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Reconoced el poder de Dios.
Su majestad sobre Israel,
su poder en las nubes.
(Salmos 68, 35) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

נֹ֤ורָ֥א‎(יָרֵא)

Hebrew|nˈôrˌā|fear

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: participle
Verbal stem: nif‘al


[H3372] [j.df.aa] [907]
[ירא] [GES3257] [BDB3637] [HAL3605]

אֱלֹהִ֗ים‎(אֱלֹהִים)

Hebrew|ʔᵉlōhˈîm|god(s)

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H430] [a.dl.ad] [93c]
[אלהים] [GES407] [BDB437] [HAL452]

מִֽ‎(מִן)

Hebrew|mˈi|from

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4480] [m.cl.aa] [1212]
[מן] [GES4398] [BDB4898] [HAL4822]

מִּקְדָּ֫שֶׁ֥יךָ‎(מִקְדָּשׁ)

Hebrew|mmiqdˈāšˌeʸḵā|sanctuary

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4720] [s.an.ah] [1990f]
[מקדש] [GES4635] [BDB5175] [HAL5074]

אֵ֤ל‎(אֵל)

Hebrew|ʔˈēl|god

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H410] [a.dl.ab] [93a]
[אל] [GES400] [BDB422] [HAL437]

יִשְׂרָאֵ֗ל‎(יִשְׂרָאֵל)

Hebrew|yiśrāʔˈēl|Israel

Part-of-speech: proper noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3478] [u.ce.ab] [2287a]
[ישראל] [GES3364] [BDB3753] [HAL3730]

ה֤וּא‎(הוּא)

Hebrew|hˈû|he

Part-of-speech: personal pronoun
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1931] [e.aw.aa] [480]
[הוא] [GES1856] [BDB2078] [HAL2078]

נֹתֵ֨ן‎(נָתַן)

Hebrew|nōṯˌēn|give

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: participle
Verbal stem: qal


[H5414] [n.gg.aa] [1443]
[נתן] [GES5339] [BDB5941] [HAL5834]

עֹ֖ז‎(עֹז)

Hebrew|ʕˌōz|power

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5797] [p.bx.ac] [1596b]
[עז] [GES5741] [BDB6348] [HAL6265]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

תַעֲצֻמֹ֥ות‎(תַּעֲצֻמֹות)

Hebrew|ṯaʕᵃṣumˌôṯ|might

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H8592] [p.eq.ag] [1673e]
[תעצמות] [GES8562] [BDB9423] [HAL9334]

לָ‎(לְ)

Hebrew|lā|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

‎(הַ)

Hebrew||the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

עָ֗ם‎(עַם)

Hebrew|ʕˈām|people

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5971] [p.di.ab] [1640a]
[עם] [GES5904] [BDB6526] [HAL6449]

בָּר֥וּךְ‎(בָּרַךְ)

Hebrew|bārˌûḵ|bless

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: participle (passive)
Verbal stem: qal


[H1288] [b.dd.aa] [285]
[ברך] [GES1180] [BDB1357] [HAL1364]

אֱלֹהִֽים‎(אֱלֹהִים)

Hebrew|ʔᵉlōhˈîm|god(s)

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H430] [a.dl.ad] [93c]
[אלהים] [GES407] [BDB437] [HAL452]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Salmo 68 (Vg 67): Canto Triunfal: Las Gestas de Yahve.
E ste salmo tiene un marcado sello de himno de alabanza y de acción de gracias de índole colectiva y nacional, y parece haber sido compuesto con motivo de la liberación de una situación crítica del pueblo, oprimido por una potencia extranjera. El pensamiento fluctúa entre lo épico y lo lírico, y, así, tan pronto se presenta a Yahvé como Guerrero libertador, como Señor de la naturaleza que protege a su pueblo a través de la historia. El Dios de Israel habita en el santuario y desde allí dispensa su protección a los desvalidos. Los pensamientos se suceden de modo heterogéneo, sin que falten las perspectivas mesiánicas al anunciar la venida de las naciones extranjeras ante Yahvé. Parece que restarnos en presencia de un himno con ocasión de la liberación de deportados o prisioneros; se celebra a grandes rasgos la historia del pasado de Yahvé en relación con la vida de Israel, y se apela a su historia futura, su triunfo sobre las naciones hostiles y aun su glorificación por los reinos de la tierra en general 1.
Desde el punto de vista de interpretación, este salmo es quizá el más oscuro y heterogéneo del Salterio: desconexión del pensamiento de no pocos versículos, alusiones d. hechos desconocidos, expresiones oscuras sumamente originales y peregrinas. Por eso no es fácil captar el sentido literal inmediato de no pocas secciones, y las hipótesis interpretativas se multiplican con cada autor. Ë Dios se le designa con los nombres de EIohim, El, Yahvé, Yah, Adoiiai, Shadday, lo que acentúa la complejidad del origen literario de esta composición salmódica. Algún autor lo ha definido como un salmo al estilo de Débora, moviéndose sobre la más alta cima del sentimiento y de la presentación lírica. La dicción es atrevida y tan idiomática, que no se encuentran menos de trece palabras no usadas fuera de aquí. 2
No obstante, podemos seguir el sentido general. Parece ser un canto procesional en estilo de oda triunfal -en torno al santuario de Jerusalén. Por eso se ensalza a Yahvé, que ha preferido el monte de Sión para habitar en él a otras montañas más elevadas, como las de Basan. Desde el punto de vista rítmico literario, podernos distinguir dos partes una relativa al pasado y otra referente al presente y al futuro , incluyendo cuatro estrofas.
Aunque en el título se asigne este salmo a David, sin embargo, son pocos los autores que mantienen la paternidad davídica del mismo. Se supone la existencia del templo. Por ciertas afinidades conceptuales con la segunda parte del libro de Isaías, no pocos críticos modernos infieren que esta composición es postexílica, de los tiempos de la opresión seléucida, y así creen que fue compuesta con motivo de la repatriación de los judíos de Egipto en tiempos de Ptolomeo Filadelfo (285-274 a.C.), y3 aun otros rebajan la época de composición a los tiempos macabaicos: se aludiría a la liberación de los judíos llevados en cautividad a Galaad en tiempo de Judas Macabeo (año 164 a.C.)4. Una tercera posición es la de los que suponen que el salmo es de origen davídico, pero que fue aumentando progresivamente por exigencias del culto litúrgico, con nuevas adiciones poéticas más o menos en consonancia con el esquema primitivo general del salmo5.

Preludio: La manifestación victoriosa de Yahvé (1-3).
1 Al maestro del coro. Salmo de David. Cántico 6. 2 ¡Alzase Dios! Se dispersan sus enemigos y huyen a su vista los que le odian. 3 Se desvanecen como se desvanece el humo; como al fuego se funde la cera, perecen los impíos ante la presencia de Dios.

Al iniciarse la solemne procesión, el poeta declara el poder absoluto dé Dios sobre sus enemigos, que son los del pueblo de Israel. En realidad, este pensamiento está calcado sobre las palabras que repetía Moisés al ponerse en marcha el arca de la alianza por el desierto: Levántate, Yahvé; dispérsense tus enemigos y huyan ante ti los que te aborrecen.7 Las palabras del salmista pueden entenderse en sentido optativo, como traducen no pocos comentaristas 8. La historia de Israel es la historia de los triunfos de Yahvé sobre sus enemigos. Estos no han podido resistir ante el empuje del Omnipotente. Con metáforas muy realistas expresa el poeta la débil resistencia que oponen a Yahvé: se desvanecen como humo y se derriten como cera al fuego 9.

La protección de Dios sobre los desvalidos (4-7).
4 ¡Alégrense, por el contrario, los justos y exulten, salten de de júbilo en presencia de Dios! 5 Cantad a Dios, ensalzad su nombre, allanad el camino al que viene cabalgando por el desierto: Yahvé es su nombre; exultad ante El. 6 El padre de los huérfanos, el defensor de las viudas, es Dios en su santo tabernáculo. 7 Dios, que da casa a los desamparados, que pone al libertad a los cautivos. Sólo los rebeldes se quedarán al seco.

El poder omnímodo de Yahvé debe ser causa de confianza y alegría para los justos que le son fieles. Nada deben temer, y, al contrario, todo lo pueden esperar del que les dispensa su protección con amplia generosidad. Son los amigos de Dios, y, en consecuencia, deben alegrarse por los triunfos de la justicia divina, manifestada en el castigo sobre los que viven fuera de la Ley. Yahvé se ha manifestado a través de la historia acompañando a su pueblo por las estepas del Sinaí; por eso, el poeta invita a los temerosos de Dios a preparar el camino del que avanza majestuoso en cortejo triunfal, cabalgando por el desierto (v.5). En Isa_40:3 se invita a abrir una gran avenida por el desierto para que pase el cortejo solemne de Yahvé con sus exilados de Babilonia, que vuelven alegres a su patria 10, Aquí el salmista habla en sentido metafórico e invita a los fieles a Yahvé a vivir conforme a su Ley, preparando así el nuevo advenimiento espiritual del Omnipotente al santuario de Jerusalen. Y con todo énfasis declara el nombre de su Dios: Yahvé, el tetragrammaton misterioso que había sido revelado a Moisés en las estepas del Sinaí, y que resumía la protección que en los días del éxodo había dispensado a su pueblo; las gestas de Yahvé en el pasado son una garantía y una prenda de su nueva intervención en favor de los que le son fieles en medio de una sociedad hostil y materializada n.
Pero Yahvé no sólo es el Dios de las grandes gestas en favor de su pueblo, sino el Padre amoroso que se preocupa de los desvalidos: los huérfanos y las viudas (v.6) 12. Prueba de su solicitud por los humildes y desamparados es su presencia habitual en su santo tabernáculo de Jerusalén, desde donde atiende a las súplicas de sus fieles necesitados 13. Yahvé es la única protección para los desamparados, a los que otorga casa, a la par que da la libertad a los cautivos. Su solicitud abarca a todos los menesterosos; sólo los que le son rebeldes quedan a la intemperie, desamparados de toda protección (v.7). Esta providencia especial que Yahvé tiene de los individuos necesitados la tiene también de Israel como colectividad; en los grandes momentos críticos, la omnipotencia divina ha estado al servicio de los intereses del pueblo elegido, liberándolos de Egipto, estableciéndolos en Canaán y, finalmente, libertándoles de la cautividad babilónica.

Las gestas de Yahvé en la estepa del Sinaí (8-11).
8 ¡Oh Dios! Cuando tú salías a la cabeza de tu pueblo, cuando avanzabas por el desierto, Selah, 9 tembló la tierra, y los cielos se derritieron; tembló el Sinaí ante Dios, el Dios de Israel. 10 Tú hacías llover, ¡oh Dios! una lluvia generosa sobre tu heredad, y cuando ésta desfallecía, tú la sostenías. 11 Tu familia habitó en ella; tú preparaste, ¡oh Dios! tus bienes a los menesterosos.

El poeta pasa revista a la historia accidentada de Israel y alude a las teofanías del Sinaí y a la entrada en Canaán con palabras tomadas del canto de Débora: Cuando tú, ¡oh Yahvé! salías de Seir, cuando subías desde los campos de Edom, tembló ante ti la tierra; destilaron los cielos, y las nubes se deshicieron en agua; derritiéronse los montes a la presencia de Yahvé, a la presencia del Dios de Israel. 14 La presencia sensible de Yahvé en medio de su pueblo durante las etapas duras del Sinaí fue la razón de su triunfo; y sus teofanías, acompañadas de conmociones atmosféricas, testificaban al pueblo su superior grandeza sobre los supuestos dioses de los otros pueblos 15. Y no sólo le conducía por tierras inhóspitas, sino que le proporcionaba el maná y las codornices la lluvia generosa que habían de alimentar a su heredad 16. Y su providencia se extendió hasta asentar a Israel su familia en Canaán, donde los israelitas menesterosos encontraron los bienes prometidos por su Dios (v.11).

La conquista gloriosa de Canaán (12-15).
12 Da su voz cíe mando el Señor: vienen en tropel los Cortadores cíe buenas nuevas: 13 Huyen los reyes de los ejércitos, huyen; aun la mujer casera participa en el botín. 14 Y mientras vosotros reposáis entre los oviles, las alas de la paloma se han cubierto de plata, y sus plumas, de oro brillante. 15 Al dispersar el Omnipotente por ella a los reyes, cayó la nieve sobre el Selmón.

El salmista alude ahora a determinados hechos gloriosos de armas que nos son desconocidos. Sus expresiones parece que están calcadas sobre las victorias antiguas de Débora y Barac en tiempo de los jueces 17. Al dar Yahvé la voz de mando, al punto vienen los mensajeros con las buenas nuevas de la victoria: los reyes huyen desordenadamente, y el botín es tan abundante que hasta la mujer casera toma parte en la recogida del botín 18. El poeta se encara ahora con los israelitas cobardes que no han querido tomar parte en la batalla como en otro tiempo las tribus de Rubén, Gad, Dan y Aser no quisieron luchar con Débora y Barac 19 , y les dice irónicamente: mientras reposáis en los oviles (como bestias indolentes y sin ilusiones de gloria), los mejores representantes de Israel la paloma, designación cariñosa que aparece en Sal_75:19 se han vuelto cargados de botín: sus alas se han cubierto de plata, y sus plumas, de oro brillante (v.14) 20. La valentía de los aguerridos israelitas fue premiada con la intervención del Omnipotente, que dispersó a los reyes, haciendo caer copiosa nieve sobre el Selmón, nombre que se da a un monte cerca de Siquem 21, aunque quizá sea una cima de la cordillera del Haurán 22. Tal vez el poeta aluda a la victoria sobre Og, rey de Basan, en la TransJordania septentrional 23.

La colina de Sión, elegida por Yahvé (16-19).
16 Monte de Dios es el monte de Basan; montaña rica en cumbres la montaña de Basan. 17 ¿Por qué miráis con envidia, montes encumbrados, al monte que eligió Dios para morada suya, en el que por siempre habitará Yahvé? 18 Los carros de Dios son millares de millares; viene entre ellos Yahvé del Sinaí a su santuario. 19 Subiste a lo alto, apresando cautivos, recibiendo hombres como presentes, aun a los rebeldes contra la morada de Yahvé Dios.

A pesar de que en Basan estaban las cumbres más elevadas, Yahvé no las escogió como morada permanente suya, sino que fijó los ojos en la modesta colina de Sión. El monte Hermón, cubierto de nieves, es la cima más alta de los montes de Basan, y domina todo el panorama de Palestina y TransJordania. Su majestad parece en consonancia con las exigencias de la majestad divina, y, sin embargo, Yahvé no puso los ojos en él para establecer su tabernáculo 24. Por su elevación excepcional se le llama monte de Dios 25. El salmista, con gran belleza poética, presenta a las cimas de Basan envidiosas de la situación privilegiada de la modesta colina de Sión, donde mora Dios (v.17). Pero la elección de Yahvé es irrevocable: allí habitará por siempre.
Yahvé ha entrado triunfalmente como un guerrero en el monte de Sión, escoltado de un ejército de millares. Su marcha desde el Sinaí no ha podido ser más triunfal; los vencidos son sin número, pues sometió a los recalcitrantes y rebeldes cananeos y jebuseos que se oponían al establecimiento de Yahvé en la colina de Sión (v. 19)

Yahvé, vengador de los enemigos de Israel (20-24).
20 Bendito sea todos los días el Señor; El lleva nuestra carga, es el Dios de nuestra salvación. Selah. 21 Dios es Dios nuestro para salvar, y a Yahvé, nuestro Señor, pertenecen las salidas de la muerte, 22 pues Dios rompe la cabeza a sus enemigos y el cráneo cabelludo al que persiste en su maldad. 23 Dijo el Señor: Haré volver de Basan, yo haré volver de las profundidades del mar, 24 para que puedas lavar tus pies en la sangre, y que la lengua de tus perros tenga parte en los enemigos.

Poro la protección de Dios sobre su pueblo no pertenece sólo al pasado, sino que se muestra con viveza en la actualidad, pues en todo momento es el Dios de salvación de los que le son fieles. En realidad, sólo El tiene poder sobre la muerte, y por eso, en los momentos de máximo peligro, sabe encontrar las salidas de la muerte, la liberación 26.
Nadie se puede oponer a Yahvé, que, como un guerrero indómito, es capaz de abatir a los enemigos más fuertes (v.22) 27. Aunque éstos se refugiaran en lo más tupido de los montes de Basan o en las profundidades del mar, Yahvé los haría reaparecer para que su pueblo pudiera lavar sus pies en la sangre 28. La expresión es feroz, conforme a la mentalidad vengativa del A.T., cuando aún no habían aparecido las claridades de amor del mensaje de Cristo. El estadio de revelación del A.T. es sumamente imperfecto, y por eso algunas expresiones radicales de los hagiógrafos chocan con nuestra sensibilidad cristiana superior; pero debemos medirlas a la luz del genio extremista oriental, propenso a la hipérbole y a la frase descarnada, y teniendo en. cuenta el estadio imperfecto de la revelación. Para los hagiógrafos, los enemigos de Israel son los enemigos de Dios, y por eso, llevados del celo de la justicia divina, ansian no pocas veces que ésta descargue despiadadamente sobre los que se oponen a los designios de Yahvé sobre su pueblo 29.

La descripción de la solemne procesión (25-28).
25 Aparece tu cortejo, ¡oh Dios! el cortejo de mi Dios, cíe mi Rey, en el santuario. 26 Preceden los cantores, detrás los músicos, en medio las vírgenes con címbalos. 27 Bendecid a Dios en las asambleas, al Señor de la fuente de Israel30. 28 Allí está Benjamín, el más joven, a la cabeza; allí los príncipes de Judá en muchedumbre, allí los príncipes de Zabulón y los de Neftalí.

El salmista ahora se entusiasma ante la marcha solemne de la procesión en honor del Dios que les ha dado la victoria en tantas ocasiones: cantores, músicos y coro de vírgenes contribuyen al esplendor de la manifestación religiosa. Todas las principales tribus tienen su representación: desde la más pequeña Benjamín hasta la más numerosa y cargada de gloria Judá , sin que falten las más septentrionales, como la de Zabulón y la de Neftalí. Las dos primeras representan las meridionales, mientras que las otras dos las septentrionales; quizá sean mencionadas por su heroico comportamiento, relatado en el cántico de Débora, del que depende en gran parte este salmo 31.

Súplica por el advenimiento de los tiempos mesiánicos ( 29-32 ).
29 Manda, oh Dios! conforme a tu poder; confirma, ¡oh Dios! lo que has hecho por nosotros. 30 Por tu templo en Jerusalén, te ofrecerán dones los reyes. 31 Espanta a las fieras del cañaveral, la manada de los toros con los novillos de los pueblos; prostérnense con barras de plata; dispersa a los pueblos que se deleitan en la guerra. 32 Vendrán príncipes de Egipto, y Etiopía se apresurará a presentar sus manos a Dios.

El glorioso pasado debe ser confirmado en el presente y en el futuro, ya que el poder de Dios siempre es el mismo. En la mente de todos los fieles israelitas está la esperanza de los tiempos mesiánicos; por eso le pide que acelere el cumplimiento de las antiguas promesas. Su presencia en el templo es una garantía de que no abandonará a su pueblo. El salmista pide en nombre del pueblo que Yahvé haga frente a los enemigos de Israel, espantando a la fiera del cañaveral el hipopótamo, símbolo de Egipto, opresor del pueblo elegido 32 y a los toros o príncipes que se oponen con sus auxiliares novillos al cumplimiento de las antiguas promesas sobre Israel (v.3À) 33. Según éstas, todos los príncipes extranjeros deben ser vasallos del pueblo elegido, y, por eso, el poeta desea que se presenten, en señal de acatamiento, con ofertas cuantiosas de barras de plata, y que desaparezcan todos los que mueven la guerra, comprometiendo la existencia del pueblo de Israel. Llevado de! entusiasmo de los vaticinios mesiánicos, el salmista anuncia la llegada de los príncipes de Egipto y de Etiopía, que se presentan como vasallos al Dios de Jerusalén 34.

Invitación a todos los pueblos a rendir homenaje a Dios (33-36).
33 Reinos de la tierra, cantad a Dios, entonad salmos al Señor. Selah. 34 Al que cabalga sobre los cielos eternos, al que hace oír su voz, su voz potente. 35 Dad a Dios el poder; su majestad está sobre Israel, y su poder sobre las nubes. 36 Eres terrible, ¡oh Dios! en tu santuario. Es el Dios de Israel, el que da a su pueblo poder y fuerza. ¡Bendito sea Dios.

El salmo procesional se termina con una invitación a todos los reinos a asociarse al reconocimiento del único Dios, que habita en Jerusalén, en medio de su pueblo, pero que a la vez es el mismo que cabalga sobre los cielos eternos y en las tormentas hace oír su potente voz 35. Con todo, su providencia se extiende a toda la historia de Israel, mostrando su majestad y poder sobre los enemigos. Es terrible en sus manifestaciones punitivas, pero, al mismo tiempo, es el sostén y poder de su pueblo en los momentos difíciles y críticos de la historia.

1 E. Podechard, O.C., I p.295. 2 Es la opinión de Delitzsch. 3 Cf. fl. Josefo, Arit. lud. XII 1.6-9; Contra Apió I 210; 11 45- 4 Cf. 1 Mac 5:1s. 5 Es la opinión de Calés, siguiendo a Kirkpatrick. 6 Sobre los títulos véase com. a 4:1; 3:1; 46:1. 7 Núm_10:35. 8 Así traducen la Bib. de Jér. y Podechard. 9 Cf. Sal_37:20; Sal_102:4; Müj 1:4; Sal_97:5. 10 Cf. Isa_57:14; Isa_62:10. 11 Cf, Kx 15:3. l2 Cf. Exo_22:22s; Mal_3:5; Isa_1:17.23, 13 Cf. Jer_25:30; Zac_2:13; 2 Par 30,27- 14 Cf. Jue_5:4-5. 15 Cf. Exo_19:16s; Sal_18:6s; Hab_3:33. 16 Cf. Exo_15:17; Jer_2:7. 17 Cf. Jue 5:1s. 18 Cf. Jue_5:30; 2Sa_1:24. 19 Cf. Jue_5:16-18. 20 Hemos traducido así según el TM; es sustancialmente la versión de la Bib. de Jér. y de Podechard. 21 Cf. Jue_9:14. 22 Ptolomeo cita un monte llamado Asalmonos en el Haurán. 23 Cf. Num_21:33-35; Dt 3.1-n; Sal_135:10-11; Sal_136:20. 24 Cf. Sal_78:68; 87:Sal_1:2-5; Sal_125:1; Sal_132:13. 25 Cf. Sal_36:7; Sal_80:11; 1Cr_12:22. 26 Cf. 1Co_10:13. 27 La expresión cráneo cabellado es sinónimo de cabeza; es la expresión paralela a la de cabezas negras de los textos cuneiformes para designar a los hombres. 28 Cf. Sal_58:11; 1Re_21:19; 1Re_22:38. 29 El poeta pone en boca de Dios el pensamiento que quiere expresar, pero esto es un artificio literario para dar más viveza al lenguaje. 30 Algunos autores, leyendo mimmqora e (i) en vez de mimmmqore(l), traducen: elegidos. 31 Cf. Jue_5:14-18. 32 Cf. Job_40:15-24 33 Cf. Jer_46:20-21; Eze_39:18. 34 Cf. Isa_11:11; Jer_44:1.15; Eze_29:14; Eze_30:14; Isa_18:7; Isa_19:21-22; Isa_45:14; Isa_60:3-7; Sof_3:9-10; Zac_14:16-19. 35 Cf. Deu_33:26; Sal_46:5; Sal_39:28.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Salmo 68. Desfile: Una Marcha de Recuerdos y Expectaciones

Al repetir (1) Núm. 10:35, el Salmo recuerda la marcha hacia adelante de Israel desde el Sinaí hacia Canaán (1– 3). Los que marchaban eran los cautivos (6) a quienes el Señor guió desde Egipto y para quienes es él ahora padre y juez en su viaje por el desierto (4– 6). Son ellos a quienes él trae a la abundante lluvia de Canaán (7– 10) donde esparció ... a los reyes (14), anunciando su victoria para que gentes gozosas la anuncien en otros países (11– 14). Dentro de Canaán también (para disgusto de montes más majestuosos), escogió el monte Sinaí y ascendió triunfante (15– 18), como el Dios que salva a su pueblo y destruye a sus enemigos (19– 23). Pasando así a su trono en medio de líneas de muchachas tocando tamboriles y acompañado de cantores e instrumentistas y de representantes de su pueblo en presencia de la gran congregación ofreciendo su alabanza (24– 27). En oración piden a Dios que todo el mundo se someta a él (28– 31) y, con gran visión, convocan a todo el mundo a sumarse a la alabanza (32– 35).

Pero hay más aquí que una marcha en el recuerdo. Podemos notar la descripción dramática de marchas triunfales de verdad (24) que podríamos identificar con la ocasión cuando David llevó el arca al monte de Sion (2 Sam. 6:12– 16; 1 Crón. 15:1– 28).

1 Dios se levantará, etc. la oración del pasado convirtiéndose en una afirmación del futuro. 2 Humo ... cera. Respectivamente lo que es insustancial y vulnerable. Así son los enemigos del Señor delante de él, por más invencibles que nos parezcan a nosotros. Impíos. En sus victorias el Señor es siempre motivado por consideraciones morales, actuando desde su santidad, no por favoritismo a su pueblo (cf. 21; Gén. 15:16). 4 Preparad camino, construyan un camino para él (Isa. 40:3). Van marchando de manera que van creando un camino para que el Señor marche entre ellos. Sobre las nubes enmienda el texto heb. a la luz de 18:9, 10 y paralelos paganos pero, lit. a través de los desiertos va mejor en esta estrofa: el gran Jinete del desierto ha llegado para brindar su amoroso cuidado a su pueblo en el desierto (Deut. 2:8; 8:15). 5 Cf. 10:14; 146:9; Exo. 22:22– 24; Deut. 10:18. 6 Cautivos, los que fueron librados de la casa de esclavitud (Exo. 20:2). Rebeldes, Núm. 14:9, 22 y 23; 26:64 y 65; Deut. 2:14– 16. No sólo para sus enemigos (2, 21) sino también para su pueblo, el Señor es el Dios santo que demanda obediencia e impone sus disciplinas. 7, 8 Cf. Jue. 5:4, 5. El Sinaí se caracterizaba por las manifestaciones naturales que reflejan la grandiosidad del Señor (Exo. 19:16– 18), pero el Dios del Sinaí utiliza su creación también para la providencia más bondadosa que es la abundante lluvia (Deut. 11:10– 12). Contraste las sequedades (6) con la posesión que reanimaste (9), los destinos del desobediente y obediente, respectivamente (Hech. 3:19; 5:32). 11 El Señor ... hueste ... buena nueva. Como el Comandante en Jefe (2 Sam. 18:19 ss. el Señor anuncia su victoria y, como en Exo. 15:20, 21; 1 Sam. 18:6, lit. grande era la multitud de mujeres contando las buenas nuevas.

12 Reyes (Jos. 12:7– 24). En su casa las mujeres o ella que se quedó en casa (cf. Jue. 5:28– 30). 13 Recostabais entre los rediles, los que guardaban la casa, pero que no estaban de guardia; alternadamente entre las alforjas, como un asno abrumado por el peso que lleva: oprimidas por las demandas de la ocasión; o junto al fuego, las mujeres cuidando de su hogar. Hasta tal punto es la victoria obra del Señor que ni el descanso, ni el agotamiento, ni la falta de participación humana puede incidir sobre los resultados. Paloma, considérese una referencia al pueblo del Señor a quien él adorna con plata y oro tomado del botín obtenido por la victoria alcanzada sin el esfuerzo del pueblo. O el v. 13 puede ser una referencia poética al rico botín mismo. 14 Salmón ... nieve. ¿Significa esto que el Señor esparció a los reyes como nieve en el viento? ¿O utilizó el Señor una tormenta de nieve para asegurar la victoria? (cf. Jos. 10:11; Jue. 5:21). ¿O era que los deshechos de la batalla eran tan tupidos que eran como nieve que cubría la tierra? Salmón (ver Jue. 9:48). La expresión puede ser un proverbio cuyo significado es ahora incierto. 15– 17 El monte de Basán puede parecer más imponente, pero no se puede comparar con la grandeza de Sion que consiste en haber sido la elección, la presencia y el poder del Señor (16, 17). Sinaí ... santuario. El Sinaí fue el escenario de una manifestación grandiosa del Señor (Exo. 19). Cuando llega a Sion, entonces, lit. Sinaí está en el lugar santo: Todos los valores y las realidades del Sinaí residen ahora en Sion. (Cf. 1 Cor. 3:16; 6:19; Ef. 2:19– 22; 3:16– 19.)

18 Subiste ... tributos ... hombres. Al final de la larga marcha por el desierto y el arduo trabajo de la conquista, el Señor victorioso viene triunfalmente a Sion. Ha llevado lit. cautiva a la cautividad (cf. Jue. 5:12). O sea que ha tomado como cautivos a los que tenían cautivo a su pueblo. Hombres ... aun de los rebeldes reconocen la victoria del Señor dando sus tributos. Podríamos, sin embargo, traducir: ... obsequios, a saber, personas ¡para colmo rebeldes! a fin de que el Señor pueda fijar su residencia, o sea los rebeldes han sido conquistados por el Señor, quien hizo esto para poder morar entre ellos (Exo. 29:46; 2 Cor. 6:16). 19, 20 Cuando Pablo usó el v. 18 para referirse a la ascensión del Señor Jesús (Ef. 4:8) incorporó lo que los vv. 19 y 20 dicen sobre la bondad de Dios hacia su pueblo adaptando la cita para decir dio dones. Lleva ... (Isa. 46:1– 3) el Señor ... muerte, posiblemente Al Señor soberano le pertenecen las salidas que son de la muerte. La muerte celosamente vigila las puertas que mantienen adentro a los prisioneros, ¡pero aun las puertas pertenecen al Señor! 21– 23 Con típico realismo se describen los resultados de la victoria, pero haciendo notar que cuando el Señor aplasta la cabeza de sus enemigos y da a su pueblo los frutos de la conquista, todo se justifica por razones morales (21, 23). Nosotros que sufrimos de atrofia moral, que tenemos poca capacidad de verdadera indignación moral, que siempre estamos listos para contemporizar en lo moral, no sabemos lo que el pecado realmente es, cómo lo ve y cómo ofende a un Dios santo y cuán justa es la retribución aparentemente más salvaje. Volver ... volver. La referencia puede ser a lo inevitable que será que los enemigos del Señor, queriendo escapar, serán ajusticiados, o la constancia con que el Señor trae de vuelta a su pueblo aun si sus enemigos procuran desheredarlos. 24– 27 Tamboriles (Exo. 15:20; Jue. 11:34; 1 Sam. 18:6, 7). Benjamín, etc. Dos tribus del sur y dos del norte sugieren poéticamente todas las tribus del pueblo del Señor. 28– 31 Al avanzar la procesión y luego subir al monte de Sion, recapitula para los que marchan y los que observan toda la larga marcha de la historia de Israel y la gracia y el poder del Señor. Ahora la gran congregación se dispone a orar que el Señor pruebe ser el mismo manifestando su poder (26– 28) y su gracia (templo, 29a), para lograr la sumisión del mundo (29– 31). Fiera ... cañaveral, Egipto ubicado junto al Nilo. Toros ... becerros, representan respectivamente poder y liderazgo, subordinación y seguidores: tanto reyes como pueblo. Se complacen en batallas. El reino joven de David estaba rodeado de naciones listas para poseerle, especialmente los filisteos. Una referencia a ellos aquí juntaría a enemigos grandes (Egipto) y pequeños (filisteos), del pasado y del presente. Cus, una sección remota más allá del alto Egipto, representando los confines más lejanos de la tierra. 32– 35 La oración se convierte en alabanza, por la seguridad que el Señor contestará. Por lo tanto, se puede convocar a toda la tierra para alabar su ensalzada sabiduría, su poder, su dominio sobre Israel y, sobre todo (33, 34), su maravillosa santidad y su permanecer por gracia (santuario), su poder a disposición y por merecer alabanza (35).

King James Version (KJVO) (1611)



Psalm LXVIII.

1 A prayer at the remoouing of the Arke. 4 An exhortation to praise God for his mercies, 7 for his care of the Church, 19 for his great workes.

[The reioycing of the iust.]

To the chiefe Musician. A Psalme or song of Dauid.
1 Let [ Num_10:36 .] God arise, let his enemies be scattered: let them also that hate him, flee [ Hebrew: from his face.] before him.
2 As smoke is driuen away, so driue them away: as waxe melteth before the fire, so let the wicked perish at the presence of God.
3 But let the righteous be glad: let them reioyce before God, yea let them [ Hebrew: reioyce with gladnesse.] exceedingly reioyce.
4 Sing vnto God, sing praises to his Name: extoll him that rideth vpon the heauens, by his Name Iah, and reioyce before him.
5 A father of the fatherlesse, and a iudge of the widowes, is God in his holy habitation.
6 God setteth the solitary [ Hebrew: in a house.] in a families: hee bringeth out those which are bound with chaines, but the rebellious dwell in a dry land.
7 O God, when thou wentest forth before thy people; when thou didst march through the wildernes, Selah.
8 The earth shooke, the heauens also dropped at the presence of God: euen Sinai it selfe was mooued at the presence of God, the God of Israel.
9 Thou, O God, didst [ Hebrew: shake out.] send a plentifull raine, whereby thou didst [ Hebrew: confirme it.] confirme thine inheritance, when it was weary.
10 Thy Congregation hath dwelt therein: thou, O God, hast prepared of thy goodnesse for the poore.
11 The Lord gaue the word: great was the [ Hebrew: armie.] company of those that published it.
12 Kings of armies [ Hebrew: did flee, did flee.] did flee apace: and she that taried at home, diuided the spoile.
13 Though ye haue lien among the pots, yet shall yee bee as the wings of a doue, couered with siluer, and her feathers with yellow gold.
14 When the Almighty scattered Kings [ Or, for her, she was.] in it, it was white as snow in Salmon.
15 The hil of God is as the hill of Bashan, an high hill as the hill of Bashan.
16 Why leape ye, ye high hilles? this is the Hil which God desireth to dwell in, yea the Lord will dwel in it for euer.

[Gods power in his Church.]

17 The chariots of God are twentie thousand, [ Or, euen many thousands .] euen thousands of Angels: the Lord is among them as in Sinai, in the holy place.
18 [ Eph_4:8 .] Thou hast ascended on high, thou hast ledde captiuitie captiue, thou hast receiued giftes [ Hebrew: in the man.] for men; yea, for the rebellious also, that the Lord God might dwell among them.
19 Blessed be the Lord, who daily loadeth vs with benefits, euen the God of our saluation. Selah.
20 Hee that is our God, is the God of saluation; and vnto God the Lord belong the issues from death.
21 But God shall wound the head of his enemies: and the hairy scalpe of such a one as goeth on still in his trespasses.
22 The Lord said, I will bring againe from Bashan, I will bring my people againe from the depthes of the sea:
23 That thy foote may be [ Or, red.] dipped in the blood of thine enemies, and the tongue of thy dogges in the same.
24 They haue seene thy goings, O God, euen the goings of my God, my King, in the Sanctuarie.
25 The singers went before, the players on instruments followed after; amongst them were the damosels playing with timbrels.
26 Blesse yee God, in the Congregations, euen the Lord, [ Or, ye that are of the fountaine of Israel .] from the fountaine of Israel.
27 There is little Beniamin with their ruler, the princes of Iudah [ Or, with their company.] and their Councill, the princes of Zebulun, and the princes of Naphtali.
28 Thy God hath commanded thy strength: strengthen, O God, that which thou hast wrought for vs.
29 Because of thy Temple at Ierusalem, shall kings bring presents vnto thee.
30 Rebuke the [ Or, the beast of the reeds.] company of spearemen, the multitude of the bulles, with the calues of the people, till euery one submit himselfe with pieces of siluer: [ Or, be scattereth.] scatter thou the people that delite in warre.
31 Princes shall come out of Egypt, Ethiopia shall soone stretch out her hands vnto God.
32 Sing vnto God, yee kingdomes of the earth: O sing praises vnto the Lord, Selah:
33 To him that rideth vpon the heauens of heauens, which were of olde: loe,

[Gods power in his Church.]

hee doeth [ Hebrew: giue.] send out his voice, and that a mightie voice.
34 Ascribe yee strength vnto God: his excellencie is ouer Israel, and his strength is in the [ Or, heauens.] cloudes.
35 O God, thou art terrible out of thy holy places: the God of Israel is he that giueth strength, and power vnto his people: blessed be God.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



2. Ver Num_10:35.

5. "Al que cabalga sobre las nubes": este era uno de los títulos que los cananeos daban a Baal, el dios de las tormentas y de las lluvias fecundantes. Al establecerse en Canaán, los israelitas no dudaron en designar al Señor con ese mismo título. Así expresaban, de una manera muy concreta, que las lluvias y la fertilidad de los campos dependen del Señor, y no de Baal o de cualquier otro dios.

7. "Con felicidad", literalmente, "por medio de hábiles parteras", según el sentido de la palabra hebrea original, tal como se ha podido establecer recientemente. Con sus manos expertas, las parteras ayudan al "feliz" nacimiento de los "cautivos", es decir, de los hijos encerrados en el vientre de las mujeres consideradas estériles. El contexto favorece esta traducción, porque en él se presenta al Señor como protector de los "huérfanos", de las "viudas" y de sus fieles privados de hogar y de hijos (vs. 6-7). Ver 113. 9.

8-11. Estos versículos evocan concisamente la gesta liberadora del Señor: El Éxodo de Egipto, la teofanía del Sinaí y los milagros obrados en el desierto. Ver 18. 8-16; 50. 3; 77. 17-19; 97. 3-5; Jue_5:4-5.

12-14. Estas estrofas -como casi todas las de este Salmo- contienen muchos pasajes oscuros, y consiguientemente la traducciòn es bastante conjetural. "Las alas de la Paloma..." (v. 14): según la interpretación corriente, esta expresión alude a las riquezas del enemigo, simbolizadas en una pieza de orfebrería hecha de metal precioso. Sin embargo, algunos indicios parecen indicar que la "Paloma" es Israel, y que las alas "recubiertas de plata" aluden a la victoria del pueblo que logrará apoderarse de un "botín" muy valioso (v. 13). Ver 74. 19.

15. "El Todopoderoso": esta es la traducción tradicional del nombre divino "El Saddai", cuyo significado se explica en la nota de Gen_17:1.

"El Monte Umbrío" es sin duda una colina cubierta de bosques, pero se ignora dónde está situado. La alusión a la "nieve" indica probablemente que cuando el Señor combate en favor de su Pueblo, todos los elementos de la naturaleza se asocian a él. Ver Job_38:22-23.

16-17. La pregunta dirigida a las "montañas de Basán" destaca con rasgos muy expresivos la supremacía del monte Sión, que fue el lugar elegido por el Señor para establecer su Morada en la tierra. Ver 48. 3; 132. 13.

18. "¡El Sinaí está en el Santuario!": esta audaz afirmación parece indicar que los antiguos privilegios del Sinaí -"la Montaña de Dios" ( Exo_3:1)- han pasado al monte Sión y a su Santuario.

19. "La altura" no es el cielo sino la fortaleza de Sión, donde estaba ubicada la ciudad jebusea, que resistió a la invasión de los israelitas hasta los tiempos de David ( 2Sa_5:6-10).

San Pablo cita este versículo para referirse a la Ascensión de Cristo ( Efe_4:8-10).

27. "La fuente de Israel" es sin duda la fuente de Guijón, que ocupaba un puesto importante en la vida religiosa de Jerusalén ( 1Re_1:33-40). No es inverosímil que de allí partiera la procesión que servía de marco litúrgico a este Salmo.

28. "Vestidos de brocado": esta traducción no pasa de ser una conjetura. Es probable que el texto esté mal conservado, y que falten algunas palabras.

31. "La Fiera de los juncos" es Egipto, representado por el cocodrilo o el hipopótamo, que vivían entre los juncos del Nilo. Ver Eze_29:3; Job_40:15.

32. "Telas preciosas": aunque la palabra hebrea correspondiente se traduce habitualmente por "magnates", hay serias razones para preferir esta traducción.

36. "Tus santuarios": esta expresión indica que el Salmo fue compuesto antes de la centralización del culto en el Templo de Jerusalén (Deut. 12), cuando todavía estaba permitido celebrar dicho culto en los santuarios tradicionales de Israel ( Gen_12:6; Gen_28:19; 1Sa_1:3).

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Himno al poder divino y a su majestad. El enemigo se dispersa y huye, se disipa como humo y se derrite como cera; el justo se alegra, se alboroza y se alegra. Es el preludio del poema (2s). Viene a continuación el cántico del éxodo y de la tierra (5-11): La tierra se estremece (9) ante el «Jinete de las nubes» (5b), que muestra su poder siendo padre del pobre (6), liberando a los prisioneros (7) y preparando una tierra que será el hogar del rebaño rescatado de Egipto (9.11). El nuevo hogar es una tierra conquistada, tal como se celebra en el cántico siguiente, dedicado a la tierra (12-19). Dios abre la marcha del pueblo hacia la tierra. Los reyes huyen, y dejan tras de sí un rico botín para Israel (14). Las altas montañas del norte se inclinan reverentes ante la humilde colina de Sión, morada elegida por Dios (16s). Los reyes vencidos forman parte del cortejo divino, que llega a su santa morada flanqueado por su ejército (18s). Las gestas del alivio del pueblo, liberado de la muerte, y la derrota de los profesionales de la guerra (22) son celebradas en el culto, como se canta en el interludio (20-22). A partir de aquí, el poema es un cántico procesional hacia Sión (23-34). Los enemigos no tienen salvación: han de comparecer ante el Soberano, aunque se escondan en lo más alto y escarpado o en lo más profundo y remoto (23s). Sucede lo contrario con el pueblo de Dios. Está representado por dos tribus del norte, Zabulón y Neftalí, y por otras dos del sur, Benjamín y Judá (27s). Se dirige hacia el Templo cantando y danzando (27s). Ya en el Templo pide a Dios que derrote a los enemigos de Israel, aludidos con nombres de fieras (29-32), y que todos los reyes vengan a Jerusalén trayendo tributo al Soberano, Auriga de las nubes (33s). Finaliza el salmo con un postludio (35s), en el que se pide que todos reconozcan el poderío de Dios. El versículo 19 es aplicado a la ascensión del Señor por Efe_4:8 (cfr. Hch_2:33); el que subió es el que «bajó» para aplastar la cabeza del enemigo (21). Este salmo es apto para celebrar nuestra liberación, mientras nos encaminamos hacia la tierra prometida.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 68.4 Al que cabalga sobre las nubes: El salmista aplica al Dios de Israel este título de Baal, el dios cananeo de las tormentas y de la fertilidad. De este modo da a entender que es el Señor, y no Baal, el que derrama las lluvias y hace brotar la vegetación. Cf. Os 2.8.

[2] 68.8 Ex 19.18.

[3] 68.9 Alusión a los milagros que realizó el Señor para alimentar a su pueblo durante la marcha por el desierto.

[4] 68.11-12 Estos vv. se refieren probablemente a las victorias que obtuvieron los israelitas cuando comenzaron a tomar posesión de la Tierra prometida (Jue 4--5). Cf. Jos 10.7-14.

[5] 68.13 Cf. Jue 5.16.

[6] 68.14 Monte Salmón: probablemente una de las cimas del monte Guerizim, cercano a Siquem (Jue 9.48), aunque la mención de los montes de Basán, en el v. siguiente, no excluye la posibilidad de que el Salmón sea algún monte de aquella región.

[7] 68.15 Probable alusión al monte Hermón, que domina toda la región de Basán con su altura de más de 2700 m. sobre el nivel del mar.

[8] 68.16 El monte donde Dios quiso residir es el monte Sión. Véase 2.6 n.

[9] 68.26 Todo Israel reunido: texto probable. Heb. desde la fuente de Israel.

[10] 68.27 Benjamín: el menor de los hijos de Jacob, pero de cuya tribu salió Saúl, el primer rey de Israel. Cf. 1 S 9.1-2.

[11] 68.27 Judá representa aquí al reino del sur. Cf. 1 R 12.20.

[12] 68.27 Zabulón y Neftalí representan al reino del norte. Cf. Jue 5.18.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_28:8; Sal_29:11

NOTAS

68:36 «su santuario» Vulg.; «tus santuarios» hebr.

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_28:8; Sal_29:11

NOTAS

68:36 «su santuario» Vulg.; «tus santuarios» hebr.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*68 Himno al poder divino y a su majestad. La memoria de las maravillas del éxodo, el paso por otros reinos, la posesión de la tierra, la entrada en el santuario, son otros tantos motivos para celebrar a Dios, soberano de todo, que salvó a su pueblo y hundió a los enemigos.

Torres Amat (1825)



SALMO 68 (67)

[2] Num 10, 35.

[18] Hebr 12, 22.

[34] Se puede traducir Se ha subido a lo más alto del cielo. El himno exige el reconocimiento de Dios entronizado en su santuario.

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

Sal 29:11.