Ver contexto
No nos imputes las culpas de los antepasados,
que tu ternura llegue pronto a nosotros,
pues estamos del todo abatidos.
(Salmos 79, 8) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

אַֽל‎(אַל)

Hebrew|ʔˈal-|not

Part-of-speech: negative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H408] [a.dh.aa] [90]
[אל] [GES401] [BDB423] [HAL439]

תִּזְכָּר‎(זָכַר)

Hebrew|tizkor-|remember

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H2142] [g.bh.aa] [551]
[זכר] [GES2086] [BDB2330] [HAL2341]

לָנוּ֮‎(לְ)

Hebrew|lānˈû|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

עֲוֹנֹ֪ת‎(עָוֹן)

Hebrew|ʕᵃwōnˈōṯ|sin

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5771] [p.be.ab] [1577a]
[עון] [GES5719] [BDB6324] [HAL6243]

רִאשֹׁ֫נִ֥ים‎(רִאשֹׁון)

Hebrew|rišˈōnˌîm|first

Part-of-speech: adjective
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7223] [t.ad.ad] [2097c]
[ראשון] [GES7188] [BDB7916] [HAL7833]

מַ֭הֵר‎(מָהַר)

Hebrew|ˈmahēr|hasten

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperative
Verbal stem: pi“el


[H4116] [H4118] [m.aq.aa] [1152]
[מהר] [GES4048] [BDB4507] [HAL4445]

יְקַדְּמ֣וּנוּ‎(קָדַם)

Hebrew|yᵊqaddᵊmˈûnû|be in front

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: pi“el


[H6923] [s.al.ac] [1988]
[קדם] [GES6885] [BDB7576] [HAL7506]

רַחֲמֶ֑יךָ‎(רַחֲמִים)

Hebrew|raḥᵃmˈeʸḵā|compassion

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7356] [t.bz.ac] [2146b]
[רחמים] [GES7322] [BDB8059] [HAL7975]

כִּ֖י‎(כִּי)

Hebrew|kˌî|that

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3588] [k.bg.aa] [976]
[כי] [GES3481] [BDB3883] [HAL3852]

דַלֹּ֣ונוּ‎(דָּלַל)

Hebrew|ḏallˈônû|belittle

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: plural
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H1809] [d.bo.aa] [433]
[דלל] [GES1712] [BDB1931] [HAL1943]

מְאֹֽד‎(מְאֹד)

Hebrew|mᵊʔˈōḏ|might

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3966] [m.ab.ab] [1134]
[מאד] [GES3906] [BDB4349] [HAL4301]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Salmo 79 (Vg 78): Restauración de la Nación Devastada.
T ambién este salmo es una lamentación colectiva por la triste situación de la nación, presa de los enemigos, que se han ensañado con lo mejor de sus habitantes. Llevados de la visión religiosa de las vicisitudes de su época, los salmistas ven en la tragedia nacional el castigo merecido por las prevaricaciones reiteradas del pueblo elegido. Yahvé es un Dios celoso de sus derechos, y por eso se ha dejado llevar de la explosión de su cólera para castigar a los que se han apartado de El. Con todo, Israel es el patrimonio de Yahvé, y el templo su morada habitual en la tierra. Por ello, no puede olvidar a su pueblo definitivamente.
El salmo se divide en dos partes netas: a) queja por la triste situación de la nación depredada y abandonada (1-7); b) plegaria a Dios para que dé término a este estado de cosas (8-13). Yahvé debe atender no a las exigencias de su justicia por las múltiples prevaricaciones de Israel, sino a la riqueza inagotable de su misericordia. Por otra parte, las naciones gentílicas son peores que Israel, y, por tanto, no tienen derecho a conculcar los derechos del pueblo elegido. El honor del nombre divino exige la pronta rehabilitación de Israel, ya que, de lo contrario, los enemigos de Yahvé sacarán en consecuencia que es inútil acudir a El en demanda de auxilio. Urge la intervención divina para mostrar que no se puede derramar la sangre de sus servidores y fieles.
El ritmo métrico predominante es el de la qinah, o lamentación elegiaca. La división estrófica es irregular, predominando el paralelismo sintético. El estilo es agitado y lleno de emoción entrecortada.
Hay grandes analogías literarias entre este salmo y el 74 l por otra parte, abundan las reminiscencias de otros salmos 2 y de los escritos profetices 3. Teniendo en cuenta esto, los críticos modernos distinguen diversos estratos literarios, y suponen que un núcleo primero fue escrito con motivo de la destrucción de Jerusalén por los babilonios en el 586 a.C., pero que fue amplificado después con motivo de otras invasiones, como las de los seléucidas en el siglo II a.C. 4 Esto explicaría las concomitancias literarias con otras composiciones del Salterio.

Queja elegiaca sobre la situación de la nación (1-7).
1 Salmo de Asaf 5. ¡Oh Dios! han entrado las gentes en tu heredad, han profanado tu santo recinto y han reducido a Jerusalén a un montón de escombros. 2 Dieron los cadáveres de tus siervos por pasto a las aves del cielo, y la carne de tus piadosos a las fieras de la tierra. 3 Derramaron como agua su sangre en los alrededores de Jerusalén, sin que hubiese quien les diera sepultura. 4 Somos el escarnio de nuestros vecinos, la irrisión y el ludibrio de los que nos rodean. 5 ¿Hasta cuándo, ¡oh Yahvé! habrás de estar airado para siempre? ¿Arderá como fuego tu celo? 6 Derrama tu ira sobre las gentes que no te conocen, sobre los reinos que no invocan tu nombre; 7porque han devorado a Jacob, han asolado sus moradas.

El salmista se sitúa, como Jeremías, frente a las ruinas de Jerusalén y declara la luctuosa situación: los gentiles han entrado en la heredad de Yahvé 6 y han profanado impudentemente su santuario, el lugar más sagrado de la tierra. La ciudad ha quedado convertida en ruinas, y los piadosos han sido pasados a la espada, y sus cadáveres abandonados a las aves de rapiña y a los chacales de la estepa 7. Por su parte, los pueblos vecinos edomitas, moabitas se han alegrado de la destrucción de la que había sido su soberana 8. Con toda impudicicia escarnecen a los vencidos, abandonados de su Dios.
Ante esta situación de angustia y de escarnio nacional, el salmista pide a Yahvé que intervenga y deponga su ira 9. Si los israelitas son merecedores del actual castigo, mucho más lo son las gentes que no le conocen ni invocan su nombre 10. En realidad, Jacob el pueblo de Dios ha sido devorado por los invasores, y esto redunda en deshonor del propio Yahvé, pues se compromete su omnipotencia en la apreciación de los gentiles.

Súplica angustiosa de auxilio (8-13).
8 No recuerdes para nuestro mal las iniquidades de antaño; apresúrate y sálgannos al encuentro tus misericordias, que estamos abatidos sobremanera. 9 Socórrenos, ¡oh Dios, Salvador nuestro! por la gloria de tu nombre, líbranos y perdona nuestros pecados por tu nombre. 10 ¿Por qué van a decir las gentes: Dónde está su Dios? Sea notoria a las gentes y a nuestros ojos la venganza de la sangre derramada de tus siervos. 11 Llegue a tu presencia el gemido de los cautivos; conforme a la grandeza de tu brazo, conserva a los condenados a muerte. 12 Haz recaer sobre nuestros vecinos el séptuplo en su seno, la afrenta con que te escarnecieron, ¡oh Señor! 13 Pero nosotros, tu pueblo, grey de tu pastizal, te alabaremos eternamente y narraremos tus alabanzas de generación en generación.

Consciente de la culpabilidad de su pueblo, el salmista reconoce las iniquidades atávicas de sus conciudadanos; pero Yahvé no debe guiarse por las exigencias de su justicia, sino por las de su insondable misericordia, pues el abatimiento de la nación ha llegado al extremo. El castigo ha sido tan duro, que está en peligro de perderse la conciencia nacional y religiosa. Por otra parte, está en juego la gloria del nombre de Yahvé, ya que los paganos dirán irónicamente: ¿Dónde está tu Dios? 11. Según la mentalidad de los antiguos, la victoria de un pueblo suponía la victoria de sus dioses sobre los del vencido. En este caso, si Yahvé no muestra su poder rehabilitando a Israel y castigando a sus enemigos, éstos creerán que sus propias divinidades son superiores al Yahvé de los hebreos, del que tantos portentos se contaban en los tiempos de antaño.
Llevado de un sentimiento ciego de revancha, el salmista pide justicia contra los que derramaron la sangre de sus compatriotas (v.10). Muchos de ellos aún gimen cautivos y están condenados a muerte; y sólo la omnipotencia divina puede salvarlos: es hora de manifestar la grandeza de su brazo como en los tiempos gloriosos del éxodo 12. Los que han ultrajado a Israel y a su Dios deben recibir el séptuplo de lo que hicieron; es la venganza digna de sus tropelías13. Todavía estamos lejos del perdón de Cristo hasta setenta veces siete.14 ¡Sólo un Dios muriendo en la cruz pudo enseñar a los hombres a perdonar a los enemigos! El ideal moral del salmista estaba todavía muy lejos de las alturas del cristianismo, y por eso la reacción humana instintiva se trasluce en sus palabras airadas.
La súplica angustiosa termina con la promesa de alabanza por la esperada liberación. Yahvé no puede olvidar a Israel, porque es su grey, que El mismo apacienta en pingües pastizales 15. En consecuencia, no puede estar condenado al ostracismo y a la postración indefinida.

1 Cf. Sal_79:1 y 74:3.7; 79:5 Y 74:1-10; 79:13 y 74:1; 79:2 y 74:14-19. 2 Cf. 79:4 Y 44:14; 79:5 V 89:47 3 Cf. Sal_79:6-7 y Jer_10:25. 4 Es la opinión, entre otros, de Briggs. Duhm y Baethgen, siguiendo a Teodoro de Mop-suestia, suponen que el salmo es de la época macabea. En cambio, Gunkel y Schmidt más bien se inclinan por la época persa, entre Esdras y Alejandro M. 5 Cf. Sal_73:1. 6 Cf. Deu_4:20; Deu_9:26; Sal_28:9; Sal_74:2. 7 La mayor desgracia era ser privado de sepultura (cf. Deu_28:26). Según la mentalidad babilónica, el espíritu del cadáver que no había sido sepultado andaba errante en busca de comida por las calles de la ciudad (véase P. dhorme, Choix des textes reí assyrobabyl p-325). 8 Cf. Sal_44:14; Jer_19:8; Sal_31:12. 9 Cf. Sal_13:2-3. 10 Cf. Jer_10:25. 11 Cf. Sal_42:4; Sal_115:2; Deu_9:285. 12 Cf. Exo_15:16; Sal_44:3. 13 Cf. Gen_4:15-24; Isa_65:6; Jer_32:18; Luc_6:38. 14 Cf. Mat_18:22. 15 Cf. Isa_49:9; Sal 74, Is.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Salmo 79. Oracion y Esperanza en el Día de Ira

No todas las adversidades de la vida son evidencias de la ira divina, como llegó a comprender Job. Pero las predicciones de los profetas a modo de advertencia, no dejaron lugar a duda en el pueblo de que cuando cayó Jerusalén, los babilonios (2 Rey. 24– 25) habían sido los agentes del castigo divino. Para cuando fue escrito este Salmo la ruina resultante había durado algún tiempo (5), pero el sentido de que es la experiencia de un testigo ocular es fuerte y sugiere que el salmista es un devoto originario de Jerusalén que se había quedado en Judá (2 Rey. 25:12), lamentando la devastación, anhelando días mejores (13). El Salmo alterna entre secciones de ellos (1– 3, 5– 7, 10 y 11) y secciones de nosotros (4, 8 y 9, 12 y 13). Lo que le sucediera a otros en el pasado (1– 3) implica a los que quedaron (4); los pecados que motivaron la ira (5– 7, 8) son nuestros pecados también (9). Dios no olvidará a sus detractores (19) ni a sus sufrientes que somos (11) nosotros, pueblo tuyo, volveremos nuevamente a ofrecer nuestras alabanzas (13).

1– 5 Juicio que perdura. En primera instancia está el daño hecho al propio Señor. Su santo templo ha sido profanado (1). Pero al avanzar el saqueo de la ciudad, los que se dedicaban a él (siervos, 2) y a quienes él se dedicaba (fieles, tus amados, 2) cayeron al grado que no quedó nadie para realizar las últimas obligaciones del cariño (3). La situación, que permanecía sin solucionar, hacía que el pueblo de Dios siguiera siendo objeto de desprecio (4). Es ciertamente espantoso caer en las manos del Dios vivo (Heb. 10:31).

5– 9 Bajo condenación. ¡Seguramente algo extraordinario ha de haber causado tal juicio! No, fue meramente el pecado: 8 pecados, iniquidades, las consecuencias de una naturaleza caída, inconstante; 9 pecados faltas, cosas concretas que estaban mal. Y no sólo el pecado de ellos como si la generación que murió en el saqueo o que fue deportada a Babilonia tuviera toda la culpa: nuestros pecados también (9): y si no hemos perecido igualmente es por la misericordia extraordinaria de un Dios que aborrece el pecado. 5– 7 Deben ser comprendidos como reflejando un espíritu perplejo o resentido que se queja por la injusticia. En todas las adversidades de la vida, ya sean ocasionadas por la ira divina o como parte del inexplicable obrar soberano de su providencia, nuestra primera reacción debe ser aceptar sumisamente, como lo implica el v. 5. ¿Pero no hemos de orar también por el derrocamiento de quienes de forma salvaje nos usan para su propio beneficio y convierten nuestras preciadas posesiones en ruina (7)? Un aspecto positivo de dejar la venganza en manos del Señor (Prov. 20:22; Rom. 12:19) es la oración que busca el derrocamiento de todo poder que siga maltratando al pueblo del Señor. 8 Recuerdes contra nosotros (Jer. 31:34; Miq. 7:18– 20). Antepasados. En la Biblia, nuestra herencia pecaminosa que viene de generaciones anteriores nunca es una excusa sino la ocasión para tener mayor culpabilidad (Luc. 11:50). Misericordias, amor compasivo y apasionado. Salgan ... a encontrarnos (Luc. 15:20). 9 Líbranos, averigua y paga el precio que cubra totalmente nuestra deuda de pecado. En los vv. 8 y 9 la apelación es sólo marginal a nuestra necesidad; es fundamentalmente una apelación a la naturaleza divina; note el énfasis en tu nombre (9), o sea lo que te has revelado ser.

10– 13 Tener esperanza. La esperanza en el v. 13 descansa sobre dos fundamentos: primero, el Señor siempre se mantiene firme en su propia reputación (10, 12) y en segundo lugar, siempre es fiel para con su pueblo amenazado (10, 11) pues aun sufriendo bajo su ira todavía somos pueblo tuyo y ovejas de tu prado (13). Estos dos fundamentos se reflejan en los pensamientos contrastantes de los vv. 5 y 12.

King James Version (KJVO) (1611)



Psalm LXXIX.

1 The Psalmist complaineth of the desolation of Ierusalem. 8 Hee prayeth for deliuerance, 13 And promiseth thankefulnesse.
A psalme [ Or, for Asaph.] of Asaph.
1 O God, the heathen are come into thine, inheritance, thy holy temple haue they defiled: they haue layd Ierusalem on heapes.

[The troubles of the Church.]

2 The dead bodies of thy seruants haue they giuen to bee meate vnto the foules of the heauen: the flesh of thy Saints vnto the beasts of the earth.
3 Their blood haue they shed like water round about Ierusalem: and there was none to burie them.
4 [ Psa_44:14.] We are become a reproach to our neighbours: a scorne and derision to them that are round about vs.
5 [ Psa 89.45.] How long, Lord, wilt thou be angry, for euer? shall thy ielousie burne like fire?
6 [ Jer_10:25.] Powre out thy wrath vpon the heathen that haue not knowen thee, and vpon the kingdomes that haue not called vpon thy name.
7 For they haue deuoured Iacob: and laid waste his dwelling place.
8 [ Isa_64:9.] O remember not against vs [ Or, the iniquities of them that were before vs.] former iniquities, let thy tender mercies speedily preuent vs: for we are brought very low.
9 Helpe vs, O God of our saluation, for the glory of thy Name: and deliuer vs, and purge away our sinnes for thy Names sake.
10 Wherfore should the heathen say, Where is their God? let him be knowen among the heathen in our sight by the [ Hebrew: vengeance.] reuenging of the blood of thy seruants which is shed.
11 Let the sighing of the prisoner come before thee, according to the greatnesse of [ Hebrew: thine arme.] thy power: [ Hebrew: reserue the children of death.] preserue thou those that are appointed to die.
12 And render vnto our neighbours seuen fold into their bosome, their reproach wherewith they haue reproched thee, O Lord.
13 So we thy people and sheepe of thy pasture, will giue thee thankes for euer: we will shew forth thy praise [ Hebrew: to generation and generation.] to all generations.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Lamentación y súplica comunitaria estructurada en torno a los agentes: A. Ellos, tú, nosotros (1-4). B. Tú, nosotros, ellos (5-9). A. Ellos, tú, nosotros (10-13). Ellos son los «paganos» (1.6.10) y nuestros vecinos (12). Sus acciones son las siguientes: invadir, profanar, reducir a ruinas, echar en pasto, asesinar, no enterrar, burlarse (1-4), no reconocer a Dios (6), devorar y asolar (7), blasfemar (10), afrentar (12). Dios, el Tú, está enojado (5); que no lo esté para siempre. Se le pide que derrame su ira contra los paganos (6), que no nos impute nuestras culpas ni la de los antepasados (8), sino que nos socorra, libere y perdone (9), que vengue la sangre derramada (10), que oiga el lamento de los cautivos (11), que aplique la ley de Talión (3.10 y 4.12), e incluso que vaya más allá: siete veces más (como Lamec en Gén_4:24), porque el afrentado, en última instancia, es Dios (12). El «nosotros» son siervos de Dios, sus leales (2.10), la irrisión de los vecinos (4), pecadores como sus padres (8s), gente abatida (8), cautivos y muchos de ellos asesinados (10), pueblo de Dios y ovejas de su rebaño (13). Si Dios deja su enojo, responderá conforme a su ternura (8), y nosotros daremos gracias y contaremos su gloria (13). La caída de Jerusalén y el destierro a Babilonia son una buena ambientación del salmo. El Apocalipsis recoge algunos motivos de este salmo (cfr. 6,9: la venganza de la sangre; 11,7-9: los cadáveres insepultos de los testigos). Mientras existan cautivos y se derrame sangre en esta tierra nuestra; cuando se vive bajo el peso de la culpa, es tiempo de orar con este salmo.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] Salmo 79 Véase Sal 74 n.

[2] 79.1 Cf. 2 R 25.8-10; Jer 52.12-14.

[3] 79.8 Los textos del AT muestran que la doctrina de la retribución se fue modificando con el tiempo. Algunos textos antiguos afirmaban que el Señor castiga la maldad de los padres en sus hijos, nietos y bisnietos (Ex 20.5; Dt 5.9). Por eso algunos israelitas se lamentaron a veces de tener que pagar las culpas de sus antepasados. Los profetas Jeremías y Ezequiel reaccionaron contra esta idea y afirmaron enfáticamente que cada persona en particular, y no sus descendientes, recibirá la justa retribución de sus buenas o malas acciones (Jer 31.29-30; Ez 18.2-4). Cf. Dt 24.16.

Torres Amat (1825)



SALMO 78 (77)

[2] Mat 13, 35.

[9] O quedaron derrotados. La tribu de Efraín sobresalía por sus guerreros. Deut 33, 17; 34, 2; 1 Sam 4, 10.

[12] Ciudad antigua del Egipto inferior, en el delta del Nilo. Num 13, 23; Is 19, 13; Ez 30, 14.

[15] Como si estuviesen junto a un caudaloso río. Ex 17, 6.

[16] Deut 8, 15; Salm 104, 41; 1 Cor 10, 4.

[21] Num 11, 1.

[24] Ex 16, 14-15.

[31] Num 11, 33.

[49] Mensajeros de desgracia se refiere al ángel exterminador, que personifica los diversos males enviados como castigo por Dios. Ex 12, 23.

[54] Jos 13, 7.

[60] 1 Sam 4, 4; Jer 7, 14.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



4. Ver 44. 14-15; 80. 7.

12. Al pedir que sus enemigos sean castigados "siete veces", Israel reclama contra ellos un castigo completo y definitivo, porque el número siete simboliza la perfección. Ver Gen_4:24.

13. "Las ovejas de tu rebaño": ver nota 23. 1.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_142:7 [Sal_142:6]

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_142:7 [Sal_142:6]

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*79 Lamentación y súplica comunitaria. La destrucción del templo de Jerusalén y el exterminio del pueblo provocan angustiosos interrogantes, a la vez que incitan a una doble petición: que Dios muestre su ternura al pueblo y reserve su ira para el enemigo.

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

Sal 25:7.