Ver contexto
luego cuidaste el terreno,
echó raíces y llenó la tierra.
(Salmos 80, 10) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

כָּסּ֣וּ‎(כָּסָה)

Hebrew|kossˈû|cover

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: pu“al


[H3680] [k.cg.aa] [1008]
[כסה] [GES3577] [BDB3990] [HAL3955]

הָרִ֣ים‎(הַר)

Hebrew|hārˈîm|mountain

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2022] [e.cf.ab] [517a]
[הר] [GES1956] [BDB2186] [HAL2187]

צִלָּ֑הּ‎(צֵל)

Hebrew|ṣillˈāh|shadow

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6738] [r.cc.ab] [1921a]
[צל] [GES6680] [BDB7362] [HAL7296]

וַ֝‎(וְ)

Hebrew|ˈwa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

עֲנָפֶ֗יהָ‎(עָנָף)

Hebrew|ʕᵃnāfˈeʸhā|branches

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6057] [p.ea.ab] [1657a]
[ענף] [GES5985] [BDB6612] [HAL6556]

אַֽרְזֵי‎(אֶרֶז)

Hebrew|ʔˈarzê-|cedar

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H730] [a.fq.ab] [160a]
[ארז] [GES706] [BDB755] [HAL780]

אֵֽל‎(אֵל)

Hebrew|ʔˈēl|god

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H410] [a.dl.ab] [93a]
[אל] [GES400] [BDB422] [HAL437]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Salmo 80 (Vg 79): Oración por el pueblo Perseguido.
L as tribus del norte Efraím, Benjamín y Manases fueron llevadas en cautividad por los asirios al ser conquistada Samaría en el 721. Esta desaparición de las tribus septentrionales dejó gran impresión en los ánimos del reino de Judá, que por otra parte estaba amenazado del mismo peligro, pues el ejército de Sargón amenazaba con devastar también el reino de Ezequías. El salmista piensa en la triste suerte de sus hermanos llevados en cautividad y en la desaparición de las tribus que descendían también del glorioso patriarca Jacob.
Dios habita en el cielo, pero desde allí contempla y dirige las cosas de la tierra. Supuesta esta su providencia, el salmista pide ansiosamente que se preocupe de Israel su viña , que ha sido devastada y desolada. Como Dios de los ejércitos, con un simple acto de benevolencia puede salvar la actual situación de postración del pueblo elegido. Aunque Israel ha pecado, sin embargo, los portentos obrados en el éxodo y después en la conquista de Ca-naán dan ánimos al poeta para suplicar la intervención del Omnipotente y resolver la nueva crítica situación.
El poema contiene cinco estrofas: a) súplica para el restablecimiento de las tribus del norte (1-4); b) Israel, vilipendiado por los enemigos de Dios (5-8); c) la viña de Yahvé, trasplantada de Egipto a Canaán (9-12); d) la viña devastada (13-16); e) súplica de protección sobre Israel (17-20).
Por las alusiones del salmo podemos colegir que ha sido redactado cuando los asirios habían invadido el territorio septentrional de Israel y estaba a punto de caer Samaría o ya había sucumbido en manos de los ejércitos de Salmanasar V (727-722). Sin embargo, no pocos críticos creen que el salmo fue compuesto después de la desaparición del reino de Judá en el 586 a.C. l El título de los LXX acerca del Asirio avala la primera opinión, que parece más en consonancia con las exigencias del contexto.

Súplica por el restablecimiento de las tribus. septentrionales (1 -4 )
1 Al maestro del coro. Sobre los lirios del testimonio. Salmo de Asaf 2. 2¡Oh Pastor de Israel! apresta el oído. Tú que conduces a José como un rebaño, que te sientas sobre los querubines, muéstrate esplendoroso 3 ante Efraím, Benjamín y Manases. Despierta tu poder, ven y sálvanos. 4 ¡Oh Dios! restaúranos, haz esplender tu rostro, y seremos salvos.

El poeta apela a las dos condiciones de Yahvé para que salga en favor de Israel: su calidad de Pastor solícito, que se preocupa de José reino del norte como de su propio rebaño 3, y su categoría de Dios, que majestuosamente tiene su trono entre los querubines 4. Como tal, debe mostrarse esplendoroso, haciendo uso de su poder en beneficio de Efraím, Benjamín y Manases, las tres tribus que están a punto de desaparecer por efecto de la invasión asiría (v.3). Benjamín era hermano uterino de José, cuyos hijos eran Efraím y Manases5; quizá por ello aparezca asociado a estas dos tribus, aunque Benjamín estuviera en la frontera con Judá y más vinculada históricamente a ésta que a las del norte. De ella había salido el primer rey Saúl6. Sin embargo, parte de la tribu de Benjamín estuvo unida al reino cismático del norte 7. El salmista pide ansioso a Yahvé que salve estas tribus, y con ellas a todo Israel: restaúranos. Debe manifestarse benevolente haz esplender tu rostro , otorgando su protección decisiva en estos trágicos momentos nacionales 8.

Israel, vilipendiado por las naciones vecinas (5-8).
5 ¡Oh Yahvé, Dios de los ejércitos! ¿Hasta cuándo estarás enojado contra la oración de tu pueblo? 6 Les das a comer pan de lágrimas, les haces beber lágrimas en abundancia; 7nos has hecho objeto de contienda para nuestros vecinos, y nuestros enemigos se burlan de nosotros. 8Dios de los ejércitos, restaúranos; haz esplender tu rostro y seremos salvos.

Apelando al poder omnímodo del Dios de los ejércitos Señor de las constelaciones celestes, del cosmos, y valedor de los intereses de Israel en las batallas , el salmista pide angustiadamente que cese su enojo contra su pueblo y acceda a su oración confiada. La situación de la nación es tan triste, que puede decirse que se alimenta de pan de lágrimas 9. Al perder la independencia, sin autoridad representativa, sus enemigos levantan contienda contra ellos, exigiendo nuevos límites fronterizos; los edomitas y moabitas ocupan territorios israelitas y levantan querellas contra ellos, y, lo que es peor, se burlan del pueblo elegido, humillado y abandonado de su Dios 10.

Israel es la viña trasplantada de Egipto a Canaán (9-12).
9 Tú arrancaste de Egipto una vid, arrojaste a las gentes y la trasplantaste. 10 Le pusiste en derredor una albarrada, y extendió sus raíces y llenó la tierra. 11 Cubriéronse los montes de su sombra, y sus sarmientos llegaron a ser como los cedros de Dios; 12 extendió sus ramas hasta el mar, y hasta el río sus retoños.

Con toda delicadeza, y recurriendo a resortes psicológicos, el salmista recuerda la extrema solicitud que Yahvé ha mostrado, a través de la historia, a favor de Israel, sacándolo de Egipto y trasplantándolo a la tierra de Canaán después de haber arrojado a sus habitantes. El símil cíe la viña es corriente en la literatura bíblica 1], y se comprende bien en un país como Palestina, en la que abundan las viñas. Egipto no es país del vino, pero el salmista, que vive en Canaán, presenta a Israel como una viña naciendo en Egipto para después ser injertado en Canaán. Con toda solicitud Yahvé la cuidó, rodeándola de una albarrada. El resultado fue que se desarrolló con pujanza, extendiéndose por los montes, y, con hipérbole oriental, compara sus sarmientos a los cedros más robustos del Líbano 12. En Armenia lugar primitivo del cultivo de la viña , las ramas de la vid son enroscadas a los árboles, y aun en Palestina a las higueras 13. La nación israelita simbolizada en. la viña se extendió hasta el mar y hasta el río Eufrates, los límites ideales de los escritos profetices 14.

La viña abandonada y devastada (13-16).
13 ¿Por qué has derribado su albarrada y la vendimian los que pasan por el camino? 14La devastan los jabalíes del monte y pastan en ella las bestias del campo. 15¡Dios de los ejércitos! vuélvete ya, mira desde los cielos y contempla y visita esta viña. 16 Esta viña que ha plantado tu diestra, el renuevo que tú hiciste fuerte 15.

Dios abandonó a su viña y la dejó indefensa, cayendo su albarrada y quedando abierta a todos los viandantes y expuesta a los jabalíes y bestias del campo 16. El salmista vuelve a pulsar los resortes psicológicos: ¿para qué haber empleado tanto trabajo y solicitud en plantarla y cercarla, si al fin la deja abandonada? Dios habita en los cielos, pero desde allí contempla la historia de los hombres y de los pueblos. Israel ha sido formado por Yahvé y se ha engrandecido gracias a su protección; por tanto, tiene derecho ahora a que ponga sus ojos en la viña que tan amorosamente plantó su diestra 17.

Súplica final (17-20).
17 Los que la abrasan por el fuego y la asolan perezcan por el enojo de tu faz. 18 Sea tu mano sobre el varón de tu diestra, sobre el hijo de hombre a quien para ti corroboraste; 19 y no nos apartaremos más de ti; nos darás la vida e invocaremos tu nombre. 20 Yahvé, Dios de los ejércitos, restaúranos; haz esplender tu faz sobre nosotros, y seremos salvos.

Como es ley en estos salmos, el poeta pide justicia contra los devastadores de la viña de Israel, suplicando protección sobre la nación: el varón de tu diestra. Parece que juega con el nombre de Benjamín (hijo de la derecha), y quizá aluda a Saúl, primer rey de Israel18. Estar a la diestra significa participar del poder de Dios 19. La expresión hijo del hombre que para ti corroboraste puede aplicarse a Israel como colectividad, al que en Exo_4:22-23 se le llama mi hijo, mi primogénito 21. No parece que se aluda directamente al Mesías como persona, sino a Israel con sus destinos históricos, que está lanzado hacia los tiempos mesiánicos.
El salmista termina haciendo promesas de fidelidad y reconociendo que es Yahvé quien les da la vida; por tanto, sólo por El podrá Israel recuperar su vida plena nacional. El estribillo final que cierra cada estrofa, sintetiza las ansias de salvación del poeta, que se hace eco de las angustias de su pueblo.

1 Opinión de Briggs, Kittel y~Stárk. 2 Sobre los lirios ('Al Shoshaním) parece ser el principio de una canción conocida a la que debía ajustarse la melodía del salmo. 3 Cf. Gen_48:15; Gen_49:24; Sal_77:21; Sal_81:6. 4 Cf. Sal_18:11; Eze_1:1s; Sam 4:4; 2Sa_6:2. 5 Cf. Gen_35:10s; Gen_48:13. 6 Cf. Sam 9.1-2. 7 Cf. 1Re_12:21; 2Cr_11:3.23. 8 Cf. Num_6:25; Sal_4:5; Sal_31:17 : brillar la faz de Yahvé significa mostrarse benevolente. 9 Cf. Sal_102:10; Sal_42:4. 10 Cf. Jer_15:10; Sal_79:4. 11 Cf. Isa_5:1-7; Eze_17:1s; Jer_2:2; Ose_10:6; Isa_27:2-6; Me 12:9. 12 Cedros de Dios: expresión para indicar su fortaleza; cf. montañas de Dios (Sal_36:5). 13 Cf. 1Re_5:5; 2Re_18:31; Jer_8:13; Hab_3:17; Sal_105:33. 14 Cf. Deu_11:24; Sal_72:8; 1Re_5:1; Isa_16:8; 2Sa_8:6. 15 Esto ultimo está sólo en el TM, y parece anticipación de i8b. Por eso muchos traductores lo suprimen. 16 Abundan los jabalíes en los boscajes del Jordán. Cf. Abel, Géog. de la Palestine I p.221. 17 El Targum aplica al Mesías el verso: Y sobre el Mesías rey, que tú has hecho fuerte para ti... 18 Cf. 1Sa_6:1. 19 Cf. Sal_110:1; 1Re_2:19; Sal_45:10; Mat_20:21; Mat_20:26.64; Mar_10:37. 20 Jer_31:20.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Salmo 80. La Sonrisa y el Ceño Fruncido

A lo largo de este Salmo aparece el ruego pidiendo la luz del favor divino (1, 3, 7, 19). El contraste entre la sonrisa de Dios (3, Haz resplandecer tu rostro) y el ceño fruncido (16, la reprensión de tu rostro) lo dice todo. Por más desesperada que sea la situación el enemigo triunfante (6), la ira de Dios (4) y la aparente desaparición de la obra de gracia (8, 12) el único remedio que se necesita es que sonría, tan poderoso es el favor de Dios y tan desastrosa su desaprobación. El desastre ha caído sobre las tribus del norte, Efraín, Benjamín y Manasés, el antiguo campamento de Efraín (Núm. 2:18), las tribus conectadas con José. Los paralelos con el Sal. 79 (el tema pastor-rebaño [1; 79:13], la ira divina prolongada [4; 79:5], adversarios que se burlan [6; 79:4]) sugieren que el lamento de un sobreviviente de la tribu de Judá de la victoria babilónica en el Sal. 79 encuentra aquí una pieza-compañera de un sobreviviente del antiguo reino del norte.

El Salmo se caracteriza por un estribillo que se repite (3, 7, 19) en el cual la urgencia aumenta a medida que la exclamación inicial Oh Dios (3) se convierte en el v. 7 en lit.: Oh Dios, oh Señor Omnipotente, oh Omnipotencia y en el v. 19: Oh Yahweh, oh Dios, oh Omnipotencia. Pero aunque la urgencia aumenta, la realidad permanece igual: un cambio en el rostro de Dios tiene un poder transformador. Porque el problema no era que habían caído en las manos del hombre eso era únicamente un síntoma terrible sino que habían caído fuera del favor de Dios. Así sucede con todos nuestros fracasos, y ser recibidos nuevamente por un Dios sonriente y reconciliador es nuestro remedio. Puede ser que el v. 14 debiera entenderse como otro estribillo, dividiendo aun más el Salmo en sus estrofas. Por cierto que aparece en el lugar más apropiado, pero teológicamente es de suprema importancia. No podemos ser restaurados con Dios (3, 7, 19) a menos que él regrese (vuelve), reconciliándose con nosotros (14). El gran ajuste tiene que ser de parte de él. En cuanto a nosotros, sólo nos queda implorar.

1, 2 El pastor y rey. Un tema muy antiguo conectado con José (Gén. 48:15; 49:22– 24). Que estás ... querubines. Los querubines que sombreaban el arca eran un pedestal para el trono invisible del Dios invisible y también el lugar de reunión entre el Señor y su pueblo (Exo. 25:18– 22). Resplandece o brilla hacia afuera (50:2). No se pide una gran demostración de poder, sólo que la oscuridad de su desaprobación sea disipada por su luz. 3, 7, 19. Restáuranos, tráenos de regreso (a ti). Haz resplandecer ... El pedido es únicamente para que haya un cambio en Dios; que su ceño fruncido se convierta en una sonrisa.

4– 6 El extraño proveedor. 4 Lit. Oh Yahweh, Oh Dios, oh Omnipotencia, o sea que él es el Redentor (Exo. 3:14– 17; 6:6), él es Dios y es él mismo toda potencialidad y poder. Has de mostrar, como un fuego lento, humear, expresa santidad divina (Exo. 19:18), ira (74:1) y separación de los pecadores (Isa. 6:4, 5). 5 Nos has (Isa. 45:7; Amós 3:6). El Señor usa agentes (6; 79:1– 3: Isa. 10:5– 15) pero nunca deja de ser El Agente. 6 Nos has puesto por escarnio, posiblemente al estar ellos peleando por el botín obtenido en la conquista.

8– 13 El viticultor. Como las ovejas entre los animales domésticos, la vid entre las plantas necesita cuidado persistente. Bajo este tema de providencia paciente, el Salmo muestra la obra de redención, herencia (8, 9) y prosperidad (10). Su radio de influencia (11) desde el mar Mediterráneo hasta el Río Eufrates fue logrado bajo David y Salomón, pero después de ellos la historia es inestable y la soberanía cada vez más estrecha hasta que Samaria cayó en manos de Asiria en 722 a. de J.C. y Jerusalén en manos de Babilonia en 586 a. de J.C. Isa. 5:1– 7 revela la causa de esa decadencia hasta ser un enclave desprotegido donde no hay frutos para Dios y, por ende, no hay poder contra el enemigo.

15– 18 Hombre de tu diestra. Raquel, muriendo al dar luz a un hijo (Gén. 35:18) llamó a su hijito Ben-Oni, hijo de mi dolor, pero su padre le dio el nombre de Benjamín, hijo de mi diestra. De esta manera, el Salmo ha dado la vuelta entera: Benjamín (2) se ha sumido en su dolor y pérdida, pero la fe dice que el Señor tiene un hombre de tu diestra ... , el hijo del hombre (17) a quien se mira en busca de una solución, en quien, por lo tanto, el rostro de Dios nuevamente lucirá la sonrisa de su favor. En una forma natural y clara el v. 15 permite el desarrollo de la viña, porque (Gén. 49:22, otra referencia a José) hijo (15) puede significar zarcillo de la vid. Aparte de lo que el salmista puede haber sabido, el Señor ciertamente cuidó a su pueblo (vid) hasta que en la plenitud del tiempo (Gál. 4:4) nació el zarcillo (hijo), el hombre de tu diestra (17) en quien nos ha sido dada nueva vida (18; Juan 10:10) y un acceso a Dios sin precedentes (Ef. 2:18) para invocar su nombre.

King James Version (KJVO) (1611)



Psalm LXXX.

1 The Psalmist in his prayer complaineth of the miseries of the Church. 8 Gods former fauours are turned into iudgements. 14 Hee prayeth for deliuerance.
To the chiefe Musician vpon Shoshannim Eduth, A Psalme [ Or, for Asaph.] of Asaph.
1 Giue eare, shepheard of Israel, thou that leadest Ioseph like a flocke, thou that dwellest betweene the Cherubims, shine forth.
2 Before Ephraim and

[The troubles of the Church.]

Beniamin, and Manasseh, stirre vp thy strength: and [ Hebrew: come for saluation to vs.] come and saue vs.
3 Turne vs againe, O God: and cause thy face to shine, and we shall bee saued.
4 O Lord God of hosts, how long [ Hebrew: wilt thou smoke?] wilt thou bee angry against the prayer of thy people?
5 Thou feedest them with the bread of teares: and giuest them teares to drinke in great measure.
6 Thou makest vs a strife vnto our neighbours: and our enemies laugh among themselues.
7 Turne vs againe, O God of hosts, and cause thy face to shine, and we shall be saued.
8 Thou hast brought a vine out of Egypt: thou hast cast out the heathen, and planted it.
9 Thou preparedst roome before it: and didst cause it to take deepe root, and it filled the land.
10 The hilles were couered with the shadow of it, and the boughs thereof were like [ Hebrew: the Cedars of God.] the goodly cedars.
11 She sent out her boughs vnto the Sea: and her branches vnto the riuer.
12 Why hast thou then broken downe her hedges: so that all they which passe by the way, doe plucke her?
13 The boare out of the wood doth waste it: and the wild beast of the field doth deuoure it.
14 Returne, we beseech thee, O God of hosts: looke downe from heauen, and behold, and visit this vine:
15 And the vineyard which thy right hand hath planted: and the branch that thou madest strong for thy selfe.
16 It is burnt with fire, it is cut downe: they perish at the rebuke of thy countenance.
17 Let thy hand be vpon the man of thy right hand: vpon the sonne of man, whom thou madest strong for thy selfe.
18 So will not wee goe backe from thee: quicken vs, and we will call vpon thy Name.
19 Turne vs againe, O Lord God of hosts, cause thy face to shine, and wee shall be saued.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Lamentación y súplica comunitaria. La desgracia del presente contrasta con la dicha del pasado. Cierto que quien arrancó una vid de Egipto (9), es el Señor poderoso, sentado sobre querubines (2); pero el humo cubre su rostro (5; cfr. Isa_6:4). Los descendientes de José (2) invocan apremiantemente al pastor indiferente a lo largo de la primera estrofa del poema (2-8). Le piden que resplandezca (2b), que ilumine su rostro (4.8), que, una vez que haya despertado de su indiferencia, auxilie (3b), porque el momento es trágico: su pueblo come llanto y bebe lágrimas, mientras los vecinos y los enemigos se burlan de ellos (6-7). Amarga comida y salobre bebida, puesto que es Dios mismo quien se las da (6). ¡Y es el Dios Todopoderoso...! El mismo que en otro tiempo plantó la cepa traída de Egipto; el que dio a esta cepa tal anchura y altura, que con su frondosidad llegó a ser más alta que las montañas y abarcó toda la tierra: desde el mar hasta el Río (9.11s). Que el Todopoderoso mire y contemple qué es ahora de aquella antigua parra: es comida de los animales y pasto de las llamas; manos ajenas recogen su fruto (13-15.17). Sólo queda una solución para la desgracia presente: que Dios todopoderoso ilumine su rostro; así nos salvaremos (4.8.20) y los enemigos perecerán ante un bramido divino (17b). El rostro luminoso de Dios es recordado por Jua_14:9 y por Heb_1:3; también por los evangelios con motivo de la transfiguración (cfr. Mat_17:2 par; cfr. 2Co_4:6). La mirada de Dios es salvadora, también en los tiempos actuales.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



2. "Pastor de Israel": ver nota 23. 1.

"José" representa al reino de Israel, que se constituyó cuando las tribus del Norte se apartaron de Judá, después de la muerte de Salomón (1 Rey. 12). Esta representación le corresponde por ser el padre de Efraím y Manasés ( Gen_41:50-52), los antepasados de las dos tribus más importantes del Norte.

"Tú que tienes el trono sobre los querubines": ver 99. 1; Exo_25:18-22.

3. La tribu de "Benjamín" se asocia frecuentemente a las de "Efraím" y "Manasés", porque las tres se encontraban en la región central de Palestina (Jos. 16 - 18). La mención de las tribus del Norte hace pensar que la calamidad a que alude el Salmo fue la destrucción de Samaría, capital del reino de Israel (2 Rey. 17).

4. "Señor de los ejércitos": ver nota 24. 10.

7. Ver 44. 14-15; 79. 4.

9. La Biblia emplea frecuentemente la imagen de la "vid" o de la "viña" para representar a Israel. Esbozada por Oseas (10. 1), esta imagen se vuelve a encontrar en Isaías (5. 1-7), en Jeremías (2. 21; 5. 10; 6. 9; 12. 10) y en Ezequiel (15. 1-8; 17. 3-10; 19. 10-14). Jesús la utiliza en la parábola de los viñadores homicidas ( Mat_21:33-43), y en el discurso de la Última Cena ( Jua_15:1-6), donde se revela a sí mismo como la "verdadera" vid .

12. "El Río": ver nota 72. 8.

18. "Al que está a tu derecha": esta expresión se refiere probablemente al rey, que representa a toda la nación.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 80.1 Los querubines eran los seres alados que extendían sus alas sobre el arca de la alianza (Ex 25.18-22; 1 S 4.4; 1 R 6.23-27; Sal 99.1; Is 37.16; Ez 1.26-28).

[2] 80.1-2 José era el padre de Efraín y Manasés (Gn 48.1), los antepasados de las dos tribus principales del reino del norte (cf. Jos 17.14-18; 1 R 12). La tribu de Benjamín se unió al reino de Judá (1 R 12.21), pero algunas ciudades benjaminitas quedaron sometidas al reino del norte. La especial mención de estas tribus norteñas es un buen indicio de que el salmo se refiere a la catástrofe del 722 a.C.

[3] 80.8-13 Con la imagen de la vid, el salmista narra la historia de Israel desde el éxodo de Egipto hasta que se estableció en Canaán y logró extender sus fronteras en el territorio comprendido entre el río Éufrates y el mar Mediterráneo (cf. v. 11).

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

80:11 Lit. «cedros de Dios». Ver Sal_36:7 [Sal_36:6]; Sal_68:16 [Sal_68:15].

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


NOTAS

80:11 Lit. «cedros de Dios». Ver Sal_36:7 [Sal_36:6]; Sal_68:16 [Sal_68:15].

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*80 Lamentación y súplica comunitaria. El pasado glorioso de Israel contrasta con la actual situación de humillación y opresión. El rostro luminoso de Dios es recordado por Jua 14:9 y por Heb 1:3.

Jünemann (1992)


10 c. Magníficos, como divinos.