Ver contexto
los que están a la puerta murmuran,
los borrachos me sacan coplas.
(Salmos 69, 13) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

אֲנִ֤י‎(אֲנִי)

Hebrew|ʔᵃnˈî|i

Part-of-speech: personal pronoun
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H589] [a.eg.aa] [129]
[אני] [GES567] [BDB598] [HAL620]

תְפִלָּתִֽי‎(תְּפִלָּה)

Hebrew|ṯᵊfillāṯˈî-|prayer

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H8605] [q.bq.ab] [1776a]
[תפלה] [GES8574] [BDB9438] [HAL9348]

לְךָ֨‎(לְ)

Hebrew|lᵊḵˌā|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

יְהוָ֡ה‎(יהוה)

Hebrew|[yᵊhwˈāh]|YHWH

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3068] [e.az.ae] [484a]
[יהוה] [GES2969] [BDB3312] [HAL3292]

עֵ֤ת‎(עֵת)

Hebrew|ʕˈēṯ|time

Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6256] [p.dt.ac] [1650b]
[עת] [GES6164] [BDB6822] [HAL6754]

רָצֹ֗ון‎(רָצֹון)

Hebrew|rāṣˈôn|pleasure

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7522] [t.ee.ab] [2207a]
[רצון] [GES7473] [BDB8236] [HAL8152]

אֱלֹהִ֥ים‎(אֱלֹהִים)

Hebrew|ʔᵉlōhˌîm|god(s)

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H430] [a.dl.ad] [93c]
[אלהים] [GES407] [BDB437] [HAL452]

בְּ‎(בְּ)

Hebrew|bᵊ|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

רָב‎(רֹב)

Hebrew|rov-|multitude

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7230] [t.ae.ae] [2099c]
[רב] [GES7194] [BDB7922] [HAL7839]

חַסְדֶּ֑ךָ‎(חֶסֶד)

Hebrew|ḥasdˈeḵā|loyalty

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2617] [h.ed.ab] [698a]
[חסד] [GES2530] [BDB2835] [HAL2824]

עֲ֝נֵ֗נִי‎(עָנָה)

Hebrew|ˈʕᵃnˈēnî|answer

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperative
Verbal stem: qal


[H6030] [p.dt.aa] [1650]
[ענה] [GES5957] [BDB6584] [HAL6523]

בֶּ‎(בְּ)

Hebrew|be|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

אֱמֶ֥ת‎(אֶמֶת)

Hebrew|ʔᵉmˌeṯ|trustworthiness

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H571] [a.dy.am] [116k]
[אמת] [GES549] [BDB572] [HAL598]

יִשְׁעֶֽךָ‎(יֵשַׁע)

Hebrew|yišʕˈeḵā|help

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3468] [j.dy.ab] [929a]
[ישע] [GES3350] [BDB3740] [HAL3717]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Salmo 69 (Vg 68): Suplica del Justo Perseguido.
P odemos distinguir tres partes en esta composición, caracterizada por el tono de lamentación individual: a) súplica de liberación en una situación de peligro creada por la hostilidad de gentes impías que conspiran contra su piedad (2-13); b) confianza en la misericordia divina e imprecaciones contra los enemigos (14-29); c) promesa de acción de gracias por la liberación y restablecimiento de Jerusalén.
El salmista perseguido confiesa su culpabilidad y hace penitencia, esperando ser oído de Dios y rehabilitado en sus plenos derechos; tiene celo extremo por todo lo concerniente a la casa de Dios y se consume por la indiferencia de los pecadores respecto de los derechos divinos.
La distribución métrica del salmo no es regular, al menos en las dos primeras partes. El poema es notable más bien por la profundidad y fuerza de la emoción que por la perfección exterior de la forma. Recuerda bastante el estilo de Jeremías. 1
Según el título, también esta composición es de origen davídico. Como San Pablo lo cita como de David2. Como existen afinidades estilísticas entre este salmo y los oráculos de Jeremías, no pocos autores creen que el gran profeta de Anatot es el autor del mismo 3. Como se alude a la reconstrucción del templo (v.10), la generalidad de críticos modernos se inclinan por un origen postexílico del salmo4.
Los evangelistas citan este salmo con ocasión de la expulsión de los vendedores del templo y al expirar Jesús en la cruz 5. Con todo, no podemos decir que sea mesiánico en sentido directo, ya que no se comprenden las imprecaciones en labios de Cristo; pero, como justo doliente e injustamente perseguido, el salmista es tipo del Mesías doliente y celoso de la casa de Dios.

Situación angustiosa del justo perseguido (1-6).
1 Al maestro del coro. Sobre los lirios. De David 6. 2 Sálvame, ¡oh Dios! porque las aguas han entrado hasta el alma. 3 Húndeme en profundo cieno, donde no puedo hacer pie; me sumerjo en aguas profundas, y me arrastra la corriente. 4 Cansado estoy de clamar, se abrasa mi garganta y desfallecen mis ojos en espera de mi Dios. 5 Son más que los cabellos de mi cabeza los que sin causa me aborrecen; más fuertes que mis huesos los que injustamente me combaten, y tengo que pagar lo que nunca robé. 6 Tú, ¡oh Dios! conoces mi estulticia y no se te ocultan mis pecados.

Es corriente en la literatura salmódica presentar la muerte como una inundación de aguas que se lleva a los vivientes 7, porque se concebía la región de los muertos el seol debajo de la tierra 8 y aun debajo del fondo de los mares 9; en este supuesto, las olas son los proveedores naturales de la región de las sombras 10. El salmista se considera, pues, a las puertas de la muerte, porque las aguas han entrado hasta el alma, hasta lo más profundo de su ser n. Se siente como ahogado por la inundación de calamidades que sobre él han caído. Con otra metáfora expresa su inseguridad: se halla como el que en terreno cenagoso no puede hacer pie y es arrastrado por la corriente (v.3).
Es tan angustiosa su situación, que no le queda sino clamar al Omnipotente, que es el único que le puede salvar 12; sus ojos están cansados de mirar en espera de su Dios. Su garganta está abrasada de tanto gritar 13. El paciente se siente rodeado de enemigos numerosos que le exigen cuenta de lo que no ha cometido: tiene que pagar lo que no ha robado; la expresión es proverbial, para indicar las exigencias extremas de los que injustamente le imputan faltas no cometidas 14. Sólo Dios conoce sus deficiencias estulticia y sus pecados, el grado de su culpabilidad. Reconoce humildemente sus transgresiones 15, pero no son sus enemigos los llamados a pedirle cuentas, sino solamente Dios.

El paciente, escarnecido por los impíos (7-13).
7 No sean confundidos por mi causa los que en ti esperan, ¡oh Señor Yahvé de los ejércitos! No sean por mí contundidos los que a ti te buscan, ¡oh Dios de Israel! 8 Pues por ti sufro afrentas y cubre mi rostro la vergüenza, 9 He venido a ser extraño para mis hermanos, y extranjero para los hijos de mi madre. 10 Porque me consume el celo de tu casa; los denuestos de los que te vituperan caen sobre mí. 11 Cuando lloro y ayuno, toman pretexto para insultarme. 12 Por vestido me cubro de saco, y he venido a ser fábula para ellos. 13 Cuchichean contra mí los que se sientan en las puertas; soy la cantilena de los bebedores de licores.

El salmista perseguido sabe que su causa está íntimamente ligada a la de los justos en general; éstos serán confundidos y avergonzados ante la sociedad si Dios desampara al paciente en esta hora crítica. En sus cálculos de piedad pesa mucho la seguridad de que Dios los protege en los momentos graves de la vida, porque Dios premia en definitiva a la virtud, mientras castiga indefectiblemente el mal. Ahora bien, si en el caso actual el justo paciente sucumbe, la tesis de los piadosos y fieles a Dios queda desmentida, y con ello quedan defraudados en sus esperanzas 16. Será un triunfo de los escépticos y una decepción de los justos. Se pone en juego, pues, el honor de Yahvé en esta prueba del paciente injustamente perseguido 17.
En realidad, la causa del salmista perseguido es la de Dios, pues por El sufre las afrentas, ya que le hostilizan para ridiculizar su piedad y su fidelidad a su Ley (v.8). Sus más íntimos familiares han tomado parte contra él, considerándole como extraño18, y precisamente la hostilidad surge por su celo extremado por la casa de Dios, su santuario en Jerusalén. Esto parece sugerir que el salmista es un levita postergado por los de su misma clase, los cuales, más escépticos y positivistas, consideran excesivo el celo de su colega y familiar, quizá porque les echaba en cara los abusos mercantilistas que tenían lugar con motivo de los sacrificios. El evangelista aplica el texto a Jesús cuando expulsó a los mercaderes i9. El v.10 es citado por San Pablo para destacar los ultrajes inmerecidos sufridos por Cristo 20. El paciente del salmo es el tipo del Mesías, celoso de las cosas de Dios.
Los actos de piedad del justo son también acremente ironizados por los espíritus materialistas de la sociedad (v.11). Se ha convertido en objeto de burla, en proverbio o fábula de los que impúdicamente se entregan a las bebidas (v.13)21. La espiritualidad del salmista no es apreciada por los que se dejan llevar de la sensualidad y de la vida fácil. En las puertas lugar de reunión de ociosos , los mofadores se permiten cuchichear y hacer burla de la piedad estéril del justo que espera en Dios. Sus apreciaciones son sangrantes y atenían contra la dignidad del piadoso yahvista, que tiene la esperanza puesta en Dios.

Súplica de auxilio
(14-20).
14 Yo por eso oro a ti, ¡oh Yahvé! i en tiempo oportuno, joh Dios! Por tu inmensa piedad, escúchame, por la verdad de tu salvación. 15 Sácame del lodo para que no me sumerja, y sea librado de los que me aborrecen y de lo profundo de las aguas. 16 No me anegue el ímpetu de las aguas, no me trague la hondura, no cierre el pozo su boca sobre mí. 17 óyeme, Yahvé, que es benigna tu piedad; mírame según la muchedumbre de tus misericordias. 18 No escondas de tu siervo tu rostro, porque estoy en angustia: apresúrate a oírme. 19 Acércate a mi alma y redímela; líbrame por causa de mis enemigos. 20 Tú conoces el oprobio, el vituperio, la afrenta que se me hace; todos mis opresores los tienes a tu vista.

Ante tanta animosidad de sus enemigos confabulados, al paciente justo no le queda sino acudir suplicante a Yahvé, que vela por sus intereses. Ahora es el momento oportuno de manifestar su poder conforme a sus promesas. Dios no puede faltar a la verdad de su salvación, es decir, a la realidad salvadora de su presencia en favor de los que le son fieles, porque es abundante en longanimidad y verdad 22. Consciente de la fidelidad divina a los suyos, pide el salmista le salve de la angustiosa situación actual, jugando con las mismas metáforas que hemos visto al principio del poema (v.16). La misericordia y la piedad son las características del proceder divino con los justos atribulados; por tanto, en el momento de peligro no puede esconder su rostro, abandonándolos, porque sería contradecir a sus promesas de protección 23. Con toda confianza, pues, le pide el justo atribulado que redima su alma, es decir, que salve su vida en peligro (v.19). Nadie como el propio Dios conoce la situación de oprobio en que se encuentra en medio de sus opresores.

Imprecaciones contra los enemigos (21-29).
21 El oprobio me destroza el corazón y desfallezco; esperé que alguien se compadeciese, y no hubo nadie; alguien que me consolase, y no lo hallé. 22 Diéronme a comer veneno, y en mi sed me dieron a beber vinagre. 23 Sea para ellos su mesa lazo, y tropiezo para sus amigos24. 24Oscurézcanse sus ojos y no vean, y que sus lomos vacilen siempre, 25 Derrama sobre ellos tu ira; alcáncelos el furor de tu cólera; 26 asoladas sean sus moradas, y no haya quien habite sus tiendas. 27 Porque persiguieron al que tú habías herido y acrecentaron el dolor del que tú llagaste. 2S Añade esta iniquidad a sus iniquidades, y no tengan parte en tu justicia. 29 Que sean borrados del libro de la vida y no sean inscritos con los justos.

La situación del paciente es desesperada, ya que no encuentra consuelo alguno entre sus familiares. Estos, en vez de curar su llaga espiritual, han aumentado su dolor, como al enfermo que, en vez de darle medicinas, le han propinado veneno, o como al sediento que, en vez de agua, le han ofrecido vinagre 25. Este v.22 es citado por los evangelistas a propósito de la bebida ofrecida por los soldados romanos a Jesús en la cruz 26. El salmista paciente es el tipo de Cristo doliente en el Calvario; no obstante, no se deduce de estas analogías de palabras y de situaciones un mesianismo directo en el salmo, ya que las imprecaciones que siguen son ininteligibles en boca de Jesús, que perdonó a sus enemigos.
Indignado por el trato que recibe, el salmista desea los mayores males para los que injustamente le tratan: que su mesa, lejos de proporcionarles alegría y placer, les sea ocasión de caer en manos de los enemigos (v.23). Las imprecaciones son rudas y explicables sólo en la mentalidad primaria de las gentes del A.T. Aún no había sido proclamada la doctrina del perdón de los enemigos, y por eso la moralidad de los espíritus del A.T. estaba muy lejos del ideal de fraternidad del Evangelio. Los enemigos del salmista tienen doble culpabilidad, porque, viéndole herido por Dios postrado en el lecho del dolor , lejos de compadecerse, han acumulado calamidades sobre él (v.27). Esta es una nueva iniquidad, que debe ser tenida en cuenta con las anteriores para que no tengan acceso a la justicia divina, es decir, a sus designios salvadores, puesto que justicia en el A.T. no pocas veces es sinónimo de salvación 27. Dios tiene escritos los destinos de cada uno y tiene inscritos en el libro de la vida a los que están destinados a sobrevivir, es decir, a los justos, objeto de su beneplácito 28. Todos los otros están destinados a la muerte: es el deseo del justo atribulado en momentos de desahogo psicológico y llevado de una noción de justicia muy a lo humano (v.29). El ideal evangélico tendrá muchos reparos que oponer a estos desahogos desconsolados, pero no exijamos la perfección evangélica a almas que vivían todavía bajo otro estadio de revelación más imperfecto.

Promesa de acción de gracias (30-37).
30 En verdad que estoy afligido y dolorido; sosténgame, ¡oh Dios! tu ayuda, 31 y cantaré cánticos al nombre de Dios y le ensalzaré con alabanzas. 32 Más gratas a Dios que un becerro, más que un toro de cuernos y uñas. 33 Lo verán los afligidos y se alegrarán, y que viva vuestro corazón, los que buscáis a Dios. 34 Porque oye Yahvé a los indigentes y no desdeña a sus cautivos. 35 Alábenle los cielos y la tierra, los mares y cuanto en ellos se mueve, 36 pues salvará Dios a Sión y reedificará las ciudades de Judá, y habitarán allí y la poseerán. 37 Y la heredará la descendencia de tus siervos, y morarán en ella los que aman su nombre.

El salmista afligido se dirige de nuevo a Dios para que le sostenga, con la certeza de que conseguirá la salvación. Por ello, promete entonar cánticos de acción de gracias públicamente, para que todos sean testigos de la merced conseguida y puedan regocijarse con ellos los justos, pues una vez más se demostrará que Dios no abandona a los que le son fieles. Todas las súplicas de los salmos suelen terminarse por una acción de gracias 29. Los salmistas suelen componer estas piezas deprecatorias después que ha pasado el peligro, y por eso junta las súplicas ardientes con las acciones de gracias. Las alabanzas del alma agradecida son más gratas a Dios que los sacrificios de pingües toros con cuernos y uñas (v.32). El salmista, pobre, no podía ofrecer sacrificios tan costosos de reses ya bien cebadas y desarrolladas 30. Si, además, era levita, su imposibilidad era radical 31. Pero Dios mira al corazón, y quiere ante todo un corazón compungido y agradecido, y por eso no desdeña la voz de los indigentes (v.34), y mucho menos a sus cautivos, que sufren por él en manos de sus enemigos. Aquí parece que se alude a la cautividad babilónica o a otra de los tiempos de los seléucidas.
Como es ley en muchos salmos deprecatorios, el poeta proyecta su caso particular hacia los problemas generales de angustia de la nación; y así, después de invitar a entonar himnos al Señor de la creación, anuncia que Dios restablecerá las ciudades destruidas de Judá para que puedan habitar en ellas los que aman su nombre (v.37). Estas alusiones a la reedificación de las ciudades nos hace pensar en los tiempos calamitosos que siguieron a la cautividad o a los de los tiempos de las guerras de los Macabeos. Los que mantienen la autenticidad davídica suponen que estos versos son adiciones posteriores alusivas a la nueva situación postexílica.

1 J. Calés, o.c., I p.664. 2 Cf, Rom_11:9-10; véase EB 344. 3 Cf. Jer_11:18s; Jer_12:1s; Jer_15:103. 4 Véase E. Podechard, o.c., I 304. 5 Cf. Jua_15:25; Jua_2:17; Jua_19:285; Mat_27:34.48. 6 Sobre el sentido de los diversos títulos véase com. a Sal_4:1; Sal_45:1. 7 Cf. Isa_8:8; Sal_18:5-6.17; Sal_40:3; Sal_42:8; Lam_3:54. 8 Cf. Num_16:30; Sal_63:10; Job_26:5. 9 Cf. Job_38:16-17. 10 Cf. Jon 22Cr_4:6-7; Sal_17:5.16; Sal_144:7. 11 Cf. Jer_4:10.18; Jon_2:5. 12 Cf. Sal_18:7; Sal_102:3; Sal_131:1. 13 Cf. Sal_22:1.14; Sal_6:6; Jer_45:3; Sal_119:81.122; Lam_2:11; Lam_4:17. 14 Cf. Exo_21:37; 2Sa_12:6. 15 El pecado es llamado estulticia en Sal_38:4; Sal_68:20. 16 Cf. Jer_15:15; Sal_44:14. 17 Cf. Sal_35:24-26. 18 Cf. Sal_38:10; Job_19:133; Jer_12:6. 19 Cf. Jua_2:17. 20 Rom_15:3. 21 Cf. Sal_9:13; Jer_17:10s; Lam_3:14; Job_30:9; Ts 5:11.12.22; Amo_6:43. 22 Cf. Exo_34:6. 23 Cf. Sal_25:15; Sal_119:131. 24 El TMM para los que están en seguridad; con un ligero cambio de letras tenemos nuestra traducción, El Targum lee: y sus sacrificios pacíficos, lo que también da sentido en el contexto. 25 Cf. Lam_3:15. propiamente una planta venenosa del tipo de la cicuta. Aquí ¡?e loma en sentido metafórico (cf. Jer_8:14; Jer_9:15; Jer_23:15) 26 Cf. Mat_27:48; Luc_23:36; Jua_19:26. 27 Cf. Sal_5:7; Sal_71:1.14-18.24. 28 Cf. Exo_32:32; Isa_4:3; Dan_12:1. 29 Cf. Sal_40:10; 51:17- 30 Cf. Sam 1:24; Virgilio, égloga III; Eneida IX; Juvenal, Sátira XII. 31 Cf. Deu_12:13; Deu_14:27; Deu_16:11; Deu_26:11; 1Cr_23:30-31.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Salmo 69. El Costo, Preocupacion y Realismo de la Autentica Devocion

David estaba siendo objeto de un odio prolongado que ponía en peligro su vida (1– 4). Ese odio denigraba a los buenos de la tierra (6), lo había enemistado con su familia (8), hacía de su profesión religiosa motivo de burla (10– 12), le hacía pensar que el Señor se había apartado de él (17), lo sumía en la congoja y lo había dejado sin amigos (20). El comentario público era que se había envuelto en alguna práctica ilegal (¿financiera?) (4) pero la razón secreta era su devoción al Señor (7) y a la casa del Señor; en realidad, Dios mismo era el objeto del ataque (9). El Salmo fue escrito no habiendo sido resuelta la crisis (29).

A1 (vv. 1– 4) Oración describiendo la crisis mortal

B1 (vv. 5– 12) Los que necesitan protección

A2 (vv. 13– 18) Oración apelando al carácter de Dios

B2 (vv. 19– 29) Los que merecen retribución

A3 (vv. 29– 36) La oración se convierte en alabanza

Ninguna situación documentada de la vida de David concuerda con esto, pero es más fácil insertarlo con acierto en la historia de él que tratar de componer un libreto para otra persona en otra época. David estaba ocupadísimo con planes (1 Crón. 28:11– 21) y los recursos financieros (29:2– 5) para el templo. La riqueza produce envidia, y pueden haber surgido los que sentían que las necesidades de los pobres y otros intereses nacionales estaban sufriendo por lo que parecía una obsesión del rey. Las acusaciones de malversación de fondos serían fáciles de hacerse y no siempre fáciles de rebatirse, produciendo la ruina de su reputación, como el Salmo sugiere. Este es el Salmo citado con más frecuencia en el NT, principalmente por el Señor Jesús: 4 (Juan 15:25), 9 (Juan 2:17; Rom. 15:3), 21 (Juan 19:28; cf. Mat. 27:34, 48), 22 (Rom. 11:9 ss.), 25 (Hech. 1:20). Además, otros versículos concuerdan con la experiencia de salvaje hostilidad que sufriera el Señor (Mat. 27:27– 31, 39– 44; Mar. 14:50).

1– 4 Oración describiendo la crisis mortal. Las metáforas de ahogarse, arenas movedizas (cf. 40:3) e inundaciones incontrolables (2) describen la siniestra realidad de la situación. Hace tanto tiempo que la oración no recibe contestación que la voz y los ojos están agotados (3) mientras que innumerables personas y muchos enemigos, sin justificación, tienen suficiente influencia como para tomar medidas que lo obliguen a restituir lo que no había robado (4).

5– 12 Los que necesitan protección. Culpa se refiere específicamente (Lev. 5) a situaciones en que se cometió un delito que requería una restitución al agraviado. De esta manera, el v. 5 se apoya en el v. 4. Cuando el Señor examine a David encontrará insensatez (tontería) en ceder a la presión y haciendo restitución por algo en lo que él no encontrará culpa. 6– 12 Porque David ha actuado como si fuera culpable, creó un antecedente que podría generar la crítica contra todos los que vivían por fe y practicaban la presencia de Dios (6). Porque el pueblo de Dios es un solo cuerpo, cuando quieren embarrar a uno de sus miembros, el barro se pega también a los demás. En cuanto al propio David, había perdido el amor de su familia (8), fácil de imaginar en el escenario descrito anteriormente: ¿pensaban que su hermano, ahora rico, debía ser generoso con ellos? Pero también la práctica de su religión auténtica y reputación personal fueron motivo de desprecio; en la mente de los importantes miembros de la sociedad, los que se sentaban en el tribunal (10– 12; Deut. 21:19; Rut 4:1) y en los cantos de los borrachos. Y todo sucedía sin justificación, pues a él no lo motivaba otra cosa que no fuera su devoción (7a; cf. 2 Sam. 6:14– 21 donde la devoción de David también fue motivo de malentendidos) y su consagración a la casa (9a) del Señor. Pero sabía, además, que lo estaban usando para vengarse de Dios (9b).

13– 18 Oración apelando al carácter de Dios. Nótese cómo aparecen las mismas metáforas (agua, arenas movedizas, inundaciones) de los vv. 1– 4, al igual que los que le aborrecen. Pero ahora el grito singular del v. 1 se convierte en una apelación sostenida, empezando con su buena voluntad (aceptación) bondad (comprometida, que no cambia) y la verdad de tu salvación (13) y terminando con su buena ... misericordia (que no cambia) e inmensa compasión (el amor activo y apasionado de 1 Rey. 3:26). 18 Acércate (cf. del pariente más cercano, Lev. 21:2, 3; 25:25; Rut 2:20). Redímela, redimir era la obligación del pariente más cercano, tomando sobre sí, como si fueran propias, las necesidades de su pariente afligido (Lev. 25:25; Rut 3:12; Isa. 41:14; 43:14, cf. Sal. 19:14). Líbrame, pagar el rescate, pagar el precio que sea para cubrir la necesidad (31:5; 55:18).

19– 28 Los que merecen retribución. Ver en la Introducción: Salmos de Imprecación. En los vv. 19– 21 vemos el efecto que han tenido los enemigos; en los vv. 23– 28 el castigo que merecen. Como la mayoría de las imprecaciones, éstas descansan sobre el principio enunciado en Deut. 19:19, que los que hacen acusaciones falsas deben ser judicialmente recompensados con lo mismo. En la presente oración (porque es una oración: todo es entregado a Dios sin pensar en vengarse personalmente) ellos son traídos para ser juzgados por Dios. Actuaron con un rencor venenoso, expresado en términos de alimento (21): la mesa de ellos será una trampa (22); causaron agotamiento físico (3): ellos también tienen que sufrir (23); provocaron un sentido de que el Señor se había apartado (17): ellos sufrirán su realidad (24); su familia se distanció (8): los hogares de ellos serán destruidos (25); lo culparon con acusaciones falsas (4, 5): serán juzgados irremisiblemente culpables (27); se pusieron en contra Dios (9): Dios se pondrá eternamente en contra de ellos (28).

Esta es la impresionante lógica del juicio divino. Antes de criticar una oración como ésta tenemos primero que encontrarnos en un sufrimiento similar. También debemos preguntarnos si nuestro sentido moral particularmente nuestro sentido de agravio moral es lo suficientemente agudo como para que estemos seguros sobre cuál es la manera correcta o incorrecta de orar. También debemos preguntarnos si una oración como ésta concuerda con el pensamiento de Cristo, porque mucho en este Salmo nos ha colocado cara a cara con sus sufrimientos y su reacción fue orar que los que lo atormentaban fueran perdonados. Seguramente éste es ahora el único modo de orar. Pero hay algo más para tener en cuenta: el propio Señor Jesús pronunció terribles maldiciones (Mat. 23:13– 36); se imaginó a sí mismo diciendo: Apartaos de mí, malditos (Mat. 25:41); el día vendrá cuando todos huirán de la ira del Cordero (Apoc. 6:15– 17); él estará presente cuando los libros sean abiertos (Apoc. 20:12): y en aquel día no habrá oración pidiendo perdón, sólo la justicia divina aplicada eternamente. O sea, que existe tal cosa como pura ira y, aquí, en alguien que anhela justicia, el AT refleja ese aspecto del carácter de Cristo. 28 Cf. Exo 32:32; Dan. 12:1; Luc. 10:20; Fil. 4:3; Apoc. 3:5; 13:8; 21:27.

29– 36 La oración se convierte en alabanza. Mientras el dolor (dolorido) persista, también persistirá la alabanza (alabaré), complaciendo a Dios, dando un testimonio alentador, basado en la seguridad de que la oración será contestada y merecedora de convertirse en el canto de toda la creación, porque, cuando pase la presente aflicción, la estabilidad volverá a la tierra (35) para los que aman su nombre (36).

Notas. 31 Cuernos y pezuñas. Los cuernos serían prueba de su edad, las pezuñas (Lev. 11:3, 4) de su limpieza: o sea más delicioso para el Señor que la ofrenda que llena todos los requisitos, es el corazón agradecido. 33 Sus prisioneros, cf. 26. En todas las circunstancias, somos del Señor, aun cuando la gente piense que estamos totalmente a merced de ella. Nuestras cadenas están en sus manos (Ef. 4:1; 6:20; Fil. 1:13).

King James Version (KJVO) (1611)



Psalm LXIX.

1 Dauid complaineth of his affliction. 13 Hee prayeth for deliuerance. 22 Hee deuoteth his enemies to destruction. 30 He praiseth God with thankesgiuing.
To the chiefe musician vpon Shoshannim, A Psalme of Dauid.
1 Saue mee, O God, for the waters are come in vnto my soule.
2 I sinke in [ Hebrew: the myre of depth.] deepe mire, where there is no standing: I am come into [ Hebrew: depth of waters.] deepe waters, where the flouds ouerflow me.
3 I am weary of my crying, my throate is dried: mine eyes faile while I waite for my God.
4 They that hate mee without a cause, are moe then the haires of mine head: they that would destroy me, being mine enemies wrongfully, are mightie: then I restored that which I tooke not away.
5 O God, thou knowest my foolishnesse; and my [ Hebrew: guiltinesse.] sinnes are not hidde from thee.
6 Let not them that waite on thee, O Lord God of hostes, be ashamed for my sake: let not those that seeke thee, be confounded for my sake, O God of Israel.
7 Because for thy sake I haue borne reproch: shame hath couered my face.
8 I am become a stranger vnto my brethren, and an aliant vnto my mothers children.
9 [ Joh_2:17.] For the zeale of thine house hath eaten mee vp; [ Rom_15:3.] and the reproches of them that reproched thee, are fallen vpon me.
10 When I wept, and chastened my soule with fasting, that was to my reproch.
11 I made sackecloth also my garment: & I became a prouerbe to them.
12 They that sit in the gate, speake against mee; and I was the song of the [ Hebrew: drinkers of strong drinke.] drunkards.

[Dauids prayer against the wicked.]

13 But as for mee, my prayer is vnto thee, O Lord, in an acceptable time: O God, in the multitude of thy mercie heare me, in the trueth of thy saluation.
14 Deliuer me out of the mire, and let me not sinke: let me bee deliuered from them that hate me, and out of the deepe waters.
15 Let not the water flood ouerflow me, neither let the deepe swallow mee vp, and let not the pit shut her mouth vpon me.
16 Heare me, O Lord, for thy louing kindnesse is good: turne vnto mee according to the multitude of thy tender mercies.
17 And hide not thy face from thy seruant, for I am in trouble: [ Hebrew: make haste to heare me.] heare me speedily.
18 Draw nigh vnto my soule, and redeeme it: deliuer me because of mine enemies.
19 Thou hast knowen my reproch and my shame and my dishonor: mine aduersaries are all before thee.
20 Reproch hath broken my heart, and I am full of heauines: and I looked for some [ Hebrew: to lament with me.] to take pitie, but there was none; and for comforters, but I found none.
21 They gaue mee also gall for my meat, [ Mat_27:28 ; Mar_15:23 ; Joh_19:29 .] and in my thirst they gaue mee vineger to drinke.
22 [ Rom_11:9 .] Let their table become a snare before them: and that which should haue bene for their welfare, let it become a trap.
23 Let their eyes be darkened that they see not; and make their loines continually to shake.
24 Powre out thine indignation vpon them, and let thy wrathfull anger take hold of them.
25 Let their [ Hebrew: their palace.] habitation be desolate, and [ Hebrew: let there not bee a dweller.] let none dwell in their tents.
26 For they persecute him who thou hast smitten, and they talke to the griefe of [ Hebrew: thy wounded.] those whom thou hast wounded.
27 Adde [ Or, punishment of iniquitie.] iniquitie vnto their iniquitie: and let them not come into thy righteousnesse.
28 Let them bee blotted out of the booke of the liuing, and not be written with the righteous.
29 But I am poore, and sorowfull: let thy saluation (O God) set me vp on high.
30 I will praise the name of God with a song, and will magnifie him with thankesgiuing.

[Dauids prayer against the wicked.]

31 This also shall please the Lord better then an oxe or bullocke that hath hornes and hoofes.
32 The [ Or, meeke.] humble shall see this, and be glad: and your heart shall liue that seeke good.
33 For the Lord heareth the poore, and despiseth not his prisoners.
34 Let the heauen and earth praise him, the seas, and euery thing that [ Hebrew: creepeth.] moueth therein.
35 For God will saue Sion, and will build the cities of Iudah, that they may dwell there, and haue it in possession.
36 The seede also of his seruants shall inherit it: and they that loue his name shall dwell therein.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

La súplica de este salmo se eleva desde lo profundo del dolor. El comienzo (2-5) nos sorprende con un cúmulo de imágenes: Aguas profundas, ciénagas sin fondo, corrientes arrolladoras son otras tantas imágenes del diluvio del mal y causa de la destrucción física. De esta situación brota el grito inicial: «Sálvame, Señor». Los versículos 6-19 reitera la temática, aunque en orden inverso: un cuerpo destruido (6-13) y el diluvio del mal (14-19). Sin duda que el salmista sufre a causa de los pecados personales; pero también por ser fiel a Dios y a su Templo (8-10), por las prácticas penitenciales (11-13). Se ha quedado solo. Ahora puede presentar ante Dios un cuerpo destruido y un espíritu lacerado. ¿A quién dirigirse sino a Dios, que, sin duda, responderá por «su inmenso amor» (14b). A partir de aquí se acumulan los imperativos. El Dios fiel, de inmensa ternura y amor, no puede permanecer indiferente ante tanto apremio; mucho menos cuando Él conoce la necedad (6). También conoce «mi oprobio, mi vergüenza y mi deshonra» (20), causados por la presencia externa del mal (20-30). Los hombres inmisericordes añaden nuevas aflicciones al dolor íntimo procedente de la mano divina (27). El orante pide que Dios actúe de dos formas: descargando infortunios sobre los inmisericordes: doce improperios (23-26.28-29), hasta borrarlos del libro de la vida (29), y restableciendo al pobre malherido (30). El hecho de que Dios escuche a los pobres inspira un himno de acción de gracias, primero personal (31-34) y después cósmico (35-37), que agrada a Dios mucho más que cualquier sacrificio, según la legislación del Levítico. Son varios los versículos de este salmo citados o aludidos en el Nuevo Testamento: El versículo 5 en Jua_15:25; el versículo 10a en Jua_2:17; el versículo 10b en Rom_15:3; se alude al versículo 13 en Mat_27:27-30; al 22 en Mat_27:34 y en Mar_15:23; los versículos 23s en Rom_11:9; el versículo 26 en Hch_1:20. El registro de los vivos (29) es mencionado en Flp_4:3; Apo_3:5 y 13,8. Con el dolor de nuestros hermanos podemos recomponer el rostro del Cristo roto. Unidos a ellos podemos suplicar: «¡Sálvame, oh Dios, que me llega el agua al cuello!» (2).

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



3. "Abismo": ver nota 6. 6.

10. "El celo de tu Casa me devora": apoyados en estas palabras, algunos intérpretes incluyen al salmista entre aquellos que, a la vuelta del exilio, estaban firmemente empeñados en la reconstrucción del Templo (Ag. 1-2). Esto explicaría por qué los que ponían obstáculos a dicha reconstrucción, agraviaban a la vez al Señor y al salmista. Ver Jua_2:17.

22. Ver Jua_19:28-30.

23-24. Ver Rom_11:9-10.

26. Ver Hec_1:20.

29. "Libro de la Vida": ver nota 56. 9.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_49:8; Sal_32:6; Sal_102:14 [Sal_102:13]

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_49:8; Sal_32:6; Sal_102:14 [Sal_102:13]

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 69.28 El libro de la vida es el registro donde están escritos los nombres de los que todavía viven (Ex 32.32).

[2] 69.35-36 Estos vv. indican que el salmo fue compuesto cuando todavía Israel no se había restablecido de la catástrofe del 587 a.C. Cf. 2 R 25.1-7.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*69 Salmo de súplica. Son varios los versículos citados o aludidos en el NT. Es normal que los Padres de la Iglesia apliquen este salmo a la pasión de Cristo.

Torres Amat (1825)



SALMO 69 (68)

[4] Por tenerlos fijos hacia el cielo.

[9] Los hijos de Israel forman parte de las circunstancias de aflicción.

[13] De la ciudad y la gobiernan.

[22] Mat 27, 48.

[26] Hech 1, 20.

Jünemann (1992)


13 b. Es.