[צר] [GES6818] [BDB7500] [HAL7440]

וְ֝‎(וְ)

Hebrew|ˈw|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

שָׁ֗וְא‎(שָׁוְא)

Hebrew|šˈāwᵊ|vanity

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7723] [v.bl.ab] [2338a]
[שוא] [GES7689] [BDB8465] [HAL8384]

תְּשׁוּעַ֥ת‎(תְּשׁוּעָה)

Hebrew|tᵊšûʕˌaṯ|salvation

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H8668] [j.dy.aq] [929e]
[תשועה] [GES8638] [BDB9510] [HAL9423]

אָדָם‎(אָדָם)

Hebrew|ʔāḏˌām|human, mankind

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H120] [a.bc.ab] [25a]
[אדם] [GES123] [BDB134] [HAL135]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Salmo 60 (Vg 59): Petición de Victorias después de Una Derrota.
E ste poema tiene el aire de una oración litúrgica después de una fuerte derrota de los ejércitos de Israel. El salmista se queja de la prueba a que se ha sometido al pueblo de Dios, pidiendo que se remedien las consecuencias de esta trágica calamidad nacional (3-7); a pesar de las promesas de victoria (8-10), los acontecimientos no parecen corresponder a estas optimistas promesas (11-12), y termina declarando la plena confianza en Dios (13-14). No pocos autores creen que el oráculo de los v.8-io sobre las victorias es inserción posterior a las súplicas de victoria que encontramos en v.3~7 y 11-14! por el contenido, este salmo es paralelo al 44, aunque de tono menos sombrío. El estilo es conciso y apretado, no exento de belleza literaria.
Como es ley en esta colección, se atribuye también este salmo a David, y se da la ocasión de su victoria sobre los árameos y edomitas 2. Esta suposición se compagina mal con el contenido del salmo, que habla de una derrota y no de una victoria. Para salvar esta incongruencia, algunos autores conservadores suponen que, mientras David dirigía la guerra en la parte septentrional contra los árameos, los edomitas atacaron por el sur, y de momento derrotaron a los israelitas, los cuales, gracias a la intervención de Joab, enviado para hacer frente a este peligro, habría logrado una victoria. El salmo habría sido compuesto justamente cuando David recibió la noticia de la derrota de su ejército antes de enviar a Joab 3. Los autores modernos, sin embargo, suponen que el salmo es de época posterior a David, aunque no parece que deba ponerse después del exilio4. El oráculo de los v.8-10 parece ser anterior a las lamentaciones de los v.2-7 y 11-14. El salmista o compilador lo habría insertado al conjunto deprecativo para dar más ánimos y esperanzas basadas en las promesas divinas.

Terrible derrota del pueblo elegido (1-7).
1 Al maestro del coro. Sobre los lirios del testimonio. Miktam de David. Para ser aprendido 5. 2 Cuando venció a Aram Naharayim y a Aram de Soba, y se volvió Joab, y derrotó en el Valle de la Sal a doce mil edomitas 6. 3Tú, ¡oh Dios! nos rechazaste y nos destrozaste. Te airaste. ¡Restituyenos! 4 Hiciste temblar nuestra tierra y la quebraste. Sana sus quiebras, porque vacila. 5 Hiciste ver a tu pueblo cosas duras, nos diste a beber el vino del vértigo; 6 has dado una señal a los que te temen para que se recojan ante el arco. 7 Para que sean liberados tus dilectos, sálvanos con tu diestra y óyenos.

Como en otros fragmentos deprecativos, alternan las quejas y las súplicas. El salmista atribuye la derrota de la nación a la manifestación airada de Yahvé. Los hagiógrafos tienen un sentido profundo de la teología de la historia, de tal forma que lo que sucede es siempre en función de la intervención justiciera o misericordiosa de Dios. Así, ahora, después de ser rechazado y destrozado el pueblo israelita por la ira de Yahvé, se le pide con urgencia y confianza que lo vuelva a rehacer: ¡Restituyenos! (v.3). Todo es obra de Dios: la destrucción y la reconstrucción de la nación. Es inútil que los seres humanos intenten por sus solas fuerzas oponerse a los planes destructores o reconstructores del que dirige los hilos de la historia universal, y particularmente de la del pueblo elegido, su porción selecta, su heredad7. Tomando la metáfora del terremoto, el salmista declara cómo la tierra de Israel ha sido sacudida y quebrada bajo la manifestación airada de Yahvé. Israel ha quedado como una casa removida en los cimientos y con grandes resquebrajaduras; sólo la intervención benévola de Dios puede restañar sus quiebras (v.4). En la literatura salmódica y profética, la metáfora del terremoto es símbolo del juicio divino, que conmueve la sociedad y las naciones hasta los cimientos 8. La suerte que les cupo es amarga: han tenido que beber del cáliz embriagador de la ira divina 9, que los hace vacilar y caer: el vino del vértigo (v.5). Los juicios punitivos de Dios son presentados con frecuencia bajo el símil de una copa de vino embriagador, que hace perder el sentido y caer. Así, en Isa_51:17 dice Yahvé a su pueblo: Despierta, levántate, Jerusalén, tú que has bebido de la mano de Yahvé el cáliz de su ira; tú que has apurado hasta las heces el cáliz que aturde... El salmista proclama que, a causa de este cáliz de vértigo, o embriagador, el pueblo escogido ha tenido que sufrir cosas duras, calamitosas, difíciles de llevar. La derrota ha sido tal, que la única salvación está en la señal de huida dada por Dios para que se recojan ante el arco (v.6) 10. Ante esta negra perspectiva, el salmista recurre a Dios como última instancia: sálvanos con tu diestra, puesto que los israelitas son sus dilectos 11. Si el castigo ha venido de Dios, sólo El puede restablecerlos. Con toda intención, el poeta llama a los ciudadanos de Israel los dilectos de Dios, como una apelación implícita a las exigencias de sus promesas antiguas. El amor de Dios por Israel mostrado desde su elección como pueblo en el desierto es la única esperanza para contrarrestar las exigencias de justicia y furor.

Promesa oracular de victoria (8-10).
8 Dijo Dios por su santidad: Yo exultaré a Siquem y mediré el valle de Sucot. 9 Mío es Galaad y mío es Manases, y Efraím es el yelmo de mi cabeza; Judá, mi cetro. 10 Moab es la bacía para lavarme; sobre Edom arrojaré mi calzado, y sobre Filistea cantaré yo victoria.

El oráculo se pone en boca de Yahvé, si bien habla en nombre de su pueblo. La expresión hablar por su santidad equivale a declarar una promesa con juramento, pues la santidad es el atributo específico de la divinidad según la mentalidad del A.T. Dios es el Santo, es decir, el incontaminado, el inaccesible, el trascendente. La santidad se concibe como una especie de atmósfera aislante que santifica o depura todo lo que toca 12. Cuando Dios habla apelando a su santidad, sugiere que pone en juego lo más específico e íntimo de su esencia, y, por tanto, sus palabras tienen el carácter de un juramento y de una promesa 13. La santidad de Dios incluye su naturaleza en su aspecto moral, y, por tanto, lo anunciado por su santidad lleva el sello de lo intocable y permanente. La expresión jurar por su santidad es sinónima no pocas veces de jurar por El mismo14.
El contenido de esta promesa, solemnemente declarada y garantizada por la santidad divina, es la seguridad de la victoria sobre los pueblos vecinos a Israel: Moab, Edom y Filistea. El vencedor es Yahvé, que conquistó Canaán y sus aledaños para su pueblo elegido, Israel. Las palabras, aunque puestas en boca de Dios, en realidad pueden aplicarse a la nación israelita como colectividad. El poeta dramatiza la victoria y, con claros antropomorfismos, presenta a Dios como un guerrero que ocupa y somete a las naciones enemigas de Israel. Ante la victoria segura, exulta y se dispone a repartir la región de Siquem, es decir, la franja de terreno situada en Cisjor-dania. El valle de Sucot es la región conquistada en Transjordania 15. Quizá estas dos localidades se nombran porque aparecen en la historia del gran patriarca Jacob 16. Así Dios cumple la promesa de dar a su descendencia el territorio donde había acampado en su azarosa vida. Galaad y Manases son los territorios del norte de TransJordania 17. Estas zonas territoriales, pues, pertenecen al pueblo de Yahvé; pero el centro de ellas lo constituyen Efraím, que es el yelmo de su cabeza, porque la tribu de Efraím se distinguió siempre por su espíritu belicista y aguerrido 18, y Judá su cetro, o territorio donde radicaba la capital con su templo, morada de su majestad en la tierra. Por ello tenía la supremacía jurídica y gubernativa sobre el resto de las tribus. Es un eco del vaticinio de Jacob: No faltará de Judá el cetro ni de entre sus pies el báculo hasta que venga aquel cuyo es, y a él darán obediencia los pueblos...19
Aquí se declara la pertenencia de los territorios de estas diversas tribus a Yahvé como porción especial de El; pero, además, serán sometidos como estados vasallos Moab, Edom y Filistea 20. Los términos en que se expresa esta idea son despectivos y humillantes, en contraposición a la declaración de pertenencia de los territorios anteriores que integraban la heredad de Yahvé. Moab es la bada en la que se lava sus pies, Edom es el esclavo a quien se confía llevar el calzado 21, y Filistea oirá los cantos de triunfo del Vencedor, sin poder oponerse a su victoria. Esta es la panorámica de triunfo que el salmista pone en boca de Yahvé para dar ánimos a los decaídos israelitas por las derrotas actuales. Esta perspectiva de victoria coincide con los oráculos proféticos 22.

Ansias de victoria sobre los edomitas (11-14).
11 ¿Quién me conducirá a la ciudad fortificada? ¿Quién me llevará a Edom? 12 ¿No serás tú, oh Dios! que nos has rechazado, tú que no sales con nuestros ejércitos? 13 Danos tu auxilio contra el enemigo, pues vano es el auxilio del hombre. 14 Con Dios haremos proezas, y El aplastará a nuestros enemigos.

Terminado el paréntesis oracular sin duda intercalado posteriormente al salmo deprecativo, aunque originariamente sea de composición anterior , el salmista, sopesando el ambiente de postración y derrota de su pueblo, clama a su Dios para que los ayude a reconquistar el territorio edomita y dar el merecido al arrogante Edom, actualmente vencedor 23. En el v.6 hablaba de la huida como único medio de salvación; ahora espera el poder de Yahvé para reconstruir el poder militar de la nación. Nadie puede darles la victoria sino el propio Dios. El salmista ansia llegar con su ejército a la ciudad fortificada, sin duda Petra o Sela, capital de Edom. Se consideraba inexpugnable porque estaba construida en una superficie irregular rocosa, inaccesible al invasor 24. En realidad, las guerras de Israel son las guerras de Dios, al que está vinculado por una alianza 25, y aunque ahora parece que los ha rechazado y no sale con sus ejércitos al campo de batalla, sin embargo, es el único que puede prestar auxilio (v.12). El abandono de Yahvé tiene que ser sólo momentáneo, pues al fin tendrá que salir por los fueros de su pueblo. Esta es la confianza del salmista síntesis de las aspiraciones de su pueblo derrotado ; por eso habla en primera persona: ¿Quién me conducirá...?
Todo auxilio humano no tiene valor alguno en estas circunstancias, y sólo con la ayuda divina será posible obrar las proezas de reconstruirse y aun de entrar en territorio del ahora vencedor. Yahvé es el guerrero de Israel y terminará por aplastar a sus enemigos 26. Esta confianza en la victoria con la ayuda de Dios es la característica de todos los salmos deprecatorios.

1 Así opina, entre otros, E. Podechard, o.c., I 260. 2 Cf. 2Sa_8:138. 3 Cf. 1Cr_18:12. 4 Algunos autores suponen que el salmo es del tiempo de los Macabeos (cf. fl. Josefo, Ant. lud. XIII 8-9; Beda El Venerable: PL 93:792). Pero contra esta época tan tardía se opone el hecho de que aparezca ya en la versión de los LXX. 5 Como en otros salmos, este título sobre los lirios del testimonio debe de ser el principio de alguna canción conocida a la que debía ajustarse el canto del salmo. El otro título, que traducirnos para ser aprendido (Lelammedh), puede significar que debe ser conservado en la posteridad (cf. 2Sa_1:18). Sobre las otras indicaciones, cf. Sam 14:17; Sal_4:1; Sal_16:1. 6 Cf. 2Sa_8:3; 2Sa_10:6s. 7 Cf. 1Re_8:51; Est_10:12. 8 Cf. Sal_15:8; Sal_46:4.7; Isa_24:18s. 9 Cf. Sal_75:9; Jer_25:165; Eze_23:32-33. 10 Cf. Isa_31:8; Isa_5:26; Isa_13:2; Jer_4:6. 11 Cf. Deu_33:12; Jer_11:15. 12 Véase P. Van Imschoot, Théologie de ['Anden Testament I (Tournai 1954) 43s. 13 Cf. Sal_89:36; Amo_4:2. 14 Cf. Amo_6:8; Heb_6:13.17. 15 Cf. Jos_13:27. 16 Cf. Gen_33:17-18. 17 Cf. Núm 32:1s. 18 Cf. Gen_49:22s; Jos_17:14-18; Jue_6:2-6. 19 Gen_49:8-10. 20 Cf. 2Re_17:24; Esd_4:9-10. 21 Cf. Abd_1:3s; Mat_3:11. 22 Cf. Isa_11:13-14; Eze_37:15-28; Zac_10:6; Jer_50:19; Miq_7:14. 23 Cf. Amo_9:11; Abd_1:18; Sof_2:4-9; Isa_11:14. 24 Abd_1:3s. 25 Cf. Ex 243. 26 Cf. Sal_44:6; Sal_18:13; Num_24:18; Sal_118:16; Jer_17:5; Jue_7:4.7.

King James Version (KJVO) (1611)



Psalm LX.

1 Dauid complayning to God of former iudgement, 4 now vpon better hope prayeth for deliuerance. 6 Comforting himselfe in Gods promises, he craueth that helpe whereon he trusteth.
To the chiefe Musician vpon Shushan-Eduth [ Or, a golden Psalme.] Michtam of Dauid, to teach. [ 2Sa_8:3.13; 1Ch_18:3.] When hee stroue with Aram Naharaim, and with Aram

[Dauids confidence.]

Zobah, when Ioab returned, and smote of Edom in the valley of salt, twelue thousand.

1 [ Psa_44:10.] O God, thou hast cast vs off; thou hast [ Hebrew: broken.] scattered vs, thou hast bene displeased, O turne thy selfe to vs againe.
2 Thou hast made the earth to tremble; thou hast broken it: heale the breaches thereof, for it shaketh.
3 Thou hast shewed thy people hard things: thou hast made vs to drinke the wine of astonishment.
4 Thou hast giuen a banner to them that feare thee: that it may be displayed because of the trueth. Selah.
5 [ Psa_108:6, etc.] That thy beloued may be deliuered; saue with thy right hand, and heare mee.
6 God hath spoken in his holinesse, I wil reioyce: I will diuide Shechem, and mete out the valley of Succoth.
7 Gilead is mine, and Manasseh is mine; Ephraim also is the strength of mine head; Iudah is my Lawgiuer.
8 Moab is my wash-pot, ouer Edom wil I cast out my shooe: Philistia, [ Or, triumph thou ouer me. [by an ironie.].] triumph thou because of me.
9 Who wil bring me into the [ Hebrew: city of strength.] strong citie? who will lead me into Edom?
10 Wilt not thou, O God, which hadst cast vs off? and thou, [ Psa_44:10; Psa_108:12.] O God, which didst not goe out with our armies.
11 Giue vs helpe from trouble: for vaine is the [ Hebrew: saluation.] helpe of man.
12 Through God wee shall doe valiantly: for he it is that shall tread downe our enemies.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Salmo 60. A Flamear la Bandera

David pasaba por una dificultad de la cual él mismo era responsable. Según 2 Sam. 8:3– 7, capturó sorpresivamente a Hadad-ezer de Soba. Hadad-ezer estaba ocupado asegurando la frontera en el extremo norte y David, en forma oportunista, invadió el sur. Pero antes de poder saborear su victoria, le llegó la noticia de que Edom a su vez había tomado a David de sorpresa e invadido atravesando el valle del mar Muerto. Con el rey y su ejército a distancia de allí, parecía que el incipiente reino de David moriría antes de poder cimentarse. La situación se expresa resumidamente en el v. 1: el peligro real no es Edom sino la furia divina (expresada por medio de Edom). Por lo tanto sólo en la oración (¡Vuelve a nosotros!; favorécenos nuevamente) está la respuesta. El temblar la tierra (2, cf. Exo. 19:18; 1 Sam. 14:15), como vino que hace tambalear (3, cf. Isa. 51:17) muestra la presencia e ira divina, pero hay una bandera que flamear (4), la bandera de la oración (5). Porque en esencia, esta es la situación: Dios ha hecho promesas con respecto a la tierra, al pueblo y a los actuales enemigos (6– 8). Sólo Dios es nuestra esperanza (9, 10), por lo tanto, la oración es el único camino (11). El mensaje es más amplio que la ocasión: en cada crisis aun en las que son por nuestra propia culpa la solución es repetir las promesas de Dios y flamear la bandera de la oración. Cuando somos infieles, él sigue siendo fiel: no puede negarse a sí mismo (2 Tim. 2:13).

1 Es característico del pensamiento bíblico ver duras cosas (3) rastreándolas hasta su origen en Dios. No es imposible que Hadad-ezer haya animado a Edom a que abriera un segundo frente. Pero la manera de manejar las situaciones es ir directamente a su origen. Sea cual fuere la justificación que puede haber tenido David para atacar a los filisteos (2 Sam. 8:1) no se justificaba que conquistara a Moab y Amón (2 Sam. 8:2, 12; cf. Deut. 2:9, 19). Atacar a Hadad-ezer era sencillamente imitar la política oportunista de los poderes mundanos. ¡Con razón Dios estaba enojado! 4, 5 Cf. Exo. 17:8– 16. Moisés consideraba que sus manos en alto era como levantar bandera contra el enemigo y como tocar el trono de Dios en un ruego. Sin duda David pensaba lo siguiente: el ataque de Edom era como el de Amalec (Deut. 25:17, 18). Ante el arco o en pro de la verdad. 6– 8 En su santuario, mejor en su santidad: ha dado su palabra santa. Siquem ... Sucot, las zonas centrales de Palestina y Transjordania; Galaad ... Manasés, las zonas norteñas que lindaban con el Jordán. Estas tipifican la tierra que el Señor había prometido. Efraín ... Judá, los dos componentes principales del pueblo al cual se habían hecho las promesas. La dignidad (fortaleza de mi cabeza ... cetro) pertenece a su pueblo; el estado servil (vasija en que me lavo ... sandalias) y la subordinación (sobre Filistea) a otros. 9– 11 Ya no sales ... con se convierte en con Dios por la sumisión de la oración suplicante. La bandera que flamea es a favor de Dios al igual que (4, 5) en contra del enemigo.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



2. Ver 2Sa_8:13-14; 2Sa_10:6-19; 1Cr_18:1-13.

5. "Vino embriagador", o más literalmente, "vino de vértigo": esta imagen se refiere al castigo que el Señor inflige a sus enemigos. Ver 75. 9; Isa_51:17, Isa_51:22; Jer_25:15; Zac_12:2.

8. "Siquém" estaba situada en la región central de Palestina. Ver Gen_12:6; Jos. 24.

"EI valle de Sucot" se encuentra al este del Jordán, cerca de la desembocadura del laboc. Ver Gen_33:17.

9. "Galaad" era una región de la Transjordania, ocupada por la mitad de la tribu de Manasés antes de la conquista de Canaán. Ver Num_32:39-42.

"Manasés" era la región situada al oeste del Jordán, donde se estableció más tarde la otra mitad de esa misma tribu. Ver Jos_17:1-13.

"Efraím" y "Judá" representan los dos reinos -el del Norte y el del Sur- en que se dividió Israel después de la muerte de Salomón. Ver 1 Rey. 12.

Los nombres citados en este versículo y en el anterior designan la totalidad de Palestina. Así se predice la plena restauración de los dominios de Israel, como en los orígenes de la monarquía.

10 "Moab" y "Edóm" eran dos reinos limítrofes de Israel, y sus enemigos encarnizados lo mismo que "Filistea".

El acto de "plantar las sandalias" es un gesto de posesión y de dominio. Ver Rut_4:7-8.

12. Ver 44. 10.



La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Amarga antífona para comenzar (3). La situación es calamitosa. La nación está desolada: ¿Por un terremoto? ¿Por la guerra? ¿Es una creación poética? Tal vez sea más convincente la segunda hipótesis. El causante de tan grande desgracia es Dios, que ha dado a beber a su pueblo «una copa», un «vino de vértigo» (5): el castigo hasta la ejecución capital (cfr. Isa_51:17.22). En este hecho se fundamenta la amplia queja, respetuosa y confiada, de los versículos 3-6. El salmista pide en una nueva antífona la intervención divina (7), a la que sigue un oráculo: Dios es un guerrero que conquista y distribuye el terreno conquistado, aunque se reserve para sí algunos territorios como predio de la corona (8b-10). Pese al oráculo divino, el orante muestra su escepticismo: «¡quién me llevara...!» (11), a la vez que se interroga e interroga a Dios con confianza (12). La confianza desemboca en la esperanza de la ayuda divina (14). Pese a la evidencia presente, se impone la certeza de la confianza (14), en claro contraste con la antífona inicial. También la Iglesia perseguida se siente derrotada y pide auxilio. He aquí un salmo para orar con ella ante las catástrofes que asolan a la humanidad.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] Salmo 60 2 S 8.3-14; 1 Cr 18.3-12.

[2] 60.3 Cf. Is 51.17,22; Jer 25.15. Véase 75.8 n.

[3] 60.6 Siquem era una antigua ciudad de la Palestina central, cerca de 60 km. al norte de Jerusalén.

[4] 60.6-8 En este mensaje de salvación, el Señor se presenta como un guerrero victorioso, que anuncia a Israel la recuperación y expansión de sus antiguos territorios, incluidos el valle de Sucot y la región de Galaad, al este del río Jordán.

[5] 60.8 Al territorio de Israel se añade aun el de otros pueblos, reducidos a la condición de vasallos: Moab, comparado aquí con una palangana quizá porque estaba situado en la ribera oriental del Mar Muerto, Edom al sur de Judá, y el país de los filisteos, sobre la costa del Mediterráneo. El gesto de arrojar la sandalia equivalía a una toma de posesión (cf. Rt 4.7-8).

[6] 60.6-12 Estos vv. se vuelven a encontrar en Sal 108.7-13.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_33:16-17; Ose_1:7+; 2Cr_14:10 [2Cr_14:11]; Sal_44:6 [Sal_44:5]

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_33:16-17; Ose_1:7+; 2Cr_14:10 [2Cr_14:11]; Sal_44:6 [Sal_44:5]

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*60 Súplica comunitaria. Cuando todo parece tambalearse, la confianza en Dios y en la antigua palabra sostiene al creyente. La tensión dramática del salmo permite ponerlo en labios de la Iglesia, perseguida pero no derrotada, sino asistida por el poder de Dios.

Torres Amat (1825)



SALMO 60 (59)

[1] Sal 108 (107).

[2] 2 Sam 3, 8; 10, 6-9; 1 Cro 19, 4-5.

[10] Efraín fue la tribu más valiente y generosa. Judá la tribu de los reyes. Moab era un pueblo del cual esperaba sacar Israel riquezas. Dios es el supremo comandante.

Biblia Peshitta en Español (Holman, 2015)

7 El v. Sal 60:12 no está en el texto Peshitta.