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Pero lo has rechazado y despreciado,
te has enfurecido contra tu ungido;
(Salmos 89, 39) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

נֵ֭אַרְתָּה‎(NLG)

Hebrew|ˈnēʔartā|abandon

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: pi“el


[H5010] [n.ah.aa] [1276]

בְּרִ֣ית‎(בְּרִית)

Hebrew|bᵊrˈîṯ|covenant

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1285] [b.da.ab] [282a]
[ברית] [GES1178] [BDB1355] [HAL1362]

עַבְדֶּ֑ךָ‎(עֶבֶד)

Hebrew|ʕavdˈeḵā|servant

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5650] [p.ac.ab] [1553a]
[עבד] [GES5599] [BDB6193] [HAL6113]

חִלַּ֖לְתָּ‎(חָלַל)

Hebrew|ḥillˌaltā|defile

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: pi“el


[H2490] [h.ct.aa] [661]
[חלל] [GES2424] [BDB2707] [HAL2703]

לָ‎(לְ)

Hebrew|lā|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

‎(הַ)

Hebrew||the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

אָ֣רֶץ‎(אֶרֶץ)

Hebrew|ʔˈāreṣ|earth

Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H776] [a.fx.aa] [167]
[ארץ] [GES751] [BDB802] [HAL824]

נִזְרֹֽו‎(נֵזֶר)

Hebrew|nizrˈô|consecration

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5145] [n.cn.ab] [1340a]
[נזר] [GES5056] [BDB5648] [HAL5538]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Salmo 89 (Vg 88): Quejas por la Humillación del Rey.
P odíamos distinguir cinco secciones en este salmo, de contenido bastante heterogéneo: a) exposición sumaria de la promesa de protección a la dinastía davídica (1-5); b) himno de alabanza a la omnipotencia y fidelidad divinas (6-19); c) comentario poético a la promesa divina sobre la dinastía de David (20-38); d) quejas por la actual humillación de la dinastía davídica (39-46); e) plegaria por el restablecimiento pleno de Israel como nación (47-52).
El poeta se plantea el problema de la compatibilidad de las antiguas promesas divinas sobre la perennidad de la dinastía davídica y la realidad cruel de su actual postergación humillante como consecuencia de una guerra devastadora, que muy bien puede ser la invasión de los babilonios que terminó con la destrucción de la ciudad en el 586 a. C. El salmista parece que vive en el exilio o forma parte de los repatriados que asisten a la lenta restauración de la nación.
La sección de los v.2-19 quizá sea un himno anterior cíe los tiempos gloriosos de la dinastía, utilizado por el poeta para contraponerlo a la triste situación actual. El estilo brillante de la primera parte (2-19) contrasta con el oscuro y deslavazado del resto del salmo. Con todo, se adapta a la marcha general del pensamiento: majestad y esplendor en el himno; elegancia y claridad en el oráculo; en la elegía, a la vez vehemencia y audacia familiar, melancolía y languidez...1

Preludio: la promesa divina a David (1-5).
1 Maskil. De Etán ezraíta 2. 2 Cantaré siempre lats piedades cíe Yahvé y daré a conocer por mi boca de generación en generación tu fidelidad. 3Porque dijiste: La piedad es eterna. Cimentaste en los cielos tu fidelidad. 4 He hecho alianza con mi elegido, he jurado a David, mi siervo: 5 Afirmaré por siempre tu prole y estableceré tu trono por generaciones. Seláh.

Antes de abordar el tema de la promesa divina hecha a David y su descendencia, el poeta declara solemnemente que las relaciones de Yahvé con su pueblo y sus fieles se desarrollan siempre conforme a las exigencias de su piedad y fidelidad: Dios es tardo a la ira y pronto a la misericordia, castigo hasta la cuarta generación, pero perdona, hasta la milésima 3. Este modo de proceder de Yahvé da ánimos al salmista para abordar el problema de las relaciones históricas de su Dios con Israel, su pueblo. La piedad y la fidelidad son dos atributos de Yahvé que permanecen por siempre, y, por tanto, son indefectibles y aplicables a todas las situaciones. Yahvé es el mismo de los tiempos antiguos, cuando protegía a su pueblo; por consiguiente, no puede abandonarlo cuando éste se halle en situaciones críticas. La fidelidad de Yahvé a sus promesas tiene sus cimientos en los cielos, que son inconmovibles; por eso, sus promesas llevan el sello de la estabilidad inalterable. Y entre ellas sobresale la declarada a David.
Los v.4-5, redactados en estilo oracular profetice, son un paréntesis en este himno, que se continúa en el v.6. La formulación divina está calcada en el relato de 2Sa_7:5.8.26, aunque no es cita directa, ya que en el libro de Samuel no se menciona la alianza y el juramento. El poeta, pues, dramatiza el relato histórico sobre la promesa hecha a David, a través de Natán, sobre la perennidad de su dinastía: Suscitaré a tu linaje después de ti... y afirmaré tu reino... Yo estableceré su trono por siempre.4 Yahvé ha empeñado, pues, su palabra de garantizar la permanencia de la dinastía davídica, y esto llena de esperanza al salmista, porque sabe que las palabras de su Dios son inconmovibles. Los destinos, pues, del pueblo israelita están en buenas manos, y asegura la permanencia de la dinastía davídica.

Himno a Yahvé, Creador del universo y Rey de Israel (6-19).
6 Los cielos cantan tus maravillas, ¡oh Yahvé I, y tu fideli-dad en la asamblea de los santos. 7 ¿Quién sobre las nubes comparable a Yahvé, quién semejante a Yahvé entre los hijos de Dios? 8 Terrible es Dios en el consejo de los santos, grande y formidable sobre todos los que le rodean. 9 Yahvé, Dios de los ejércitos, ¿quién como tú? Eres poderoso, oh Yahvé! ceñido de tu fidelidad. 10 Tú dominas la soberbia del mar; cuando se embravecen sus olas, tú las contienes. 11 Tú hollaste a Rahab como a un traspasado, y con la fuerza de tu brazo dispersaste a tus enemigos. 12 Tuyos son los cielos, tuya la tierra; el orbe y cuanto lo llena tú lo formaste, 13Tú creaste el aquilón y el austro; el Tabor y el Hermón saltan (al oír) tu nombre. 14 Tú tienes un brazo lleno de vigor; fuerte es tu mano, y excelsa tu diestra. 15 La justicia y el juicio son el sostén de tu trono, y la piedad y la verdad tus heraldos, 16Bienaventurado el pueblo que sabe exclamar: andará, ¡oh Yahvé! a la luz de tu faz. 17 Se alegrarán cada día en tu nombre y se enorgullecerán en tu justicia. 18 Porque tú eres el esplendor de nuestra fuerza, y por tu benevolencia se acrecienta nuestro poderío. 19 Pues de Yahvé es nuestro escudo, y nuestro rey del Santo de Israel.

La grandeza de Dios es declarada en todas las maravillas de la naturaleza, y su fidelidad reconocida por el consejo de los santos, los seres angélicos que forman su corte de honor y su consejo en el gobierno del mundo 5. Nadie puede medirse con El entre los que habitan sobre las nubes los ángeles , a los que enfáticamente se denomina hijos de Dios, es decir, estrechamente vinculados a El6. La presencia de Dios en la corte celestial infunde temor y reverencia, porque no tiene igual entre los espíritus celestiales que constituyen el consejo de los santos. Características suyas son el poder y la fidelidad a sus promesas. Estas son indefectibles, pues se basan en la omnipotencia divina.
Y el poder divino se manifiesta en el dominio de las fuerzas de la naturaleza y en la dirección de la historia de la humanidad, imponiendo su voluntad a los pueblos más soberbios. La fuerza del Creador se hizo patente en la domesticación del mar, sujetando sus olas y poniendo orden en el caos primitivo con la victoria total sobre Rahab, el monstruo marino, símbolo de las fuerzas caóticas del océano7. Rahab simboliza también a Egipto 8, y sin duda que el salmista alude al poder de Dios, manifestado no sólo en la obra de la creación, sino en la derrota de los egipcios en el mar Rojo al liberar a los israelitas de la esclavitud faraónica: hollaste a Rahab... y dispersaste a tus enemigos (v.11).
El mundo pertenece a Dios por ser Creador: los cielos, la tierra y todo lo que constituye su ornato: lo que lo llena 9. La naturaleza misma parece reconocer esta soberanía indiscutible de Dios. El poeta presenta a los dos montes Tabor y Hermán dando saltos de júbilo para celebrar la gloria del nombre de Dios. Son los dos montes que más se destacan en la Palestina septentrional: el primero sobresale en la llanura de Esdrelón, y el segundo, en Siria, siempre con nieves perpetuas, cerraba el horizonte de la tierra santa de Yahvé 10.
Pero este poder de Yahvé no es ciego, sino que se rige por los atributos de su justicia y fidelidad, juntamente con la piedad, que van delante de El como heraldos de su majestad (v.1) 11. Por eso, el salmista declara dichoso al pueblo que puede andar a la luz de su faz, siendo objeto de su benevolencia y protección 12 y reconociéndole con aclamaciones desbordantes 13. La manifestación del poder de Yahvé es fuente de alegría y de satisfacción, porque todos se sentirán orgullosos de las manifestaciones de su justicia. Gracias a su protección pueden los israelitas sentirse orgullosos, y en ese sentido Yahvé es el esplendor de la fuerza de su pueblo (v.18). Esta vinculación a Yahvé se da principalmente en el representante de la nación, el rey, el escudo o defensor del pueblo 14. Como representante de Dios, el rey pertenece de un modo especial al Santo de Israel, es decir, al Ser trascendente, aunque vinculado por un pacto histórico al pueblo elegido 15.

La alianza indisoluble de Yahvé con la dinastía davídica (20-38).
20 Tú en otro tiempo hablaste en visión a tus piadosos, y dijiste: He dado mi ayuda a un valiente, he exaltado a un elegido del pueblo; 21 he hallado a David, mi siervo; le he ungido con mi óleo consagrado, 22 al que mi mano sostendrá constantemente y mi brazo fortalecerá. 23 No le sorprenderá enemigo ni le abatirá el inicuo. 24 Exterminará ante él a sus opresores y quebrantará a los que le aborrecen. 25 Serán con él mi fidelidad y mi piedad, y en mi nombre se alzara su poder 16. 26 Pondré su mano en el mar, y su diestra en los ríos. 27 El me invocará, diciendo: Tú eres mi padre, mi Dios y la Roca de mi salvación. 28 Y yo le haré mi primogénito, el más excelso de los reyes de la tierra. 29 Yo guardaré con él eternamente mi piedad, y mi alianza con él será fiel. 30 Haré subsistir por siempre su descendencia, ( y su trono como los días del cielo. 31 Si traspasan sus hijos mi Ley y no caminan según mis juicios, 32 si violan mis preceptos y no guardan mis mandamientos, 33 castigaré con la vara sus transgresiones y con azotes sus iniquidades. 34 Pero no apartaré de él mi piedad ni faltaré a mi fidelidad. 35 No quebrantaré mi alianza y no retractaré cuanto ha salido de mis labios. 36 Una cosa he jurado por mi santidad, no engañaré a David. 37 Su descendencia durará eternamente, y su trono (permanecerá) ante mí cuanto el sol, 38 y como la luna subsistirá eternamente, y será testigo fiel en la nube.

El poeta, basándose en los relatos bíblicos sobre la elección de David y en la promesa hecha a su dinastía 17, pone en boca de Yahvé la decisión de protegerle contra todos los enemigos. El piadoso a quien se dirigen las palabras divinas puede ser el profeta Natán, que recibió la revelación divina sobre la permanencia del trono davídico 18, o el propio David, objeto de la promesa. En todo caso, éste es el elegido del pueblo por intermedio del profeta Samuel, que lo ungió como rey en nombre de Dios 19, Por eso se le llama siervo de Dios y ungido 20. Como consecuencia de esta elección divina está la protección constante que experimentará toda su vida 21 frente a los ataques de los enemigos 22. En virtud del auxilio divino llegará a dominar desde el mar (el Mediterráneo) hasta los ríos (Eufrates, el río por excelencia): los límites de la tierra santa según las antiguas promesas 23.
En lenguaje poético expresa el salmista lo que se dice en 2Sa_7:14a: Yo le seré a él Padre, y él me será mi hijo. Si obrare el mal, yo le castigaré con varas de hombres y con azotes de hijos de hombres; pero no apartaré de él mi misericordia... Permanente será tu casa para siempre ante mi rostro, y tu trono estable por la eternidad. El salmo expresa estos mismos pensamientos con circunlocuciones bellísimas, que destacan las relaciones paternales de Yahvé con la dinastía davídica. David se convierte así en el primogénito de Yahvé, y, en consecuencia, se halla exaltado sobre todos los reyes de la tierra 24. La alianza hecha a su persona se continuará en su posteridad, que mantendrá la realeza por siempre, mientras duren los cielos (v.30) 25.
Es tal la alianza que ha hecho Yahvé con David, que no abandonará a su posteridad aunque sean infieles a la Ley y a los preceptos del Señor sus descendientes: los castigará por sus transgresiones, pero la promesa de proteger a la dinastía permanecerá (v.35) 26. Yahvé ha empeñado su palabra y no puede retractarla, ni engañar a David con una promesa vana: su descendencia permanecerá por siempre, y su trono subsistirá mientras dure el sol y la luna (v.36). Esta será testigo del cumplimiento de las palabras del Señor 27.

Quejas por la actual humillación de la dinastía davídica (39-46).
39 Pero, con todo, has rechazado, despreciado, y te has irritado contra tu ungido. 40 Has roto la alianza con tu siervo, has profanado, (echando) a tierra, su diadema. 41 Has abierto brechas en todas las murallas, has reducido a escombros sus fortalezas. 42 Cuantos pasan por el camino la saquean; es el oprobio de sus vecinos. 43 Has robustecido la diestra de sus opresores, has alegrado a todos sus adversarios. 44 Has embotado el filo de su espada y no le has socorrido en el combate. 45 Has hecho desvanecer su brillo, echando por tierra su trono. 46 Has acortado los días de su juventud y le has cubierto de oprobio.

Frente a las espléndidas promesas de protección solemnemente juradas por Yahvé respecto de la dinastía davídica, está la cruel realidad presente, pues el ungido de Yahvé el rey ha sido vilipendiado, quedando así quebrada la alianza que antes había hecho con su pueblo. Las expresiones son audaces, pero no insultantes; es el reflejo de la tragedia de un alma piadosa que tiene fe en la palabra divina, pero que no ve su cumplimiento en la realidad. Para el salmista, la actual postración de la realeza se debe únicamente a Dios, que ha permitido la victoria de los enemigos; por eso dice con toda crudeza: has profanado su diadema. En su perspectiva teológica no tienen relieve lo que nosotros llamamos causas segundas: para él la voluntad permisiva y positiva de Dios tienen el mismo valor práctico. Los enemigos, inducidos por él, han destruido la ciudad 28, y así la ciudad santa es el oprobio de sus vecinos, que irónicamente comentan el abandono de la misma por su Dios 29. Probablemente alude el salmista a los edomitas, samaritanos, moabi-tas y árabes, que se aprovechaban de la derrota de Judá para obtener lucros indebidos. Todo ello es obra de Yahvé, que ha robustecido a sus enemigos, negando, en cambio, el auxilio al pueblo elegido en el momento de la batalla y embotando el filo de su espada (v.44) 30. La queja no puede ser más sangrienta. ¿Dónde está, pues, la antigua, promesa de protección incondícionada? El antiguo brillo del cetro de David se ha enmohecido, y su trono glorioso echado a tierra. Y, sobre todo, el fin trágico del rey ha colmado la amargura de los fieles yahvistas: destronado en plena juventud y llevado en cautividad, cubierto de oprobio (v.46). El salmista parece aludir a la triste suerte de Jeconías, llevado en cautividad en el 598 31, o a Sedéelas, último rey de Judá, hecho prisionero por las tropas de Nabucodonosor en el 586 a. C., cuando huía hacia Jericó 32.

Súplica de auxilio y de liberación (47-53).
47 ¿Hasta cuándo, Yahvé, estarás siempre escondido y arderá tu ira como fuego? 48 Acuérdate de cuan breve es la vida 33 y de cuan para poco hiciste a todos los hijos de los hombres. 49 ¿Quién es el hombre que viva y no haya de ver la muerte? ¿Quién puede librar su alma del poder del seol? 50 ¿Dónde están tus antiguas piedades, ¡oh Señor! las que por tu fidelidad juraste a David? 51 Acuérdate, Señor, del oprobio de tus siervos y de cómo llevo yo en mi seno las afrentas de los pueblos 34, 52las que arrojan tus enemigos, oh Yahvé! sobre los pasos de tu ungido. 53 Bendito sea Yahvé por siempre. Amén. Amén.

En tono suplicante, el salmista interpela a su Dios, pues no comprende su conducta para con su pueblo: ¿por qué permanece enojado, sin acordarse de las antiguas promesas? 35 Para mover a piedad a Yahvé, recuerda la brevedad de la vida 36 y el triste destino del hombre en ultratumba, en la región tenebrosa del seol 37. Teniendo en cuenta esta triste situación del hombre, debe Yahvé acelerar el restablecimiento de la nación, para que sus ciudadanos la vean y puedan disfrutar de una paz agradable en los pocos años que les quedan de vida.
Con espíritu de compunción y humildad, el salmista recurre a Yahvé, pues está en juego la suerte de sus sierros, cubiertos ahora de oprobio; por otra parte, los enemigos del pueblo elegido son los enemigos de Dios. El rey es el ungido de Yahvé, que es afrentado inconsideradamente. Todo esto debe mover al Dios de Israel a manifestar su poder en favor de los suyos.
El v.53 cierra con la consabida doxología el libro tercero del Salterio, y es adición del compilador general de los salmos.

1 J. Cales, o.c., II p.i4O. 2 Sobre el título véase com. a Sal_74:1. Etán: 1 Re 4:31. 3 Cf. Exo_20:5-6. 4 2Sa_7:12. 5 Cf. Job_2:1; Job_15:15; Zac_14:5; Dan_8:13. 6 Cf. Job ? ,? ; 2:1s; Isa_6:1s; Sal_29:13. 7 Cf. Isa_51:9-10; Sal_74:12-15; véase A. lods, Quelques remarques sur les poémes my-thologiques de Ras Shamra et leurs rapports avec V A.T.: Rev. d'Hist. et Phil. reí. (1936) p. 113-no; p.dhorme, Choix des textes reí Assyro-babüoniens p.53-7· 8 Cf. com. a Sal_87:3. 9 Cf. Sal_76:16-17; Sal_24:1-2. 10 Cf. Sal_98:8; Isa_44:23; Jer_46:18; Jer_19:1; Jer_65:11-12. 11 Cf. Sal_85:14; Sal_61:8; Pro_16:12; Pro_25:5. 12 Cf. Sal_4:7; Sal_31:17; Sal_44:4; Sal_67:2; Sal_67:8, Sal_67:4-8. 13 Cf. Sal_27:5; Sal_33:2; Sal_81:1; Sal_95:1. 14 Cf. Sal_47:8; Sal_61:7-8; Sal_63:12; Sal_84:10; Sam 2:10. 15 Cf. Sal_71:21. 16 Lit. su cuerno, símbolo del poder. 17 Cf. 2Sa_7:4-17. 18 Cf. 2Sa_7:17. 19 Cf. Sam 16:1-12s. 20 Cf. 2Sa_3:18; 2Sa_7:5-8; Sal_78:69. 21 Cf. Sam 18:12.14; 2Sa_5:10. 22 Cf. 2Sa_23:5; Jer_33:20-22; Sal_132:11-12. 23 Cf. 1Re_5:1; Deu_11:24; Gen_15:18; Exo_23:31; Sal_72:7; Sal_80:10. 24 Israel es llamado primogénito de Yahvé (Exo_4:22; Jer_31:9; Deu_26:19; Deu_28:1). 25 Cf. Deu_11:21; Bar_1:11; Eco_45:15. 26 Cf. Num_30:12; Deu_23:23. 27 Cf. Jer_31:35-36; Jer_33:203.25. Algunos autores entienden la palabra testigo de Dios, que habita sobre las nubes. 28 Cf. Sal_80:13; Lara 1:12; 2:15. 29 Cf. Sal 4-M4-15 30 Lit.: haces volver el filo de la espada. 31 Cf. 2Re_24:8. 32 Cf. 2 Re 25:1s. 33 El TM: acuérdate, yo, qué vida. Los LXX: Acuérdate cuál es mi sustancia o base. 34 TM: yo llevo en mi seno todos los numerosos pueblos. Los LXX: el oprobio llevo en mi seno de parte de todos los numerosos pueblos. 35 Cf. Sal_13:2. 36 Cf. Sal_39:5; Sal_78:39; Sal_119:84. 37 Cf. Sal_30:4-10; Sal_49:15.20; Sal_86:13; Sal_115:17.


Libro Cuarto.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Salmo 89. ¿promete y No Cumple?

La estructura de este Salmo relata su historia. Consiste en dos secciones formadas idénticamente (1– 14, 38– 51) alrededor de un núcleo (15– 37). El v. 52 es una conclusión editorial del Libro 3 de Sal.

1– 14 Las promesas de Dios garantizadas por la naturaleza de Dios. Tres estrofas de ocho líneas que concluyen con un resumen de cuatro líneas (13, 14). El salmista se dispone a cantar de las misericordias divinas (1) que son eternas (2) y, en particular, recuerda la promesa del Señor a David (3) de una línea de sucesión duradera y un trono seguro (4). Ya que el Señor es supremo en el cielo (5– 8) y soberano sobre la tierra (9– 12) estas promesas deben ser ciertas. En resumen, el Señor posee poder y supremacía (13); su dignidad real se basa en su santidad expresada en principio (justicia) y en la práctica (derecho); y todo lo que hace es anunciado (14) por su misericordia y verdad.

15– 37 Puntos principales de la promesa. Seis estrofas de ocho líneas: (i) el pueblo favorecido (15– 18); (ii) el rey favorecido: David ungido (19– 21), dominio universal prometido (22– 25), relacionado con el Señor como un hijo con su padre, supremo sobre los reyes terrenales, gozando de un pacto eterno de amor y con la promesa de una línea imperecedera (26– 29); (iii) la dinastía favorecida: disciplinada pero nunca rechazada (30– 33), establecida para siempre dentro del pacto davídico inviolable (34– 37).

38– 51 El incumplimiento de las promesas: recurrir a la oración. Tres estrofas de ocho líneas (38– 41, 42– 45, 46– 49) y una oración de cuatro líneas como conclusión (51, 52), son iguales en su forma a la sección inicial. Pero contrastan con ella en cuanto al tema: las 14 afirmaciones de soberanía divina (9– 14) son equilibradas por 14 verbos de acción divina personal y destructiva contradiciendo las promesas (38– 45). Se ha renunciado al pacto y las defensas nacionales han sido destrozadas (38– 41); los enemigos van ascendiendo mientras el trono yace en el suelo (42– 45); así que dónde están las antiguas misericordias que fueron prometidas (46– 49); Señor, acuérdate ... de tus siervos y de tu ungido (50, 51).

¿Qué hacer cuando las grandes promesas se convierten en grandes desilusiones? Las promesas a David eran claras y específicas. Se inauguró un pacto (3), con voto de perpetuidad (28, 34), y luego fue abandonado (39). Aun más particular es el amor de Dios, inmutable por definición: en los vv. 1, 2, 14, 24, 28, 33, 49 la palabra usada expresa el amor del compromiso, amor de la voluntad y no sólo de las emociones, amor prometido. El Salmo está entre un paréntesis formado por esta palabra en plural (1, 49). Esto es tan raro en el AT como para llamar la atención, porque el plural es usado sólo diez veces a diferencia de más de 200 veces en singular. En el Salmo el plural, compromisos del amor inmutable (1, 49) llama la atención a la promesa con dos facetas, hecha cariñosamente a David: un trono que dominaría el mundo (22– 25) prometido por amor (24) y una dinastía permanente (26– 29, 30– 33) prometida por amor (28, 33).

Pero son precisamente estas promesas basadas en el pacto y en el amor las que han fallado. Es más fácil imaginar a un salmista después de la caída de Jerusalén (597, 586 a. de J.C.) y el exilio de los últimos reyes (2 Rey. 24:8– 12; 25:6, 7), reflexionando en Babilonia sobre el significado de estos eventos, cándidamente enfrentando la realidad de un trono conquistado en lugar de conquistador y una dinastía que ha desaparecido y formulando la pregunta de Balaam: ¿Dios habló, y no cumplirá? Su respuesta es muy maravillosa. Cuando las promesas de Dios parecen haber fallado, entonces las afirma con un canto alegre (1, 2) y lleva el dolor de todas las promesas no cumplidas a Dios en oración (46– 49, 50, 51). Tenemos que recordar que el salmista se dispuso a cantar las promesas (1, 2) cuando ya sabía que iba a contar cómo fallaron (38– 45) y que oró su oración llena de tristeza cuando todavía no había señales de una solución. Pero qué acertado estaba al hacerlo porque (en el tiempo dispuesto por Dios) pronto brotaría una raíz de la tierra seca (Isa. 53:2) y el Hijo divino de David (Isa. 9:6, 7) reinaría en victoria (Isa. 9:4, 5) y justicia (Isa. 11:1– 5; 32:1) para siempre (Luc. 1:31– 33).

En resumidas cuentas, las promesas no habían fallado sino que la comprensión humana de los tiempos de Dios y la complejidad de su dominio mundial no eran suficientes como para captar lo que estaba haciendo. Y así sucede con nosotros: las promesas nunca fallan, aunque la aparente demora hace que algunos caigan en la duda (2 Ped. 3:4); y no se trata sólo de la gran promesa de su venida, porque no importa cuántas promesas haya hecho Dios, todas son 'Sí' en Cristo. Las promesas no pueden fallar aunque nuestras expectaciones pueden, en cualquier momento, frustrarse. En ocasiones como esas, al igual que el salmista, debemos convertir las promesas en un canto y las desilusiones en una oración.

2 La RVA omite Porque al principio de este versículo. Debe volver a colocarse porque el canto en el v. 1 surge de la afirmación del v. 2. Cuando la fe declara que la palabra de Dios no puede fallar, la boca se llena de canto. Para siempre (ver 2, 4, 16, 28, 29, 36, 37). En estos versículos se enfatiza de variadas maneras el tema de perpetuidad. Esta es la cuestión que enfrentaba el salmista y que debemos enfrentar nosotros: Dios asumió compromisos perpetuos pero no han sido cumplidos. ¿Cómo hemos de encarar una situación así?

5– 8, 9– 12 El argumento de estas dos estrofas es que ya que no hay poder en el cielo o la tierra comparable con el Señor, ¿qué puede haber que prevenga el cumplimiento de sus promesas? 9, 10 El mar se usa con frecuencia para ilustrar un universo desenfrenado en que inquietos adversarios se oponen al Señor. En la mitología pagana esto se personalizaba como una batalla librada por el dios creador, Marduc, contra el monstruo del caos, Rahab. Esta batalla se libró antes de la creación para dar a Marduc campo libre para realizar su obra. En la Biblia Rahab es un sobrenombre de Egipto (Isa. 30:7), porque lo que Marduc hizo cuando no había testigos (y por lo tanto se requiere un acto de credulidad para creerlo), el Señor lo hizo históricamente, destrozando a Egipto y separando el mar Rojo (Isa. 51:9– 11), en presencia del pueblo que pudo ver y testificar sobre el poder conquistador del Señor (Deut. 1:30). La historia coloca un fundamento sólido debajo de la teología.

13, 14 Fuerte ... justicia ... misericordia. Si pudiéramos negar cualquiera de estos tres, cada problema causado por el sufrimiento tendría una explicación lógica. Podríamos decir: Dios es fuerte y justo en todo lo que hace, pero no siempre es misericordioso; o, es justo y misericordioso pero no siempre lo suficientemente fuerte como para poder hacer lo que quiere; o, es misericordioso y fuerte pero no siempre justo. Pero ya que él es siempre las tres cosas juntas y cada acto de Dios está lleno de su poder absoluto, santa justicia y misericordia inmutable, encaramos la vida con fe en lugar de explicaciones, con confianza en él en lugar de apoyarnos en nuestra propia lógica.

18 Vuelva a colocar el porque inicial. La bendición del pueblo de Dios (15, 16) es explicada (17) por el Señor como su poder; esto a su vez es explicado (18) por la posesión del rey Señor reinando sobre ellos. De esta manera, la pérdida del rey que reina significaba el final de la bendición, bendición que no volverían a tener hasta volver a tener al rey. 19 El socorro sobre un valiente: David recibió ayuda divina contra Goliat (1 Sam. 17:37). 25 Mar ... ríos, universalmente, las dos categorías contrastantes de agua usadas para expresar totalidad. 26, 27 Mi padre ... primogénito (ver Sal. 2:7). 30– 33 (Cf. 2 Sam. 7:1– 16). El Salmo hace memoria de las promesas fundamentales hechas a David. 37 El fiel testigo puede haber sido el arco iris (Gén. 9:12– 17) o, en base al v. 6, el propio Dios incomparable.

38– 45 Aunque estos versículos no mencionan específicamente la caída de Jerusalén, describen algo más que una derrota momentánea del rey davídico. Ningún contratiempo puede describirse como un incumplimiento del pacto o como el arrojar la corona y el trono al suelo. Nada hay que quepa mejor con estos versículos que los eventos de 597 y 586 a. de J.C. con la consecuente cautividad y el final de la monarquía. De la misma manera, en el v. 46 la larga duración del problema concuerda con el mismo suceso.

46– 49, 50, 51 Estas dos oraciones piden al Señor: Recuerda, no como si se hubiera olvidado pero (como en Exo. 2:24, 25) que permitiera que su compromiso y misericordia por su pueblo prosperara en acciones nuevas. La primera oración pide acción urgente. El salmista naturalmente quiere vivir para ver revertida la derrota y el restablecimiento de Sion. La segunda oración ruega en base al estado desesperado del pueblo del Señor. La burla de las naciones que destruyeron ciudad y monarquía y, si se encuentra en Babilonia, la burla cotidiana dirigida al que profesa fe en un Dios soberano pero que todavía se encuentra cautivo en el exilio pesa sobre el corazón del salmista. No sólo eso sino que (51) ¿ha visto con sus propios ojos al rey davídico paseado por las calles mientras los burladores se mofan a cada paso? Podemos identificarnos fácilmente con estas dos oraciones al ver que el mundo con sus burlas denigra la iglesia de nuestro Señor Jesucristo y se mofa de su nombre y nosotros, por nuestra parte, anhelamos el avivamiento y la honra del nombre que es sobre todo nombre.

King James Version (KJVO) (1611)



Psalm LXXXIX.

1 The Psalmist praiseth God for his couenant, 5 For his wonderfull power, 15 For the care of his Church, 19 For his fauour to the kingdome of Dauid. 38 Then complaining of contrary euents, 46 He expostulateth, prayeth, and blesseth God.
[ Or, a psalme for Ethan the Ezrahite, to giue instruction.] Maschil of Ethan the Ezrahite.
1 I will sing of the mercies of the Lord for euer: with my mouth will I make knowen thy faithfulnesse [ Hebrew: to generation and generation.] to all generations.
2 For I haue said, Mercie shall bee built vp for euer: thy faithfulnesse shalt thou establish in the very heauens.
3 I haue made a couenant with my

[Gods power.]

chosen: I haue [ 2Sa_7:11, etc.] sworne vnto Dauid my seruant.
4 Thy seed will I stablish for euer: and build vp thy throne [ Hebrew: to generation and generation.] to all generations. Selah.
5 And the heauens shall praise thy wonders, O Lord: thy faithfulnes also in the congregation of the Saints.
6 For who in the heauen can be compared vnto the Lord? who among the sonnes of the mightie can be likened vnto the Lord?
7 God is greatly to be feared in the assembly of the Saints: and to bee had in reuerence of all them that are about him.
8 O Lord God of hosts, who is a strong Lord like vnto thee? or to thy faithfulnesse round about thee?
9 Thou rulest the raging of the sea: when the waues thereof arise; thou stillest them.
10 Thou hast broken [ Or, Egypt.] Rahab in pieces, as one that is slaine: thou hast scattered thine enemies [ Hebrew: with the arme of thy strength.] with thy strong arme.
11 [ Gen_1:1; Psa_24:1; Psa_50:12.] The heauens are thine, the earth also is thine: as for the world and the fulnes thereof, thou hast founded them.
12 The North and the South, thou hast created them: Tabor and Hermon shall reioyce in thy Name.
13 Thou hast [ Hebrew: an arme with might.] a mighty arme: strong is thy hand, and high is thy right hand.
14 Iustice and iudgement are the [ Or, establishment.] habitation of thy throne: mercie and trueth shall goe before thy face.
15 Blessed is the people that knowe the [ Num_10:6.] ioyfull sound: they shall walke O Lord in the light of thy countenance.
16 In thy name shall they reioyce all the day: and in thy righteousnes shall they be exalted.
17 For thou art the glory of their strength: and in thy fauour our horne shall be exalted.
18 For the [ Or, our shield is of the LORD, and our king is of the holy One of Israel.] Lord is our defence: and the holy One of Israel is our king.
19 Then thou spakest in vision to thy holy one, and saidst, I haue laid helpe vpon one that is mightie: I haue exalted one chosen out of the people.
20 [ 1Sa_16:12.] I haue found Dauid my seruant: with my holy oile haue I anointed him.
21 With whome my hand shall bee established: mine arme also shall strengthen him.
22 The enemie shall not exact vpon

[Gods promises made to Dauid.]

him: nor the sonne of wickednesse afflict him.
23 And I will beate downe his foes before his face: and plague them that hate him.
24 But my faithfulnesse and my mercy shalbe with him: and in my name shall his horne be exalted.
25 I will set his hand also in the sea: and his right hand in the riuers.
26 He shall crie vnto mee, Thou art my father: my God, and the rocke of my saluation.
27 Also I will make him my first borne: higher then the kings of the earth.
28 My mercy will I keepe for him for euermore: and my couenant shall stand fast with him.
29 His seed also will I make to indure for euer: and his throne as the dayes of heauen.
30 If his children forsake my lawe, and walke not in my iudgements;
31 If they [ Hebrew: profane my statutes.] breake my statutes, and keepe not my commandements:
32 Then will I visite their transgression with the rod, and their iniquitie with stripes.
33 Neuerthelesse, my louing kindnesse will I not vtterly take from him: nor [ Hebrew: I will not make voyd from him.] suffer my faithfulnesse [ Hebrew: to lye.] to faile.
34 My couenant will I not breake: nor alter the thing that is gone out of my lippes.
35 Once haue I sworne by my holinesse; [ Hebrew: if I lie.] that I will not lye vnto Dauid.
36 [ Rom_7:16; Luk_1:33; Joh_12:34.] His seede shall endure for euer; and his throne as the sunne before me.
37 It shalbe established for euer as the Moone: and as a faithfull witnesse in heauen. Selah.
38 But thou hast cast off and abhorred: thou hast bene wroth with thine anointed.
39 Thou hast made voyd the couenant of thy seruant: thou hast profaned his crowne, by casting it to the ground.
40 Thou hast broken downe all his hedges: thou hast brought his strong holds to ruine.
41 All that passe by the way; spoile him: hee is a reproach to his neighbours.
42 Thou hast set vp the right hand of his aduersaries: thou hast made all his enemies to reioyce.
43 Thou hast also turned the edge

[Gods promises made to Dauid.]

of his sword: and hast not made him to stand in the battaile.
44 Thou hast made his [ Hebrew: brightnesse.] glory to cease: and cast his throne downe to the ground.
45 The dayes of his youth hast thou shortned: thou hast couered him with shame. Selah.
46 How long, Lord, wilt thou hide thy selfe, for euer? shall thy wrath burne like fire?
47 Remember how short my time is: wherefore hast thou made all men in vaine?
48 What man is he that liueth, and shall not see death? shall he deliuer his soule from the hand of the graue? Selah.
49 Lord, where are thy former louing kindnesses, which thou [ 2Sa_7:15.] swarest vnto Dauid in thy trueth?
50 Remember (Lord) the reproach of thy seruants: how I doe beare in my bosome the reproache of all the mighty people.
51 Wherewith thine enemies haue reproached, O Lord: wherewith they haue reproached the foote-steppes of thine Annointed.
52 Blessed be the Lord for euermore, Amen, and Amen.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Por la primera palabra del salmo sabemos que estamos ante un himno, que es cósmico (6-19) e histórico (20-38), precedido de su introducción (2-5). En el versículo 39 registramos un giro lingüístico («pero tú...») y temático: a partir de este verso el salmo se torna súplica que continúa hasta el final (39-52). El versículo 53 es añadido, una doxología con la que se cierra el tercer libro del salterio. Puede ser que el momento presente, que es trágico para el rey y para la dinastía, motive la composición del himno. Es decir, aunque sea un mentís a la lealtad de Dios, yo canto y cantaré «por generaciones» el amor de Dios y su fidelidad (2). En claro contraste con el presente, el pasado motiva la presente súplica. Este salmo es, por tanto, un himno al amor fiel de Dios, pese a todo. El lector puede comprobar las veces que se repiten las palabras «amor» y «fidelidad». Forman paralelismo en los versículos 2.3.15.25. 29.34.50. La «fidelidad» se repite tres veces más ( 6b.9b.38b). Han de relacionarse con la fidelidad: la alianza (4.29. 35.40) y el contenido de esa alianza, que es el trono dinástico (5.15.30.37.45); más concretamente aún, el vasallo beneficiario de esa alianza (4.29.35.40), que es David (4.21.36.50). También la estabilidad (3.5.22.28) y la perpetuidad (2.3.5. 29.37.38) han de interpretarse desde la fidelidad. El Dios fiel nunca engaña (36.50). El ser humano, aunque sea rey, puede ser infiel (31s). En este caso la reacción de Dios es terrible (39-46): en vez de la elección, el rechazo; frente al amor, la cólera; la alianza anulada; la diadema profanada; en vez de honor, ultraje; Dios exaltó antes a un muchacho, ahora enaltece la diestra del enemigo... Basándose en el pasado, sin embargo, el poeta suplica: la situación actual está prolongándose demasiado (47), el ser humano es caduco (48s), el amor de Dios es eterno y su fidelidad dura por siempre (50), los siervos de Dios son ultrajados (51) y los enemigos ultrajan al Ungido de Dios (52). Son los argumentos alegados para que Dios muestre también ahora su amor fiel. Parte del versículo 21 se cita en Hch_13:22; el versículo 28b en Apo_1:5. El título de «Mesías» lo escuchamos en labios de Pedro (cfr. Mat_16:16). El título de Elegido suena en la transfiguración (Luc_9:35); el título de Siervo en Mat_12:18-21, y se hace común en Hechos (cfr. 3,13.26; 4,27.30). He aquí un buen salmo para orar en tiempos de conflictos nacionales o internacionales. Si el ser humano es ultrajado, Dios es ultrajado. El amor de Dios es fiel. Pese a todo, el amor de Dios no tiene vuelta atrás.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



5. Ver 2Sa_7:12.

7-8. Ver 113. 5. "Los santos" son los seres que forman la corte celestial del Señor, llamados también "Hijos de Dios". Ver nota 29. 1.

11. "Rahab": lo mismo que "Leviatán", es uno de los nombres mitológicos del monstruo marino, que representa las fuerzas del caos ( Job_9:13; Job_26:12). Ver notas 74. 12-17; 87. 4.

13. El "Hermón" es una montaña situada en la frontera septentrional de Palestina, a unos ciento ochenta kilómetros de Jerusalén. El "Tabor" se encuentra en la llanura de Esdrelón, entre las montañas de Samaría y las de Galilea.

15. Ver nota 61. 8.

19. "EI Señor es nuestro escudo": ver 3. 4; 28. 7; 33. 20; 84. 12; 91. 4c; 115. 9-11; 119. 114.

27. "Tú eres mi padre": ver nota 2. 7.

29-38. Ver 132. 11-12; 2Sa_7:14-16.

48. Ver 39. 5-7; 78. 39; 90. 3-10; 144. 4.

49. "Abismo": ver nota 6. 6.

53. Con esta doxología concluye el tercer libro del Salterio. Ver 41. 14; 72. 18-20; 106. 48.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] Salmo 89 Este salmo fue compuesto probablemente hacia fines de la época de los reyes, cuando el creciente poderío de Babilonia se había convertido en una grave amenaza para el reino de Judá. Cf. 2 R 24.

[2] 89.3-4 2 S 7.12-16.

[3] 89.10 Monstruo marino: lit. Rahab (Job 9.13; 26.12; Is 51.9). Sobre esta figura mitológica, véase 74.13 n.

[4] 89.18 ¡Nuestro escudo... el Santo de Israel!: otra posible traducción: Del Señor es nuestro escudo y del Santo de Israel es nuestro rey.

[5] 89.19 2 S 7.4-16.

[6] 89.52 Con esta alabanza concluye el Libro III de los Salmos.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*89 Salmo mixto que celebra el amor fiel de Dios, manifestado en la creación, en la elección de su pueblo, y, sobre todo, en la elección de David y la alianza/promesa de Dios con David y su descendencia.

Torres Amat (1825)



SALMO 89 (88)

[5] La alianza con David expresa el amor de Dios. 2 Sam 7, 12-13; Jer 33, 21.

[20] 1 Sam 16, 1-12; Hech 13, 22.

[26] Zac 9, 10.

[50] El himno de alabanza inicial se vuelve lamentación comunitaria. 2 Sam 7, 11.