Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
Salmo 85 (Vg 84): Oración por la Salvación del Pueblo.
L a repatriación de los exilados de Babilonia no fue tan gloriosa como habían anunciado los profetas. Ë pesar de que las penalidades de la cautividad eran ya sólo un recuerdo, la reconstrucción de la vida nacional y religiosa en la tierra de Yahvé fue penosa y lenta, debido a la penuria de medios y a la hostilidad de las poblaciones vecinas. El salmista parece reflejar esta situación de desánimo de los repatriados, y, como los profetas Ageo y Zacarías, trata de infundir ánimos, pidiendo a Dios que complete la obra de liberación, olvidando el pasado pecaminoso de Israel y ofreciendo un futuro más esperanzador.
El salmo se divide en tres partes, que responden a tres momentos psicológicos:
a) reconocimiento de la liberación pasada (2-4);
b) súplica de plena restauración (5-8);
c) oráculo profetice sobre un futuro esperanzador lleno de felicidad (9-14): la plena rehabilitación de los tiempos mesiánicos. La restauración que siguió al exilio fue sólo el preludio de otra futura que colmará las ansias de paz y de felicidad de los afligidos israelitas.
No pocos críticos ven en esta triple distribución una alternancia de coros y solistas, conforme a las exigencias del culto litúrgico. Lo que sí es claro es la necesidad de distinguir los diversos momentos psicológicos del poeta, que se adaptan a las tres partes del salmo: pasado, presente y futuro. En este supuesto desaparece la confusión y aun contraposición de ideas en el mismo plano conceptual.
La alusión a la larga prueba de postración del pueblo israelita supone que el salmista vive después del exilio babilónico, cuando aún no se habían salvado los primeros grandes obstáculos para la reconstrucción nacional. El estilo de la lengua es clásico. No hay motivos para retrasar su composición hasta los tiempos macabaicos.
La liberación pasada (1-4).
1
Al maestro de coro. Salmo de los hijos de Corél. 2
Has sido complaciente con tu tierra, ¡oh Yahvé! Has hecho volver a los cautivos de Jacob. 3
Has perdonado la iniquidad de tu pueblo y has ocultado todos sus pecados. 4
Has apartado todo tu furor y has alejado el ardor de tu cólera. El salmista reconoce los beneficios de Yahvé antes de formular nuevas súplicas. Por su poder han vuelto los
cautivos israelitas, haciendo caso omiso de los pecados de su pueblo. Israel hubiera merecido un castigo más severo por sus infidelidades, pero la misericordia y magnanimidad divinas se han sobrepuesto a las exigencias de la estricta justicia.
Súplica de plena restauración (5-8).
5
Vuélvete a nosotros, Dios de nuestra salvación, y haz cesar tu resentimiento contra nosotros. 6
¿Vas a estar irritado siempre contra nosotros y vas a prolongar tu cólera de generación en generación? 7
¿No vas a devolvernos la vida para que tu pueblo pueda gozarse en ti? 8
Haznos ver, ¡oh Yahvé! tu piedad y danos tu ayuda salvadora. Después de reconocer la benevolencia divina en el pasado, el poeta avanza en el pensamiento y se fija en la situación presente, tan deplorable. La obra de Yahvé ha quedado a medias, porque Israel aún no ha alcanzado la plena restauración, y, por tanto, es preciso que continúe ayudándole, deponiendo su enojo y
resentimiento contra él. Es preciso que
devuelva la vida a la nación, conforme a las antiguas profecías mesiánicas 2. Sólo así el pueblo de Yahvé podrá
gozarse plenamente en su Dios. La plenitud de la vida nacional será la mejor prueba de la manifestación de la
piedad de Yahvé para con su pueblo. En un arranque de confianza, el salmista clama por la
ayuda salvadora del Omnipotente, Señor de Israel.
El glorioso futuro mesiánico (9-14).
9
Yo escucho lo que dice Dios, Yahvé; que sus palabras son paz para su pueblo y para sus piadosos y para cuantos se vuelven a El de corazón3
. 10
Sí, su salvación está cercana de los que le temen, para habitar la gloria en nuestra tierra. 11
Se han encontrado la piedad y la fidelidad, se han dado el abrazo la justicia y la paz; 12
brota de la tierra la fidelidad y mira la justicia desde los cielos. 13
Yahvé mismo otorgará el bien, y nuestra tierra dará sus frutos. 14
Va delante de su faz la justicia, y la paz seguirá sus pasos 4
. En estilo profético-oracular, el salmista anuncia que Dios va a dar una palabra de esperanza en contestación a su ansiada súplica. Después de tantos sinsabores, Dios les va a hablar de
paz, pero sólo participarán de esta promesa los que se
vuelvan a El de corazón. La hora de la ira y del resentimiento ha pasado para traer la
salvación a los que le temen. La
gloria de Yahvé su manifestación esplendente en el templo se va a manifestar en la tierra5. Hasta ahora Yahvé mantenía una actitud de reserva y mutismo respecto de su pueblo; pero ahora va a colmarlo de favores. Como consecuencia de su intervención divina se van a encontrar (la formulación está en perfecto profético) la
piedad y la
fidelidad: la
fidelidad de los hombres
va a corresponder a la piedad de Yahvé; y como consecuencia de su justicia salvadora se implantará la
paz y la reconciliación definitiva. Llega la hora en que la
fidelidad brotará en la sociedad como un fruto espontáneo de la
tierra, correspondiendo a la justicia - salvación de Dios, que está en los cielos 6, No sólo cu el orden moral se dará una transformación total, sino que también en el material la tierra se mostrará feraz, dando sus
frutos en correspondencia a la benevolencia de Yahvé, que otorga el
bien y la bendición. El salmista se sitúa en las perspectivas de los vaticinios proféticos mesiánicos7. Con una vigorosa personificación presenta a Yahvé habitando en medio de su pueblo, llevando como acompañantes a la
justicia y a la
paz 8; son su guardia de honor 9. Con esta perspectiva esperanzadora cierra el salmista su composición, llena de emotivos sentimientos y de resonancias mesiánicas.
1 Cf. Sal 75 1; 84:1. 2 Cf. Os
6:2; Hab_2:4;
Eze_37:3s;
Sal_71:20;
Sal_71:80,
Sal_71:18. 3 Así según los LXX. El TM: para que no caigan en su presunción; seguido por la
Bib. de Jér. 4 El TM: colocará sobre el camino sus pasos. Nuestra versión es similar a la de la
Bib. de Jér., que supone una ligera corrección. 5 Cf.
Sal_26:8;
Eze_1:28;
Eze_43:2-5. 6 Cf. Saf 72:3;
Isa_45:8;
Sal_33:12-15;
Sal_53:3 7 Cf.
Isa_4:2;
Isa_3:23; Jér 31:12.14;
Sal_72:16;
Lev_26:4. 8 Cf.
Sal_89:15;
Sal_97:2;
Isa_40:10;
Isa_58:8;
Isa_62:11. 9 En
Hab_3:5 se presenta a Yahvé escoltado por los flagelos de la desolación.